Un suspiro por todas las emociones que sentimos, por los sin sentidos que nos rodean, por el talento, por la paciencia, por las metas y deseos. Un suspiro por aquel final donde demostraste que tienes principios. Un suspiro por los buenos amigos, por la suerte de llegar a conocerles. Un suspiro por las noches, por las derrotas y victorias. Un suspiro por los problemas, por lo que se tatúa sin tinta. Un suspiro por los silencios, por las palabras, por las historias. ¿Cuál será el último?
Las mismas palabras pueden ser triviales o extraordinarias según la forma en que se digan. Y esa forma depende de la profundidad de la región en el ser de un hombre de donde procedan, sin que la voluntad pueda hacer nada. Y, por un maravilloso acuerdo, alcanzan la misma región en quien las escucha. De tal modo, el que escucha puede discernir, si tiene alguna capacidad de discernimiento, cuál es el valor de las palabras. ~ Simone Weil
“Las tristezas superficiales y los amores superficiales son los que sobreviven. Los amores y las tristezas verdaderamente grandes se destruyen por su propia plenitud.” El retrato de Dorian Gray
“Definimos la felicidad como un estado donde las necesidades esenciales estén resueltas y donde el hombre y la mujer, en plena libertad, pueden escoger y tener las oportunidades de utilizar al máximo sus capacidades innatas y adquiridas en beneficio propio y de la sociedad”
Being tender and open is beautiful. As a woman, I feel continually shh’ed. Too sensitive. Too mushy, too wishy washy. blah blah. Don’t let someone steal your tenderness. Don’t allow the coldness and fear of others to tarnish your perfectly vulnerable beating heart. Nothing is more powerful than allowing yourself to be truly affected by things. Whether it’s a song, a stranger, a mountain, a rain drop, a tea kettle, an article, a sentence, a footstep, feel it all — look around you. Take it and have gratitude. Give it and feel love. -Zooey Deschanel