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Aquel comentario... ¿había sido dirigido a ella? Natasha volteó con la confusión reflejada en el rostro, dirigiendo la mirada hacia la morena. Le había pillado totalmente con la guardia baja... Y no veía adecuado fingir en ese momento cordialidad o una faceta amistosa para salir aireada. Por lo que optó por dar una respuesta sincera.- Te diría que... Si estás intentando coquetear conmigo, ¿deberías buscarte una mejor frase? -mencionó, sin terminar de salir de su sorpresa.- Además de que no estoy interesada.

Fogata para las estrellas

La morena solía comportarse siempre a la altura de su cargo político, pero en eventos como este la gente solía soltarse un poco y, por supuesto, los peces gordos ni siquiera se aparecían por las caridades, no eran de su estilo, pero para una joven con grandes aspiraciones el altruismo era el momento perfecto para ganar votos y conquistas.  —¿Que dirías si te cuento que mi deseo fue darte un beso?— sonrió maliciosa. Bien poco le importaba si la otra persona no estaba interesada, no perdía nada con intentar. 

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Ayudar en eventos benéficos como aquel era una de las pocas cosas que Tasha sentía que hacía por decisión propia de verdad. Conocía de primera mano que era vivir en condiciones desfavorecidas... Y no se lo deseaba a nadie. Pero no creía en aquella tradición de las linternas. La Klementieff había comprado una solo para colaborar y había terminado regalándosela a un niños pequeños a los que parecían hacerles ilusión, optando al poco después por observar aquel pequeño espectáculo de luces desde la lejanía.

A quien no esperaba encontrarse por allí fue a Claude. El sonido de su risa había captado su atención y terminó acercándose hasta situarse a su lado, a pesar de que en ese momento no quería pensar ni en la Agencia ni en La compañía.- Tienes razón, pedir deseos con linternas es una estupidez... -comentó estando de acuerdo con él, a excepción que el tono de su voz dejaba entrever que no pretendía burlarse. Dejó escapar un suspiro al apoyarse también el árbol sin olvidar dejar una distancia prudencial entre ellos.- Pero al menos todo esto podrá ayudar a gente que lo necesite...

Fogata para las estrellas

                 Escéptico ante aquellas conductoras de deseos. Tanto que lo hacen reírse a carcajadas, brazos cruzados y apoyado en un tronco de un árbol siendo observador desde la lejanía. -¿Qué necio se cree realmente que su deseo va a cumplirse por enviar una linterna voladora al cielo? Pregunta con cinismo sin importar que alguien lo esté escuchando. No cree que se deba de tener esperanza en tales irracionalidades.

-Menuda estupidez… No le importan los fines benéficos. lo encuentra tan absurdo que solo hace que mofarse de la situación.

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Ah, if it isn’t the only bookworm in town! So, where did you run off to this week? Two cities in Northern Italy, I didn’t want to come back. Have you got any new places to go? I’m afraid not… But you may re-read any of the old ones that you’d like.

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Claude.

                                 -No podrían conmigo. No lo verían venir y entonces serían los otros los que estuvieran jodidos. Quería que aparecieran… Quería conflicto (y por encima, venganza). Lo ha dicho sin pensar, por lo que cuando regresa y se centra al darse cuenta de que se trata de su compañera de equipo, tiene que rectificar sus decisiones. -Pero tranquila… No estoy buscando problemas. Soy muy cauto… A veces. No es la primera vez que sus emociones lo hacen descontrolar y enloquecer. No se puede arriesgar a que otro Agente lo crea conflictivo y Dexter lo expulse o le de un trabajo más de burocracia.

Vuelve la mirada a la Klementief y sonríe de manera sarcástica. -Estoy de paso… Como tú, supongo. No acierta al pensar que Natasha está ahí por sus mismas intenciones. Pero el Simmons nunca ha sospechado de ella y hoy tampoco va a ser el día en que empiece. -He venido a ver a nuestros amigos… Y saber que tienen entre manos con Marie Walker.

El comportamiento del Simmons le hacía querer rodar los ojos. No podía negarle la osadía... Pero tampoco podía lanzarse a lo loco, debían de ser cautos con cada movimiento. Cosa que él mismo admitía no ser siempre.- “A veces”. -repitió con un deje de incredulidad. La habilidad de Claude podía ser un punto a su favor, no era algo que La compañía o cualquiera pudiera ver a venir... Aun así las confianzas no siempre eran buenas.- Pues los busques o no, deberías serlo siempre. -Ahora tenían más problemas, como los movimientos anti-EVOs... Aunque ella no tenía porque darle importancia.

Contuvo un suspiro, volviendo de seguida su atención al EVO al oírle de nuevo. No se creía para nada que estuviera de paso, aunque sí esperaba que él creyera que ella si lo estaba o habría tenido que usar una excusa preparada. Optó por no decir nada al respecto y se centró en sus sospechas respecto a Marie Walker.- Así que crees que la tienen ellos... Lo cierto es que podría tener su lógica. -comentó en voz baja para que así solo le escuchara él, admitiendo también en parte compartir aquella opinión.- ¿Pero tienes pruebas al respecto? No puedes adentrarte allí sin estar seguro... Sobretodo corriendo el riesgo de no llegar a salir nunca.

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Natasha no había pisado el edificio de La compañía desde que había logrado infiltrarse en las filas de la Agencia. Pero, siendo un lugar público, era inevitable pasar cerca de tanto en tanto... Aunque en aquella ocasión no podía decir que hubiera sido una casualidad, ya que necesitaba resolver dudas sobre el secuestro de Marie Walker. ¿Estaría La compañía detrás de lo sucedido? La EVO había sigo registrada por la Agencia, pero la Klementieff no había pasado esa información...

Mientras miraba alrededor en búsqueda de algún rostro conocido (aunque fuera el de Clementine o cualquier otro miembro), dio con uno que no se esperó de primeras: ni mas ni menos que su compañero de equipo Claude. A lo mejor compartían las mismas sospechas... Se acercó hasta él sin dudarlo, carraspeando para llamar su atención.- Será mejor que vayas con cuidado por aquí cerca si no quieres acabar jodido. Es peligroso... -le regañó en voz baja después de escuchar sus palabra.- ¿Qué haces aquí?

                     Papel Primatech no es un lugar escondido, es público y todos en la Agencia saben que es la base de La Compañía. Pero nadie se atreve a entrar. Demasiada seguridad y riegos que implicarían un enfrentamiento directo. Claude observa el edificio desde la acera de enfrente. Su hermano debe de estar preso entre esas paredes… Él y muchos otros EVOs… Como Marie Walker. que poseía la capacidad de detectar gente con habilidades y había sido secuestrada en pleno acto público, en un cine al aire libre.

-Estamos jodidos… Muy jodidos. Ahora que tenían a Marie no les sería difícil encontrar a todos los evolucionados. Si conseguían que ella cooperara, sería el fin de todo lo que habían luchado.

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@claxde

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Natasha salia de su entrenamiento obligatorio para dirigirse hacia la biblioteca donde trabajaba, topándose con alguien de lo más inesperado nada más salir a la calle. En otra ocasión, la Klementieff podría haber considerado todo un honor y una suerte toparse con el mismísimo Christopher Bennet. Pero ahora que debía cumplir con su papel como topo para La compañía dentro de la Agencia, una parte de ella creía que aquella casualidad era de lo más inoportuna. 

No podía arriesgarse a que ninguno de sus supuesto compañeros la viera hablando con él... Debía saber fingir a la perfección.- Lo lamento, señor. -se disculpó con voz educada.- Andaba distraída. Sé que suena como una pobre excusa... Pero es la verdad. -comentó en un intento de excusarse.- No querría molestar a alguien como usted... ¿Por qué usted es el señor Christopher Bennet, verdad?

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Chris recorría el sótano de Primatech molesto al ver tantas celdas vacías, el había considerado que los recientes atentados cometidos por los mutados aumentarían los prisioneros pero era notorio que sus empleados eran más que deficientes ni siquiera los que sus mejores agentes (Lapointe) habían logrado otra cosa que gastar recursos y disculparse tras fallar, el ya no aguantaba el saber que esos fenómenos andaban libres era tiempo de visitar a su vieja amiga.

A diferencia de la compañía, Ona había construido su edén en el centro de la ciudad si se le permitía ser sincero la agencia podría haber cambiado el mundo si hubieran visto lo la realidad. El tiempo no fue nada para él, se quedó quieto mientras observaba el edificio solo giro la mirada cuando vio a alguien acercase “Ten cuidado con tu siguiente movimiento, no estoy de humor para parloteo sin sentido”

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No, aquello no era cosa del karma. Lo supo en cuanto reconoció la voz de Claude entre la gente que se había acercado a observar que es lo que ocurría. Natasha había sido una de las testigos de como aquel hombre había robado en la tienda y, aunque desconocía los motivos que le habían llevado a hacerlo, le era complicado culpable. Por muy deshonradas que fueran, ella misma había tenido que recurrir a acciones como aquella para poder sobrevivir... Y es por eso que la imagen le producía más escalofríos de los que había esperado. Por el castigo que estaba recibiendo aquel hombre, por los efectos que tenían la habilidad de su compañero de equipo... Por lo que podía llegarle a pasar a ella.

Moviéndose lo más rápido que pudo, terminó de acercarse hasta plantarse al lado del Simmons y le tiró de la muñeca para captar su atención.- Detén esto. -Pero por mucho que hubiera querido sonar como una orden, la voz de la Klementieff tembló ligeramente en aquel murmuro, teniendo que buscar fuerzas para sonar más firme al repetirlo.- Claude, detén esto.

               Deja que el ladrón haga su oficio. Es cerca de la madrugada y hay poca afluencia de civiles en los alrededores de una tienda 24 horas, un hombre ha entrado con intenciones poco honorables dentro del comercio. Claude lo ha observado todo desde fuera sin moverse. El ladrón recoge el dinero, golpea al dueño y sale corriendo por la puerta creyendo que ha triunfado.

Lo cree pero no va a ser así.

Utiliza su poder y deja que éste envuelva al ladrón que al instante chilla, cae al suelo y se retuerce de un dolor insoportable. No deja de gritar y eso atrae a más gente que acude creyendo que un hombre necesita ayuda… Pero no es así (o puede que sí). -Es el karma. Murmura y se cree juez y verdugo en este veredicto.

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Jude.

Jude asintió sin querer rechistar, si le iba a invitar a una cerveza que menos podía hacer que dejarla sentar junto a él. Ya le había advertido de que no estaba en su mejor momento ni del mejor de sus humores… Ahora el problema lo tendría la otra si creía que una conversación entre desconocidos podía mejorar su estado general. Suspiró y se encogió de hombros ante su pregunta. -Un mal día, una mala semana, un mal mes, una mala época… El resumen de mi vida. Chasqueó la lengua, ¿cuántas veces tenía que equivocarse con la gente? ¿cuántas veces tenía que salir herido porque le decepcionaban?

Se rascó la barbilla y paseó la mirada por el ambiente, la verdad es que su estado decaído no era comparable a los ebrios y a los motivados de turno que llenaban las mesas de la zona dónde se encontraban. -Eso es porque soy especial. Bromeó con una media sonrisa que borró al instante. -O bien el resto ya han ahogado sus problemas en la bebida.

El pobre chico había dado con la persona mal indicada. Al menos que le sirviera de utilidad a Natasha, le daba bastante igual lo que le pasara… Al menos que fuera un caso con el que pudiera empatizar, cosa que no pasaba a menudo. Le miró con ojos tristes, como si realmente sintiera un poco de pena por él. Lograría que hablara y, si no le servía de nada, ya se excusaría para poder marcharse de allí.- Sé que no nos conocemos, pero puedes hablar conmigo si quieres… -le propuso con suavidad.- Va bien desfogarse.

Hizo ademán de querer apoyar la mano en el hombro del contrario, pero se interrumpió al último minuto. El chico podía ser reacio a gestos como aquel y no convenía espantarlo antes de tiempo. Optó por dejar escapar una ligera carcajada al oír aquel intento fallido de bromear.- Bueno, ya has hecho una broma. Es un pequeño paso para mejorar tus ánimos. -comentó con una de sus mejores sonrisas. Tasha prefería evitar beber, pero le dio un pequeño trago a su copa con la esperanza de que el contrario la imitara.- Entonces, si los demás ya han ahogado sus problemas, ¿no crees que tú también puedes estar contentos como ellos?

Girls just want to have... fun? { Aprilfest }

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Layla.

“ A mi parecer es como… Muy lleno de gente y bastante exagerado, pero es una experiencia, sin duda ” se rió. Era tal vez demasiado para ella, pero quizá Natasha lo disfrutaría más, realmente no lo sabía. “ Oh, no, vamos sin problema ” le dedicó una pequeña sonrisa y se puso en pie “ Tendríamos que ir rápido si queremos un buen lugar ”

Rió por lo bajo.- Tú eres la experta. O al menos debes conocerlo mucho mejor que otros de los aquí presentes. -comentó divertida mientras una sonrisa se asomaba por la comisura de sus labios. Natasha asintió ante las palabras de Layla y se hizo a un lado para dejarla pasar. Esperaba que ir a ver algunas de las actividades del evento, no fuera un gesto poco profesional por su parte…- Muchas gracias, Layla. -le agradeció de forma educada.- Ni siquiera te he preguntado como estás… Creo que tengo la cabeza un poco en las nubes.

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Clementine.

Si tenía suerte… El alcohol soltaría algunas lenguas y ayudaría a que algunos poderes/habilidades salieran a la luz. Aquello era por lo que Clementine rezaba para el Aprilfest, lo que esperaba obtener para la compañía (que últimamente estaba en horas bajas). Por ese motivo la francesa se encontraba cerca de las mesas dónde los bebedores se reunían para estar más cómodos… Ella apenas había probado su cerveza, pero estaba atenta a cada una de las conversaciones presentes.

Hasta que, de repente, una persona se dirigió directamente a ella. Y reconocía esa voz, aunque para muchos debía de seguir siendo una desconocida.

Alzó la mirada para posarla en el topo que la Compañía tenía dentro de la Agencia. No había mejor informadora que Natasha en ese momento… ¿Tendría buenas noticias? ¿Era el momento de darle la vuelta a la tortilla y plantar cara a esos que tan equivocados estaban? -Oui, puedes sentarte junto a mí. Le ofreció un lugar. -O si prefieres caminar, también estaría dispuesta a ello… Mientras charlemos, que importa el lugar o la posición.

Las cejas de Tasha se alzaron ligeramente a modo de sorpresa al reconocer a la francesa. No se había esperado verla allí… Algo le decía que tenía que haber asistido por algún motivo en especial y no tardó en imaginar la respuesta. Estaría en busca de EVOs e información, exactamente como ella. Natasha sonrió de forma ladina al escuchar como la invitaba a sentarse con ella. Con suerte Clementine podría informarle de como iban las cosas en La compañía, ya que su padre apenas le daba información, y ella también podría ponerla al día.

Miró de un lado a otro, queriendo asegurarse de que no hubiera nadie de la Agencia presente. El lugar estaba lleno de gente… Pero dudaba que fueran a prestarles atención ya que la mayoría estaban más bien ocupados en tratar de divertirse.

- Mejor vayamos a dar una vuelta. -propuso Natasha al oír a la rubia. Si estaban en movimiento, sería más fácil esquivar rostros conocidos y si alguien la veía y preguntaba, siempre podía excusarse con que estaba ayudando a la contraria o algo por el estilo. ¿Por qué iban a sospechar algo? Además que no tenía entendido que alguien supiera de la identidad de Clem como miembro de La compañía…- ¿Cómo va todo? ¿Alguna noticia interesante a la vista?

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