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Soy bisexual.

Desde que estaba en primaria sentía cierta atracción por algunos chicos pero no fue hasta ya bien entrada mi adolescencia cuando me di cuenta de que me gustaban tanto como las chicas. Llegué a pensar que simplemente sería algo pasajero, algo que iba de la mano con el cambio hormonal y que en algún momento dejaría de pensar en ellos como algo más que una simple amistad, pero llegado a este punto puedo afirmar con seguridad que soy bisexual. 

Jamás he salido del armario públicamente y de siempre me muestro heterosexual de cara a todo el mundo ocultándolo tan bien como para que nadie sospeche (o al menos eso quiero pensar). 

Hubo una vez en primero de ESO que conocí a un chico gay (todo el mundo lo sabía y además cumplía en cierto modo el estereotipo del chico homosexual afeminado) y nos caímos tan bien que nos hicimos buenos amigos; Como aún podría tener unos 13 años tan solo salía los fines de semana con él a la calle un rato y unas horas muy remarcadas de no más de las diez de la noche, dábamos un paseo y vagamente recuerdo alguna conversación con él hasta que un día salió un tema de la nada que desembocó en mí confesándole que también me gustan los chicos. Fuimos a su casa y estuvimos hablando acerca de ello más a fondo, incluso me preguntó que qué tal sería estar juntos pero en ese momento le rechacé por dos motivos: Tenía suficientes problemas que encarar como para tomar las riendas de salir del armario, aparte de que todavía era cuando quería pensar que se me pasaría mi bisexualidad y el otro era simplemente que no me atraía como para tener algo serio con él, aunque era un buen chaval. Hace poco encontré su instagram y vi que a lo largo de estos años cada vez se ha mostrado más como es, ha estado al parecer con varios chicos y se le ve feliz y alguien popular, me alegro mucho por él y hoy por hoy aunque jamás se lo dije mantengo firme la esperanza de que no divulgue más de lo necesario sobre mí. Gracias por soportarme, Daniel. 

Estos años he mantenido contacto afectivo y sexual con chicas, lo cual no me disgusta pero aún no he encontrado a la adecuada para mí, en la actualidad me encuentro en un punto fijo en el que prefiero estar solo y desarrollar mis amistades, en las cuales sigo trabajando por forjar confianza, entendimiento y fuertes lazos que nos estrechen... Aunque no encuentre exactamente lo que busco ahora mismo. Pienso que las grandes amistades es de lo más valioso que una persona podría tener y que definitivamente algún día pretendo alcanzar, las amistades son la familia que tú elijes y como tal no pueden ser unos o unas cualesquiera. 

Al mirar al presente a los ojos, soy un cobarde, no me atrevo a ni de lejos rozar el tema de que podrían gustarme los chicos con nadie, mantengo la coraza del heterosexual fuerte, aunque a veces me molesta no poder observar al chico que me gusta o ponerme nervioso al entrar a un vestuario. Estoy como quien dice esperando a lo que quiera venir a mí sin tan siquiera el incentivo de buscarlo, quiero con todas mis ganas encontrar a mi chico con el que compartir algo especial. Mirarlo a los ojos, cogerlo de la manos, sonreirle, abrazarlo, besarlo, disfrutar de nuestra compañía juntos... Pero claro, tonto de mí, ¿Cómo voy a encontrarlo si quiero hacerlo sin salir del armario, desde mi zona de comfort? Es algo que ahora mismo no llevo demasiado bien, pues es que ni se me pasa por la cabeza salir de él sin tener a un chico conmigo. 

A veces pienso que como sería, si abandono mi coraza y muestro un poco más de mí con todo esto. De seguro mi madre me aceptaría porque ella me quiere, es quien me saca adelante y sin ella no sería nada, sin ella ahora mismo no hubieras sabido de mi existencia, el pilar que me sostiene a día de hoy y que siempre lo ha hecho, una madre que muchos quisieran tener. No puedo decir ni por asomo lo mismo de mi padre, del cual mi madre se encuentra separada y con razón. Una vez le oí que preferiría un hijo nacido enfermo a uno gay, mira por donde su hijo prácticamente lo es, pero claro no se lo imagina ni en broma... Por el resto de personas sé que lo aceptarían y me apoyarían, al menos los más cercanos a mí aunque pienso que tratar de salir del armario “para siempre” es algo prácticamente imposible, porque vayas a donde vayas tu heterosexualidad se dará por sentado a no ser que se muestre lo contrario, y no todas las personas son igual de tolerantes ni entienden que el amor es amor independientemente del sexo de los que lo comparten, lo cuál es muy triste porque en otras partes del mundo se puede llegar a agredir e incluso matar a una persona por ello... En mi caso, España es un país que generalmente (y digo generalmente porque siempre existirán retrógadas) lo acepta, lo cual está muy bien al menos para las personas LGBT+ que aquí habitan. Espero con todo mi corazón que poco a poco se vaya normalizando y ver a chicos y chicos y a chicas y chicas de la mano paseando sin miedo por la calle y con el orgullo bien alto.

Sinceramente no sé como llevar ahora mismo todo esto, no deja de ser parte de quien soy y quien sabe, podría estar perdiendo al amor de mi vida si mi condición fuera diferente y me abriera tal y como soy. Me ha venido genial soltar esto que en mi cabeza se hallaba estancado para volar libre en un entorno que considero seguro. Gracias por leer la historia sobre este aspecto de mi vida hasta la media noche de un martes de 28 de marzo de 2017, sé que me he enrollado pero viene a ser jodidamente cierto aquello de que escribir sana, siendo partícipe y pudiéndolo confirmar sin tapujos.