Text
Declaración de este año (2024)
Y como indica la tradición que yo misma me he asignado, corresponde hacer un análisis y balance sobre este año, 2024. Así que, voy con ello, ya vamos por el quinto año de esta declaración. Estoy feliz porque lo hago desde un lugar diferente de mi ordenador y mi habitación, así que vamos a ver qué tal va esta confesión.
El año comenzó con 40 de fiebre, me quedé en casa porque me sentía morir aunque esa tarde salí a tomar algo y para mí fue más que suficiente, llevaba demasiados días en cama. Poco tardaron en desaparecer los síntomas y pude disfrutar del bando y la cabalgata de reyes, en la cual esperaba mi primer Iphone que llegó a final del mes de enero. Lo más divertido de ese día es que nos quedamos encerradas en el Masymas porque tiraban pirotecnia, son de esos errores de los que sabes que aprendes porque siempre te vas a recordar de ellos e incluso con ciertas risas. Empezó el curso de nuevo, con exámenes de tipo test, dolores de garganta y algún que otro cumpleaños los fines de semana, el de mi amor en un bar de barrio, el de la repelente en una bolera y el de Pozo en Pastamanía. Se pasó bien porque un cumple encadenaba a otro, y a otro, y a otro… ¡Cuánta gente estrenó la vida a principios de año! Eso me mantenía a flote, porque el nuevo cuatrimestre de un máster que es un absoluto trámite era un absoluto despropósito pero estaba feliz porque ya no existían más trabajos en grupo, al menos con Nía así que pude respirar en ese aspecto. Sin embargo la paciencia se me agotaba cuando llegaba el miércoles, menos mal que jueves y viernes libraba, porque era agotador. ¿Qué es ser un buen profesor? ¿Por qué me lo pregunta? ¿Es que a caso no lo sabe? ¡Qué manera de robarle el tiempo y el dinero a la gente!
Así pasaron febrero y marzo, deseando que llegara el 19, el único día festivo hasta primavera. Muchas inseguridades asaltaron mi mente sobre las cosas de pareja, llevábamos más de 3 meses y yo no estaba acostumbrada a amar y ser amada, supongo que siempre hay una primera vez para todo. Menos mal que a Anna me llamó angustiada después de atravesar el pasillo de los yogures, porque estaba entrando en un estado peor que el de ella, la única diferencia es que a ella le habían dejado y a mi todavía no. Eso me hizo mantener el estado de supervivencia en alerta, como si un león me estuviese persiguiendo por toda la avenida hispanidad y por todo el supermercado, sin parar, y en silencio, porque sabía que lo que estaba ocurriendo no era nuevo, pero era incómodo y pesado hasta que un día tuve la valentía de hablarlo.
Él me entendió y me confesó que también le pasaba, no le conté absolutamente todo lo que no había sanado, todo lo que yo sentía, pero sí lo que me asfixiaba en ese momento. Los dos nos entendimos bien y yo por fin quedaba liberada a excepción de días de menstruación, mercurio retrógrado y otros días sueltos. A finales de marzo, me escribe mi ex, ex tutora de prácticas informándome que iban a sacar una beca de formación, que presentara los méritos. Era un buen momento para tirar méritos, hasta en el museo arqueológico porque pronto se acabaría el curso y yo tendría que buscar mi lugar en el mundo. Pensé que el mundo también se acababa cuando me llegó aquella carta del museo arqueológico diciendo que… habían seleccionado a mi ex, y no, no mi ex jefa.
Pero sí fue mi ex jefa quien un día de mayo, me dijo que empezaría la semana siguiente así que además de feliz me puse tranquila, y empecé a asociar esos dos conceptos con lo mismo. Mamá se alegró después de despotricar de todos los políticos del ayuntamiento e incluso lloró de la emoción, eso se me quedó grabado porque a día de hoy no me sorprende que pueda tener baja autoestima y síndrome del impostor cuando mamá juró y perjuró entre lágrimas que en esta familia nunca hemos tenido suerte. Qué sorpresa que la niña haya ido dos veces a terapia, y espera desde luego una tercera.
Hablando de terapia, no he vuelto a ir, ni siquiera en fiestas de abril ni después de ellas, entendí que Sant Jordi no tenía la culpa y que podía disfrutar de los mejores días de mi ciudad sin llorar ni tener crisis de ansiedad. Espero muchas fiestas más así y por supuesto, mejores, con o sin el traje puesto. Me inspira tanto esta idiosincrasia que estoy deseando sacar un álbum cuando en mi vida he cantado ni me he dedicado a la música, pero, qué potente sería La Favorita.
6 de mayo y comienzo la beca remunerada, a la semana siguiente mi cumpleaños, últimos días de clase y presentaciones de trabajos que nunca van a ser realistas pero, había que hacerlos. Además se aproximaba mi examen del c1 de valenciano, el cual aprobé con un éxito que ni yo me lo creía, por fin se hacía realidad ese deseo después de tanto tiempo persiguiéndolo, ojalá no sea el último y mi cabeza acepte que solo lo puedo conseguir si no paro de intentarlo, aferrándome a ello hasta que por fin lo tenga entre mis manos. Por eso hice lo mismo con el b2 de inglés, examen que no pude aprobar pero no quería darme por vencida, ahora que el valenciano por fin se había dado.
Llegó el verano de nuevo en el mismo lugar del año anterior, así como lo hubiese querido el año después de mi retiro espiritual, pero este proceso estaba hecho para mí aunque los señores funcionarios pudieran hacerme enfadar con esos trabajos que no querían hacer y me endosaban a mí. Pero no pasa nada, me han enseñado muchas cosas, entre ellas el olor a patera, no tocar nada y sobre todo, a creerme investigadora de CSI Miami cuando se trata de aferrarse a un puesto que no es tuyo y está destinado a acabar, lo mismo que una situationship, pero ahora de eso yo no entiendo así que.
Por suerte pudimos hacer una escapadita a Montanejos, nuestro primer viaje y desde luego no el mejor, pero al menos pude salir de mi ciudad en verano, ir a la playa de Campello e incluso a Millena, donde casi me replanteo mi relación, y no, no había otro ni otra, pero se habló y quedó en el olvido con el fin de superarlo y por supuesto no interfiriera desde el rencor, con lo que me había costado, al menos merecía una última oportunidad. Supongo que ese es el secreto de la duración del amor en el tiempo, la comunicación y el perdón.
Y ya llegamos a los últimos meses del año que transcurren como una primavera otoñal, en otras palabras, cambio climático con desastres naturales y bombardeo de tweets contra el gobierno. Odié a Juan Roig un tiempo, pero luego me di cuenta de que mi jefa era bastante similar a él cuando empezó a diluviar y quiso que me quedara en un expositor de feria. Mentí diciendo que tenía carnet de conducir con tal de quitarles el trabajo a ellos y quedar bien, pero cariño, tú no vas a heredar una oficina de turismo, no tienes porqué complacer a los demás de esa manera. Este año no hubo Mig Any, se celebró en Novelda con él, que sin ninguna obligación vino a acompañarme y es por eso que me enamoré de él hasta día de hoy, llevábamos ya un año y me seguía demostrando como el primer día, tanto que hicimos nuestro segundo viaje a Alcalá del Júcar. No es que quiera presumir, pero sí puedo decir que estábamos en ese momento mejor que nunca, y lo seguimos estando. Aún me extraña, pero me voy adaptando progresivamente a esta circunstancia que realmente me merezco y que así debe ser.
Este año tengo entendido despedir el año en un hotel de mi ciudad, por 70 euros de menú que he pagado con antelación., quién sabe si se podrá hacer hasta nuevo aviso. Acabaré el año en la oficina de turismo, siendo éste mi último día de contrato y seguramente el definitivo, si es que dios no tiene otros planes mejores para mí. Acaba con cierta ansiedad laboral, no volver a trabajar hasta quién sabe cuando y sin el cómodo colchón de estar estudiando en la universidad. Para papá sigo teniendo 18, y hasta 6 años, pero mi cerebro no puede dedicarse solamente a seguir estudiando únicamente, necesita hacer otras cosas, buscar empleo y comenzar a pensar en una cierta estabilidad para el futuro, todo esto remando fuerte en la incertidumbre porque contra ella no voy a ser capaz. Supongo que estas son las previsiones para 2025, con el propósito de vivir en el presente y hacer todo lo posible e incluso lo imposible si es que eso es posible, como diría un sabio.
0 notes
Text
Declaración de este año (2023)
Este año empezó tal y como va a acabar: con una gripe de miedo. Siempre he odiado el frío y nunca recordaba por qué, ahora lo sé, me paso la vida en la cama cuando un virus entra por la puerta y no puedo más. Ahora, a lo que íbamos, al año de Steven Spielberg porque vamos, si el que está detrás de estos acontecimientos no es un cineasta de lujo, que venga dios y lo vea.
El año empezó en Granada, con una ruptura amorosa y entre gritos "por un 2023 en que jabote me coma todo el cipote", luego brindamos con cerveza azul y yo me tiré en el sofá con un cigarro sin encender. Lo cierto es que me precipité diciendo que no iba a haber una nochevieja como aquella, aunque dentro de lo que cabe, no fue tan nefasta, al menos por mi parte, pero ya sabemos lo que pasa cuando se junta un grupo de mujeres y hombres heterosexuales ¿Cierto? bueno, y si no lo sabéis, esperaros a septiembre, ya os he dicho que alguien mejor que SPielberg debe estar detrás de todo esto, ha sido un auténtico maestro a la hora de hilar todo tan bien, incluso el resfriado.
En enero vuelvo a casa, el máster online sin más y me apunto a unos cursos de valenciano que han hecho menos que cualquier hombre podría hacer por mi, porque sigo sin tener el maldito c1, pero bueno, me puse en camino, supongo que es lo importante aunque siga en el mismo punto. Me despido de Laura, la del piso, me pregunto como estará, parece que no haya existido después de tanto tiempo, a veces la vida nos empuja de manera frenética. Vuelvo a mi casa ansiada, ya no más peleas tontas con desconocidas, ahora las tengo con mis padres y me temo que así seguirá.
En febrero me enamoro de lo peor que podía encontrar, y era muy dificil conseguirlo, pero es que era ingeniero y de cocentaina ¿Qué esperabas, tía? Ahora da igual, pero yo creo que antes del disgusto, el universo o ese tal Spielberg intentaba avisarme, cogí 2 resfriados y 1 virus de barriga con vómitos incluidos, eso era una clara advirtencia. Pero bueno, a veces, aprendes por las malas y llega abril y desaparece de tu vida por completo. Otro que intenta arruinarme el mes de abril... bueno, estas cosas pasan.
Puesto que dios no castiga dos eces, me dosificó el sufrimiento llevándose en marzo a mi abuela Victoriana y ofreciendome un trabajo precario a 20 minutos de la ciudad. Y sí, solo llevábamos 3 meses de año, fue intenso y muy doloroso, sobre todo cuando te das cuenta de que tú das más pena que el propio funeral, pero qué puedo hacer, no puedo evitar que se me mire con compasión... solamente me limitaré a seguir yendo a trabajar mientras los funcionarios se van por ahí de copas y se dedican a colgar videos en youtube de su grupo bachatero "maestro bohemio". Cuanto me gustaría que los echaran de una vez y fueran músicos de verdad, de los pobres, no de esos privilegiados que ya tienen un buen sueldo y sueñan con... venga, chulo, deja ese rabajo que te atormenta y dedicate a esa pasión ¿no? Qué paciencia.
Y otro abril que me arruinan, que me arrancan de las manos y se llevan, por eso en mayo empecé a ir a terapia. Todo se sintió un poco más tranquilo, al menos lo externo, Alfonsito nos invitó a pericana y acabé dejándome ese trabajo por el que ni siquiera me convalidaban las prácticas, así que, busqué amparo en Tourist info Alcoy, no me contratarían, ni siquiera les caería bien, pero me firmarían las horas y era lo único que necesitaba para mantenerme cuerda. Cumplí 23 rodeada de mis amigas y algunos fantoches de decoración, pronto la tragedia se mascaría, pero... a mi me quedaba algo de penitencia individual: él. Después del sufrimiento ocasionado por un ingeniero con un clio, apareció él en el delirium después de años sin hablar y evitandole a toda costa, culpándome a mí misma de que quizás no fue para tanto... y sí, lo fue, pero al lado de un socarrat, él era un santo y no dudé en volver a besarle otra vez. Una sola habría bastado, pero al día siguiente ya no me quiso soltar "qué romántico" solía pensar despechada y alocada, cuando solo era una de sus tácticas de manipulación, así que una noche hablamos largo y tendido nuestra situación, sin embargo, no me quedé bien del todo, ¿por qué hacemos esto? Le rogué a Andy que no dijera nada, y ella siempre cumple, no quería que mis amigas me miraran como mis tíos en el entierro de mi abuela, ya era suficiente y solo llevábamos... medio año.
En junio nace Gala, la niña de mis ojos, cuando le hago cosquillas se rie y me devuelve a la vida. Es una caricia de este 2023, sostenerla entre mis brazos fue el mejor regalo, pese a que su padre se empezaba a poner impertinente y viejo verde a partes iguales. Esa misma tarde me escapé con él a tomar algo y todo se sentía incómodo, no solo me había parecido un santo al lado de otro hombre, es que ahora me había buscado un problema y es que volvía a abrir la boca y a mi me daba ansiedad, solo quería que se fuera, pero al menos, me invitó, supongo que sabía que me estaba perdiendo. Así actuan los hombres.
Para dos meses que nos duró la reconciliación, hubo sus correspondientes idas y venidas que me tenían llorando y agonizando cuando se iba, pero saltando y brincando cuando lo reencontraba, justo en mi segundo día de prácticas.
El verano a mi parecer lucía aburrido, no había un pueblo emblemático de 2 habitantes al que huir y ser becada, pero volvimos a Tollos. Los vecinos se acordaban de nosotros y conocimos a la nueva becaria, bailamos con rollos de papel, bebimos como cosacos y subimos hasta el campanario. A mi se me lio la cosa y me quedé toda la noche, no me arrepiento, pero sé que tal y como me conozco ahora, no lo haría jamás. Lo dicho, trabajaba gratis y a penas pude ver el mar... pero, fue el verano en que me enamoré. Mi grupo de amigos comenzó a expandirse, llegaron chicos nuevos y lo cierto es que hacía falta porque... después de todo, siempre necesitamos renovación. Yo ya les conocía, pero algo dentro de mi brotaba como una semilla de amapola y no sé explicarlo, pero se sentía bien desde el primer momento, enfermé, porque ese es mi estado natural, pero aún no estabamos juntos, funcionnabamos por separado, pero al juntarnos, yo sentí que había algo y no lo identifiqué porque se sentía paz, cuando para mi el amor era una constante amenaza. No he tenido heridas de abandono, ni daddy issues, ni esas cosas...pero lo he pasado más mal que bien con los hombres, por eso este año ha sido una revelación de mis carencias, porque he descubierto que se puede amar desde la paz y la tranquilidad y de hecho, es el único lugar desde el que quiero amar. Por eso, a mitad de verano corté con él, con el bucle más bombardeante de amor que jamás he tenido, le miré a los ojos, conceciéndole todo mi tiempo y mi paciencia, pero de poco le sirvió. A él se le acababa el chollo y a mi me esperaba una vida llena de oportunidades y de nuevos amores. Me alegro tanto.
Llegó septiembre y yo no fui la única que se enamoró, por eso mi grupo de amigos cortó para siempre, pero, de nuevo, yo no estuve en esa historia así que, simplemente intenté exorcizar los demonios para desenvolverme en el nuevo amor que había llegado a mi vida teniendo la absoluta tranquilidad de que si no funcionaba, no pasaba nada porque ya me había pasado muchos años en soledad. Las chapas de Arévalo funcionaron, sobre todo la de "fluye hacia la puerta", que lástima que los consejos nunca le sirvan a quien los da.
Acabé el tfm del demonio y las prácticas entre alcoyanets que no paran de quejarse cuando les suplicas que no escalen por las paredes, qué se le va a hacer, no todos podemos venir de Adán y Eva. Pero para aplazar el vacío de sentirse adulta y verme obligada a trabajar precariamente (otra vez), empecé un nuevo máster, habilitante y dedicado a nuestro querido sistema educativo. En algún punto debía hacerlo, así que.... y allí la encontre a ella, a Sonia. ¡No te digo yo! ¡Esto es cosa de un cineasta como Spielberg! ¡Nunca me libraré!
Lo cierto es que la última parte del año ha habido de todo, el local de miguel y mi nuevo romance me dieron ganas de seguir viviendo, mientras que el máster me las quitaba, igual que los compañeros, 80 menajes un sábado por la noche... ¡Pero si el antiguo CAP te lo sacabas con fentanilo! y la gente aquí se obsesiona por ser la mejor... ¿Sabéis que os digo? ¡He llegado bien lejos para ser un poco tonta! ¡Y lo voy a seguir llegando! Luego vendrán los lloros cuando acabe mi vida estudiantil y nada ni nadie esté para salvarme y el valenciano no lo apruebe ni a la décima vez.
Ahora que ya ha llegado el final, solo pido ponerme un poco bien, poder hacerme el pelo y ponerme un vestido para salir a bailar, no podría soportar ota noche más en cama y que esa sea la de las campanadas. Me muero si me pongo a mirar instagram o los programas de la tele. Solo quiero celebrar y que el frío se olvide de mí por una larga temporada
0 notes
Text
Declaración de este año (2022)
Este año comenzó en el apartamento de playa de nuestra querida Andy. Fue comernos las uvas y ya teníamos al taxi en la puerta, como si se tratara de una alfombra roja. Dejamos todo sobre la mesa y fuimos corriendo hacia el taxi sin darnos cuenta, apenas pudimos desear feliz año a nuestros seres queridos, teníamos demasiada prisa. Me mareé en aquel cochazo y eso que no eran las únicas vueltas que iba a dar, quedaba todo un año de vueltas y vueltas... y vueltas. Llegamos al garito y comenzamos a bailar con extraños con la mascarilla puesta, como si fuera una fiesta de máscaras. Nos costó volver a casa, pero lo hicimos, amanecimos al salir y nos levantamos al anochecer, algo que jamás me había pasado.
El mes de enero transcurrió como siempre, entre exámenes y algún que otro disgusto, y es que desde ese día voy echando sal a tu paso. En nochevieja te canté por audio aquella canción que tanto me hacía llorar y a finales de enero publicaste que te ibas a Zamora, no te lo puedo perdonar y a la vez le debo tanto a aquello... Ese fue el motivo por el que yo también quise volar... y vaya si volé... pero de mi mente no te vas.
En febrero me hicieron la foto de la graduación y nos volvimos a cruzar en algún que otro garito. Estrenaron Pasión de Gavilanes 2, me fui a ver a Pignoise y borré tu contacto. "Mi madre dice que tiene cara de pasmao, tú eres más guapa, no te merece" bla bla bla. Era cierto, pero eso una no lo sabe encerrada en un baño con el corazón a punto de estallar. Yo le dije a Andy "Pero... pero no puedo" y ella me arropó entre sus brazos. Quién nos iba a decir qué pasaría después y no es que ella fuera Cassie en Euphoria, pero es que vaya castañas se calzó esta primavera... menuda estaba hecha.
La primavera asomaba con aquella entrevista de trabajo en la que me concedieron una beca que me cambiaría la vida, fue la experiencia del año. Ese día nos vimos, pero no te quise decir a dónde iba así como tú nunca me dijiste que te ibas a Zamora. Todo un remolino de inseguridades y ansiedad me rodeaba cada vez que te acercabas, no parabas, siempre lo hacías, aunque estuviera rodeada de hombres, siempre venías, creyendo que te saldrías con la tuya, pero no fue así, ya no más. El año pasado acabó contigo y ahí quedarás, por y para siempre, en el año pasado.
Y es que esta va a ser mi única declaración del año, para que de una buena vez te marches con él. Recuerdo a los hombres con los que podría haber tenido algo y los recuerdo con tristeza porque ahora sí los quiero, ahora sí los deseo, ahora sí quiero estar con ellos, ahora estoy preparada para hacerlo y sin embargo, me siento tan sola en ese aspecto.
Y así transcurrió abril, entre melancolía y una charanga, en mayo me regalan el piercing que tanto he deseado y aún no me lo he hecho, y es que de eso va precisamente mi vida. Los 22, como la Taylor Swift y así los celebré, con una guitarra de plástico performando las canciones con mi gente en una masía en medio del monte. Pero lo mejor de todo, fue junio, y todo el viaje que hice sin darme cuenta porque mi mente estaba ocupada en un desamor vulgar sin importancia.
En Junio me graduo, presento el maldito TFG y me aventuro a hacer mi primer retiro espiritual, lo más parecido al sufismo pero sin ser explicado por un murciano que en sus clases dice "Viva el vino y las mujeres". En ese retiro llego a una casa habitada por estudiantes desconocidos, me echo las mejores siestas de mi vida y caigo enamorada del alcalde de la Aldea. Ven, Lana del Rey que vamos a hacer un videoclip juntas. Toda aquella ansiedad se fue, a veces volvía cuando estaba sola pero pronto me acostumbré. Todo era idílico allí hasta que los fines de semana volvía a casa donde también estábamos de mudanzas
A lo tonto, en julio y agosto había dormido en más de 4 casas diferentes manteniendo este celibato que a veces se hace cuesta arriba en cuanto a la presión social. Fue el verano que lo cambió todo, conocí a tantos hippies que ojalá volverme una de ellos, Luna y Brígida de Argentina, Sara de Madrid y Anabel de... de todos los sitios del mundo. Bailamos en las fiestas del pueblo y fuimos tan felices que parecía un sueño. Supongo que será porque algo de mí, un 50% de mi ser se quedó en 2020 y no ha vuelto. Es como si lo posterior fuera una ficción y... ya.
Septiembre llega y yo lloré. Un sábado estuve llorando sin parar, supongo que mi vida en aquel pueblo había acabado y ahora tocaba volver a la realidad, es decir, a seguir con la puta universidad. Mis planes iniciales eran irme más lejos, pero acabé en la misma universidad de siempre. Probé el máster que me gustaba, el que no te habilita para absolutamente nada pero yo que sé, te hace feliz supongo. Me pillé un piso porque estaba harta de autobuses y allí pasé los últimos meses del año, sabiendo que a principios del 23 volvería a casa después de... medio año fuera.
Tengo ganas de volver, ya no es la ciudad que me asfixia, esa perspectiva ha cambiado porque me he pasado el año viviendo fuera, ahora es un lugar al que siempre volver. Aquí todo me preocupa, allí todo es diferente porque soy una adulta, no hay tiempo para pensar en él, ni siquiera para pararse a reflexionar. En el pueblo sí, pero el presente ya era idílico de por sí, no era necesario volver a otras épocas.
Octubre, Noviembre y Diciembre, la última trilogía con tantas experiencias: las del máster, las del piso, coger el transporte público, sentarme sola a tomar café... ha sido otro retiro espiritual pero en la metropoli. Los profes de la uni siguen sin enseñar nada, pero eso ya lo sabía así que me conformo echando la vista atrás sabiendo que los lazos con mi familia se han fortalecido, algunas amistades se han marchado pero .... wow las que se quedaron son tan increíbles. Andy, este año te alejaste pero como dijo alguien "Nunca puede haber dos tigres en una misma montaña". Quizás en otro momento conectemos de nuevo, hasta entonces no me puedo lamentar porque tú eres feliz y yo también.
Las navidades vuelven a ser las que eran, al menos para mi familia. La abuela ha vuelto a casa y hay nuevos dramas con el novio de Lily. Yo ya estoy acostumbrada porque llevo saliendo desde hace tiempo, pero sí aprecio que estén todos en casa aunque Valentina esté montando la de dios porque le da miedo todo lo que le rodea, y ahora... viene el segundo. Lily, podrías hacer un cuarteto como el de Alcoislide o algo así, vaya panorama tienes y lo irónico es que nunca me vas a pedir ayuda, ni me vas a contar qué te pasa.
Esto se acaba, pero no aquí sino en Granada, con los de siempre, o no, eso ya lo decidirá el tiempo. Yo ahora mismo no. Hay autores que ya hablaron de 2023, como Bad Bunny. Él tenía fe en el 23 porque vaya añitos fueron el 20 y el 21... Son fechas de recuerdos, de melancolía, pero qué bien se siente cuando el presente va sobre la marcha. Para continuar con la declaració, un pequeño spoiler. En 2023, pongo en marcha mi proyecto titulado "Egipcio del amor" a quien ya puedes seguir en Instagram: @egipciodelamor.
¡Feliz 2023!
0 notes
Text
Querido Félix
Has sido la excepción a mis publicaciones, siempre hago una declaración del año y aunque no haya acabado, me voy a permitir el lujo de escribirte una única carta. Estoy perturbada y si quiero, puedo escribirte una infinidad de veces hasta volverme completamente loca, si es que no lo estoy.
No quiero dejar testimonio en papel sobre lo mucho que te he querido y lo hago por internet, por si en algún momento las casualidades te hacen llegar hasta aquí y no lo creo.
Cuando te conocí me fijé en tus pestañas, largas y hacia arriba como toda mujer desea. Tu voz pausada a la vez que tú al vernos entrar en aquella salita. La segunda vez que nos vimos, te quedaste con mi cara y me dijiste que te sonaba. En otras ocasiones, intercambiabamos alguna palabra "Como se nota que lo ha hecho una mujer porque ha salido a la primera"... Dios, qué casposo, dejémoslo ahí.
Me gustaste, por tí he vuelto a escribir y no es algo que pueda decir de cualquiera. Claro que escribo, pero por ti he escrito una obra completa. A ellos les dedico dos líneas, a ti una telenovela entera. Me ha inspirado este amor prohibido, te veías tan solo y hermitaño con esa camiseta fosforescente sentado en el bar mientras yo me bañaba en la piscina y escuchaba a Lana del Rey. Tú me mirabas, lo sé, no te escondas. Aunque estés casado y tengas hijos, tú querías nadar conmigo, no me lo niegues. Lo intentas, eres un tipo sentimental, pusiste cara de pena en la exclusiva que te hicieron. Me regalaste el periódico y lo dejé en la mesita de tu casa. Cuando veas que no me lo he llevado, sabrás lo que sentí cuando no viniste a verme a las dos charlas que hice.
Nos hemos dicho Adiós, pero no nos hemos despedido, aunque sé que lo nuestro es un disparate, al menos, he vuelto a creer en ellos. Cruzaré los dedos para una próxima vez en la que ambos nos idealicemos. Le amo.
0 notes
Text
Declaración de este año vol 2. (2021)
2021 comienza nada más y nada menos que en Torrevieja. Desafiando las leyes de la frontera, como nos viera Ximo se le habría caído el peluquín. Estuvo guay, pero Cata se portó como un gilipollas. Siempre lo diré, damos excesivo protagonismo a los hombres y hay que parar de una vez, que luego pasa lo que pasa.
Yo le tenía un poco de tirria, las cosas como son, es lo que pasa cuando la confianza se rompe de repente. Discutimos y lloré, aunque supongo que fue una manera de que mi cuerpo me dijera "necesitas parar" dios, esa frase nunca se me va a ir de la cabeza, lo juro por dios.
Volvemos a nuestro asfixiante pueblo, o mejor dicho, vienen a por nosotros, a por unos zamarros de 20 años que se han ido a tomar por culo a pasar una "nochevieja diferente". Papá se perdió 36 veces con el GPS y lo peor es que mamá no iba con él (por eso se perdió, veis como no hay que confiar en los hombres), na es broma, él lo hizo lo mejor que pudo, solo que la vida no lo hizo con nosotros, no nos trató bien. La abuela se rompió la cadera en plena oleada de Covid, así que tocaba volver al pueblo, confinarse y esperar a que la ciencia o un milagro tocara nuestra suerte. Pasamos una temporada guay papá y yo, vimos series, discutimos poco y jugó el alcoyano contra el madrid, dios qué partidazo. Nunca voy a olvidar haber sido trending topic en Twitter, (el año que viene más, pero nunca será como ese momento). Ganó mi equipo cuando el mundo volvía a morirse, cuando no había esperanza alguna en las calles, cuando todo era ilegal menos ser 11 personas dándole patadas a un balón y un portero que paraba todas las balas. Lo viví intensamente para odiar el fútbol, lo juro.
Febrero es igual que enero, pero con 28 días. La abuela ya estaba mejor y volvió a casa, pero todo era extraño, era una persona enferma, dependiente y lo más jodido es que ni siquiera me chocó, no sé si fue porque no podía hacer nada y preferí dejarlo estar. Mis padrinos también se desconfinaron después de haber pasado el covid y le echaron una mano a mamá para poder cuidar a la abuela. ¡Nos había mirado un jodido tuerto! Nos confinamos, pero no sé porqué, fue mejor que el encierro anterior, debieron ser las series y las películas o mi cordura, más estabilizada en ese momento. De mis amigas supe, pero lo justo, algunas se habían echado novio (sí, en pleno encierro, no sé como hay gente que aún tiene estómago para eso) en el fondo fue gracioso, siempre y cuando el desgraciado no seas tú.
Comienza marzo con un corte de pelo, ya es hora de salir, que los bares cierran a las 6, pero al menos abren y con eso, ya nos dabamos algunos por bendecidos. Me pilló sensible ese día porque era el cumple de Lassie y fuimos a celebrar el de Cata (siempre lo hacían juntos, pero me faltaba ella). Me hice editora durante aquel segundo confinamiento y le dedicamos un video de felicitación con la voz de Amaia Montero de fondo (dios, no pude parar de llorar, me sentía morir). Había pasado más de un año desde que ella nos dijo que tenía depresión y no volvimos a verla nunca más. Nos lo agradeció, pero su madre dijo que aún faltaba mucho para que estuviese bien y eso me hizo sentir morir.
Abril. Nada de fiestas, nada de celebraciones, todo seguía igual, a excepción de la vida en la plaza por las mañanas, eso daba gusto, todo estaba lleno esa primavera lluviosa hasta las 6 de la tarde. Odié el frío primaveral porque pensaba que podía usar vestidos de flores, pero al menos me tinté el pelo de rojo, algo me hizo renacer (quizás la aceptación de los comentarios de Instagram). De nuevo, todo comienza a resurgir, papá recibe su primera dosis de la vacuna y la abuela está mejor, pero sigue siendo una "carga" a la que había que ponerle solución, muy a nuestro pesar: ingresarla en un asilo, una triste realidad que siempre pensamos esquivar hasta que se convirtió en un alivio que dejaba en la memoria de mamá una persistente sensación de culpabilidad. Yo la vi llorar, yo la vi decir "por mi culpa, por mi culpa, por mi gran culpa" y cada vez que la oigo pienso que no nos diferenciamos tanto y que ojalá nunca me toque tomar esa decisión, aunque sepa que es el destino inevitable el que juega con nosotros. Pero ¿Qué podía hacer? ¿Seguir en su casa mientras un par de cuidadoras juegan al candy crush en el comedor?
Mayo, la rosa vuelve a nacer y todo va sobre ruedas. Me parece buena idea emprender nuevos proyectos como iniciar las prácticas en una ciudad lejos de mi casa, pensar en distanciarme de todo esto, lo que siempre había soñado ahora se me hacía bola. Además fue mi cumpleaños, de nuevo un día pensado unica y exclusivamente para decirte que no eres una puta cría, que vas a tener que irte de tu casa, que tus padres son viejos y tu abuela está en un asilo y tú no puedes hacer nada (que no sea llorar). Pero ahí está la amistad para sacarte de la aceleración inevitable de la vida, para introducirte en otra aceleración, más rebelde, más canalla aunque luego sea igual de cruda en nuestra mente, pero nada que no se pueda arreglar: tíos de tinder, un novio que se parece a Sheldon Cooper, cuando te gusta el que sabes que no debería gustarte y otras movidas que solo las verdaderas amigas entienden. Fue excelente ese cumpleaños, fuimos de camping y aún así noté la ausencia de Lassie, que tampoco se olvidó de mi cumple, por fin la sentí cerca, quería verme y le habia dicho el psiquiatra que podía empezar a hacer vida normal, poco a poco. Eso me alegró mucho, pero lloré en la cama. Lloré mucho y nadie se enteró.
Junio, exámenes presenciales con una rabia terrorifica. Toda la docencia online, impartida como el puto culo y desde la cama de una, y ahora, precisamente ahora, presenciales. Ese fue el resultado de una docencia pobre: una exigencia elevada, pero como siempre, en la universidad y en la vida: siempre ganan ellos. Sin embargo vi a mis amigas, aunque pasamos un día de marzo juntas, pudimos conversar más, maldecir a los profesores y a todos aquellos que exigían en los exámenes lo que no estaba escrito (literalmente, no estaba escrito en los apuntes). Me adentro en la universidad y ya huele a prácticas, a la vida en la capital y eso me ilusiona, aunque sepa que voy a convivir con alguien que comienza a darme pereza.
Acaban los examenes y es tiempo de celebrar, festejar: vamos a cenar todo mi grupo de amigos al restaurante más caro y luego a tomar unas copas, porque se puede hasta las 3 de la mañana. Todo volvía muy rápido a la normalidad y nosotros, junto a ella. Vino un chico nuevo a esa cena, uno de tinder, uno de tantos novios que tenía Anna y cada finde se traía, todo el rato, constantemente, pero nadie le decía nada porque "la niña se aburría y quería conocer gente nueva", pero esa gota fue la que colmó el vaso. Nos cayó bien, fue un tipo simpático, no lo voy a negar, nos llevó a su casa y... ahí comenzó el problema. A los 3 días, me noto la garganta irritada y pregunto a éstas si ellas también, Rose me dijo que sí pero el resto ni se inmutó. Solo hablaron el sábado siguiente, cuando volvimos a salir para cenar, entonces nos dimos cuenta de que habíamos estado todos enfermos. Me temblaba la mano, no sé qué hacía allí, debería estar confinada, me aterré pero al fin y al cabo, fue un resfriado, un simple resfriado.
Comenzó julio entre maletas y resfriados. Salí de mi casa con la ilusión de hacer las prácticas y pasar mi primer mes fuera de casa, pero ese sentimiento se consumió con la tristeza de abandonar el nido y el susto que Anna nos dio cuando por el grupo dijo: "El compañero de piso del chico que vino el otro día, ha dado positivo". El mundo se me cayó encima cuando comenzaba a ser independiente. Ese día habia cocinado fideos como una primeriza, Nia se reía pero el karma atentó contra ella cuando sigilosamente salí por la puerta con la maleta: "¿a dónde vas?" "A mi casa"
Vuelta al nido, con una intensa frustración "no sirvo ni para irme de casa" y positivo en covid con las prácticas recién empezadas... ¡Qué dios nos coja confesados! El resto de la historia se lo pueden imaginar. Todo desastre, frustración y malos rollos, incluso cuando pensé que todo había acabado. Rompí mi relación con Nia, nos saludamos y somos cordiales pero, desde entonces decidí que nunca más sería mi amiga y créeme, no me dolió en absoluto.
Por suerte hubo un agosto lleno de esperanzas, amistades de toda la vida y un par de viajes a la costa para olvidarme de todo lo que había ocurrido. Paseamos un par de ocasiones por la orilla, qué paz sentí... no lo puedes imaginar. Imma me quería hacer cosquillas y yo me tapaba el ombligo, mi punto no débil, sino de dolor extremo. Lassie había vuelto al grupo y paseamos una vez con ella por la orilla, nos habló de la temprana adolescencia de su hermana, de lo dura que fue la depresión para ella (y segúia siendo) y las ganas que tenía de recuperar el tiempo perdido. Sin embargo, sus vueltas fueron intermitentes, pero siempre ha estado ahí y toda la comprensión que el mundo me ha agotado, la tengo con Lassie. La miro y pienso, es una niña grande, por eso es mi mejor amiga, por eso el mundo siente admiración por las personas que son niños por dentro, esa inocencia y esa pureza me dan ganas de seguir siendo su amiga por muchos años, todo lo contrario a Nia, de quien nos burlábamos poniendo voz de pito... ay Lassie ¡Te eché tanto de menos!
Vuelta a las clases presenciales, ya era hora, bienvenido septiembre y la primera y única dosis de la vacuna, me la esperaba más tarde pero llegó, aunque Imma siempre con sus chapas sobre la conspiración y la modificación del ARN y el ADN ¡Ojalá fuera verdad y pudiera cambiar de ADN! ¡Ojalá medir 1'70, Imma, no sabes cuánto lo deseo!. En el fondo se preocupa por nosotras, es una buena tía aunque a veces quisieras que se callara. La ausencia de Lassie en el grupo me ha permitido conocer a las demás un poco mejor, y aunque ninguna de nosotras esté bien del tarro, puedo asegurar que soy afortunada de tenerlas a mi lado año tras año, de eso se da uno cuenta cuando echa la vista atrás.
Imma sabe que no tengo autoestima, que me machaco y que callo muchas cosas, siempre me las intenta sacar, siempre y no es que siempre hayamos sido íntimas, al contrario, posiblemente seamos las personas que más han discutido o menos se han entendido en el grupo. Es impresionante.
Octubre y la prensa anuncia que algunas fiestas y celebraciones vuelven a celebrarse tras comprobar que las fallas no han causado contagios y un volcán ha estallado a millones de kilómetros de aquí (Medios, manipulación y no sé qué), pero me alegra porque eso quiere decir que puedo tomar algo mientras estoy de fiesta y además puedo pagar mis consumiciones con mis propios ingresos dando clases particulares a un fuckboy de 15 años. Quizás las prácticas de verano fueron nefastas, pero trabajar dando clases fue esperanzador y me hizo valorar esas ocurrencias que tienen los niños y adolescentes.
Comienza Noviembre y con él, hallowen y la navidad, maldito capitalismo horrendo... ¡Como le gusta hacernos caer en una existencia vacía! (Venga, teta no te vayas por las ramas, tienes algo que contar y si no, Imma te lo sacará a cosquillas, ¡confiesa!) Bueno... vale... lo encontré en una discoteca del centro, ellas también estaban conmigo, me dijeron que me estaba mirando pero yo no les creí ¿Como me va a mirar? Hace un año corté el contacto con él y no pienso... ¡Dios, se está acercando! ¡Me está hablando! ¡Estamos bromeando! ¡Me está acompañando a casa! ¡Me está besando! ¡Me está diciendo que mañana le hable!
Y así fue... como volvió. No tengo nada más que añadir al respecto, me he pasado el año hablando de él, no quiero más.
Diciembre transcurre reflexivo, como la navidad, ya no vendrán los tíos a casa, ni tendré que soportar a Ivansito... pero me perderé la segunda navidad de Valentina y a mis abuelas sentadas en la mesa conversando. No pasa nada, la otra abuela si que está en la mesa, vive en un mundo hecho para ella, lleno de chismes inconexos y conclusiones que no van a ninguna parte, pero a ella le gusta vivir ahí y eso me alegra. Jack y Lola han vuelto a salir a cenar, a trabajar y a vivir de nuevo las vidas que habían aparcado durante la pandemia. Ojalá lo hagan sin mí, aunque me quede un sabor amargo, me daría mucho gusto saber que después de mi crianza siguen juntos, dispuestos a viajar y a comerse el mundo como los primeros años de novios y juventud. Es una forma sana de aceptar que la vida es cambio y que el amor no se acaba, aunque me duela aceptarlo, aunque aún no pueda asumirlo. Pronto lo haré, pronto iré a terapia, pronto estaré bien porque como diría la Rigo "es que siempre estuvo bien y estará bien".
¡Feliz 2022!
0 notes
Text
Declaración de este año
El año 2020 empezó cuando al final de la nochevieja, Lassie nos confesó que tenía depresión. Parecía mentira, juro que la había visto bien, o es que sudaba tanto que no me di ni cuenta. Recuerdo que se tiró al suelo, como si estuviera loca y todo el grupo discutió por saber qué le pasaba. No estábamos bien, ni entre nosotras, ni con nosotras mismas, pero bailamos en un VIP reservado fingiendo que todo marchaba sobre ruedas, recordando como otros años habíamos estado bien, en los que aún ni siquiera nos conocíamos.
Enero sigue con la tercera guerra mundial de trending topic en Twitter y con cuatro exámenes finales, uno de ellos el más jodido. Voy a la universidad por la mañana, hago una exposición sobre el síndrome de Diógenes y nos hacemos unas birras para compensar el futuro disgusto de la tarde. Hago el examen, me quiero morir, y encima con redacción que implica una reflexión. El profesor Orujo nos miraba desafiante “No vais a hablar catalán en vuestra puta vida” pensaba mientras hacíamos el examen. A las dos semanas, Nia me habla y me dice que solo 6 han aprobado y que ella y yo estamos entre esos 6. Dios, jamás había triunfado tanto como aquel día tan horrible. Llega el último examen, filosofía cuando serás mía y paso de todo y ese sábado salgo de fiesta con 30 personas que no conozco de nada. Anita se pega el pedo de su vida conmigo y me lío en el portal de un local con un tío que quiere seguir conociéndome... Todo eso en enero, y sumemos que me anuncian que voy a ser tía, acojonante.
Febrero, empieza un nuevo cuatri y conozco a dos profesores de literatura hispanoamericana guapísimos e intensos. Cómo me hubiera gustado bailar tango con ellos o “Bruce Willis” en acústico. Aprendo un montón después de un año de carrera bastante neutro, por ejemplo “Destillatio me tenet” significa “Estoy que goteo” y el amor, lo inventaron los trovadores. (Y el tinder también), salgo todos los findes con mis amigas, me voy a Granada y me vuelvo a acostar con el que siempre me enreda, porque así soy, sigo sin saber decir que no y menos al placer.
Llega marzo, y no sé por qué sigo viva, si cada vez que salgo me bebo un bidón de gasolina y busco pelea. Alguno que otro ha caído ante mis encantos mientras rozábamos nuestros cuerpos al ritmo de Bad Bunny, pero tengo la regla, así que otra vez será, encantada, que dios te bendiga. Y de pronto, 13 de marzo, apocalípsis. Ese último finde me retiro de las pistas de baile “A dormir, que en casa se está mejor” y entonces Dios me miró y me dijo “Amén hermana, porque tú y todo el mundo vais a pasaros una larga temporada en casa”. Se paró el mundo, colapsó y comencé a vivir de recuerdos como la última vez que vi a Lassie, se pidió una horchata a principios de febrero. ¡Cuanto la iba a echar de menos! Noticias falsas y gente con bolsas en la cabeza perdiendo el poco juicio que les quedaba, mientras yo intentaba vestirme todos los días para no caer en el abismo de una cuarentena interminable.
Pasaba 4 horas en instagram, y las 20 restantes replanteándome mi existencia, volví a escribir hasta el cansancio mental hasta que al final, me acostumbré porque era lo que había. Ni fiestas, ni celebraciones, la televisión pasaba las grabaciones de las anteriores y era como sentir un navajazo desgarrante en el costado, quedándome el cruel consuelo de “No puedo llorar en fiestas si no hay fiestas” o “No pueden dejarme en fiestas, si no hay fiestas”
Llega mayo, y todo esto parece hacer ventosa, la gente olvida que el mundo se acaba, y sale a las calles. Celebro mi 20 cumpleaños en el patio de mi casa con distancia de seguridad y un pastel de semana santa, quejándome, como no, mientras otros atan sus vidas a respiradores. Me regalan segundo de carrera con exámenes online, jamás me había planteado hacer uno en pijama, 20 años y siento que ya lo he vivido todo, menudo desorden.
Con el curso regalado, me propongo un reto, conducir, y no mi vida, sino un coche. Ansiedad de golpe, porrazo en el pecho, 2 exámenes suspendidos y el sentimiento de fracasada n#1, lo dejo, quizás el año que viene mejor. Me perforo la oreja, como me lo había propuesto, era más fácil que conducir, y menos doloroso, lo juro. Me largo a la playa con el dulce sabor de pasar mis noches con un San Francisco frente al mar y mis amigas, a quienes creía que nunca iba a volver a ver.
Acaba el verano, con 12 personas en mi grupo de amigos, éramos 4 gatos y ahora podemos montar una cofradía, así me gusta, que la familia crezca en mitad de una pandemia mundial con toque de queda. De paso, me vuelve a liar el mismo loco de siempre, pero pronto termina nuestra “no historia” cuando le digo que tengo más asuntos que atender que su “nardo” y le borro de mi lista de contactos tras días de reflexión. Dejo de escribir por unos meses y me doy cuenta de que me siento bien, que no lo hacía por desahogo, sino por masoquismo, y eso me mataba por dentro.
Me largo a Valencia, y rechazo al tío más casanova de Blasco Ibáñez, y en un par de días, me enamoro en Tinder de alguien que ya había visto en otro lugar, en otro tiempo... ¡Sí! En las clases del señor Orujo. Quise hacerme un poco Hannah Montana, hasta que me descubrió y nuestro amor de segundos murió. Voy a batir el récord de relaciones cortas e intensas de la historia. Pongo “A puro dolor” de Son by 4 mientras recuerdo nuestras conversaciones: desde la Victoria de Samotracia hasta la tortilla cuajada o líquida. Me hubiera gustado largarme a París con él, trabajaríamos en el Louvre, viviríamos en un ático y leeríamos poesía en la bañera. Noches de bohemia y de ilusión.... pero se acabó.
Me hago la intensa un buen rato, mientras digiero mi fracaso en el amor y en tráfico con un plisplay a 3€ en el nuevo pub del centro, donde antes había un prostíbulo. Cada vez me gusta más el costumbrismo de mi ciudad, pero cada vez crecen más las ganas de irme de aquí. Mis complejos vuelven, al igual que algunas sombras del pasado, dios mío, cuánto me gustaría encerrarlas en una pocilga para siempre junto al virus y que ahí reventaran todas.
Por lo demás, sigo en mi línea, tiro navajazos sarcásticos a la gente que quiero y aun no me han matado (supongo que después de esto son invencibles, o no) y creo Alter Egos: Nona, Jacqueline... las mejores versiones de mí, separadas en diferentes egos. Y aunque las navidades no hayan sido las mejores, al menos me he librado del novio de mi prima, con quien había tenido una hija alias mi “sobrina segunda”, en fin... de buena me he librado. Duermo 10 horas, ni más ni menos, y pronto hará 1 año que no estudio ni salgo hasta ver el sol, he perdido facultades, es como si volviera a tener 5 años, pero con la inocencia y la ilusión nulas. Es como si enero y febrero hubieran sido del año anterior, y el verdadero 2020 comenzara en marzo. ¡Maldito año nuevo y lo que me trajo!
2020 me ha enseñado a no engañarme, si ha sido una puta mierda, se dice, no me pienso calentar más la cabeza, he tenido suficiente.
0 notes
Text
¿Y para qué quiero que acabe?
Dicen que algún día todo esto acabará, que pasará, algunos dicen que en un mes, otros apuestan por dos meses y algunos pocos dicen que poco a poco, esto irá hacia delante. Sin embargo, yo me pregunto ¿Para qué quiero que esto acabe? Si no voy a poder sentir en mi olfato el olor a puro de las noches de verano. ¿Para qué quiero que esto acabe? Si no voy a poder tocarte de nuevo, si no voy a ver a mis colegas hasta el año y alguno se quede por el camino.
¿Para qué quiero que esto acabe? Si no puedo subirme a lomos de un guiri borracho mientras veo a Lana del Rey, si no puedo apreciar el polvo de colores que impregnan mi cuerpo cuando no sé las copas que llevo ¿Para qué quiero que todo esto se termine? Si ya no puedo sentir, si ya lo que queda es mugre
0 notes
Text
Si muriera mañana.
Si me dijeran que mañana adiós mundo cruel, hoy sería el día de la marmota, escribiría en condicional cada uno de los minutos restantes y saldría de mi trinchera a por un vaso de verdad, que la mentira huele a podrida.
Si el mundo explota, que reviente, que yo saldría por la puerta grande, si tengo que dejar el planeta, haría que éste recuperara el oxigeno y el tiempo robado. Dejaría las especulaciones, la astrología y la pseudociencia, me centraría en mí, que soy lo más exacto que conozco: cago y bebo a la misma hora, ni un minuto más ni un minuto menos.
Si esta perra vida, nos chapara como los garitos a la madrugada, le daría propina, hasta la próxima guapa. Dejaría de vivir desde los ojos de los demás, dejaría de creer en los aliens y empezaría a ser fiel a mi misma, por primera vez, me lo debo, por un día, después de tanto tiempo.
Si todo esto tuviera un final, si el escenariocerrara pero el espectaculo continuaría, le rezaría a Freddie que nos encontraremos próximamente, si supiera que esto se está acabando, juraré no volver nunca a enjaularme, ni culparme ni juzgarme, dejaré de hurgar en las heridas que no me hice, dejaría la gabardina de detective para no buscar más culpables, ya dolió suficiente.
Me fumaría todos los porros que temí, me liaría a navajazos con la gente que siempre odié y cantaría al amor, porque se va una petarda, una petarda que amó la vida, pero pensó demasiado antes de gozársela.
Tranquila mamá, esto acaba pero yo estoy aquí, de mas altas torres he visto caer, si tengo que ignorar los años y apreciar las horas que me quedan, las pasaré contigo, pero nada de discursos fúnebres ni llantos, ni dramas, a veces hay que sentir que el toro se muere, para cogerlo por los cuernos, y si no, díselo a los parroquianos del bar. A veces una tiene que sentir que está ante el precipicio para sentir, que está entre dos escenarios de diferente decorado, a veces una no tiene porque tener elección.
Si mañana, llega el apocalipsis y nos traga a ti y a mi, no me preocuparía de absolutamente nada, porque ya sé que sabemos vivir, ahora hay que prepararse para el siguiente nivel. Si mañana la vida nos arranca de nuestros lechos de un manotazo, sentiremos que nos elevamos después de tanto tiempo enterrados.
0 notes
Text
Cuando el miedo reina
La sociedad está entrando en pánico con todo esto, se han suspendido las clases y las actividades lúdicas, es como si estuviéramos en guerra, solo que esta vez, existen las redes sociales y o bien, agravan la situación incrementando la desesperación o se bromea. Reír para no llorar, llorar para no reír.
Bulos, bulos y más bulos, esto nos está devastando a todos, a los que los transmiten y quienes los reciben. Esto me recuerda a la famosa leyenda del perro de Ricky Martin, todos se escandalizan, pero nadie ha visto nada.
Todo esto es terrorífico, no el virus, sino su interpretación sobre él. El terror humano y la histeria colectiva nos está encerrando en la peor de las cárceles: La ignorancia, la ciega y triste ignorancia.
Ahora todos somos periodistas con los teléfonos que vienen hasta con 4 cámaras, tú puedes elegir la intensidad y el brillo que le das, el micrófono para difundir el terror queda abierto para todos los que tengan un dispositivo en sus manos y la autoridad de hablar es más comunista que Marx, porque claro, es de todos. Y como siempre, aquellos que se aprovechan para incrementar sus ganancias mientras otros se arruinan en la profunda crisis que está naciendo, mentiría si digo que no me aprovecho de toda esta vaina, porque al fin soy una persona que escribe en su habitación y no monetiza absolutamente nada, pero sí busca coherencia, una coherencia que parece haber sido arrasada por cosechadoras de fuentes y fuentes de información compartida en menos de microsegundos.
Quizás si esto no estuviera ocurriendo, esto que escribo no llegaría a nadie, así que sí, me aprovecho de la situación aunque no gane ni un centavo, me aprovecho porque somos producto de nuestras acciones, individuales y colectivas, y aunque estas últimas vayan en contra de nuestra voluntad como pueblo sin voto ni elección que somos, no quiero formar parte de esta mierda de colectivo de estupefacción.
No quiero formar parte del terror, de la difusión de viejos jubilados y menopausicos de noticias sin ningún sentido. Cierren ventanas, puertas, no besen a sus seres atados, lávese las manos invocando a los dioses que quedaron por extinguir, a ver si ellos hacen algo, a ver si por una vez les conceden la vida eterna, que de la apocalipsis no se libran.
¿Les han dicho también que cierren redes sociales? ah no, que por ahí no hay contagio, es una lástima, habríamos caído como moscas. Con esto, no soy ni temeraria, ni aterrorizada ni mucho menos, vivo en constante paranoia, pensando que la cabeza me está dando balazos en plena sien de tanto bombo, si no lo cojo físicamente, acabaré enferma psicológicamente y muchos, lo están ignorando.
Llévense todas las existencias, acusen al prójimo de sus temores y horrores, hágase el valiente, no le tema a nada, búrlese de aquellos desde su casa, llámeles ignorantes mientras se dedica a ver Supervivientes, salga al bar, tómese todas las jarras de cerveza usted solo, ríase de la vida, de los contagios, de los grupos vulnerables y critique al gobierno de todas las medidas, difunda información falsa hasta que se le caigan las manos, llévese fideos enlatados para sus últimos instantes abrazado a una vida hastiada de ignorancia, no la suelte cuando la muerte venga a por usted, hágase un banquete con comida prefabricada y difunda que a su primo hermano y vecino le pasó lo mismo y no se murió.
“El infierno son los otros” dijo Sartre, y que poco se equivocaba...
13/03/20
0 notes
Text
Puta
Puta como mi dolor, así me siento, así me hacen sentir.
Puta por elección y bañada en sangre, siempre me advierten
Pero soy puta sin suerte.
Entregando mi cuerpo gratis a cambio de un derribe emocional
Puta que llora y mama, puta demasiado sentimental.
Más puta que las gallinas.
Más beata que las novicias.
Más santa que mi conciencia.
Arrastrando la cruz de Madame Bovary
y Ana Ozores, pagando el precio de Anna Karenina
Hundida en los infiernos como Dante sin Beatriz
Consumida en el invierno, esa cama no era para mí.
Y sin embargo ardí, como buena puta me sentí
0 notes
Text
Vuélame la cabeza.
Apolo nunca fue mi dios favorito, no tiene gracia, no tiene encanto, sin embargo mi primer órgano a funcionar antes del corazón, fue el cerebro, sí, he pensado mucho más de lo que realmente he sentido y eso a veces me crea la ilusión de volarme la cabeza.
Si el año pasado fui capaz de coger un autobús al sur a las 3 de la mañana, este verano, soy capaz de viajar 15 horas en autobús, hasta Oporto y lo cierto es que no me reconozco.
Vuélame la cabeza, por favor, no la necesito, no la quiero. Vuelamela y engañame como a una de tus mujeres francesas, son demasiados años sin estar enamorada, y aunque no lo quiero, siento que mi cuerpo necesita una descarga eléctrica, un correntazo duro, vuélame la cabeza, vuélamela de verdad pero no lo pienses demasiado, no lo cuestiones, no lo trates, solo hazlo, aunque no me haya perforado ni tatuado, no me dolerá a penas.
Vuelame la cabeza.
0 notes
Text
El mejor verano de mi vida
Sería mentira si digo que no estoy cansada de ser la misma tía ceniza que se amarga cada vez que tiene resaca, sería un embuste si negara que esta tipa se encierra en su habitación, en el rancio ambiente de un pueblo que no la deja respirar, de una gente que la asfixia, de unas redes sociales que la hunden hasta el más profundo océano.
Pero encontré la llave cuando empezó agosto, cuando a una colega le cayó la baqueta de bastille en el pie, enrojeció y se le corrió el eyeliner mirándome mientras me sostenía la mirada al mismo tiempo que la baqueta, poco antes nos habíamos sumergido en un pogo de Foals lleno de europeos del norte sudando a chorro, mientras aplaudían salpicaban ilustres gotas que caían sobre nuestros rostros, una mano arriba y la otra sujetando el móvil. Era como una escena de película, Aquaman en concreto. Sentía sus píes pisando los míos y una carcajada incontrolable mientras me sacudía de un lado al otro, dejándome llevar por el peso rocambolesco de piezas arias de 2 metros, músculos nutridos y pelo pobre.
Todo aquello a un día de estar en las primeras filas del grupo británico más atractivo de todos los tiempos, cantante con camisa negra, gafas de sol y pantalones de campana señalando a todos los fanáticos famélicos y ansiosos por devorar el escenario, por sentir, por volver a vivir. “Do you wanna come back?” Sin ser conscientes de que estábamos a instantes de llorar con Joy Division o como ahora se llaman “New Order” mientras nos advertían con uno de sus mensajes más valiosos “El amor nos separará, otra vez”
Primera fila, Pimp flaco, el egocéntrico que sin duda alguna me tiraría, o si no a Toni y unos gritos de groupis para Adriana Proenza, que si nos volviera a ver, estoy segura de que nos pondría una orden de alejamiento, como Alaska si se enterara de que no sabía que se llamaba Olvido, perdóname reina. Pero no todo acaba en un tío de Toledo que conoció una colega, sino que mis ojos miran a otros que dentro de unos meses estarían en la misma cama el primer día de septiembre, sin vergüenza, sin miedo, sin duda, uno de mis mejores polvos y sin el amargo sabor que me dejaban los de este absurdo pueblo.
“Vete a la mierda” es lo mejor que ha sacado Joe Crepúsculo, y DJ Toledo es más querido que David Guetta, donde va a parar, la catedral de Elche es espectacular, pero podrían poner la Magrana unos días antes del Misterio, pero no pasa nada, iré a verlo en vivo y en directo en otra ocasión, para contemplar.
Pinoso tiene un tesoro tremendo, se llama Larios 12 y lo beben en los portales en sillas y mesas plegables en los callejones más fiables del mundo, jamás sospecharía nadie de un secuestro o una violación. Los gofres y las patatas son artesanas y de las tres barracas que hay, una es farlopera y no entré, ¿Te crees? Yo aún no lo concibo.
He sentido en mis carnes la frialdad más profunda del siglo, me he dejado llevar por la pasión y he descartado el egoísmo ajeno y obsesionado en pisarme los talones hasta alcanzarme y con la arena en los ojos, he besado a un anglo italo francés, y con el viento contra mi voluntad, he saboreado mi ansiada libertad.
Y he encontrado a un tipo del pueblo vecino en la otra punta del país, y muy metódicamente pensé en no darle sexo para no acabar en catástrofe, y adivínalo, ahora no sé por donde para. No quiero saberlo, tengo la mente libre de culpas, presiones y todo aquello que no sea esa ganga que no me compré. ¿Seguirá esa cazadora en aquella tienda? Quien sabe.
Lo mejor de besar a un angloitalofrancés fue escuchar los gritos de mi amiga de fondo, es algo enriquecedor. Por no olvidar el sensacional cine de Tarantino, Ay Dicaprio, quien te pillara con cualquiera de tus edades, ¡Que eres como el vino, hijo de mi vida! ¡Y quien no se desvive por una trágica película de Luís Tosar!
De camino a casa, va y me dice mi madre que voy a ser tía segunda, que ya lo fui a los 9 añitos con una prima de 30 pero esto era un sumum, porque casualmente esta prima tiene mi actual edad, increíble pero cierto. El último finde reunión familiar a la que no asiste ningún primo con excepción de la preñada y yo, distanciadas en el tiempo, pero en la misma mesa. Ella repudiando toda clase de olores, y yo preguntándole a Dios que había hecho en la vida para encontrarme yo en tal lugar como aquel, la duda no acabó hasta aquella misma noche, cuando me hallaba en un pub de mayores de 21 donde ese chiflado montañés me coló. “Que no vuelva a salir que no la deje entrar” le dijo el segurata. Ni ganas, subnormal.
Allí en la barra después de tanto tiempo, las puertas del cielo se abrían al ver aquella botella naranja derramando sobre el vaso de chupito oro líquido que hacía meses que no bebía, mientras a unos metros de mi se hallaba un desgraciado costumbrista que en algún tiempo me dijo “Me voy a Barcelona mañana, ¿Follamos hoy?” Ojalá pueda reconstruir su cara, debió habérsele caído de la vergüenza, no por frío y a la vez ardiente, sino por esas ansias de poseer carne ajena a su antojo, hasta con una absurda y pueril mentira. Increíble lo que pueden llegar a hacer los humanos para desfogarse de esa amargura que ellos mismos provocan, que hijos de puta somos a veces.
Bueno, a veces y siempre.
Voy a decirle al segurata que aunque ese individuo ya supere los 21 no lo vuelva a dejar entrar más, tiene la inteligencia justa como para mentir para follar.
No sé si se cagará encima.
0 notes
Text
Feliz San Valentín
Sé que hace un año, todo era diferente, y aunque todo haya cambiado, espero que dondequiera que estés, estés mucho mejor, haya pasado lo que haya pasado. Quizás nunca te quise, quizás no sé ni porque lo hice, pero no me voy a cuestionar ahora después de haber quedado en paz, también te lo digo.
Otro año más, celebro esta vaina sola y empoderada, no tengo pesar, tampoco euforia, pero sí he de decirte que no me arrepiento en absoluto.
Hubo un año que el San Valentín lo pasamos juntos, si mal no recuerdo, no sé si fuimos al teatro, al cine, me invitaste a tu casa, no lo sé, te juro que no lo sé. No sé si discutimos, si publicamos fotos, Tampoco sé si fue hace un año, dos, tres... ni cuantos estuviste enamorado de mi. Solo sé que si este año lo celebras con pareja, que ojalá así sea.
Ojalá la quieras, y no me guardes rencor, que no pierdas el tiempo hablando veneno de mí, ojalá me hayas olvidado para poder ser feliz y lo más importante ojalá le hagas feliz a ella, más que a mi, ojalá. Ojalá el resentimiento no te muerda las entrañas, ni te dediques a retirar el saludo a aquellos que por alguna razón me ven con frecuencia. Ojalá entiendas de una vez que esta absurda guerra que has creado para evitarme, te está destruyendo mientras yo estoy en otro mundo. Es así, y lo siento.
Ojalá el rencor no te pudra las vísceras, ojalá vuelvas a querer a alguien más, más que a mi, mucho más, nada que ver. Ojalá alguien sea digno de todo lo que puedas darle sin toxicidades, sin celos, sin maldad. Que no lo pudieras hacer conmigo, no quiere decir que no puedas aspirar a cosas mejores, ojalá todo aquello te hiciera crecer tanto o más que a mi. Ojalá vayas de frente con ella, que no haya segundas intenciones, ni triángulos amorosos, ni esas movidas que ya hemos pasado. Que ella, teniendo toda la libertad del mundo, te elija a ti, que vea en ti, lo que yo no pude ver, lo que yo nunca pude sentir, que no te diga “ni te rayes”, que tú no estás para que te vacile la gente de capital, que no reduzcas tu existencia a un amor a medias.
Que no recuerdes con rencor a aquellos hombres que me hablaban cuando fuimos novios, al fin y al cabo, ellos no tienen la culpa de que no supiéramos remar nuestra mierda de relación, que no borres de tus seguidores a mis amigas y otros círculos afines a mi, que no tengas la necesidad de esquivarme para poder olvidarme, que mires pa alante, que tu físico no impida que puedas conquistar el mundo y a chavalas el doble de guapas que yo con esa labia y retórica que dios te ha dado, que todo esto quede en una absurda anécdota medio seria, medio irónica
Ya quisiera yo convencer como tu voz sentimental de teletienda, ya quisiera yo tener el poder de la palabra, pero ni soy ni tú, ni un filósofo griego, siempre lo voy a envidiar aunque no haya nada por donde hacerlo. ¿Te imaginas que arrastro a alguien como tú hiciste conmigo? Habría sido la leche, tendría un harem en el patio de mi casa por cada sábado, un maromo, que palabrería, que arte y que manera de hacerte la victima, eres un autentico orador.
Ojalá habérmelos llevado a todos a Roma, de orgía, habríamos recreado una habitación en Roma pero múltiple y hetero, les habría hecho la cena recetas cutres de internet para que creyeran que soy la mejor compañera que uno puede tener en esta perra vida, les habría empalizado a lecciones a las 4 de la mañana después de la mejor fiesta, les habría llevado a la playa de mi querida Vilajoyosa diciendo que son mis amigos, que en la calle pasamos las horas y además les habría montado el pollo de mi vida y después con una mierda de “te echo de menos” lo habría solucionado todo ¿Te imaginas que los dejo por Whatsapp un año después? Es que eres un genio, macho.
Feliz San Valentín.
0 notes
Text
8M
Son tantas cosas las que podría decirte, han sido dos largos años a tu lado, no mentira, han sido dos años sirviéndote como excusa para atraparme, metida en una burbuja que creaste para mí, llena de culpas, inseguridades, explicaciones… que mereces todo mi odio, todo mi rencor, pero no puedo, te juro que no puedo, y no porque te quiera, no porque aun piense en ti, no puedo porque por delante de todo, elegí vivir.
0 notes
Photo

¡Nona's cumple 2 años hoy!
uwu :)
0 notes
Quote
No voy a negar que me alegraría verlo muerto después de todo lo que pasó pero yo no soy así no soy así
0 notes
Text
Declaración de los últimos 12 meses
El año empezó con mi gente, eso me satisface, porque lo acabaré con ellos también, algo estable en mi vida, pienso. Desde luego soy rica con ellos, no necesito expectativas sabiendo que seremos más de 10 en un garito y música de los últimos éxitos de la década sonando de fondo, no necesito más. Nos emborracharemos como condenados, expondremos nuestros problemas emocionales y cuando estemos cansados nos retiraremos al soviet, el mejor lugar de todos los tiempos aunque a alguna le cueste reconocerlo.
Está bien que se mantengan las tradiciones, el costumbrismo del futbolín y el wachufleiba en el Oliver’s, los tíos más cringe insinuándose en el Soviet mientras en Discovery Max, un viejo subasta una chaqueta de Johnny Cash o un mueble para hacer ganchillo del antiguo. Espero que los próximos 12 meses siga así, aunque a veces no sea consciente de lo feliz que me hace.
Fue llegar Abril, me desmoroné, era previsible, lo que no pasa en todo el año, pasa en las fiestas de tu pueblo y lo que no te dicen a la cara, te lo apuñalan en mensajes de Whatsapp, valiente manicomio. Fue una liberación, por la que lloré y por la que luego festejé. Todas las asignaturas aprobadas y alguna rayada mental por hombres del pasado que vuelven a tu vida porque llevan años sin follar, otra característica de estas últimas 53 semanas, maldiciendo mi heterosexualidad en primera fila de un concierto de Vaccines, “All my friend are falling in love” triste, pero cierto. Una independencia disfrazada de falta de autoestima y un viaje a Granada para contemplar la belleza de las 7 maravillas del mundo: Mis amigas.
Todo fue sobre ruedas, no me quejo, unos ponen cuernos, otros pasan a por ti en coche, otros son guiris que no entienden tu lengua, pero te la comen en el baño putrefacto de una discoteca de playa, nada mal, la verdad. Otros quieren conservar tu amistad para invitarte a sus casas y empotrarte contra la nueva cama, en serio, nada mal. Cada barco aguantando su propia vela.
Yo me pasé domingos dándole vueltas, tuve un par de citas en Tinder hasta que dije “me abstengo de todo gilipollas” ahora me llaman, Santa Teresa de Jesús. Tan irónico como cierto.
Instagram para aparentar, Twitter para despedazar y el tinder para vomitar, menos mal que me quedé sin espacio en el móvil y lo borré, aún me lo está agradeciendo. Debo dinero y polvos que se quedaron en calentones, ojalá pudiera clonarme para librarme de tal percal, aunque jamás condenaría a nadie a la tortura de no saber decir “no” como yo.
Me puse romanticona, e idealizadora, he tenido una doble vida entre mi casa y la universidad, he bebido Larios 12 y juro no volver a ese pueblo yo sola en mi vida, demasiado intenso, pero me invitaron, así que lo agradezco.
He intentado hacer poesía, así como he intentado estudiar, mi nueva cruz es la lengua cooficial que ni Fabra ni Puigdemont saben hablarla bien. Lirios dice que nadie compra codorniu porque es catalán, pero yo solo me borraría de la asignatura solo para no verle la cara a ese tal Orujo.
He visto a gente de fuera en los garitos de mis tierras y no saben cuánta alegría me da saber que mi patria es más querida que Asturias, es una de las cosas que me da satisfacción, a parte del Satisfayer y las noches con Andrea acostadas en la cama con el maquillaje corrido gritando el nombre de cualquier loco que ha pasado por nuestras vidas tan solo 5 minutos, que gran foto para la lápida. Ni Amancio Ortega ni Jaume roig, ni la DGT, forraremos al Ocaso, se lo merecen, la base de su filosofía es la muerte disfrazada de “el sol de la tranquilidad”, me gusta.
Barroca, tenebrista, pero siempre Nona, me alegro, ahora ya me conocen en Cultura en la UA, me tienen fichada para cuando gane el premio príncipe de Asturias y le tenga que besar la mano a su majestad.
Ha sido una buena (r) evolución la de este año, me he despojado de un lastre y aunque me quedaran 1000, ya solo son 999, poco a poco, con paciencia y buena letra, que nada es para siempre. Ya no me obsesiono con el pasado, solo con las historias de instagram y el futuro esperandome en Florencia, en Cádiz o en la tumba. ¿Ves? Todo en orden, ahora a bailar, hasta que el cuerpo aguante.
@Nonasrevolution
0 notes