Desearía que alguien se diera la oportunidad de conocerme. Que me vea como un misterio. Que me vea como un rompecabezas que se tiene que resolver y acomodar. Que me dé el tiempo que jamás me dieron, que me cobije con el amor, con los te quiero que siempre deseé y que jamás me dieron, que me marque por las noches para saber cómo estoy. Que me mande un mensaje en la mañana diciendo que soño conmigo y que no ha podido dejar de pensar en mi. Tengo hambre de un amor bonito. De amor sincero, de alguien donde el respeto y la reciprocidad sea auténtica. Que entienda que soy un caos, pero que tengo la capacidad de amar pese a mis limitantes emocionales y psicológicos. Tengo hambre de ser la prioridad de alguien, no ser sol o ser luna, solo ser yo, sin vivir en la incertidumbre y la duda, de que si todavía me quiere o que de la nada a mí amor renuncie. Deseo experimentar el amor de los cuentos de hadas, aunque el mundo se burle de mi por hablar con tanta ingenuidad. Quiero a alguien que vea mi confianza como algo precioso que vea en mi, al ser más hermoso. Aunque no pido tanto, solo deseo que alguien se de la oportunidad de conocerme...