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Colonias
13 de Marzo. 18 Horas. Calor
Hoy por fin, después de dos años de pandemia, tuve mi primera junta para regresar a Colonias.
Colonias es un campamento al que he ido toda mi vida, es prácticamente mi segunda casa. Me encanta ir, cuidar de los niños y divertirme. Honestamente es mi terpia de detox.
Hoy tuve junta, Cris siempre me da sentimientos encontrados, no sé si me cae muy bien o me cae muy mal. el resto del equipo está cool, creo que va a ser una gran actividad. Me dejaron mucha tarea, eso no está tan cool.
En dos semanas es mi siguiente junta, ya tengo mil ganas de irme y cudar de mis chamacos.
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Morado
8 de Marzo. 18 Horas. Calor
Me siento: harto
El día de la mujer llega, y con él llegan muchas emociones. Como hombre, no puedo hablar desde mi experiencia como victima, sin embargo, sí puedo acompañar a todas mis amigas, mi hermana, mis primas y conocidas en este día tan lleno de nose qués.
La fecha para muchas es díficil, cada una tendrá sus motivos. Para mí es más bien dura, me pesa mucho saber que todas esas historias que leo a diario, son de verdad, que nadie, pero principalmente ninguna mujer está segura en el mundo. Todo es parte de un sistema, un sistema que hay que tirar al piso y reconstruir por un mundo mejor.
Me decepciona que haya gente que diga que ya no es un problema, porque lo cierto es que hay un chingo de camino por recorrer.
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Dos planes para tomar fotos
5 de marzo. 23 Horas. Lluvioso.
Me siento: Fotogénico.
Hoy el día empezó con un Pato ilusionado, con ganas de ir a fotografiar la ciudad. Poco sabía ese Pato que el destino tenía otros planes para él.
Busqué un parque que quería conocer, cerca de tres horas, hasta que me dí por vencido y regresé a mi casa derrotado.
Fue entonces cuando Pao me dijo que si jalaba ir a tomar fotos con ella, para compensar mi plan fallido de la mañana. Yo, evidentemente acepté.
Nos vimos en Reforma a las 4.
Llegamos al monumento a la Revolución a las 4:30.
Tormenta 4:38
Muchas risas. Un señor cool que nos regaló bolsas, fotos asmátias.
Después de tomar fotos básicas en el ángel, caminamos hacia Polanco, terminamos en una cantina, platicando de nuestra vida. Oficalmente, ya no somos desconocidos.
Hay días como este, que me alegran la existencia.
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Cuerna
27 de febrero. 19 Horas. Frío
Estado: Morelos
Hoy desperté, y en contra de cualqioer pronóstico, me alisté para salir de mi casa a eso de las 8:30. Mis hermanos y yo vamos camino Cuernavaca a comer a casa de Mi tía. Mis papás pasaron el fin de semana allá, y nos invitaron a pasar el día.
Me gusta mucho la carretera, hay algo en ella que me da paz. Los viajes en coche, por más cortos que sean siempre me han fascinado.
La comida, como siempre muy rica. El clima decente, la alberca, deli.
10/10
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Días de planes
26 de febrero. 03 Horas (27 de febrero). Calor.
Me siento: Emocionado, confundido.
Hoy en la mañana vi a Ana Pau, le compré un boleto para la rifa de su camp mocho. Me ha invitadom varias veces, pero nada más no se me antoja. Esta vez me contó que también invitó a Isa, con mayor razón paso.
Poco sabe esta bitácora de Isa, y prefiero mantenerlo así. Aún haré un breve paréntesis para dar contexto. Ella fue mi novia de 2019 a 2021, acabamos bien. No nos odiamos aunque parezca que ella a mí sí. Eso es todo lo que necesitan saber.
El café con Ana Pau estuvo bien, hablamos de puros chismes, de Isa y de la vida en general. Acabó y yo me regresé a mi casa en búsqueda de alimento. Pedí un Subway, que jamás decepciona. Lo comí viendo la tele.
Por ahí de las 5 me lanzé para casa del JP, hace mucho no veía a ninguno de los presentes. La pasé muy bien. Ojalá la idea del Humito se haga realidad, suena como un gran podcast.
Como a la una. Yo iba rumbo a mi casa, cuando Pao me avisó que estaba muy cerca de mí. Que ya se había aburrido. Y que quería irse a su casa. En pocas palabras me quería usar de Uber. Yo, obviamente y como me trae de su pendejo, acepté. Me la pasé muy bien con ella. Otra vez el beso de despedida. No la entiendo. Ojalá signifique algo, pero aquí se sabe que no significa nada. Igual ser su Uber no estuvo tan mal.
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Día de la bandera
24 Febrero. 22 Horas. Templado.
Hoy es jueves. No me gustan los jueves. Hasta que se hace de noche y ya me gustan. Historia realmente me quita las ganas de existir, pero bueno, lo cierto es que me siento mejor que ayer.
En la mañana, Pao me hizo el favor de recordarme la efeméride del día. Adjunto evidencia:
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Mier... coles
23 de febrero. 23 Horas. Calor.
Me siento: apagado.
Esta semana estoy poniendo mucho énfasis en el día en el que hablo. Fue casualidad, pero me parecerá interesante ver al final de la semana, cómo mi estado de ánimo se moldea de acuerdo a los días. Hoy es miércoles, por lo tanto hoy tengo flojera. Ninguna clase es presencial, tengo tareas pendientes y realmente en general estoy cansado.
En la mañana me buscaron de algo como una agencia de profesores de inglés, algo así como Open English pero chafa; que les interesaba ponerse en contacto conmigo. Mañana hablaré con el CEO de la empresa, para ver excatamente de qué manera les vendo mi alma, o mínimo mi tiempo.
Se me hace una ridiculez, porque es una empresa mexicana, con gente mexicana, pero hasta ahora todo el contacto con Juan Carlos ha sido en inglés, entiendo que hay que involucrarse con el idioma para tener clases más fructíferas, pero me gustaría que algo tan simple como acordar el idioma de una llamada, fuera en español. De cualquier forma, espero que sea una buena propuesta.
El resto de las clases me pasaron en blanco, hoy no me he podido concentrar mucho, pero los capítulos de la Rosa de Guadalupe estaban interesantes. Intentaré leer al rato. O mañana.
También acaba de empezar la Tercera Guerra Mundial, o algo así, la verdad me gustaría entender, pero no sé exactamente qué pasa. Decidí también no informarme más, mañana cuando esté más despejado y con más energía, me informaré. Por ahora, intentaré dormir.
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Así pasa cuando sucede
22 de febrero. 23 Horas. Frío.
Me siento: Feli
Hoy por fin tuvimos narrativa presencial. Pao estuvo cantando labios compartidos todo el día. Irónico. Me la pasé muy bien todo el día. Los yakimeshis, como siempre, deliciosos.
Cada día me caen mejor los del salón. Las sliders eran un bien que no sabía que me hacía falta. Platicar con Armando estuvo chido. Me da gusto saber que no soy el único confundido. El bloqueo creativo hoy estuvo cabrón. mañana tal vez será un mejor día para bajar ideas.
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Un lunes, lleno de problemas de lunes
21 de enero. 21 Horas. Calor.
Me siento: cansado.
Pagar multas no es la actividad favorita de nadie, menos cuando son multas injustas. Yo sí había pagado el parquímetro, pero de cualquier forma me multaron. Hubiera investigado si se puede pelear, pero me da demasiada flojera enfrentarme a meses de trámites y burocracia por 481.10 pesos.
La clase de sonido no me gusta pero me divierto mucho. Pro Tools y yo todavía no somos amigos, pero más o menos entiendo. Me cansé mucho. Me hubiera gustado sacar la bici hoy.
Chinos estuvo medio rara hoy, pero no creo que fuera por mí, ni por lo que pasó el jueves. Descubrí que le gustan las Sabritas de limón. Me da risa, pero es algo que no vale la pena explicar porque realmente solo yo entiendo lo que significa. Esa clase de debates estúpidos mejoran los días que empiezan pagando multas en el Oxxo.
No he pedido las cosas que me faltan, debería hacerlo antes de que tenga que volver a modificar mi presupuesto. Tengo que hacer entregables del departamento, me gusta mucho ese trabajo, pero siempre lo olvido.
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Música y tarea.
20 de enero. 20 Horas. Calor.
Me siento. Neutral.
Hoy mi día no fue el más interesante, ni el más digno de contarse. Por la mañana caminé un rato con Galleta. El hambre interrumpió mi paseo, así que fui al Oxxo por un burrito, porque no tenía ganas de cocinarme algo para desayunar. Estuvo bastante bueno. Siempre me sorprenden esos burritos de microondas.
Una vez desayunado. Dediqué mi mañana a hacer una playlist de rock en español, porque me dí cuenta de que no tenía ninguna que cubriera el género. Eso me tomó como 2 o 3 horas. Soy alguien muy dedicado para las plallists. Cuandola terminé, me puse a escuchar una conferencia de Arturo Hernández mientras me cocinaba la comida. Comí unos tacos dorados, bastante buenos.
Después de comer leí un poco y escribí un poco en mis tareas. Hasta que mi hermano y su esposa regresaron, platiqué un rato con ellos me despedí de galleta y regresé a mi casa.
Como lo dije, mi día fue bastante aburrido.
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Galleta, amigos y fotos.
19 de enero. 2 Horas (20 enero). Calor.
Me siento: Feliz, responsable
Ayer no escribi, la verdad es que no tuve ganas. Mi día estuvo lleno de actividades que se pueden conectar con hoy, así que haré un breve resumen de ayer, antes de contar hoy.
Ayer salí a las 10:00 más o menos, vine a casa de mi hermano. Él y su esposa se fueron de viaje el fin de semana. Y me pidieron venir a cuidar a Galleta, su perrihija. Ella será el eje central de lo que sea que cuente de estos días.
Por la mañana Galleta durmió y yo entré al terrible taller de Iván. Por la tarde, después de comer una hamburguesa de salmón, la dinámica fue muy parecida con la única diferencia de que yo estaba en la entrevista de Jim Jarmusch. Después fui con Emi por un helado. Ella y su novia tienen problemas, así que me platicó de eso, yo le conté de lo bien que la pasé el jueves.
Llegamos a hoy. En la mañana Galleta y yo recorrimos Reforma y Chapultepec, tomando fotos y mordiendo la correa. Yo la pasé muy bien. Galleta se cansó muy rápido. Después, de regreso en el departamento, leí un poco de Ibargüengoitia, comí lo mismo que el viernes, y me dediqué a tomar unas fotos de Galleta, que dicho sea de paso, es una excelente modelo canina.
A eso de las 8, yo iba, junto con Galleta, a casa de Mari, por el “cumpleaños” de Daniel. Siempre es un gusto ver a ese grupo, Galleta fue amiga de todos. Nicole me cayó excelente. El mole no defraudó, en esas casa, la comida siempre será garantía.
De nuevo estoy disfrutando la independencia. Aunque no la multa que me pusieron los de parquímetros por un error en la app, después tendré que resolver eso. Mientras tanto disfruto de “vivir solo” en la Cuauhtémoc y poder salir a Reforma a tomar fotos
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Qué chidos son los días chidos
17 de enero. 2 horas (18 enero). Fresquesón.
Me siento: Exageradamente feliz
Hoy el día, como el resto de la semana, empezó lleno de estrés. La tarea seguía siendo bastante, el tiempo cada vez menos y los talleres no me llamaban tanto la atención. Me dediqué a terminar la los pendientes que había dejado ayer para dormir, y después entré al taller de Iván.
Carlos Hugo estaba también en el taller, y para mí sorpresa, fui yo el elegido para pasar al salón la terrible noticia de que nuestro esfuerzo sería en vano porque la revisión de trabajos sería cancelada y pospuesta. Hubo unos minutos de enojo colectivo, después, el ánimo regresó a la normalidad. El debate de si la clase de historia sería más divertida que el reporte de la conferencia acerca del “cine de impacto documental” seguía. Y no paró hasta veinte minutos antes de la clase.
Después de la conferencia —de la que todavía no me siento capaz de emitir ningún tipo de juicio — me alisté, tomé las llaves y me fui a lo que salvaría este día de ser uno malo. Hoy fue la primera vez que el salón se ve con fines meramente sociales —por no decir que la intención era beber —.
Verdaderamente una de las mejores reuniones que he tenido en los últimos meses. No paré de reír, ni de beber, ni de maravillarme con su compañía. Pao, me divierte mucho, y me gustó conocerla más. En cuanto a Rodrigo, Armando y Victor, tampoco hay mucho de que quejarse, todos son personas sumamente interesantes y con las que estoy feliz de compartir carrera. Olvidé revisar el reloj, y llegué a mi casa más tarde de lo esperado. Qué bien la pasé.
Adjuntaría foto que evidencie la la química tan chida que hubo, pero Pao (Chinos) no las ha mandado.
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Ya parfavar
16 de febrero. 23 horas. Frío.
Me siento: Cansado y estrasado
Hoy he dedicado una buena parte de mi día a hacer tarea. Francamente ya no tengo ganas de seguir escribiendo. La verdad es que, aunque disfrute mucho el trabajo de Ibargüengoitia, ya no tengo ideas para llenar esas 4000 palabras. Me cansé ya de corregir trabajos y de los nuevos reportes de lectura. Me enteré que ya hay tres tareas más para la próxima semana, todas de la misma materia. Pareciera que no dedico mi tiempo de ocio a algo más que escribir reportes de lectura.
El cansancio ya me está haciendo disociar, y el estés me empieza a desmotivar. Tal vez pude haber adelantado algo hace unos días, per la realidad es que no. Hoy fue el día indicado para trabajar, y ahora lo padezco. Ojalá esto no se cosa de más de una semana.
Uno que estaba emocionado porque podría aprovechar el tiempo que liberó la semana del aniversario, cuando realmente se convirtió en un festival de tareas.
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Cómo me gusta mi carrera
15 de febrero. 22 Horas. Helado
Me siento: Felizmente estresado
Amo los martes, mis 3 clases favoritas son ese día, son presenciales, como rico y me divierto mucho con el grupo. El reto de hoy fue apagar el aire acondicionado. No pudimos, nos congelamos durante casi seis horas. Fingimos poner atención. Nos reímos mucho. La cerveza de la comida era más que necesaria, fue mi tercer día seguido comiendo hamburguesa, y aunque no sea la mejor opción para mí, acepto que han estado buenas.
La verdad es que SAE me ha hecho mucho bien, disfruto infinitamente cada parte del día, aunque hay clases y tareas que no me tengan particularmente motivado, lo cierto es que no tienen peso suficiente en la balanza como para romperme la ilusión.
Lo que aprendo me gusta y lo que trabajo me sirve. Tengo compañía chida y horarios muy amenos. Me gusta mucho estar aquí.

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Sin Valentín
14 de febrero. 20 Horas. Calor.
Me siento: Tranquilo
Hoy es el primer lunes presencial que tenemos, honestamente espero que no sea el último. Pao nos trajo Panditas al salón. Hace mucho no comía Panditas. La clase estuvo muy entretenida, francamente la sentí volando.
También es San Valentín, de haber escrito esta entrada hace un año, me encontraría llorando y haciendo un amargo coraje. Pero por fortuna, este año no duele estar en la soltería. De hecho, ya le agarré otra vez el cariño. Apenas el sábado manifesté en este mismo diario mi gusto por estar solo, y aunque si bien no me refiero a que soy ermitaño, creo que disfruto mucho la independencia que la soledad trae consigo.
Tal vez en un rato la cosa cambie, y no quiera volver a estar solo, pero por el momento, la soledad me hace feliz.
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Las hamburguesas y un partido
13 de febrero. 22 horas. Frío
Me siento: Feliz
Nunca he sido fan del futbol americano, pero por alguna razón el Super Bowl me puede emocionar. Asumiré que se trata de la comida. De hecho hoy me enteré del partido hasta apenas unas horas antes. Tenía planeado hacer hamburguesas para mí familia, la verdad es que sin querer hice el típico menú gringo para el típico evento gringo.
Las hamburguesas tenían cebolla caramelizada, queso provolonne, espinacas y jitomate. El pan estaba untado con Dijon. Una verdadera hamburguesa mamalona.
Disfruto mucho experimentar en la cocina, aprender y aplicar lo aprendido. Mucha gente me pregunta que si estudio gastronomía, y aunque estuvo en mis opciones de la infancia. Hoy en día, y después de trabajar en dos cocinas, sé que disfruto mucho cocinar para mí, no para restaurantes, tal vez en algún futuro haga un canal de YouTube como buen comunicólogo estereotípico en el que haga mis recetas. Por el momento esa idea quedará en el mismo lugar que el podcast de Matus.
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Sábado sin mucho
12 de febrero. 12 Horas. Calor.
Me siento: Sereno
Hoy mis padres regresan de viaje, disfruté mucho la soledad esta semana. Hay algo dentro de el estar sin compañía que tiene una magia inexplicable. Me parece irónico que los humanos pasamos mucho tiempo buscando estar con alguien, para después buscar cualquier excusa para estar en soledad. Tal vez sea algo relatico a nuestro instinto animal. No lo sé, tampoco lo investigaré.
El día de hoy no tengo mucho planeado. Hace unas horas di un paso de responsabilidad grande, para una persona dispersa y olvidadiza como soy yo. Compré una planta. Ahora mi rincón de lectura será más que acogedor, y mi recamara ya no se sentirá vacía.
En realidad, yo no quería bautizarla, pero por alguna razón, cuando venía camino a mi casa, la llamé Ramona. Así que ahora ramona vivirá junto a mi ventana, y el plan es que no muera como aquél intento de huerto de hace dos años.
Ahora leeré junto a Ramona.
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