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Me da ansiedad la calma del puerto, tu barco está anclado, tus veladas echadas, hay gente entrando y saliendo pero tú estás ahí a la orilla del muelle, viendo el oleaje.

Ha sido otro largo viaje, tu vida ha sido una serie de largos viajes y estás tan acostumbrado a pasártela mecido por las olas, el viento, el sol y la sal en tu rostro que te abruma la calma de la tierra firme.

El mar es ahora tu hogar, y no sabes si puedes tener algo en tierra firme, todo lo que tienes lo llevas contigo.

El sol brilla, el viento es suave y cálido y me adormece, hace cuánto no duermes sin pensar en el día siguiente.

Las olas se escuchan como un arrullo de cuna, eres un niño de nuevo, un niño hecho hombre enfrentando las aguas de Calipso.

Libertad.

¿A qué sabe la libertad?

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and everytime you feel this pain draw a flower in your notebook and say thanks, because it reminds you that you still alive and possibilities are endless

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god, forgive me for being a coward, for not praising this life you have gave me, for not honoring my gifts, for doubting and being scared

everyday you give me a new opportunity to face death, to look her at the eye and honor this life you gave me

and if she looks at me i wouldn't be scared because if i do so i would be insulting this gift

teach me, oh dear god, how to be a man that deserves being called your friend

show me how can i earn not your love but your respect

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shes young and she's beautiful, and everytime she kisses me makes my heart feel warm.

we have so much strength now, everytime she comes between my legs i praise god and praise life, and praise her.

oh sweet and wild beast that battles with me, its the millennial battle between man and nature.

and in your eyes i can see the fire i feel when i'm inside you, that warmth that welcomes me, that lips that suck on my blood and smile at me when i'm about to end the fight.

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when I was a kid I used to see the city lights over the horizon, even though I had problems, there was this feeling, like, the world's mine. I walked those cold streets, I liked to broke rules, to be against what I was being taught, in order to protect myself, I didn't want anyone to tell me who I was, that I decided myself.

I had a fierce fire in my eyes, I was young.

Something had broken inside me, life is hard.

And even though right now I'm healed and I'm in a way stronger and wiser than I used to, there's something that will never come back.

I think of it like a hero, an old version of myself , that died in order to keep me alive.

Now, I must honor him, I have now the tools he didn't have before. I cold talk about how hard it is but it's pointless, everyone is in pain, everyone has their own suffering. So I decide to not talk if is not to praise this life.

I'm a poet after all.

I've always been.

The point is to distillate everything that's good in life. Don't worry, you can't be blind about pain and suffering, there's always some sort of balance. Nature is what it is, and I choose to keep what's good in it.

Life builds itself on death. I must build myself over the ruins of my old self. I must make art over all those years of resentment.

Nature is what it is. I don't think it have a conscious. But we, humans, have one. We build and plan for the future. We have vision. Nature just happens. We create. We have that power and we must not forget about it. It's not just power but a responsibility. We can make choices and change reality by doing so.

Life is wild, is a game and a party.

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Me parece triste que no podamos hacer sentir a los demás como nosotros nos sentimos, para que pueda comprender. Podemos tartar de expresarlo, describirlo. Pero la distancia entre lo que decimos, lo que el otro entiende y lo que en realidad sentimos es vasta. Me parece que la música es uno de los pocos remedios que tenemos a ese mal.

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La felicidad es como ese momento en el que el sol entra por tu ventana y llena de su dorado brillo toda la habitación, bañando las paredes en oro, como si fuera la mirada de Dios posándose en tu lugar, como si te estuviera iluminando especialmente a ti y el conjunto de maravillas y desventuras que compone tu pequeña vida.

Es solo un momento en el día, es solo una temporada en el año, es efímero y se escapa.

Pero es, y con eso basta y es más que suficiente.

Un rayo de luz que da descanso a tu agitado corazón.

Pero qué sería de esa luz dorada si no lo contrastaras con la oscuridad de la noche. O si lo tuvieras todo el tiempo. No sería igual se valioso.

Lo mismo pasa con la felicidad, qué sería de esos momentos de calma si no lo contrastaras con la perpetua guerra.

No me sabría igual tu tierno beso si no conociera el dolor de un golpe.

Lo entiendo así, todo es necesario, y útil. Incluso en el dolor hay un atisbo de felicidad. Incluso en la felicidad plena hay una espina en el corazón.

Es así. Y está bien.

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Se me escapa de las manos, la vida se me escapa de las manos, me arde el corazón en el pecho.

He viajado, he conocido mil lugares y dormido en otros tantos. Sin embargo, la tierra que he pisado no me alcanza.

Descubrí lo que había detrás de las montañas que se veían desde mi ventana, he recorrido lo largo y ancho del país, he conocido los ríos y fronteras.

Y no me alcanza.

Yo sé que hay más, sé que hay mucho más. Hay algo detrás de la frontera que llama a mi corazón, hay algo más allá de las montañas. La ciudad ya no me alcanza, el campo que conozco ya no me alcanza.

Mi cuerpo está débil, sí. No he tenido tiempo de cuidarme. Pero el corazón me arde, no se apaga nunca, no importa lo que pase, no importa, nunca se apaga.

He conocido el fondo, he estado ahí, Dios lo sabe, y mi corazón no de apaga.

He conocido el polvo, me han roto los huesos, y mi corazón no se apaga.

Me han herido de muerte, me he desangrado, y mi corazón no se apaga.

He perdido buena parte de mis capacidades, he lastimado mi conciencia en el encuentro de lo desconocido, pero mi corazón no se apaga.

Arde, indómito, siempre, arde mi corazón, arde.

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Qué es esta presión en mi pecho, por qué me cuesta respirar, es ansiedad, cometer errores me aterra, me aterra equivocarme, me aterra no estar a la altura que las circunstancias demandan, me aterra no poder adaptarme y perecer por incapacidad, me aterra la dependencia.

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A veces, al despertar tarde, cuando el sol me gana y se levanta antes, me gusta sentarme en la cama y sentir como su luz se posa en mi rostro, le recibo, cálida y afectuosa.

Imagino que es tu mano la que se posa en mi rostro, sueño que estas ahí, sosteniéndome. Inclino un poco la cabeza, intentando aferrarme a ella, busco tu mano para besarla.

Imagino que estás ahí, sentada frente a mí, sonriéndome, amandine en silencio siendo la única muestra tu mano en mi rostro, el sol iluminando tu cabello dorado, haciendo relucir tu piel. Mi amor, tú brillas.

No sé qué es lo que ilumina mi habitación, si es el sol o eres tú.

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Al pie de la montaña, el valle que acabo de atravesar detrás de mí, inhóspito, salvaje. Un claro en medio de la selva.

Recuento los daños y los días, ya hace un tiempo que me encuentro atravesando este valle, frondosa vegetación, abundante fauna, el calor es abrasador y húmedo, sofocante.

Mi mochila es ligera, mi cantimplora está vacía, después de estar días bajo las copas de árboles centenarios, quién sabe si milenarios, encuentro un claro, al fin puedo ver el sol, hay algunas nubes, pero está muy claro, es mediodía.

Un riachuelo delimita el final del valle y el principio de la montaña, como quien sirviera de guardian o anfitrión. Te invita a beber, fresco y cristalino. Una señal de que debes prepararte para subir la montaña, no sabes si habrá agua más allá.

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Sería una verdadera tragedia olvidar escribir, tampoco se debe subestimar la importancia de registrar una idea por vaga o trivial que esta sea. Es una verdadera tragedia que, en el agitado vaivén del día a día, con el tiempo que desgasta, con las horas que erosionan, fuésemos perdiendo poco a poco la capacidad de escribir, en honor a terminar el trabajo a tiempo, de llegar temprano, terminar con todo.

Y es que el que deja de escribir deja de pensar. Importantísimo leer, pues no solo de pan vive el hombre, y ya sabes qué pasa si le falta el pan a tu alma. Pero tanto más importante es escribir, cómo hacemos pues para entregarnos al mundo, cómo nos conectamos, cómo nos damos a conocer, cómo expresamos la esencia de nuestra existencia si no es escribiendo.

La esencia la vivimos en el día a día, de camino al trabajo, aplicados en el deber, en el quehacer cotidiano. Pero es necesario destilarla, hacer la esencia tan compacta y concisa que sea fácilmente asimilable y entendible. Porque nos sirve para saber qué somos, de qué estamos hechos, dónde estamos parados, pero también para entregarnos. Y es que el que no es dueño de sí mismo no puede dar nada.

Sería una verdadera fortuna si escribir nuestras experiencias, y compartirlas, fuese un hábito enseñado en la escuela. Qué pasaría si todos los que nos guían e iluminan desde el pasado, desde sus tumbas, por medio de sus escritos, no se hubiesen tomado la labor de escribir.

Cómo ha dado forma a la humanidad la palabra escrita.

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In the evening   -  Klemens Brosch , 1917-19

Austrian, 1894-1926

Litographs ,  22 x 34 cm.     8.7 x 13.4 in.