no-ya-no
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El timbre del ascensor suena, mientras avanzo por los pisos oigo al gato maullar en el de arriba, se acercan y se alejan los gritos futboleros. Olor a milanesa y a pizza de muzzarela. Abro la puerta de mi cueva y la única ventana que tengo. Miro por ella la pared blanca que ilumina a mis plantas. Las nubes van demasiado rápido. Doy pasos nerviosos, enrolo tabaco de pipa y enciendo el cigarrillo. Me como las uñas. Voy demasiado lento. ¿De qué viven las hormigas en este hormiguero? Todos mis sueños son reales, allá en ese lugar que se abre en las grietas de los adoquines. Mi cuerpo se rinde a la luz artificial. No entiendo los tiempos. Me saqué toda la ropa , menos las fundas de piel que cubren mis pies y me metí a la tina , puse mi cuerpo contra la baldosa fría y húmeda. Me están creciendo rojos y morados , mis verdes azules cada vez se esconden más. Siempre soy yo frente al espejo. En el baño, en el inframundo, y en ese sueño en que me arrancaba las paletas. Soy un animal que no conozco. Hoy conocí el inframundo. Está al lado de la línea del tren, se llama Bar. Tiene una versión extraña de la diosa Kali y sus joyas son tapas de cerveza iguana. Es un cubículo oscuro, que cuenta con un refrigerador sin puerta, una silla, en la que cuando uno se sienta ves tu imagen en la pared cubierta por un espejo corroído de oxido naranjo. El cantinero es un hombre sin rostro. Hay otra puerta en el inframundo que te lleva a un baño lleno de mierda, las paredes tienen mierda y el piso tiene mierda que se refleja en el meado podrido, me pareció ver que se formaba un portal de proporciones áureas en el reflejo infinito de la mierda que habitaba. Decidí que voy a pasar todos los días por ahí, para establecer un punto de fuga, porque ya no tengo más azul. Hay una violencia secreta en la ignorancia y yo lo ignoro todo. Dicen que explotaron mil bombas ayer y que la gente que gritaba hoy en el colectivo se devoró cuanto animal. Hoy temí del sonido de las alas de un chinche y he ignoré el sonido de las bocinas, aviones, ruedas y tormentas eléctricas. ¿Esta bestia es real? Confío más en el hombre de la cara tatuada que en mi. Al menos no me parece un charlatán.
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Hoy entró, como entra aveces. Se excusa con el cansancio, y de apoco el cuerpo se adormece. Aparece por las filtraciones más insignificantes. Hoy entró, más lento que nunca, entre sueños apareció como un dolor de cuello y espalda. Entre sueños el dolor es imaginario, se traslada al peso de los hombros, confunde la mente. Me mojo para salir de este estado de hipnosis. Pero el agua lo diluye, y se hace más digerible. Las piernas se derriten, la espalda se encorva, estoy ahora en posición fetal, en medio de la tina, el agua me cubre, tibia me acaricia.
Ya no cabe en desagradable o agradable. Me acurruco, pero los pensamientos me atraviesan. No hay el supuesto abismo, si no, una gran superficie descolorida, por la que dibujo caminos, de esos que son medios amarillos, medios retorcidos , de pequeña o nula satisfacción, de vacío constantemente in abarcable. Sumerjo mi cara, se ve nubloso. No existe nada más que el plástico.
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October 1967. ‘A silvery Mary Jane of crushed kid is strapped and thickly soled in gold.’
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Contémplame así como nunca lo haces, con tem pla me así como hoy, con tus ojos quebrados, con-templa-me con aire melancólico, con esa tristeza que vilmente me agrada, como si no hubiera mañana, como si te aferraras de algo, de sangre de tu sangre, como si realmente sintieras que fui parte de tus entrañas, como si te sintieras culpable de tu legado. De ese modo que de verdad me hace pensar que formo parte de algo, que soy una buena razón, debo admitir que me fascina la amable agonía de tu ser. Contemplame como si dijera templo, como si valiera la pena, o si no, no te atrevas a mirarme, no te atrevas a volver, si no, escóndete bajo la tierra, porque yo no lo podría soportar, ver que tu comida te sabe a cenizas, como de la cama no te puedes despegar, porque no podría ver tus párpados caer, ni soportar la rígida/ lánguida lucha sin luchar, no quiero ver como se desparrama tu cuerpo sobre la tierra. Contémplate con la vista nublada, húndete.
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