ourvitriol

[ourvitriol]

“De repente, una sensación extraña, le pareció estar siendo observado, pero no había nadie, no a la vista.

Aún así sabía que estaba allí, expectante, solamente observando, como quien está a la espera de que ocurriese algo. 

Esperando el momento adecuado para avanzar, esperando el momento para tomar el control. Acechando, convirtiéndose casi en una sombra. No era algo ni alguien, no era nadie más ni algo más, salvo él mismo”

-M. Jara

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Resulta difícil abandonar este lugar, resulta difícil escapar de un lugar no material como la mente, un estado, una sensación.

Procesando infinidad de recuerdos, infinidad de probabilidades, interminables "quizás". Lo curioso de todo es que a medida que uno va adentrándose en ese estado de...¿soledad?, tal vez algunos lo califiquen de esa forma, prefiero llamarlo aislamiento, lo curioso es que cada vez resulta ser más...atractiva, desde mi perspectiva, la única forma de conectar con uno mismo, de crear preguntas y respondérselas uno mismo, hallar un camino a diferentes escenarios o situaciones. La mayoría de las personas no están acostumbradas a tal aislamiento, necesitan estar conectadas con otras personas.

Por otro lado, prefiero lo contrario, cada vez me dejo llevar más por este estado, adentrándome más en mis pensamientos, en mi propio ser...dejar que todos los pensamientos me consuman, aunque una pequeña parte de mi quisiera escapar de ese lugar...

-M. Jara

[ourvitriol]

No veo la hora de llegar a casa aunque últimamente no importaba mucho a donde llegase. Desde hace tiempo inconscientemente, me he sumergido en ésta casi desapercibida rutina, una y otra vez al mismo destino, siempre los mismos aburridos rostros.

De vez en cuando intentaba cambiar un poco la rutina, caminar un par de kilómetros, con auriculares puestos escuchando a mi banda favorita, acompañado de esos ruidosos pensamientos que no me dejan y tal vez nunca me dejen...que más da, uno se acostumbra. ¿Qué es esto?, me cuestionaba muchas veces, ¿por qué sigo haciendo esto?, no puedo escapar de esto, en ocasiones me da la sensación de que no soy yo quien controla mi cuerpo, tal vez estaba tan sumergido en mis propios pensamientos que no recordaba haber realizado algunas tareas, como si dejara mi cuerpo actuar por si solo mientras tomaba el lugar de aquellas voces, mis propias voces. Como aquella vez que iba mirando la nada y caminaba sin rumbo aparente, ni siquiera prestaba atención a la música que estaba sonando en los auriculares, sólo caminaba y caminaba...

De nuevo despierto por la noche, ya ni siquiera recuerdo la última vez que soñé algo, ni siquiera una pesadilla, imposible de conciliar de nuevo el sueño, quedo inerte en la cama, pensando en...nada, listo para otro día de rutina.

-M. Jara

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Como de costumbre John fue a la cocina a preparar el desayuno, mientras intentaba encender la estufa fue interrumpido por el sonido del timbre, le pareció extraño que alguien llamara temprano a la puerta, así que fue a ver de qui��n se trataba. Para su sorpresa no había nadie allí pero quedó aún más sorprendido al encontrar una caja con una etiqueta; "De Cloe para John", no comprendía exactamente que estaba pasando, era imposible que dicha persona le enviara algo, no después de tanto tiempo, no después de tantos años. John abrió la caja y encontró una cinta de vídeo y una nota que decía "reproducir", no tuvo duda alguna que se trataba de Cloe ya que ella se caracterizaba por utilizar cintas de vídeo. John comenzó a ver la cinta y quedó impactado con lo que estaba observando. -"Hola John, soy yo, Cloe. Ha pasando tanto tiempo desde...bueno, ya sabes, aquel "accidente" que dejó irreconocible el 90 por ciento de mi cuerpo. Lo sé, debí morir, en efecto era lo que ambos esperaban pero estoy aquí, no como quisiera pero con la suficiente fuerza para lograr mi objetivo, no sin antes mostrarte lo que he estado haciendo todo este tiempo. Mira, ésta es tu casa, los he estado vigilando todo este tiempo, cada día sin excepción, siempre levantándote antes que Cristel para preparar el desayuno a las 6:00, que tierno de tu parte pero hoy será distinto...". John comenzaba a sentirse extraño, pensando que era efecto del shock en el que se encontraba. -"Te sientes extraño ¿no?. Pues te explicaré la razón y también lo que sucederá a continuación antes de que pierdas la consciencia. Verás, siempre fuiste muy despistado, tanto que al interrumpirte ésta mañana no te percataste de que dejaste abierta la llave de la estufa, lo que sientes ahora es el efecto del gas, en un par de minutos quedarás insconsicente y luego, bueno...morirás, no sentirás dolor alguno, no es la muerte que quería para ti pero me conformo con lo que sucederá después. No intentes pedir ayuda, ya es muy tarde, Cristel no podrá ayudarte, al contario, ella terminará todo esto sin saberlo. ¿Crees que me he olvidado de ella? no después de lo que me hicieron. Para tu mala suerte, Cristel tiene una maldita costumbre de bajar y fumar un cigarrillo por toda la casa antes de desayunar juntos, para cuando llegue ese momento, tú ya estarás inconsciente, así que dulces sueños John, sumérgete en ese sueño del que nunca despertarás". -M. Jara.

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Espectadora

De pronto Jean se levantó exaltada por el ruido que provenía del salón principal, se oía el crujir de lo que parecían ser huesos. No tenía otra opción más que ir a ver qué ocurría, lo que encontró al bajar las escaleras la dejó perpleja, un hombre con una capucha negra, dislocando y rompiendo los huesos de un cuerpo ensangrentando, mutilado, no pudo evitar pensar que aquel cuerpo fuera el de su hermana Lilith. De pronto se escucha un grito ensordecedor, era su hermana gritando del susto al ver semejante escenario, Jean no comprendía que estaba ocurriendo, si su hermana estaba allí gritando ¿de quién era el cuerpo mutilado?. Quedó helada al notar que aquel cuerpo era el suyo…ahora el asesino va tras Lilith.

-M. Jara.

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“De nuevo se encontraba en ese lugar, aquel lugar del que difícilmente pudo salir o tal vez…nunca quiso salir. Sin darse cuenta volvió al rol del mero espectador, observando cada día la misma rutina, cumpliendo con cada tarea sin saber el por qué, el para qué o el fin de los mismos, días en los que incluso no se percataba cuando terminaba una rutina y cuando comenzaba otra, de todos modos no importaba, se encontraba demasiado inmerso en aquel sitio como para prestar atención a lo externo.

-Debo estar aquí por algún motivo- se cuestionaba, desde que conoció aquel lugar, sintió una rara atracción hacia tal sitio, no entendía porque, ya que allí, emocionalmente no sentía absolutamente nada, no estaba triste como de costumbre, tampoco tenía esos efímeros momentos de felicidad, difícilmente pudiera describir tal lugar con palabras, tal vez la “tranquilidad” se asemeja un poco a aquel sitio pero la tranquilidad de aquel lugar era tan abrumadora que en ocasiones perdía la noción del tiempo. 

Es cierto que aquel sitio lo conectaba más consigo mismo, allí podía ser más observador, allí encontraba respuestas que no lograba obtener en un estado simple o cotidiano, a su vez, también se presentaban cientos de preguntas, preguntas que no se le habían ocurrido fuera de aquel sitio, desde el primer instante supo que allí no debía permanecer mucho tiempo, el precio por permanecer en aquel lugar era la absoluta anulación de sus emociones, y por supuesto ¿quién querría pasar el resto de su vida en un punto intermedio entre la tristeza y la felicidad?. Debía pagar el precio ya que, así como escapaba involuntariamente de aquel lugar, también accedía a el de la misma forma. Cuestionarse, obtener respuestas y conocerse aún más es lo único que podía hacer allí, al menos hasta la próxima penumbra de emociones…”

-M. Jara.