Tumgik
nubes-de-tormenta · 7 years
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Un abrazo (Klance fanfic)
Cuando Lance vio que la cara de Keith cambiaba de enfadada a triste supo que se había pasado. Keith simplemente desapareció por la puerta para ir a su habitación.
Lance reflexionó unos segundo antes de ir detrás de él, pero ya era tarde, Keith ya no estaba en el pasillo. Se situó delante de la puerta de su habitación y llamó.
-Lo siento...- dijo mientras que se rascaba la nuca- Me he pasado esta vez.
No se oía ningún ruido del otro lado de la puerta.
-Keith...- suspiró Lance. Acto seguido se fue a su habitación.
“Ese estúpido Lance“ pensó Keith “Nunca sabe dónde está el límite“.
Keith estuvo un par de días encerrado en su habitación. Realmente estaba muy molesto, e incluso triste. Uno de los ratos en los que Keith no paraba de pensar en la última conversación que tuvo con Lance, la alarma del castillo sonó llamando a todos los paladines.
Keith se puso su armadura roja y fue a montarse en su león.
-Una nave de Zarkon nos ha encontrado. Parece que es una nave de exploración, así que no debemos tardar mucho en derrotarla- sonó Shiro por el altavoz del casco del resto de paladines.
-Si formamos Voltron tardaremos menos en derrotar la nave- aseguró Pidge.
-Adelante entonces- aceptó Shiro.
Cada paladín se preparó para formar Voltron. Se acercaron hasta el león negro y se unieron a él, pero cuando creían que ya estaba, algo falló y los cinco leones salieron disparados.
-No sé qué es lo que ha pasado pero será mejor que derrotemos la nave sin formar Voltron pero trabajando en equipo- dijo Shiro.
Después de una no dificultosa pelea volvieron al castillo. Antes de que pudieran dispersarse, la princesa Allura y Coran se acercaron. Coran estaba enfadado y la princesa preocupada.
-¿Qué ha pasado?- preguntó Allura- Lleváis formando a Voltron semanas, ¿por qué de repente no habéis podido?
Shiro miró a Lance, que estaba sentado en una silla del comedor y luego a Keith, que estaba alejado del grupo dando parcialmente la espalda. Allura se dio cuenta de esto y preguntó:
-¿Hay algo de lo que deba ser informada? ¿Alguna pelea?
Pidge se ajustó las gafas y respondió:
-El otro día oí como Lance y Keith discutían, pero no creo que fuera nada más allá de lo normal.
Allura miró a Lance, que huyó de su mirada por primera vez desde que se conocían.
-¿Lance?- inquirió Allura.
-Lo que ha dicho Pidge es cierto, estábamos discutiendo como siempre. Pero le dije algo que realmente le molestó.
Lance tomó una pausa para mirar a Keih. Este se había dado la vuelta y le estaba devolviendo la mirada.
-Lo siento- terminó de hablar.
Keith asintió.
-Siento que nuestras discusiones afecten al trabajo del equipo- murmuró Keith- No volverá a pasar.
-Si es así- dijo Shiro- daos un abrazo para dar por finalizado el tema.
A Keith se le desorbitaron los ojos.
-No... No puedo hacer eso- dijo.
-¿Por qué no?- intervino por primera vez Hunk- Dar abrazos es muy fácil, mira.
Se acercó a Lance y le abrazó fuertemente. Este rió.
-No, yo no...- dijo Keith mientras se iba- Lo siento...
Allura, Coran y Hunk se quedaron atónitos, mientras que Lance bajaba la mirada triste y Pidge y Shiro todavía miraban la puerta por la que había desaparecido Keith.
-Será mejor que vaya a hablar con él- dijo Shiro mientras desaparecía por la puerta.
En cuanto hubo desaparecido, Pidge dijo mientras abría su portátil:
-Vaya cara se te ha quedado Lance. Parecía que por un momento habías creído que Keith te iba a dar el abrazo.
Lance suspiró.
-No entiendo a los humanos- se encogió de hombros Coran.
-Vamos a la cocina, Lance. Te prepararé algunas galletas- dijo Hunk mientras le apretaba el hombro para animarle.
En otra parte del castillo Shiro llamaba a la puerta de la habitación de Keith.
-Está abierto- suspiró Keith desde el otro lado.
Shiro entró. La habitación estaba limpia y ordenada. Keith estaba sentado en el borde de la cama. Se había quitado la chaqueta, cosa que pocas veces hacía.
-Ya sabes que puedes contar conmigo cuando quieras. Así que explícame qué es lo que pasa, por favor- le dijo Shiro amablemente mientras se sentaba a su lado.
-El otro día en una de nuestras peleas de siempre, Lance dijo que yo era así de frío porque no tenía padres y nadie me quería- comenzó- Me sentó muy mal ese comentario, y más viniendo de él. Me fui sin decirle nada y luego vino a mi habitación a intentar hablar conmigo pero no quise.
-Por eso has estado ausente estos días... Pensaba que habías enfermado.
Keith se echó hacia atrás en la cama y puso sus mano en la nuca.
-Entonces, ¿es por eso que no le quieres dar un abrazo?- continuó Shiro.
-No, yo en realidad sí quiero darle un abrazo pero hace tanto que no doy uno que... no sé... lo mismo se me ha olvidado- respondió Keith.
Shiro se echó a reír. Keith le miró molesto mientras se sonrojaba. Acababa de contarle uno de sus pensamientos más profundos.
-Uno no puede no saber dar abrazos- dijo Shiro- Mira.
Se puso de pie y tirando de un brazo de Keith hizo que él también se levantara. Shiro se acercó a Keith y le pasó su brazo derecho por encima del hombro mientras que con el izquierdo rodeaba su cintura y le pegó a él. Keith dejó de respirar por unos segundos y luego le devolvió el abrazo. Cerró los ojos y disfrutó de la calidez y seguridad que el cuerpo de Shiro le proporcionaba. Keith frotó la cabeza contra el pecho de Shiro. Este le pasó una mano por su pelo y se separó. Keith sintió como el sentimiento de que todo iba a estar bien desapareció. Shiro le miró y le quitó una lágrima de su cara.
-Todo va a estar bien- le dijo- Solo haz lo que acabas de hacer.
Keith salió apresurado de la habitación y fue a buscar a Lance. Lo encontró en la cocina, sentado en una silla hablando con Hunk. En cuanto apareció los dos se callaron. Keith se acercó a Lance. Estaba muy nervioso, tenía el pulso desbocado y le temblaba todo el cuerpo.
Repitió los movimiento que hacía pocos momentos Shiro había hecho con él. Le tiró del brazo para levantarlo, le pasó un brazo por el hombro, el otro por la cintura y le apretó contra él. Poco tardó Lance en responder. Pero Keith no sentía lo mismo que cuando había abrazado a Shiro. Keith se sentía más nervioso y el pulso se le aceleraba más y más. Apenas podía disfrutar el abrazo. Acomodó su cabeza en el hombro de Lance y respiró. Olía a seguridad, a firmeza, a diversión... A todo lo que a Keith le faltaba. Lance le apretó más contra sus brazos, no quería dejarlo escapar. Keith volvió a suspirar su aroma y de entre todo lo que había identificado anteriormente, había algo que se le escapaba. Un sentimiento que él no sabía lo que era, pero que Lance conocía a la perfección. Ese sentimiento era amor. 
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nubes-de-tormenta · 7 years
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Gunter is dancing on your dash
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