No soy el tipo de persona que se rinde fácilmente. Si, a veces me enojo y me molesto mucho y necesito un minuto para dejar que pase, pero no te abandonaría. No te dejaría.
Yo lo veía…
Y puedo jurar que no me quedaban ganas de ver a nadie más. En ese preciso momento comprendí, que los ojos siempre, siempre le pertenecen a las persona que los hace brillar.