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나와 함께있어 줘! #SOPElove ♡
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a place for you and me, somewhere only we know.     you are my teenage dream.
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m00nfortress-blog · 6 years ago
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m00nfortress-blog · 6 years ago
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hopeless, head over heels in the moment. i'd never thought i'd catch this lovebug again
lovebug, jonas brothers.
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m00nfortress-blog · 6 years ago
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          ��                    LOVEBUG: 생일  🎉 🥞
Beauty, beauty in all he is.
Era exactamente el cumpleaños de Min Yoongi, el hermoso chico que dormía plácidamente en sus brazos. Por la mente de Hoseok pasaban dos opciones. La primera, despertarlo haciéndole el amor. La segunda, despertarlo con desayuno. Ambas muy tentadoras, sobretodo la primera. Pero se conocía, desafortunadamente se conocía y conocía al mayor. Si empezaban aquella mañana, llegaría el medio día luego de varias rondas haciendo el amor y ya se perdería el punto del desayuno. En cambio, si Hoseok optaba por primero prepararle el desayuno en la cama, comería algo y luego podría pasar el resto del día en aquella actividad que los dos tanto adoraban. Plan perfecto, definitivamente.
Además, era su cumpleaños. No era un día cualquiera. Y ese día merecía empezar con los panqueques tan prometidos. Así que sin más, el menor se desenredó de sus brazos como pudo y salio de la cama con cuidado de no despertarlo. Para su ventaja, su chico dormía como un snorlax con tres litros de jarabe para la tos encima. Imposible de despertar aunque le coloques una banda encima. Se quedó un momento observándolo como el acosador que era, sonriendo sonrojado ante lo bonito que se veía. Era una imagen tan doméstica, estar prácticamente durmiendo juntos todas las noches desde hacía un tiempo. Pero no lo cambiaba por nada. Su piel casi brillaba bajo la luz de los pequeños rayos de sol que se filtraban por las cortinas y Hoseok suspiró. Su corazón latía rápido, de esto se percató mientras se colocaba uno de los suéteres favoritos de Yoongi. La imagen de novio mas obvia en la historia.
Y así, caminó por su departamento hasta la cocina. Agradecía en parte que no fueran los dormitorios. Aunque bien podrían ser los dormitorios, con todas las veces que se quedaba Nini a dormir o el estado de compañeros de cuarto que mantenía con su mejor amigo, Izay. Siempre había mucha gente en su casa, pero por el día de hoy le dieron la privacidad y tranquilidad que tanto anhelaba. Para ser un poco egoísta, y pasar parte del día con su chico mimándolo. Hasta ahora todo bien.
Sacó los ingredientes que necesitaba, nada muy complicado. Harina y leche, y un huevo que era innecesario pero colocaría de todos modos porque los huevos también iban en los pasteles y mejor prevenir que lamentar. No tenía confianza en sus habilidades de hacer panqueques. No le quedaban mal, pero su recuerdo de ellos era lo aburridos que se veían y lo delgados que eran. Por eso unos días antes se compró una mini sartén, especial para solo aquella tarea. Volvió a mirar el huevo con duda. Revisó su celular. Agarró otro más y un poco de mantequilla. Con razón eran tan desabridos sus panqueques antes.
Se puso manos a la obra, arremangando el sueter para no ensuciarlo y que su casi-novio le terminara antes de siquiera empezar, y comenzó a batir ingredientes. En su mente, empezó a pensar en melodías de los Jonas Brothers. No quería arriesgarse a despertarlo, así que no iba a hacer mas ruido del necesario. Poco a poco fue colocando varias partes de la mezcla en el sartén, sacando un plato para poner los panqueques y mirando fijamente cada un mientras lo volteaba. Quería ser creativo como esos vídeos de instagram que hacían formas con los panqueques, así que guardó lo mejor para el final.
Con un poco de la mezcla que quedaba, luego de hacer al menos seis en total, agarró una de las bolsas de plástico que tenía para guardar cosas. Y la llenó de lo que quedaba, tomando una tijera para picar con cuidado uno de los bordes. Casi se tira todo encima. Pero fue lo suficientemente rápido, y vertió lo que quedó para cocinar. Una forma algo desfigurada de un corazón, lo mas cliché de la jodida historia. Hizo un puchero viendo como quedaba, y si fuera un perro como siempre bromea, sus orejas estarían bajas. Definitivamente su habilidad artística quedaba en el olvido. Colocó tres panqueques en un plato y le sumó el corazón. Tomó jarabe de arce, chocolate, mantequilla y crema batida. Y colocó todo en dos bandejas. La bandeja con los panqueques era de aquellas que podía sostenerse, así que añadió un poco de jugo de naranja y una pequeña rosa del ramo que había comprado para él.
Maldito meloso que eres, Lee Hoseok.
Con todo aquello, se dispuso a caminar hasta el cuarto que compartían desde hace semanas. E intentando hacer el menor ruido posible, dejó las cosas en una de las mesas de noche al lado de la cama, arrodillándose así al lado del mayor que seguía durmiendo como si nada. Ahora su parte favorita en todo aquello.
Lentamente, se dispuso a dejar besos suaves y lentos en todo su rostro, quedándose un poco más en fragmentos de su piel antes de moverse de lleno a besar su boca. Tan suave que se sentía contra la suya, tan dulce. Pasó su lengua con cuidado por su labio inferior y sintió a este empezando a despertar, cuando correspondió a su beso. No le molestaba el aliento mañanero, no le molestaba nada. Saboreó cada parte de su boca como si fuera la primera vez, como si ese fuera su primer beso, dedicándose a explorarlo con calma. Fueron unos largos minutos antes de que se separaran, buscando aliento.
Definitivamente si empezaba por besarlo, nunca hubiera hecho los panqueques.
Le dedicó una brillante sonrisa.
— Feliz día mi amor, te tengo un regalo.
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m00nfortress-blog · 6 years ago
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m00nfortress-blog · 6 years ago
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there's no need to roam 'cause home is where you are
Seven Wonders, Catch me if you can. 
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m00nfortress-blog · 6 years ago
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                                 집은 당신이있는 곳입니다 🏠
Hope desde pequeño siempre ha vivido en las calles.
Sus primeras memorias son de él de cachorro en una cajita marrón, como en la que vive ahora. Recuerda los ladridos de sus hermanos mientras el abandonaba la cajita para ir a buscar comida y explorar. No recuerda como se perdió, pero no volvió a encontrar a sus hermanos. Para ser un perro, sus sentidos eran bastante dispersos y tenía la manía de perderse. Pero otros perros lo acogieron en sus territorios y pronto hizo nuevos amigos. Creció, aprendió a cazar comida de los restaurantes y de vez en cuando jugaba con la gente que vivía cerca de donde usualmente dormía él.
Todos eran muy amables con el cachorro, y Hope en sí era bastante amigable.
Una buena combinación para una buena vida, no se podía quejar.
Pero aquella vida dio un cambio de 180 grados, cuando alguien más entró a ella. Como nubes moviéndose por la brisa, y llegando a otro lugar en el mundo. Así es como llegó Suga a su vida. Era un minino esponjoso y adorable, callado y reservado en su mayor parte, pero muy cariñoso con el canino cuando quería. Había llegado a la pequeña caja que logró conseguir para él como vivienda cuando se mudó a un nuevo callejón. Por su invitación, claramente. Aún se preguntaba por que confió en él tan rápido, dado que veía que no era un animal de mucha actividad y no estaba acostumbrado a jugar como él lo hacía. De eso se dio cuenta las primeras mañanas que despertaron acurrucados por el frío, y Hope se encargaba de tocar su pelaje con su hocico para despertarlo así podían salir a jugar en la nieve. El minino solo se estiraba y soltaba un quejoso maullido, antes de continuar con su profundo dormitar.
Le daba ternura, y sintiendo su ligero temblor por el frío, Hope se quedaba unas horas más.
No se comunicaban, mas allá de señas y pequeños gestos de aprecio. El canino solía lamer su pelaje tal como Suga hacía cuando se limpiaba, aún si el gato le gruñía con molestia porque hacía mas mal que bien ensuciándolo con su saliva. Lo dejaba hacerlo de igual manera, Hope notaba que bajo todas esas mañas, el gato disfrutaba solo de su contacto.
Aún guardaba la bolsita de dulces que le había conseguido para su cumpleaños.
Siendo un gesto inesperado, su corazón se llenaba de felicidad cada vez que recordaba aquella memoria. Nunca, en toda su vida perruna, había comido algo tan rico como esos dulces que trajo Suga en su boca. Así que, como intento de conservar ese valioso recuerdo, el perrito lo guardó todo al fondo de la caja que compartían. Húmeda por el frío y las pequeñas ocasiones donde llovía, no estaba en el mejor estado. Pero era su hogar, así como Suga era su hogar. Dos compañeros poco convencionales pero que llevaban una relación increíble.
Por eso Hope se encontró con la misión del cumpleaños de Suga.
En su caso, no sabía ni cuando era su cumpleaños. Intentó sacar información del minino como pudo luego de su regalo y preguntó en el barrio si alguien sabía, pero no tenían idea. Así que Hope tomó entre sus patas el asunto. Y asignó un día para celebrar su cumpleaños: nueve de marzo. Le gustaba la forma del número y le daría suficiente tiempo para buscar su regalo, dos semanas para ser exactos.
Los primeros días después de su cumpleaños mantuvo su rutina, para que el gato no sospechara nada. Iba a buscar algo de comida para ellos, regresaba para comer y jugaba un rato en el callejón con sus vecinos. A veces conseguía que Suga se desperezara y saliera a pasear con él al parque. Pero no participaba en los juegos con los niños en el parque, optando por recostarse al sol y dormir un rato más, u observarlo jugar.
Fue exactamente el día antes de su cumpleaños que Hope pudo finalmente hacer algo. Le llegó como un golpe en la cabeza, de manera literal. Jugando solo en el parque, no prestó atención a su alrededor (su error) y un platillo volador golpeó su cabeza. Maldito platillo volador humano. Solo pudo gimotear, sacudiendo su cabeza, antes de sentir una presencia cerca de él. Ladró entonces, confundido. Pero solo era un humano grande. No, corrección: una humana.
Volvió a gimotear entonces, consciente de que eso siempre le ganaba comida. Esta vez la humana simplemente le dio una caricia y lo guió hasta su lugar de descanso. En este había un montón de cosas extrañas. Rocas extrañas con formas en ellas y todas coloridas. Decidió tocar una con su hocico y sintió algo suave rozándolo. Elevó sus orejas con curiosidad, coleteando emocionado por su nuevo descubrimiento. Y fue ahí que lo notó, debajo de él. El pasto por el que siempre caminaba era distinto, estaba mas suave y de colores rojo brillantes. Ladeó su cabeza, tocando esto con su pata. Oh, era del mismo material que la roca extraña. O parecido.
Ahí fue cuando recordó, aquellas noches en invierno cuando su compañero minino temblaba bastante más por el frío. Ni acurrucado contra su pelaje podía taparlo, puesto que ambos dormían dentro de la caja de cartón, la cual se enfriaba con las temperaturas. Volvió a tocar el material extraño debajo de él, y echó un vistazo a la chica. Esta se había dispuesto a buscar algo en la roca abierta. Bizarro, pero no estaba en sus planes meditar eso.
No ha sido uno de sus momentos mas orgullosos, lo admite. Pero medidas desesperadas.
Tomó entre sus dientes la fábrica extraña, observando a la humana en todo momento. Por suerte, esta no estaba sentada en la tela. O sería mas difícil. No, estaba sentada sobre el pasto, y casi no se dio cuenta cuando Hope jaló de un tirón la tela y prácticamente salió corriendo. Podía escuchar los gritos incoherentes y los pasos, así que puso presión en sus piernas para correr al máximo de velocidad. Por suerte se sabía rutas de memoria, y pudo borrar su rastro con facilidad, optando por esconderse en uno de los callejones cercanos a su hogar. Ahí no lo encontrarían. Así que se sentó a esperar, recuperando su aliento y observando la fábrica que había robado.
No, no era ni de lejos los deliciosos dulces que le regaló el minino.
Pero serviría para mantenerlo caliente cuando él no podía.
Orgulloso de su descubrimiento, volvió a tomar el objeto en su boca y caminó por sus atajos preferidos hasta llegar al callejón. No tardó en llegar hasta su pequeño hogar, y se maravilló al ver que el minino seguía durmiendo, ignorante de su presencia o simplemente optando por dormir durante esta. Eso solo demostraba su confianza.
Sin querer interrumpir su sueño, simplemente colocó el objeto como pudo sobre él. Tapó su lomo y con su hocico movió el resto para que estuviera abrigado. Ahí fue que el minino abrió los ojos, fijando su mirada penetrante en el cachorro. Este solo pudo hacer su mejor intento de sonrisa, dejando una lamida en su cabeza y un pequeño ladrido. Era un “¡Feliz cumpleaños, Suga!” de su parte, que esperaba entendiera. No era mucho, no se acercaba ni de lejos a lo que recibió él. Pero era su pequeño regalo de agradecimiento, porque aún si el minino vivía bajo la percepción de que no cambió mucho en la vida de Hope, la verdad es que el cachorro nunca se sintió tan feliz como cuando empezó a dormir a su lado.
Definitivamente, Hope ya no le cabía duda. Estaba en su hogar.
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m00nfortress-blog · 6 years ago
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                                                                                            a gift from the sun, to his moon. 🍊
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m00nfortress-blog · 6 years ago
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Moon , 1895 ca.
Ogata Gekkō 尾形月耕  (1859 - 1920) - Japanese artist
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m00nfortress-blog · 6 years ago
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i hope you don't mind, i hope you don't mind that I put down in words how wonderful life is  now you're in the world
your song, elton john (but the moulin rouge version).
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m00nfortress-blog · 6 years ago
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                                        필 땐 장미꽃처럼  🌸 🌼
Yoongi-hyung era lo mas bonito que Hobi vio en aquella floristería.
Entre los estantes de rosas y petunias, las innumerables margaritas. Se escondía cuando estaba trabajando, arreglando las macetas de dalias y colocandolas al frente con las flores que mas vendían en su negocio. Era un lugar tranquilo, una suave música de piano sonaba siempre y relajaba al menor, le gustaba ayudar en ese lugar. Le gustaba ayudar a su Yoongi-hyung.
Todo empezó con su madre necesitando un lugar donde Hobi se pudiera quedar mientras ella trabajaba después del colegio. Una vecina se había ofrecido, pero luego de pasar una tarde con el menor hiperactivo y saltarín, no pudo seguir su paso. Era una señora mayor después de todo, y riéndose devolvió al pequeño ese día, con una propuesta entre sus manos. Su hija era dueña de una floristería, a unas cuadras de su vecindario. Quedaba cerca de la escuela primaria a la que asistía Hobi y servía como lugar para quedarse, podía ayudar en la tienda y eso ocuparía su tiempo mientras su mamá terminaba de trabajar. Esta aceptó con intentarlo. Temerosa (como lo estaría toda madre) por un niño con demasiada energía y torpe que podía romper todo a su paso.
Pero ese no fue el caso, para sorpresa en casa de los Lee.
Hobi llegó a su casa ese primer día, después de estar en la floristería, tranquilo y con una sonrisa enorme en su rostro. Cuando su hermana le preguntó como le fue, el solo respondió:“¡Hyung me enseñó mucho!”. Y eso fue todo.
Los días siguientes, lo que más esperaba el pequeño al salir de la escuela era ir a esa pequeña tienda y pasar horas con el mayor. Al principio fue alguien callado y apartado, queriendo solamente hacer su trabajo. Pero poco a poco las insistencias del pequeño y sus constantes preguntas (“¿Que es esto?” “Ohhhh, ¡que bonita flor!” “¿Puedo hacer lo mismo, hyung?”) rompieron la pequeña máscara de profesionalismo que Yoongi se había puesto, y le sonrió. Fue ahí que Hobi supo que existía algo mucho mas hermoso que todas las flores que los rodeaban.
Por eso se dispuso a traerle regalos luego de unas semanas.
Unas veces eran dibujos, pequeños dibujos que había hecho de ellos dos en sus “aventuras”. Porque sí, al ser un niño tan pequeño, Hobi tenía una imaginación muy activa. Siempre se movía por los corredores, pretendiendo que estaba haciendo una misión super importante en una selva. Misiones como llevar macetas de un lugar a otro, o barrer con la escoba que su hyung le prestaba. Cuando terminaba una labor, el mayor lo felicitaba. Y Hobi se reía, feliz de poder hacer algo por él.
También intentó llevarle flores, había muchas de camino a su casa y en el colegio. Una vez casi lo atraparon arrancando flores de una decoración de la directora de su colegio, pero fue mas astuto y escapó la escena antes de que pudieran inculparlo. Pero ninguna de esas flores era tan bonitas como su hyung, nada de lo que conseguía era tan bonito.
Así que un día simplemente llegó frustrado a la floristería. Un puchero curvando sus pequeños labios y mas callado de lo que era usual. Como siempre, la dueña los dejó trabajar al frente mientras ella hacía el inventario. Ya había dejado de estar tan presente para vigilar a Hobi, sabía que Yoongi lo cuidaba y que se portaría bien por él. Todos veían el amor que el pequeño sentía por el mayor, aún si Hobi pensaba que era discreto en lo que hacía.
Pero es por esta misma transparencia que Yoongi se da cuenta de que algo anda mal con el castaño. Así que insiste de manera suave que lo acompañe el resto del día en sus labores. Usualmente le da tareas para hacer en varias partes de la tienda y va chequeando como está cada tanto, pero su humor requería un cambio. Lo sentó a su lado, y le fue pasando macetas para que colocara en una mesa, para nombrarlas y anotarlas con las flores que ya habían florecido y estaban listas para vender. El menor hizo aquello sin chistar, su mirada aún baja y ese puchero presente. El silencio extendido en lo que llevaba más de una hora con un niño naturalmente parlanchín lo preocupó más.
— Hobi-ah, ¿está todo bien?
Sin respuesta, el pequeño continuó arreglando una maceta en la mesa.
— Sabes que puedes contarme, ¿verdad? Somos amigos.
Suspiró, antes de hacer algo extraño: salir corriendo al fondo de la tienda. El mayor no tuvo ni tiempo de perseguirlo, apenas colocó las macetas en el piso y el niño ya había vuelto a él. El rostro de Yoongi debió de pintar la mayor confusión que había sentido en su vida. Hobi aún no lo miraba, pero llevaba consigo su pequeño bolso. Según le había contado, su mamá le regaló ese pequeño bolsito de tigre por su fascinación por Tiger de Winnie the Pooh. O más que fascinación, su similitud en actitud. Todo esto lo descubrió de palabras soltadas al azar en oraciones algo extrañas. Como usualmente habla un niño pequeño de siete años.
El joven se sentó en el piso, mirando con más detenimiento a su menor mientras este buscaba en aquel bolsito. El pequeño gesto enternecido en su rostro se transformó de nuevo, esta vez siendo reemplazado por sorpresa. Eso fue cuando el niño sacó de su bolso lo que parecía unas plantitas mal cortadas, casi como si hubieran sido arrancadas.
Eran flores.
Y de repente entendió todo. Entendió la extraña y poco característica actitud del menor esa tarde, su pequeño puchero, su cabeza baja y su mirada al suelo. Lee Hoseok, Hobi solo quería darle un regalo a su persona favorita. Darle flores tan bonitas como las que había en la tienda con las que siempre trabajaban y Yoongi decía disfrutar. Era un pequeño gesto de un niño que decía mas palabras que una carta. Y aun así…
“No hay flor en el planeta que se iguale a tu belleza”.
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m00nfortress-blog · 6 years ago
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m00nfortress-blog · 6 years ago
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m00nfortress-blog · 6 years ago
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m00nfortress-blog · 6 years ago
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♡ 나는 당신을 사랑합니다 생각
Te veo, y me pregunto por qué me dieron una segunda oportunidad.
Por qué en mi peor momento encontré a un ángel.
Escribo acá todo lo que aun me da miedo decir, por sentir que voy muy rápido, y por no querer asustarte. Escribo esto que sé que verás un poco más adelante, porque necesito decirlo. Aunque estés dormido al lado mío, y no puedas escuchar lo que estoy diciendo. Se me hace un nudo en el estómago y no puedo respirar, mi corazón entra en un frenesí y soy una mezcla de sonrisas bobas y manos sudadas. No puedo evitar derretirme en tus brazos, preguntándome cuantos besos más me dejarás darte ese día. Tengo miedo de caer por alguien de nuevo, incluso un mes después tengo miedo de volver a sentir esa tristeza, ese desplazo.
Pero me enamoré igual, me enamoré a pesar de mis miedos.
Me enamoré de ti. Me enamoré de la manera en la que sonríes, de como buscas pelea con los chicos solo con poner un sticker, me enamoré de tu hermosa escritura, y de tu sentido del humor. Me enamoré de ti en tus buenos momentos, y también en los no tan buenos. Me enamoré de tu hermoso corazón que permite demasiado por el bienestar de otra persona. El que no quiere abandonar o rendirse, aún cuando hay quienes no se merecen su bondad. Me enamoré de nuestras charlas hasta altas horas de la noche, de que me contaras de tu día. Me enamoré de pasar noches viendo cosas juntos. De como me dejas darte atún y mimarte, de como me pelechas todo y me amasas. De como me clavas tus uñitas, de lo jodidamente precioso que eres con solo existir. Me enamoré de la manera de hacer el amor contigo. En este punto, no hemos hecho más que ir rudo and I love it. But I’d love any way with you, perdón si aún no lo he dicho.
Enamorarse después de un corazón destrozado aterra. Abrirse a otra persona, esperando que el pasado no se vuelva a repetir y con miedo de que sí es algo inevitable. Pero no puedo controlar el futuro, no quiero garantizar un siempre cuando no sé nada. Solo sé que quiero sostener tu hermosa mano en la mía. Y besar esa sonrisa adormilada cada mañana. Despertarte haciéndote el amor, perderme en ti una y otra vez. Aún me parece irreal todo lo que estamos viviendo, ¿de verdad terminé gustándote? ¿de verdad estamos en este punto? ¿no fue fruto de mi imaginación o de un sueño muy largo? No quiero despertar si es un sueño.
Ayer te dediqué creo que mi primera canción. Esa es otra cosa que me enamoró de ti, tus gustos musicales. Conoces tanta música tan buena, siempre tienes algo nuevo que estas escuchando. Yo soy complicado, la verdad. Y no te culpo si me consideras un dolor de cabeza. Capaz esto explique por qué me tardo tanto con tu playlist. Estoy a la orilla del mar, con miedo a meterme porque no sé lo que me espera. ¿Tiene sentido eso? ¿tiene sentido que prefiero escuchar acompañado por ti? En uno de tus suéteres mas grandes, recostado de tu pecho y escribiendo, imaginando, pensando. Porque eres un mundo, un mundo que quiero disfrutar al máximo. No sé si me expliqué o me fui más del tema.
Creo que me fui mas del tema.
Yo conozco pura música vieja y repetitiva, todo lo que escuchaba mi padre, mi madre y mis hermanos. Mi único gusto distinto al de ellos fue el kpop, y no me familiarizo con tantos grupos porque no me da la paciencia. Así que mi playlist de canciones es limitado, y cheesy. Extremadamente cheesy. También tengo musicales, y tengo disney channel, no tengo eso en común con mis familiares. Quiero que cada canción que te dedique exprese mis sentimientos a la perfección. Pero ¿realmente existe una canción que exprese que me enamoré del minino mas hermoso del planeta? Si no es así, la voy a componer para ti.
Este es el único momento donde puedo escribirte bien, ya que mi mente se desvía y me distraigo bastante cuando tu estás acá despierto y hablándome. Mi mente corre a pensar en responderte y solo hablar contigo, así que me disculpo si soy inconsistente.
Te quiero.
Te adoro.
Y cada día me voy enamorando más de ti.
no es tan solo un empeño tenerte cerca de mi nunca me paso esto a mi me la paso pensando en ti yo me estoy enamorando de ti
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m00nfortress-blog · 6 years ago
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m00nfortress-blog · 6 years ago
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After months of freezing and shivering under a grey sky, your genuine laugh warmed me at first try, sparked something in my chest I hadn’t thought was still in me, made my hands tremble like a paper boat at sea.
// paper boats j.d.m.
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m00nfortress-blog · 6 years ago
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