Tumgik
lxciddrxams · 7 years
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: 20
Nombre: Geum Myungdae
Edad: 19
Especie: Semidios. (Hijo de Thanatos)
Fandom: Multifandom
Nacionalidad: Coreano
Carrera que estudia: Antropología.
Género: Masc
Sexualidad: Indefinida.
Altura: 174 cm
Historia:
Los problemas para dormir estaban presentes desde que el joven tenía memoria. Era el mismo sueño todos los días, y en un punto ya se lo sabía de memoria.
Myungdae nació en la ciudad de Incheon, Corea del Sur. Creció en lo que él creía era una familia de lo más normal; él asistía a la escuela, su madre trabajaba y su padre... Bueno, nunca lo había conocido y su madre no tenía el mínimo interés en hablar de él.
El sentimiento de que las cosas no eran como él las veía comenzó a prevalecer en él una vez que su madre de la nada cometió suicidio. Esto pasó cuando el chico tenía 9 años, y un año tras aquella gran tragedia, su tía, quien era su único familiar restante, desapareció por razones aún desconocidas. Tras aquellos inesperados sucesos, Myungdae quedó al merced de un familiar lejano, Sunghyun, quien parecía ser un adulto de lo más responsable y común. Como su tío vivía en Seúl, el muchacho se vio en la necesidad de mudarse a la gran capital de Corea del Sur, y después de eso su vida dio un giro de 180 grados.
Sunghyun era el dueño de una Cafetería dentro de uno de los vecindarios más concurridos y prestigiosos de Seúl. El soltero era constantemente halagado por muchos, envidiado por otros y… temido por pocos. El tío de Myungdae nunca se había casado y mucho menos había tenido hijos, cosa que le parecía extraña a más de uno, pues éste era portador de un carisma peculiar y una sonrisa ‘’matadora’’, tal y como era descrita por algunas clientas. Al principio Myungdae tampoco entendía cómo era que un hombre como su tío siguiese soltero, pero pronto las piezas del rompecabezas comenzaron a aparecer en los lugares menos esperados.
Era cierto que Sunghyun era un hombre ciertamente estricto, mas conforme las semanas pasaban, sus reglas comenzaban a ser más duras. Al principio se resumían en tales como dormir antes de media noche, tirar la basura, lavar platos usados, ayudar en la cafetería, etc., reglas que eran totalmente razonables, sí, sin embargo, después pasaron a ser… diferentes; Myungdae no debía de mirar televisión más de dos horas por semana, y en caso de hacerlo, se debía de pedir permiso. No podía abrir la nevera sin previo aviso, sus notas debían de ser perfectas y mantener la casa impecable era su deber. Después de asistir a clases, el joven debía de pasar toda la tarde ayudando en la cafetería de su tío o bien, trabajar en el sótano, en donde parecía haber un negocio muy diferente; ¿Quién diría que el perfecto Sunghyun sería experto en armas de alto calibre? Los clientes siempre parecían ser personas un poco… fuera de lo normal, sin embargo, él tenía qué tratar a todos con máximo respeto y amabilidad y, en caso de desobedecer alguna de las reglas de su tío, la cosa no se ponía nada agradable, pues Sunghyun se encargaba de poner al muchacho en su lugar. Sus tácticas eran dolorosas a niveles tanto físicos como psicólogos.
“Ya veo que no puedes hacer nada bien, Myung. Ha de ser esa la razón por la que tu tía y tu madre te dejaron… hm, tendré que corregirte por mí mismo”. Y tras ciertas palabras siempre venía lo mismo; mera humillación. Los castigos de Sunghyun se basaban en hacer al muchacho escribir la misma horrorosa oración por horas, comer del suelo, hacer ejercicios físicos un tanto extremos o incluso quemarse sus propias palmas de las manos. Sunghyun era un sádico de lo peor, y encargarse de humillar a todo aquel que estaba a su alrededor era lo suyo, lo peor era que nadie se enteraba de aquello ya que su sonrisa era la perfecta máscara que escondía su verdadera personalidad, y, sobre todo, su principal profesión.
Las consecuencias de aquellos largos episodios de estrés y mortificación causados a Myungdae por su tío se fueron mostrando después de algunos años. Al pasar la pubertad, lo único que quedó fue mostrado hacia los demás era una persona que no era sí mismo, alguien cárismatico, pareciendo siempre alegre y abiertamente cínico.
A ese punto, los sueños no se sentían como sueños, y la realidad no sé sentía como realidad. El mismo sueño se encontraba presente, no parecía desvaneserse, y cada vez se sentía más auténtico.
Preocupación lo llenaba cuando se veía al espejo dado a que no sentía que la persona frente a sí era él. Cuando le llamaban por su nombre, la confusión crecía. Nada parecía real, sus pensamientos… ¿Eran verdaderamente suyos? Ir a clases parecía como jugar un juego más, aquellos en los que se inundaba cuando le era posible para deshacerse de la continúa desagradable sensación.
La constante angustia que lo perseguía pronto lo obligó a cometer acciones en contra de sí mismo, y en un intento de suicidió cayó en cuenta de que, de hecho, las cosas eran demasiado diferentes para sí. Myungdae no podía morir, cada vez que intentaba morir de maneras distintas, el muchacho despertaba al siguiente día sobre su cama, como si nunca nada hubiese pasado.
Y así es como el joven fue envuelto en las garras de lo que finalmente lo alejaría de tanto sufrimiento, pero, ¿Cuál era el precio? Con tan sólo 17 años, Myungdae comenzó a ser encargado de tareas varias, tareas que fueron, por cierto, asignadas por su tío con el propósito de hacerle bien a sí mismo y su negocio, aunque Sunghyun juraba que era por el bien de el muchacho, para que éste “superara” sus varios problemas. Los trabajos variaban desde simples tareas como sacar información de los clientes por medio de una agraciada conversación hasta robarle la vida a todo aquél que le debiese cantidades mayores a su tío.
Cada vez que Myungdae expresaba su descontento por las “tareas” que se le otorgaban, o era reprendido por su tío, o era chantajeado por él. “Oh, ya veo… Eres un malagradecido, Myungdae. No olvides que fui yo quien te brindó un techo cuando ya no tenías a nadie”, “Entonces no quieres mejorar, ¿Cierto? Uh, sabía que eras débil. Siempre lo has sido, como tus padres”, etc., y tales comentarios lo llevaban una vez más por aquel camino que tanto le asqueaba.
Los trabajos siguieron siendo los mismos, y su único refugio era la burbuja de falsa alegría y felicidad en la que él mismo se sumergía. Cualquier cosa le venía bien, desde un pesado libro hasta un videojuego. Sin embargo, todo cambió tras haber sido enviado tras la persona incorrecta. Un cliente de rasgos Europeos, era ella la pesona que el joven debía de sacarle información en aquél día, cosa que pareció funcionar. Una bodega repleta de mercancía ilegal codiciada era lo que su tío anhelaba, y Myungdae fue a por ella, sabiendo muy poco de lo que le esperaba. Las personas que en ese día debía de erradicar eran mucho más fuertes de lo usual, y al no poder con ellas, el mismo gato fue acechado por su presa. Ese día Myungdae murió una vez más, y volvió a despertar al siguiente, en la cómodidad de su habitación.
Un hombre alto y de rasgos europeos lo observaba desde el otro lado de la habitación y se acercó a él con una sonrisa. ‘’¿Qué tal tu viaje al inframundo?’’ Ese fue el día en el que Myungdae conoció a su padre, y ese fue, sin duda alguna, el peor día de su vida.
Un día después Sunghyun había desaparecido de la faz de la tierra y Myungdae había sido una vez más abandonado por alguien en quien alguna vez había confiado. Creyó que estaba perdido pero aquél desconocido le había brindado un nuevo ‘’hogar’’, pues ese era su padre. 
Myungdae no tardó mucho en marcharse de su lado y logró trabajar por unos meses como recaudador de información en el extranjero para una mafia surcoreana hasta que cumplió 18 y decidió que era tiempo de alejarse de todo aquello que sabía no hacía nada bien. Se acentuó entonces en un departamento común y corriente cerca de la universidad a la que se había inscrito fuera de su país para estudiar una carrera que llamaba su atención y comenzó un trabajo en una tienda de comics cercana, esperando que de allí en adelante su vida fuese de lo más normal… cosa que pronto sabría era, básicamente, imposible. 
Resulta que ser hijo de una deidad no tiene ningún beneficio, sino que todo lo contrario. 
 Personalidad:
Una de sus principales características es ser muy extremista; siempre se va a los extremos, sea lo que sea. Por esto, algunas veces puede parecer estar muy feliz, y otras veces estar excesivamente apesadumbrado, pero tal lado dramático de sí suele simplemente ser falso y muy exagerado.
A veces puede ser una persona muy callada o parlanchina, eso depende de su estado de humor. Es un gran extorvertido y muchos lo podrían definir como alguien bastante fuera de su cabeza, pues queda aún peor con cada intento de suicidio debido a los daños causados.
Gracias al trato que se le dió anteriormente por parte de su tío, MyungDae sufre ocasionalmente de comportamiento de aislamiento social, compulsivo, riesgoso, y sobre todo auto-destructivo (lo cual muestra como si fuese muy normal), además de una falta de hostilidad, impulsividad o irritabilidad. En su estado de ánimo se encuentran síntomas de altibajos emocionales; ansiedad, culpa extrema por cosas que no están en manos suyas, descontento general, enfado, soledad o tristeza. Sus síntomas psicológicos se caracterizan por depresión, imagen negativa de sí mismo, y, especialmente, un gran falso narcisismo.
Se molesta con facilidad pero también es demasiado sencillo que se sienta bien.
También tiene un humor y/o muy pesado y extraño; usualmente hace bromas que pueden herir a los demás o que sólo él comprende. Le da igual, todo por no estar aburrido y empezar a tener pensamientos perturbadores. Normalmente hace comentarios muy singulares debido a que gusta dejar a su mente hablar. No tiene un buen filtro al hablar, y es algo que muchas veces le molesta.
Se obsesiona y aburre con facilidad, por lo que por un momento puede parecer que le llama la atención algo demasiado, pero días después deja ese ‘’algo’’ de lado, aunque algunas veces tales obsesiones pueden durar meses. No es algo que disfrute mucho.
Sólo para no tener problemas, hace lo posible por mantener un comportamiento moralmente correcto tal como ser amigable, amable, sociable y parlanchín, aunque en ciertas ocasiones no le sea posible. Su usual sonrisa es una máscara que cubre sus problemas mentales, así que estará presente mayormente. Su ansiedad le causa cierto comportamiento inestable de vez en cuando; como morder sus uñas o sus labios, mover sus dedos en demasía, hablar de manera muy rápida o sentirse atacado por la mínima cosa, mas pese a todo eso, siempre estará disponible para otros, especialmente con sus bromas y sentido del humor extraño.
Gracias a todo el tiempo que pasó con la nariz sobre libros, la información que almacena es infinita. Nunca calla algún dato y los suelta como si fuesen golosinas.
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lxciddrxams · 7 years
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Curiosidades
No puede morir. Dale una tarea arriesgada y la aceptará sólo para internar, por una vez más, desaparecer de la faz de la tierra.
Crece grandes alas negras en su forma de semidios. 
El té de canela es su debiliad, además, adora cualquier tipo de panecillo dulce, galletas y chocolates. 
Tiene un punto débil con los gatos. Los adorada demasiado.
Le gusta saber lo que sucede a su alrededor y trata de poner atención a todo, pero muchas veces parece ciertamente distraído.
Detesta el ejercicio y cualquier tipo de actividad física, y se queja de esto, sí, aunque no parece malo al realizar sus deberes en cuanto a lo mencionado. Como cualquier persona entrenada para hacer trabajos del mundo bajo, sus movimientos son ágiles y rapidos. 
Usa gafas durante ciertas ocasiones (como en clases) porque bueno, no ve muy bien a la lejanía, pero su vista es muy buena de cerca. 
Suicida empedernido, trata de matarse al menos una vez a la semana pero pase lo que pase, sus intentos no parecen ser suficientes. Lo peor es que lo hace de manera abierta. Normalmente se le ve saltando por la ventana y al siguiente momento ya no está.
Le parecen muy interesantes todo tipo de sucesos, ya que piensa que por más pequeña que sea una acción, puede cambiar cientos de vidas. Ama estudiar la cultura; literatura, lenguas, sociología, etc.
Su sueño era ser profesor de antropología de nivel universitario y dado a su amor por la literatura, también escritor. Por esto puede que pase cierto tiempo escribiendo sobre temas varios, aunque el sueño se haya esfumado. 
Está muy interesado en la política.
Admira demasiado a la gente con grandes opiniones; aquella que no calla lo que piensa, sin importarle mucho lo que piensen los demás, independientemente si está de acuerdo con sus ideales o no. Piensa que no hay nada mejor que compartir una discusión con alguien que definitivamente sabe de lo que habla, mas si siente que la persona es inculta o sólo habla por hablar, simplemente hace caso omiso de la misma.
Su obsesión con la muerte es otra cosa. Él considera el morir como un paso hacia la verdadera vida; como algo hermoso que es digno de planear y disfrutar, y cree que no hay nadie más valiente que quienes desean terminar con lo que les hace sufrir. 
Al ser alguien romántico y extremista, su sueño es cometer suicidio doble con la persona que verdaderamente ama. Retorcido, sí, pero a él le fascina la idea. Parece alguien inofensivo, y por eso mismo hay que tener cuidado con él.
Le gustan las cosas ‘’hermosas’’, y para él estas cosas son demasiadas. Se asombra por cosas tan normales que a veces puede llegar a llorar como por un color, una comida, etc. Gusta de compartir aquello que gusta con quienes considera dignos de eso, con personas que cree lo merecen.
Como es algo (muy) obsesivo y compulsivo, si se obsesiona con algo puede pasar el día hablando de tal cosa de manera excesiva a un nivel que es molesto. Igual en la mayoría de las ocasiones sus obsesiones no duran más de una semana.
Pasa el día preocupándose a sí mismo por cosas que la gente consideraría ‘’fuera de lugar’’, tales como la contaminación ambiental, si hay otras dimensiones, si alguien lo está viendo en otro lado, si nada es real, etc. Normalmente expresa esas preocupaciones abiertamente y es algo... preocupante. 
Es fan del anime y los videojuegos de rol online tales como LoL, WoW, Overwatch, etc. Esto le hace sentirse un poco más conectado con su alrededor.
Suelta una broma de historia y probablemente él te hará un altar.
Por el día se queda dormido con facilidad, pero le es básicamente imposible dormir durante la noche..
Para desestresarse suele leer un libro o estudiar, por lo que usualmente se le puede ver haciendo ésto de manera muy pasiva. Ama los datos extraños y, sobre todos, hacer a todo mundo conscientes de ello, aunque muchas veces no sean muy... placenteros de escuchar. 
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