nivnq - Tumblr blog

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bueno chiquis, fue un gusto rolear durante estos meses con ustedes ! un abracito desde aquí y espero no reencontremos pronto en otros lares ! gracias por todo and... por aquí les dejo mi indie: @divnxia ! en caso de que alguien esté interesade en seguirme, un besito !  ♥

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*        daevn​.

los párpados caen, un poco de desconfianza en tan simple gesto. y por otro lado sabe lo lógico que explicación suena, clima es suficiente para brindar resfriados, como mínimo pero aún así, hay algo en el hangil que no sabe bien cómo describir. la confianza tampoco es suficiente como para exigir algún tipo de explicación y por ello mismo, decide creerle. “ oh. ” le toma por sorpresa, arcos elevándose en lo que dedica un breve asentimiento. después de ( ¿horas, minutos? ) en solitud, un poco de compañía no suena como lo peor que le puede pasar. no, ha vivido por peores experiencias. “ creo que voy a descansar un poco. ni siquiera debería alejarme mucho. ” sin varita vuelve una víctima aún más sencilla para cualquier posible depredador que ( puede o no ) esté afuera, observándolos. “ es tonto. nunca he sido la persona más racional. ” admite apenas espalda va a recargarse sobre tronco, llevando rodillas hasta pecho, abrazándolas. decir que pregunta no la descoloca sería mentir, porque lo hace. por ello labios entreabren y pestañea en una, dos, incluso tres ocasiones antes de aclarar su garganta. “ con la mujer ” suspira, “ lobo. apenas cierro los ojos y puedo verla de nuevo. pero esta vez parece más decidida. quiere matarme. ” si suelta una risita es para enterrar el nerviosismo que parece apretar sus pulmones. “ lo siento, no pensé que iba a sonar … así. ”

observa a la contraria sentarse a un lado, y su mirada reposa ahora totalmente sobre ella, su cuerpo todavía tiritando un poco debido al frío del ambiente. cubre parte de su boca entonces, porque no quiere acabar tosiendo deliberadamente y menos frente a su contraparte, mas cuando parece un poco más dispuesta en abrir un parte de sus preocupaciones con él.  “  no es como que yo lo sea tampoco, ”  admite, una vez que oye a daeun decir que el raciocinio no está en absoluto de su parte. y es que puede sentirse identificado con ella de algún modo, y eso quizás le hace empatizar más fácilmente con la contraria: de hecho, si lo piensa, ha sido esa una de las razones por las cuales acabó accediendo a formar aquella alianza.  “  ¿la mujer? ”   es cuestión que surge de sus labios, mas se calla de inmediato, entre boqueos y respiraciones entrecortadas por el asma, para seguir oyendo el relato impropio. es solo cuando acaba de exteriorizar sus inquietudes que se voltea nuevamente hasta ella, sopesando las palabras.  “  ¿hablas de la fiesta, no? ”  no sabe como debería imaginar el trauma que de seguro ha quedado grabado cual fuego en la piel en la consciencia de daeun, y de cierta forma, no está seguro de que palabras dedicarle exactamente. no sabe como consolar a otros, o hacerles sentir más en paz. realmente no es su fuerte, pero desea al menos intentarlo.  “  pero son... sueños, daeun. estás aquí ahora, viva. ”  le dice, abrazando sus rodillas.  “  esa mujer no... ha ganó sobre ti al final. ”  no sabe si se da a entender lo suficiente, por lo que luego suspira.  “  aunque lo entiendo... el soñar una y otra vez con... la manera en que casi mueres... lo entiendo. es una porquería-- y es peor, porque te da miedo. ”  

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*         hndaeha​.

“  ya somos dos  ”  con lo que había escuchado mientras buscaba a la criatura, pocos tenían esperanza de que aún siguiese vivos. con un montón de estudiantes desesperados por comida, una criatura mágica no los detendría de cazar lo que sea para comer.  a contrario del menor, él no se agacha, saca un paquete de galletas y deja algunos pedazos en el piso.  “  yah, ven a comer  ”  exclama esperando que bola de pelos supiese reconocer su voz. se queda parado en su lugar observando, esperando el más mínimo movimiento.  “  qing… camina hasta acá lentamente, creo que se está escondiendo de ti  ”  podía ver su pelaje desde los arbustos frente al hangil, era como si estuviese dudando salir a comer de la galleta.  

sigue ahí, buscando entre los arbustos, llenándose los cabellos de restos de hojas seca y ramas. incluso hay un poco de tierra en el puente de su nariz ahora, mas aquello no parece importar del todo. es luego de intensa búsqueda que ve como su contraparte parece tener una idea mucho más inteligente, dejando trozos de galleta por el piso, aparentemente intentando atraer al susodicho... y tal parece que es efectivo, porque es cuestión de oír la afirmación impropia y que su mirada vaya directamente hacia el sitio que este mismo mira, notando a la bola de pelos escondida cuidadosamente.  “  oh... ahí está, ”  señala, como si no fuese evidente ya. qing da un paso hacia atrás entonces, poco a poco distanciándose de la forma más silenciosa que le es posible, esperando que así el animalillo se mueva de su escondite.  “  ¿crees que funcionará? ”  pregunta en un susurro,  “  ¿talvez debería mirar a otro lado? ¿no le doy confianza? ”

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*        khyungu​.

‘ temo que no hagas lo que quieres sólo para que no me enoje ’ y a pesar de que lo que el contrario le dice es cierto, porque él mismo se encuentra en esas circunstancias donde necesita de una opinión externa para cambiar de parecer respecto a algo, quizás le pesa un poco el ser él, justamente, el que consiga eso en el contrario. ¿es su influencia realmente positiva en él? y si lo es, ¿para quién resulta positivo, para qing, para él, para ambos o para ninguno? tal vez es justo cuando peca de estar sobre-analizando las cosas de nuevo es que recibe aquel gesto peculiar por parte de qing. sus párpados caen cuando siente el golpecito de la frente contraria contra la propia, comprendiendo el porqué detrás de aquel gesto, que acaba siendo confirmado con las palabras del hangil. niega apenas cuando le pregunta si debería darte otro más, abriendo sus párpados otra vez. ‘ no dejaré de pensar aunque lo hagas ’ le asegura. porque pensar y sobre-analizar es lo que hace y ha hecho siempre, y hyungu tiene muy en claro que hay costumbres que le resultaría imposible perder, porque no es algo sobre lo que tenga algún tipo de control. y ahí radica una diferencia que cree importante en los dos, y que quizás le gustaría intercambiar, porque mientras piensa que no hay nada que el contrario deba cambiar de su forma de ser o pensar, piensa que hay muchas cosas de él mismo que le gustaría que fueran de otro modo, pero que sabe tan afianzadas a su ser que cree imposible cambiarlas. ‘ mhm, pero los conflictos se resuelven conversando ’ su mirada, entonces, se clava en la contraria. ‘ tú… ni siquiera lo discutes, sólo lo aceptas, y eso… se siente raro. que puedas cambiar de parecer tan rápido, sobre todo cuando sé que eres terco — ¿hago mal en pensar que… te influye el hecho de que sea yo quien te lo dice? ’ quiere saber. y aun si es simple paranoia lo que lo lleva a analizar las cosas de esa manera, le parece bien conversarlo con él, porque incluso si aquello no es lo que ocurre, se siente más seguro dejándole en claro que no pretende que acepte todo lo que le diga, que sepa que considera mucho más sano el intercambiar opiniones, el llegar a punto medio en el que ninguna de las partes deba sentirse inconforme. ‘ ¿porque…? ’ alza las cejas, mas no insiste mucho más en oír el final de esa frase que el contrario ha dejado inconclusa. ‘ en la fiesta dijiste lo mismo ’ recuerda. ‘ — que yo te hago pensar ’ y recuerda la frustración que aquello le despertó. y también recuerda todas las cosas que vinieron después, todo lo que el dijo en ese estado de semi-embriaguez que ahora, cuando lo recuerda, consigue avergonzarlo un poco. porque no es muy típico de él eso de escupir pensamientos y razonamientos que no han pasado por un largo y minucioso análisis, y en ese entonces le dijo cosas que todavía le causa cierto rechazo recordar. ‘ no lo hagas, déjame eso de pensar a mí — todas las cosas que hay que resolver… las debo resolver yo ’ le asegura. ‘ no hay nada que tú debas cambiar, no hay cosas que debas perder ni ganar, y si las hay… las encontrarás tú solo, sin que yo interfiera ’ es él quien opta por presionar su frente ligeramente contra la del contrario por un instante más, mirándolo directamente a los ojos, como si buscara que aquellas palabras realmente llegaran a la mente contraria, antes de apartarse una vez más. siente que la frustración que invade a qing, y la que lo invade a él mismo resultan similares, porque lo cierto es que le gustaría ser capaz de brindarle la ayuda que precisa de él, pero hay demasiados datos que le faltan, demasiada información incompleta. se pierde un instante en sus pensamientos, dándole vueltas a todos esos datos que qing le ha compartido, pero cuando lo escucha afirmar que se siente un poco más fuerte gracias a él, su atención vuelve a centrarse en el hangil. ‘ puedes permitirte no ser fuerte de vez en cuando, derrumbarse es necesario en ocasiones ’ le asegura. ‘ y tú… tienes a mucha gente dispuesta a sostenerte cuando lo hagas ’ y ese abrazo con el que lo rodea se ajusta un poquito más, como si quisiera demostrarle que en ese mismo momento él está dispuesto a hacerlo. sabe reconocer que qing cuenta con algo a lo que debería sacarle máximo provecho, y eso es el tener acceso a la contención de las personas que lo quieren, de esos amigos de los que le ha hablado, de esa familia a la que parece ser tan unido. cuando qing vuelve a hablar, de cualquier modo, aquella presa alrededor de él se desarma, en lo que permite que una de sus manos ascienda hasta la frente contraria. ‘ ¿quién es el que está pensando demasiado ahora? ’ entendía de dónde nacía esa necesidad de pensar en todas las posibilidades que se alzaban ante él en ese momento, pero al mismo tiempo, la consideraba un signo de que el contrario se encontraba demasiado ansioso y preocupado, y pese a entenderlo, tenía intenciones de apaciguar un poco esas emociones. ‘ lidiaremos con lo que sea que se avecine ’ promete, aun cuando en el fondo siente las mismas preocupaciones que él, porque él también quiere creer que el contrario podrá resolver cualquier conflicto que se le presente, y que él mismo podrá estar ahí para ayudarle. ‘ mhm, de todas formas, hubiera preferido que no fueses tú ’ admite. está seguro de que todo aquel asunto no tendría el mismo peso para él si qing fuese otro espectador más, otro de esos afortunados a los que sólo les queda observar la situación desde afuera y elegir en cuál de las partes creer. él nunca ha experimentado por cuenta propia los efectos de una maldición imperdonable, y pensar que el contrario ha tenido que sentirlo consigue que una opresión se forme en su pecho, llevándolo a suspirar. cuando qing busca esconder su rostro contra su pecho, aquella mano que reposaba sobre su frente acaba sobre su cabello otra vez, y sus dedos se enredan ahí, jugueteando. ‘ si te sentiste de ese modo, entonces… eres capaz de comprender lo que siento yo ahora mismo, o lo que sentirán las personas que se preocupan por ti cuando sepan lo que te ocurrió ’ su mano desciende otra vez, uniéndose a su igual en aquel abrazo que todavía mantiene alrededor del otro muchacho. aquella pregunta consigue llamar su atención, y su mirada busca por la de él, como si en ese gesto pudiera entender exactamente a qué se refiere. ‘ no me lo tienes que pedir ’ le asegura, ahora desocupando una mano para tirar levemente de aquella manta que cubre al contrario para acomodarla mejor sobre él, para cubrirlo mejor del frío. ‘ te dije que me quedaría ’ reitera.

“  qué no, ”  le insiste, frunciendo los labios cuando el otro no parece querer entender su postura de que no lo hace por tenerlo contento simplemente.  “  y sé que no importa cuantos golpecitos te de, no dejarás de pensar una y otra vez en esa cabeza tuya, ”  agrega, tocando la frente opuesta con su índice.  “  aunque el hecho de que pienses más en ciertas cosas... me ayuda a pensar un poco también, creo. cuando mis padres me insisten en reflexionar sobre ciertas cosas, creo que al final termino haciéndolo porque no quiero cerrarme a creer solo en lo que yo quiero creer. supongo que contigo es algo similar... no puedo ponerlo de ejemplo con otros, porque tampoco es que mis amigos sean... huh, de reflexionar mucho tampoco. ”  si consideraba que la mayoría de sus conocidos eran población hangil, se entendía un poco hasta donde quería llegar su comentario. su punto era, que deseaba empezar a tener más en cuenta los sentimientos y razonamientos de los demás, porque a la larga, su mundo estaba compuesto en parte por los lazos que ha formado con otras personas --hyungu entre ellos.  “  no quieres discutir conmigo, hyungu. ”  le advierte, pero en un tono que no demuestra malestar o amenaza alguna. solo quiere hacerle ver que las cosas no son del todo como él piensa que son, al menos cuando se trata de qing.  “  soy muy persistente cuando quiero tener la razón. justo ahora, creo que tú la tienes, y por eso no discuto. no es tan profundo. ”   se encoge de hombros, exhalando pesado, todavía sintiendo los vestigios de la vía aérea silbando en su pecho. la sensación de la frente impropia sobre la suya consigue que termine observándolo, sus pestañas cayendo un poco --antes de que arrugue un poco el ceño con un sentimiento de determinación.  “  pero ya eres parte de mi mundo, ¿sabes? no hay forma en que no pueda considerarte. o pensar sobre ti, o en nosotros. ”  se da una pausa, sopesando sus palabras, y entonces continúa.  “  pero es cierto que hay cosas que también encontraré por mi cuenta. hay cosas que quiero que sean así, y otras que quiero que sean contigo. entonces... no me apartes. ”  qing mismo había decidido que quería estar cerca de él, que quería compartir un mismo espacio con él y aferrarse a ese nuevo tipo de felicidad; quería abrirle la puerta de su propia vida, y mostrarle todas las cosas que tanto disfrutaba. por eso se abría sin tapujos, demostraba un lado de sí mismo que difícilmente era accesible a cualquiera e insistía en correr justo a su lado, buscando, buscando, buscando. y era persistente, por lo que no deseaba rendirse en esa búsqueda de encontrarse directamente con él otro y conocerlo, entenderlo. solo quería estar a su lado. era un sentimiento sumamente simple, y qing se caracterizaba por no complicarse y embeberse de esa misma simpleza.  es en caricias que luego el otro efectúa sobre él que se permite relajar su mente nuevamente, apagar las inquietudes que le han perseguido desde el momento en que lo ocurrido con haena había comenzado a atormentarlo, como una pesadilla sin fin. y es a esa calidez que se entrega abiertamente, rodeando aun más fuerte al otro, estrechando un abrazo que le hace sentir reconfortado, que calienta sus mejillas y humedece un poquito sus ojos --mas ahí se detiene, porque ha decidido no llorar más por todo esto. esta vez quiere ser fuerte y afrontar lo que venga, desea encontrar las respuestas que busca y evitar que algo como esto pueda sucederle a alguien más --quiere ser el último experimentando una tortura tan inimaginable como esa. y de esa determinación se empapa, y con ella, las palabras que le dice el otro, solo lo fortalecen más.  “  no estoy siendo fuerte contigo ahora... otra vez, ”  bromea, señalándole que ya le ha dejado ver, una vez más, una parte vulnerable de sí mismo.  “  voy a terminar acostumbrándome a este paso, ”  y presiona aun más su cara en el pecho impropio, de pronto balanceando ambos cuerpos de adelante hacia atrás.  “  yah, tengo derecho a pensar de vez en cuando, incluso si... los hangil no siempre pensamos, ”  comenta, con un tonito más suave. la sensación de los dedos ajenos enredándose en sus cabellos le llevan a frotar el rostro ahí, donde permanece oculto en el refugio de sus brazos, como si se tratara de un animalillo buscando caricias.  “  lo comprendo... debe ser insoportable pensarlo, ”  agrega, seguro de que todo el pánico de imaginar a sus seres queridos sufriendo debe ser un sentimiento compartido no solo por el otro, sino también para otros que lo ven como alguien importante --sus progenitores, sus amigos. y se promete, silenciosamente a sí mismo, que al menos a sus padres no les revelará lo que ha sucedido. al menos, no por el momento.   “  pero ya estoy bien. mucho mejor. ”  y es en la afirmación que le da el contrario, asegurándole que sí se quedará con él, que qing se deja poseer por una sensación sumamente extraña, nueva y que vibra dentro suyo, haciendo que se alce desde donde está, mirando al otro a la cara. y allí mismo, se acerca, y es un beso suave en la mejilla ajena lo que deja, acompañado de una pequeña y genuina sonrisa.  “  gracias. ”  y entonces, se aproxima otro poco, su nariz rozando la ajena.  “  si quieres yo puedo ser tu almohada ahora. ” 

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*        hndaeha​.

“  así es  ”  asiente una única vez, sus palabras contradecían perfectamente a lo que estaba haciendo. hablando con otros para buscar su bola de pelos, no era su culpa que el pequeño fuese débil y tenía pocas probabilidades de sobrevivir en temperaturas tan bajas.  camina a su lado, siguiendo indicaciones en silencio.  “  agradezco que me estés ayudando  ”  palabras sonaron más como obligación que con sinceridad, aún se acostumbraba a mostrar aquella parte de él, la que daba las gracias cuando se merecían.  “  que no es mi–  ”  prefiere callarse, muerde el interior de su mejilla para no caer en la misma discusión de siempre.  “  si estaba cerca de algún arbusto con frutos o cerca de la cocina seguro era él  ”

patrañas, piensa para sí mismo cuando oye tal afirmación, mas no dice otra cosa al respecto.  “  ah, no hay nada que agradecer, solo no... quiero que lo vayan a cazar o algo, ”  frunce el ceño, y quizás hay un carmín leve asomándose en sus mejillas cuando escucha aquel agradecimiento, porque lo cierto es que todavía no sabe muy bien como manejar las situaciones en donde otros se sienten en deuda con él. frota sus cabellos en el proceso, mientras intenta hacer memoria de lo que ha visto, y es ahí que corre cuando la palabra arbusto le hace dar con la aparente solución del problema. se inclina ahí sin decir nada y empieza a rebuscar atentamente, sin darle importancia a las hojas filosas o tallos en punta que pueda encontrar en el camino.  “  ¡arbusto! ya recordé. vi a un animalillo corriendo rápidamente y cuando traté de hacer algo, ya había desaparecido. de seguro se escondió en alguno de estos arbustos, ¡tienen bayas! deberías buscar también. ”  sugiere, mientras tiene un hoja reposando en el puente de su nariz. 

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*        somchwtng​.

“Es que–– todo esto está horrible” admitió por primera vez en voz alta desde la fiesta de Halloween. Sentía que si anunciaba lo obvio solo ensombrecería más las cosas. “Y bueno, también es normal dentro de las montañas” explicó, a altas alturas se daban más las temperaturas frías. “¡ah! dame un segundo” se apresuró a volver a lo que sería el campamento y consiguió la manta con la que había estado durmiendo. Estuvo de vuelta en dos minutos y colocó la manta sobre hombros ajenos. “Tal vez te ayude con tu tos”

“  mmm... ”  supone que la lógica de la contraria tiene sentido, las montañas eran una historia completamente diferente si se le comparaba con otros lugares, donde el frío apenas comenzaría a asomar. está por decir algo al respecto, pero se sorprende cuando la ve pararse de golpe y dirigirse a quién sabe que sitio, aguardando con las palabras en la boca hasta que la ve regresar una vez más. cuando siente la manta cayendo sobre sí, no puede hacer más que sorprenderse y luego negar con la cabeza.  “  espera, ¿no sería mejor que te abrigaras también? acabarás resfriándote tú en lugar de mí. ”  espeta, no muy seguro de si debería aceptar este gesto de amabilidad o no.  “ además, la noche es mucho más fría. ”

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*        khyungu​.

la delicadeza de aquel gesto sobre su rostro es suficiente para lograr que se sienta molesto consigo mismo. es qing el que se encuentra mal, y es su incapacidad para actuar de la manera correcta al primer intento lo que provoca que él reaccione de aquella manera, dejando de lado lo que le pasa y preocupándose por él. abre la boca para contestarle, pero las acciones que le siguen a aquel primer gesto consiguen que toda palabra muera en su boca y que sean sus ojos, con los párpados abiertos un poco más de lo normal, los que observan con atención en aquel par de oscuros iris que exigen por ello. permite que las palabras contrarias choquen con las ideas propias, deja que entren en conflicto con ellas, que las disuelvan, que las resuelvan. porque ahora que consigue verlo un poco más desde la perspectiva ajena, logra creer en lo que le dice, consigue darse cuenta de que son quizás los temores propios, ese miedo tan grande de arruinar algo que considera tan sagrado como lo es aquella personalidad que es natural en qing, y que para nada desea que sea alterada por sus propios deseos egoístas, lo que consigue que arribe a conclusiones por completo erradas respecto al porqué de las decisiones contrarias. entiende que desde el punto de vista ajeno sea todo lo contrario, que para el hangil significa regresar a ese acostumbrado lugar en el que pone al resto por encima de él, y esa forma de verlo o analizarlo consigue tranquilizarlo. ‘ de acuerdo ’ sus párpados caen junto con su mirada tan pronto como el contrario acaba de hablar y se aparta de sí, mientras un suspiro bajo renueva el aire de sus pulmones, que se sienten tan desprovistos de oxígeno como si en todo ese rato no hubiese respirado de la manera apropiada. ‘ pero… qing, no es que me asuste que hagas cosas por mí ’ al menos no es tan simple como eso. ‘ lo que me asustan son tus… motivaciones, pensar que lo haces para que no me moleste, o porque notas que estoy molesto ’ y tal vez había resultado difícil interpretar que no era eso lo que le estaba ocurriendo, porque se había dejado guiar por sus palabras, por aquellas preguntas que buscaban comprobar si estaba enfadado con él, por aquel deseo de verlo más tranquilo. resultar influenciable en los demás, casi siempre de una manera negativa, es algo de lo que lleva tiempo sabiéndose capaz. en otras épocas aquello era algo de lo que le gustaba sacar provecho, el reconocerse con la habilidad de entender las mentes ajenas, comprender cómo funcionaban y tener en sus manos todas las herramientas necesarias para cumplir con dos propósitos que usualmente coexistían. por un lado, el hallar y señalar fallos, y por el otro, el provocar reacciones que le resultaran convenientes para su propósito de turno. esa venda que jura ver en los ojos del contrario, es una con la que en otros tiempos solía cubrirle los ojos a las personas cerca de sí a completa consciencia. son hábitos viejos los que siente tan arraigados que no puede evitar que se manifiesten inconscientemente frente él, y es cuando qing parece ceder ante ellos que lo nota, y es ahí que se arrepiente, porque en él no busca eso, en él le despierta rechazo la sola idea de pensar que haría algo por complacerle o por recibir algo de su parte. y es ahora, con las ideas un poco claras, que entiende cuan ridículo es aquello, considerando que no hay nada que crea que el contrario pueda esperar o querer de él. ‘ uhm… ’ piensa en una manera sencilla de explicarle la raíz de ese miedo, de una manera en que no se desvíe el foco de la atención hacia él, porque suficiente culpa lo invade ya por haber provocado aquella reacción en el contrario  al final, sin embargo, se da por vencido y dedica su atención en encontrar una solución a ese conflicto con el que, en otra oportunidad, se dispondrá a lidiar. ‘ creo que lo mejor será que… si algo de lo que haces me inquieta o me molesta, espere a estar tranquilo para conversarlo contigo ’ mordisquea su labio inferior, deseando dar por terminado el tema ahí. cuando siente a qing aferrarse a él, por primera vez en mucho tiempo, logra evitar pensarlo, y en cambio simplemente lo acepta. su atención se centra en el relato de lo ocurrido, y aun cuando desconocía a la fallecida jaram, no puede evitar reparar en el detalle que el contrario le comparte. ¿cómo era posible que supiera a dónde apuntar con el fin de manipular su voluntad, si no conocía realmente a qing, si había elegido a un alumno al azar? podía encontrar la explicación en asuntos como la legeremancia, pero el hacerle pensar a qing que aquella muchacha pudo haberse metido en su mente no era algo que creyera prudente hacer en ese momento. aquella mano que regalaba caricias sobre el cabello contrario se posa sobre su hombro en cuanto lo siente esconder su rostro en aquel refugio que ha encontrado, sus dígitos se presionan levemente, y ese gesto también busca ofrecer consuelo. ‘ ella… encontró tu punto débil ’ concluye, todavía dándole vueltas al asunto. su ceño se frunce levemente al escuchar la mención sobre aquella pregunta, porque no es un asunto que hubiera imaginado tan importante para él, y el haberle respondido sin pensar demasiado su respuesta le provoca cierto arrepentimiento. ‘ ¿crees que juzgaría cualquiera hayan sido tus decisiones en ese momento, qing? ’ era cierto, el movimiento anti-criaturas no era uno que, desde su punto de vista, mereciera recibir un castigo como aquel. y sin embargo, podía entender por qué qing habría optado por defenderlo, por aferrarse a la defensa de lo que él creía correcto y por no dejarse dominar por alguien que buscaba forzarle las ideas opuestas a través de la tortura. otra vez, su mente se deja perder entre las ideas que surgen a partir de las palabras contrarias. quería dar un mensaje, pero después había acallado las voces que intentaban transmitirlo. ‘ no tiene sentido ’ concluye, y por mucho que intente encontrarle uno, no lo consigue. su mente no halla razones para que un par de estudiantes lo arriesgue todo por intentar obligar a unos pocos alumnos al azar a rendirse ante lo que les exigen, y después se arrepientan. ‘ dos personas que son capaces de torturar a otras a plena luz del día, en un lugar tan público como el jardín, o… cualquiera haya sido el lugar en el que se encontraron con los demás… ’ parecía hasta desprolijo cuando ordenaba los hechos de esa forma, descuidado, demasiado para dos personas que luego iban a optar por la prudencia. ‘ si se hubieran arrepentido o hubieran cambiado de parecer, ¿por qué elegir un hechizo para silenciarlos? ’ hay acciones más concretas para silenciar a una persona, acciones que personas que actúan con ese nivel de impunidad no habrían dudado en llevar a cabo. y de repente se siente aliviado de que haya sido un hechizo lo que los haya mantenido callados, de repente lo cree inofensivo. ‘ qing… yo reitero que te creo, pero todo lo que ocurrió… no tiene sentido alguno ’ tiene que admitir. y ya no se siente seguro con lo que anteriormente ha afirmado, ya no puede asegurar que ahora está a salvo y no tiene que seguir preocupándose por ellos. ‘ es decir, podemos fingir que su muerte era parte del plan, pero… en primer lugar, ella te dijo que se volverían a ver. y en segundo lugar… ¿qué sentido tendría que nos enfrentemos ahora contra las semi-criaturas? ¿de dónde los echaríamos si ni siquiera tenemos colegio? y, peor aun, si no podrían irse a ninguna parte aunque lo quisieran ’ niega con la cabeza, siendo capaz de comprender. ‘ el plan tal vez fue cancelado o frustrado por algún motivo ’ y lo más frustrante de aquello es pensar en que qing atravesó todo ese martirio por nada. ‘ quedémonos con esa teoría, ¿quieres? ’ le propone, intentando encontrar su mirada. ‘ pensemos que su plan fue un fracaso, porque eso significaría que ahora estás a salvo ’ y aunque no consiga estar cien por ciento convencido de eso, teniendo en cuenta todos los problemas que el contrario carga sobre sus hombros en ese momento, cree necesario restarle uno.

“  ¿temes que no sea yo mismo... solo por complacerte? ”  cuestiona abiertamente, incluso si algo en él le dice que el mayor quiere dejar a un lado el asunto. es ahí que exhala pesado y con dificultad, sosteniendo todavía el rostro contrario y ahí es donde... le deja caer un golpecito ligero en la frente con su propia cabeza, un muy suave cabezazo que no llega a ser doloroso.  “  mmm... mi sensor dice que... estás pensando demasiado, hyungu. ”   le dice, sin despegar su propia frente de la impropia.  “  voy a tener que sacudir esas ideas tuyas un poco. ¿te doy otro cabezazo? ”  y es ahí en que le mira, desde la proximidad de su rostro, la nariz rozando directamente con la impropia. y qing lo sujeta con cierto cariño, incluso si su forma de sostenerlo podría considerarse infantil a simple vista. aun con la amenaza del golpecito, este nunca llega.  “  no es... ¿no es normal que no quieras que una persona que valoras o te importa no esté enojada contigo...? no me hagas explicarlo, ”  le dice, sus mejillas encendiéndose un poco mientras mira hacia un costado y luego de vuelta al otro. es inevitable no avergonzarse.  “  pero incluso yo sé que habrá veces en que no podrás evitarlo, y yo tampoco podr�� evitar que te enfades y sé que sería igual conmigo si yo mismo me enfadara contigo, así que... está bien de esa forma. ¿n-no es así como funcionan las emociones? ¿o las relaciones? sería irreal si nos lleváramos bien siempre, o estuviésemos de acuerdo en todo,  ”  sonríe un poco, y luego desvía la vista, porque le resulta difícil explicarse a sí mismo, pero lo intenta. “  no soy de pensar demasiado las cosas, y sé que tu haces lo opuesto; que piensas un montón sobre... todo. pero si debo sentarme a reflexionar, lo haré. y es lo que decidí hacer ahora sobre esto, porque... ”  te quiero, se deja para sí mismo, sin tener el valor de pronunciar las palabras. quizás porque no cree que sea el momento apropiado de decírselo todavía --incluso si falla en encontrar otra razón que pueda igualarse a la misma, y termine dejando la oración en la nada. asiente ligeramente cuando el contrario le da esa última opción, quizás queriendo dejar zanjado el asunto. y es lo que qing acaba por aceptar finalmente, más cuando regresa buscando la calidez de los brazos impropios. apaciguar sus propias preocupaciones, incluso si se trata de una tarea difícil, consigue resultarle más fácil ahora que sabe que cuenta con hyungu, que el contrario confía en su palabra incluso si hay tantas cosas que resultan inexplicables sobre lo sucedido. porque qing lo sabe mejor que nadie; ve ahí, claramente, todas las incongruencias que hay en sus testimonios y las supuestas intenciones de los fallecidos, sabe, además, que dada toda la situación acontecida, bien podrían culparlos por no advertir antes de la situación que se estaba desenvolviendo en guleumseong. ¿un hechizo? ¿quién iba a creerlo, si no tenían como probarlo? había una abismal diferencia entre decirle todo a hyungu y hablarle a las personas que no lo conocían y que, es más, quizás tampoco le guardaban simpatía. suponía que era lo mismo con seojun y yongguk, y aquella realización lo hace sentirse desalentado. al final, no importaba cuanto pudiesen alzar la voz las víctimas, el mundo siempre exigiría más y más razones, más pruebas tangibles, pondrían en duda el sufrimiento que ellos mismos no habían vivido y cuestionarían por qué no habían sido capaces de hablar cuando tuvieron la oportunidad. que aterrador sentimiento, y cuanta soledad podía sentirse en ese lugar.  “  sé que no tiene sentido ni hay... pruebas tampoco. ”  exhala pesado, y entonces, vuelve a mirarlo, aclarando su garganta cuando siente que quiere toser una vez más.  “  pero creíste en mí. con eso estoy bien por el momento... me siento un poco más fuerte. ”  sonríe en una muestra de sincero agradecimiento entonces, descendiendo de nuevo cuando su mejilla se posa en el hombro impropio.  “  no sé qué pasará ahora... probablemente no nos crean, o nos culpen por no decir esto antes... ”  incluso para él la situación era confusa e incierta.  “  o quizás hagan como que nada ha sucedido, y todos acabarán olvidándolo. ”  y ellos tendrían que sobrellevar ese trauma hasta que, lentamente, su efecto empezara a hacerse un poco más tenue cada día --hasta que pudiesen convivir con ello. después de todo, son los únicos a los que se les ha dejado aquella carga.  “  es bueno pensar que el plan se frustró, al menos... nadie debería pasar por algo así otra vez. ”  cuando lo piensa, quizás el sacrificio de haberlo sufrido él y no alguien más de pronto parece un buen placebo para calmar la ansiedad en su cabeza.  “  solo no quería que ella... los lastimara-- a ti, a los demás. realmente sería insoportable. ”  y esconde la cara en el pecho ajeno cuando dice eso, porque el hecho de que una persona como haena pudiese ver tan fácilmente en sus debilidades le resultaba aterrador. la manera en que estuvo asustado después de lo sucedido, cuestionándose si quizás lo mejor era olvidar a cada persona que le importaba para protegerlas, consigue que tiemble un poco en el abrazo ajeno, sin ser capaz de confesar esa parte de su experiencia al otro --tampoco el como pensó en la muerte como única escapatoria cuando el dolor se volvió demasiado profundo. siente demasiada vergüenza de sí mismo. “  oye, hyungu. ¿te quedarías aquí conmigo? ”  pregunta, viéndole desde donde está mientras la mitad de su rostro sigue escondido en sus brazos. incluso si el otro ya se lo había asegurado, de pronto su pregunta parece tener un significado diferente, algo que qing no sabe distinguir de qué se trata, pero que necesita oír.

[nivnq]

*        lixzhang​.

‘ ¿por qué haces ruido? ’ frunció su entrecejo, algo desconcertada ante las palabras contrarias puesto a que no había hallado ningún tipo de irregularidad o sonido como tal que entonces pudiese provocar esa molestia de la que el contrario hizo alusión; fue luego que su mente se activó, creando entonces miles de variantes, opciones que validarán las prosas contrarias, gestando aquella posibilidad más hilarante. ‘ ¡mierda! — te estabas masturbando ’ llevó sus manos hacía sus labios, queriendo ahogar entonces el carcajeo, la burla propuesta por su propia lengua siendo en demasiada efectiva. incluso ella había conseguido distenderse. no obstante, cuando él fue quién indagó, toda gracia se disipó de manera paulatina mientras sus hombros se encogían, restando todo tipo de relevancia. ‘ estaba hablando con uriah, él me está ayudando con unas cosas ’ su índice se elevó hacía su sien, queriendo exponer que el socorro del profesor se trataba de cuestiones complejas como las que suponía entonces su cabeza. inseguridades, dilemas, paranoia, todo aquello que padecía y podría estar atormentando a cualquiera. ‘ de todos modos si no puedes volver, no creo que deberías estar solo… mhm, ¿y si vas con uriah? te puedo acompañar ’ reiteró nuevamente, ansiando evadir repreguntas, volviendo el foco de conversación hacía al más chico. el profesor se encontraba despierto y un poco alejado del grupo, la opción parecía viable para ese conflicto del que habló el muchacho. 

“  ah,  ”  dice, saliendo de su distracción cuando escucha aquella pregunta, a punto de responder cuando las palabras ajenas le hacen prácticamente saltar en su sitio, dejándolo tieso como si hubiese visto un fantasma.  “  ¿eh-- eh?! ¿¡no!? ”  exclama, su rostro enrojeciéndose en cuestión de minutos ante tal desvergonzada suposición.  “  ¡¿n-n-no es eso?! ”  escandalizado, hace gestos sin sentido con sus manos, y solo consigue que menos aire le entre a los pulmones con lo rápido que habla a continuación.  “ no dejaba de toser y moverme de un lado a otro, ¡es por eso! ¿qué clase de ideas te estás haciendo en esa cabeza tuya--? ”  y casi como si hubiese invocado la condición, su pecho se contrae ligeramente ante un nuevo ataque de tos, un poco más corto que los anteriores que había tenido. en el acto, se cubre con un brazo y vuelve a mirar a la contraria una vez que todo pasa, aun con los remanentes de calor en sus mejillas. su ceño se frunce un poco mientras le observa con una expresión casi recriminatoria, porque de forma casi involuntaria había reaccionado con timidez y acabó subiendo su tono de voz unos cuantos decibeles, olvidando que habían otros durmiendo cerca.  “  ya veo, ”  dice, no queriendo inmiscuirse mucho más allá en los asuntos de la contraria. asume que todos están pasando por diversos estados en vista de la situación en la que se encontraban, y no sería nuevo para nadie acabar teniendo síntomas tanto físicos como mentales. supone, entonces, que la persona enfrente suyo está lidiando con algo de ese estilo.  “  no, que está bien. uriah está muy ocupado ultimamente. los profesores deberían descansar también, ”  se excusa, al final arropándose en su rincón bajo el árbol mientras atrae más las rodillas hacia si, con un gesto ya recompuesto.  “  estaré bien. tu deberías volver también. ”

[nivnq]

*        seojjvn​.

‘ no significa que tú no las necesites ’ suelta opinión. masculino parecía estar agarrándose algún tipo de resfrío, tal vez hasta una bronquitis, con como iban bajando las temperaturas no pasaba de la posibilidad de que más de uno enferme. y jun tal vez era friolento, pero no era de enfermarse, no mucho al menos. era aquel tipo que agradecía a su sistema inmune por resistir, bien cuando llegaba la hora de caer enfermo siempre lo hacía de fondo, guardando reposo en cama y exagerando síntomas por no estar acostumbrado. ‘ eso explicaría lo terco ’ referencia a la casa del chico. bien le dice amigable, con una sonrisita que intenta parecer amigable pero que ve medio forzada en las facciones del chico, difícil que esta haga juego con facciones cuando estas lucen hasta más delicadas luego del llanto, pestañas aún humedecidas por las lágrimas que soltó hace un rato en solitario. a pregunta, baja la mirada a sus zapatos. ‘ algo así ’ pesadillas basaban en la realidad, en traumas dejados por la experiencia vivida con jaram y bajo maleficio, al perder control y tomar la forma de parásito y desatar de manera violenta. y a confesión siente más tranquilo, aquella pared de incomidad haciendo más pequeña cuando entera que masculino ve en la misma situación. ‘ ¿algo muy feo? ’ las pesadillas del chico no son asunto suyo, pero pica la curiosidad si este pertenece al mismo grupo que aquel otro hangil y mismo seojun, el de víctimas. no es que asocie cada persona y trastorno de sueño a torturas, pero está la posibilidad de que chico pueda entenderle más que aquellos que sólo llevan la vivencia del ataque masivo. ‘ es posible, hay cosas peores ’ a jadeos decide acercar, tirando de un lado de su bufanda por tomar ambos extremos con sus manos y estiarle por que esta enganche del cuello del chico, dejandole caer con cuidado por sobre sus hombros. ‘ te vas a enfermar ’ es la única justificación que da, haciendo a un costado por tomar asiento en paralelo, posando su espalda contra el tronco de uno de los árboles. ‘ y no, no realmente.. pero, aquí es distinto ¿no? no… no me da miedo la oscuridad, pero es más difícil ver si viene alguien o si estamos rodeados de esta forma ’ paranoia. la posibilidad de que en cualquier momento fueran a sufrir otro ataque es lo que le mantenía despierto y hacía observar en dirección de la oscuridad por si percibía algo fuera de lo normal. y contrae sus piernas, abrazando de mismas a lo que niega. ‘ no, mi boggart es… es un poquito más personal ’ no da detalles, es humillante que su miedo más grande sea él mismo pero en naturaleza anormal. ‘ aunque quizá cambió con los últimos eventos, quién sabe. tampoco quiero enterarme ’ no, sabía que boggart sería el mismo, nada superaría ello, ni siquiera la risa de haena o el ataque de su profesora favorita conta compañeros y el caos que vino con ello. objetivo era aligerar ambiente con último comentario, trata de deshacer un poco de aquella tensión que traduciría por incomodidad.

cuando oye las palabras ajenas, no puedo evitar observarle sorprendido, antes de que deje escapar una risa resignada.  “  no eres el primero que me lo dice. ”  reconoce, estrechando aun más el abrazo en sus rodillas, mientras busca aclararse la garganta. el proceso solo le lleva a toser de nuevo, por lo que no duda en cubrirse con un brazo antes de inhalar profundamente. el problema es que el aire helado no le ayuda demasiado.  “  y eso también, ”  agrega, ahora haciendo referencia a lo de la terquedad. lejos de molestarse, comienza a reconocer en las palabras de otros un poco de verdad; en como no suele escuchar a nadie, en como se ajusta a lo que él piensa incluso si eso pudiese llegar a lastimarlo más. talvez deba aceptar la preocupación que la gente demuestra hacia él, en lugar de intentar parecer fuerte... pero es difícil cuando toda su vida se ha propuesto ser ese tipo de héroe valiente e inmutable que es capaz de enfrentarse a cualquier cosa sin ceder ante sus propias debilidades. atención recae ahora fácilmente en la forma en que el contrario intenta lucir afable, pero todavía con ese brillo peculiar en su mirada, una especie de tristeza o susto --no sabe reconocer el sentimiento del todo--, presente en sus pupilas, limitando por completo el tipo de expresión ensayada que talvez busca ofrecerle. es ahí, en dicha confesión, que qing parpadea un poco más, preguntándose si acaso podría estar frente a una persona que, justo ahora, haya vivido las mismas circunstancias que él. sin embargo, y dado que el ataque a la fiesta de halloween todavía podía considerarse reciente, no sabe si dar por sentado que se trata todavía de ello, de la situación actual o de sus sospechas siendo ciertas. es cuando le pregunta sobre su caso, que qing opta por asumir el riesgo.  “  solo pensaba en... ”  duda un poco, no muy seguro de como abordar el tema.  “  esos estudiantes fallecidos a los cuales están acusando, ”  finalmente pronuncia, su mirada cayendo sobre el rostro ajeno de manera disimulada, monitoreando su reacción.  “  tener eso en mi mente... me quita un poco el sueño, ”  reconoce, y entonces estira la mano hacia el otro, enseñándole allí la existencia de una cicatriz, hecha con la pisada de un tacón. espera que eso sea suficiente para que el contrario entienda el mensaje que quiere darle.   “  así que... ¿realmente estamos igual? ”  cuestiona, la pregunta llevando un mensaje un poco más implícito en ella. de hecho, su mirada ahora esta fija sobre el contrario, como si estuviese expectante por una respuesta... mas no consigue volverse intensa del todo cuando la sorpresa lo embarga apenas siente la bufanda impropia rodeando su cuello, aportándole calidez y protegiendo aquella zona del frío que no parece tener conmiseración con nadie.  “  ¡e-espera! ”  dice, de inmediato su cara enrojeciendo un tanto, más que nada por una cuestión de poca costumbre. no sabe nunca como reaccionar ante los actos de amabilidad de los demás.  “  ¿estás seguro? ¿qué hay de ti? ¿no tienes frío?  ”  cuestiona, mirando la prenda que ahora reposa sobre sus hombros. el tema queda a medias sin embargo, pues cuando seojun habla sobre como no le teme a la oscuridad, pero si a lo que puede salir de ella, qing mira hacia sus espaldas y luego a sus propios lados, como inspeccionando el área.  “  entiendo... quizás podamos... ¿poner luz? ¿traes tu varita? ”  cuestiona, imaginando que con un lumos sería suficiente para hacer más ameno el ambiente alrededor. así, al menos, podrían estar seguros de que no había nada amenazándolos en el rango de espacio donde se encontraban. vuelve a toser otro poco, pero gracias al abrigo que le brinda la bufanda, ya no tiene que respirar aire frío, haciendo más sencilla la tarea de inspirar cuando sus vías aéreas se encuentran contraídas.  “  no tienes que hablar sobre ello si no quieres, ”  le responde, con una sibilancia escapando en el proceso, haciéndolo fruncir los labios con un poco de fastidio.  “  pero si algo sé de eso es que cambian mucho... quién sabe, el mío debe ser peor que antes. ”  o quizás haberse profundizado, a tal punto de que el pánico bien podría ser más grande que antes. la sola idea de tener que confrontarlo lo asusta. 

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*        khyungu​.

no le quiere responder, porque a pesar de sentirse de ese modo, lo cierto es que no quiere hacerlo, no cree que sea justo para el contrario el sentirse responsable por lo que le pasa, que aun cuando nace desde el simple deseo de verlo bien, el decidir qué es lo mejor para qing y qué no lo es todavía sigue siendo difícil para él. todavía se le dificulta separar sus propios intereses de los contrarios, el poder separarlo por completo de sí mismo y ser objetivo en lo que a su bienestar se refiere. ‘ no  — no lo hagas si es por verme a mí más tranquilo ’ su mirada enfrenta a la contraria, dispuesto a permitirle ver cuán en serio pronuncia aquellas palabras. cuando el contrario ofrece su meñique para sellar una promesa que siente por completo opuesta a cualquier cosa que él desee, es toda su mano la que atrapa a la de él. ‘ lo lamento ’ acaba pronunciando. ‘ no importa cuánto te prometa que dejaré que te des topes contra la pared, no soy capaz de mantener la palabra ’ ladea los labios en un gesto que denota cierto arrepentimiento por eso que casi considera una explosión de sus frustraciones. ‘ quiero que hagas las cosas a tu manera, que hagas lo que a ti te deje tranquilo o te permita sentirte bien contigo mismo — cuando te pido que dejes de ser terco y te cuides, tal vez estoy pensando más en mí que en ti, porque… no soportaría que algo te pase ’ admite, y encuentra cierto problema ahí, siempre que sus deseos entran en conflicto con los ajenos, no puede evitar que eso le pese. ‘ no quiero entrometerme, qing — a veces… no puedo controlarlo, pero no permitas que lo haga ’ le pide, en cambio. ‘ si acabo arrastrándote a tomar decisiones que no te gustan, a la larga yo también me sentiría mal, ¿de acuerdo? no lo permitas ’ insiste, frunciendo ligeramente el ceño. y es que en ocasiones siente que él mismo pasa a ocupar ese lugar que qing le da al resto del mundo, ese donde su propio bienestar es más importante que el de él, y aunque el prefecto continúe mostrando esa tendencia hacia el egoísmo, lo cierto es que la prioridad final será siempre el bienestar del contrario. atrapa su labio inferior entre sus dientes, las palabras contrarias otra vez lo atraviesan como dagas, y todas esas dudas sin resolver comienzan a ser resueltas una por una gracias a las palabras contrarias. el abrazo se ajusta alrededor de él, la idea de que aquella tarde se encontraran juntos instantes antes de que todo ocurriera vuelve a asaltarlo, y con ella llega el arrepentimiento por haberse separado de él aquella tarde. desde el momento en que lo vio en la enfermería, no pudo evitar sentirse inquieto por ese pensamiento, por haberse preguntado qué habría pasado si se hubiera quedado con él aquella tarde, si no se hubieran alejado. reconoce poco sanas esas ideas, porque el sentir la necesidad de convertirse en una sombra del contrario, de estar siempre ahí con él para asegurarse de que nada malo le pase, se volvería enfermizo para él y asfixiante para qing. lo sabe, y sin embargo, no puede evitar tomarse como un mensaje cada suceso en el que el contrario acaba lastimado y él no ha hecho nada para impedirlo. ‘ por supuesto que te creo ’ murmura, y son sus dos brazos los que lo rodean ahora, queriendo ofrecerle un consuelo tardío, buscando hacerle saber, y conseguir saber por sus propios medios también, que el contrario está bien, que a pesar de todo lo ocurrido, ahora está a salvo. ‘ no tienes que contarme los detalles yo… escuché lo que dijeron al respecto ’ le asegura, con ello queriendo ahorrarle la experiencia de revivir todo lo que en todo ese tiempo probablemente ha estado atormentándolo. la experiencia probablemente haya sido peor al verse obligado o forzado a mantener el secreto, hyungu realmente se siente incapaz de comprender todo lo que el contrario ha cargado sobre sus hombros hasta ese momento, y no puede más que abrazarlo en su intento por disminuir todas esas cargas. ‘ no te merecías pasar por eso, no importa cuáles hayan sido sus motivos, odio la idea de que te haya hecho daño ’ los dedos de su mano ascienden hacia el cabello del contrario, se enredan ahí, le regalan pequeñas caricias que pretenden ofrecerle, otra vez, ese consuelo que llega tarde y que busca subsanar heridas que no ha podido ayudar a tratar antes, pero que probablemente ni siquiera hayan tenido oportunidad de sanar por completo debido a todo eso que ha tenido que vivir en los últimos tiempos. ‘ fue ella la que te dijo que dañaría a las personas cercanas a ti, ¿no es así? por eso querías que me alejara… qing, hubiera preferido la tortura a haberte dejado atravesar solo algo como eso, no vuelvas a dudar al respecto ’ le pide. ‘ por lo menos… sabemos que ella ya no volverá a hacerte nada, ¿verdad? ’ su ceño se frunce ante eso, por no sabe qué tan cierto resulta. después de todo, hay muchas personas que protegen a los dos fallecidos y que con facilidad podrían llevarlo a sospechar que están o estaban con ellos en cualquiera haya sido su motivación para torturar a tantos estudiantes. inspira, y suelta el aire en una baja exhalación. ‘ que muriera fue un castigo demasiado pequeño para esa cobarde ’

su mirada se abre un poco más, en un gesto de evidente sorpresa, cuando la diestra es sostenida por el otro en lugar de sellar esa promesa que parece dispuesto a hacerle. y es en cada palabra que el otro le dedica que su rostro se ladea un poco, buscando encontrar sentido en las cosas que hyungu le dice, intentando comprender un poco más de lo que pasa en su corazón cuando parece tan angustiado ante el hecho de demostrar preocupación hacia él, de molestarse por sus acciones, a tal punto de asegurarle que no debe seguir involucrándose en sus decisiones. es ahí que su mano se posa en la cara impropia, de forma involuntaria al principio, mas, cuando reconoce la causa de su gesto, los dedos permanecen firmes en el sitio, como si quisiese sostenerlo, o tranquilizarlo.  "  no lo lamentes. "  le dice, con una voz un poco más ronca, todo debido a la tos productiva de antes.  "  hyungu... ¿te asusta que haga cosas por ti? "  la cuestión es simple y emitida con normalidad, mientras su mirada se incrusta en las pupilas impropias, quizás monitoreando esa respuesta que no le da el tiempo para vocalizar. ahora son sus dos manos las que sostienen su rostro, y se estira un poco, frente presionándose con la ajena y el ceño frunciéndose un poquito. toma una bocanada de aire, esperando que no sea la tos aquella que interrumpa sus palabras.  "  escucha. nunca me harás tomar decisiones que yo no quiera. pero, si quieres decirme algo, también quiero escucharlo. puedo oírte y pensar sobre eso... porque, saber lo que piensas es importante para mí. "  hace una pausa, respirando profundo de nuevo --entremedio un silbido resonando en su pecho.  "  yo... me di cuenta, con todo lo que ha pasado que... no puedo hacer lo que yo quiera siempre, sin considerar los sentimientos de los demás. ”  admite, y tose un poco, “ incluso si soy yo, todavía tengo a otros a mi alrededor-- a ti, a mis amigos, a mis padres. y tienes razón en que... ni siquiera tengo un plan sobre esto, y sigo pensando que puedo soportarlo. debe ser porque... siempre he creído que debo ser fuerte cuando los demás parecen más débiles. o más valiente, cuando los demás tienen miedo. ”  presiona un poco más sus manos sobre ambos lados de la cara impropia, como ajustando sus ideas, moviéndole la cabeza un poquito.  “  la cosa es que... si estás enfadado, ¡enfádate! si quieres regañarme o decirme algo, ¡solo hazlo! ¿por qué deberías guardarte lo que piensas o sientes? está en mi escoger escucharte o seguir siendo terco, así como yo también te diré si algo no me parece bien y... todavía, te dejaré decidir lo que quieras por tu cuenta. ”  su entrecejo se arruga más y entonces sonríe, pareciendo seguro de sus palabras.  “  al final, la elección siempre es nuestra. no me estás obligando a hacerte caso. justo ahora, decidí que no preocuparé a las personas que quiero. simplemente es eso. ”  es ahí que exhala pesado entonces, separándose para apartar su cara y cubrirse cuando tiene que toser otro poco. retorna, sin embargo, bajo el refugio que encuentra siempre bajo el mentón ajeno, justo en ese espacio que hay sobre su hombro, sintiendo como sus brazos lo estrechan aun más cuando escucha aquella confesión que qing había mantenido para sí mismo durante semanas. finalmente, siente que puede sacar un peso de su sistema, incluso si las remembranzas empiezan temblores en sus manos e incrementan violentamente los latidos de su corazón, sintiendo como si el dolor fantasma todavía hubiese quedado impregnado en sus huesos. y es ahí, en esa confirmación que le da el otro -- diciéndole que sí le cree-- en que el alivio lo embarga y acaba cerrando más los ojos y apegándose a él, sus propios brazos rodeándolo --como si el abrazo pudiese llevarse todo ese temor que lo ha sacudido desde entonces. incluso si las personas que aseguraban la coartada de haena y siwoo insistían en no confiar respecto a lo que decían las víctimas, qing sentía que podía ser mucho más fuerte ahora, sabiendo que había al menos alguien que sí le creía. sabe que incluso si eso no es suficiente para hacer justicia, al menos, la carga resultaba menos pesada cuando el dolor podía ser compartido y tenías a alguien a quien aferrarte para sobrellevarlo.  “  que bueno, ”  dice al final, en respuesta a la afirmación de hyungu sobre confiar en su palabra. finalmente, ya no se siente tan solo. asiente cuando el otro le dice que no tiene que darle detalles al respecto, porque incluso si en sus sueños acaba reviviendo el momento y despertando en un sudor frío que poco a poco se torna más y más insensible, es diferente cuando las memorias llegan estando despierto --entumeciéndolo cuando cualquier mínimo detalle le recuerda a haena, sus zapatos enterrándose en el césped, su sonrisa maliciosa y su aterradora habilidad de realizar hechizos sin su varita. entreabre los párpados cuando percibe las caricias en su cabello, y su mejilla solo se apoya más en el contrario, sin hacer más que afirmar con un gesto, una y otra vez, ante las preguntas que le hace.  “  fue porque... no quise rendirme, ”  dice, con un jadeo,  “  entonces ella dijo eso... que quizás me lastimaría más de esa manera y... eso de verdad me asustó, ”  admite, escondiendo su cara, haciendo referencia a como haena parecía segura de que sería mucho más doloroso para él ver heridas a las personas que apreciaba --y lo cierto era que no se equivocaba. aquella idea realmente había despertado el pánico en su corazón, y el hecho de que hyungu pareciese dispuesto a tolerar algo así con tal de que no hubiese sido él, le hace sentirse más ansioso.   “  ella dijo que todo esto era por defender a las semi-criaturas, pero me negué a escucharla, ”  alza entonces la mirada, viéndole desde la posición en la que se encuentra.  “  por eso... te hice esa pregunta la última vez... ”  si acaso había sido un tonto orgulloso o una persona terca pero con principios... quizás, muy en el fondo, se trataba de ambos casos. nueva interrogante, que parece más un intento de convencerse de que la mujer ya no puede hacerle nada lo hace mirar hacia abajo otra vez, su frente rozando el mentón del mayor y sus dedos aferrándose a sus ropas.  “  no lo sé... ella quería que lo que me hizo fuera un mensaje para asustar a todos los que apoyaban a los semi-magos pero... después todo fue cubierto, y ni yo ni los demás que fueron atacados podíamos hablar sobre eso... ”  su voz comienza a volverse más débil, como si se perdiera en sus pensamientos.  “ -- no importaba cuanto... lo intentara... no podía decirlo. era como estar bajo un hechizo, ”  explica con frustración, antes de llevar el dorso de su mano para toser otro poco. inhala y exhala por unos segundos, buscando llenarse con un poco más de aire, y entonces opta por continuar.  “  no sé si terminará solo con ella... o si hay más como ella... ni siquiera entiendo qué es lo que buscan, ”  confundido, vuelve a cerrar los ojos.  “  ella dijo que nos volveríamos a encontrar pero... ahora está muerta así, tan fácilmente...”  su cabeza da vueltas intentando dar con una explicación o al menos con una pista, algo que le ayude a entender los propósitos que guiaron a las acciones de esos dos. sin embargo, está tan confuso que no consigue nada al final, y solo puede quedarse así, rodeando al otro mientras sus pensamientos van de un lado a otro.  “  duri estaba ahí y... ni siquiera sé que fue de ella... ”  el recuerdo de la niña y como no pudo protegerla late dentro de cabeza, como algo de lo cual no es capaz de perdonarse. 

[nivnq]

*          hndaeha​.

“  eso no significa que yo quiera estar con él o que lo vea como mi compañero  ”  acostumbrado a estar siempre solo, no veía a la criatura como un compañero sino más bien como algo pasajero en su cabeza, el pequeño no dudaría en cambiarlo por un poco de comida. su mandíbula se tensa en pensar en el pequeño animal siendo perseguido por el resto de los estudiantes, no quería admitirlo pero estaba preocupado.  “  entiendo, hacia allá, ¿qué parte? la montaña es muy grande  ”  necesitaba algo más específico para poder dirigirse a ese sector.  “  de hecho si no es mucho problema, sí, si me gustaría que me llevaras  ”  

“  pero... lo estás buscando, ¿no? ”  dice, como si las acciones del contrario no hiciesen juego en absoluto con sus palabras. sin embargo, tampoco es que sea su intención involucrarse más de lo necesario en los asuntos del contrario --justo ahora, asume que es más importante encontrar al animalillo antes de que algo malo le suceda.  “  yo te llevo, yo te llevo, ”  le dice, enseguida haciéndole un gesto con la mano para que vaya tras suyo.  “  pero ya te dije, no estoy seguro de lo que vi... quizás no haya sido tu bola de pelos, pero si no se trata de eso, ”  va y se golpea el pecho, como si estuviese haciendo un juramento.  “  ¡te prometo que te ayudaré a encontrarlo! ¡no puedes quedarte sin tu compañero! ”

[nivnq]

You can’t just sit there and put everybody’s lives ahead of yours and think that counts as love.

Stephen Chbosky, The Perks of Being A Wallflower

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*       somchwtng​.

“¿Te puedo confesar un secreto?” murmuró mirando tras de sí para asegurarse que no existía la presencia de un tercero. “no confío en los profesores” admitió con claro tono de decepción en su voz. “así que, mejor no me arriesgo” prefirió mantener ese dolor antes de acudir a uno de los mayores. “¿Crees que te estés resfriando? ¿o es una especie de alergia?”

“  ¿un secreto?  ”  sus cejas se arquean ante la resolución impropia, sus ojos abriéndose un poco más cuando escucha aquella confesión. es entonces que desvía la vista hacia otra dirección, tosiendo un poco antes de abrazar más sus piernas, pensativo. después de todo lo que había sucedido, no se podía culpar a nadie por no poner ni una pizca de confianza siquiera en aquellos que se quedaron para ayudarlos.  “  estoy seguro que hay más de alguien que piensa lo mismo,”   le asegura, intentando hacerle ver que no está sola en esa cruzada. él, personalmente, solo pensaba en encontrar pronto una salida a todo aquello.  “  talvez, ”  replica con un pequeño jadeo, no queriendo entrar en detalles, sobretodo desde que sabe bien que el cuadro no se trata realmente del resfrío.  “  ha estado haciendo frío, ¿no? y no tenemos tanto abrigo. recién es noviembre y ya nieva así...” 

[nivnq]

*         hgguk​.

‘ de acuerdo, de acuerdo, te contaré ’ decide, con sus manos elevándose para llamar a la calma al contrario, porque lo último que espera es causar una escena y que alguien que no deba acabe escuchando la conversación de la que espera que sólo ellos dos sean parte. ‘ no puedes decirle a nadie ’ con el índice lo señala, a modo de advertencia. ‘ no quiero que… mi familia lo sepa ’ esa única familia que le queda, en la que todavía reina la preocupación por lo que le ha ocurrido a sus padres, una preocupación que en su hermano, específicamente ha traspasado todos los límites necesarios para convertirse en paranoia. sus ojos se abren con cierto inexplicable alivio al descubrir que es con haena que se ha encontrado, porque algo le da a sospechar que ha sido él la última persona atacada por siwoo, y necesita saber si con haena ha ocurrido lo mismo. ‘ en la biblioteca… ’ comenta, frunciendo ligeramente el ceño. ‘ siwoo, él… me lanzó a su niña endemoniada encima y me dejó encerrado con ella ’ pero es probable que el contrario no tenga idea de la existencia de aquella pequeña banshee, cuyos gritos todavía forman parte de sus pesadillas, despertándolo a mitad de la noche y obligándolo a comprobar que no está cerca de él. inspira un poco de aire, y después exhala con la intención de deshacerse de esas emociones que comienzan a despertarse en él. ‘ los detalles son irrelevantes ’ concluye. ‘ pero hay algo en particular que… me despierta cierta duda ’ le explica. ‘ antes de que se marchara, y después de decirme que necesitaba que pasara un mensaje por él, siwoo estaba a punto de… atacarme otra vez, pero algo hizo que se interrumpiera y huyera ’ le explica, con su mirada fija en la del otro hangil, esperando que pueda comprender en detalle a qué se refiere, y al mismo tiempo tratando de hallar en él alguna pista de que lo que le dice le resulta familiar o de algún modo coincide con lo que le ocurrió a él. ‘ haena, antes de marcharse… ¿notaste algo raro con ella también? ’ necesita saber. 

cuando el otro lo llama a la calma, qing se regresa de vuelta a su sitio, dejando de instarlo a reconocer lo que sea que esté ocultado. su ceño se frunce un poco mientras lo escucha atentamente, sin emitir el más mínimo gesto. lo único que hace es asentir cuando yongguk le pide discreción --asumiendo que no quiere preocupar a nadie de sus personas más próximas. de alguna manera, cree que puede comprender parte de ese sentimiento.  “  no lo haré. ”  le confirma, y es allí que acaba sumergiéndose por completo en el relato impropio, intentando hilar los puntos que bien podrían asociarse o guardar alguna conexión con lo que a él mismo le había sucedido. de acuerdo a sus palabras, siwoo parecía estar en la misma línea que haena --ambos tenían propósitos similares. intenta asociar la forma en como los ataques comenzaron, la intención que escondían en ellos y se había algo en particular que le resultase sospechoso o digno de ser mencionado, alguna mínima pista que le permitiese entender la causa detrás de esas torturas a las cuales habían sido sometidos. es la duda que le plantea yongguk la que le hace abrir los ojos un poco más grandes y comenzar a rebuscar entre las memorias, escarbando más allá del trauma para intentar dar con algo que le fuese de ayuda.  “  ¿algo lo interrumpió? ”  parpadeos consecutivos parecen iluminar con una chispa de realización a su rostro, recordando como haena lo había dejado a último minuto, refiriendo que aun tenía algo de lo cual ocuparse. su mirada se baja, mano pasando por sus cabellos y refregándolos con la tensión marcada en sus facciones.  “  haena dijo... que todo lo que me hacía era para que recordara que las semi criaturas eran mis enemigos y no debía aliarme con ellos. ”  pronuncia, en un tono de voz casi hipnotizado, como si hubiese profundizado en sus memorias.  “  también, podría haberme matado... pero dijo que su misión no se lo permitía. ”  se da un par de golpecitos suaves en las sienes entonces, como si eso pudiera hacer fluir más fácilmente las remembranzas.  “  es extraño... ¿qué estaban intentando probar? ¿de qué servía atacarnos para advertirles a todos sobre los semi-magos, si después íbamos a ser silenciados y nos obligarían a actuar como si nada hubiese sucedido? ”  frunce más el entrecejo, evidentemente frustrado.  “ no lo entiendo... talvez si... pudieramos hablar con los otros que pasaron por lo mismo... ”  parpadea, antes de mirar a yongguk directo a los ojos.  “  tú... ¿estás seguro que no viste nada raro después del ataque de siwoo? lo último yo vi fue haena yéndose en su escoba. me ataco en el jardín, así que asumo que yo fui el primero, talvez... ”

[nivnq]

*          khyungu​.

le resulta difícil creer en esas palabras que buscan asegurarle que su problema no es nada que deba preocuparle. y a medida que qing continúa hablando, a medida que suma explicaciones que se contradicen por completo con aquella primera afirmación, la frustración aumenta, la impotencia aumenta, porque aquello que ya se ve mal puede ser peor, porque no hay forma en que pueda evitarlo, porque ya no queda suficiente de lo único que parece brindarle alivio y porque el frío empeora su condición. aquellas palabras se amontonan en una mente ya cargada de preocupaciones, y no sabe si es el oírlo decir todo aquello o si es la falta de sueño, o el cansancio acumulado, lo que acaba manifestándose como una puntada en el centro de su cabeza. separa el rostro de sus brazos, y mientras apoya ambos codos sobre sus rodillas, lleva las manos a su rostro, siendo sus dígitos los que masajean levemente la zona de su frente en la que la puntada se ha producido. y hay algo más que le preocupa, las indicaciones que ha recibido sobre el inhalador le dan a sospechar que de encontrarse en una situación más crítica que la actual, qing podría precisar de su asistencia, y dadas las circunstancias actuales, resulta difícil que pueda mantenerle un ojo encima todo el tiempo. será difícil que su mente no regrese a él cada vez que se encuentren apartados, que no se le sume un miedo más a aquellos que llevan días acumulándose en su interior y que lo acercan cada d��a un poquito más al colapso. sus brazos, caen, finalmente, vuelve a cruzarlos ahí encima de sus rodillas, y gira su rostro en la dirección opuesta al contrario, porque realmente no quiere enfadarse con él, pero las palabras que suelta después consiguen que se sienta de esa manera. ‘ estás diciendo que tienes asma y que la medicina que te ayuda a mantenerlo controlado es escasa — ¿no crees que deberías estar preocupándote por no necesitar utilizarla? ’ inspira un poco de aire y mientras exhala, vuelve la mirada hacia él. ‘ habría sido mejor que te quedaras en el castillo, pero ya estás aquí, y lo único que puedes hacer es cuidarte — haz reposo, no te muevas cuando no es necesario, y si no quieres hablar con los profesores sobre lo que te está pasando lo haré yo ’ y en ese momento no le preocupa resultar entrometido, porque cree que a pesar de su condición, qing hará lo necesario para no resultar una carga para el grupo y buscará ayudar en todo lo que se precise, aun cuando está claro que aquello sólo empeoraría su condición y podría llevarlo a gastar la última reserva que le queda de su medicamento, cuando el viaje que les queda por delante parece ser largo, y ni siquiera al final del mismo tienen asegurado que se hallarán con la tan ansiada libertad. ‘ ¿y si no lo hacemos? ¿y si pasamos días y días caminando y nos encontramos con que estamos encerrados? — qing, sin importar cuánto parezca que las cosas están por mejorar, prefiero que ahora mismo pienses que eso no ocurrirá, no te confíes de eso y cuídate ’ vuelve a insistir. y es consciente de que podría estar transmitiéndole sus propios miedos en ese momento, de que podría alterar aun más su tranquilidad, pero en verdad necesita que el contrario comience a enfocarse en sí mismo un poco más y a dejar que el resto pase a estar a un segundo plano. ‘ mhm, ven ’ lo invita, recargándose de nuevo contra el árbol para levantar su brazo a invitarlo a acercarse a él. cuando lo nota tensarse en su sitio, y apartar la mirada de él, es su mano la que lo toma del brazo y lo acerca a él, para poder rodearlo en un abrazo. su mirada, entonces, se mantiene atenta a las facciones contrarias, esperando que acabe aquella frase que comienza a pronunciar y que después interrumpe. en su propia mirada es fácil reconocer que con aquella simple pregunta, otra vez, se despierta una especie de pánico en el interior del eutteum, porque qing es tan fácil de leer que no puede sino pensar que él se ha visto de algún modo involucrado en aquellas acusaciones que han surgido a partir de la muerte de dos estudiantes. ‘ ¿por qué me lo preguntas? ’ frunce el ceño, y de repente recuerda la última conversación que tuvieron, aquella en la que él mismo le preguntó si alguien había amenazado con torturarlo, y las piezas del rompecabezas comienzan a unirse por sí solas. ‘ ¿ellos… te amenazaron a ti también? ’ pero no, las acusaciones de los estudiantes no hablaron de amenazas, sino de acciones concretas, y la sola idea consigue que ese ritmo cardíaco que ya se encontraba alterado ahora se enloqueciera hasta el punto de incluso alterar levemente su respiración. ‘ qing, ¿qué te hicieron? ’ 

permanece en silencio cuando escucha las palabras impropias y el tipo de reacción que ha provocado en él, frunciendo los labios y el ceño. es consciente de que lo que el mayor dice es verdad, pero quizás la parte más testaruda de sí mismo quiere aferrarse a ese principio que le insiste en proteger a los demás y ponerlos sobre sí mismo, en que debe mantenerse fuerte y no traer más complicaciones en lugar de ayudar a solucionarlas. sin embargo, tampoco le gusta sentir que lo único que consigue es acabar preocupando no solo al contrario, sino a todas las personas que considera próximas a él. ¿y sus padres? ¿como estarían ellos también? ¿sabrían lo que había sucedido? ¿ocultarían todo tal como pasó cuando le ocurrió lo de haena? tan solo pensar en los dos angustiados e impotentes, intentando encontrar una forma de contactarse con él, inútilmente. y esa idea, consigue colocar una sombra en su cara. en verdad no está siendo considerado en lo absoluto, ¿verdad?   “  ¿estás enfadado? ”  le dice, con un tono de voz serio, pero no buscando confrontarle.  “  está bien. ”  va y lo mira a los ojos, con un gesto sereno,  “  si voy a ver a uriah, ¿te quedarás más tranquilo? ”  no sabía, de todos modos, si el profesor sería capaz de ayudarle de alguna forma, consciente de lo colapsado que debía de estar atendiendo a un montón de personas ya lo suficientemente heridas tanto física como mentalmente. va entonces y alza el meñique, presentándolo justo frente al otro.  “  es una promesa. si la rompo, pierdo este dedo. ”  asegura, muy firme en su posición, esperando que el mayor la selle.  “  después de todo, te pedí que comieras, pero no tengo derecho a exigirte nada si no hago algo por mí mismo, ¿no? ”  tose un poco luego de afirmar eso, muy seguro de que puede instarse a contar un poco más con las personas confiables que estaban a su alrededor --incluso si parecía difícil.  “  tendré cuidado-- así que, no te preocupes más. también tienes que pensar en ti mismo. ”  y le dice eso dándole un golpecito con el índice en la nariz, antes de sonreír de forma casi desafiante. es cuando el tema sobre aquello de lo que aun no es capaz de hablar del todo sale a flote, justo cuando el contrario le ofrece la comodidad de sus brazos, que qing permanece congelado y sin saber que hacer, aguardando por su respuesta --ansioso por oírla. ¿y si hyungu también creía que no habían pruebas suficientes y solo se trataban de patrañas? o peor, ¿qué pensaría si supiera las cosas que había pensado en ese momento? ¿estaría molesto? ¿decepcionado? un extraño pánico comienza a gestarse en su interior, mientras está ahí, atrapado en el abrazo ajeno, ansioso y expuesto ante los recuerdos que ahora si pueden ser revelados y compartidos, pero que no consigue volver palabras. lo que es peor, las preguntas ajenas, el tono de voz con el que le habla, todo aquello solo consigue incrementar ese nerviosismo, haciendo que su mano se pose en uno de los brazos ajenos, como si quisiese afirmarse de algo. su cabeza se cuela justo por debajo del mentón impropio, como si ese fuese un buen escondite para evitar mirarle cuando toma una bocanada de aire dificultosa, tanto como le permite hacerlo su garganta cerrada, y se decide a decirlo, todavía aplastado por los recuerdos.  “  si te digo... que los rumores son verdad-- ¿me creerías? ”  le confiesa, tensándose en el abrazo. su ceño se arruga un poco, buscando como decir todo apropiadamente. eran demasiadas cosas a la vez.  “  yo... te mentí una vez. nunca tuve un accidente con la escoba. ”  entrecierra los ojos, y su mano se aprieta más sobre la prenda ajena, arrugándola entre sus dedos. en la palma de su diestra, hay una cicatriz circular que todavía no ha desaparecido.  “  yo... ”  se toma una pausa, sintiendo como regresa a ese día en el jardín, convertido en nada más que un charco de sangre y un cuerpo estremeciéndose ante la maldición imperdonable, rogando silenciosamente por ayuda o por la muerte, lo que detuviera todo primero. la respiración entrecortada ahora parece un efecto cuya causa ya no es posible reconocer si se trata de asma o de angustia, todo por tener que revivir memorias tan desagradables. “  yo... fui uno de los atacados. ”  decir torturados solo no conseguía ser pronunciado por sus labios. lleva una mano hasta su frente entonces, con los ojos entrecerrados, sintiendo que su cabeza daba vueltas.  “  no sé por qué pasó, ella... dijo demasiadas cosas esa tarde... ”

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*        niandao​.

el instinto de regañarle asoma su cabeza con una rapidez alarmante. familiaridad, aunque interrumpida, aún integrada en su sistema como una antigua herida. logra morderse la lengua, sin embargo, y asiente con la cabeza como si no fuera de su incumbencia ( no lo es, se recuerda ) antes de llamar a niu. « ven acá, » le indica chasqueando los dedos a la altura de su muslo, « sólo vas a empeorar su condición. » esto último, más que para la can, es dicho con la intención de que su primo no pensara que simplemente no quería a niu interactuando con él. esta obedece a regañadientes, lloriqueando y dejando un par de besos babosos en el rostro del menor antes de venir a sentarse junto a la pierna de yuandao. « ¿y qué planeas hacer? » pregunta finalmente el eutteum con un suspiro agotado, pues la incómoda interacción requería niveles de energía que honestamente no poseía en situaciones normales, y por ende, mucho menos en las actuales. « tal vez uriah pueda ayudar, » propone, dividido entre su deseo de no entrometerse, sabiendo que sólo lograba hacer que las cosas se sientan aún más extrañas entre los dos, y el deseo de asegurarse que el contrario estaría bien, pues a pesar de todo, a-qing seguía siendo a-qing. sólo sabe que no sería capaz de abandonar al otro en medio de la noche, en el frío, y sin la capacidad de respirar debidamente, por lo que busca un árbol cercano, e imita al contrario, sentándose con su espalda contra la corteza, la cabeza de niu sobre sus piernas. « de cualquier modo, me quedaré aquí hasta que te sientas mejor, » anuncia acariciando al animal detrás de las orejas, « pero si mi presencia sólo empeora las cosas, házmelo saber. »

vuelve a quedar al clamor de la intemperie cuando niu se separa de él ante el llamado que le hace su primo, por lo que no duda en volver a arroparse rápidamente cuando la samoyedo se aleja. por supuesto, la sensación de una mera manta no iguala el calor de la can. tristemente, es cierto que su pelaje solo podría hacer que los bronquios se le cierren incluso más que antes, así que, por esta vez, asume que yuandao tiene razón.  “  guardarlo hasta que sea urgente, ”  reitera, como si no le hubiese dado la respuesta anteriormente. su mirada se mantiene baja, todavía sin ser capaz de confrontarlo cara a cara, sin importar cuantas preguntas ronden por su mente. después de todo, pese a todo el tiempo en que sus familias respectivas llevaban ignorándose, yuandao aun recordaba todo tema del asma. él, dado que difícilmente se veía enfrentado a los síntomas gracias a los tratamientos de su madre, a veces incluso se olvidaba de que debía ser cuidadoso.  “  uriah tiene mucho... en sus manos ya-- ver a los heridos que siguen recuperándose es más importante, ”  puntualiza con un poco de dificultad, teniendo que tomar bocanadas profundas de aire al momento de efectuar una oración mucho más completa.  “  además... dije que puedo manejarlo, ”  no por nada su madre lo había instruido bien, siendo enfática en como resguardar su salud apropiadamente. si las cosas se salían de sus manos, no dudaría en hacer algo sobre eso. es en nuevo ofrecimiento que qing acaba ladeando el rostro con sorpresa, enseguida deteniéndose en las facciones impropias, incluso si este no le veía de la misma manera, directo y genuino.  “  ¿no vas a dormir...?  ”  cuestiona, en un tono de voz mucho más bajo, solo ladeando una sonrisa tenue a niu para conseguir calmar sus gemidos -- o intentarlo. la afirmación siguiente no tiene un efecto mucho mejor que la oferta, y de pronto, qing se siente en una situación complicada. es difícil para él sentirse  a gusto alrededor del mayor, sobretodo porque aun había cosas que no dejaría de cuestionarse fácilmente. pero, tampoco puede decir que no lo ha extrañado de alguna manera, incluso si nunca piensa verbalizar ese hecho.   “  no empeora nada... te das demasiado crédito, ”  dice, frunciendo los labios un poco.  “  si quieres quedarte, puedes hacerlo... pero pensé que... ”  no me querías ni cerca, piensa.  “  olvídalo. ”