mauriciocrown-blog

[mauriciocrown-blog]

Pasando bajo el yugo de las horcas caudinas

Pasar por el Yugo, aceptar la derrota ,ilustrarse de la misma y renacer. 

Por Mauricio Andres corona perez

 Pasar bajo el yugo de las Horcas Caudinas   Por Mauricio Andrés Corona Pérez

Introducción:   La expresión "pasar bajo el yugo" evoca una lección amarga pero transformadora. Aceptar la derrota no es un signo de debilidad, sino un acto de valor que nos permite reflexionar, aprender y renacer. En este escrito, exploraremos cómo esta idea, inspirada por la batalla de las Horcas Caudinas en el año 321 a.C., puede trasladarse a los desafíos de la vida moderna.

Contexto histórico:   La batalla de las Horcas Caudinas, durante la Segunda Guerra Samnita, fue una de las derrotas más humillantes para Roma. Atrapados en el desfiladero, los romanos fueron obligados a rendirse y pasar bajo un yugo, símbolo de sumisión y deshonra. Este episodio dejó una huella imborrable en la memoria colectiva romana, pero también demostró que incluso ante la más amarga de las derrotas, es posible levantarse y encontrar la victoria más adelante.

Reflexión personal:   Un día, mientras exploraba libros antiguos, me encontré con un relato titulado “Pasar por el yugo de las Horcas Caudinas”, escrito por José Joaquín Ortiz, poeta colombiano. Este texto planteaba cómo los librepensadores, enfrentados a la adversidad, reconocían la necesidad de la fe y pasaban bajo el yugo de la humildad. Pero más allá del ámbito religioso, esta metáfora puede aplicarse a cualquier ámbito de la vida. A veces, para avanzar, debemos enfrentar y aceptar nuestras propias derrotas.

Crítica social:   En el panorama actual, como humanidad, nos encontramos bajo múltiples yugos: divisiones ideológicas, desigualdad extrema y sistemas que nos deshumanizan. Aunque hemos avanzado tecnológicamente, el siglo XX nos enseñó cómo la innovación puede ser utilizada para fines destructivos. Hoy, los modelos económicos perpetúan una realidad donde pocos acumulan riqueza mientras la mayoría lucha por sobrevivir. Nos convertimos en estadísticas, consumidores distraídos que han perdido el control sobre los sistemas que nos rodean.

Es momento de reconocer que nuestras orientaciones ideológicas no nos hacen mejores ni superiores, y de admitir que hemos fracasado en construir una sociedad verdaderamente justa. Pero de esta derrota puede surgir una oportunidad invaluable: la de replantear nuestros valores y comenzar de nuevo, construyendo sobre bases de progreso humano, libertad y empatía.

Conclusión:   Aceptemos que hemos perdido la batalla, aprendamos de nuestros errores y aprovechemos esta derrota para renacer como individuos y como sociedad. Que juntos podamos pasar bajo el yugo de nuestras propias Horcas Caudinas, no con deshonra, sino con la esperanza de un futuro mejor.

   .