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Siempre que creo conocerte y resolver en mi cabeza que estoy dispuesta a renunciar a ciertas cosas que secretamente espero la vida me pague con ellas, haces algo, cualquier cosa, pequeña o gigante y me dejas sin aliento, y por ese momento, por ese justo instante en que te observo pienso... quizás tu eres la razón, quizás tuve que pasar por todo lo que sucedió para llegar a este momento, a este beso, caricia, a esa expresión tuya o esa cosa que haces, quizás tuve que estar muerta en vida para comenzar a realmente estar viva cuando estas a mi lado.

Sarah Braddock

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Chris Me quieres

Sarah Quieres hablar de eso?, Londres, o más bien el desierto y tu ordenándole a James sacarme de ahí?

Chris ¿Es tu venganza por decir la palabra con "Q"?

Sarah En realidad soy tan vengativa a tus ojos?

Chris No ¿Por qué lo dices?

Sarah Porque fui la primera en pedir la interrupción de cualquier competencia de ego estúpida que nos orillara a camas extrañas solo por jodernos, y ahora tú me dices que estoy sacando a tema el desierto por haber mencionado "la palabra con q"

Chris No lo eres

Sarah No estoy segura como debo tomar las cosas, no es solo que jamás en toda mi jodida vida la dijera, es que enserio no lo sé, di, estúpidamente, demasiadas cosas por hechas en Londres, demasiadas e hice todo lo que prometí que no haría, mierda, incluso fui lo bastante cursi para festejar algo que no sé porque carajos daba por sentado cuando comprobé en la fiesta de James que no era así.

No estoy reprochándote nada, lo explicaste, que no ibas por ella, y no es que lo olvide como si solo hubieras olvidado una cajetilla de cigarrillos al ir a la tienda, es algo rondando mi cabeza con cierta frecuencia. Dijiste que no sabes desde el desierto si en realidad paso otro mes, y aun si seguimos haciendo esto, si avanzo lo de la casa, si seguimos haciendo planes y suenas bastante seguro sobre querer quedarte conmigo por muchísimos meses, la verdad es que yo tampoco sé si algo cambio esa noche, para bien, para mal, no lo sé y creo que jamás lo hablamos.

Chris ¿Quieres soltarlo todo? No me iré corriendo con lo que digas, no te prometo que no golpee nada cuando me inunde la ira temporal. Sé que lo pasó en el desierto podría haberse tratado de una mejor manera para que no terminara con una Braddock fugitiva

Sarah No puedo soltarlo todo, no puedo dejar ir todo porque debo quedarme con algo para aferrarme y que me recuerde lo mucho que va a dolerme si eso vuelve a pasar.

¿Qué fue lo que sentiste al ver a Maverick en el auto o besarme?, ¿qué fue lo que en realidad te hizo ir detrás de mí?, ¿qué es lo que esperabas encontrar al alcanzarme? Golpea lo que quieras, no va a asustarme, incluso si eso incluye mi cuerpo, no es algo con lo que no viviera al crecer, pero habla, no hagas que solo yo sea quien lo suelte todo.

Chris Odié la idea de que alguien más te tuviera en sus brazos aparte de mí, los días en Londres fueron memorables, me agradó y no quería perder eso y tampoco a ti, por más pegajoso que suene

Sarah Por eso fuiste tras de mí?

Chris Si

Sarah Y si ella deja de lado su orgullo, aun así iras tras de mí?

Chris Aun así, si, iría

Sarah Tienes que ser sincero o prometo que te prenderé en fuego cuando descubra que no es así.

Chris Lo soy, además tengo las llaves de mi moto y bastante gasolina para seguirte por todo el mundo

Sarah No se suponía que me hicieras sonreír cuando intento ser seria.

Chris Tú misma lo dijiste, lo intentabas

Sarah No sé si este lista para ponerlo en palabras, porque es un poco bastante terrorífico, y sé que apenas lo reconozca, hare algo bastante grande para joderlo y garantizarme que no vas a buscarme, voy a sabotearlo hasta que te canses y te vayas, seré insoportable, idiota, incluso hiriente, así que necesito que entiendas, que cuando haga eso, es cuando más deberás quererme, porque es cuando yo más lo estaré haciendo y por eso buscare destruirnos para quitarte la posibilidad de que seas tú quien lo haga y termine lastimada aun si yo misma me hare daño al alejarme.

Harás eso por mí?

Chris Lo haré, no planeo soltar ese lugar en el bolsillo trasero de tu pantalón

Sarah Supongo es hora de dejar de decir que serias el problema de alguien más porque te convertiste en el mío.

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Sarah: A veces enserio haces valer el tiro que recibiré por estar a tu lado. Mucho.

Chris Primero tendrá que pasar por mí

Sarah Eso tiende a preocuparme por un poco, si algo me pasara, me gustaría que Katrina a alguien que se asegurara que ella podrá lograrlo, Katrina y Zia, aunque volvería del mismo infierno a castrarte si te acuestas con mi hermana 😡

Chris Dije que la única Braddock bonita eras tú

Sarah Creo que hoy podemos olvidarnos de salir a comprar muebles, tu serás mi cama hoy

Chris Todas las veces que quieras, pegajosa

Sarah Quien diría que un simple apodo podría causar el mismo efecto que las pastillas que tragaba cada noche.

I’m safe with you.

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Chris: ¿No descansaremos nunca del sexo?

Sarah: Wow, ok. La puerta está abierta si ya te aburriste de mí. Incluso puedo largarme, el lugar es tuyo.

Chris: No, jamás me aburriría del sexo contigo Braddock

Sarah: Acabas de hacerlo sonar justo como lo contrario

Chris: No, no. Nunca

Sarah: No es un problema si te aburriste, sé que te pedí que no te acostarás con nadie más, pero si en realidad esto ya no funciona para ti, no voy a detenerte

Chris: Cierra la boca, no me aburrí solo dije de un día de descanso dónde no nos arranquemos la ropa

Sarah: Por qué querrías estar conmigo sino es para tener sexo? Sigo siendo jodidamente lista como para estar equivocada.

Chris: Para ver como quemas la comida y quizás soltar algunas cuantas risas contigo

Sarah: Estamos perdiendo de vista las reglas, ambos. Aprendí con rapidez que soy un buen adorno de cama, si me quitas eso, no tendré nada que me ayude a que quieras quedarte. Me gustan las noches o sin sexo, me gustan las noches, los días, el tiempo contigo, pero a diferencia de las demás personas, no tengo algo lo bastante bueno que ofrecer además del mejor sexo. Creo que saldré a beber algo. Llevo llave, no tienes que esperar por mi despierto.

Chris: Bien, no lo haré

…

Chris: Si, te esperaré despierto y preocupado, mínimo antes de las doce tienes que volver

Sarah: Nunca vuelvo antes de las 3

Chris: Podrías hacer una excepción por mí

Sarah: Comprare cigarrillos y tomare un taxi para ir a casa.

Chris: Te estaré esperando en la entrada

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Sarah: Me pidió que pretendiera ser su esposa. El nuevo, que por una noche podíamos pretender ser una pareja de recién casados

Chris: ¿Y qué dijiste?

Sarah: Que nunca tendría tan mala suerte. No siquiera creo que sepa cómo ser una novia, o alguien que dure más de un par de horas de convivencia con alguien Lo único que viene a mí me te cuando pienso en una pareja, son mis padres.

Chris: Nosotros lo estamos haciendo bastante bien, aún no tengo ganas de matarte, ni tú a mi

Sarah: Acabas de compararnos con una pareja?

Chris: Solo decía que pasamos las horas de convivencia y nadie murió

Sarah: Era lo que iba a decirte, en la cena? No creo que resultará mortal si por una noche pudiéramos pretender ser alguien más, ser algo más que sólo excelente sexo ocasional. Cambie de idea al pensar que te burlarías de mí, pero tampoco quiero intentarlo con ninguna otra persona

Chris:¿Y qué tienes en mente?

Sarah: Actuamos como una pareja, aún si mi aliento no apesta a alcohol o tú nunca me has levantado la mano.

Chris:¿Por cuánto?

Sarah: No entres en pánico y empaques, no estoy diciendo que seamos una pareja, no voy a joder las cosas entre nosotros, pero si algún día decidiera que mi hermana no es una cometa idiota y tiene alguna idea que valga la pena, es contigo con quien lo pondría a prueba. Por cuanto qué?

Chris: Quieres actuar así

Sarah: No actuaba está noche cuando estaba en la cocina Nada de lo que hago cuando estoy contigo es pretendido, sólo cuando quiero molestarte 😘

Chris: Esta noche, podemos ocupar el sofá, nada de regresar a la cama

Sarah: Que tiene de especial el sofá? Tienes miedo de que si volvemos a la cama y tenemos sexo termine de arruinarlo?

Chris: No, en el sofá no puedes ir a un espacio vacío como la cama, además se puede tener sexo en el sofá

Sarah: Debí alejarme la primera vez que me hiciste sonreír

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—Tienes miedo?— los ojos verdes buscaron los azules perdidos al observar la oscuridad, creía tener la necesidad de la luz para saber lo que pensaba, como si los rayos de luna pudiera teñir las letras invisibles de su piel

—No— mi voz como pocas veces sonaba, como algo imposible, mía — no sé lo que es el miedo, no cuando se trata de ella, de esa luz en la oscuridad — la ligera sonrisa se coló apenas entre mis labios, es discreta, silenciosa- seria como tenerme miedo a mi misma- mis palmas se extienden alargando el camino de los senderos azules bajo mi piel, doblando las muñecas hacia atrás vuelvo al silencio, está ahí, la escucho susurrar y aun cantarme nanas cuando la luna nos observa.

—Nunca te dejo—

—Sin embargo se fue.—

Toda historia tiene un sacrificio, algún punto al final o casi a este, el sacrificio es inminente, poético y de alguna manera esperado, sumergirnos entre las sabanas del drama y las suaves caricias del amor es reconfortante, saber que valimos la pena, que alguien nos amo o que al menos en algún momento significamos algo, el equilibrio es un astuto jugando a las escondidas con las perspectivas, el bien y el mal, un comienzo o final, me gustaría decir que mi comienzo es este, o quizás algo que inicio el día de mi nacimiento, pero no es así, no todas las cosas depende de ti, nadie es lo bastante importante o central para regir el comienzo o el final de algo, nadie además de Dasha Evans.

Existió un mundo definido, en donde el bien era el bien y el mal era el mal, en donde eras lo que naciste para ser, estabas destinado, condenado a ser lo que ellos decidían, no existían los puntos neutros, entonces una tarde, mientras la luna se alzaba un ángel se lanzo en picada contra la tierra y abrazo la oscuridad, los híbridos fueron creados, ese fue el día en que mi madre nació, de un puñado de luna y otro de llamas del infierno, con una onza de inmortalidad y los instintos de los cazadores, no, eran más los de un animal, de esos lobos que cuidan a sus manadas y cumplen sus promesas, aunque ella no la tuvo, solo me tuvo a mí y el eco de los que se van.

No, esta historia tampoco se trata de ella, no se trata de una sola persona es más bien sobre el bien y el mal, de cómo nada es tan real como una excusa para conseguir lo que quieres, para pelear por lo que crees, para alzar la voz y decir en voz alta lo que eres, ahora suena como un asunto de Hollywood, lo peor es, que a su modo quizás lo podría ser.

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𝘊𝘶é𝘯𝘵𝘢𝘮𝘦 𝘥𝘦 𝘯𝘶𝘦𝘷𝘰 𝘢𝘲𝘶𝘦𝘭𝘭𝘢 𝘩𝘪𝘴𝘵𝘰𝘳𝘪𝘢 𝘥𝘦 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘦𝘭 𝘴𝘰𝘭 𝘢𝘮𝘰 𝘵𝘢𝘯𝘵𝘰 𝘢 𝘭𝘢 𝘭𝘶𝘯𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘤𝘢𝘥𝘢 𝘯𝘰𝘤𝘩𝘦 𝘮𝘰𝘳í𝘢 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘥𝘦𝘫𝘢𝘳𝘭𝘢 𝘳𝘦𝘴𝘱𝘪𝘳𝘢𝘳

Los ojos azules se alzaron para encontrar aquella superficie pálida y callada, la perfección era fría y distante, una luz brillante en el centro de la absoluta nada que la mantenía unida a ella, aferrada, para evitar que tal como los bebés y sus primeros pasos pudiera caerse al creerse dueña absoluta cuando no llegaba a serlo, el aprendizaje es un proceso curioso y complejo, fatal y doloroso en algunos de los casos.

𝘊𝘶é𝘯𝘵𝘢𝘮𝘦 𝘥𝘦 𝘯𝘶𝘦𝘷𝘰 𝘢𝘲𝘶𝘦𝘭𝘭𝘢 𝘩𝘪𝘴𝘵𝘰𝘳𝘪𝘢 𝘥𝘦 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘦𝘭 𝘴𝘰𝘭 𝘢𝘮𝘰 𝘵𝘢𝘯𝘵𝘰 𝘢 𝘭𝘢 𝘭𝘶𝘯𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘤𝘢𝘥𝘢 𝘯𝘰𝘤𝘩𝘦 𝘮𝘰𝘳í𝘢 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘥𝘦𝘫𝘢𝘳𝘭𝘢 𝘳𝘦𝘴𝘱𝘪𝘳𝘢𝘳

Sus labios susurraron al extender los brazos como si fuera poseedora de unas amplias alas que no evitaron la destrucción de su cuerpo cuando salto. Existiría aquel sol?, podría el sacrificio ser algo mas que un viejo recuerdo consumido y asfixiado por los siglos y conductas egoístas, seria algo de lo que me contaron de ti real?.

La sublime melodía se vuelve lenta hasta desparecer, es un latido más perdido en la completa eternidad de la que todos seremos parte, una nueva voz sin sonido dejando una historia sin contar, mis ojos vuelven a alzarse, ahora es solo una silueta de pie junto a su cuerpo.

𝘊𝘶é𝘯𝘵𝘢𝘮𝘦 𝘥𝘦 𝘯𝘶𝘦𝘷𝘰 𝘢𝘲𝘶𝘦𝘭𝘭𝘢 𝘩𝘪𝘴𝘵𝘰𝘳𝘪𝘢 𝘥𝘦 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘦𝘭 𝘴𝘰𝘭 𝘢𝘮𝘰 𝘵𝘢𝘯𝘵𝘰 𝘢 𝘭𝘢 𝘭𝘶𝘯𝘢 𝘲𝘶𝘦 𝘤𝘢𝘥𝘢 𝘯𝘰𝘤𝘩𝘦 𝘮𝘰𝘳í𝘢 𝘱𝘢𝘳𝘢 𝘥𝘦𝘫𝘢𝘳𝘭𝘢 𝘳𝘦𝘴𝘱𝘪𝘳𝘢𝘳

Sonrió, voy a contarte algo más.

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Don’t judge yourself by what others did to you.

—No estas concentrada— la voz del cuervo busco su atención en el centro del lugar en donde la fotógrafa se encontraba sentada con las piernas trenzadas.

—Lo haría si mantuvieras el pico cerrado, al menos lo intentaría — resoplo haciendo a las llamas de las velas a su alrededor danzar — esto es estúpido — se quejó apoyando ambas manos contra sus muslos, dejando que el péndulo descansara contra el mapa en ningún punto en particular.

—Sigo creyendo que solo ir y apuñarla sería mucho más sencillo — el tono fue fastidioso al recostar su espalda contra una de las paredes —y mucho más efectivo que tener a una supuesta bruja que no puede ni encontrar un elefante negro en una habitación negra— giro los ojos al mostrar una sonrisa mientras se empujaba de la pared para retomar el paso de un extremo a otro.

—Disculpa?! — la incredulidad tiño la voz de la bruja al alzar la vista —debo recordarte quien fue la idiota que lo dejo escapar? — su ceja se alzó y carente de la paciencia alzo los dedos de su palma extendida con dirección al cielo estrellado creando un circulo de fuego alrededor de Raven.

—Tienes que estar jodiendome— se quejó la muchacha de ojos verdes antes de verle cerrar la mano hasta crear un puño, sintiendo el fuego aferrarse a su piel, Raven Anderson soltó un alarido

—Y aun así, te nombraron su guardiana— la fotógrafa giro los ojos desapareciendo la ilusión, que dejo no solo una estela de humo sino la sensación de las quemaduras sobre la piel de su acompañante.

—No es que tú lo hagas mejor. —El cuervo palmeo sus propios brazos  como si de este modo pudiera aminorar la molestia —Odio el fuego— murmuro entonces entre dientes.

Callahan la observo de reojo.

—Yo no le tengo miedo al frío— le recordó coronando su voz de victoria y burla  al volver a alzar el péndulo

—Pero tampoco puedes evitar que la siga descongelando hasta dejar un rastro de agua— le recordó mirándola de reojo.

—Y que se supone que haga? — a su resoplido las llamas de las velas se apagaron —No puedo matarlo, no solo porque ni siquiera sabemos si físicamente es posible, tu sabes que es lo que pasaría si lo hago— el bulto de saliva atoro en su garganta al bajar con exceso de lentitud.

—Hay sacrificios que deben hacerse, tu sabes de esas cosas, no? — la mirada de Mallory la fulmino.

—La próxima vez que entregue una vida, puedes creerme que será la tuya— escupió a contra dientes, alzándose del suelo para aproximarse hasta ella y arrebatarle los cigarrillos apenas adquiridos de la chamarra del cuerpo— andando, aun necesito esa sangre o su maldito corazón y es obvio que aquí no voy a conseguirlo. Se me acabaron las ganas de seguir jugando conforme a las reglas.  

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Malls: Y de día nadie necesita jugar con la ruleta rusa de mis humores.

Riley: Yo lo seguiría haciendo. Pero me preocupan tus migrañas.

Malls: Bien, dejare de aparecer cuando tenga sueño y dormiré temprano

Riley: ¿Eso pondrá en riesgo este tipo de conversaciones?

Malls: Totalmente, consiente no soy empalagosa porque se lo que ser así va a costarme. Nos haré un favor a los dos, quizás no sea tan malo

Riley: Lo comprendo.

Malls: Pudo haber sido bueno, sé que soy un desastre, en magnitudes gigantescas, pero soy justo lo contrario a ti, pudo haber sido bueno, para ambos. Me iré a dormir, descuida, la ventaja de las conversaciones nocturnas en que se puede pretender que jamás ocurrieron. Dulces sueños cuando te vayas a la cama.

Riley: A mí no me pareces un desastre en lo absoluto. Creo que tienes mucho que ofrecer y no termino de entender por qué no lo ves, o por qué nadie más parece verlo. Eres todo lo contrario a mí, es verdad, y se dice que los opuestos se atraen, pero me conozco perfectamente y puedo sentir que eso terminaría mal para ambos, pero especialmente para ti. Y es precisamente por el hecho que realmente me importas, que no quiero llegar irremediablemente a ese muy amargo final.

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—Tienes que cerrar los ojos— condiciono y alzando una de sus manos volvió a buscar la masculina hasta llevarlo al pie de la cama en donde lo dejo a espalda de esta —y tienes prohíbo hacer trampa—inclino el rostro empujándolo suavemente para hacerlo caer sentado sobre la cama —especialmente porque debo trepar a la silla, mi falda no es tan larga y enserio intento ser una dama aquí— su risa termino por devorar sus palabras así como su sonrisa y el color rojizo le habían devorado las mejillas.

 —De acuerdo.

Cerró los ojos.

Al privarse de la vista, el resto de sus sentidos entró en vigor. Escuchó la silla arrastrarse, y la intensidad del sonido le permitió ubicarla frente a él. Escuchó la respiración de Malls, el pulso de sus latidos; el sonido de la silla al recibir su peso, el suave movimiento de su vestido en el aire.

Contuvo la respiración. Sus párpados temblaron.

Riley abrió los ojos y observó los tobillos de la castaña, ascendió cuidadosamente siguiendo sus piernas hasta las rodillas. Subió, y desvió la mirada — cortés, pero a regañadientes.

Escuchó el sonido de las puertas superiores abrirse, y el esfuerzo de Malls notorio en su respiración al buscar un objeto frente a ella.

Riley alzó de nuevo la vista, y algo llamó su atención. Mirando con más cuidado, discernió los contornos y las formas reveladas bajo la falda que, a esa altura, no conseguía ocultar nada. La visión le asombró al punto de quedar enmudecido.

Comenzó a observar la acción de la joven con más diligencia porque, el esfuerzo que realizaba por extraer aquel objeto, le estremecía parte del cuerpo, agitaba los bordes de la falda, que también reveló esto y aquello.

Un quejido que parecía provenir de la nada; de algún sitio sobre su cabeza más allá de los contornos y la generosidad de sus muslos que tanto lo absorbían, lo instó a reaccionar.

Cerró de nuevo los ojos, exhaló a través de sus fosas nasales la respiración contenida de una forma prolongada pero natural, y escuchó a Malls bajar de nuevo de la silla, sin duda con mayor cuidado del que había tenido al comienzo.

Percibía su cuerpo tenso bajo las prendas nuevas que había sido forzado a vestir, mientras el aura de Malls se acercaba con el distintivo toque floral de su perfume, cada vez más cerca. Finalmente sus piernas se colaron entre las suyas, y nuevamente el rubio contuvo la respiración, sin emitir una palabra, o una sola respiración.

Se concentró en algo más. Algo detrás de ella que parecía emanar diversas esencias que no lograba reconocer, como si estuviera enclaustrado y sólo un vago recuerdo pudiera palpar en el aire.

El peso del objeto recayó en su regazo, por lo que sospechó era momento de abrir los ojos. Eso hizo. Frente a él una caja de madera con un tallado excelente en los bordes; los colores utilizados para rellenar los grabados que con tanta pulcritud habían sido tratados a pesar de los años que, por la mención de Malls, habían versado sobre ella.

Acarició la superficie, los contornos de la caja reconociendo la pulcritud y suave textura de la caoba cubana bajo sus yemas conocedoras, y sonrió.

Malls removió la tapa, descubriendo ante él un conjunto de chocolates rellenos de alcohol que ampliaron la sonrisa, antes sutil, en una fina línea curva que le templó los labios. Así que lo había recordado.

—Se llama cortador —Respondió el cazador embelesado con el obsequio sobre sus piernas, permitiendo recorrer con las yemas de los dedos los artículos en su interior y acariciar bajo el dedo índice la línea de los habanos, de la cabeza a su pie— Nunca fumé uno, pero creo que es hora que comience. No me atrevería a que esta parte de tu obsequio haya sido en vano —Musitó. Existía una palpable gratitud en su voz, diferente al tono férreo y susurrado que solía utilizar en su vida diaria.

Morrigan colocó la caja a un costado y se levantó, relegando una vez más a la castaña una cabeza y media por debajo de él; proyectando una sombra sobre su rostro.

La mano derecha del cazador fungió como soporte bajo su mentón para alzar su rostro, apoyando el dedo pulgar sobre su mentón.

—Es el mejor obsequio que he recibido. Te lo agradezco de corazón —Depositó un beso sobre su frente, extendido como las alas de una mariposa y rodeó su cintura entre sus largos brazos, estrechándola en el más sincero de los abrazos que recordaba haber dado alguna vez. Si es que alguna vez realmente lo hizo—. No tengo palabras para decirte lo valioso que ha sido esto para mí.

Fue en extremo atenta al observarlo examinar su regalo, por momentos perdiendo la respiración, buscando en sus expresiones reacción alguna que fuera salvavidas de las dudas que aun buscaban hundirla desde que había terminado de armar aquello.

Se sabía una mujer de detalles, aun cuando gran parte de aquella costumbre demostrativa de afecto había sido sepultada a dos años atrás, como la mayoría de las cosas que, sin darse cuenta, el cazador había desenterrado creándole un miedo con el que Callahan aun peleaba en cada conversación o cuando venía a su mente en algún momento.

 Saberse o reconocerse como la misma chiquilla de antes, no sería sino una invitación abierta a que algo volviera a golpearla, destrozando los pocos trozos intacto,  al menos de pie en la castaña quien la ilusión le iluminaba  el rostro.

Fue más por suerte que por habilidad el no haberse atragantado con su propia saliva al verlo de pie, no porque le pareciera imponente en ese momento, sino porque en realidad no lo esperaba, sus pies se anclaron al suelo y su respiración se interrumpió ante el tacto que  rompió toda su intención por no buscar cercanía, por no demostrarla tan pequeña y frágil como por algún motivo Riley tenía la facilidad de hacerle en ese momento, la pequeña sonrisa en sus labios fue la respuesta a su agradecimiento y sus parpados  bajaron ante la unión de los labios masculinos contra su frente.

Recordar que debía respirar contrario a lo esperado fue una reacción suave, soltando el aire que tras acampar en sus pulmones escapo, entonces llevo ambas manos  para apoyar contra el pecho del rubio, no como un límite creando  distancia, sino más bien como un suporte cuando dejo su cabeza recargado contra la boca de Morrigan por el tiempo que este lo permitiera.

No, no se trataba de olvidar que permitir la intimidad al tacto afectivo, para cualquiera además de James, era algo prohibido,  sin embargo, de condenarse al menos lo haría a su modo, además, era su cumpleaños después de todo, al menos su festejo.

—Te dije que tendría tu obsequio — inspiro el aroma contrario, insegura de memorizarlo pero al menos si descubriéndolo agradable a sus sentidos —y cuando hablaste de ellos te dije que serían tu obsequio — le recordó al echar la cabeza hacia atrás sin retroceder un solo paso, buscando su mirada desde esa cercanía.

—Por si no lo he dicho lo suficiente — relamió sus labios antes de sonreír — feliz cumpleaños, espero este fuera el mejor —susurro y alzando las manos dejo que la punta de sus dedos le delinearan la línea de la mandíbula en una caricia que termino por volver sus palmas cunas del rostro del cazador que aun observaba a los ojos.  

Fue con un pequeño gesto de malicia que con extrema lentitud  tiro con suavidad  del el, bajando los parpados al aproximar sus labios en la búsqueda de los contrarios, alcanzo a rozar su nariz con la contraria y declarándose descubridora del agradable aliento contrario.

No obstante y antes de conseguir fundir sus labios, fueron los pulgares de Mallory quienes entorpecieron el contacto para dejar un breve beso contra sus propios dedos, retrocediendo lentamente algunos centímetros volviendo a buscar sus reacciones hasta encontrar de nuevo su libertad.

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No quiso presentar mayor rodeo al tirar de la puerta para recibir con una pequeña sonrisa a los recién llegados, sus ojos, al instante, y como si de alguna ley física se tratara su mirada fue atrapada por el rubio quien le obligo a alzar algunos grados el mentón a causa de la diferencia de estaturas. Como flores en primavera, su sonrisa le decoro el rostro por si el dulce brillo labial no era suficiente, relamiéndose los labios cerro los ojos un solo instante para llevarse ambas manos contra el estómago.

—Mariposa— murmuro con una sonrisa al observar la rosa entre las manos masculinas. —Tienes otra fiesta después de esta?— Su ceño se contrajo al observar los atuendos que incluso señalo sin intención alguna de ser grosera.  

—Mariposa —Murmuró con una sonrisa al observar la rosa entre las manos de Riley.

Y víctima de sus propios impulsos,  no le tomo demasiado el dar el primer paso para tirar con suavidad de la tela del saco por el cuello para hacer a Riley inclinarse lo suficiente para dejarle un beso contra la mejilla.

El beso de Malls sobre su mejilla se expandió sobre su piel como las alas de una mariposa.

Entraron siguiendo a Mallory al interior de la residencia Callahan, guiados por la invitación de su mano a pasar a una especie de recibidor y finalmente a la sala, donde Aiken nuevamente le hizo una pregunta muda con la mirada.

—Es una larga historia —Susurró el irlandés, dándole a entender que quizá, y tan sólo quizá, después le aclararía sus preguntas.

—Mallory Callahan—  Se presentó por sí misma con el extraño y recordando sus modelas se corrió hacia un lado para permitirles el paso —Bienvenidos, ambos— su sonrisa no tuvo descanso aunque parecía no necesitarla cuando encajaba perfecto entre sus labios.

—Eso es para mí? — alzo una de sus cejas señalando la rosa y esta vez no adelanto movimiento hasta dejarle a él realizarlo,  si bien  la iniciativa era lo suyo, la idea de imponerse, en algo que no fuera un trabajo no era justo un rasgo de Mallory.  Después de todo, había crecido con la firme enseñanza de  dejar a un hombre ser un hombre y secretamente lo disfrutaba.

—Sí —Riley extendió la rosa en su dirección, cuidadosamente, como si temiera que una espina pudiese lacerar los dedos de Callahan—. Lamento haber escogido la rosa más cliché, pero no sabía cuál podía ser más acorde--

Aiken, detrás de Malls, negó con la cabeza.

—--A tus gustos.

El inglés asintió.

—Un excelente trabajo— unió sus manos dando dos palmadas e incluso su cabeza en una clara señal de comprobación tan solo por complacer al invitado.

— Sigues insistiendo en que no eres un caballero en armadura dorada? — alzo una de sus cejas al tomar la rosa a la que le costó separarse, recordar la última vez que había sostenido un obsequio de aquel tipo fue casi lastimero,

(…)

—¿Cómo se conocieron, si no te molesta que pregunte? Espera, déjame adivinar —Su mirada se desvió hacia el cielo azul, en actitud dramática y reflexiva—. Eras una dama en apuros en las garras de una gigantesca bestia; este caballero en armadura blanca apareció para salvarte de tu cruel destino. ¡Una historia digna de una balada!

—No— dijo Malls tras relamerse y sosteniendo la rosa en la mano izquierda crear una pequeña y suave fricción entre su dedo medio y el pulgar derechos, creando una pequeña burbuja de color rojizo que termino por caer contra su palma cuando sus dedos apuntaban al cielo, de esta fue el nacimiento de una llamarada pequeña a la que acerco el tallo,  la orilla de este para cauterizarlo.

—Esta dama en apuros sabe cuidarse a sí misma—- agrego volviendo su palma un puño, extinguiendo la llamita que no dejo marca alguna en la suave piel.  —Aunque si tienes una mejor historia para inventarnos soy curiosa— se encogió de hombros y se puso en pie, no solo para darles algo de espacio sino para buscar una botella con agua en donde coloco la rosa ahora que sabía estaría mejor cuidada por el agua que sus manos.

—¡Oh, no lo dudo! —Respondió O'Brien tras ver aquella acción tan natural a ojos de sus compañeros—. Podría, tal vez. Pero ahora no creo que el papel de damisela en apuros sea el adecuado para ti, Mallory.

—A tu amigo le gusta coleccionar mariposas—dijo finalmente echándose un mechón de cabello tras la oreja— apostaría porque no soy la primeras costillas que funcionan como jaula con la que te presenta — giro los ojos, ser recelosa era su naturaleza, aunque no por esto estaba reprochando algo, aquello más bien funcionaba como un recordatorio propio.

—Tengo la curiosidad de un panda— contuvo la risa llevándose una mano a la boca con la excusa de rascarse con el dorso la parte baja de la fina nariz — acabo de darme cuenta que yo fui quien dio el primer paso al hablarte— aquello vino como una relevación y echo la espalda contra el respaldo con una ligera incredulidad, aquello también era nuevo. —admito ahora mismo no recuerdo porque… pero por desgracia nunca han incluido hermanos celosos, ok, uno, un poco, pero por diferentes razones— pauso para beber.

—Pero nada de romance, descuida, no soy una chica que rompe relaciones— guiño en dirección del poeta y entonces miro de reojo a Rilye para sonreírle.—Pero si una chica fiel a sus mariposas, lo siento

—Si te sirve de algo que yo te lo asegure, Malls —Riley se relamió los labios y acomodó de nuevo en su asiento—, no tengo un armario repleto de jaulas plagados de mariposas, ni existe por ahí un ejército de mujeres a punto de estallar. Al menos, no por causa mía —Sus labios esbozaron una sonrisa burlona—. En realidad tú eres la única que le falta un tornillo en la cabeza para almacenar este tipo de mariposas, unas que incluso podrían ser peligrosas viniendo de mí.

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Mallory Grace Callahan, fotógrafa, pintora, músico, bailarina (...) artista por pasatiempo y jaula de mariposas

Mallory Callahan

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Sean: ¿ Si iba hasta Londres con comida y mi hija? Aún no me atrevo a vuelos largos, quizá lo haga si estás a un lado para pasarla contigo mientras llore y todo el mundo nos observe. El cambio de horario para cierta gente es funcional, me alegro que lo sea para ti

Sarah: Llora en los vuelos?, Jaimie durmió parte del vuelo, el resto me senté en el suelo porque no le gustan los asientos. Le di mis accesorios y comenzó a jugar con ellos, le gustan las cosas que brillan, además de la comida salada y jugar con mi cabello. Estoy jodida si estoy volviéndome unida a ella.

Sean: Estás muy jodida 🤔

Sarah: Mierda, matare a Neveah por colocármela enfrente.

Sean: Llora en los vuelos, no sé qué tanto, en el de los cabos lloro diez minutos y luego se durmió

Sarah: Quizás tú estabas tenso y se lo contagiaste.

Sean: Se ve que tienes mucha experiencia en ello, deberías de enseñarme

Sarah: Estoy lista para buscar alcohol y hacer algo estúpido para volver a ser yo misma

Sean: Llevaba todo lo necesario, y la cabrona, disculpa la palabra pero mi hija es así con su padre, se bajó con una gran sonrisa Oh, vamos, a mí me caes bien así, no sé cómo es la otra manera de ser

Sarah: Quizás sólo entiende que es la mujer de tu vida y aprende a manipularte desde ahora. Ahora no me siento la más jodida de esta conversación

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Malls: Necesito un abogado antes de responder a eso.

Riley: Para tu fortuna, esta noche soy abogado.

Malls: Que conveniente, entonces siempre serás todo lo que se necesite?  😏

Riley: Soy una caja de sorpresas.

Malls: No deberías de decírselo a alguien que tiene la curiosidad de un panda.   🐼

Riley: ¿Qué es lo peor que podría pasar?

Malls: Que es lo que pasa cuando un panda encuentra algo nuevo a su alcance?

Riley: No tengo idea. ¿Lo mastica?

Malls: En realidad juegan con ello hasta apropiárselo, pero si te gustan esas cosas 🤷‍♀️😏

Riley: Cielos, Malls... ¿Vas a masticarme o jugar conmigo? No sé cuál idea suena mejor.

Malls: Enserio tengo que elegir solo una? 💔😈💋

Riley: No, no podría negarte nada.

Malls: Cuidado con tus palabras, alguien podría creerte, quien sabe, quizás las mariposas

Riley: Deben estar revoloteando como locas, ¿no es así?

Malls: Señor abogado cree conveniente que responda a eso?

Riley: Proceda. Está usted protegida por el acta III de la Ley Acerca del Silencio en Conversaciones Personales al Anochecer. Párrafo quinto, tercera cláusula.

Malls: Tienen una fiesta dentro de mis costillas, aunque en realidad quien paga las consecuencias es mi labio inferior en su entretenido “momento” entre mis dientes.

Riley: Debe ser un caos en este momento. Uno bello.

Malls: Me alegra que al menos uno de los dos lo disfrute sin problema alguno.

Riley: ¿Me dices que no lo disfrutas?

Malls: Me encanta todo este nuevo  nivel de sinceridad, sí Pero eres la primer persona que atrapa mi atención en demasiado tiempo, no creí volver a sentirme atraída por alguien y estoy ligeramente aterrada Pero soy bastante buena para darme contra la pared con la cabeza, así que no hay mucho más que pueda hacer  que disfrutar  🤷‍♀️

Riley: ¿Qué es lo que te aterra? No te des contra la pared, lo único que eso va a provocar es daño cerebral... Y no hará que esto pase.

Malls: Que esto pase?

Riley: ¿Por qué es aterrador?

Malls: Diría que yo pregunte primero pero sería una mala mentirosa.

Riley: Yo no veo lo aterrador.

Malls: No jugare a que me gustan los rodeos. Tú mismo lo dijiste no termino bien, que tan bien puede terminar que te guste alguien para quien una relación es una carga por querer pasar tiempo contigo? Soy perfecta en sabotearme, estas a días de venir y el tema tenía que salir justo ahora  👌

Riley: Descuida, eso no altera mi visita ni la complica. Ni siquiera haré una situación incómoda, te lo prometo.

Malls: No se trata solo de mi comodidad, la tuya también cuenta. Pero hagámoslo a tu modo, esta conversación jamás existió.

Riley: No dije que no tiene que haber existido. Mi comodidad está, después de todo estoy hablando contigo y no con una acosadora psicópata que tiene mi agenda de toda la semana incluso antes de que yo la sepa.

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Riley: También me gusta tu cintura, la manera en que se ciñe y añade sinuosidad a tu torso, es... Tienes curvas que matan a cualquier hombre. Si fueran un camino conducir por ellas sería muerte segura. Si te hubieran conocido habrían basado su forma en la tuya.

Malls: Entonces dejaría de ser especial porque todos podrían tener justo mis curvas en un instrumento.

Riley: Tienes razón. He ahí la prueba que debe tenerse cuidado con lo que se desea.

Malls: Prefiero sean reservadas para un número pequeño de personas, no sé, una suena bien 😌

Riley: ¿Quién será ese afortunado?

Malls: Alguien que sepa apreciarlas y cuidar del resto de mi también. No sé, quizás también de a poner de requisito que le gusten las mariposas

Riley: Tiene qué, porque tendrá que vivir con ellas...

Malls: Cierto, entonces si será un requisito muy importante, y que tolere mis cambios de humores que ambos sabemos no siempre son sencillos

Riley: Yo no he tenido un problema con ninguno. Para mí, es como si no existieran.

Malls: Quien lo diría, parece que cumples con la mayoría de los requisitos

Riley: ¿Cuáles requisitos no cumplo? Esos me dan curiosidad.

Malls: Creo que hasta ahora el único problema es la distancia, aunque si estás dispuesto a viajar sólo por una cena, no sé, quizás en realidad eso tampoco sea un problema

Riley: Te prometí que ahí estaría. No todas las noches tengo la oportunidad de estar contigo, ser introducido al grupo y conocer a tu hermano que me detesta. Las estrellas se alinean.

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Riley: ¿Por qué eso te pareció tierno...?

Malls: Por los rodeos que diste para admitirlo o insinuarlo, y porque aceptaste a jugar conmigo a adivinar de que eran las mariposas. Las personas están demasiado ocupadas intentando ser perfectas y totalmente badass, tu no eres así, si bien me pones a prueba, tampoco tienes problema en ser simple y jugar conmigo o prestarte a mis humores, creo que eso es lo que hace que sea tan abierta contigo y seas mi favorito

Riley: Recordaré perfectamente con cariño que dijiste que soy tu favorito. Pero no se lo diré a nadie más. Será algo nuestro.

Malls: Lo eres, no dejaría a nadie más guardar nada entre mis costilla💕 ocualquierotrapartedemicuerpo(?)

Riley: Me encanta como aclaras cualquier parte de tu cuerpo, jajajaja. ¿Dónde más las guardarías, acaso?

Malls: Guardo palabras tuyas en mi cabeza

Riley: ¿Cómo cuáles?

Malls: Como que no quieres meter mariposas en ningunas otras costillas, o que aprendiste a lijar a los 4 años, que no dejarías que pasara frío si te visito, que estarías triste si las mariposas se van

Riley: Así que buscamos como hacer más espacio para esas mariposas, ¿verdad?

Malls: Hasta llegar a 25

Riley: ¿Cuántas tenemos?

Malls: No lo sé, deje de contarlas cuando dejamos de hablar 💔 Cuantas crees que sea justo que tengamos?

Riley: Todas las que logre darte. No creo que necesite un número a estas alturas.

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Riley: Quizá cree que voy a secuestrarte y hacer un par de generosas chuletas con tu cuerpo.

Malls: Creo que perdería atractivo si comienzas a repartir mi cuerpo. Aunque tu ganarías nuevos clientes, ya sabes, por agregar nueva mercancía Aunque mi punto ese el mismo, esas son tus fans. 😏

Riley: Disculpa, esa comida sería específicamente para mí... Nadie más tendría el derecho o la opción de tomar un bocado.

Malls: Mira quien resulto territorial seguro soy más disfrutable si me comes despacio, ya sabes, para disfrutar el sabor

Riley: Por supuesto, y cuidando raciones para que dure más. Lo bueno se disfruta.

Malls: Me da mucho gusto que vayan al tanto de la calidad de tu platillo Ves?, este tipo de conversaciones si harían que mi hermano te odiara, por eso a estas no está invitado

Riley: Pero sabes que son conversaciones personales. Eso no significa que te cazaría y haría esto en algo literal. Si lo hiciera, ¿qué sería de nosotros?

Malls: Pero no, sabemos que no pasaría, a menos claro que quieras quedarte sin tu jaula de mariposas o buscarte una nueva.

Riley: Y no quiero otra. Ésta es perfecta.