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V i d a d e c o l o r e s
Hay días grises, días los cuales nos dejan cicatrices.
Hay días tristes, días sin sol, donde parece que no hay resplandor.
Hay días negros, días que parecen ser eternos.
Pero después de esos días de tormenta, apareces tú y todo se contenta.
Los días son de colores.
Los días son amarillos.
Los días son naranja.
Los días son azul, todo es más bonito, porque estás tú.
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Piel morena.
Piel morena vienes y me derrites.
Piel morena vienes y me provocas.
Piel morena vienes y me alocas.
Piel morena vienes y sonríes.
Piel morena vienes y existes.
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La dicha.
Ha caído la noche, la lluvia se escucha en el tejado y mis pensamientos incrementan.
Pienso en la dicha que tengo de poder estar debajo de un techo, con el calor de una familia que no es perfecta, pero me protege y me acalora, la dicha que tengo al tener otro día más un plato sobre mi mesa, la dicha que tengo de tener a todos los que amo sanos y salvo, durmiendo un día más en paz y tranquilos.
Somos dichosos de tener todos estos lujos y no nos damos cuenta.
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Temer es de humanos.
Todos tenemos miedo, y esta bien tenerlo.
El mundo últimamente no ha hecho más que aportarnos miedo.
Y es que hay tantas cosas por las que temer... Perder a un ser querido, contagiarnos de una enfermedad que puede llegar a ser mortal, fallar, fracasar en aquello que tanto anhelamos, tantas cosas por las que temer.
El miedo ya no es nuestro enemigo, ahora en estos momentos es nuestro mejor aliado, por que si no tememos entonces ¿cómo nos salvamos?
Temer ahora esta bien, temer ahora es de humanos...
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Mi casa.
No sabemos donde estaremos mañana, pero sabemos donde estamos hoy. Estoy en tus brazos, en el lugar correcto, en el lugar donde más protegida me siento, donde nada ni nadie puede herirme. Eres tú mi casa, eres tú mi protección, donde sea que este contigo, es mi morada, donde sea que estés tú, estoy yo.
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Me recuesto en tu pecho, tus latidos me dan vida, tus abrazos me dan refugio y tus manos me dan calor.
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Ojos.
Un destello de luz si te miro fijamente, un destello de luz resplandeciente.
Así es tu mirada, profunda y brillante. Te miro a los ojos y me pierdo en un instante.
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Luna.
Una epidemia no distanció, de vernos todos los días pasamos a no vernos durante semanas.
Los días sin ti ahora se hacen largos, eternos y difíciles.
Quiero pensar que esto está por acabar, quiero pensar que juntos vamos a volver a estar.
Buscábamos maneras de estar juntos, hasta que un día, decidiste bajarme la luna...
Y ahora, un satélite lejano, es el que nos mantiene unidos, porque al menos sabemos, que la vemos juntos y nos ilumina nuestras noches, a ti en el cielo y a mi en mi cuarto.
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Covid-19
Un virus pequeño que se convertía en gigante, utilizaba nuestros cuerpos para separarnos y crear confusión.
Un virus que como corona, se postulaba en la cabeza de todas.
Un virus al que no le interesaba tu estado o tu plata, un virus al que no le importaba si tus joyas eran de oro o de plata.
Un virus que asesinó a más de 45,000 personas y nos dejó muchas almas rotas.
Un virus que cambió la historia y vivirá en nuestra memoria.
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Tu no eres cualquiera.
Te veo y pienso, que tú no eres cualquiera.
Llenas de luz los días que se vuelven grises.
Durante las tormentas tu eres calma.
En las protestas tú eres la paz.
En mi corazón eres amor.
En mi mente, tu no eres cualquiera.
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Si preguntan.
Y si me preguntan por ti, les diré que te quiero con la misma intensidad de siempre, incluso más.
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Cuarentena.
Y la gente se quedó en casa.
Comenzó a conocer más acerca de su familia. La tecnología solo distraía un poco, que aburrido solo leer noticias tristes.
La gente comenzó a aprender nuevas cosas, algunos aprendieron a cocinar, otros a pintar, otros pasaban sus tardes cantando sin más.
Y la gente se quedó en casa y la contaminación ceso, los carros ya no se escuchaban y la naturaleza reinaba en muchos lugares.
Y la gente se quedó en casa, y el mundo tomó un respiro.
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