lluviaparaelmar - Tumblr blog

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No me molesta saber de tus amantes. De los de ahora, de los de antes. No me preocupa que los veas, que hables con ellos, que aún los quieras. Está bien, no es fácil desprenderse, no es fácil olvidar. Al final, hay espacio para aquellos que queremos, hay memoria, hay vida y tiempo. No tengo problemas cuando me hablas de tus anteriores parejas. También les quiero, los aprecio. Pienso que ellos te cuidaron para mí, te enseñaron, te maduraron. Pienso que te dejaron a punto para un “nosotros”. Preparada para querer, más que nunca, preparada para amar. Espero que comprendas y hagas lo mismo. Quiero que entiendas que aún amo a mis antiguas parejas, a mis amantes casuales y algunas mujeres que, sin tocarlas, me tocaron el corazón. Que al pasar una brisa, respirar un perfume o pronunciar una frase; pienso en ellas. Que sonrío al recordar, y de vez en cuando extraño sus voces, sus consejos, pasiones, colores, besos, abrazos. Río de las peleas que ahora parecen tonterías, río de los planes y los juegos que volaron. Ojalá puedas entender que cuando platico de ellas, no son comparaciones, invitaciones a celarme o declaraciones de guerra. Ojalá entiendas que ahora estoy contigo y te quiero, pero no olvido las historias, no puedo desprenderme de vidas pasadas. Por favor, entiende que no miento; las recuerdo y si nos separamos, te recordare toda la vida, porque te quiero. Entiendo que mis antiguas parejas, mis otros amores eternos, mis otras promesas de vida; me prepararon para ti. Que cada quiebre me preparó a quererte. Que cada beso fallido, abrazo roto, lazo sin nudo, existió con la finalidad de que yo logre amar; amarte por hoy, amarte por siempre. Recordar tu nombre desde ayer hasta el final. Ojala puedas valorar a mis antiguas parejas; porque las quiero, porque las extraño, porque valoro el tiempo que malgastaron en mí. Espero que puedas porque me enseñaron a quererte. Ellas me enseñaron, que detrás de tu oreja, puedo colocar un par de besos que te ericen la piel. Me mostraron que hay maneras de acariciar los senos; que la comisura de tus pechos es delicada pero deseosa de tacto. Que un buen beso da brincos entre labios, de lo delicado a lo desaforado. Que se necesita una mezcla de fuerza y delicadeza para desnudar, besar tu entrepierna. Que nada borra lo que se dice. Que algunos halagos son ofensas. Que lo que no se pide, se desea de verdad. Que la furia revela verdades ocultas. Que jamás está de sobra un baile. Que las flores no siempre son bellas. Que es bueno insistir un poquito, un par de veces, aunque digas no. Me enseñaron que la virilidad no está peleada con la sensibilidad. Que es de valientes dejarse amar. Que no se me desprenden los genitales si necesito un abrazo, si solicito un beso, si muestro mis debilidades, si pido un favor. Que el café es para quienes queremos. Que el mundo se puede acabar. Que los detalles del pecho tienen un valor especial. Mis antiguos amores se desvivieron para enseñarme como colocar mi amor en ti, como querer de manera adecuada. Me instruyeron en cada asunto del corazón. Me ofrecieron sabiduría con tal vehemencia que se les fue un poco de corazón en el proceso. Gracias a esos besos de experiencia, es que hoy, puedo querer, quererte. Gracias a los quiebres, a todas las lágrimas, las melancolías, los vasos de alcohol, las peleas, el sexo, las miradas, discusiones, gritos, abrazos, cariños, café, la poesía. Gracias a los detalles, las risas, las voces, los secretos, los juegos. Gracias a todo lo que pusieron en mí; mis antiguas parejas, mi amantes perdidas, mis locas. Gracias a pasados amores, es que hoy te quiero y algún día, tal vez; tener hijos, vivir contigo, andar de la mano, morir a tu lado.

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Te extraño

Quería unos ojos que fueran un espejo de los míos: así de enamorados, así de locos, así de transparentes, así como los tuyos.

—Paola E. Haiat

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“Si te vas a marchar enséñame a contar estrellas y a zurcir mis alas. Enséñame a convertir en tinta tu ausencia. Enséñame por cuál ventana salir cuando te sienta lejano. Enséñame a morder el eco de tu voz cuando tenga hambre de ti. Enséñame con qué herramienta se rompen silencios, con qué hielo se enfrían las ganas. Si te vas a marchar enséñame a no añorarte en las tardes de lluvia, a no llorar con tu canción favorita. Enséñame a latir sin tus latidos. Si te vas a marchar enséñame antes cómo se vive sin ti.”

— Coos

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“Ella: La del nombre corto, la que no acaba de despertar si no bebe un café, la que pone el alma en los detalles, la analítica. Ella la que llora escuchando una canción de Pablo Milanés. Ella la que no le gusta celebrar su cumpleaños, la que le gustan los abrazos fuertes. Ella la que le sonríe a un recuerdo, la que no le gusta visitar panteones. Ella con cicatrices de guerra. Ella la que llora, se desahoga, luego sonríe y vuelve a empezar.”

— Ella, Coos

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¿Que onda con lo triste que me siento hoy? 

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Llévate a la mujer que amo

Llévate a la mujer que amo. Enamora a la mujer que amo. No te culpo, no me enojo. Te advierto. No me interpongo, pero no es cosa sencilla y amerita más de ti que un simple, flojo y ebrio intento. Es verdad, es fácil amar a esa mujer. Conozco la terrible debilidad que hace sentir. Se doblan las rodillas, tiemblan los dedos, baila el estómago, vibra la boca, expande los ojos, ilumina el alma, desarticula el sentido, ilumina locura, oscurece pretexto, amanece sonrisa, estalla caricia, dispara destello, munición, fuego, aire, bomba, oruga, seda, genital fuego, semilla celeste, radiación rosa, beso amapola.

Intenta conquistar su amor, procura que su querer apunte a tu pecho, apriete el gatillo y detone en tu alma. No te culpo, te aliento, intenta. Si ella decide orientar su amor en tu dirección; te querré a su vez. Pon mucha atención. No todos son capaces de soportar el amor de una mujer. Sus pasiones vuelven loco, sus caricias cortan piel débil y sus palabras derrumban dientes; cuando no, abren el pecho y mastican corazones. Más vale que seas un hijo de puta tan duro como la piedra, tan constante como el agua sobre la roca.

Pon atención bebé. Mas te vale que seas el cabrón más recio, duro, fuerte y valiente. Un pirata con la piel curtida en sal, el diablo cicatrizado en fuego, fuerza inexorable; porque su amor es plasma solar, su amor es radioactivo, sus ideas huracanes infernales. La potencia, de la mujer que amo atemoriza dioses y demonios. Más te vale que seas el tipo más duro del universo.

Más te vale que la procures a cuentagotas; se puede aburrir de tu horrendo rostro. Más te vale niño, que le escribas poesía a diario, poesía que la excite; que le escribas más poesía de lo que yo. Más vale tus labios la besen con pasión suficiente para engañar a la muerte, apagar la silla eléctrica con la lengua, detener el tiempo con la imaginación; y que lo logres en cada ocasión. 

Más te vale que cuando le hagas el amor pongas toda tu conciencia, tu vida, tu atención. Más te vale que cuando la toques, tus dedos tengan la delicadeza justa para rozar su alma y la fuerza necesaria para matar dioses a pellizcos. Si no puedes con nada de lo anterior, anda a tu casa. Ve a dormir antes de que tu locura se convierta en suicidio. No te hagas daño. Corre antes de que el amor de una mujer te deje sin ojos, manos, oídos, pecho, pene y piernas.

Si a pesar de todo decides intentarlo y fracasas. Si no logras llenar los vacíos de su alma, soportar sus pasiones, comprender lo irracional de sus pensamientos, desenmarañar su profundidad y aguantar las penumbras de su imaginación. Si fracasas y ella es indulgente con tu vida. Corre, corre, corre y muere antes de que yo te encuentre.

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No me molesta saber de tus amantes. De los de ahora, de los de antes. No me preocupa que los veas, que hables con ellos, que aún los quieras. Está bien, no es fácil desprenderse, no es fácil olvidar. Al final, hay espacio para aquellos que queremos, hay memoria, hay vida y tiempo. No tengo problemas cuando me hablas de tus anteriores parejas. También les quiero, los aprecio. Pienso que ellos te cuidaron para mí, te enseñaron, te maduraron. Pienso que te dejaron a punto para un “nosotros”. Preparada para querer, más que nunca, preparada para amar. Espero que comprendas y hagas lo mismo. Quiero que entiendas que aún amo a mis antiguas parejas, a mis amantes casuales y algunas mujeres que, sin tocarlas, me tocaron el corazón. Que al pasar una brisa, respirar un perfume o pronunciar una frase; pienso en ellas. Que sonrío al recordar, y de vez en cuando extraño sus voces, sus consejos, pasiones, colores, besos, abrazos. Río de las peleas que ahora parecen tonterías, río de los planes y los juegos que volaron. Ojalá puedas entender que cuando platico de ellas, no son comparaciones, invitaciones a celarme o declaraciones de guerra. Ojalá entiendas que ahora estoy contigo y te quiero, pero no olvido las historias, no puedo desprenderme de vidas pasadas. Por favor, entiende que no miento; las recuerdo y si nos separamos, te recordare toda la vida, porque te quiero. Entiendo que mis antiguas parejas, mis otros amores eternos, mis otras promesas de vida; me prepararon para ti. Que cada quiebre me preparó a quererte. Que cada beso fallido, abrazo roto, lazo sin nudo, existió con la finalidad de que yo logre amar; amarte por hoy, amarte por siempre. Recordar tu nombre desde ayer hasta el final. Ojala puedas valorar a mis antiguas parejas; porque las quiero, porque las extraño, porque valoro el tiempo que malgastaron en mí. Espero que puedas porque me enseñaron a quererte. Ellas me enseñaron, que detrás de tu oreja, puedo colocar un par de besos que te ericen la piel. Me mostraron que hay maneras de acariciar los senos; que la comisura de tus pechos es delicada pero deseosa de tacto. Que un buen beso da brincos entre labios, de lo delicado a lo desaforado. Que se necesita una mezcla de fuerza y delicadeza para desnudar, besar tu entrepierna. Que nada borra lo que se dice. Que algunos halagos son ofensas. Que lo que no se pide, se desea de verdad. Que la furia revela verdades ocultas. Que jamás está de sobra un baile. Que las flores no siempre son bellas. Que es bueno insistir un poquito, un par de veces, aunque digas no. Me enseñaron que la virilidad no está peleada con la sensibilidad. Que es de valientes dejarse amar. Que no se me desprenden los genitales si necesito un abrazo, si solicito un beso, si muestro mis debilidades, si pido un favor. Que el café es para quienes queremos. Que el mundo se puede acabar. Que los detalles del pecho tienen un valor especial. Mis antiguos amores se desvivieron para enseñarme como colocar mi amor en ti, como querer de manera adecuada. Me instruyeron en cada asunto del corazón. Me ofrecieron sabiduría con tal vehemencia que se les fue un poco de corazón en el proceso. Gracias a esos besos de experiencia, es que hoy, puedo querer, quererte. Gracias a los quiebres, a todas las lágrimas, las melancolías, los vasos de alcohol, las peleas, el sexo, las miradas, discusiones, gritos, abrazos, cariños, café, la poesía. Gracias a los detalles, las risas, las voces, los secretos, los juegos. Gracias a todo lo que pusieron en mí; mis antiguas parejas, mi amantes perdidas, mis locas. Gracias a pasados amores, es que hoy te quiero y algún día, tal vez; tener hijos, vivir contigo, andar de la mano, morir a tu lado.

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Y empecé a soltar, a soltar todo lo que dolía pero me decía “quédate”, todas esas noches que esperaban las madrugadas para decirme “llora”, todas esas tardes nubladas que me pedían dormir para aniquilar el dolor, empecé a soltar esas ganas de escribirte y decir “te extraño”, empecé a soltar mis ganas de querer algo que ya no existía, algo que ya no era recíproco, pero sobretodo te empecé a soltar a ti, empecé a darme cuenta que te habías marchado hace tiempo, y que al soltarte a ti, sólo quedaban recuerdos, recuerdos que también debía dejar, dejarlos ir para convertirlos en experiencia.

Demons

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Ojalá...

Ojalá nunca extrañes nada de mí, incluso no menciones mi nombre...

Ojalá nunca extrañes mi ausencia, aunque de igual forma no creo que eso suceda, sin embargo me gustaría que aunque fuese por error leyeras este texto...

Me voy extrañando muchas cosas, me voy admitiendo que extrañaré nuestras peleas, incluso tus rechazos por muy masoquista que suene, me iría extrañándolo todo.

Extraño esa parte de mí que quedará a un lado gracias a ti...

Ojalá nunca se te dé por extrañar mis “buenos días”.

Ojalá nunca se te por extrañar esos momentos donde te preguntaba si tu día estaba bien o si ya habías comido algo, a lo cual recuerdo que siempre respondías “eso que te importa”... Y dolía, dolía mucho.

Ojalá nunca extrañes mi presencia... Yo no voy a poderme olvidar de las cosas que compartimos sabes... Nunca voy a olvidar el como me sentía cuando estábamos juntas, era una locura, eso de las mariposas quedaba pequeño, contigo sentía un zoológico entero.

Pero me dolió tanto, tú indiferencia, tus mentiras, de hecho nunca supe si realmente me quisiste... Ojalá que no me extrañes y no extrañes nada, porque seria una pena ir a la basura en busca de algo que ya caducó.

Fuente: the-life-in-demons

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Y te volviste a ir; no sé por qué me sorprende, si nunca supiste quedarte.

Arctic

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“En la universidad escribía poemas de todo lo que veía, de cualquier cosa que me pasara, podía escribir en un poema el sentimiento de un náufrago que encuentra su barco de rescate, podía escribir metáforas sobre una sonrisa, escribía de la gente que subía al bus, cuando no sabes nada de poesía es cuando mejor la disfrutas, los intelectuales que se pasan corrigiendo a otros poetas pienso que están amargados, los verdaderos poetas saben que tienen un poder que nadie les puede arrebatar salvo ellos mismos. En verdad disfrutaba escribir. Yo no había leído a casi ningún poeta y tampoco estaba familiarizado con los poetas contemporáneos, no me interesaba, de hecho, sigue sin interesarme, mi asunto era escribir, saborear las palabras, poder decir algo de una manera distinta, sentir cómo vibraba mi corazón cuando plasmaba algo que quería florecer de mi pecho. No tenía un coche, no cantaba bien, no tenía novia, n tenía dinero, no era muy guapo, pero tenía poesía, era lo que me quedaba, y aun así, sentía que nada me faltaba. Escribía cada noche, muy al estilo de la película de La Sociedad de los Poetas Muertos, cerraba los ojos, y sentía el sabor de cada palabra, las palabras tienen forma, sabor, ritmo, textura, no sé si sepas lo que digo, es que escribir es uno de esos placeres que no tiene por qué ser detenido si se hace bien o se hace mal, disfrutar y sentir es la llave de ese paraíso que nos brinda la poesía.”

— La balada del fracaso, Quetzal Noah

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Me gustas. Me gustas entre sábanas blancas, entre gemidos y latidos. Me gustas cuando te quedas en silencio para escuchar mis jadeos y mis murmullos. Me gusta tu plática incesante y tu sonrisa. Me gusta tu timidez, sí, tu timidez, esa que me obliga a insinuarte mis ganas. Ganas que unidas a las tuyas incendian el espacio que ocupamos. Me gusta tu ternura. Me gusta tu lengua escribiéndome poemas entre los muslos, en nuestra cama.

Coos (via fruta-y-menta)

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Antiguos amores

No es fácil desprenderse, no es fácil olvidar. Quiero que entiendas que aún quiero a mis antiguas parejas, que al pasar una brisa, respirar un perfume o escuchar una frase pienso en ellos, que sonrío al recordar, río de las peleas que ahora parecen tonterías, río de los planes y de los juegos que volaron, y cuando platico de ellos, no son comparaciones, invitaciones a celarme o declaraciones de guerra. Ahora estoy contigo, y te quiero, pero no olvido las historias, no puedo desprenderme de mis vidas pasadas. Y si nos separamos, te recordaré toda la vida, porque te quiero. Entiendo que mis otros amores eternos, me prepararon para ti, cada quiebre me preparo para quererte, ojalá puedas valorar a mis antiguas parejas porque las quiero y valoró el tiempo que malgastaron en mi . Me enseñaron cómo colocar mi amor en ti, como quererte de manera adecuada, me instruyeron en cada asunto del corazón. Gracias a todo lo que pusieron en mí es que hoy te quiero.

-José de la Serna

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Currículum vitae

Soy más que un maldito recurso, te lo aseguro. Y soy más de lo que ves, soy más que cuero, uña, mugre, hueso y sangre. Soy más que papel. Soy más que una estadística y soy más que un maldito recibo acumulado en tu oficina. Soy más de lo que aparento. Llevo energía atómica en el corazón y me corre gasolina por las venas. He soportado guerras, asesinatos, muerte y amor.

Me acosté con demonios y luché contra dios. Soy un maldito humano y estoy vivo. Soy testimonio de la naturaleza, soy conciencia, pasión y fuerza. Soy vida, lucha, bomba, agua, fuego. Soy humano. No soy tu sirviente. Y si me canso le voy a prender fuego a tu fábrica de pensamiento. Soy más que treinta preguntas, soy más que una evaluación, soy mucho más que un estúpido test. Soy más complejo que cualquier problema matemático y más caótico que dos libros flojos de psicología. Soy mucho más de lo que piensas.

Tengo el poder de fisionar átomos con el pensamiento, de enamorar, de amar. Tengo el poder de crear mundos en mi cabeza; mucho más grandes, singulares y con reglas de todo tipo.

No soy tu maldito recurso, no soy tu empleado, no soy un jodido objeto del que puedas jactarte poseer. Soy libre. Tengo un par de huevos con los que puedo crear vida. Tengo el poder de hacer literatura, cartas, energía, teoría, fuerza, inventos. Soy hijo de Dioses, soy resultado de un universo con trillónes de años, soy una estrella de roca blanda, soy un condenado cometa consciente.

No me subestimes hijo de puta. Soy mucho más que un título, soy mucho más que una profesión, mucho más de lo que siquiera puedes nombrar.

Si tu mundo funciona es gracias a que queremos, es gracias a que dimos permiso, porque cuando estemos hartos, tu estadística, psicología, administración y mercadotecnia no sabrán de qué lado sale el sol, donde queda el cielo, si es día o noche.

Soy música, pintura, escultura, soy religión, soy materia biodegradable, sustancia etérea, soy idea invisible, pensamiento obsesivo, terquedad nata, ideales inexorables, reflexiones corrosivas. Soy mis miedos y debilidades, soy mis proezas y fallos, soy mis raspones, la sangre derramada y la vida perdida, soy pieza cósmica, debilidad presente y perfección póstuma.

Soy más que una fotografía, soy más que un currículum, soy más que un robot, mucho más que mano de obra barata, y no tienes permiso de hacer conmigo lo que quieras. Soy más que fútbol y más que cerveza. No puedes entretenerme con mierda más tiempo.

Soy pecador, un experimento de la naturaleza, una variable extraña. Soy la mano ladrona, la mano negra. Sí, he robado, sí, hice trampa en los exámenes, sí, me he drogado, sí, he fornicado. Me corrieron de mi anterior trabajo por enamorarme de la jefa, me corrieron por llevarle flores y escribir en los muros del baño.

Sí he tomado en horas laborales y miento para escaparme algunos días. He tenido buenas ideas, algunas, pocas, momentáneas.

Estoy harto de tener que ser cordura y de pedir permisos.

Tengo hambre, frío e inseguridad. Quiero el trabajo para ganar dinero, no porque me encante, me agrade o siquiera me llame la atención. Me gustaría tener seguro social y vales de despensa.

Estoy cansado de que me veas hacia abajo. Estoy harto de que la gente estúpida contrate y sean jefes. Estoy harto de que los residuos sociales, la basura cultural gobierne sus castillos industriales, de que nos traten como esclavos.

No puedo más. No puedo más. Y me parte el alma de tristeza ver a mi generación perdida, sin fuerza, acabada, en campos de concentración modernos agotando su vida. Estoy harto de ver como se les escapa la humedad de los ojos y el amor del pecho. Estoy cansado de obedecer ciegamente. Y mientras me quede algo de fuego en el pecho ten por seguro que voy a gritar y patalear, me voy a revolcar en el suelo y voy intentar salvarme.

Me has de llevar bien muerto, cabron sin alma; sin brazos ni piernas, sin ojos. Me has de cortar la lengua, sacarme el corazón, llenarme de hambre, dejarme sin hogar. Asegúrate de que muera, porque si queda un resquicio vivo en mi cuerpo, si queda un átomo de lo que soy ahora, voy a intentar huir, luchar, voy a intentar salir de donde me tienes.

Ahora que sabes esto, ojalá me des el trabajo.

Texto por José De la Serna

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“Mujer, si estoy contigo no es por tu fidelidad o tus detalles, por tu sinceridad o sensualidad. No quiero estar contigo porque me ofrezcas algo, como si del mercado se tratara. Esto no es compra-venta. No estamos en subasta. No somos contratistas. Deseo estar contigo porque deseo estar contigo. En esto del amor no hay espacio para la administración, el intercambio, los horarios, los contratos, juramentos. En esto del amor solo hay espacio para las perversiones, la lujuria, el cariño, el sexo, los abrazos, los besos, las traiciones, castillos de arena, edificios al vacío, corazones en fuego, cuerpos en vela, miradas fugases, almas en pena, ideas en guerra. Mujer, no eres poetisa, eres poesía.”

— José de la Serna, a mi mujer infiel

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SSA

“¿Y qué andarás haciendo? ¿Cómo es qué estoy tan lejos? El tiempo quizá dará la razón a aquellos que tanto me advirtieron, y aún así… grité al cielo tu nombre. Ahora llueve colores.”

— Andrés Suárez