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El Monasterio Shaodin
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El Monasterio Shaodin (Hermandad de rol pandaren neutral)
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monasterioshaodin · 4 years ago
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La Falla
Un comunicado llega a las sedes del Monasterio Shaodin y de la Guardia del Lobo.
Estimado aliado:
Los Señores Demoníacos han escapado de su prisión y uno de ellos ha creado una horrible fisura en la Isla de las Arenas Negras. La furia de Moltendra les ha despejado el camino a multitud de criaturas que yacían aletargadas en el Inframundo y que ahora salen a la superficie con la intención de arrasarlo todo. Además, sus poderes oscuros han abierto grietas a otras dimensiones y están causando fenómenos extraños. Y por si eso fuera poco, la secta de los Profundos –a la que ya nos hemos enfrentado en el pasado– ha aprovechado la ocasión para iniciar su descenso a lo más hondo de la Falla…
Los Juradunas y los Jinetes Rashidun han levantado el Campamento del Fin del Mundo junto a la Falla para detener a los engendros que emerjan de ella. Por ese motivo, ¡os insto a que enviéis allí a vuestras tropas a fin de combatir unidos a esta amenaza común! Mientras tanto, un pequeño grupo de voluntarios encabezado por los Halcones de Plata bajaremos por la Falla para detener a Moltendra y para aplastar a los siervos de Amón.
Firmado:
Mitra, Forjador del Sol.
PD. ¡Daos prisa! Con cada día que pasa, la Falla se vuelve más ancha y profunda.
La carta lleva el sello oficial del Convoy: una zarpa inscrita en un triángulo Voldunai.
EL TRATADO DE LAS ARENAS NEGRAS
En los buzones de Envihada se pueden encontrar ejemplares de la Gaceta de Vol'dun, el periódico editado por el Céfiro y publicado en tiradas mensuales o bimensuales.
Después de haber luchado juntos contra los Profundos, el Monasterio Shaodin, la Guardia del Lobo y el Convoy hemos rubricado un convenio de auxilio mutuo. No podríamos haber firmado este pacto sin la colaboración de nuestros embajadores en la Caravana de Jade (Oinari) y en la Caravana de las Rosas (Noorah y Danior), a quienes agradezco personalmente su labor diplomática a lo largo de estos meses. Por medio del Tratado de las Arenas Negras, las tres fuerzas se comprometen a enviarse ayuda militar –tropas, medicinas y suministros– para hacer frente a amenazas comunes. También se han alcanzado acuerdos particularizados en otros aspectos: en primer lugar, el Consejo de Mercaderes ha accedido a expedir licencias de venta a los miembros del Monasterio Shaodin que quieran abrir sus negocios en el Bazar Sepultado, o bien permisos para asistir a los ya existentes. La Guardia del Lobo podrá participar de manera irregular –para evitar problemas con las autoridades políticas– en los negocios de nuestra gente en calidad de proveedores y en otros roles semejantes. En segundo lugar, tras una larga serie de conversaciones, la Feria de la Luna Muerta y el Circo del Sol Poniente se han fundido en la Feria del Sol Negro, que dará cobijo a los artistas vulperas y pandaren y en el que tendrán cabida los espectáculos de los dos colectivos. Por último, la Caravana Feérica dará y recibirá apoyo de la manada Sangreferal, recién instalada en Val'sharah, para garantizar la supervivencia y la prosperidad de ambas. Estas medidas vienen desglosadas en un documento oficial del que esta noticia es solamente una síntesis.
Deseamos que el Tratado de las Arenas Negras continúe en vigor mucho tiempo y que se amplíe y mejore en el futuro. De momento, es nuestra mayor esperanza con vistas a resolver la crisis que ha generado la apertura de la Falla en la Isla de las Arenas Negras.
Por Zenko, director de la Gaceta de Vol'dun.
EL ORÁCULO DE VOL'DUN
Veo cómo la tierra se quiebra. Nuevas rutas se abren en el Inframundo. Veo la Falla en la que duermen los monstruos, sepultados bajo la Arena Negra. Los héroes descienden al abismo en busca de riquezas, de aventuras, de justicia... Veo un dragón de piel oscura enfurecido por la pérdida y en su rostro, un Ojo compuesto por un millón de estrellas.
Veo un Corazón palpitante. Veo una ciudad oculta a ojos de todos que ahora sale a la luz: el Santuario de los sinhogar y de los sintierra. Veo cosas prodigiosas: monstruos y partes ignotas del Inframundo. Veo cómo el vil cede el paso al Vacío… y a la muerte.
ANUNCIOS
CARTA DE DISCULPA
Hola, soy el autor de la solicitud de ayuda para encontrar a la alpaca perdida Wanda. En estas semanas he recibido multitud de mensajes preguntándome si estaba bien e incluso me han visitado Juradunas, Pastores de alpacas y otros curiosos que querían: o bien notificar mi fallecimiento, o bien socorrerme o bien desvalijar mi carro…
Tras haber sido insultado y amenazado por muchos, y para evitar que se me convierta en un Sinarena, quiero pedir perdón públicamente por la bromita de la alpaca asesina. Wanda es muy dócil, no se ha extraviado y jamás permitiría que le ocurriese nada malo.
A todos, lo lamento de corazón: me he equivocado y no volverá a pasar.
Y.
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monasterioshaodin · 5 years ago
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La Gaceta de Vol’dun (El Ojo de Amón)
En los buzones de correo de las caravanas del Convoy, de Castronegro y del Monasterio Shaodin se pueden encontrar ejemplares de la Gaceta de Vol'dun, el periódico editado por el Céfiro con regularidad mensual o bimensual.
Aunque la mayoría de los titulares son redactados por vulperas, puntualmente algunos artículos irán rubricados por colaboradores de las hermandades afines.
ESTÁN ENTRE NOSOTROS
Por Zenko, director de la Gaceta de Vol'dun.
La erradicación de la plaga de las Arenas Negras ha supuesto un gran alivio para muchos de nosotros, que hemos visto cómo regresaban a casa antiguos camaradas que creíamos muertos, contaminados o perdidos. Asimismo, el Enjambre y sus aliados del culto de los Profundos han sido vencidos; al menos temporalmente, ya que la sombra que ambos proyectan es alargada y se enfoca, en este caso, hacia Pandaria…
La impostora K'thir que suplantó a la pandaren Té de Jazmín esgrimía un acero que, según ha verificado nuestro herrero y Forjador del Sol Mitra, procede de la Forja Astral. Estas han sido sus palabras al respecto: "Se trata de un khopesh tol'vir de diseño clásico, fabricado durante el reinado de la emperatriz Neferata. Detecto en él trazas de la energía de la Forja Astral, pero está mancillada por el Vacío… No sé qué significa esto, pero creo que debemos investigarlo y perseguir a esos pulpos y a su camarilla por toda Pandaria, si es preciso".
Una de nuestras colaboradoras en la Caravana de Jade ha conseguido el testimonio de un pandaren del Monasterio Shaodin que lleva un tiempo alertando del surgimiento de los K'thir. Se hace llamar El Viejo Pescador y en el pasado tuvo un encontronazo con estos monstruos: "Me arrebataron a mi hijo y destrozaron mi vida. Sabía que volverían y aquí están: caminando entre nosotros, fingiendo ser de los nuestros y aguardando a que sus oscuros maestros les den la señal para desatar un nuevo apocalipsis".
Un pequeño grupo de Forjadores del Convoy liderados por Mitra ya se dirige al Monasterio Shaodin para participar en la búsqueda de los Ignotos infiltrados. En la Biblioteca Augusta les esperan los maestros de la Escuela de los Mil Infiernos. Como nota adicional para nuestros lectores de Pandaria, se recuerda que los maestros advierten del peligro de pasear solos por patios poco transitados fuera del horario lectivo.
EL ORÁCULO DE VOL'DUN
Veo… oscuridad. Alguien ha extendido un Velo de negrura alrededor del Monasterio Shaodin: los agentes de los Profundos, que aún se esconden en Pandaria. Veo un acero maldito, una hoja creada en la Forja Astral… Veo semidioses nacidos al calor del Sol y a la luz de la Luna. Y veo a una criatura maléfica engendrada por el Vacío de la noche.
Hay algo más que no percibo con claridad, porque está oculto; algo sobre lo que R'lyeh y el resto de seres del Vacío cuchichean, como si me lo intentasen ocultar: El Ojo de Amón. Ignoro qué es el Ojo de Amón ni cuál es su papel en esta profecía, mas sabed que parto de inmediato a la Caravana Sabtet y a la Forja Astral para averiguarlo…
PASIÓN DE GAVILANES (O, BUENO, DE HALCONES)
Por Minnah, especialista en temas del corazón.
¡Las cosas están a punto de ponerse movidas en la Caravana Sabtet! Las Reinas Funerarias acaban de abrir su tienda y la jefa de los Jinetes Rashidun, Tora, está que echa humo: Bastet, una de sus mejores amigas, se ha casado con la exmujer de su novio, el capitán Rostam. ¡Y ni siquiera los invitaron a la boda! ¡Oh my fox!
Aunque Rostam y Tora han preferido abstenerse de emitir declaraciones, hemos entrevistado a su sobrino Gahiji, quien de paso nos ha proporcionado información jugosa del nuevo disco de Kitsune. […]
ANUNCIOS
¿Quieres un empleo fijo? ¿Te has cansado de abrir negocios en el Bazar Sepultado que no llevan a ninguna parte? ¿Te gustan los gorros de cartero y los dragoncitos con alas de mariposa? ¡Únete a nuestra flota de transportistas en ENVIHADA y conduzcamos juntos hacia la FELICIDAD… y hacia la ganancia económica!
Cada vez son más los que se alistan a Envihada. ¿Y tú? Lo único que debes preguntarte es: ¿tienes los quince puntos del carné de tu carro…?
Por Vadoma, en colaboración con Shenzi.
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monasterioshaodin · 5 years ago
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¡La aldea Sencha nos necesita!
Mensaje publicado en el tablón de anuncios del Monasterio.Hermanos del 
Monasterio Shaodin:¿Alguna vez os habéis encontrado con que los cuentos que os contaban de pequeños se acaban volviendo realidad? Bueno, espero que no.
 Hace unos días, una anciana pandaren apareció en nuestras puertas, pidiendo que ayudásemos a su aldea, llamada Sencha. Cuando nos contó con más detalles, explicó que una leyenda local del pueblo, en la que un dragón descendía del cielo y castigaba a los pandaren por robar conocimientos  a los mogu, se había vuelto realidad. Sólo que el dragón salió de una montaña, se cargó medio pueblo, y luego se volvió al agujero que había hecho. Una vez investigaron más ha consciencia, hallaron que la supuesta cueva del dragón, es en realidad una biblioteca olvidada desde hace siglos, de la cual la Biblioteca Augusta podría aprovecharse y expandir la colección.
 De hecho, ya he pedido a los eremitas que se aseguren si hay algún relato o cuento escrito sobre tal leyenda, y al parecer es más antigua de la que todos creíamos. Por ello, la anciana y el pueblo, estarán encantados si nos ocupamos del dragón, y de la biblioteca. 
Los voluntarios serán avisados dentro de unos días en el mismo monasterio.
  Firmado: Maestra Nian Gao
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monasterioshaodin · 5 years ago
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La leyenda de la biblioteca secreta y el dragón
-Abuela, abuela, queremos un cuento antes de ir a dormir, ¡porfa! Nian y Song, unos pequeños pandaren, se acurrucaban tapados con mantas alrededor de su abuela, quien ya había sacado su libro de cuentos y se aclaraba la voz.
-De acuerdo, cielos. ¿Que cuento os apetece? ¿Los tres  mures? ¿La pandaren durmiente? ¿Blancanieves y los siete grúmel..?
-No abuela Sadako, ¡queremos uno nuevo! Esos ya son aburridos…
La anciana sonrió y les alborozó el pelo a ambos niños, mientras dejaba su libro en la mesita de noche. 
-Está bien, vaaaaaale…Entonces, ¿que os parece si os cuento la leyenda de este pueblo?
-¿Hay una leyenda sobre el pueblo?-Preguntó Nian, sorprendida.
-¡Cuéntanosla, yaya!-dijo Song.
Sadako se rió de nuevo, y empezó a contar, mientras ambos niños la escuchaban con los ojos brillantes.
-Hace mucho tiempo, cuando aún los mogu tenían sus imperios, existió uno al que llamaban Rey Sabio. A pesar del desprecio que los mogu profesaban a los pandaren, ese rey no dudó en tomar esclavos pandaren y darles oficios más dignos, como escribanos. Durante años, esos escribas trabajaron diligentemente, sin hacer un movimiento en falso, pero con el tiempo se volvieron más valientes. Algunos de ellos encontraron una cueva, cerca del pueblo, y por las noches se llevaban manuscritos y pergaminos en la cueva, dejando una copia, antes de devolverlos para no levantar sospechas. Con el tiempo, la cueva se fue llenando, y pronto no sólo había traducciones y copias, sino que también decidieron guardar el conocimiento que caía en sus manos y consideraban demasiado peligroso. Parecía que nadie se percataba, pero…pronto la paz se rompió.
¡Booom! Un trueno, seguido de una lluvia inesperada, hizo dar un brinco a ambos hermanos pandaren, que estaban inmersos en la historia. Mientras las gotas salpicaban la ventana, la vieja pandaren continuó:
- Se dice que un día, un rugido del cielo hizo que todos los escribas y demás que habitaban aquí salieran corriendo de sus casas. Un dragón, blanco como las nubes, descendió del cielo, y abrió sus fauces hacia los pandaren. Masacró al pueblo, y se cuenta que se precipitó contra la cueva que durante tanto tiempo había sido una biblioteca clandestina. 
-¿Y que pasó luego, yaya?
-Mmm, no lo tengo muy claro, renacuajo. Se dice que hubo algunos supervivientes, que huyeron y al cabo de las décadas decidieron volver y asentarse de nuevo…pero nadie ha encontrado el rastro de esa biblioteca, o de ese dragón. Así que probablemente nuestros antepasados querían darle un motivo chulo a nuestra aldea, ¿no?
Ambos niños pandaren se miraron y mientras la abuela se levantaba para acostarlos, empezaron con las preguntas.
-¿Pero quien mandó el dragón? ¿Los mogu?
-Ajá.
-¿…Y si se despierta el dragón…?
Sadako rió, mientras tapaba con la manta a Song
. -Sólo es una leyenda, Song, ese dragón no existe.
-Pero las leyendas siempre tienen una parte de verdad, ¿no..?
-Puede ser, Nian. Pero hoy no vais a ir a buscar dragones, así que, a la cama
. Los niños obedecieron diligentemente, y despidieron con un buenas noches y un besito a su abuela, antes de apagar la vela, y soñar con dragones, pasadizos ocultos y manuscritos antiguos.
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monasterioshaodin · 5 years ago
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Tablón de anuncios (Las Cinco Pruebas)
El clan rebelde
Hay un clan mogu que no se alinea con los intereses de la princesa Xiao Huang. Según los rumores, se han enclaustrado en una antigua tumba para practicar nigromancia… Matémoslos.
Nota: Lo ideal es orientarlo hacia el terror: una expedición a una cripta mogu oscura… Otra opción es tirar de ingenio por medio de puzles y/o acertijos.
¿Un nuevo chambelán?
La muerte de la emperatriz ha agitado el avispero mántide. Ha surgido un líder que pretende dominar los restos del enjambre al norte de Pandaria. Seguro que podemos sabotearlo…
Nota: No hay por qué combatir: tal vez nos podamos infiltrar, disfrazándonos, o minar su reputación ante el resto de mántides de algún modo (a elección del MJ).
Cultores entre los nuestros
Hace semanas que nadie recibe noticias de una pequeña ciudad costera de la Cima Kun-Lai. Se dice que ha podido sucumbir a la influencia de N'Zoth y de los K'thir. ¡Averigüémoslo!
Nota: Esto también se presta a jugar con el horror e incluso con la tentación. Tal vez nos encontramos un culto y tenemos que infiltrarnos en él para desmantelarlo desde dentro… Hay varias opciones y podéis discutir qué enfoque darle a esto conmigo.
La Sexta Prueba
El maestra de quilen Luo nos ha retado a una carrera de monturas por la Cima Kun-Lai. Aunque sea algo extraoficial, hacerlo morder el polvo fortalecerá la posición del Monasterio.
Nota: Se pueden poner obstáculos, se puede realizar un recorrido pasando por ciertas marcas, o usar la mecánica de "izq., derecha", u otra cosa totalmente nueva.
Infraexpedición
Ese Ejército de Bronce se ha forjado en algún lugar del Inframundo... Debemos usar una de las entradas que descubrió Daojin, y un mapa, para localizar la cámara donde se gestó.
Nota: La cámara donde se creó el Ejército de Bronce no se encontrará, pero nos podemos topar con viejos conocidos, como los troggs, o perdernos en alguna caverna del subsuelo; o quizás haya un desplome y quedemos atrapados en una situación de supervivencia extrema…
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monasterioshaodin · 5 years ago
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Las Cinco Pruebas
Hermanos del Monasterio Shaodin:
Hemos recibido un comunicado inusual. A lo largo de los años ha habido muchos ingenuos que han puesto a prueba nuestra valentía y nuestra habilidad marcial, pero esto es de lo más atípico: el mensaje viene de una princesa mogu que afirma ser heredera de la dinastía imperial. Será mejor que leáis por vuestra cuenta la transcripción:
A la atención del Monasterio Shaodin:
Yo, la princesa Xiao Huang, candidata al trono de Pandaria, os saludo en nombre del clan Huang-He. Asimismo, os informo de mi solemne intención de convertirme en la próxima monarca de Pandaria y os transmito mi deseo de contar con el apoyo de vuestra orden. Ya he convencido a varios de los clanes mogu más importantes de que respalden mi investidura; y mi Ejército de Bronce está preparado para conquistar el continente mediante la fuerza de las armas, si fuera preciso; pero preferiría que la gente de Pandaria reconociese su necesidad de una emperatriz que los guíe tras el inesperado ataque de N'zoth y que catapulte a nuestro continente a nuevas cotas de poder, de riqueza y de gloria.
Es por eso que os lanzo un desafío: competid en mis Cinco Pruebas y superadlas. Demostrad que a Pandaria no le hace falta un regente y que podéis proteger estas tierras. Si ganáis, desistiré en mi empeño de reclamar la corona; pero si perdéis, deberéis respaldar mi nombramiento o desataré al Ejército de Bronce y a los últimos clanes mogu sobre Pandaria.
Firmado:
Xiao Huang.
Los eremitas de la Biblioteca Augusta han estado investigando y no han encontrado ninguna mención del Ejército de Bronce, de modo que puede que se trate de un farol. En una segunda nota nos ha indicado que enviemos a un grupo reducido de campeones al Palacio del Rey Sabio, el nuevo asiento de poder del clan Huang-He, para que participen en las Cinco Pruebas. La misión es arriesgada, pero no podemos permitirnos ignorar esta amenaza potencial.
Los voluntarios deberán dirigirse al maestro Sasaki en un plazo de tres días.
Atentamente,
Gran maestro Shang.
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monasterioshaodin · 6 years ago
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Los dos Hoja Afilada
Una noche más, Qian se encontraba en la biblioteca. Una noche más, estaba sentado en una mesa apartada rodeado de papeles y libros de historia. Una noche más, el maestro Daidúo se acercó a él con dos tazas en la mano. Dejó una sobre la mesa.
-Nunca te lo pido. - le espetó el guerrero mientras leía, sin levantar la vista de sus papeles para mirarlo.
-Pero siempre te lo bebes.
Qian apartó la vista de sus papeles para ver a Daidúo dedicarle una sonrisa de suficiencia.
-Estaré cerca si necesitas que te ayude en algo, ¡me conozco esta biblioteca como mi zarpa!
-Gracias, maestro, espero no tener que recurrir a ti en toda la noche.
- ¡Oh, no te preocupes, no es molestia!
Daidúo sonrió. Qian lo miró irritado. Llevaba el tiempo suficiente en el monasterio para saber que el maestro Daidúo no era tonto: fingir inocencia e ignorancia era su manera de contestar a las provocaciones y su actitud servicial y educada era su manera de predicar con el ejemplo. Dai le mantuvo la mirada con esa estúpida sonrisa en la cara, a sabiendas de que era una de las cosas que a Qian más le irritaba. Se retiró con una reverencia, sin dejar de sonreír.
Tras un suspiro, Qian pegó un sorbo a la bebida. Echarle tanto dulce a un café es un sacrilegio: ¡Oculta todo el sabor del café!
Al posar la taza de nuevo en la mesa, el pandaren alzó la cabeza. Se percató de alguien a quien no había oído llegar. Un pandaren de pelaje gris estaba de pie frente a él, cubierto con una capa.
Había algo raro en ese pandaren que había aparecido sin más. Algo…
-Ho…
Qian se agarró a la silla y usó sus patas para lanzar la mesa por los aires. La mesa y todo su contenido se precipitó hacia la figura, quien parecía que no tendría tiempo a reaccionar: impactó contra el cuerpo del acosador y lo derribó.
Qian se levantó y e intentó echar zarpa de su espada, pero no estaba donde él la había dejado.
-De haber sido yo de verdad, me hubiese dolido… - Qian escuchó una voz detrás suya. - Menos mal que soy precavido. Eres Qian Hoja Afilada, ¿verdad?…
Qian no esperó a que su acosador acabase la frase. Agarró la silla en la que estaba sentado y la lanzó en dirección a la voz. Dos pandaren salieron de las sombras, protegiendo al que hablaba, atrapando la silla en el aire y colocándola en el suelo.
-Gracias por la silla- dijo mientras se sentaba- Eres fuerte y tienes reflejos… ¿Pero tienes capacidad para escuchar lo que otros tienen que decirte?
Mientras escuchaba, Qian se distrajo y fue rodeado por mas pandaren.
- ¡Maestro Daidúo! ¡Dai, necesito ayuda! – No le caía bien el maestro Dai, pero sabía que su insoportable bondad y amabilidad no eran para compensar su deficiencia en otros ámbitos, al menos no en el del combate.
Daidúo no acudió. De hecho, le sorprendió que no acudiese antes de llamarlo a ver que era todo el jaleo.
-No puede oírte. No ha escuchado nada de lo que ha pasado ni está escuchando tus gritos. – Suspiro- Y tú tampoco me estás escuchando a mí…
Qian contempló a los pandaren que lo rodeaban. Al estar lo suficientemente cerca se percató por fin de que todos eran idénticos. Eran clones.
Qian arrancó la pata de la mesa y la blandió como si fuese una espada. Canalizó su chi a través de ella y lo expulsó cortando el aire, enviando una onda de energía en forma de media luna hacia el pandaren que le hablaba, tranquilamente sentado en la silla.
Este no esperó a recibir el ataque. Se puso en pie desenfundando un arma e imitó la técnica, canalizando su chí a través de la hoja y expulsándolo en otra onda con forma de media luna que impactó contra la primera, destruyéndose mutuamente.
- ¡Vaya! Muy bien, tú ganas, baja el…
Qian preparó otro ataque.
-Oye…
Los clones se abalanzaron sobre él, todos a la vez. En cuestión de segundos Qian estaba en el suelo, inmovilizado. La figura se levantó y avanzó hacia él.
-Si hay algo que no soporto, es que no me escuchen. – Declaró con irritación.
Qian se revolvió, pero estaba bien inmovilizado.
- ¿Qué es lo que quieres?
-Hablar. Pero alguien se ha puesto un poquito hostil.
- ¿Quién no desconfía de alguien que se le acerca usando clones desde las sombras?
-Pues parece que mis temores eran fundados, porque me lanzaste una mesa.
-No te habría lanzado una mesa si no hubiera notado algo raro.
-Tienes una reputación que te precede… ¡Y que has demostrado hace un momento!
-¡No te hubiese atacado si no hubiese notado algo raro¡
Los pandaren mantuvieron las miradas un rato. El pandaren retiro un poco su capa, permitiendo que Qian viese el símbolo del Loto Blanco en su tabardo.
- ¿Podemos, por favor, volver a empezar? Entenderás todo cuando te diga quién soy…
Con un gesto, los clones se disiparon y Qian se puso en pie. No movió un músculo, tenso. Esta vez, vio como el pandaren del Loto blanco invocaba dos clones haciendo gestos con los brazos. Cada uno les trajo una silla mientras el original sacaba la espada de Qian de debajo de su capa. Se la devolvió, inclinándose y exponiendo por completo su cuello en señal de confianza.
-Soy Heiwa. Por favor, no me lances otra silla y escucha lo que tengo que pedirte.
Qian recuperó su arma y se apoyó en el respaldo de la silla sin sentarse. Heiwa se masajeo el puente de la nariz.
-Soy Heiwa Hoja Afilada. Y esta conversación me va a llevar un rato. Por favor, siéntate.
Qian no pudo disimular su sorpresa. Hasta donde él sabe, las dos ramas de su familia no habían tenido contacto desde el cisma que separó a los Hoja Afilada. Se sentó.
- ¿Eres del clan del Zorro de Nueve Colas?
-Por descontado. Ya sé que has investigado mucho sobre nosotros – hizo un gesto, señalando los papeles desperdigados por el suelo que Qian leía hace solo unos minutos – y estoy aquí porque quiero hablar contigo… sobre nuestras rencillas familiares.
“Soy consciente del motivo por el que nuestra familia se partió en dos. Y creo que has visto como os ha ido: lo habéis intentado.”- intentó decir lo último de la forma mas suave posible, intentando que no sonase provocativo.
-Mi padre traicionó todo lo que éramos: de guardaespaldas a mercenarios. De protectores a…- Heiwa le hizo un gesto para que se detuviera, al percibir que Qian se estaba calentando
-Lo entiendo. Y estoy de acuerdo. Y se que tú no eres como él. Por eso quiero proponerte una solución. – Qian alzo una ceja y guardó silencio, esperando que el diplomático continuase. – Quiero que nuestras familias se unan de nuevo.
Qian soltó un bufido y miró a Heiwa como si hubiese contado un mal chiste. El diplomático frunció el ceño.
-Perdona, Heiwa, pero… no sé qué tiene que ver esto conmigo: no solo ya no soy heredero, sino que además no mantengo relación con el resto de la familia. No sé qué…
Heiwa alzó la zarpa con dos dedos. Se agarró uno mientras dictaba.
-En primer lugar, si algo aún comparten nuestras ramas familiares es el apego a las costumbres: ERES el heredero y, aun habiendo renunciado, puedes recuperar tus derechos con el apoyo de otros miembros de tu familia. –Bajó uno de sus dedos
-Pero…
-Y… -Heiwa señaló su otro dedo – Te has ganado el respeto de tu familia sin saberlo, Qian.
Qian alzó una ceja.
-Tu rama se separó de la mía porque no querían vivir en el anonimato. Querían que la gente supiera quien defendía los campos, quien protegía los carros… porque tenían fe en que podrían llegar a ser una fuerza disuasoria. Creían que si se labraban una reputación podrían atemorizar a los bandidos, a los hozen… -hizo una pausa- pero la guerra de los forasteros mermó vuestras filas… y las nuestras.
Heiwa bajó la cabeza. Definitivamente, el desprecio por los extranjeros es algo que también comparten ambas ramas de la familia.
-Qian, has plantado cara a un número absurdo de peligros, siempre de frente, dentro y fuera de Pandaria, y siempre para proteger a otros. Al abandonar a tu familia por el monasterio te convertiste, sin darte cuenta, en el ideal de todo lo que habías abandonado. Y todos lo saben.
“Qian, piénsalo: toda la familia,  junta, en el monasterio y con el mismo objetivo. Más allá de nuestros campos y tierras: proteger a toda Pandaria. Pero esta vez, unidos. Si alguien puede demostrar que sabe cuál es el camino que deben tomar los Hoja Afilada, eres tú.”
Qian parecía no escuchar, pero lo hacía. Estaba contemplando su espada. Se la quitó a su padre porque consideró que esta espada merecía servir a un propósito mayor.
Y él también debería.
-Esa mirada me dice que ya has tomado la decisión, Qian. No sabes cuánto me alegra.
-Aún no sé cómo haré con mi padre…
-Tú padre… no debería ser un problema. –Heiwa lo dijo con cierto amargor.  El guerrero lo miró de forma inquisitiva – No sé cuánto tiempo hace que no hablas con él. Por lo que sé, está muy enfermo, Qian. Si quieres ir a verle podría ser… tu última oportunidad. Lo siento.
Qian bajó la mirada. No estaba seguro de cómo encajar eso: Qian nunca se llevó bien con su padre, por lo que no estaba seguro de qué sentir en ese momento. Heiwa le dio un momento para aclarar su mente.
- ¿Y cómo propones que recupere mis derechos, Heiwa?
-Escucha, Qian: voy a estar fuera un tiempo. Normalmente esta clase de trabajos se compaginan con el campo, pero en mi caso he descuidado mis raíces agricultoras. Llámalo vacaciones o llámalo penitencia, pero voy a estar fuera un tiempo. He informado de mis intenciones de reconciliación a mi casa: ¿Qué te parece si te pasa por allí cuando hayas solucionado las cosas con tu familia? Creo que a mi padre le encantará conocerte. No me mires así, no te pasará nada. Tienes mi palabra.
-¿Cómo estas tan seguro de que todo saldrá como tú quieres? Las cosas aún pueden salir mal de muchas formas…
Heiwa lo detuvo con un gesto.
-Llámalo… intuición.
Qian sonrió a Heiwa. Era una sonrisa sincera, de las que poco se veían en su cara.
-¿Pero qué…?
Los dos pandaren estaban tan concentrados en su conversación que no escucharon llegar al maestro Daidúo, que se quedó plantado contemplando el desastre.
Heiwa y Qian miraron a su alrededor: una mesa rota, una silla destrozada, marcas de corte en el suelo y en alguna estantería, pergaminos rotos, manchados y desperdigados
Qian y Heiwa bajaron la cabeza.
- ¿Ups? - Dijeron al unísono.
- ¡¿UPS?! Voy a por unas escobas y, cuando terminemos de recoger esto, os voy a poner a copiar los pergaminos que habéis destrozado. ¡No os iréis hasta que parezca que aquí no ha pasado nada!
Dai se giró y se fue, dejando a ambos pandaren sorprendidos.
-Vaya- susurro Qian- No sabía que tenía carácter.
-Supongo que es difícil hacérselo sacar. ¿Deberíamos sentirnos orgullosos?
-No sé si orgullo es lo que más siento ahora mismo…- Respondió Qian mientras contemplaba abatido a su alrededor.
-Tranquilo, calculo que acabaremos en unos… 30 minutos.
- ¿Qué, tú has visto la que hemos…? - Qian se giró hacia el diplomático, pero se encontró a un puñado de Heiwa que le miraban con una sonrisa.
- ¿Qué mejor manera de demostrarte que has tomado la decisión correcta que mostrarte lo que podemos conseguir juntos?
Qian se tomó un momento para eliminar la sorpresa de su rostro y sustituirla por otra sonrisa.
-Estás ganando puntos conmigo.
Cuando Dai volvió tuvo que pestañear varias veces para cerciorarse de que lo que veía era real. Se frotó los ojos.
-Voy a por más escobas… –Y Dai se fue, rascándose la cabeza.
- ¿Le has visto la cara?
-Fíjate, se está pellizcando la mejilla. Disimula que se gira.
Todos los clones saludaron a la vez. Dai se volvió a girar, contando algo con los dedos
-Pff…
- ¡Jajajaja!
-Vamos a empezar, que mañana tenemos que madrugar los dos…
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monasterioshaodin · 6 years ago
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Más allá del Muro
Hermanos del Monasterio Shaodin:
Cuando varios miembros del Shadopan ingresaron en nuestra orden, lo hicieron porque temían la emergencia de un nuevo enjambre mántide. De momento el Espinazo del Dragón está tranquilo; pero aun así, el gran maestro Shiro está convencido de que Pandaria se encuentra bajo la amenaza de una sombra invisible que cada vez se alarga más. Prueba de ello es que los ataques de los Tengu en el Valle de los Cuatro Vientos se han intensificado en número y violencia. Antes asaltaban a los caminantes, les robaban sus bienes y los dejaban partir. Ahora los humillan, los hieren, los capturan y uno de ellos ya ha sido asesinado.
Creamos el Monasterio Shaodin para proteger Pandaria y a sus gentes, y ha llegado la hora de cumplir nuestro juramento. Un grupo de la orden encabezado por Ruo Bin y los Pandaren Alegres partirá a la granja Dulcemiel en el Valle de los Cuatro Vientos para pararles los pies a los Tengu y averiguar las causas del repentino aumento de su agresividad.
Esperemos que el gran maestro Shiro se equivoque y que estos sucesos no sean el resultado de una conspiración de mayor envergadura y peligro para nuestra tierra.
Gran maestro Shang.
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monasterioshaodin · 6 years ago
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Tabla de efectos
Se deberán escoger TRES talentos repartidos entre las listas de los talentos pasivos y los activos, más UN talento combinado. Los talentos elegidos NUNCA podrán repetir efecto entre sí. Además, algunos efectos son incompatibles con otros, de modo que la elección de uno conlleva la exclusión de los demás; otros pueden ver anulados o reducidos sus efectos si se combinan. Léase todo esto en el apartado de abajo del todo.
Los jugadores nuevos seleccionarán solamente DOS talentos: uno pasivo y otro activo.
Efectos pasivos
(Se debe elegir UN talento con este tipo de efecto como mínimo).
Aura acción: Concede un +3 de bonificación a todas las tiradas de acción de todos los personajes del grupo.
Aura defensa: Concede un +3 de bonificación a todas las tiradas de defensa de todos los personajes del grupo.
Autocura pasiva: Recuperas 1 punto de vida por turno, además de 1 punto de vida extra en cualquier momento del combate.
Contraataque: Restas 1 de vida a un enemigo cada turno de combate.
Cura pasiva: Sanas 1 punto de vida a cualquier aliado a tu elección (o a ti mismo) una vez por turno.
Protección extra: Tu capacidad de protección mejora. Ahora puedes recibir hasta 2 puntos de daño por un aliado por cada turno sin perder vida. REQUISITO: para asignarse este truco es obligatorio poseer también +salud, + poder y salud o ++ salud.
Resurrección: Vuelves al combate tras ser derrotado con 1 punto de vida y sin penalizaciones de muerte. Solo se activa una vez por combate.
Ronda extra: Otorga una ronda extra de acción al final del combate. El enemigo ataca (con daño reducido) y están deshabilitados ciertos efectos pasivos en este turno.
Sacrificio: Al final del último turno del combate, sacrificas 3 puntos de vida para infligir 4 de daño al enemigo. El truco no se activará si no se poseen al menos 3 puntos de vida.
+ curación: Tus acciones de curación reciben una bonificación de poder de +2. SOLO las de curación. No se aplica al ataque.
+ dados: Concede un +4 de bonificación a todas las tiradas de defensa y acción.
+ poder: Concede un aumento a la estadística de poder en 1 punto.
+ poder y salud: Concede un aumento a la estadística de salud en 2 puntos y a la de poder en 1 punto. A cambio, reduce todas las tiradas de defensa y de acción en 4.
+ salud: Concede un aumento a la estadística de salud en 2 puntos. Autoriza a proteger.
++ dados: Concede un +8 de bonificación a todas las tiradas de defensa y acción. A cambio, pierdes un truco. (Puedes escoger hasta 2 de los ordinarios).
++ poder: Concede un aumento a la estadística de poder en 2 puntos. A cambio, el personaje pierde 1 de vida automáticamente en cada turno del combate.
++ salud: Concede un aumento a la estadística de salud en 4 puntos y autoriza a proteger. A cambio, reduce en 1 el poder del personaje.
Efectos activos
(Se debe elegir UN talento con este tipo de efecto como mínimo).
Anular poder: Bloquea un poder especial del enemigo permanentemente, a no ser que solo posea un poder especial; en cuyo caso, solo se anula un turno. Si no posee poder especial, funcionará como Reducir daño. Solo se puede usar una vez por combate.
Autocura activa: Te sana 4 puntos de vida. Solo se puede usar una vez por combate.
Copiar tirada: Al principio del combate, elige un jugador al que copiar las tiradas. Podrás usar las tuyas o las de dicho jugador hasta 2 veces para las tiradas de acción y 2 veces más para las tiradas de defensa, sumando sus bonificaciones y efectos.
Cura activa: Sana 3 puntos de vida a repartir libremente entre ti mismo y tus aliados. Solo se puede usar una vez por combate.
Daño extra: Inflige 3 puntos de daño extra al enemigo durante tu turno de acción. A cambio, pierdes 2 puntos de vida. Solo se puede usar una vez por combate.
Doble acción: Permite actuar dos veces durante el mismo turno, para atacar, sanar, o atacar y sanar, cada una con su respectiva tirada de dados. Resta un punto de vida al usuario. Solo se puede usar una vez por combate.
Reducir daño: Reduce el daño que inflige el enemigo a todo el grupo con su ataque en 1. Solo se puede usar una vez por combate.
Replicar daño: Replicas el daño que recibes de tus enemigos. Los enemigos deberán someterse a una tirada de dados (que efectuará el MJ) para determinar cuántas vidas pierden, siendo el máximo 3 con independencia de cuáles sean los valores de daño y de dados del ataque enemigo. Solo se puede usar una vez por combate.
Sustituto: A cambio de un punto de vida, genera un sustituto con dos puntos de salud que defiende al personaje hasta que se agotan sus vidas, absorbiendo por él todo el daño dirigido al mismo. Solo puede usarse una vez por combate.
Triple acción: Permite actuar tres veces durante el mismo turno: una para atacar, otra para sanar y la tercera a elección del jugador; cada una con su respectiva tirada de dados. Resta tres puntos de vida al usuario. Solo se puede usar una vez por combate.
+ acción: Posee 3 cargas. Cada una otorga un +5 a tu tirada de acción.
+ acción aliado: Concede un +15 a una tirada de acción tuya o de un aliado. Solo se puede usar una vez por combate.
+ acción grupo: Concede un +5 a las tiradas de acción de todo el grupo durante un turno. Solo se puede usar una vez por combate.
+ defensa: Posee 3 cargas. Cada una otorga un +5 a tu tirada de defensa.
+ defensa aliado: Concede un +15 a una tirada de defensa tuya o de un aliado. Solo se puede usar una vez por combate.
+ defensa grupo: Concede un +5 a las tiradas de defensa de todo el grupo durante un turno. Solo se puede usar una vez por combate.
+ tiradas: Permite repetir 4 tiradas por combate, a elección del jugador. Se escogerá el resultado más elevado con independencia de cuál haya sido el último.
++ tiradas: Permite repetir 6 tiradas por combate: 3 de acción y 3 de defensa. Se escogerá el resultado más elevado con independencia de cuál haya sido el último. Cuando se usa, este talento conlleva la pérdida de un punto de vida (en total).
Efectos combinados
(Se deben elegir DOS de esta clase siempre).
Ataque comb.: Si tu tirada de acción (teniendo en cuenta bonificaciones y efectos activos) alcanza el 20, infliges –tú o tu compañero– 2 de daño extra ese turno. Solo se puede activar una vez por combate.
Copiar tirada comb.: Al principio del combate, elige un jugador al que copiar las tiradas. Podrás usar las tuyas o las de dicho jugador 1 vez para las tiradas de acción y 1 vez más para las tiradas de defensa, sumando sus bonificaciones y trucos.
Cura comb.: Sana 1 punto de vida a un aliado o a ti mismo. Solo se puede usar una vez por combate.
Cura ind.: Sana 2 puntos de vida a uno mismo. Solo se puede usar una vez por combate.
Daño extra ind.: Infliges 1 punto más de daño en tu ataque. A cambio, tu vida se reduce en 1. Solo se puede usar una vez por combate.
Daño extra comb.: Tú y el aliado con el que combinas acción infligís 1 punto más de daño cada uno. A cambio, vuestra vida se reduce en 1. Solo se puede usar una vez por combate.
Defensa comb.: Si tu tirada de defensa (teniendo en cuenta bonificaciones y efectos activos) alcanza el 20, recuperas hasta 3 puntos de vida. Solo se puede activar una vez por combate.
+ acción comb.: Concede un +7 a la tirada de acción de un aliado. Solo se puede usar una vez por combate.
+ acción grupo comb.: Concede un +3 a las tiradas de acción de todo el grupo durante un turno. Solo se puede usar una vez por combate.
+ acción ind.: Concede un +7 a tu tirada de acción. Solo se puede usar una vez por combate.
+ dados comb.: Concede un +4 de bonificación a todas las tiradas de acción tuyas y a las del aliado con el que combines ataque en cada turno.
+ defensa comb.: Concede un +7 a la tirada de defensa de un aliado. Solo se puede usar una vez por combate.
+ defensa grupo comb.: Concede un +3 a las tiradas de defensa de todo el grupo durante un turno. Solo se puede usar una vez por combate.
+ defensa ind.: Concede un +7 a tu tirada de defensa. Solo se puede usar una vez por combate.
+ poder – salud: Concede un aumento a la estadística de poder en 1 punto, a costa de 1 punto de salud.
+ salud comb.: Añade un punto de salud extra al usuario y le autoriza a defender a sus compañeros en la batalla.
+ salud – poder: Concede un aumento a la estadística de salud en 2 puntos,  autorizando a proteger, pero reduce la de poder en 1 punto.
+ tiradas comb.: Permite repetir 2 tiradas por combate, a elección del jugador. Se escogerá el resultado más elevado con independencia de cuál haya sido el último.
Incompatibilidades y efectos reducidos (y anulados)
El criterio básico para determinar que dos efectos resultan incompatibles entre sí es: que sean versiones +, ++, –, Auto, ind. o comb. del mismo efecto. Por ejemplo: + poder, ++ poder, + poder y salud (efectos pasivos), + poder – salud y + salud – poder (efectos combinados) son excluyentes entre sí; como + dados, ++ dados y + dados comb.
Por añadidura, Doble acción y Triple acción son incompatibles; así como Aura acción –por un lado– y Aura defensa –por el otro– con + dados y ++ dados.
En cuanto a los efectos reducidos (y anulados):
1. Aura acción y Aura defensa (efectos pasivos) neutralizarán el efecto de + acción grupo comb. y + defensa grupo comb. (efectos combinados) y reducirán el efecto de + acción grupo (en el caso de Aura acción) y/o + defensa grupo (para Aura defensa) a una bonificación de 2, hasta llegar a 5. Algo semejante sucederá cuando se combinen + dados o ++ dados con + acción grupo comb. y + defensa grupo comb.: prevalecerá la bonificación más elevada, sin que estas se sumen entre sí. Igualmente, los efectos de + dados comb. también se atenuarán en presencia de Aura acción y de + acción grupo o + acción grupo comb. Siempre prevalecerá la bonificación de estadísticas más alta.
2. Ronda extra anulará todas las bonificaciones de efectos pasivos (y combinados) a las estadísticas de poder, de dados y de curación, así como Protección extra y Cura y Autocura pasivas; pero no cancelará los aumentos a la salud. Asimismo, el usuario de Ronda extra no podrá recibir beneficios (de efectos pasivos, activos o combinados) de otros miembros del grupo, a no ser que participen en la ronda extra.
3. La segunda y tercera acciones de Doble acción y de Triple acción no se beneficiarán de las bonificaciones de efectos pasivos (y combinados pasivos) a las estadísticas de poder, dados y curación. Solo lo hará la primera de las acciones del jugador. Sí se podrán usar efectos activos (y combinados activos) para mejorar dichas tiradas. El jugador siempre podrá escoger cuál de las tiradas quiere utilizar para la acción principal.
Algunas penalizaciones en estadísticas se pueden contrarrestar de forma legal, como por ejemplo: + poder y salud con + dados; o ++ salud con + poder.
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monasterioshaodin · 6 years ago
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Manifiesto del Monasterio
Hermanos y hermanas del Monasterio:
Hace tres años Tai Sho refundó esta orden, recogiendo una herencia milenaria que muchos de nosotros no alcanzamos a conocer. Siguiendo los dictados de una emperatriz que ya no existe, nos entregamos al viaje y al descubrimiento de otras culturas, como nuestros predecesores habrían deseado. Como ELLOS habrían hecho.
Pero nosotros no somos ellos y la Pandaria del presente no es la de hace diez mil años. Por aquel entonces el imperio estaba en paz, pese a sus conspiraciones y trifulcas. Y sin embargo, en la actualidad Pandaria ha resistido numerosas guerras que casi desmoronan sus cimientos: la primera, contra los forasteros de la Alianza y de la Horda; la segunda, hace no tanto, contra la Legión Ardiente; y aún se gesta una tercera abanderada por los Dioses Antiguos y provocada por la Horda y la Alianza (¡cómo no!), cuyas rencillas han escarbado en la herida de este mundo y han desatado en él horrores de pesadilla. De esto nos han informado unos antiguos miembros del Shadopan que han llamado a nuestras puertas pidiéndonos que nos convirtamos en lo que Pandaria necesita...
¿Y qué es lo que necesita Pandaria? El legado de la orden Qian Xi es uno de apertura y de exploración, pero eso NO ES lo que Pandaria necesita de nosotros. Según nos han hecho saber, el Shadopan ya no da abasto en el Espinazo del Dragón: viejas amenazas surgen de las sombras, atentando con destruir nuestro ancestral modo de vida. No podemos permanecer hieráticos ante lo que está ocurriendo, ante las lecciones que hemos recibido a lo largo de este tiempo: lecciones sobre el egoísmo de la Alianza y la Horda; sobre la insuficiencia del Shadopan para detener esta crisis y sobre la urgencia de abrazar los métodos de nuestros oponentes si pretendemos aspirar a derrotarlos. Y mientras nos ciñamos a las enseñanzas de la orden Qian Xi, procedentes de una época anterior, estaremos limitados. Y nuestro país y nuestras familias sufrirán.
Por eso hemos tomado una difícil decisión: de ahora en adelante, nuestro monasterio renunciará a la herencia de la orden Qian Xi y a las directrices de su emperatriz para adoptar un nuevo rumbo. Con el respaldo del capitán Shiro y de sus alumnos, es el momento de que retomemos el manto del Shadopan –que ha fracasado en su misión– y de que nos transformemos en los vigilantes de esta tierra: en los guardianes de la paz de nuestro imperio, ¡en los defensores de las gentes de Pandaria y de la Isla Errante! Ya es hora de que rechacemos la "ayuda" de los extranjeros y de que rehusemos involucrarnos en sus asuntos: la mayoría de ellos no nos han traído más que dolor y miseria.
Por ello, dejaremos atrás el pasado y asumiremos una nueva responsabilidad y con ella, un nuevo objetivo. Iremos adonde el Shadopan no pudo llegar y todavía más lejos con tal de proteger a nuestro pueblo. ¡Desde este día nos haremos llamar El Monasterio Shaodin y los enemigos de Pandaria temblarán al escuchar nuestro nombre!
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monasterioshaodin · 6 years ago
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La herencia
Las puertas del Buey Beodo se abrieron de par en par. Bo Ji, un pandaren rojo gigante que se afanaba en limpiar con un paño una jarra de cerveza, se dio la vuelta, listo para recibir a los primeros clientes de la jornada. Empero su visita no era un cliente, sino su hermano, Daojin, un pandaren marrón –bastante más pequeño que él– que traía las ropas cubiertas de polvo y de unas persistentes salpicaduras del color de la sangre.
–¡Dao! –exclamó el posadero, quien saltó con inesperada agilidad la barra y cayó sobre él, abrazándolo y estrujándolo hasta levantarlo casi medio metro del suelo.
–Me ahogo…
–Perdona. ¡Es solo que me alegro de verte! Llevabas muchos días fuera –Se disculpó Bo Ji mientras lo depositaba en el suelo–. ¿Ha ido todo bien? ¿Qué te ha pasado?
El eremita agachó la mirada y compuso una sonrisa triste.
–Tengo algo que contarte.
–¡Qué casualidad! Yo a ti también.
–Es… importante.
–Sí, lo mío también.
Bo Ji arrugó el entrecejo. Notó que su hermano estaba especialmente consternado, así que lo invitó a sentarse cerca de la chimenea, junto a una de las mesas, y regresó a la barra para servir una jarra de Dulcemiel para cada uno.
–Quédate aquí –le espetó abruptamente.
Al cabo de un minuto, volvió con los brebajes. Él también se sentó a la mesa, haciendo crujir las patas de la silla (pues no estaba acondicionada para recibir a alguien de su tonelaje). Daojin, que había extraviado la vista en los rescoldos del fogón, cogió su birra y le agradeció el gesto a su hermano con una efímera sonrisa.
–Perdona, me ha dado la sensación de que estabas… algo masturbado.
–Turbado, Bo…
–Sí, a eso me refería –Carraspeó–. La dislexia, ya sabes. Bueno, ¿qué ha ocurrido ahí abajo?
El eremita cerró los ojos y le propinó un trago a su Dulcemiel. Solo entonces comenzó a relatar.
–Todos hemos sobrevivido.
–¡Menos mal! –Suspiró aliviado.
–Ha… sobrevivido gente de más, Bo.
–¿Eh?
Bo Ji puso una mueca de incomprensión.
–Jiang… ha vuelto.
–¿Qué dices? ¿Me tomas el pelo? –Bufó–. ¡Está muerta!
–Ya no…
En la conversación que sucedió a ese intercambio de palabras, Daojin le explicó a su hermano los pormenores de lo que le acaba de anunciar: cómo el Rey Sabio Shi Huang poseyó a Cai y cómo las energías residuales de las Tierras Sombrías habían resucitado a su prima Jiang.
–No sé si es una buena noticia o no –Se sinceró Bo Ji, mesándose la barba con una expresión preocupada–. ¿Se lo has… contado ya a Shang?
–No, aún no. ¿Debería hacerlo?
–¡Claro que deberías! –Bramó Bo Ji–. Escucha, Dao, estas cosas terminan por saberse. Mejor que la verdad salga de tus labios a que se entere por otro lado.
–Tienes razón, Bo –admitió Daojin–. Pero tengo miedo de que el gran maestro ordene que la cacemos. La dejé libre.
–¿Y qué? –Le preguntó Bo Ji, con rostro ceñudo–. Eso no depende de ti. De hecho, tampoco depende de él exclusivamente.
–Es nuestra prima… ¡De la rama de los Dulcemiel de Pandaria! No podemos abandonarla… ¿verdad?
Bo Ji se refregó los dados por la cara. La noticia le había hecho mella: más de lo que quería revelar a su hermano menor. Pero ambos habían madurado. Ya no tenía motivos para esconderle cómo se sentía, ni sus flaquezas e inseguridades.
–No sé, Dao –Le confesó–. Por una parte, pienso que no debería estar aquí; pero por otra… ella no deseaba este destino.
–Quizás deberíamos ir tras ella –Sugirió Daojin.
–No –contestó con vehemencia–. Le diste un consejo sensato y además, si sales a buscarla, ten por seguro que tendrás a un Pandaren Alegre pegado a tu chepa sin que tú te enteres. Y ya sabes lo que harán ellos si se la encuentran.
Bo Ji formó una pistola con la zarpa y disparó imaginariamente a la jarra de Daojin.
–Tienes razón…
–Déjalo estar, Dao.
–Pero ¡somos familia! –Se debatía–. ¡También para las dificultades! Tú me enseñaste eso…
–Ya. Ya lo sé –reconoció él amargamente–. Pero esta situación es… rara. No tiene preferentes.
–Precedentes –Lo corrigió Daojin.
–No tiene precedentes –Repitió–. Y tú y yo… ya tenemos nuestros propios problemas, Dao. Llega un momento en la vida de todo pandaren en el que debe decidir dónde está su corazón y cuáles son sus prioridades.
–¿Lo dices por mí… o por ti, hermano? –Observó agudamente el eremita.
–Tenía algo que contarte… Varias cosas en realidad –Siguió él–. Parece que una vez más, nuestras historias se conectan, ¿eh?
Daojin lo miró con fijeza y en silencio, sin osar beber un sorbo de su cerveza.
–¿Te acuerdas del padre de Jiang? ¿El tío Lu? –le interrogó–. Murió ayer.
–¿Qué? –Un escalofrío recorrió la espalda de Daojin. Sus ojos se empañaron.
Bo Ji le dio un largo trago a su jarra. Afirmó con gravedad.
–Lu no tenía otros descendientes, ni más familia en Pandaria –Prosiguió–. Su finca… sus tierras…, ahora son nuestras.
–¿Crees que tiene algo que ver con…? –Comenzó a preguntar Daojin, pero su hermano le cortó con un aspaviento.
–Ni lo sé ni me importa –Respondió–. Olvídate de lo de Jiang, Dao: debemos celebrar un funeral y encargarnos de la herencia.
Daojin asintió, enjugándose los restos de lágrimas.
–Avisaré a un Caminante del Tan-Chao para que se ocupe de las honras fúnebres.
–Bien, llama a Cai. Él seguro que…
–A Cai no –opuso inmediatamente Daojin, con la mirada bullendo de ira–. A cualquiera menos a él.
Bo Ji se dio cuenta de que algo había ocurrido entre los dos, mas optó por no tirar por ahí.
–Entonces a quien tú quieras. Dejo este asunto en tus manos.
–Sí –dijo Daojin, serenándose–. En cuanto a la herencia, ¿a quién se la vamos a vender? ¿Ya te has puesto en contacto con alguno de los granjeros? Quizá a ellos les interese.
–Las tierras no están en buenas condiciones desde hace tiempo, Dao –le informó–. Los Labradores aseguran que están malditas. Es… poco probable que las quieran.
–Quizá si rebajamos el precio…
–Dao –Principió a hablar Bo Ji, tomando aliento–, es que… no me apetece venderlas.
–Bueno… quizás podamos esperar un poco, intentar purificarlas…, no sé –Insinuó. Su hermano mayor le contestó con una media sonrisa–. Quieres quedártelas… Pero ¿para qué? ¡No somos agricultores! Tú llevas una destilería y yo soy un eremita. ¿Qué haríamos con la finca?
–¿Qué se hace con una finca, Dao? –Rio él–. ¡Pues cultivarla, hombre!
–No lo entiendo… ¿Y la destilería? ¿Y el Buey Beodo?
Bo Ji se rascó su frondosa barba con los dedos, suspendiendo su mirada en la lumbre.
–Sería… algo temporal, al principio.
–¡Ah! Ya te sigo, hermano. ¡Me habías asustado! –afirmó Daojin–. Vas a sembrarla… ¡para revalorizar su precio! O para poner a jornaleros trabajando ahí por contrato, ¿no? Seguro que los ingredientes te vienen de perlas. Claro…
–Sí… Al principio.
Daojin quedó descolocado. Observó a su hermano con gesto de incertidumbre.
–No te comprendo. ¿Qué te propones…?
–Verás, hermano, lo de entrenar en un monasterio, viajar por ahí y preparar brebajes está bien, pero en unos años quizás queramos sentar la cabeza: tener cachorros, un quilen…
–Yo estoy bien aquí, Bo –le replicó–. No me figuro viviendo de otro modo.
Bo Ji resopló. Ensanchó su sonrisa.
–Entonces soy solo yo.
–Espera, espera un segundo. A ver si lo he entendido bien: ¿quieres… mudarte a la granja de los Dulcemiel de Pandaria y asentarte allí? ¿Esto se lo has dicho a Huli Jing?
Bo Ji desvió la vista en otra dirección. Negó con reticencia.
–No… Aún no.
–Pero al menos intuyes que ella estará de acuerdo contigo, ¿no…?
El maestro cervecero guardó silencio, sorteando la mirada de su hermano.
–Es más complicado de lo que parece, Dao: Huli Jing se ha paseado por toda Pandaria y también ha visitado otras partes de Azeroth. Ella es… un culo inquieto. Una peregrina nata –Le explicó–. Vino aquí porque se hartó de deambular en soledad, pero no sé… cuándo le picará de nuevo el gusanillo del camino.
–Vas a decírselo, ¿verdad?
–Sí. Lo haré –Prometió Bo Ji–. Pero no ahora. Voy a ver… qué tal se nos da el asunto de la granja, si no te importa…
–Toda tuya –se apresuró a contestar Daojin.
–Voy a ver qué tal se nos da –Continuó el hermano mayor–. Si las cosas van bien, se lo propondré. Si resulta que esa vida no es para ella, pues… mm, quizás tengamos un problema.
–Esto se trata de algo temporal, ¿no? No estarás pensando en darme sobrinitos ahora…
–¿Quién sabe? –Dijo Bo Ji, haciéndose el remolón.
–Tienes una situación muy peliaguda entre zarpas, hermano –advirtió Daojin–. Pero puedes contar conmigo. Te apoyaré.
Bo Ji sonrió de oreja a oreja, pletórico de felicidad. Profirió una risotada atronadora.
–¡Los hermanos Dulcemiel, siempre unidos! –Proclamó, palmeando el hombro del eremita–. Como… la miel y algo que no sea miel.
–¡Los símiles no son tu punto fuerte, Bo! –Daojin se sumó a las carcajadas.
–¡Eh! ¡Que me llevo de maravilla con MUCHOS hozen!
Daojin rio con ganas por el nuevo equívoco de su hermano. Pasados unos minutos, se marchó para poner al corriente al gran maestro de lo que había sucedido con Jiang; y Bo Ji empezó a disponer los preparativos para su traslado a la granja del tío Lu…
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monasterioshaodin · 6 years ago
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Familias pandaren
En tanto que los clanes (vid. infra) poseen una historia milenaria y están compuestos de grupos de familias, las familias pandaren pueden gozar de un trasfondo más reciente o haber nacido en la Isla Errante. Las condiciones para constituir una familia son: que exista al menos UN personaje jugable que descienda de la misma, que siga "viva" (es decir, que posea uno o más PNJ) y que se le proporcione una historia de cinco a siete líneas (como máximo) en la que figuren sus raíces, su localización actual, sus ocupaciones principales y sus conflictos de forma resumida.
Las familias no son incompatibles con los clanes o tribus: o sea, que se puede pertenecer a una familia y a un clan al mismo tiempo; especialmente cuando la familia se originó en el seno de un clan o forma parte del mismo. Al autor de una familia se le autorizará a diseñar una técnica de origen con la estética que a él le plazca y que reflejará el legado de su familia.
Familias afiliadas al Monasterio
Dulcemiel
Los Dulcemiel estaban repartidos por Pandaria y la Isla Errante. La mayoría de sus miembros se dedican a la apicultura; de ahí el origen de su apellido. Uno de ellos, Bo Ji, concibió la genial idea de fusionar su pasión por los brebajes con su amor por la miel y sus experimentos culinarios condujeron a la fundación de la Destilería Oso Meloso. Mientras que los Dulcemiel de la Isla Errante han prosperado en el Labrantío y han sobrevivido al paso del tiempo, los Dulcemiel del Valle de los Cuatro Vientos son una estirpe extinta y sus tierras han pasado a manos de los Dulcemiel de la Isla Errante que habitan Pandaria: los hermanos Bo Ji y Daojin.
Botica Errante
Los Botica Errante, como su nombre indica, viajaban por Pandaria para recoger hierbas con las que elaborar ungüentos y remedios curativos. Hace más de un siglo, los Botica Errante de Pandaria –entre los que se cuenta la maestra Lan– se asentaron en la Aldea Zouchin de la Cima Kun-Lai; en tanto que la rama de la familia que se embarcó en Shen-zin Su –de donde procede Cai– reside en la Aldea Wu-Song. Recientemente, las dos ramas de la familia se reunieron y se unificaron en la Isla Errante, donde continúan llevando a cabo su labor de boticarios; aunque algunos de sus miembros ahora recorren el mundo en busca de ingredientes para sus pócimas.
Flor de Zorro
Los Flor de Zorro siempre han sido granjeros, o eso afirma su pandriarca. En verdad, la estirpe desciende de una unión no consentida entre un miembro del clan del León de las Nieves y otro del clan del Zorro de Nueve Colas. Los jóvenes amantes se subieron a lomos de Shen-zin Su para huir del conflicto y establecieron su hogar en el Labrantío. Los Flor de Zorro han engendrado una prole numerosa, a la que pertenecen el gran maestro Shang, los maestros Hanshan y Zhu Zhu y otros cuatro hermanos. Sus terrenos están plagados de flor de raposa (de ahí el apellido), utilizada para atraer a los zorros, que los protegen y eliminan a las alimañas.
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monasterioshaodin · 6 years ago
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La granja Dulcemiel
Lienzo colgado de la puerta de la taberna del Buey Beodo.
CERRADO POR TRASLADO TEMPORAL
¡Hola a todos!
Esto no es fácil para mí, así que lo diré sin rodeos: he decidido mudarme. ¡Pero no estaré muy lejos! Y volveré cuando la situación se haya normalizado.
¿Que por qué me voy? Hace poco, el último de los Dulcemiel de Pandaria falleció. Era el padre de Jiang. Sufrió un ataque al corazón: ya era muy mayor. El caso… es que nuestra prima Jiang no tenía hermanos, ni tíos, ni ningún otro pariente, así que Daojin y yo hemos pasado a heredar sus tierras en el Valle de los Cuatro Vientos. Y como a mi hermanito no le interesa mucho la agricultura, la hacienda está en mis zarpas.
He pensado que podríamos hacer grandes cosas con ese terruño: plantar ingredientes para la Destilería Oso Meloso (¡e instalar colmenas de abejas para la miel!); té para la escuela del Loto Blanco; cultivar vegetales y frutas; criar cabras y yaks que nos sirvan de monturas, etcétera. Por desgracia, está todo ese turbio asunto de la maldición...
Os lo explicaré: desde que Jiang se marchó, los cultivos dejaron de florecer y la tierra se marchitó. Los últimos días de su padre debieron de ser horribles: sin su hija y condenado a ver cómo sus brotes se pudrían. Los Labradores dicen que la granja está embrujada, ¡pero yo no me lo creo! Me he propuesto desterrar ese mito de un plumazo y si consigo que la finca de los Dulcemiel dé frutos, no me costará encontrar a varios jornaleros que la trabajen por nosotros el resto del año.
Y así están las cosas. Me parece que podéis entender mi situación y cómo esta aventurilla, a la larga, beneficiará a toda la orden. Yo solo no puedo hacerlo todo; por eso, Huli Jing me acompañará. Y probablemente nos hagan falta unas pocas zarpas más para echar a rodar la granja. Si alguien se ofrece voluntario, saldré hacia el Valle de los Cuatro Vientos dentro de unos días: que le pida un permiso al gran maestro y que hable conmigo. ¡Lo recibiré con los brazos abiertos! Y por si eso fuera poco, permitiré que siembre lo que él quiera, que extraiga leche, que cuide de las gallinas o que realice CUALQUIER labor agrícola (o pastoril) que se le antoje.
Ahí queda eso. ¡Nos vemos pronto, amigos!
PD. Os dejo unos cuantos toneles de nuestros brebajes más conocidos en la bodega. Servíos a placer. ¡Espero que os duren más de una semana! Jo, jo, jo.
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monasterioshaodin · 6 years ago
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La decisión de Daojin
Las masas de carne y de hueso inánimes todavía yacían en el suelo cuando Daojin y los demás abandonaron la cámara mogu. El eremita se ofreció a guiarlos hasta la plataforma de ascenso y a activar las runas que la ponían en funcionamiento para que pudiesen regresar a la superficie.
Sus retinas aún retenían la imagen etérea de su prima Jiang atravesando el tan-chao. Si lo que Vadim había dicho era cierto, la magia de sangre no se la habría devuelto intacta; lo que habría retornado del Más Allá sería algo bien distinto que lo que él recordaba. Al menos Cai había sobrevivido. Estaba herido, pero se recuperaría; cuanto menos físicamente. Emocionalmente, quizá le costase más sobreponerse a la manipulación que había sufrido a manos del mogu.
Antes de que subieran, el sacerdote se despertó. Sus togas estaban ajironadas y presentaba lesiones y quemaduras en diversas partes de su cuerpo. Todos se alegraron, aunque a él le llevó algún rato pronunciar palabra.
–He vuelto a pifiarla, ¿verdad? –preguntó–. Siempre me sucede lo mismo: intento hacer las cosas bien e ir más allá de mis límites… y acabo suponiéndoles un problema a otros.
El diminuto vulpera inició su tratamiento de inmediato, dándole a ingerir una de sus pociones de aroma fétido. Cai, demasiado agotado para resistirse, se la bebió.
–He de volver ahí abajo –afirmó Daojin con acento lúgubre–. Tengo que encontrar la forma de destruir este lugar.
Todos asintieron. El maestro Dulcemiel se despidió con una reverencia y dio marcha atrás. Buscó por las instalaciones alguna consola, algún orbe; cualquier cosa que pudiese albergar un mecanismo. El elevador aún tardaría un tiempo en bajar, de modo que no le corría prisa. Solo vio tanques pletóricos de aquella sustancia maldita, junto con los cuerpos deshabitados de un mogu, una trol y una pandaren: tirados sobre las baldosas como muñecos de trapo.
Por suerte, Daojin estaba de sobra familiarizado con las ruinas mogu, de manera que solo tardó unos minutos en localizar una placa de presión que desplegaba los controles del recinto. Conocía de sobra las runas mogu, así que operó con decisión, sin girar la cabeza hacia donde descansaba el cuerpo sin vida de su pariente Jiang.
–Te llevaré a la superficie, Jiang –Resolvió, con los ojos anegados en llanto–. Celebraremos tu entierro como te mereces.
Las lágrimas le empañaban la vista. Tuvo que detenerse y dejar de toquetear la consola para enjugarse la cara. Entonces, mientras tiritaba, sintió el tacto de una mano gélida en su espalda.
–¿Dao?
Aterrorizado, casi cayó al suelo mientras retrocedía. Chocó con la pared. Con los ojos abiertos como ventanas, contempló a Jiang vivita y coleando, empapada en sangre, pero en perfectas condiciones, erguida frente a él y mirándolo con extrañeza.
–¿Qué me ha pasado…? ¿Qué hago aquí?
Tardó unos instantes en recuperarse de la impresión. Cuando hubo regularizado su respiración y acomodado sus ideas a lo que acababa de presenciar, hizo un esfuerzo por responder.
–Estás viva –murmuró. Mas eso no era del todo cierto. Corrió a cogerla por las manos y descubrió que no tenía pulso. La magia de sangre la había resucitado, pero como prometió Vadim, no había vuelto siendo la misma. Ahora era algo distinto–. Jiang shi…
–No siento el oxígeno en mis pulmones –certificó ella–. Ni la sangre cálida circulando por mis venas. No oigo los latidos mi corazón y estoy helada… Dao, ¿qué me han hecho?
El cerebro de Daojin ató cabos velozmente. Los conocimientos y las facultades de Cai se habían amplificado tras recibir las enseñanzas del Rey Sabio; por ello, el tan-chao que había abierto a las Tierras Sombrías había durado más… y al espíritu de Jiang le había dado tiempo suficiente para penetrarlo y ocupar su nuevo cuerpo. El eremita trató de poner orden a sus ideas a fin de comunicárselas a su prima.
–Ya veo –dijo Jiang, encajando los hechos sorprendentemente bien–. Entonces ahora soy un jiang shi: una muerta en vida. ¿Qué va a ser de mí?
Se acordó de lo que había acontecido hacía apenas unos minutos. Los Caminantes del Tan-Chao nunca tolerarían que un jiang shi transitase el mundo libremente. Su gran maestro, Shang, en el mejor de los casos exigiría que fuese vigilada; y en el peor, que fuera ejecutada. Quizá la escuela de los Mil Infiernos intercedería por ella, pero no contaría con el apoyo de nadie más. El Monasterio Ambulante al completo abogaría por la muerte definitiva de Jiang y aquello los destrozaría a él, a su hermano Bo Ji y al resto de la familia Dulcemiel.
En aquellas circunstancias, Daojin tomó una decisión. Recogió el mapa que había usado la trol para llegar hasta allí y se lo entregó a Jiang.
–Este mapa te conducirá a la superficie. Márchate y no mires atrás, Jiang.
Jiang agachó la testa, consternada.
–No me aceptarán, ¿verdad?
–Por ahora lo mejor será que no corras riesgos –Continuó el eremita, con tono plácido–. Sal y camina bajo la luz del sol, pero ten cuidado: ya no respiras y las heridas y dolencias comunes no te afectarán. Sé discreta y no tendrás ningún problema…
–No puedo volver a casa –dedujo Jiang–. Es eso, ¿no?
Daojin la sonrió con tristeza. La abrazó en un tierno gesto de despedida, manchándose de la sangre que impregnaba su pelaje.
–Estaremos en contacto. Todo irá bien –mintió.
Jiang le devolvió una sonrisa amarga. Sabía que no decía la verdad.
–Ya has hecho suficiente por mí, Dao. Estaré bien.
Jiang echó un breve vistazo al plano y se lanzó hacia un pasillo oscuro que hedía a sangre reseca. Solo volvió la mirada atrás una vez antes de desaparecer en la negrura.
Daojin accionó el mecanismo de autodestrucción del complejo, para que nadie en el futuro tuviera acceso a las energías que allí se habían desatado. Mientras los pilares se desmoronaban y el polvo iba salpicando sus ropas teñidas de sangre, se dirigió a la plataforma que lo trasladaría al mundo exterior. Su rostro, en lugar de lucir turbado, transmitía una profunda sensación de paz.
Había hecho lo correcto: le había concedido una nueva oportunidad a Jiang. La había compensado por su sacrificio y confiaba en que su prima emplearía su nuevo don para bien de sí misma y para beneficio de Pandaria.
Cuando llegó a la superficie, notó cómo la mirada de Cai le perforaba la nuca. Acababa de ser atendido por Vadim y estaba recostado en una improvisada camilla y tapado con mantas. Le hizo una señal inequívoca con la zarpa para que se le acercase.
–¿Qué ocurre, Cai?
–Lo sabes perfectamente –dijo, con la voz erizada por la ira–. He sentido la presencia de Jiang. Mi magia residual la ha hecho regresar y tú has permitido que escape.
Daojin se llevó el índice a la boca y chistó. Afortunadamente, nadie los había escuchado.
–Guarda silencio, por favor –le pidió–. Jiang es un alma noble: se merecía volver. Además, no he sido yo quien ha traído su espíritu de vuelta…
Cai volvió el rostro hacia otro lado, entre abatido y furioso con Daojin –por su golpe bajo– y por encima de todo, consigo mismo.
–Los espíritus solo causan problemas –Juzgó el sacerdote–. Ya has visto lo que nos sucedió con Shi Huang: mis conocimientos y mi fuerza han aumentado, sí, pero ¿a qué precio? Casi libero un mal terrible en este mundo… Y tal vez lo haya hecho sin darme cuenta.
–¿Qué insinúas?
–Voy a matar a Jiang –decidió Cai–. Otra vez.
Daojin y Cai se sostuvieron las miradas larga, tensa e intensamente.
–Es mi responsabilidad –Siguió–. ¿Vas a impedírmelo, maestro?
–Jiang Dulcemiel pertenece a mi familia –dijo Daojin, reposadamente. Su voz amable y pausada ahora rezumaba peligro–. Quizá los Botica Errante no signifiquen nada para ti, pero para mí los Dulcemiel son sagrados.
Otra puñalada, solo que en esta ocasión Cai no pudo contenerse y lo agarró por el tabardo con ímpetu.
–Si te interpones, tú también cruzarás el tan-chao.
Daojin era un monje, conque no le costó zafarse de su sujeción. Le dedicó una mirada condescendiente, de decepción, al sacerdote.
–Estar tanto tiempo controlado por el Rey Sabio no te ha hecho ningún bien, Cai –afirmó–. Suenas igual que él.
Cai le mostró los dientes al eremita.
–Shi Huang me utilizó; a mí y a todos. Yo nunca apoyé a ese monstruo. Pero tú –Bufó–… Si yo sueno igual que él, maestro, tú piensas como él. No sé qué es peor.
–Descansa, Cai. Espero que logres aclarar tus ideas.
De regreso al monasterio, Daojin informó al resto de los maestros de lo que había pasado con Jiang y de cómo se había transformado involuntariamente en un no-muerto; pues de todas formas, habrían terminado por averiguarlo. Nadie lo culpó por haber consentido que se fugase, como tampoco responsabilizaron a Cai del incidente, ya que los hechos habían tenido lugar mientras Shi Huang poseía su cuerpo. Sin embargo, se dio la orden de buscar a Jiang para ponerla bajo custodia y Cai se lo tomó como un asunto personal.
Las únicas dudas que quedaban por esclarecer eran qué haría Cai con ella cuando la encontrase y cómo actuaría Daojin cuando eso ocurriera: ¿se pondría de parte del jiang shi y lo defendería? ¿O dejaría que el Caminante del Tan-Chao finalizase su existencia?
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monasterioshaodin · 6 years ago
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Reconciliación
Cai estaba tirado en el banco, bebiéndose una pinta de cerveza mientras un pandaren de pelaje marrón, muy insistente y joven, revoloteaba alrededor de él, haciendo aspavientos y llamando constantemente su atención con voces y pantomimas.
–Oh, por favor, Cai. ¡Por favor, por favor, por favor…! –le rogó–. Sé que solo nos conocemos desde hace unos días, ¡pero ya eres mi mejor amigo! ¿No estarías dispuesto a hacerle un favor a tu amigo Po…?
Cai, un pandaren pelirrojo vestido con toga y sombrero de viaje, echó un vistazo en torno a él. La cantina de la Aldea Zouchin estaba casi vacía. Hasta el tabernero había abandonado su puesto: tal era su fe en la honestidad de sus parroquianos y de turistas como el propio Cai.
–Estas cosas no suelen salir bien, Po. Me estás pidiendo que te haga de celestino y yo soy muy bocazas –contestó–. Además, ha pasado algún tiempo. Quizás él no quiera saber nada de ti…
–¡Porfa, porfa, porfa! –Siguió implorándole. Hasta se le arrodilló–. Es el pandaren de mi vida.
–Ya te he oído contar esa historia varias veces, Po... ¿Por qué lo dejaste plantado?
–¡No fue culpa mía! Quedamos en ir juntos al Pico de la Serenidad para convertirnos en monjes, pero le pedí que esperase mientras iba a reponer el agua de la cantimplora y…
–Y…
Cai lo cató con interés, abriendo de par en par sus ojillos marrones.
–No sé, una cosa llevó a la otra… Me achanté y él se cabreó tanto que… que…
Los ojos de Po se humedecieron.
–No me volvió a dirigir la palabra.
Cai puso los ojos en blanco y disparó un resoplido atronador.
–Soy idiota.
Chocó la jarra contra la mesa y se levantó como una exhalación.
–¿Lo harás…? –le preguntó Po, secándose las lágrimas.
–¡Sí, lo haré! Me duele verte sufrir así… Pero te lo advierto, Po: es posible que las cosas no vayan tal y como tú te esperas.
–¡Oh, GRACIAS, CAI!
Po estrechó a Cai con fuerza. Y él, dando un suspiro, le devolvió el abrazo y le sonrió con ternura. El dueño del local, que se había ausentado para trastear con los barriles, regresó a su puesto y miró hacia los pandaren con extrañeza, rascándose la calva.
–¿Qué me he perdido…? ¿Esto es… una especie de obra de teatro?
–¡Disculpa las molestias, buen señor! –Se apresuró a responderle Po.
–Tengo que irme. ¡Aquí tienes lo que te debo! –Cai se acercó la barra y depositó un puñadito de monedas de plata.
Cai salió del edificio seguido de Po, que no paraba de dar saltitos a su alrededor.
–¡Pareces una de esas grullas de bambú que suben y bajan para repostar agua, Po! –le dijo el pelirrojo, riéndose.
–¡Es que estoy MUY emocionado! Voy a volver a hablar con Chung después de tanto tiempo… A mí me ignora, pero contigo de por medio… ¡no sé, tú le sueles caer bien a la gente, Cai!
–Oh, vamos, ya sabes que no tengo modales. ¡Me lo han repetido una y otra vez! Una señora incluso me llamó "bárbaro" –afirmó–. ¡Nunca antes me habían piropeado así!
–¡Ja, ja, ja! –Se carcajeó Po–. ¿Lo ves? ¡SIEMPRE consigues arrancarme una sonrisa! Es… como si te tomases las cosas de otra manera, Cai. Como si les quitases peso con tus bromas. Si no fuera por ti, ¡ni siquiera sería capaz de acercarme a Chung!
–Hablando del tema… –Cai frenó en seco. Observó a un lado y a otro, y después a Po–. ¿Dónde está su casa? ¿Dónde podemos encontrarlo?
–Pues… Verás, Chung es un animal de costumbres. A esta hora no estará en su hogar. Todas las tardes va a visitar a sus parientes al cementerio a las afueras del poblado. ¡A veces hasta les deja un ramillete de las flores que cultivan los Botica Errante! Es un chico muy atento, ¿verdad?
–¡Anda! ¿Hay Botica Errante por aquí? No los he visto. Son familia mía, ¿sabes?
Po asintió, enfilando hacia el camposanto, con Cai a su zaga.
–Sí, un matrimonio muy mono. ¡Tuvieron una hija hace poco!
–¡Entonces tengo primos en Pandaria! –Aulló Cai con alegría–. Tengo que hacerles una visita, ¡definitivamente!
–Luego te llevo a sus tierras, ¿vale? ¡Pero primero vamos a buscar a Chung! Debe de estar a puntito de llegar al cementerio. Sé que no es un lugar muy romántico, pero… bueno. ¡Lo dejo todo en tus diestras manos, Cai!
–Está bien, Po. ¡Haré lo que pueda!
Al cabo de unos minutos, Cai y Po arribaron al cementerio local. Se sentaron junto a las tumbas mientras hacían tiempo para que viniera Chung. Charlaron largo y tendido sobre la vida en la Aldea Zouchin, la niebla de Pandaria, los hozen de montaña que a veces molestaban a los peregrinos y otros asuntos triviales. Y Chung seguía sin aparecer.
–A lo mejor está enfermo –Sugirió Cai.
–Imposible. ¡Chung viene aquí TODOS los días! ¡Todos, todos!
Casi había anochecido y aún no había ni rastro de Chung. Solo un anciano que se arrastraba con pesadez, apoyándose en su bastón, se aproximó a las lápidas. El pandaren, de pelaje cano, agachó la cabeza en señal de respeto y empezó a rezar.
–Nada. No ha venido –Repuso Po, consternado–. Lamento haberte hecho perder el tiempo, Cai...
Pero Cai estaba absorto, contemplando con fijeza al recién llegado.
–Tengo una idea, Po. Espera aquí –Le susurró, paseando hacia el abuelo.
–¡Hola, señor! –Lo saludó Cai–. Por casualidad, ¿no habrás visto a un joven que acude aquí todos los días? Tiene el pelaje negro y su nombre es Chung.
El anciano se rio.
–No, no he visto a ningún joven que se ajuste a esa definición. Lo siento…
–Porras –Maldijo Cai.
–Pero conozco a alguien que se llama Chung, sí. Me encuentro con él todos los días –Prosiguió. La mirada de Cai se iluminó con esperanza–. Todos los días frente al espejo. Cada vez soy más viejo, pero me parece que aún sigo siendo el mismo. ¡O eso creo!
Cai compuso una sonrisa amarga. Sus peores temores se habían confirmado.
–¿Qué está diciendo este hombre…? –exclamó Po, enfurecido–. ¡Él NO es mi Chung!
–Te advertí de que estas cosas no suelen salir bien, Po…
–¿Po? –Chung miró a izquierda y derecha, confundido–. Pero ¿de qué estás hablando? ¡Po murió hace más de treinta años! Iba a rellenar un pellejo de agua en el pozo, pero se resbaló y cayó dentro. Cuando nos dimos cuenta, era demasiado tarde…
El anciano se enjugó las lágrimas.
–Éramos tan jóvenes… ¡Íbamos a viajar al Pico de la Serenidad juntos! Todos los días vengo a visitar su tumba, desde hace más de treinta años –Señaló con su cayado la lápida frente a él–. No me tomes el pelo, hijo. ¡Estoy mayor para tonterías!
Po quedó ensimismado mirando su lápida. Su gesto pasó de la ira al asombro.
–¿Estoy muerto…? Entonces, ¿cómo es posible que…? ¿Por qué no me lo contaste?
–¿Me habrías creído? –dijo Cai, volviendo su cuello hacia el difunto.
–¿Qué está ocurriendo…? –Preguntó Chung–. ¿Estás loco, chico, o es que acaso Po…?
Cai echó un leve bufido, frotándose las sienes con los dedos.
–Intentaré explicártelo con pocas palabras, señor Chung: me llamo Cai Botica Errante y puedo ver y dialogar con los fantasmas. Hace unos días llegué al pueblo. Tras conocer mi profesión, el alcalde me pidió que investigase un extraño suceso: hay unos inquilinos nuevos en la casa que antes perteneció a Po y juran que los muebles se mueven solos…
–¡AH! ¡Así que son ellos los que me cambiaban las estanterías de sitio! –Razonó Po.
–Tropecé con Po. Y todo hay que decirlo: ¡es una aparición muy simpática! –Le guiñó el ojo al pandaren marrón–. La mayoría de espectros con los que trato están… bastante perturbados y no me queda otra alternativa que desterrarlos de este mundo violentamente. Pero a él quería echarle una zarpa. ¡Me cayó bien! Creí… que tal vez podría ayudarle a hacer borrón y cuenta nueva. A resolver sus asuntos pendientes. Y parece que ese asunto eres tú, señor Chung.
El señor Chung no daba crédito a lo que oía. Se secó los ojos con los dedos temblorosos.
–Dame una prueba. ¡Dame una prueba de que no me estás engañando!
–Alarga tu mano, Po.
El espectro obedeció. Cai musitó una oración y ambos, vivo y muerto, se fundieron en uno. Cuando abrió los ojos, el sacerdote ya no parecía el mismo.
–¿Chu-Chu…?
Chung se estremeció.
–¿Popi…? ¿Eres tú?
La fusión de Cai y de Po abrazó a Chung con energía.
–Perdóname, Chu, por haberte dado ese disgusto. Yo no quería… ¡Pensé que pasabas de mí!
–Po… Este no es tu lugar –murmuró el anciano–. Debiste haber cruzado el tan-chao hace años…
–Pero yo tenía que hablar contigo y pedirte disculpas… ¡Y tú nunca me escuchabas!
–Po, debes marcharte.
–¿Y tú…?
–Yo ya soy viejo, Popi. He llevado una vida plena en la Aldea Zouchin –le explicó–. Pero mis días ya tocan a su fin. Por favor, ve al Más Allá. Volveremos a vernos pronto… ¡Te lo prometo!
Chung acarició afectuosamente a Po, quien ya sollozaba a causa de las emociones desatadas.
–Te estaré esperando.
El espíritu abandonó el cuerpo de Cai, quien cayó bruscamente al suelo y se desmayó. Horas más tarde amaneció en casa de Chung, que le había tumbado en su cama y le había preparado té y algo de comer para que recobrase las fuerzas.
–¿Estás bien, hijo?
–Sí… Gracias por ocuparte de mí, señor Chung –dijo, pegándole un sorbito a su taza de té–. Las posesiones, cuando son tan repentinas, a veces me dejan exhausto.
–Soy yo quien debe agradecértelo. Siempre soñé con hablar con Po una vez más. ¿Quizá fue mi deseo egoísta lo que lo mantuvo atado a este mundo…?
–No, señor Chung –negó Cai–. Esto no funciona así. Fue Po quien quiso permanecer aquí. En todo caso, parece que su alma ya ha partido y que no volverá a cambiar de lugar las estanterías de la residencia de los Zarpaverde.
Chung lanzó un resoplido hueco. Se sentó y miró al pandaren pelirrojo.
–Me has ayudado mucho, Cai. ¿Puedo hacer algo por ti?
–Lo cierto es que sí –admitió–. Po me habló un poco de los Botica Errante de la Aldea Zouchin y por un segundo me entusiasmé. ¡No sabía que tuviese parientes en Pandaria!
–Así que eres de la Isla Errante… Claro –Dedujo–. Pues sí, hubo Botica Errante aquí. El padre enviudó. Y la hija fue aceptada en el Templo del Tigre Blanco y no la hemos vuelto a ver desde hace décadas.
–¿Ah, sí? ¡Guay! ¡Me encantaría conocer a mis primos! ¿Sabes dónde viven?
El señor Chung sonrió con tristeza.
–Hace tiempo que el padre se mudó. Y en cuanto a su hija, Lan… Creo que sé dónde puedes localizarla.
Cai se inclinó hacia adelante, con los párpados abiertos como ventanas y las orejitas alzadas cuales antenas parabólicas.
–¿Dónde?
–Dime, Cai: ¿has oído hablar del Monasterio Ambulante?
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monasterioshaodin · 6 years ago
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El Inframundo
El Festival de los Fantasmas
En unos días celebraremos el Festival de los Fantasmas en el monasterio. La última vez que lo festejamos, el Desfile de los cien demonios se alzó de sus sepulturas para recorrer Pandaria en busca de venganza contra los herederos de la emperatriz Wu Mei Zarpa Dorada.
En esta ocasión, nos hemos cerciorado de que los difuntos permanezcan en sus lápidas. Sin embargo, durante unos días su mundo estará más próximo al nuestro y podremos ponernos en contacto con ellos gracias a los Caminantes del Tan-Chao. Por añadidura, hemos invitado a la fiesta a algunos de nuestros amigos, viejos y nuevos. Se realizarán bailes, juegos y se repartirá comida y bebida entre los asistentes. Además, podréis traer a vuestros parientes al templo para que participen de los rituales ancestrales del Festival de los Fantasmas.
Espero veros en las festividades. Y os animo que aprovechéis esta oportunidad para saldar vuestras cuentas pendientes con los que ya no están entre nosotros.
Gran maestro Shang.
Los Caminos de las Profundidades
[Extracto de la investigación de Daojin acerca del imperio de Shi Huang, el Rey Sabio]
… Quizás su palacio no fuese capaz de rivalizar en trampas mortales con el del Rey del Trueno, pero Shi Huang, el Rey Sabio, fue un visionario y edificó una de las bibliotecas mejor surtidas de toda Pandaria antes de que las nieblas se ciñesen sobre el continente.
Mas esa faceta suya es bien conocida y está de sobra documentada en mis anteriores trabajos; como también he hecho hincapié en su Ejército de Jade; en su alzamiento sobre el Templo de los Mil Infiernos; en su derrota, propiciada por Delirio; y en su ejecución a manos de los Zandalari de la orden Cuauhocelotl. Una historia apasionante que perfila la biografía de un emperador atípico, dotado de unos vastos conocimientos y de una considerable bondad.
No obstante, en tiempos recientes la Biblioteca Augusta ha comenzado a plantearse que todavía falten más misterios por resolver en torno a su figura y en torno a su palacio de la Cima Kun-Lai, cuyas llaves de las puertas se encuentran en nuestra posesión para prevenir que sea profanado por expoliadores e incautos. Cotejando unos mapas antiguos he constatado la existencia de una antigua red de túneles de terráneos y de troggs que vinculaba instalaciones titánicas como el Motor de Nalak'sha; pasadizos que conectan, bajo la corteza terrestre y el océano, decenas de factorías y ruinas de los Hacedores repartidas por todo Azeroth. A estos senderos los llamo "los Caminos de las Profundidades"; y a todas estas ciudades aún por descubrir las ubicamos en un espacio al que yo denomino "el Inframundo".
Según mis últimas indagaciones, el Rey Sabio estaba enterado de la existencia de este entramado y levantó su palacio en uno de los accesos que comunican con el Inframundo. ¿Por qué? ¿Qué se esconde allí abajo? ¿Cuántos secretos sepultados por el tiempo y la tierra? ¿Cuántos monstruos y experimentos fallidos? ¿Cuántas máquinas e ingenios de los Titanes? Estas son preguntas que quizá estén condenadas a quedarse sin respuestas.
Al menos, la entrada a dicho lugar está a salvo bajo nuestra custodia…
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monasterioshaodin · 6 years ago
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La isla (Tablón de misiones)
DISPONIBLES
PESCA DE RIESGO
Las aguas de esta isla están infestadas de tiburones y de monstruos marítimos. Pero ya sabéis lo que dicen: "cuando el río suena"… ¡se debe a que está repleto de peces sabrosísimos!
Observaciones: Esta misión puede abordarse de muy distintas maneras: como un chapuzón trepidante, escapando de bestias marinas; una exploración subacuática; o un paseo en balsa terrorífico, de historia de miedo, en el que corremos el peligro constante de ser devorados.
CASINO ISLEÑO
Pasará algún tiempo hasta que llegue nuestro rescate o hasta que descubramos cómo salir de aquí. ¿Por qué no montamos un casino isleño con oro, alcohol y sobre todo, juegos de azar…?
Observaciones: Se trata de una velada de juegos de azar varios. Toca al que se ocupe de ella (y quizá lo haga yo) poner el alcohol, los crupiers y toda la ornamentación que crea oportuna. Básicamente, es un rol más divertido, potencialmente algo picante, pero un poco organizado.
CÓMO ENTRENAR A TU CUERNOATROZ
Una forma de gozar de mayor libertad de movimiento es entablar amistad con las criaturas de la isla y domesticarlas. ¿Alguien se presta voluntario para establecer el primer contacto?
Observaciones: Quien dice cuernoatroz dice tortugas o cualquier otro animal que pueda estar gracioso. El objetivo no solo es conseguir su afecto, sino también montarlos, de modo que sería preferible una criatura que existiese como cabalgadura y que no fuera muy difícil de obtener.
CON DOS COCOS, JONES
He visto cocoteros y otros árboles frutales en la espesura. El problema es que también hay simios, avispas y demás animales salvajes que se alimentan de sus frutos. ¡O ellos o nosotros!
Observaciones: Típico rol de hacer el mono, literalmente, y de carácter en principio absurdo. Es nuestra inteligencia contra la de un montón de animalitos: ahí se presta el uso de la ironía, la autocrítica y la burla. No doy más instrucciones: cualquier cosa ridícula debería servir.
EL AGUA DE LA VIDA
He sentido una poderosa emanación espiritual que procede de alguna parte de la selva. Me jugaría el pellejo a que se trata de un manantial encantado. Y en tal caso, podría sernos útil…
Observaciones: Otro tópico de las islas perdidas: la existencia de una hipotética fuente secreta con aguas encantadas. El sitio puede estar vigilado o quizá haya algo perturbador allí. En todo caso, lo que pasa durante el viaje es casi más importante que lo que hay en el destino.
CEMENTERIO DE BARCOS
No muy lejos de la costa he visto los restos del naufragio. Quizá podamos rescatar algún objeto de utilidad de las naves hundidas; el problema es que las aguas pueden resultar peligrosas…
Observaciones: Aconsejo servirse de una de las zonas de Vashj'ir para representar el decorado y jugar con el suspense y con el temor hacia lo que pueda yacer dormido en las profundidades oceánicas. Se puede combinar con la de la pesca. Quizás me haga cargo yo de ella.
COMPLETADAS
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