noquieroserelmejor

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supongo que estoy triste / por sentir que voy cambiando: período refractario. no está afuera / lo que completa mi línea punteada. si es cierto / que en mí se guardan todos los sueños del mundo, también / soy una pesadilla. / lo que siento me detiene. lo que no / percibo me conduce, me ondula, me estira. yo veo / a tu cuerpo extenderse en el tiempo para mí y no es / un regalo, es una idea. ¡un boceto! un / peligro: me atrevo a soñar / bajo la premisa de que las cosas son diferentes ¡no sólo / soy nuevo para vos! ¡también mi voz me sorprende / algunos días! y por incomparable me insisto / ¿alguna vez escuchaste / salir de tu boca un sonido otro, que no se parecía / a nada antes? ¿alguna vez y te gustó? / ¿y te gustó y quisiste más y / tuviste que seguirlo, descubrir sus trucos, anticipar / sus mañas? buscarlo torcerse revelarte. ahora / sé qué llorás igual que yo: sin ruido. decís mi amor / entre sueños buscando / tocarme. huele a pan caliente / el camino de miguitas perladas que me conduce hasta tu cama, justo antes de aclarar / y que se abran tus ojos y me descubran / piel de borrego, tu corazón / está muy cerca / del mío ahora aunque la ciencia / no confirma que por ahí pasa más que / la sangre: no es poca cosa / tu mancha roja y su golpe claro / y fuerte apenas / sincronizada a los remolinitos / que se me abren paso a la altura del pecho

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ahora viene la parte en la que olvido algo clave sobre dejar de dar lugar a l_ otr_ para que aparezca un_

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repito este sueño en el que cruzo la puerta al grito de ¡qué bueno que volviste! y una voz que me nace de adentro señala una obviedad: casi ninguna se va para siempre. se enciende una luz que apunta hacia la vergüenza. no sé medir ¿cuándo empieza o termina un estado, un sentimiento, una sensación? qué-tan definitivo es. ¿será verdadera la fragilidad que parece teñirlo todo? no freno ni acierto. suspiro cuándo dejaré de pasármela dudando, o de suspenderme por las dudas, o de dudar si preguntarme tanto. de espaldas, a la voz le digo: tranquila, haré de estas inquietudes un motor ¡porque hoy es un día nuevo! con posibilidades para mí. y en ese sentido, lo que avanza es la emoción. desencajan algunas piezas, puedo verlo, no quepo en determinados lugares. y en el corazón de la noche guardo un resto para después. de lo que queda por aprender dejo un poco, tampoco necesito todo ahora. me acuerdo de los versos de la bignozzi, como no aspiro a las formas definitivas del amor / perfecciono las que me han sido dadas. quizá no sepa qué es lo que esperás de mí y de a ratos me asuste. un tipo sutil de pretensión asoma y es lógico: ¡existe lo inevitable! tomo envión para romper el cascarón del mundo. aunque no le asignemos un valor inherente a ningún concepto (¡cómo cuesta llegar al punto! ¡cuántas vueltas puedo dar! ¡el as de las piruetas!), la predisposición a cumplir es la que me hace ver a la expectativa con ojos buenos. cuando me olvido de lo que no importa, enredados por días que pasamos disfrazados de neón natural. entiendo ahora supongo. espero que esperes algo de mí

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será que no puedo fabricar la mejor manera de vivir encerrado en mi cuarto / será que la mejor forma de vivir no cabe en mi habitación

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derrapo en la banquina de la emoción. fue un instante de esos donde todo abruma o aturde. ¿cuál es el problema, nena? tengo en la mente un láser que apunta errático en direcciones opuestas. me distrae. olvido que su función es perturbarme. entonces da la impresión de que voy a hundirme en cualquier cosa. invento arenas movedizas en todas partes. a veces dejo de resistirme y hasta le encuentro el gusto, me imagino un océano de lava caliente dirigiéndose hacia mí. oh, sí podría, dejarme alcanzar por un líquido que me haga arder. y justo cuando estoy a punto caramelo, se aparece en mi visión periférica algo indistinguible que me sacude. tiene gusto a despertarse la forma en la que aclara cuando desempaño los vidrios del corazón. ¿será por eso que tengo revelaciones a la mañana antes de abrir los ojos? técnica limpiaparabrisas: dejo que llueva y parece que enjuaga. se ilumina y ahora sí. despejado intento retomar: sólo me sirve la práctica de la gratitud para no volcarme al terror. ¿cómo hackear la susceptibilidad que me cubre? ahora que se acabaron las fantasías de dominación, supongo que podemos hacernos amig_s. dar un paseo: salir de la cueva. peinar las olas suaves de este magma que brota como sin querer. no anticipar. acompañar. agradecer

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la sensación crece tan inquietante como familiar. atiendo: agoto el recurso para dar lugar a lo nuevo ¿cómo se hace? esta tendencia a ubicarme en lugares parecidos y diferentes. iguales-distintos. idénticos indistinguibles irreconciliables. lugares donde no sé nada de mí. quizá por eso la manía de asociarme con otr_s que tan-bien aceitado manejan el arte de sacar la ficha. cansado de pensarlo-decirlo (temeroso de ser redundante) pero es que por-favor: ¡no creía que supiera volver a sentir así! ¡tan-así que hasta le doy la razón a j! ¡y a sus estúpidas teorías sobre que el amor no-sedimenta! ¡sólo dios sabe cuánto me reí al escucharla! ¡y a su vez me doy la razón a mí! ¡con mis estúpidas teorías de que al contrario! ¡el amor es aprender e incorporar! ¡pero aprendo e incorporo que no hay forma de aprender! ¡compruebo lo ineludible! ¡siempre estamos a punto de estrenarnos! ¡tamaña maravilla cabe en el mundo al mirar con ojos nuevos! ¿cómo puede ser? no me había enamorado de ella cuando me acercó esta máxima emocional aunque sí me encandilaba. dos potencias listas en la antesala de un choque suave. me sentía más grande. apto, bastante pillo, y -sin contar la distancia generacional- ella se rió de mi inocencia supongo. soy agraciado a la hora de bajar la guardia y cuando muestro la hilacha está hecha de algo muy dulce. así nos vi pasar, besad_s por la épica de lo apasionante. desbocado sin perder el eje: nunca más pensé en su enseñanza. ni siquiera intenté googlear "sedimentar". desde que nos volvimos mejores amigas por siempre me aseguré de que lo mío sería esta cosa-otra. un tipo de limbo difícil de sortear. indefinido, múltiple, poderoso. un vacío legal deslumbrante. una soledad camaleón. nunca encajar mi cuerpo con el mundo. ni hablar del confort. en esa certeza me distraje y cuando me quise avivar ¡zas! figurita nueva-y-repetida en el corazón ¿o es en la mente que disparan los sentimientos? burbujeo desde la punta de los pies hasta los dedos de la mano. atajo la náusea específica de la respuesta emocional exagerada. son mil y una las formas de temblar pensando que-no-se-note. envuelto y encantado ¡mamarracho! no evito nada. y no me cierra: ¿por qué falta preparación? ¡si yo, que había aprendido! ¡me cuidé tanto! ¡que no me sorprendía más nada! manso animalito dulce el recuerdo ahora, antiguos modelos de mí construyeron una ilusión óptima ¿cómo no sabía que no sabía todo?

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pierdo tiempo intento explicar por qué hago cosas que odio por qué odio cosas que hago ¿caja de herramientas? no hace falta / basta con delinear la escena, dejarme empujar fuera de mí por la excitación producto de la exposición, relamerse el manojo de imágenes-asociaciones tiradas de los pelos / en un suspiro / mi cuerpo es una jaula. el orden que admite la retrospectiva es irrelevante, inevitable / pero por sobre cualquier otra, pareciera lógico / deseable, incluso. ni se me ocurra probar caminos alternativos. ella dice algo como ¡me vuelven loca los laberintos! y lenta granizada suntuosa en un parpadeo / me delata. química orgánica: ¿cierro la boca? entorpecido por agentes / oxidantes, manufacturados por insondables oscuridades ajenas / segregan un tipo de sombra gastada, me devuelven un reflejo / predecible, esta cara de minotauro solitario. yo sólo quería / jugar. seguramente hago más que una mueca para sacudir / antes de volver. tengo  problemas con la continuidad. no acostumbro a probar dos veces pero suelto, cuando me doy cuenta / me río, se hace tarde. dejo estremecerse la corriente / no anticipo, elástico / mi cuerpo entrenado para cometer errores preciosos / así aprendo. ahora este poema se escribe solo / y para vos, mientras bailo / en un lugar al que no vas a venir. yo cultivo el germen de lo inadecuado. química orgánica: ¿podría ser que seguís un rastro / que dejo por accidente? y ahora ondulamos alto / y cerca. y tenemos hambre como siempre: como nunca antes. así que aprovecho, dibujo una carita feliz en el vidrio empañado de la cocina mientras esperamos, está por hervir algo nuevo

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en la búsqueda por la medida justa entre referencia e invención, hago una pausa y compruebo que la obsesión fundamental es con el tiempo. ¿con el paso del tiempo? contra la imposibilidad que delata o revela. el tiempo: una forma de distancia. esta materia inexistente que se manifiesta para separar algunas cosas de otras. me gustaría que pudiera darme gracia. que todo me resbale al irse acercando. no me sé no aferrar. todavía no aprendo de la soltura. trato de recordarme esperar antes de seguir y no lo consigo siempre. así que fue inevitable, una vez un día me pidió ser documentado y obedecí. probé hacer como un chiste para adentro, mirá: descubrí un método que detiene relojes. incluso me deja rebobinar. y si la inspiración fuera total hasta puedo usarlo para construir algo nuevo. a falta de una gran narrativa, arrastro pequeñas mitologías conmigo

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para responderle con impulso generativo (harto inseparable de mi predilección por el desarrollo) me inventaba la idea de que a la comodidad y al placer sólo se accede habiéndolos encontrado en el propio centro primero. fue pretencioso de mi parte complejizar teniendo en cuenta que era domingo, y aunque no es totalmente cierto que crea en esto, insisto para recordar algo de lo que sí-no me caben dudas: cuánto más jugo puedo beber directo de la experiencia si tan sólo antes procuré buscar la forma que adquiere la sensación adentro de mí. a la mañana volviendo a casa desplegué algunas imágenes a lo largo de veinticinco cuadras. sobre la comodidad imaginé una pérdida de bordes, entregarse a la amalgama, sin querer hundir el cuerpo con el resto, que el resto no sea espina sino terciopelo: no necesariamente en ese orden. y el placer es elástico, brillo de metal que se-me estira al infinito, polisémico indómito, con una tendencia caprichosa, se toma su tiempo y vuela raudo. no sé si de mí el mundo necesitaba verme siempre elaborar una reflexión que intenta ser profunda. lo considero un accidente. al mediodía cabeceo sobre el teclado. otra vez sueños telequinéticos: con estos poderes revuelvo cuerpos como cabello de ángel en una fiesta unimembre

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no descartaría la posibilidad de que todo tuviera que ver con esto: durante un breve período de tiempo dejé de escribir. y no me refiero a los poemas estrictamente. sino al método de orden y desagote. no me gusta esta sensación de des-ejercitado. no sé cómo re-tonificar mi escritura. mis prácticas. la forma que tengo de acercarme al mundo. quisiera no ser tan-yo cuando me pasan estas cosas. es gracioso, en los últimos meses empezaron a saltársele las letras al teclado de mi computadora. la primera fue la O. es tan tentador darle un significado. asignarle un valor a las pequeñas cosas que no dicen nada. soy una máquina de producir relaciones entre imágenes y conceptos. no me arrepiento pero a veces tener un cuerpo tan mental no favorece mi silueta

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también supongo que ahora vendrá la parte en la que tomo cierta distancia para crecer, porque estoy cambiando y necesito hacer lugar. no reniego de la naturaleza. me acostumbro a ocupar más espacio. me desespero de manera intermitente. a veces tanto entusiasmo puede ser de terror. hago falso contacto. soy una pesadilla y me divierte encandilar. no puedo esperar a que llegue la parte en la que no busco anticiparme a lo que está a punto de suceder

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le decía a fer que la amplitud de rango me convoca. no llegué a mencionar que el aprecio por el arte de repartirse fue una clave secreta que me grabó a fuego alguien que no disfruto de recordar. pero hay hilos que unen, asociaciones que no evito. nunca fui espectacular para la negación. y si estiro la mano puedo tocar las costuras de mis ficciones. y a veces me muero de ganas de pensar-en ¡pero no! disciplina. así caminé derecho por vera hasta gurruchaga. pensando soy un animalito amaestrado, mi gracia es la obediencia. mi mejor truco las órdenes imprecisas. y adquiero formas irrepetibles. irregulares. y no pienso en eso. todo se desenvuelve con la naturalidad aparente de lo que acontecerá de cualquier modo. rayaba el mediodía cuando cruzamos warnes y la kioskera preguntó seria antes de cobrarme ¿estás bien? y yo ¡sí! pero no me detuve. luis estaba sin correa y disparó en dirección a la plaza y fui corriendo detrás. oh, distraerse. en esta vidita algo empuja con una fuerza que no sé ¿de dónde sale? no sé quién habla con esta voz que es mía. aunque se me cruzan un par de cables y me desordeno intentando repartir. me derramo. soy un líquido espeso, tan-difícil de manipular. aún así crecen ideas. voy elucubrando planes. pierdo tiempo al servicio de lo inútil. imagino que es evidente el temor que me producen las cosas: más tarde bajamos, sofi abrió la puerta y al voltear para abrazarme soltó una carcajada fatal frente a mi cara de espanto. ni yo sabía que podía fruncir el ceño tan-así. pero el apuro era tal que no amagué a tirar un chiste. sólo agradecí antes de patear desenredando el cable de los auriculares y los pensamientos. llegaba cantando esa de spleen feat babasónicos, con el atrevimiento de no saber si es lo correcto podría ser un tipo de máxima tácita que rige mis acciones. así que fue el soundtrack designado para los días. ridiculizo las perturbaciones de mi sistema nervioso con sonoridades sugerentes. vuelvo de pie en un 194 repleto, alcanzo a divisar algunos hilos violetas: un delineado, un sweater, la piel de la berenjena, el açaí, dummy de portishead. mal-disimulo la risa que me da pensar que justo mis colores favoritos son el rojo y el azul

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esta semana agradecí mucho. en un abrir y cerrar cualquiera me siento pésimo conmigo después de un momento hermoso, un punzón brillante en la boca del estómago. y esperando un semáforo en rojo sol me recuerda otra vez que sólo está en mi cabeza la falla inherente del sistema. el impulso autocorrectivo. le cuento no-hay-manera todo lo que digo está mal, me equivoco y ella dice entiendo, me pasa a veces. nos reímos cada un_ desde su celular, me subo a un colectivo, después a otro y me distraigo. o me dejo en reposo y apenas puedo tomo apuntes sobre la sensación de llegar al ensayo habiendo aprendido el papel equivocado. justo cuando abro los ojos y pienso: toda la noche soñé con vos, la aplicación del horóscopo me manda una notificación sugerente. "te va a atormentar todo lo no-dicho". así que busco por dónde empezar. esta semana tuve que improvisar. le hablé con crudeza a alguien que quiero. pasé el corazón por el borde de algunas cosas que no conozco. en general creo que hablo de más, tanto que me empujo a unos silencios que ya no aguanto. entonces no me guardé casi nada. dije gracias a tod_s, pregunté cómo estás y qué querés que lleve, avisame si necesitás algo. te extraño! y por favor, te quiero, ahí voy, es por tu bien. pedí perdones múltiples y también qué bueno que estés acá. espero que llegues. estuviste increíble. que tengas un lindo día

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apenas dura un instante. son los primeros ardores de la luz (del día soñado): mecánica máquina fantástica (el tiempo), parece detenerse (cuando me dedico a presionar las teclas de la pantalla del celular para escribirte un mensaje). no rugen los autos (a toda velocidad) al otro lado del vidrio, tampoco van o vuelven las vecinas. no sacan la basura (ya no compran cigarrillos). (¿sabrán ellas de esperar?) suspendidos a un costado aúllan agudos minutos (repitiéndose y estrenándose) animalitos indomables de alto rendimiento. (lo que no alcanzo a ver me conduce ahora) cierro los ojos para que nada me distraiga: voy a convertir a este destello en tu cara haciendo ese gesto de que te comieron la lengua los ratones. escribir es recordar. (y si es cierto) entonces, en el apuro de tropezar dos veces con la misma palabra es que me ilumino (un poco) al fin: (aunque no me acordaba) quería ir más lento, sólo para asegurarme. ¿y si es cierto? toca dejarme arrastrar (con paciencia) y que el paso de los días sea el que revela el color. ácido violeta reverberan algunos golpes sobre la piel. (sé que vienen ¿ya conocías este truco de antes?) para poner pausa descubro geografías enteras: aprieto la yema del índice contra la marca en el muslo. aumento la presión de manera progresiva. aprovecho que todo sigue su curso (mientras guardo este secreto)

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¿alguien acá sabrá cómo posar? denso

como una pregunta de rutina / ¿de qué

color es la vergüenza? ¿cuál será la forma? el

volumen, la temperatura a la que podría cristalizar

este sentimiento colorado: / no es uno que se deje

atrapar, aunque no cambia de tamaño y no es mío

¿de dónde salió? el suspiro espesa el aire

en su vaivén / elástico sobre mi / agudo y veloz, no creo

seguir el ritmo ya probé y no es / maleable mi

paciencia. no encuentro / la punta del aullido que

aturde el sonido perfecto que imagino del mundo

que tod_s conocen menos yo

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en la búsqueda por el desarrollo de la síntesis, al final, siempre me extiendo un poco más de lo que imagino. el hilo que conduce mis pensamientos es un chicle al que le cuesta perder el gusto. una vez agotado el poder de lo que no me puede saciar busco otras formas de acercarme a mí. existen algunos disfraces sutiles y otros más opacos, lo importante es lograr un buen calce. el color de mi esencia se mantiene indefinido