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Extrañarte

Pienso en una iniquidad pasajera, que drástica y dañina ha de comportarse a su paso ¿Que tiene el tiempo contra el amor? Siempre actuando de forma inesperada y caprichosa, gigantesco desdén hacia nuestra deslomada alma impaciente por nuestra tardía cercanía ¿Que tiene el tiempo con los amantes? ¿Que justificación hay hacia su innecesario y nocivo paso? Al igual ¿Que ganaría justificando la inevitable ola que al navegante golpea sin permiso alguno? Justificar no cabe ya, no hay fin al cual llegar, no hay cambio, es inevitable el mojarnos cuando la ola se descuartiza con los maderos de este bote incesante que llamamos vida.

Aquí es cuando tomo un respiro, me hago compadre de lo inevitable, nos sentamos a tomar un café, muevo suavemente los pies en la cama como si estuviese limpiando migajas de la memoria con la punta de los dedos, busco refugio en esa metafórica cafeína que a mi mente apacigua, vuelvo a descansar, a recrear el momento de total suspensión, un acoplamiento del alma que se hace vital ante una posible locura transitoria. Te vuelvo a imaginar vida, como de costumbre, entre sábanas empapadas en recuerdos, en paz y armonía, te juro que te siento, te vuelvo a besar entre memorias y me decís al oído entre tenues alientos lo bien recompensado que será nuestro tardío encuentro, allí posas tu mano en mi cara y vuelo a sentirte tibia, suave y comprensiva, "ven" nos susurramos repetidas veces al compás de nuestra cercanía, y vos entre contundentes pensamientos volvés a mi, como vuelve la noche a quien sabe amarla. Es inevitable el dejar caer unas cuantas gotas de anhelo por las mejillas ¿como no hacerlo? si me llenas de regocijo sabor a vos cada que me siento a extrañarte.

Te vivo amor mío y te quiero calientita entre mis brazos, como nunca, como siempre, atentamente: quien más te siente.

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Vivís

Basta de lamentos y desdichas a costa nuestra, que la vida locuaz por medio de instantes nos comunica que vivir va más allá de sobrellevar las contraindicaciones de la existencia. Hoy postrado y sumido en tu recuerdo vuelvo a vivir en la memoria de la dicha, encuentro calma, espacio en los pasillos del pensamiento, momentos de compañía, fragmentos exclusivos y contactos artificiales pero tan similares a la realidad que con artificio aluden la insensibilidad. Sorprende que tan placentero se puede tornar una memoria, y más cuando de vos está hecha, todo lo que a este cuerpo conduce se torna suave y despacioso, no hay contacto real con el tiempo, barreras difusas ante lo placentero de tan espotaneo momento. Dejo capturar mi vida en un solo instante: vos. Temo a la incoherencia, al eterno hundimiento del alma ante la incontrolable fuerza de un sentimiento tan contundente y amplio como el universo mismo, incoherencia siempre siendo fachada de la incomprensión, temo a la costumbre y el negativo de la sorpresa, temo por vos y mi torpeza, temo, ay que si temo vida, como no habría de hacerlo si la genialidad en vos nace, pero el temor tan inferior y compadre del desconocimiento se gana mi desprecio con facilidad, y allí, entre inexorables conflictos con la desdicha, nace entre memorias la filtración de luz que reflejada en la piel que te abraza me vuelven a postrar antes vos, transpirando admiración y total enfoque en esta artificial imagen de tu compañía, te vuelvo a amar, curioso y novato me alejo de esta inevitable soledad, levitando llego a vos y encierro entre mis brazos tu cuerpo poeta. No creo capítulos ni imprecisos anhelos de un final, te quedas en mi como yo en vos, suspendidos en la mistura de mis pensamientos, esa es la parte favorita de mi día, y aquí postrado en mi cama me tomo el tiempo de decirte que agradezco tu sola existencia, en mi mente, en la ausencia, y los rincones más inaccesibles de mi alma. Vivís, ay que si lo haces, tanto que tenés para mantenerme con vida en este pensamiento poeta.

Te admiro mi amor, te mereces la fuerza de mil corazones artífices de arte, el trato suave de las nubes a sus fieles montañas, te mereces la vida más que el tiempo al espacio, te mereces la poesía más sentida de esas almas añejas que ya no saben más que fluir entre las letras de escritos silenciosos, tan silenciosos como este instante que en ti me captura. Te admiro vida, porque vivís, vivís incluso en la muerte de mis días, y allí posteriores a la seca y efímera ausencia de la noche, seguís viviendo, en mi, como ahora, como nunca.

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Silencio fugitivo

Eludiendo el dolor caigo en la incomprensión de mis noches, no quepo en la carne que me rodea, en los ojos que al pasar de las horas amanecen cada vez más con menos expresión, son mañanas insustanciales las que cobijan mis semanas, ya no diferencio si hago parte de la memoria pasajera que posee aquel que en su presente ya ha finado o simplemente soy lo que arrastra el tiempo cual suciedad aferrada a suela desgastada, dejarme llevar por el caos no es opción, y así las lágrimas quieran aprisionarme en su fluidez y naturalidad, en mi no está el hacerte dolor, y es por eso que en mi silencio fugitivo te vuelvo a recordar entre revuelos efervescentes, besos heterogéneos y miradas que refugian al embelesado circunstante. Volvés a ser mía entre dedos fanáticos y placeres corpóreos del roce natural que poseen nuestros cuerpos, folladas indelebles en el tiempo, la ideología romántica y bohemia, poemas corpóreos que nos seducían entre consonancias mentales, incomprensibles relaciones que a mi amor le dan el toque surrealista de tu iris, y a mi mente una nueva definición poética.

Yo a vos no te pienso, yo a vos te esbozo con terneza y estoicismo entre acrílicos color memoria haciendo de tu lumínico y circunstante horizonte el paisaje de mi obra, cerdas que trazan pasión en los afables labios carmesí que me refugian del incomprensible, incoloro e inevitable destino que posee mi realidad, te beso entre memorias acrílicas, mientras vos en la distancia seguís siendo la musa de este fiel amante de tu arte.

Yo a vos no te pienso, yo a vos te vuelvo a sentir, como siempre, como nunca.

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Memorias

Hogaño, en tan menudo cuerpo, se posa la aflicción de una vida contingente a tropezar con la dicha. Vacíos que solo utópicamente pueden ser atiborrados, miradas de insustancialidad a cualquier rincón existente, lágrimas que nacen de ojos fatigados tomándolos por sorpresa. Estoy contaminada y molida, quiero mi vida de vuelta, anhelo su calor, su olor, lo aspiro a él. Ansío sus manos en mí apreciando lo palpable de nuestros seres, deseo sus labios sobre los míos deslizándose dócilmente, quiero sus ojos posados en los míos goteando amor. Amado mío, acá me urges, haciéndome el amor cada noche, recordad que verso a verso te llevo presente, y que recostado en mi iris te regalo memorias.

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Poderosas ganas de vos

Que poderosas ganas de dilacerar toda prenda posada en vos, hacerla el olvido y vos mi deseo, tu piel el recorrido de mis manos y el desnudo pecho el refugio de mis labios que con primor se deslizan; manos aferradas a un cuerpo no hayan en tanta inmensidad la permanente estadía, estrujar tus costillas yo quiero mientras elevo tu cuerpo hacia el mío, haciendo de mi voz y respiración un resuello de placer, suaves gimoteos de encanto me dominan, hacen de mi un ser que se deja llevar por su naturaleza despojando toda cortesía al entrar en vos sin aviso alguno, conexión sensorial que recorre la intravenosa convirtiendo la sangre en deseo de vos, tu pecho oscilante el recorrido de mis pupilas, piernas fundidas en mi espalda, manos inquietas acariciando tu ser y el espacio entre vos y yo más nulo que nunca. Que poderosas ganas de vos.

-Siempre haciendo ver entre mis letras un repetitivo "vos" que delata mi gran amor y lo empapadas que están mis palabras de tu bellísimas existencia.-

Vuelve amor mío, ahora que más te siento, ahora que más te amo.

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Pertenecer

No te miento vida, noches de posesivos vacíos me acompañan creando en mi un solo sentimiento, uno que me aleja de todo, menos de vos y el cielo que últimamente ha sido quien entre vacías tardes entiende a mis moribundos ojos, emancipando de mi cuerpo su estadía, los acoge entre capas y mas capas de serenidad que me hacen volver a vos, y es que como no hacerlo siendo tan de vos el cielo, siendo tan de vos mi sentir y admiración, siendo tan de vos esto que en noches de posesivos vacíos me atan a esta habitación empapada en recuerdos. No te miento vida, escribo con un alma tenue que de a poco muere, o quizá solo sea mi ser implorando tu cercanía, de cualquier forma será inevitable su estadía pasajera sobre mis noches, irrefutables momentos que se acoplan a lo inevitable, creando en mi la idea de que perteneces al cielo como nubes al tiempo, y yo a vos como arte a mis venas.

No te miento vida, en días como hoy, pertenezco mas a tu silencio que a la vida misma.

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Vehemencia

Por la ceñida separación de dos telas negras circunstantes de lo ocurrido entra calor que posado en tu piel hace de la habitación el escenario de la sutileza reflejada en luz que postrada en vos culmina el acto de fervorosa pasión, mis ojos testigos del acto hacen memoria de lo que hacia unos momentos nos poseía en placer, manos ávidas de piel tibia recorriendo un cuerpo que ligado al mío en total desnudes le susurraba a mis palmas excelsos cánticos entendibles al tacto y en mi entrepierna, la fiebre, bebe un éxtasis de salvias por la canela en dos muslos de dos piernas destrenzadas, mis ojos atónitos con el arrebatador cuerpo que debajo mío descansaba delatando su naturalidad con sutiles movimientos, guardaban con recelo la gran escena de tan inverosímiles contactos, gimoteos de placer postrados en mi oído me desarman de toda posible conexión mundana, la vida se torna irreal entre la ceñida separación de nuestros cuerpos, en donde también se postra el calor, uno ajeno a las estrellas sin perder su cualidad astral, primitivos, voraces de deseo y placer a los cuerpos prietos entre si, no les queda más que anhelar la eternidad del acto, mientras postrada en mi nuca la suave palma de una feroz mano confunde a mi cuerpo llenándolo de calma y desmedido placer, cánticos galácticos circundan los cuerpos del acto más puro presenciado por el tiempo y la brisa que envidiosa del mutuo placer recorre la espalda y pecho de los seres que empapados en sudor, lealtad y sinceridad sienten su frio y banal paso, acto que impregnada de ellos la lleva a contar la historia a los árboles y las aves, perdurando en la mutua naturaleza de la memoria y la vida misma. "Esto no es cosa de humanos" repito en mi mente repetidas veces, junto a múltiples y similares pensares que tatuo en mi ser; memoria tras memoria poseen al el cuerpo liviano que desnudo del mundo libera en un mudo contacto la sincera gratitud de tu placentera existencia. Somos vehemencia, poesía y sensaciones ininteligibles cada que juntamos nuestros cuerpos en momentos de placer natural y primitivo.

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Ay vida

En el suelo postrado hago de mi todo lo que en momentos de luz cálida trato de ignorar, y aunque ya no me acompañe la incondicional noche, la oscuridad se apodera de mi habitación y las estrellas de mi alma, vos sos una de ellas, que con intermitente luz ha de hacerme recordar que la noche esconde secretos para aquellos que están destinados a ser, y si, hablo de un destino del cual nunca pensé creer, pero vos estrella mia, que capacidad tenés de hacerme cuestionar sin necesidad de que pronuncies palabra alguna, con la sola existencia de tu ser he de atender que las imposibilidades que poseo en mi mente pueden dejar de existir si así tus labios lo desean. Me recuesto en el frío suelo, y desvío mi mirada a las intermitentes luces que viven en mi techo, no hay pensamientos concretos de un tema en específico, solo vos y los recuerdos que nos poseen mientras padezco de vaivenes emocionales; la noche me ha leído, también escuchado y ha de ser ella quien hoy te acompañe mientras escudriña tu ser entre sueños, donde sos pureza y libertad, ahí donde podes hacer de mi la posibilidad más grande, y cuando los rayos de luz se vuelva a posar en tus ojos cafés, volverá a mi la noche con versos de amor hablándome siempre de vos. Las letras empiezan a apoderarse de mi, vuelve a mi la locura transitoria, hago de mi ser todo eso que en ocasiones difícilmente se entiende, pero ha de ser esto el punto base de una escritura bien sentida, versos que se deslizan en la memoria y la cordura, en los sentimientos y la consistencia existencial; soy de ellas, del tiempo, vos y nuestro amor. Escribo así porque en momentos a mi ser lo apodera la tristeza y se me hace imposible compactar eso que hace estallar en mil pedazos todo lo que dentro de mi me hace ser, lamento esto, mi poca estabilidad en momentos de escritura, pero amor mío, entiende que estoy enamorado y sumergido en mil sensaciones que me abrazan dejándome indefenso, alejándome de las múltiples realidades que hacen de este mundo lo que ya todos saben. En este punto me dejo llevar, no quiero que me dejen de abrazar, siento que nuevamente vuelvo a nacer, una nueva y mágica realidad, en la cual puedo hacer de mi tus sueños y alegrías, aquí puedo volver a posar mi dedo en tus pechos, mi oreja en tu ombligo y el corazón en el cielo estrellado de la noche que nos ha visto nacer y amar, acá Podríamos elevar nuestros cuerpos en la oscuridad, desprender todo lo material de nuestra existencia, dos seres desnudos que juegan a entrelazar sus piernas, cuerpos de luz que vuelven a donde pertenecen, ya han cumplido su cometido en la tierra, ahora se les otorga el cielo estrellado y la eternidad universal, tatuados en el tiempo consumidos en un beso. Perteneces a lo surrealista​ amor mío, hija y del arte y las estrellas, una mezcla de poesía y colores, la utopía misma del universo, tantas cosas que un alma enamorada presencia en lo basto de su existencia.

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Abrázame entre letras como si fuésemos presos literatos que aman los versos prófugos de nuestro puro sentir

Álex

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Añorar

Es una noche silenciosa y vacía, me siento a la deriva del tiempo, poco claro y con deslices mentales, mezclas emocionales que conllevan a un constante cuestionamiento, todo para encontrar un motivo, una razón de ser ante la desdicha de aquel que atado a su ser, está condenado a la locura. Y vos, solo vos bonita, sos quien filtra toda inconsistencia convirtiéndola en virtud, paz y armonía en dos contactos, conexiones naturales que me hacen ser; dolor e insensibilidad, imposibilidades tan reales que lo inexplicable del estado, se hace entendible ante vos, que tan similar a mi, ha de entender la locura de mi ser. Hoy soy ajeno a la vida, quiero un sueño eterno que me lleve a vos, ser de vos y de su ser, carne y energía, pasiones que nos lleven a lo astral en un abrir y cerrar de bocas, quiero su cuerpo bohemio junto al mío, hedonistas en la eternidad de un puro amor que indiferente al desequilibrio, nos suspende en un desenfrenado y turbulento sentir. Cómo te añoro bonita, con todo mi ser. Hoy soy de la noche que en susurros me cuenta su desdicha al no poder vernos ser.

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Temor

Le temo al mundo y a sus constantes encantos, a su grandiosa habilidad de cautivar mentes enriquecedoras que llenan la existencia de esos pocos que aprender a vivir, temo de las buenas y tibias letras que puedan entrar por tu ventana, silenciosas y dominantes, de un tardío tiempo con sabor a olvido, temo de la vida y su desequilibrio, cambios y más cambios, todo en una masacre literaria que acogida en silencio controla una mente llena de las pupilas más místicamente naturales que han pasado por el encanto de aquel que en desmesura ha aprendido a amarte, y es aquí en donde re planteo mis miedos, basándome en las tardes frías de húmedos techos y densas humaredas, donde en silencio lleno mi cabeza de tu ser, todo tan real y puro que se hace natural sucumbir al tiempo en lapsus de memorias cortas sobre aquellos eternos momentos que en entretiempo saben controlar muy bien el espacio de dos labios que en su multiverso son ajenos al tiempo y lo inevitable, volviendo siempre a un inicio y la inexorable conclusión de que no hay temor más grande que perder tu ser vida mía. Hoy he temido de la vida, le he contado mucho de vos, y encantada de tan mágica historia y ser, ha de ser ella quien con sus encantos enamoren tus pupilas, haciéndote ajena de lo real, llevándote a lo surrealista​, allí, donde sos natural e individual.

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Un fiel amante

Brisa que resbala por mi cuerpo mientras a la deriva los pensamientos hacen de mi un muy liviano ser de nuevos sentires, tan etéreo que puedo sobrevolar por la memoria, aislandome de lo inevitable, de la realidad que agobia y la distancia que nos separará, hoy me refugio en vos mujer, recorroro en recuerdos un cuerpo que ha sabido hablarme del placer y la desmesura en la desnudes de una noche que entre palabras se detiene a admirar nuestras conexiónes, todo mientras regalo mi ser a tus labios, descansando en ellos y viviendo para los mismos, hoy he recordado todo lo que nos conforma, y sé que he sabido amarte hasta la muerte antes de caer en el olvido de un tiempo caprichoso, lo sé porque he reencarnado en la hedonista manera que tenemos de amarnos, ahí donde solo vos y yo encontramos la eternidad en nuestras palabras y contactos, mágicos contactos que alimentan a nuestro único ser conformado por vos y yo. Se me escapa el arte por los dedos, tan libre e incontenible como siempre. Hoy he prendido un cigarro y he hablado de vos a un agradable souvenir, le he confesado lo encantado que estoy con tu existencia, en total transparencia con quién ha sabido escuchar mi alma, torpe con mis frases y cuidadoso con mis gestos, hoy he sido de vos en tres palabras, del dolor en un adiós, de la incoherencia en un escalón y la locura en un par de escritos, pero vida, dime vos, si la coherencia y la cordura han de caber en todas las instancias de nuestras vidas, cuando en tres palabras podemos omitir el dolor de un adiós que nos ha dejado en el escalón la bonita historia de un perfecto amor. Hoy he de amarte como amo al arte, porque eso sos en esencia, una magnífica obra del tiempo y el espacio, la perfecta simetría entre energía y naturaleza, una inmensa ventana a nuevas sensaciones y conceptos de vida, sos mi amor y mi vida, mi prisa y mi espera, pero más que nada, sos arte, de ese que perdura y captura, de ese que hoy y siempre, harán de mi un fiel amante.

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Gjon Mili,  Violinist Jascha Heifetz playing in Mili’s darkened studio as light attached to his bow traces the bow movement, New York, 1952.

via.LIFE magazine

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Usted.

Usted es arte,

de ese que enamora,

de ese que calienta el corazón,

de ese que se admira y se repite,

de ese que canta y baila,

de ese que se escribe y se recita.

Usted es más que arte, es vida.

de esa que sonríe,

de esa que brilla y llora,

de esa que hace vibrar el alma,

de esa que sonroja las mejillas.

Usted es más que vida, es inspiración.

de esa que se busca,

de esa que nace,

de esa que ilumina,

de esa que renace de las cenizas.

Usted es más que inspiración, es utopía.  

de esa que se encuentra,

de esa que se respira,

de esa que se disfruta,

de esa que hablan en la filosofía.

Usted es tantas cosas, que ni el arte ni la vida ni la inspiración o la utopía, se acercan, a lo que usted puede llegar a ser. 

Usted, 

amor mio,

vida mía, 

utopía mía, 

lo es todo.

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Memoria

Recorreré los caminos de la memoria todas las noches que consuman nuestra ausencia en un verso o dos, me acostaré a escribir en la memoria de tu silueta todo aquello que en deseo rebosa una mente que anhela tenerte, un contorno imaginario de un cuerpo que ha sabido inundar mi mente con las constantes posibles teorías de cómo se llega a un punto en el cual se hace natural tomar una siesta en los poros de nuestros cuerpos, sensaciones empapadas de surrealismo, pero a la vez tan reales y consistentes que se hacen casi palpables ante las manos de aquellos que entre la noche se esconden del tiempo intentado consumir su amor en lo infinito del espacio, separando toda ley física de la existencia, haciendo parte de un lugar sin ser partícipes de un tiempo urente ante nuestras almas que en este punto han de saber recorrer los caminos de la memoria. Letras de noches frías y confusas que hacen de mi ser una bolsa de melancólicos pensamientos, y que más quisiera yo que hacer de mi existencia tu constante alimento, pero vida, siento que muero, y no es justo limitar tu vida con la mía, por eso pido que mi recuerdo haga en vos una fuente de vida, memorias infinitas de dos amantes destinados a la eternidad, así no crea en el destino, así no seamos infinitos.

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Una completa locura

Que capacidad tenés para hacer de mi corazón un redoble a doble tempo, las sensaciones que me produce el leerla, no es menos que la magnífica y gran dicha de un hombre que ha sacudido sus hombros llenos de desdicha y resignación, sensaciones indescriptibles, desconocidas para la escritura y el dialecto, inexistentes ante el mundo, pero muy reales ante la vida y el alma, o lo que creo llamar alma, que gran dicha produce en mi, tanta que el pensar en un inevitable adiós, se hace aceptable ante la mente que inundada de vos, no hace más que seguir sumida en la paz, amor, felicidad y sosiego, que produce su mágica presencia, somos y seremos, vida, amor y recuerdo, olvidar se hace irracional, y dejar de quererla una completa locura.

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Letras de ma chérie

Quiero abrir mi corazón antes de notar que ha vuelto a estar igual de roto como cuando lo conocí, sé que podrá entenderme, que respetará mi tristeza cuando haya humedades, y que mirara dentro de mí aunque escueza. Llevo días pensando en lo agraciada que ha llegado a ser mi vida desde que lo tengo; incluso me atreveré a decir que cuando me miro al espejo pienso en lo mucho que me ha enseñado a quererme, en lo mucho que le gustan mis ojos, mi boca y sus ganas de saber a que saben mis labios. Es vivir miradas desmaquilladas, tales como las de un admirador del nudismo, como sentir de mi cuerpo la silueta de un boceto. Es como esa página del libro del cual doblo la esquina porque es mi favorita y pasaría días y días leyendo. Ahora me encuentro en medio de mi habitación pensando en que me importa una mierda el hecho de que llevemos poco tiempo conociéndonos. Con usted, desde siempre, he notado que el tiempo no ha importado, que nunca ha existido. Ha podido hacerme olvidar de todo lo que me agobia y corroe. Y ahora, en estos momentos, sé que prácticamente todo lo que escriba será por y para usted. Podría escribir infinidad de letras y seguirían siendo insuficientes para decirle todo lo que ha hecho y dejará en mí, pero escribo esto para poner mis pensamientos y sentimientos en orden. Quiero susurrarle bajito lo mucho que he llegado a quererle. Echaré de menos su tacto, echaré de menos esos susurros que me hacen saber cuanto le encanto, echaré de menos nuestras miradas y las sonrisas espontáneas. Siento que el mundo se pondrá en mi contra, hará que lo recuerde a cada momento y lo eche de menos cada vez con más fervor. No escribo para que haya respuesta, pienso que tiene el derecho de saber esto. Usted revivió buenos sentires en mí e hizo vivir nuevos. Sé, sin duda alguna, que para mí ha sido un placer involucrar mi corazón así. No soy magia como muchas veces me lo ha dicho, magia es lo nuestro. Le entrego mi mente, mi corazón, mi alma y mi cuerpo, todo lo que me compone, mi ser, manténgalo para usted, mantenga el vivo recuerdo de lo que somos, de lo que soy, así todo fluirá a nuestra voluntad. Plázcame de mantener vivo esto tan magnifico que usted genera en mí.