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LIC. MARTA GIRALT
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lic. MARTA GIRALT
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margiralt · 11 months ago
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LA DESPEDIDA
CRIANDO MONSTRUOS Y lo sacó de su estuche de cuero brillante. Lo lavó con agua de lavanda. Escurrió sus pelos rojizos y opacos. Él, cómo siempre que salía de su lugar, no mostraba nada. Simplemente dejaba de gemir y hacer que la vida se tornase intolerable. De noche en los momentos de mayor calma, cuando la luna parecía una incitación silenciosa a usar las manos como peinetas, y pensar en el ardor de la piel a los fines de labrar placeres, él se encabritaba y lloraba a gritos terribles. No dejaba que nada del orden de lo placentero reinase en el mundo de ella. Entonces, las manos se dormían con la añoranza de otras manos, y el silencio era la única compañía aceptada en esa casa. Desde que muriera su madre, años atrás, sólo él llenaba sus vacíos en recovecos que ya no registraba hacía rato. No sabía que lugares vacantes tenía aún... El todo lo llenaba,. Quiso acariciarlo, pero fue terriblemente frío e inocuo. La reacción de una pared era mucho m��s ostensible. Entonces, de pronto, un pellizcón se le escapó de golpe... Nada. Que joder... Sí los monstruos son monstruos. Nada más que eso. Luego de intentar algún tipo de reciprocidad, de demostración de algo que no fuese la cruda indiferencia de las cosas, se volvió a resignar Irina. Lo secó con el secador de pelo. El tiempo estaba frío y corría el riesgo de que se resfriase o algo peor. ¿peor? Allí se le ocurrió. Lo sacó, y lo sacudió. Y luego lo apretó con sus manos temblorosas. Luego lo estampó contra la pared. Finalmente el llanto se le escapó como un huracán incontenible del pecho. Lloró horas sin parar, Sola. Sin él. No volvió a escuchar sus gemidos en las noches, ni sus caprichos de golpes en las madrugadas. Allí se acostumbró a saber que estaba sola. Y conoció a Gervasio. Pero esa es otra historia.
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margiralt · 11 months ago
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y desde mis pies veo crecer mis recuerdos los deseos que no cumplí los amores que no prosperaron a pesar mío y desde mis hombros se sostiene como tensada por un resorte mi vida y me doy cuenta que estoy conmigo más allá del deseo de ser amada mi recuerdo caprichosa y encaprichada, insistiendo porque ahí no había nada ese éxito en perder ha sido una constante en mi los caprichos se desvanecen y ni siquiera dejan una huella suficiente se desvanecen como sombras soy mi capricho hoy? No es una relación imposible es la relación con mi cuerpo y con mi historia y ahora me estiro y respiro hay un tiempo para entender, después de haber creído que venía el abismo. Como escritora fuí una religiosa y creyente pensando que había un argumento en el cual apoyarme y no era el que yo escribía pero también aprendí a regalar poemas en los momentos en que otros regalan un perfume de barrio, una flor Las vetas ateas de mi ser han tejido escritos con presición sin igual cuando quiero corregirlos vuelvo a repetirlos están escritos ya en algún lugar a salvo de mis tendencias a borrar lo que amo a perder a partir
No se elige el personaje que uno ocupa en la vida en la propia o sí, se elige me saco de encima una bolsa de recuerdos y me elijo, me perdono, y no me miento ya elijo…la hija la araña que hay en mí teje y desteje pero no olvida la cuestión es esa: recordar sin rencor, y aquí estoy, atajando los momentos en que me duele un poco mi país, mi familia, todos mis fantasmas el lugar donde estoy es el mío no otro no ayer no con él no con ella bajo mi piel y con mi sombra a cuestas
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margiralt · 1 year ago
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Gracias a @luggie638 y a toda la gente que me ha ayudado a llegar a los 5 reblogueos.
LA BUSCADORA DE AUSENCIAS.
iguales
como lo son las gotas de lluvia
esas que caen sin parar, de sorpresa
Como casi todos nosotros, he tenido varias vidas.
Desde chica he vivido la vida como una serie. Diferentes capítulos. A veces hasta películas. Otras, unitarios con un tema central que se repite.
He ido protagonizando, por momentos. Otros, desempeñando papeles secundarios a mi medida.
A mis 30 años sentí llegada mi primer vejez.
Habiendo experimentado la primera etapa de una sexualidad mezquina y fantaseada, llegó la decadencia. Me comencé a vestir con ropa adecuada a esa forma de desfallecer en la impotencia.
Polleras largas y sueltas. Mi cuerpo perdido dentro de telas que lo desdibujaron.
Nada de sentir mis tetas ni mi cintura como lugares turísticos para visitantes deseados.
Luego el viento de la vida me llevó a otros lares. Y reviví.
Morí joven. Volví a nacer en Córdoba.
Soy cordobesa como antes fui porteña.
Como ahora exaltacrucense.
En cada vida sucede algo en común. Es como en el amor. Un piensa que es la primera vez. Que nunca se volverá a repetir.
Y se muere de amor. Y se revive de amor.
Mi vida de los treinta era burguesa, como yo.
Córdoba vio nacer una mujer diferente.
Alejada de las influencias maternas, algo se me desató y la mujer que me habita empezó a aparecer para dar la locura a mi vida que me alejase de la muerte. Locura que no era ya la de mi hermano esquizofrénico ni mi entorno familiar. Ser rara, encendida, bebiendo, rubia y fatal...
Mi locura me abrió las puertas de la mujer que, poco a poco, me permití ser.
Saber que el cuerpo se manda solo sin pedir permiso. Que una puede suspender todo juicio de manera sumaria ante algo que simplemente es del orden de otro cuerpo. Y el deseo.
El deseo es el hilo de ariadna que un todas mis vidas y sus versiones.
Desde mi primer vejez a mi renacer hubo momentos de promiscuidad, en que mi faz masculina transitó por el donjuanismo más duro.
No puedo, hoy en día dejar de recordar esa etapa.
Sería injusto por lo que puse en cada respiro ante el miedo de ser y así y todo, avancé.
Fui machista. Y juzgué. Todo juicio es erróneo.
Toda conclusión es temporal, al menos.
Hoy, en una vida de morocha asumida con el empecinamiento de la tintura que oculta mis empecinadas canas, sé que cada día que pasa la mujer supera al hombre. Le demuestra que prefiere la forma sutil de ejercer el poder detrás de bambalinas.
No quiero otra vida de macho. Sin pene.
No quiero más histeria.
Quiero seguir derrapando con mis pasos sin dirección hacia el corazón del abismo.
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margiralt · 1 year ago
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UNA CANCIÓN DE SABINA...
Y de nuevo todo aterrizó en el suelo. Ella había subido con todo esmero cosa por cosa, a lo alto del estante, allí donde se hallaban a salvo de los niños y los animales.
Todo, menos los gatos, que ya se sabe que se suben a todos lados sin ningún miramiento.
¿Había tomado tanto recaudo en poner artículo por artículo hasta completar la serie...!
Miró, de pronto, las viejas tazas de porcelana,las muñecas de biscuit.
El abanico que parecía un poco amarillo, insistía en prometer frescura, en su antigua belleza de esterillas de nácar.
Ahora se daba cuenta de que el paso del tiempo, desde que su madre había muerto, sólo se manifestaba a través de esos objetos mudos, que cambiaban de color, se empecinaban en recordar las tardes de salón y la risa,pero no se callaban nunca al llegar al momento en que todo había quedado en silencio.
La mirada de todos cuando Fernando se puso a cortar con displicencia los billetes de su sueldo recién cobrado, en tiritas largas, finitas.
Y los iba tirando por el ventanal que daba a la calle Gorostiaga. Luego, mirandolos sin ver, se echó un gas. Sí, así de simple.
El silencio duró todo lo que podía sostenerse cada uno de los miembros de la familia sin respirar, pudiendo hacer de cuenta que el mundo no se acababa de hacer añicos.
Llegar a ese recuerdo era el momento más terrible de todos. Y generalemente ésto sucedía cuando miraba el libro del Corán, apoyado entre los tantos libros de Fernando, libros que ningún gato osaba tirar, y que jamás acariciaba la tierra del ambiente.
Bueno, debía empezar a recoger las cosas caídas una vez más....
Las porcelanas en estado de emergencia, tuvieron que ser reparadas en otras oportunidads, y ya nunca volvieron a su anterior galanura, a su belleza intacta, de ridícula gracia palaciega.
El presente es sólo un descanso entre recuerdo y recuerdo, entre el calor de los días y la obligación de sostener lo caído, convivir con cierto decoro con las cosas ajenas.
Y ahora se daba cuenta de que había sido casi feliz, inconscientemente alegre antes de volver a tener que limpiar el estante, y jugando en el resto de la casa donde no había ningún recuerdo, nada, de ella, de su madre.
Ella, su madre, esa mujer...
Y sin pensarlo, así cómo había cerrado los ojos para no verlo salir de la casa esa tarde, en la camilla del hospital, a él, a su hermano, no dudó en tirar todos, absolutamente todos los objtos al suelo.
La fuerza imprimida por su brazo fue decisiva. No se preservó ninguno.
Hasta el Corán quedó convertido en un montón de hojas huérfanas y sin sentido volando como pajaritos o avioncitos de niño travieso.
Luego se dirigió a la cocina, y, con una firmeza digna de semejante empresa, buscó entre los artículos de limpieza un par de bolsas negras de esas que usan los consorcios, para que todo el pasado entrase en lo más profundo de container, que para eso estaba lo nuevo, LA TECNOLOGÍA.
Para arrasar.
Llenó sin mirar, las bolsas con los pedazos.
Los estantes se transformaron en huecos, con las siluetas ennegrecidas de lo que ya no estaba allí.
Tendría que pintar todo. ¿Que se le iba a hacer!.
A la calle, a aprovechar que justo pasaba el camión de la basura.
Magdalena se persignó y sin más, se puso a cantar una canción de SABINA
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margiralt · 1 year ago
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no puedo ponerte todo de mi soy mi motor y mi máquina y amo y eso me da fuerza a veces el amor me lleva demasiado lejos y mi cuerpo se quebranta me transformo en ausencia y silencio algo de la marea de mi ser me retorna al cuerpo que habito y me doy cuenta de la locura del amor
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margiralt · 1 year ago
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RAZONAMIENTOS CONTRAFÁCTICOS
Se me fueron agotando los motivos
de alumbrar durante algunas noches solitarias
razonamientos contra fácticos desarrollados hasta al agotamiento
los años limaron aristas de resistencia ante la dolorosa realidad
porque la realidad es contraria a los deseos
pero así armé una nueva vida dónde los potenciales no son necesarios
donde la tristeza es parte de la vida
y la ausencia de los seres amados no se niega, se sufre, se recuerda,
se añora
el amor sobrelleva la necedad de espèrar lo imposible
y se nutre del recuerdo
lo bello está allí y es mío
lo será siempre
porque el dolor lo mantiene vivo.
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margiralt · 1 year ago
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A la banalidad del mal expuesta por ana arendt hay que agregar la banalidad del like de las redes actuales
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margiralt · 1 year ago
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PABLO Y LA VERDAD
Pablo se sentía raro. Tenía diez años pero no jugaba al football, ni le gustaban las actividades rudas. o masculinas. Por el contrario. Amaba la ropa de su madre, los juguetes de su hermana y el glamour.
En la escuela era buen alumno. Becado. Estudiaba y sacaba las mejores notas.
Quizás de esa manera lo dejaran ser como era: diferente a los demás chicos.
Sentía que no lo entendían. Le gustaban los chicos lindos y le encantaba mirar a las chicas para ver que se ponían. y para aprender de ellas.
La vida de las mujeres le resultaba mucho más interesante que esa actitud constante de los varones de golpearse y competir.
Su padre era mas joven que su madre. En realidad el sostén de la casa era ella. Se habían separado hacía tanto que ya ni los recordaba juntos.
El era un hombre curioso, que gustaba hacer cosas manuales y características histriónicas.
Sus padres se conocieron en el teatro vocacional. Eso siempre le contaba su madre cuando se quejaba de haberse ensartado.
El no podría estudiar teatro. Le daba vergüenza.
Tenía un sentido del ridículo muy aguzado. Entre tantas mañanas escolares de esas en que se aburría de lo que se enseñaba, y el recreo era un caos, salió para el baño. En el pasillo lo llamó el profesor de educación física.
Era un joven atractivo.
Pablo se puso contento de ser requerido por Javier.
Le pidió que le ayudase con una recreación que tenía que hacer para el acto del día de la bandera.
Javier lo condujo para charlar y aunar detalles a un aula desierta y cerró la puerta.
Algo de esta actitud sorprendió a Pablo. Javier le hablaba y se le iba acercando despacio. Su tono cambió el modo vulgar y común de dirigirse a él y se fue transformando en palabras suaves, apoyadas por miradas húmedas.
Finalmente despidió a Pablo con un apretón de manos transpiradas y perfumadas.
El aroma de ese perfume quedó grabado en la memoria de Pablo por años. Hubo otros encuentros, a raíz de distintos temas. Escolares, todos en el mismo horario. Un encuentro diario en el salón de inglés. Pero ese jueves no lo llamó y Pablo esperó en vano.
Se fue a la clase cabizbajo y sin ganas de nada.
Al volver a su casa peleó con la empleada que lo cuidaba hasta que llegaba su madre de trabajar, y la zahirió. La humilló con comentarios acerca de la piel de ella, una boliviana alegre, y extrovertida.
Esa noche se fue a acostar temprano. No veía la hora de encontrarse solo con su imaginación.
Pensaba en Javier y algo pasó en su cuerpo. Algo que lo cambió para siempre. Una erección, la primera de su adolescencia.
Antes había habido alguna consecuencia del juego autoerótico con su cuerpo al rozarle y alguna fantasía aislada.
Esta vez, el motivo fue indudable.
Javier.
El recuerdo de los ojos de Javier, de su voz, su figura alta y delgada. Su elegancia. Pablo tenía 11 años pero ya distinguía esas cosas con claridad.
Su cuerpo reclamaba un exutorio y él hizo lo suyo. Se acarició con suavidad y tersura, y cuando llegó la urgencia, en el límite fueron agolpándose una tras otra imágenes indescriptibles, que le provocaron una agitación terminal.
Bañó con su fluido su pecho, transformándolo en una lámina que se iba endureciendo. Olió el aroma amargo de su semen,caliente aún.
Pablo se comenzó a sentir mal. Lo que un rato antes le hiciera sentir algo indescriptible le empezó a dar pánico.
Se dijo a sí mismo el diagnóstico letal: le gustaban los hombres.
No, no le gustaban los hombres. Le gustaba Javier.
Y no era una simple atracción. Era un interés como no recordaba haber sentido por nadie.
Ni por su madre, cuando esta había dejado de fastidiarlo hasta hartarlo. Mientras le resbalaban lágrimas de tristeza por las que sentía vergüenza y horror, ante un veredicto irreparable, el sueño lo rindió y quedó dormido.
Nunca había dormido con tanta plenitud.
Al otro día Javier lo hizo convocar a una reunión en la sala de inglés. De la remera escote en v de Javier se asomaba algo de bello. Pablo no podia dejar de mirar y tratar de adivinar el cuerpo de javier debajo de su pantalón de gimnasia. Quedó así observando, nada más, mientras Javier le explicaba cierta tarea que quería que hiciese.
Pablo no hizo más que tomar nota de su pedido y sentir en su cuerpo nuevamente esa urgencia fascinante y terrible. Suspiró y respiró profundo. Luego se levantó y se despidió de Javier.
Este no volvió a convocarlo. Pero de ahí en m��s Pablo supo que no había en el mundo nada que lo atrajese más que esa sensación de su cuerpo al pensar en Javier.
Cuando la noche lo encontraba en su cama y su padre no venía a visitarlo, lo que pasaba seguido, su cuerpo era un mundo a recorrer fascinado.
Con el tiempo Javier dejó de ser la impronta.
Trató de imaginarse desnuda la chica más linda de la clase. Esa que era admirada por el buen culo y la elegancia con la que lo movía. Pero no le producía nada. Mas que admiración y envidia.
Es más, se daba cuenta de que hasta la imitaba. Pero no le provocaba esa transformación de su cuerpo que le ocasionaba Javier con su bello asomando de su escote en v.
Trató de generar el mismo estado de placer y excitación ante el recuerdo de esa amiga de su madre que siempre le había gustado. Pero no había caso. Terminaba recurriendo al recuerdo de Javier.
Debería callar ante todos esta verdad. Le atraía hasta la muerte solo Javier.
Las mujeres le encantaban pero nunca lograba tenerlas como fantasía erótica.
Eran objeto de admiración y de amistad, de culto. De imitación, y ...de envidia.
Pablo terminó la escuela. Invitó a salir a varias chicas, que aceptaban gustosas porque él era un chico lindo. de esos que las mujeres no pueden dejar de sentir como su ideal de hombre.
Pero luego de la charla inicial terminaba hablando de bueyes perdidos. Cuando no de ropa o perfumes.Tomando distancia así para que ellas no lo avanzacen.
Una vez Genoveva se le acercó y le dio un chupón.
-¡que hacés loca!
-¿cómo que hago? ¿que te pasa puto de mierda?
Genoveva se hechó a reír. La risa de ella lo golpeó durante mucho tiempo como un látigo, a la distancia.
Odiaba ese tipo de mujeres.
Luego vino el tiempo de soledad y de escarnio. Finalmente un día lo encontraron en el placard. La cabeza aún apretada por el cinturón de cuero. Un éxtasis que lo había conducido al otro lado de los temores temidos.
Su mano aún húmeda. Su miembro aún erguido.
De la serie de CUENTOS DE REBECCA-
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margiralt · 1 year ago
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REVOLUCIÓN
Han cambiado tanto todas las cosas que ya no sé como escribir sobre ellas.
Han dado un giro de 180 grados y lo que estaba arriba está abajo. Por lo tanto es el mismo contenido pero opera desde un lugar diferente.
Mi vieja computadora de mesa se cerró esta semana en una caída de Facebook e Instagram. Quedó activa mi sesión en mi nueva tablet.
Por ende debo aceptar que ya no me sirve mi vieja compu para abrir mi face. Podría hacerlo, pero lo engorroso de cerrar sesión en la tablet y quedarme sin ningunas me lleva a una conducta conservadora, rara en mi.
Tendré que acostumbrarme a una pérdida más.
Otro cambio fue el del libro. Ahora leo mucho en los e-books. Pero me llevó diez años llegar a aceptar que una novela de Paul Auster tuviera el mismo olor y sabor en un gadget.
No lo tiene, y eso es innegable. Pero la letra insiste más allá de los cambios y posiciones.
Creo que puedo leer acostada y parada, y caminando y cabeza abajo.
Los seres humanos somos seres de la lectura. Y de la transmisión. Ciertos aprendizajes a fuerza de pérdidas nos llevan a articular restos que no se corrompen. No de la misma manera. Se transforman.
De allí la alquimia tan buscada por los Rosacruces.
¿que investigador no siguió buscando esa transformación de la mierda en oro?
Freud mostró su equivalencia. No hace falta sino interpretarla. Leerla. Transmitirla.
La incorruptibilidad de los metales y de las letras me llama a pensar en una paridad entre ambas. Paridad ya establecida entre quienes buscaban la piedra filosofal.
Nada ha cambiado, en el fondo, en el sentido. Pero todo está patas para arriba.
Colón nos advirtió que lo chato no lo era. Que había algo que daba la vuelta y volvía.
Mi tablet me muestra los posteos de mis amigos. Mi muy apreciado Gustavo Dessal y su Manicomio Global. Mi querida Silvia Berrade y sus colores y formas que suelen ser mi compañia. Y así tantos otros amigos.
Todo ha cambiado, pero algo sigue allí insistiendo.
La vida.
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margiralt · 1 year ago
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EL NUDO moño en el cuello apretado el nudo no sabía que lo tenía el nudo que me arma que me sostiene erguida el nudo que me frunce las ideas y las destila miro mis párpados y veo destellos en un fondo oscuro estrellas estrelladas en lo más duro miro mis párpados alertas los miro por el dorso para atravesarlos como marea que se abre paso adónde quiero ir me lleva el camino solo el camino que necesita un nudo rosario que canta historias tope del alma mía límite que da sentido a la pantalla eterna de los días el tiempo de desplaza como una araña como una alquimia que modela mi rostro
mi cuerpo es otro pero es mío el nudo es la vida cuando algo se muere en mí me tenso y resisto como un arco que arroja miradas a un agujero cierro los ojos y miro donde van las cosas que persigo ahora voy entendiendo que voy queriendo lo que perdí y lo admito el amor es lo perdido el tiempo de la araña teje y desteje estrellas solitarias
escribir estas letras deshace una trenza que arranca sentidos a la nada
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margiralt · 1 year ago
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EL FETICHE DE SU OLOR.
Se fue de a poco. Como lo hacen los sentimientos cuando no se los prohíbe. Diego sabía que estaba atado al palo del barco para no escuchar su sed. Eso lo había llevado a abrir las puertas de lugares recónditos de su propia historia. El día que la vio por última vez, sintió la misma soledad que cada vez que compartió con ella tantas cosas. Buscaba la soledad y ella era la persona ideal para llenarla. Seductora, abierta a sus deseos, y con un monólogo constante que la hacía parecer un canilla a la que le faltaba un cuerito. Esos grifos que gotean sin parar, casi con desgano pero persistentes. Con esa complacencia falsa, que luego mostrará la hilacha.
Le vio el borde de sus pies de barro debajo de ese bello porte de princesa. Estaba enamorado de ella. La deseaba. Pero Diego era un hombre con experiencia en salir de pasadizos oscuros. De hecho los había transitado toda su vida. Un intelectual al que le había atraído siempre lo desconocido. O mejor dicho, un putañero al que le venía bien cualquier tía que lo follara bien. Pero con el tope de pequeño burgués para salir de tales situaciones sin quedar pegado en la pringosa sensación de una ausencia inexistente.
Le aburrían las convenciones. Aborrecía las relaciones convenientes con convenientes lameculos y sus tan previsibles precios. Todo tenía precio. Un mundo tan burdo lo asqueaba. Lo peor de todo era que había creído que había excepciones. Y no era así. Noelia simplemente era rara. Estaba lo suficientemente loca como para seducirlo y engancharlo en la trama fatal de su familia. Detrás de todo intelectual hay un sufriente que combate con sus fantasmas cada tanto. Ella era joven, y le daba un poco de eso que se le estaba escabullendo día a día. Juventud. El aroma de su ropa le dio nauseas, y cuando la abrazó por última vez, ese aroma fue sin duda lo que lo alejó de poseerla. De llegar a cumplir con el deseo de volver al meollo de eso que parecía su deseo. ¡Era tan bella con su patética manera de no concretar nada en su vida!. Siempre le habían atraído los perdedores. Esos que daban para más sin llegar nunca a lograrlo. O eso pensaba Diego por una cuestión de mera proyección personal. El era así. Su inhibición añeja lo hacía detenerse en el momento previo al podio. Lo único que le gustaba sacar era la sortija. Luego se dedicó sistemáticamente a destruir lo que construía. . Después de todo, él sabía muy bien que no se trataba de logros ni de triunfos. Era un avezado looser que había sufrido por ello y gozado las rispideces de pérdidas como las del contacto con sus hijas. Todo por esa relación con Noelia. No era por eso. Pero fue el detonante. El día que ella se fue era temprano. Diego no preguntó nada. Ni a dónde iba ni porqué a esas horas. Ella tenía los pantalones puestos en la cama. Algo de eso le sonó a candado y cinturón de castidad. Sintió sueño y fastidio. Ganas de que se fuese. No la acompañó a la puerta. La dejó ir. En vano intentó la sencilla solución de encontrar ese poco de placer que se le había acumulado en sus testículos. No logró sostener las ganas de perder algo más. Ni un polvo valía ella hoy. Luego le mandó un mensaje para ver si había llegado bien. Luego las fotos y ella con dos hombres en una pileta en ese domingo de calor, o quizás el viernes de los enamorados. No lo sabía. Disfrutando cosas que él jamás disfrutaría. Porque siempre había sido un torturado. Pero convencido de ello. Nada fácil fue dejarla. Pero juntamente con ella dejó de beber cada noche y así no habilitarse a buscarla con excusas que se deshacían con las hilachas de sus mentiras. Mentiras que había disfrutado como miel. Abejas trabajadoras que hacen una tarea para endulzar el goce de sufrir. Los días de sobriedad fueron cayendo uno tras otro. Sin doler. Con un cierto escepticismo. Miraba como de sencillo era dejar lo que lastimaba. Había simplemente que renunciar a lo burdo, a lo que no le gustaba.
Noelia era el nombre de su pecado. Su falta de coraje para callar ante lo que tenía aroma a podrido, a vacío. Decirle no a ella, era tan fácil y tan difícil a la vez...
La atracción por los abismos lo había llevado a peligros de muerte. Pero, ateo como era, había buscado en los picos más altos algo de santidad. Subir montañas le mostró que el mero acto de intentarlo era una forma de sanación sin dios. Penitente desde joven, desde siempre,
retomó sus caminatas. Volvió a sus lecturas de burgués intelectual o intelectual burgués. Finalmente daba lo mismo. Era él y su propia forma de verse ante el espejo. Una vez más había escapado de la puerta giratoria de un amor sin más asidero que la locura de su hermana muerta.
La vida, con todos sus horrores, seguía ofreciendo para él misterios que quería conocer. O en todo caso, simplemente transitar el otro lado de la cornisa, sin estar siempre a punto de caer.
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margiralt · 1 year ago
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LA TAREA DE CAMBIAR EL PASADO.
La vida se reconstituye imperceptiblemente todo el tiempo. Se reproducen células, virus, bacterias, ideas, sentimientos, sensaciones, emociones.
El trabajo de hacer transmutar lo vivido en un pasado con el cual poder convivir y al que visitar cada tanto, como se visitan los cofres de fotos y ropas que ya no usamos, pero que son testimonios de tiempo vivido, es el trabajo de la vida.
Vivir es traumático.
Por lo tanto, desde el presente, los fantasmas de lo vivido puede adquirir nuevos lugares. O seguir llorando por los rincones de una casa que ya no habitamos, lamentos de plañideras.
Somos títeres de esos primeros momentos en que aprendimos a transitar la vida.
Los primeros balbuceos. Las caídas. Los logros.
Y luego la repetición de lo mismo. Pero no de lo igual.
A veces nos instauramos en una queja constante de nuestra vida como si se tratase de bajarse de ella.
La vida no es un tren.
Se vive para contarla, como dice GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ.
Un análisis es la posibilidad de cambiar el pasado que no deja de hacernos sufrir por no dejar morir lo que nos dio vida en un momento dado.
Requiere valentía, curiosidad, y trabajo.
El pasado se puede cambiar en tanto nuestra relación con él sea diferente, y superadora.
La propuesta es la de cada uno y su historia, en lugar de cada uno y su histeria, obsesivamente aferrados al miedo.
Nadie puede vivir por otro. Ni para otro.
Se vive a puro darse cuenta del sutil presente que nos despeina y de lo perdido como recuerdo.
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margiralt · 1 year ago
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La vida está llena de ruidos que es necesario acallar para poder estar en armonía y lograr cierta paz. Entre esos ruidos están las palabras que no dicen nada, las palabras que dicen lo que se borra con el codo, los estruendosos ruidos de los muebles cuando estamos solos y en una habitación a oscuras. Ruido hacen los recuerdos que no pasaron a ser recuerdos y se quieren eternizar en palabras admonitorias o "ya te dije". Ruido hacen las promesas que no cumplimos, y los buenos propósitos postergados in eternum. Y ruido hacen ciertas ausencias que no terminan de hacer mutis por el foro y se manifiestan en un crujir de fotos que no están, de palabras acalladas, de sabor a desengaño. Pero, entre tanto ruido molesto, hay están los sonidos del silencio, esos que nos acompañan a disfrutar de las mañanas de sol como esta
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margiralt · 1 year ago
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De regreso a casa.
Una mujes mayor, atractiva aún, intentaba hacerser ver en medio de la multitud de autos detenidos.
La autopista atestada de vehículos con sus impacientes moradores, conductores cansados de la ociosa tarea de estar esperando sin saber el motivo, acompañantes que trataban de calmar los ánimos de los niños, con un mate dominguero.
La anciana ya volvía a desconocer a su hijo y ya daba muestras de angustia ante la situación de incertidumbre momentánea.
Detenidos ante un puente, y adelante otros autos tamibién detenidos, y adelante....nada ostensible que justificase la inmovilidad.
Al final de cuentas nada explica ni el avance ni el retroceso. Solo se sabe de algo cuando nos fastidia.
-Es cierto que es domingo y volvemos todos juntos, pero ya está pasando de castaño oscuro esto....
-sí, van más de dos horas que estamos sin avanzar más que un paso cada quince minutos.
-La señora esa parece hacer gestos, ¿la ves?¿le pasará algo?
-¿que le va a pasar, Braulio? llamar la atención. Mirá como va vestida, tan llamativa, con ese sweter rojo....me parece que está aprovechando la ocasión...
-Nélida, callate, por favor. Me duele la cabeza.
-Siempre estás pendiente de lo que le pasa a cualquier otra mujer, mientras que a mi me puede pasar un tren por encima y vos....inmutable.
-lo peor de la espera es esto, Nélida. Por favor, está tu mamá, y Javier. Tengamos paz.
-Si claro. Tengamos paz. ¿Porque no fuiste por la colectora como hizo Juan? Ya debe haber llegado.
-Mamá, mirá, ahí en el puente.
-¿Que hay? ¿en que puente Jessi?
No se veía bien el puente por la bruma del aterdecer.
Las luces de los autos sumían el tramo de en un clima de emergencia. No se sabía de que, pero la sensación era la de estar en una emergencia de algo, ante la inminencia de un no retorno.
-Que raro¡¡¡ Mira la señora se bajó del auto, movió el pañuelo ese....¿no necesitará ayuda Brenda? ¿Porque no bajás y te acercás?
-El nene está dormido. No quiero despertarlo Oscar. Está lleno de autos, de gente al pedo, sin nada que hacer. Y la mina es atractiva. Ya alguien la va a atender¡¡¡
La anciana no entendía bien lo que veía. A esa hora ya tengía ganas de estar en su casa, con sus amigas.
No lograba entender ese mundo de autos y ruidos, vocinazos, y radio a todo lo que daba.
Ella miraba al niño que lloraba en el auto hasta ponerse morado. Vio a la madre agarrarlo entre sus brazos, pero luego pareció tan quieto, tan quieto...ella salió del auto y dejó al niño solo. ¿porque dejarán a los niños sólos las madres hoy en día? Ella ya no entendía nada. No quería entender ya esta gente rara, ensimismada, que se sentía tan superior a los viejos, tan comunicados con los aparatos y tan lejos de su padres, de sus ancianos...
Así pensando se fue durmiendo, de a poco...
-Bueno, parece que ya está por avanzar esto.
-Sí, menos mal. Cuatro horas acá. Ya nos habíamos hecho amigos .JAJJAJAJAJa. ¿Cuando nos juntamos a tomar algo? Porque esto no es casualidad. El destino nos detuvo acá para que nos conociésemos....
-Dale, anotá mi celu. Nos podemos ver en la semana, un rato. Mientras, chateamos.
Allí hay un policía, preguntémosle cómo está adelante
-¿que pasó, agente?
¿porque todo este atascamiento?
Siga, siga, ya avanza.
-Estos policías siempre tan atentos...sólo les importa la coima y cobrar su sueldo.
De pronto todo retomó un ritmo normal.
La radio dio una de esas noticias nefastas que suelen interrumpir el buen clima del domingo.
UNA MUJER EN LA RUTA 9, PANAMERICANA, RAMAL CAMPANA, ACABA DE TIRARSE POR EL PUENTE. NO SE PUDO LOGRAR DISUADIRLA. PERSONAL DEL LUGAR SE ENCUENTRA YA TRASLADANDO SUS RESTOS AL HOSPITAL ZONAL. ADEMÁS SE RETIRÓ UN NIÑO MUERTO EN UN AUTO, CON SIGNOS DE ASFIXIA. EL AUTO DETENIDO, AL PARECER, POR MOTIVOS QUE AÚN SE TRATAN DE AVERIGUAR, SE HABÍA ATRAVESADO DE TAL MANERA QUE INTERRÚMPÍA EL ACCESO DE LOS AUTOS QUE PROVENÍAN DE VUELTA DE SU FIN DE SEMANA. ADENTRO DEL AUTO, UN NIÑO MUERTO. SE SEGUIRÁ INFORMANDO....
Que embole. Está loca la gente¡¡¡ No le importa nada. Un niño sólo en un auto,asfixiado. Y nadie hizo nada...Este país está cada vez peor.
-Nélida, callate y agarrá bien a Juancho que está mareado, y saca la cabeza por la ventanilla.
VIste que la mujer de rojo no apareció más. Allí estába su auto, el que retiraron hace un rato los de la autopista.
-Ves,¡ ya estás obsesionado con esa mina!!!. Se habrá levantado a algún conductor gentil, de esos que nunca faltan....jajajjajaja. Vamos, dejate de joder. Ves una mina y perdés la cabeza. Vamos, dale a ver si llegamos para el programa de las diez de la noche. Hoy van a hablar de la INDIFERENCIA.
-Ok. Dale. Pero me parece que lo que decían en la radio tenía algo que ver con la mujer de rojo, y el auto que sacaron . El operativo alrededor del puente...
La músíca de SODA STEREO seguí sonando con LA CIUDAD DE LAS FURIAS.
Otro domingo con una vuelta complicada. Una vuelta más a casa.
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margiralt · 1 year ago
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De regreso a casa.
Una mujes mayor, atractiva aún, intentaba hacerser ver en medio de la multitud de autos detenidos.
La autopista atestada de vehículos con sus impacientes moradores, conductores cansados de la ociosa tarea de estar esperando sin saber el motivo, acompañantes que trataban de calmar los ánimos de los niños, con un mate dominguero.
La anciana ya volvía a desconocer a su hijo y ya daba muestras de angustia ante la situación de incertidumbre momentánea.
Detenidos ante un puente, y adelante otros autos tamibién detenidos, y adelante....nada ostensible que justificase la inmovilidad.
Al final de cuentas nada explica ni el avance ni el retroceso. Solo se sabe de algo cuando nos fastidia.
-Es cierto que es domingo y volvemos todos juntos, pero ya está pasando de castaño oscuro esto....
-sí, van más de dos horas que estamos sin avanzar más que un paso cada quince minutos.
-La señora esa parece hacer gestos, ¿la ves?¿le pasará algo?
-¿que le va a pasar, Braulio? llamar la atención. Mirá como va vestida, tan llamativa, con ese sweter rojo....me parece que está aprovechando la ocasión...
-Nélida, callate, por favor. Me duele la cabeza.
-Siempre estás pendiente de lo que le pasa a cualquier otra mujer, mientras que a mi me puede pasar un tren por encima y vos....inmutable.
-lo peor de la espera es esto, Nélida. Por favor, está tu mamá, y Javier. Tengamos paz.
-Si claro. Tengamos paz. ¿Porque no fuiste por la colectora como hizo Juan? Ya debe haber llegado.
-Mamá, mirá, ahí en el puente.
-¿Que hay? ¿en que puente Jessi?
No se veía bien el puente por la bruma del aterdecer.
Las luces de los autos sumían el tramo de en un clima de emergencia. No se sabía de que, pero la sensación era la de estar en una emergencia de algo, ante la inminencia de un no retorno.
-Que raro¡¡¡ Mira la señora se bajó del auto, movió el pañuelo ese....¿no necesitará ayuda Brenda? ¿Porque no bajás y te acercás?
-El nene está dormido. No quiero despertarlo Oscar. Está lleno de autos, de gente al pedo, sin nada que hacer. Y la mina es atractiva. Ya alguien la va a atender¡¡¡
La anciana no entendía bien lo que veía. A esa hora ya tengía ganas de estar en su casa, con sus amigas.
No lograba entender ese mundo de autos y ruidos, vocinazos, y radio a todo lo que daba.
Ella miraba al niño que lloraba en el auto hasta ponerse morado. Vio a la madre agarrarlo entre sus brazos, pero luego pareció tan quieto, tan quieto...ella salió del auto y dejó al niño solo. ¿porque dejarán a los niños sólos las madres hoy en día? Ella ya no entendía nada. No quería entender ya esta gente rara, ensimismada, que se sentía tan superior a los viejos, tan comunicados con los aparatos y tan lejos de su padres, de sus ancianos...
Así pensando se fue durmiendo, de a poco...
-Bueno, parece que ya está por avanzar esto.
-Sí, menos mal. Cuatro horas acá. Ya nos habíamos hecho amigos .JAJJAJAJAJa. ¿Cuando nos juntamos a tomar algo? Porque esto no es casualidad. El destino nos detuvo acá para que nos conociésemos....
-Dale, anotá mi celu. Nos podemos ver en la semana, un rato. Mientras, chateamos.
Allí hay un policía, preguntémosle cómo está adelante
-¿que pasó, agente?
¿porque todo este atascamiento?
Siga, siga, ya avanza.
-Estos policías siempre tan atentos...sólo les importa la coima y cobrar su sueldo.
De pronto todo retomó un ritmo normal.
La radio dio una de esas noticias nefastas que suelen interrumpir el buen clima del domingo.
UNA MUJER EN LA RUTA 9, PANAMERICANA, RAMAL CAMPANA, ACABA DE TIRARSE POR EL PUENTE. NO SE PUDO LOGRAR DISUADIRLA. PERSONAL DEL LUGAR SE ENCUENTRA YA TRASLADANDO SUS RESTOS AL HOSPITAL ZONAL. ADEMÁS SE RETIRÓ UN NIÑO MUERTO EN UN AUTO, CON SIGNOS DE ASFIXIA. EL AUTO DETENIDO, AL PARECER, POR MOTIVOS QUE AÚN SE TRATAN DE AVERIGUAR, SE HABÍA ATRAVESADO DE TAL MANERA QUE INTERRÚMPÍA EL ACCESO DE LOS AUTOS QUE PROVENÍAN DE VUELTA DE SU FIN DE SEMANA. ADENTRO DEL AUTO, UN NIÑO MUERTO. SE SEGUIRÁ INFORMANDO....
Que embole. Está loca la gente¡¡¡ No le importa nada. Un niño sólo en un auto,asfixiado. Y nadie hizo nada...Este país está cada vez peor.
-Nélida, callate y agarrá bien a Juancho que está mareado, y saca la cabeza por la ventanilla.
VIste que la mujer de rojo no apareció más. Allí estába su auto, el que retiraron hace un rato los de la autopista.
-Ves,¡ ya estás obsesionado con esa mina!!!. Se habrá levantado a algún conductor gentil, de esos que nunca faltan....jajajjajaja. Vamos, dejate de joder. Ves una mina y perdés la cabeza. Vamos, dale a ver si llegamos para el programa de las diez de la noche. Hoy van a hablar de la INDIFERENCIA.
-Ok. Dale. Pero me parece que lo que decían en la radio tenía algo que ver con la mujer de rojo, y el auto que sacaron . El operativo alrededor del puente...
La músíca de SODA STEREO seguí sonando con LA CIUDAD DE LAS FURIAS.
Otro domingo con una vuelta complicada. Una vuelta más a casa.
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margiralt · 1 year ago
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es 24 de enero. Se me escurre enero entre las piernas, en la piel.no quiero que se termine porque es tan efímero como intenso.
Las máquinas de cojer me dan nauseas. El sexo es cada vez algo más prohibido, más difícil de jugar. Se vive todo en casinos y telos de dos horas. Traga perras. Monedas por un poco de placer. Señor que podrida y aburrida me deja eso.
Pero a cambio de mi castidad elegida, encuentro un mundo de música y de silencios, de palabras y de proyectos. Estoy soltando bagres. Lies, mentiras que plagaron mi vida. La convirtieron en un escenario patético, por momentos.
Mi ceremonia de amar lo vivo, me salva a diario. Y resisto.
No me arrepiento de mis errores, padre nuestro. El cielo y el suelo, y yo entremedio.
cuando las palabras hacen el amor, nosotros dos somos un paraíso silencioso...
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margiralt · 1 year ago
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CRISIS. CUANDO PERDER ES CONDICIÓN PARA GANAR. las crisis son situaciones que provocan cambios bruscos a los cuales se tiende a ver como negativos por el costo que conllevan en la vida de las personas. Si algo se puede decir es que hay un antes y un después de las crisis. No quiere decir que se caractericen por ser sorpresivas e inesperadas. Por el contrario, dan señales diversas. Y su sorpresa reside en lo haberlas tenido en cuenta. Las crisis o cambios no son arbitrarios. Encierran una dinámica que se puede leer. Hay crisis de las llamadas crisis de crecimiento, y las llamadas "crisis evolutivas" de la edad, y las crisis que dejan huellas traumáticas en el cuerpo individual y social. ¿Se pueden evitar? Mi respuesta es que no. Justamente lo que las caracteriza es su inevitabilidad. No se puede evitar la adolescencia, ni la vejez, por ejemplo. La menopausia o la menarca, parte y contraparte, se producen insertas en un marco que debe ser leído desde cada subjetividad. Pero negar lo traumático de la aparición del rol sexual como su eclipse u ocaso es negar la vida misma. Si hay sinónimo de la vida es el cambio. Pero también está el famoso cambio para que todo siga igual. Eso se encuadra en el llamadado "gatopardismo", debido a la novela "El Gatopardo" del escritor italiano Lamepeduza. Esta remite al efecto estratégico de manejar las crisis y así arrebatarle al tiempo cierta certeza para que nada cambie realmente. Sin embargo la dinámica de dicho cambio es tan importante como el cambio en sí. Hay quienes minimizan los efectos devastadores de ciertas crisis porque "terminarán". Pero toda crisis tiene costos. Lo único que se puede hacer es evaluar dichos costos y decidir quien los paga. Pero para que se pueda sobrellevar de manera menos traumática un cambio es importante haber consolidado ciertas conquistas personales. Haber vivido una buena niñez habilita mejor a recibir la adolescencia. En una persona que trae situaciones de pérdidas no resueltas ni elaboradas, afrontar una crisis, que de por sí conlleva pérdida de lo vivido hasta ese momento, puede producir un efecto traumático. Vivir una crisis es afrontar las pérdidas que conlleva. La pérdida no es mala en sí misma. De hecho, perder algo es necesario para ganar otra cosa. Pero tanto las crisis como la pérdida que representan son situaciones que se intentan evitar, y de esa manera se terminan padeciendo porque desgastan a las personas que las niegan. Estamos viviendo siempre distintas crisis. Estar preparados a perder y así, a ganar, es una manera de no quedar atrapados en un prejuicio. Ninguna crisis es igual a otra. Todas son diferentes y pueden generar aprendizaje y crecimiento.
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