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La derecha te quiere en la Pobreza

En Chile siempre hay excusas para subir los precios, la inflación constante que disminuye el poder adquisitivo, la dilución del valor del dinero, profundizada cada vez más con el crecimiento mal distribuido, que alcanza sólo para algunos; se constituye en el disfraz perfecto para el alza artificial y deliberada del nivel de precios y el costo de la Vida.

Más allá de las presiones inflacionarias externas, que siempre existirán; en un país como el nuestro, en que menos del 1% de la población concentra cerca del 30% del ingreso; en que un sector de la sociedad controla los medios de producción, la capacidad de distribución, los servicios y la infraestructura para su prestación, con una hegemonía reforzada por medio de la integración vertical; en que la colusión, el abuso, las prácticas monopólicas y anticompetitivas, son más la regla que la excepción; cabe preguntarse, si todas aquellas ilegítimas “ventajas”, son también mecanismos que permiten el manejo discrecional de los precios; que la evidencia parece reafirmar, y que vemos con mayor claridad en tiempos de crisis, como la que experimentamos durante la pandemia y que hoy seguimos padeciendo.

¿Quienes son los que dominan toda aquella logística, todas aquellas instalaciones?
¿Cuál es la tendencia política a la que son adeptos?
¿Condiciona su pensamiento el uso que hacen de ellas?
¿Que sucede cuando los que manejan la economía son los mismos que se oponen a los Derechos, tanto laborales, sociales y políticos, como de las Mujeres?
¿Que ocurre cuando son los mismos que siempre nos han dicho que si suben los sueldos, o las personas tienen condiciones de Vida dignas, se hundirá la economía?
¿Que pasa cuando son los mismos que hacen hasta lo indecible para evadir y eludir impuestos, y no contribuir al Estado que saquearon en dictadura, del cual les gusta servirse, y del que exigen rescates, cuando su sinvergüenzura y prácticas deshonestas los llevan a la quiebra?
Según parece, es lo que estamos presenciando, sabemos que ya ha ocurrido antes, cada vez que se ha buscado mejorar las condiciones de vida de las personas; incluso llegando al extremo de desestabilizar el país completo, o abusando de la necesidad en tiempos de dificultad; hoy pese al alza sustantiva del sueldo mínimo, prácticamente congelado desde hace casi 30 años, seguimos aplastados por la sobrevivencia.

Es así como los pocos que dominan la economía nos quieren, sumidos en la pobreza material e intangible, porque su riqueza se basa en la miseria de la comercialización de los Derechos; porque cuando tienes que luchar por llegar a fin de mes, no te puedes permitir defenderlos, y te los venden como mercancía, un bien de consumo; tal es la inmoralidad de los que lucran con la precariedad que nos aflije, la ruindad de quienes hacen extractivismo de nuestra vida y nuestra muerte; el presente está a la vista, los saqueados somos nosotros.
Sin embargo, ha llegado el tiempo, en que con firme convicción, dejamos para siempre la ingenuidad atrás, no permitiremos que nos manipulen, ni nos mientan; tampoco el abuso de quienes con más conocimientos, arteramente y a sabiendas, engañan a quienes por diversas razones, saben menos; es fundamental que tengamos la capacidad de hablar con Todos, sin arrogancia y con respeto, responsabilizándonos de darnos a entender, para a la vez hacernos cargo, de las definiciones que como Pueblo tomamos.
Para superar de forma definitiva tanto el chantaje constante, y la captura en que mezquinos intereses mantienen a nuestro país, como el bloqueo de la derecha a los cambios que aún son urgentes, a las justas demandas que siguen sin tener respuesta; resulta imperativo impugnar el verdadero y antidemocrático poder constituido, desenmascarar el engaño de lo que verdaderamente está impulsando, mientras sus esbirros le mienten a la gente; rechazar el origen ilegítimo del poder que ostenta la barbárica y matonesca oligarquía, es también declarar ilegítima la estructura socioeconómica de poder que desarrolló, y por tanto hacer inaceptable la profundización y consolidación de tal poder ilegítimo, impuesto a punta de tortura y fusil en dictadura; más aún cuando, como se propuso en el adefesio medieval de kast, aquello ocurra a costa de dinamitar la capacidad del Estado y los Derechos, y el secuestro de las instituciones políticas mediante la elitización de la base representativa; en definitiva más de lo mismo, hoy como ayer, la élite buscó una vez más, afortunadamente sin éxito, apropiarse del Estado para su conveniencia, en desmedro del Bien Común, esta vez representada por el partido fascista opus dei pinochetista, también conocido como republicanos y chile vamos.
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Proceso Constituyente, del sueño de una Nueva Constitución, a la amenaza de una regresión autoritaria medieval

A casi 50 años del golpe de estado civil-militar, el pinochetismo, representado por republicanos, ha vuelto a asomar su fea cara, desde la tumba en que lo creímos enterrado, para instalarse mayoritariamente y por elección popular, en el consejo constitucional, órgano central de la convención mixta, encargada de redactar una nueva constitución, que reemplace a la de la dictadura.
La paradoja de que, justamente el partido que siempre ha estado en contra de cambiar la carta magna del Dictador, sea la principal fuerza política con el mandato para escribir una nueva carta fundamental, se suma a los muchos hitos llamativos de nuestra historia, esta vez para mal, quizás una muestra más, del llamado “pago de Chile”, y la ingratitud de su Pueblo.
¿Cómo entender aquello que parece una locura?
A la luz de los últimos resultados electorales, pudiéramos concluir que existe una serie de afecciones psicológicas de la mente colectiva de Chile, que explicarían dicho comportamiento tan contradictorio, del que hemos sido testigos.
Es la que nos aqueja, una patología de carácter esquizofrénico, bipolar y pendular, o acaso el arribismo político de los precarizados, que creyéndose parte de la clase empresarial, votan en contra de lo que los beneficia; quizás un agudo síndrome de estocolmo, o tal vez simplemente la pésima memoria del Pueblo de Chile, que apoya a quienes defienden la masacre, perpetrada a traición, y con cobarde alevosía, en contra del mismo Pueblo; lo cierto es que hay muchas cualidades de la mentalidad nacional, que parecen relacionarse de forma directa con el caso que nos ocupa.
Lo propio ocurre con el histórico interés, de muy larga data, que algunos tienen de “mirar al futuro”, y dar convenientemente “vuelta la página”; pues están impune y fervientemente convencidos de que basta sólo con el tiempo transcurrido, para tener una visión más “ponderada” de la dictadura, que reconozca los “logros” que según ellos tuvo ese régimen de atrocidad y muerte; es decir, pese a que ni perpetradores ni cómplices han pedido perdón por los horrores cometidos, quieren relegar al olvido los crímenes que realmente ocurrieron, a la vez que los justifican con los inventados o los que pudieron ser; en definitiva fantasías propias de la propaganda, producida de forma abundante durante la guerra fría.
Más aún, en el oscuro contexto actual, en que la inestabilidad e incertidumbre que trajo el rechazo, han dado paso al aumento significativo del impulso que la derecha ha dado a la restauración autoritaria negacionista; que implica una disputa del relato histórico de lo ocurrido, ya no sólo en los últimos años, sino también en el periodo de la dictadura; lo que realmente está en cuestionamiento es la democracia, sus instituciones y las formas civilizadas de resolver los conflictos.
En este enrarecido ambiente, envalentonados no sólo por los resultados en las urnas y la rearticulación del fascismo internacional, sino también por la hasta ahora comprobada impunidad en los casos de violaciones de Derechos Humanos, ocurridos tanto en la dictadura como en el segundo gobierno de piñera; surgen nuevamente las voces de los cancelados con megáfono mediático, esta vez para oponerse a la comisión asesora contra la desinformación, en defensa de lo que ellos llaman libre expresión, porque en definitiva quieren seguir teniendo la libertad de mentir, de justificar el horror, y de defender la dictadura, como si se tratara de un gobierno electo y legítimo.
Los que tiempo atrás nos decían “hay que separar el modelo económico de las violaciones a los Derechos Humanos”, hoy quieren separar también el golpe de estado, de la consecuente masacre y criminal tiranía, nos preguntamos por qué.
¿Será acaso que vislumbran un quiebre institucional, como alternativa para el futuro?
El rechazo transversal de la derecha, a la convocatoria que, en el marco de su gira por Europa, realizó el Presidente Boric, y que durante la presentación del Plan Nacional de Búsqueda de Detenidos Desaparecidos, a sólo días de la aciaga fecha de la conmemoración del golpe, volvió a repetir; de firmar una declaración conjunta con todos los partidos políticos, en que se lograra un consenso nacional que condene los golpes de estado y las violaciones de Derechos Humanos; aparentemente confirma tales nefastas conclusiones.
Resulta indudable también, que quienes integran ese sector político, y que no están dispuestos a aceptar un pacto democrático y civilizatorio como el que propone el Presidente; porque ello implicaría reconocer que apoyaron un proceso ilegítimo, que cometió actos atroces, intolerables e ilegales; sin embargo, como contraparte, parece que si estarían dispuestos a repetir tales actos, que además fueron los fundantes de la estructura socioeconómica actual de poder, que les acomoda, y que no quieren poner en cuestionamiento, sino mantener.
No obstante lo que nos dicen, es que les están imponiendo una versión oficial.
¿Entenderán que una negativa como aquella, argumentada además tan pobremente, implica reconocer que a ellos les parece que las violaciones de los Derechos Humanos, y los Golpes de Estado, están bien?
Tras ellos están quienes justifican esta asonada, como si hubiera sido inevitable, una “dolorosa” “necesidad”, no obstante, la verdad es que nunca han entendido lo que significa el dolor de otras personas, mucho menos saben lo que es conmoverse o sentir empatía con los deudos de las víctimas; porque siempre se han creído con el derecho de decidir quien vive y quién muere, por tanto, nunca les han importado los muertos, los desaparecidos, los torturados y exiliados; pues así como algunos son “más iguales” ante la ley, también los hay “menos humanos”; lo entendemos a partir del lenguaje deshumanizante, que mantienen hasta el presente, en pleno siglo 21.
No son los únicos, sin embargo.
Existen también quienes, sin asco ni pudor, llaman derechamente a matar gente a destajo, pues para ellos también resulta “dolorosamente” “necesario”, lo que, habida cuenta de la calaña de personajes que sostienen esta clase de “opiniones”, además tomando en consideración que el pinochetismo acérrimo no es una novedad en el ámbito psicopático del escenario político nacional; nos lleva a la convicción de que la separación de eventos, incluyendo golpe, exterminio y modelo económico; tan reiterativamente planteada por la derecha, no resulta posible, por mucho que por medio del bombardeo mediático nos quieran convencer de lo contrario.
A la vista de los hechos y las palabras, aquellos esbirros del inhumano negacionismo, según parece están como locos, por salir a “defender” a balazos la libertad de matar.
Una que no es ninguna o peor, el tren constitucional republicano, con chile vamos como vagón de cola
Mientras tanto, de vuelta en la convención mixta, las indicaciones al texto del anteproyecto de la comisión experta, presentadas por el partido fundamentalista opus dei pinochetista, también conocido como republicano, ya terminaron de ser votadas en el pleno del consejo constitucional; y se integraron al borrador, que volvió a la comisión experta, donde se votaron observaciones, que a su vez, se volvieron a votar en el consejo; proceso que continúa con el funcionamiento de la comisión mixta, entre consejeros y expertos, cuyos miembros ya fueron designados; para dirimir los desacuerdos entre ambas instancias.
No obstante el resultado de dicha etapa y las que seguirán, hacia el final de este nada decoroso proceso; pese a que la comisión experta propuso modificaciones a algunas de las aberrantes normas aprobadas en el consejo constitucional, será este mismo órgano el encargado de ratificar el resultado, lo que ciertamente resulta a lo menos inquietante.
La sectaria colectividad se sacó la máscara, plagada de sonrisas falsas, para finalmente explicitar su concepto de constitución, el cual para sorpresa de nadie plantea un retroceso de décadas, en Derechos Humanos, de las Mujeres, sociales, económicos, laborales, Justicia y Democracia, consolidando una visión digna de la edad media y el sistema feudal.
Dicha propuesta tan retrógrada de marco normativo, no sólo representa una profundización del nefasto modelo neoliberal, impuesto a sangre y fusil en dictadura, sino que además es el proyecto totalmente contrario, al planteado por la extinta Convención Constitucional, que lo formuló con base en las demandas de justicia en la distribución del ingreso y el poder, que el Estallido Social manifestó amplia y abiertamente, a todo lo largo y ancho del país, y los territorios.
Consecuentemente, esta nueva arremetida reaccionaria, ha implicado no sólo una clara persecución y denostación de representantes del Feminismo, las Diversidades sexo genérico afectivas, y Pueblos originarios, sobre todo sus figuras más relevantes y representativas; sino que también la búsqueda del descrédito de la autorrepresentación, la defensa medioambiental, y los avances en materia laboral y sindical, disfrazando de “movimientos sociales”, la violencia y discriminación, ejercida en contra de las personas, para defender los intereses de un puñado de individuos, los mismos de siempre.
Tanto el acoso en redes sociales a la comediante y renombrada feminista, Natalia Valdebenito; los cuestionamientos racistas al año sabático de la académica, y ex presidenta de la Convención Constitucional, Elisa Loncón; la denostación antes durante y después, de la participación de la ex convencional Giovana Grandón, conocida como Tía Pikachu, en el mentado órgano constituyente; como las amenazas de muerte en contra de la ex convencional y abogada de Derechos Humanos Manuela Royo; la puesta en duda de la ceguera que padece la senadora Fabiola Campillai, a consecuencia del ataque artero y cobarde, perpetrado en su contra por carabineros de fuerzas especiales, cuando se dirigía al trabajo; al igual que la fracasada y homofóbica acusación constitucional, en contra del ex ministro de educación, Marco Antonio Ávila; los epítetos transfóbicos en contra de la diputada Emilia Schneider, los proferidos en contra de la actriz, Daniela Vega y, últimamente, los epitetos machistas, misóginos y denigrantes, proferidos en contra de la Ministra de Cultura, la actriz Carolina Arredondo; son ejemplos de tales matonescas conductas, que a diario conocemos por montones, y que representan una muestra verbalizada del desprecio de la derecha por la dignidad humana.
Así lo confirman los contenidos que esta fuerza política ha propuesto, perfilando un panorama constituyente nada alentador:
Constitucionalización de afp e isapres, disfrazada como libre elección; financiamiento por alumno, no basal a los establecimientos eduacionales, perjudicando la Educación Pública y favoreciendo a la privada; objeción de “conciencia” institucional, limitación del derecho a huelga a los periodos de negociación colectiva; invisibilización de la mujer en su rol público, rechazo a la paridad de salida; exención de contribuciones a sectores acomodados; estados de sitio, y consecuentes restricciones de derechos fundamentales, prácticamente discrecionales; omisión deliberada del derecho a manifestación; constitucionalización de la ley naín retamal; reducción del número de escaños del parlamento, por medio de la creación de nuevos distritos, reduciendo como consecuencia su representatividad e interviniendo artificialmente la distribución de fuerzas; umbral mínimo de 4% de votos, u ocho representantes para llegar al congreso, conjuntamente con dificultar aún más la postulación de candidatos independientes; control preventivo del tribunal constitucional; una justicia paralela que pasa por sobre el poder judicial; son sólo algunas de las barbáricas “ideas”, que los representantes de la endogámica élite nos quieren imponer.
Eso, sin contar las enmiendas “retiradas” por republicanos, a consecuencia del amplio repudio que generaron a nivel nacional, lo que incluía tanto la inconstitucionalización del aborto en tres causales y la libertad para los criminales de punta peuco; como el regreso del quórum de 2/3 y la supremacía de la constitución, sobre los tratados internacionales de Derechos Humanos.

Imagen: Proceso Constitucional
Este “gesto” de republicanos, sin embargo, no implica que tales brutalidades no lleguen al texto final, toda vez que para ello basta que así lo acuerden con chile vamos.
Es más, justamente eso fue lo que ocurrió, con el cumplimiento domiciliario de pena para los “abuelitos” de punta peuco, recluidos en esa cárcel hotel por sus crímenes de lesa humanidad, y el derecho a la vida de “quien” está por nacer, que vuelve inconstitucional el aborto; normas aprobadas por casi toda la derecha, en el pleno del consejo.
Los mismos que quisieron atribuirle a la Convención Constitucional la defensa de intereses particulares o identitarios, tal como señala el principio de transposición, del taller de “servicio” público de la fundación jaime guzmán, hoy con todo a favor, sin el obstruccionismo del gobierno como ocurrió la primera mitad del proceso anterior, sin la imposición del quórum de 2/3 y sin la desinformación y tergiversación masiva de los medios empresariales, a los que igualmente han tenido el descaro de culpar por el fracaso que parecen proyectar las encuestas, están logrando lo que no parecía posible, presentarnos una constitución peor que la de pinochet.
Según parece, van a tener que pedirle prestada la guitarra al indecente senador chahuán, aunque por cierto no podrá contribuir mucho, pues el oficialismo del cual fue parte, resultó ser un pésimo intérprete.
Los que ayer, con la infame declaración de inconstitucionalidad en contra del gobierno de la Unidad Popular, emitida por el congreso, y acordada por el golpismo parlamentario, para blanquear y dotar de visos legales su abyecto acto de traición; justificaron el crimen que significó el quebrantamiento institucional en contra del Pueblo de Chile, así como también el bombardeo a la Moneda, el sospechoso “suicidio” del Presidente Allende, y el consecutivo derramamiento masivo de sangre; hoy se atreven a comparar tales actos ruines y alevosos con el Estallido Social, el clamor del Pueblo desarmado, por la justicia que aún nos deben, desde hace 50 años.
Quienes hoy quieren negar las atribuciones del Presidente, sabotear su mandato, tomando como ejemplo el caso de Perú, y “hacer a este Gobierno chillar”, como parafraseando a richard nixon dijera el ex presidente de renovación nacional, carlos larraín, defensor de un montón de criminales, entre los cuales se cuenta su hijo, martín larraín; en 1972, en virtud del crecimiento del apoyo a Salvador Allende, no lograron los votos necesarios en el congreso para acusarlo constitucionalmente, y destituirlo como querían.
Como directa consecuencia, la mentada declaración, no tuvo ningún peso real entonces, ni lo tiene actualmente, más que ser la tosca justificación de la atrocidad; por mucho que aquellos que avalan los actos horripilantes de la dictadura, quieran darse el malsano y cómplice gusto de volver a leerla en el congreso, como hicieron nuevamente este año; siempre será la mentira de ayer que funda la mentira de hoy.
La vía del golpe de estado, que financiada por la CIA, venía planificándose desde antes que Allende asumiera su alta investidura, sería entonces la única opción que este lote de asesinos encontró, para lograr sus malignos designios, ante la perspectiva cierta de una derrota en el plebiscito, que el Presidente preparaba, para que a través de la democracia, fuera el Pueblo soberano el que decidiera la continuidad de su gobierno; y no unos pocos, valiéndose del crimen, como ocurrió finalmente.
Esos pocos, que se hicieron multimillonarios a costa del asalto desvergonzado de las empresas del Estado, las arcas fiscales, las aguas y los bienes comunes; que se enriquecen haciendo extractivismo de nuestros Derechos y nuestras vidas, y se benefician tanto del lanzazo forzoso de las afp, como del robo judicializado de las isapres, que tan caro le costó al Estado, que mayoritariamente pagamos con el regresivo IVA; son los que desde las alturas de la aguda punta de la pirámide neoliberal, dominan el territorio en sus mansiones, y sin contar lo que evaden y eluden, además tienen la desfachatez de condicionar el pago de los impuestos, de los que han estado liberados por ya demasiado tiempo, a que les regalen el Litio y el Cobre, que nos pertenecen a todos, para saquearlos también a gusto.
Los mismos que, como tienen tantas dificultades para ganar dinero, si hay que estar todo el tiempo cumpliendo la ley; acudieron una vez más a la tercera cámara, el tribunal constitucional, para detener la tramitación de la normativa de delitos económicos, que contempla penas de cárcel para los ilícitos cometidos por grandes empresas, incluyendo a sus directivos; quienes a la vez se oponen a la ley del Sernac con capacidad sancionatoria, ambas leyes desarrolladas para defender a la mayoría de las personas, frente a los abusos empresariales tan reiterativos en nuestro país; nos demuestran una y otra vez, con su patronal e insolente prepotencia, lo necesario y urgente que sigue siendo cambiar la constitución de la dictadura; no sólo para superar la miseria de la comercialización de los Derechos, sino también para liberarnos de la opresión de la supervivencia y el abuso que nos imponen, pues no hay monto alguno de dinero, aunque se cuente por cifras grotescas e incomprensibles, que alcance para equipararlo con tanta humanidad doliente.
Aún cuando sus representantes, que hoy buscan sabotear el proceso que conducen, produciendo un texto tan repelente como el que estamos viendo surgir; quieran decirnos que un nuevo rechazo, esta vez llamado En Contra, en conjunto con el anterior, convertirían el fraudulento adefesio constitucional del dictador, en la carta magna más legitimada de nuestra historia; no podemos caer en aquella trampa, ni tampoco en la de quienes, con este resultado quieran cerrar el proceso de cambio constitucional, manteniendo la carta fundamental actualmente vigente; pues no olvidamos el mandato popular, de derogar aquella aberrante constitución escrita con sangre, que no es y nunca será legítima, porque fue impuesta a punta de tortura, terror y muerte, por un régimen autoritario que masacró a la población desarmada, para proteger miserables intereses.
Entender el rechazo y no olvidar, el desafío de hoy, para construir un mejor mañana
Con el firme propósito de no retroceder en los Derechos conquistados, tras décadas de lucha social, y alcanzar la progresividad de los mismos, que nos permita legar un mejor futuro a los que vendrán; resulta fundamental, que podamos evaluar los procesos que afrontamos desde una perspectiva histórica y de largo plazo, para visualizar tanto los escenarios que se proyectan post elección, como los horizontes que queremos alcanzar; sin olvidar desde donde caminamos hacia ese porvenir que soñamos, con una visión crítica que nos permita sacar lecciones de los ciclos anteriores.
En este sentido, es importante reivindicar los valores que el Estallido Social puso en relieve, y que se contraponen al egoísmo, la competencia descarnada, el individualismo y el miedo neoliberal; Alegría, Esperanza, Solidaridad, Diversidad, Creatividad, Cooperación, Unidad, Valentía y Organización; que son nuestra verdadera esencia, y representan la revitalización del desgarrado Tejido Social; que nos dio la fuerza para afrontar los abusos, atropellos y violencia de los agentes del estado, que intentaron avasallarnos, cometiendo crímenes de lesa humanidad, aberrantes incluso en guerra; que en 2019 nos recordaron a la dictadura.
¿Qué nos sucedió, en el intertanto?
¿Cuáles fueron los verdaderos motivos del rechazo?
Las causas que se esconden detrás de aquel resultado, y el consiguiente shock post elección, que hoy nos tiene inmersos en esta ola reaccionaria, autoritaria, patronal patriarcal y negacionista; están contenidas en un relato que aún debemos construir como sociedad, por lo tanto siguen estando en disputa.
En un país, con tan mala memoria como el nuestro, recordar nuestra historia reciente, no sólo es un antídoto para el olvido, sino que además nos ayuda a comprender el presente.
En 2020, la pandemia del Sars-Cov-2 llegó a Chile, tras sembrar un recorrido mortal en el planeta entero.
La enfermedad, conocida como Covid-19, diseminada de forma irresponsable e indolente por la clase adinerada, que a su regreso de destinos exóticos, prohibitivos para la mayoría de las personas en Chile, se dedicó a pasear el virus sin ninguna consideración por la salud de los demás; dió paso al encierro tardío y parcial, que en función de grandes intereses, que por supuesto no serían quienes “pondrían” los muertos, mantuvo la economía funcionando a costa de las vidas de los trabajadores.
El alza abusiva de precios, inflación por aprovechamiento, que el presidente piñera no controló, pese a contar con las atribuciones para ello, en virtud del declarado Estado de Emergencia por crisis sanitaria, enriqueció como siempre a sus amigos y familiares, a la vez que encarecía la vida de la mayor parte de las personas; a lo que se sumó la consecuente agudización de la precarización de la vida, agravada por la suspensión de trabajos sin goce de sueldo, durante un largo periodo, en que la indolencia del anterior gobierno, que en su momento celebró la entrega de una única e insuficiente ayuda de 52 mil pesos; hizo necesario que el Congreso, sin atribuciones para decidir gasto público, legislara el retiro de fondos de pensiones, para afrontar la crisis.
Tres años han pasado desde entonces, y la indignante constatación de que el ingreso, pese al alza sustantiva del sueldo mínimo, prácticamente congelado desde hace décadas, sigue sin ser suficiente para cubrir las necesidades; nos lleva a preguntarnos si es que hay un mecanismo económico similar en vigencia; en definitiva, cuánto del proceso inflacionario que afrontamos, tiene causas económicas reales, y cuánto responde a la subida artificial y deliberada del nivel de precios.
Durante aquellos tiempos de restricción sanitaria, en paralelo, se sucedieron reiterativos paros de los camioneros terroristas, que amenazaron el abastecimiento de la población con desvergonzadas exigencias, que simulaban chantajear al complaciente y sumiso gobierno anterior, muy contento en realidad por el apoyo que le entregaban a la agenda represiva oficial, mientras celebraban escandalosos asados en carretera junto a la fuerza pública, que sólo meses atrás había violado masivamente los Derechos Humanos en todo el país.
Conjuntamente con todo lo anterior, el descontrol migratorio; propiciado en gran medida, tanto por la negligencia y el abandono del resguardo fronterizo, como por la crisis humanitaria venezolana; agravado por el llamado que el entonces mandatario hiciera a los venezolanos de venirse a chile, reiterado por sus ministros pablo longueira y cecilia pérez; e impulsado por el efecto del ridículo y fracasado viaje presidencial, de bochornoso resultado, a Cúcuta, en la frontera entre Colombia y Venezuela, para entregar ayuda a este último país, y reunirse con el autoinvestido, “presidente encargado” juan guaidó; permitió el ingreso al país, infiltradas entre las familias que se vieron obligadas a migrar, de peligrosas bandas de crimen organizado, que empeoraron los índices de criminalidad y delitos de alta connotación, entre ellos narcotráfico, asesinatos y secuestros, disparando el temor y la inseguridad de la ciudadanía.
A ello, por cierto, se agregó la mantención de muchas de las personas que debieron escapar de su patria, en situación de migración irregular, no sólo atentando contra la seguridad, al restarle capacidad al Estado de identificar a quienes representan aún hoy un peligro para la Sociedad; sino que además reuniendo todos los elementos, para crear un caldo de cultivo propicio para la discriminación, el racismo y la xenofobia; a lo que contribuyeron las prácticas abusivas de algunos empleadores, para quienes resultó muy conveniente, contratar más personal, por un salario menor aún al insuficiente sueldo mínimo, incumpliendo las leyes sociales, y presionando el valor del trabajo a la baja, más allá de la distorsión ya existente.

Imagen: Diario Uchile
A este respecto, resulta llamativo también como, fiel a su comportamiento histórico, la derecha, esta vez representada por piñera, una vez más creó los problemas, para luego plantear que la solución es más de lo mismo que nos ha llevado a la situación actual; menos Estado, más neoliberalismo, más privatización, más represión; siempre en contra de un “chivo expiatorio”, un “enemigo común” que es causa de todos los males; lo que en el caso que nos convoca, significó pavimentar el camino al rechazo, y al éxito de la política del miedo.
Consecuentemente, viniendo de un contexto tal de incertidumbre, que aún hoy no ha terminado de resolverse, en que hasta la sobrevivencia pendía de un delgado hilo, siempre a punto de cortarse; no resulta extraño que las abundantes mentiras en torno al proyecto de la Convención, sobre todo aquellas referidas a la falsa expropiación de viviendas y fondos de pensiones, para que los políticos supuestamente se las apropiaran; calaran tan hondo en la Ciudadanía.
Mención aparte, merecen también patrañas como la que hacía alusión a la supuesta capacidad de veto que tendrían los Pueblos Originarios; aquella que señalaba que delincuentes, narcotraficantes y terroristas, incluso privados de libertad podrían optar a cargos públicos; otra según la cual se cambiaba la bandera, el escudo y el himno nacional; la más aberrante, que señalaba que la Educación Sexual Integral promovía la sexualización infantil; y la más absurda, que llegaba al ridículo extremo de afirmar que el aborto se permitiría hasta los nueve meses, momento en que lo que ocurre es el parto.
Aún cuando la campaña del terror y de descrédito de la Convención, conjuntamente con las falsedades disfrazadas de noticia, muchas veces iniciadas por constituyentes inescrupulosos de derecha y sus asesores; que además fueron ampliamente difundidas por los medios empresariales, explican en gran parte el fracaso de la propuesta anterior, resulta también necesario reconocer que hubo otros factores.
En esta categoría caen los comportamientos poco serios, e incluso irresponsables de algunos constituyentes, y la soberbia de otros, conjuntamente con los bullados “carrete constituyente”, primero desmentido luego confirmado; voto desde la ducha, sahumerios, “ronda constituyente”, el falso cáncer de rojas vade, que no escribió ni una coma del proyecto, o declaraciones desafortunadas de stingo, baradit, o labraña; que contribuyeron a facilitar la campaña para denostar, ridiculizar y desacreditar a la Convención, fomentada por el rechazo; que, como si fuera poco, corría con ventaja desde el inicio del proceso, con miras a cumplir su mezquino objetivo; sólo contraponiendo sabotaje, engaño, obstáculos, trabas, trampas y artimañas de la peor laya; a la exhaustiva, ardua y vertiginosa tarea, que la mayor parte de los convencionales llevó a término exitosa y honestamente, cumpliendo a cabalidad el cometido de redactar una Constitución más justa para Chile, que sin embargo no pudo salir a la luz.
Justamente ese era el fin que perseguían las enmiendas reiterativas de rebolledo y cantuarias, en oposición a quienes esta última denominaba “activistas de la cama”, para obstaculizar la aprobación de los derechos sexuales y reproductivos; las airadas exigencias de la derecha, que demandaban que el texto se votara por 2/3, para luego quejarse de que este quórum supramayoritario no era suficiente; también las vulgaridades y la prepotencia de la indecente y desvergonzada “gasto inútil” “cafiche del estado” marinovic, que al tiempo que buscaba negarle el derecho a la educación a las personas, no tenía problemas en financiar los estudios de su hija con gratuidad; la ampliamente difundida frase “circo constituyente”, en conjunto con los “bolsillos de payaso” de hube, de los cuales sacó un montón de constituciones falsificadas; las “publicidades” y “correos informativos” de las afp, a las que por cierto les queda mejor la frase “el gato cuidando la carnicería”, que el convencional embaucador fontaine, reiteraba constantemente para referirse a la administración estatal de fondos de pensiones, y las “charlas” de su embustero asesor, francisco orrego, “prófugo de la justicia” “pancho mula”; las amenazas del team patriota y francisco muñoz, “15 puñaladas en defensa propia” “pancho malo”, a los constituyentes; la “fiscalización” de schalper, las groseras trabas impuestas tanto por el senado, al no facilitar las salas del edificio del ex congreso, como por el anterior gobierno, al entregar instalaciones que no estaban operativas desde el comienzo, y dificultar la entrega del presupuesto, ya asignado para el financiamiento público del órgano constituyente y, en contraste; los abultados y multimillonarios aportes privados a la propaganda del rechazo, evidenciados a lo largo del proceso, en todos los plebiscitos, y durante el tiempo de funcionamiento de la Convención; todas acciones afirmativas, que formaron parte del torpedeo sistemático que sufrió este poder del Estado, precisamente por ser el más representativo y democrático de la historia de Chile; enmarcadas dentro de aquella infame campaña de boicot de la derecha, que para perjuicio de los chilenos resultó exitosa, en oposición a los cambios que beneficiaban a la mayoría, pero resultaban una amenaza para las míseras parcelas de poder de unos pocos.
Pese a todas las adversidades, la Convención se erigió desde cero como una sólida institución, que representó una mejor política, para construir un país con más democracia, y sin duda hizo todo lo que estaba en sus atribuciones, para entregar al país una propuesta constitucional que, contrariamente a la mentira de la derecha, que le atribuyó ser partisana, sesgada, y dirigida por el Partido Comunista, fue en cambio resultado de un amplio consenso, entre representantes de distintos sectores políticos, Movimientos sociales, comunitarios, territoriales y Pueblos originarios; que se caracterizó por ser razonable, moderada, habilitante y con visión de futuro.
Así como para el autoritarismo patronal, no fue posible comprender que el Estallido Social constituyó un conjunto de manifestaciones espontáneas de descontento, en contra del abuso y la precarización de la vida; para quienes ven comunistas en todas partes, tampoco, que aquel acuerdo, que buscaba mejorar la calidad de vida de las personas, en ningún caso implicaba estatizarlo todo, ni mucho menos implantar la fantasía castro chavista k-pop, tan difundida como cierta por la derecha, desde 2019.
Aún cuando también es indudable que el anticomunismo, instalado desde la guerra fría en parte de nuestra sociedad, jugó un rol en el rechazo; lo que resulta evidente sólo con recordar la expresión “mamarracho comunista”, que buscaba denostar el trabajo de la Convención, y activar las sensibilidades de aquel sector político; su visceral reacción fue infundada, pues el anterior proceso no buscó en ningún caso imponer una visión de país, siendo el más claro ejemplo de ello el Plebiscito intermedio, o también llamado dirimente.
Aprobado por el Pleno de la Convención Constitucional, buscaba que aquellas normas que no alcanzaran acuerdo de 2/3, es decir el quórum supramayoritario, fueran definidas por la ciudadanía, antes del Plebiscito ratificatorio final; sin embargo, este mecanismo no llegó a concretarse, ya que requería para su implementación, de la participación del congreso, para lo cual no estuvieron disponibles los partidos políticos que lo componían; pues según parece no estaban muy interesados en la consolidación democrática y el avance del proceso, toda vez que no tenían el control completo de su desarrollo, y aspiraban a recuperarlo.
Así sugieren las reglas establecidas, no sólo para el proceso actual, en las que se excluyó a los Movimientos sociales, independientes de los poderes fácticos, y a los Pueblos originarios, con los pésimos resultados que ya conocemos; sino también aquellas correspondientes al anterior “acuerdo por la paz”, que definieron voto voluntario para el Plebiscito de entrada y la Elección de Convencionales, y voto obligatorio para el Plebiscito de salida; creando una distorsión electoral que sería clave en el resultado final, al obligar a participar de la elección a quienes no lo hacían regularmente, o no querían hacerlo; y por tanto, o no contaban con toda la información que requerían para formarse una opinión acabada respecto a lo que se votaba, y decidir con fundamentos su preferencia, o la decidieron en base a información sesgada, engañosa, incluso derechamente falsa, o votaron de mala gana; configurando un proceso, si no diseñado para fracasar, al menos con una propensión natural a causar resistencia.
Conjuntamente, la exclusión del mundo municipal, que había jugado un rol clave para impulsar el inicio del proceso de cambio constitucional, de la campaña informativa pública con miras al Plebiscito de salida, fue también un factor que indudablemente facilitó la campaña de desinformación en los territorios, en muchos de los cuales el municipio, es la única forma de acceder al Estado y por tanto acercarse al ejercicio de la política; mientras los medios locales, sobre todo en el ámbito rural, se llenaban de propaganda del rechazo.
De esta manera tan poco decorosa, en base a toda esta batería de malas artes y bajezas de la más abyecta calaña, la derecha logró postergar nuevamente un cambio urgente para la sana convivencia de nuestra Sociedad; a costa una vez más de perjudicar la estabilidad, las condiciones de vida de la mayoría y el Bien Común, que la propuesta de Nueva Constitución traía al país, para defender su privilegiado estilo de vida sustentado en el abuso; lo que ellos llaman libertad de elegir y emprender, pero que en definitiva no es más que sinvergüenzura y aprovechamiento, la libertad de pocos que es la precariedad de gran parte del conjunto social; con la miopía y cortoplacismo propios de una élite económica mediocre, que sólo busca el beneficio inmediato, conocido como “la pasada”, sin pensar en el futuro de hambre que está forjando, sin comprender que a la larga también se verá afectado el negocio y la utilidad, que tan avariciosamente acumula.
La mentira ruin de quienes cuentan con más conocimientos, que económicamente tienen más recursos, y sus representantes, que muy compuestos de terno y corbata, se hacen pasar por impugnadores del poder; cuando lo que verdaderamente buscan es defender el privilegio de la oligarquía, de la cual forman parte, y perpetuar la miseria que nos impuso la dictadura; para arteramente, engañar, embaucar y perjudicar a quienes menos saben y menos tienen; es también un abuso, un acto deleznable y un fraude contra la buena fe pública, que nunca debemos cansarnos de denunciar, ya que es una forma ilegítima de torcer la voluntad popular, que no debemos volver a permitir.
Por ello, resulta fundamental que seamos capaces de hablarle respetuosamente a todas las personas, ya sea que cuenten con más conocimientos, o menos, y hacernos responsables de darnos a entender; pues este es el requisito para exponer la mentira del rechazo, y desenmascarar a los falsos patriotas lacayos republicanos, que ya no contentos con la barbarie de negarle derechos a los demás, para eximirse de contribuir al desarrollo del país; se arrastran ante el imperialismo anacrónico de vox, dándonos razones para pensar que ya ni la independencia les gusta.
Si los integrantes de la comisión experta, en definitiva representantes de los partidos en este nada agraciado proceso, podrán arreglar el bodrio totalitario emanado por el órgano que lidera el partido republicano y secunda chile vamos, está todavía por verse; sin embargo, las perspectivas no son auspiciosas, si tomamos en cuenta la mayoría conformada por dichas colectividades en el consejo constitucional, el órgano finalmente encargado de ratificar el texto que se plebiscitará, o no.
Consecuentemente, resulta factible concluir, que es altamente posible, de que el resultado no sea nada favorable, y de aprobarse, tengamos una constitución mucho peor que la de pinochet y guzmán.
Ante esta horrenda y muy probable perspectiva, no quedará otra opción que votar En Contra, a fin de promover un nuevo proceso, que incluya no sólo a los partidos, sino también a las Organizaciones de base, para impulsar el urgente nuevo pacto social.
Pese a que ciertamente una Asamblea Constituyente es el mecanismo democrático ideal para este cometido, también es necesario considerar la fatiga que este accidentado, saboteado y actualmente secuestrado proceso constitucional, ha ocasionado en la Ciudadanía; lo que hace también necesario evaluar otras opciones, como pudiera ser un plebiscito que dirima, qué disposiciones de la abundante historia constitucional reciente, son las mejores para superar la crisis de las instituciones que enfrentamos; preparado por medio de una consulta nacional de base, con características similares al censo, para precisar las verdaderas razones que motivaron el voto en uno u otro sentido en los plebiscitos anteriores, y establecer con mayor certeza qué normas concitan el apoyo y cuáles no, a fin de delimitar los bordes de un nuevo ciclo.
Para pavimentar un camino exitoso, es imprescindible siempre considerar los aprendizajes de procesos previos, impulsando legislación que regule tanto la concentración de los medios, como el financiamiento desigual, y las millonarias campañas de mentiras, entendiendo que estas últimas constituyen una forma de fraude electoral; además de contemplar la participación de los gobiernos de nivel nacional, regional y local, en las campañas informativas y educativas, respecto a la importancia de la constitución, y que significan sus contenidos para el desarrollo humano; condiciones que nos permitirán superar el problema de legitimidad de la asquerosa constitución actual, y dejar en el olvido la que se perfila como la aún más asquerosa kastitución, para avanzar decididamente hacia la construcción de una Sociedad mejor.
Hoy, cuando más que nunca está todo en disputa, no debemos bajar los brazos, sino por el contrario levantarlos para luchar por el país que también es nuestro, que soñamos y nos merecemos, el que nos deben desde hace 50 años; no debemos dejar que nos callen, ni nos avasallen, ha llegado el momento de defender nuestra democracia, y los avances de la Convención para el porvenir; el tiempo de combatir en todos los espacios el deplorable discurso del pinochetismo, con Verdad, con Historia y con Memoria, para al fin alcanzar el Nunca más, que nos permita heredar Justicia a los chilenos que vendrán.
#proceso constituyente#convencion mixta#NuncaMasDerecha#DerechaMiserableYCorrupta#Nunca Más#DerechaCorruptaYMiserable#Asamblea Constituyente
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A disputar el nuevo proceso constituyente
A casi 100 días del plebiscito, en que la “mayoría silenciosa”, aquel fetiche del autoritarismo elitario, se pronunció una vez más a favor de la mentira, el miedo y el opresor, la mayor parte de los partidos con representación parlamentaria y el remedo de movimiento ciudadano, amarillos, finalmente llegaron a un acuerdo respecto a como será el nuevo camino constituyente.
Pese a que el resultado de esta negociación dista mucho de ser el ideal democrático, es indudable también que pudo ser aún peor, considerando la exacerbada representación que la derecha tuvo en estas conversaciones, en las cuales contó no sólo con los partidos de la actual oposición, sino también con el amarillo títere de la oligarquía, que llegó incluso a proponer que los constituyentes fueran íntegramente elegidos de forma “democrática”, por el congreso, y por medio de cuoteo.
Consecuentemente, el menor estándar representativo respecto del ciclo anterior, marcado por un órgano electo de menor tamaño, pero sobre todo, por un comité designado, la comisión experta, que en algunas etapas tendrá el mismo peso, es una muestra de que no podemos dar por sentada ni siquiera la democracia, ya que los resabios autoritarios y de tutela de la voluntad soberana que creímos superados, hoy según parece, están de regreso.
Esto resulta aún más evidente, cuando constatamos los gruesos “bordes” del nuevo proceso que, reforzados por otro órgano designado, el comité técnico de admisibilidad, representan una mayor garantía para quienes no están tan convencidos de la importancia que, tanto una mayor representatividad, como la autonomía del órgano redactor, en el ejercicio de su cometido, tienen para la legitimidad del nuevo texto.
La denuncia de la Comisión Chilena de Derechos Humanos, ante el Alto Comisionado de Derechos Humanos de Naciones Unidas, respecto a cómo los mentados órganos vulneran el Derecho a la autodeterminación del Pueblo chileno; la pugna de la derecha por nombrar un fiscal nacional afín, es decir que no significara una amenaza para la corrupción institucionalizada entre sus filas; la polémica desatada tras el indulto presidencial a presos del estallido; en conjunto con el fuerte impulso que la oposición ha buscado darle a una restauración conservadora post plebiscito, que no sólo pretende mantenerlo todo como está o peor, sino también criminalizar la protesta, hacer revisión histórica respecto a las violaciones de Derechos Humanos del pasado reciente, y socavar la institucionalidad destinada a su protección; así como la proliferación del gatillo fácil y la impunidad policial, propiciadas por la recientemente promulgada ley naín-retamal; entre otros hitos, son advertencias de que una regresión autoritaria no está tan lejos, sobre todo tomando en cuenta lo que la derecha, a lo largo de la historia, ha demostrado ser capaz de hacer, los quiebres institucionales que ha creado, con tal de mantener la estructura socioeconómica injusta, que actualmente padecemos, y que favorece a los que más tienen, pero que a la vez son quienes menos contribuyen.
Al respecto, también debiera preocuparnos el contexto del mundo y el continente, en que la ultraderecha negacionista, racista, mentirosa, militarista y fascista, ha ido cada vez más, consolidando su articulación internacional, lo que por supuesto ha envalentonado nuevamente a los no menos indecentes representantes locales del partido pinochetista, también conocidos como chile vamos, republicanos y team patriota, que alaban al inoperante presidente de El Salvador, nayib bukele; que toman clases con el desfachatado imperialismo trasnochado de vox, de España; que buscan seguir los indecorosos pasos del trumpismo y el bolsonarismo, en Estados Unidos y Brasil, y que sueñan con el aberrante escenario impulsado por el fujimorismo en Perú.
De vuelta en el entorno nacional, las ya mentadas condiciones, son posibles no sólo gracias al contundente y absolutamente heterogéneo voto del rechazo, sino también a la interpretación mañosa que la actual oposición, fiel a su costumbre, ha hecho de los motivos que tuvieron los electores que tomaron esa opción, a fin de mezclarlos a conveniencia con los suyos, para de esta forma asimilar como propio un electorado que no le pertenece, al que no conoce, y el que no le importa.
Como la derecha, defensora de los oligárquicos intereses de la cima de la pirámide neoliberal, ganó nuevamente con “los votos de los pobres”, tanto en el plebiscito, como en el congreso, hoy podemos vislumbrar con claridad cómo esto se tradujo en el acuerdo que tenemos, que en definitiva es aquello que sin ser lo óptimo, era lo que se podía lograr, dada la actual distribución de fuerzas políticas.
En este ámbito, los efectos de las pésimas decisiones del “soberano” están a la vista, y nos permiten comprender que ciertamente no da lo mismo a quienes elegimos, ni las opciones que tomamos; por lo tanto, ha llegado el momento de responsabilizarnos por cómo votamos, asumiendo un rol más activo en el desarrollo de nuestro país, y los procesos políticos que afrontamos.
Resulta indudable que vivimos tiempos delicados, es importante encarar la realidad, y entender que no podemos restarnos del proceso que se origina en este “Acuerdo por Chile”, toda vez que corremos el riesgo de abrirle la puerta a la derecha, para que una vez más, como históricamente lo ha hecho, redacte una carta magna a la medida de grandes intereses económicos, y en perjuicio de la mayor parte de la población.
Como Ciudadanía, es necesario que frente a este proceso tutelado, de los que quieren escribir una “buena y nueva constitución” sin los pueblos, logremos hacer que se escuchen nuestras voces, asumiendo el rol de oposición que nos corresponde, disputando los contenidos y defendiendo los avances de la propuesta de la Convención para el futuro; la primera piedra, para construir un mejor mañana para los que vendrán.
Convención mixta, estrategia electoral para vencer a la derecha en su terreno
A fin de navegar el caótico escenario político chileno, en que el piñerismo y el pinochetismo, conjuntamente con otras fuerzas políticas cercanas al “centro”, apuestan al gatopardismo, es decir que las cosas cambien para seguir igual; en que tanto el team patriota, como la lista del pueblo llaman a anular el voto en la elección del Consejo Constitucional; y en que quienes aprobamos y apoyamos la Propuesta de la Convención, nos debatimos entre la rabia, la decepción, la desesperanza, el hastío y la apatía, es necesario que seamos capaces de bajarnos un momento de este carro vertiginoso, para reflexionar y deliberar profundamente, a fin de establecer objetivos claros y estrategias que nos permitan encarar esta nueva contienda desde su inicio, contemplando el proceso en su integralidad, con miras a lograr el cumplimiento de las metas definidas.
En este aspecto, aunque señalarlo pueda parecer una obviedad, resulta prioritario poder superar de una vez por todas, la constitución de la dictadura, que hasta el presente, mantiene a nuestro país en una transición sin fin, secuestrado por los grandes intereses minoritarios, de una mediocre y parasitaria élite económica, que permanentemente busca perpetuar los abusos y bloquear los avances sociales, en pos de defender aquellos privilegios, que en los países verdaderamente civilizados y democráticos, resultan impresentables.
Lo anterior, por supuesto, debe ir de la mano con el rescate de los principales contenidos de la propuesta de la Convención, en especial aquellos que habilitan el rol político de los pueblos, pues esto es requisito mínimo para distribuir y democratizar el poder, estableciendo los ya famosos, pero ahora sí, reales “pesos y contrapesos”, que restauren el equilibrio entre el pueblo soberano, la política y la élite económica, con el fin de entregarle herramientas a la ciudadanía, para contrarrestar la concentración económica, mediática y política, en las escasas manos de los más altos patrimonios.
Para conseguirlo, es imprescindible que logremos que se incluyan tanto los mecanismos de Democracia directa, es decir, las Iniciativas Populares de Ley, de Derogación de Ley y de Norma Constituyente; la Asamblea Constituyente como mecanismo de el cambio constitucional; las normas de Paridad de género, sin techo; la Titularidad sindical y la Negociación ramal; en combinación con el Defensor del Pueblo, la norma Anti corrupción, los Territorios Especiales, las Regiones y Comunas autónomas, además de las Autonomías Territoriales Indígenas; avances todos que estaban presentes en la propuesta de la Convención, y que son sólo algunos de los múltiples contenidos a los que verdaderamente se oponían, quienes hoy nos llaman a dejarlo todo tal como está.
Aquellos “cancelados con tribuna” del proceso anterior, que llamaban a rechazar desde el comienzo, que se paseaban por los medios empresariales, asustando a la opinión pública, mintiendo con descaro y sin ética, llorando amargamente a los cuatro vientos por la falsa exclusión y discriminación, de la que según ellos, eran víctimas; pese a que aún siendo minoría eran los que más hablaban, pese a que tenían un lugar en la mesa directiva y; pese a que participaron activamente de las negociaciones constitucionales, de las cuales el acuerdo por el sistema político, es el mejor ejemplo.
Por supuesto, acudir una vez más al manoseado y recurrente “Noeslaformismo”, tan propio de la derecha, para desacreditar la forma en que se llevó a cabo el proceso, fue entonces y es ahora, la manera más cómoda y deshonesta de oponerse al fondo, soslayando así cualquier debate inconveniente respecto al contenido de las normas, y evitando a la vez transparentar la verdadera posición que se tiene.
Lo anterior cobró especial relevancia en el plebiscito del 4 de septiembre, en particular durante la campaña, en que este sector político engañó a la Ciudadanía, para votar en contra de sus intereses, y a favor de los de la élite minoritaria, al tiempo que llevaba a cabo el único y vergonzoso cometido de buscar boicotear el proceso, mientras la mayor parte de los constituyentes, en contraste, se dedicó a trabajar, ardua, leal y honestamente, prácticamente sin descanso, y en contra del escaso tiempo, que mediante el “Acuerdo por la Paz”, se les había conferido para realizar su labor.
Los que hoy quieren hacernos creer que el estado subsidiario es compatible con el estado Social y Democrático de Derecho, que contraponen los Derechos Humanos a la seguridad, para así establecer la falacia de que son contradictorios, que buscan deslegitimar el Estallido Social, tildándolo de delictual y, consecuentemente desprestigiar a la Convención a la que este dio origen, en definitiva lo que persiguen es deslegitimar la autorrepresentación, es decir la presencia de las “personas de a pie”, el Pueblo, las Organizaciones sociales y comunitarias, en las instituciones, y por tanto, claramente no son una alternativa viable en la contienda electoral que se aproxima.
Tampoco lo son el pinochetista, negacionista, fascista y mentiroso partido republicano, que junto a su psicopático líder, llama a deshauciar la propuesta de la Convención, y a mantener la nefasta constitución del 80, con algunas mínimas modificaciones acotadas y, por supuesto insuficientes; ni el conspiranoico, disparatado, patrañero y populista partido de la gente, autodeclarado como “ni de derecha ni de izquierda”, pero de derecha al fin, que con su “democracia digital”, expuso negligentemente los datos de sus afiliados, y cuyo líder y “ex candidato telemático”, se encuentra aún, y se encontrará por alrededor de 40 años más, cuando ya sus hijos estén “creciditos”, regularizando su deuda de pensión alimenticia, representando lo peor de la violencia económica patriarcal.
Menos aún lo son los escindidos de la dc, que movilizados por intereses particulares y míseras ambiciones de poder, se aferraron con uñas, dientes y muelas a sus cuotas respectivas, llegando incluso a actuar en contra de la decisión mayoritaria de su ex partido, al hacer campaña en favor de la retrógrada opción del rechazo, a la que en virtud de su apoyo, dieron una falsa apariencia de transversalidad; ni mucho menos el ppd, que mediante su derrotismo, su “aprobar para reformar”, o su “no nos ayuden tanto”, entre tantas otras “definiciones” emitidas principalmente por su presidenta, y actual candidata al Consejo, reveló en plenitud su posición ambigua y poco comprometida, que a la vez que le regalaba argumentos a la derecha, para señalar que el anterior Proyecto constitucional era “malo”, erosionaba la credibilidad tanto de la propuesta, como del órgano redactor.
A estas alturas, enfrentando las posibles consecuencias que conocemos, cabe preguntarse de qué lado están realmente dichas tiendas, sobre todo cuando, pese a la necesidad imperiosa de evitar la dispersión de votos, se presentaron a esta elección en una lista aparte, “todo por chile”, que con el afán, según parece, de asegurarse un lugar propio y revivir a la fenecida concertación, o a los históricamente llamados “tres tercios” (entre los cuales, por supuesto, se incluía al tercio del “centro”, que votaba con el de la derecha), han sido capaces incluso de perjudicar la opción oficialista, en desmedro de los cambios que la Ciudadanía y el País requieren con urgencia.
Con todo lo ya señalado, la opción a tomar en esta elección, resulta clara e indudable.
Unidad Para Chile, pacto oficialista que agrupa a partidos del Frente Amplio, entre ellos Convergencia Social, el partido del Presidente, con los partidos Socialista y Comunista, es por lejos la alternativa que más favorece las reformas y transformaciones estructurales y de largo plazo, que se necesitan para construir un Chile distinto.
Los representantes de estas colectividades lo demostraron con hechos durante el proceso pasado, en que conjuntamente con los Movimientos Sociales Constituyentes e Independientes por una Nueva Constitución, lograron los quórum Supramayoritarios, que la derecha tanto había exigido, los dos tercios necesarios, para aprobar las normas presentes en la propuesta de Nueva Carta Magna, que la Convención Constitucional le entregó a Chile, mientras otros se dedicaron a bloquear el avance del debate, con propuestas reiterativas y calcadas a la asquerosa constitución del 80.
Con el fin de enfrentar exitosamente el tutelado proceso actual, iniciado con la instalación de de la convención mixta, es necesario comprender que; como consecuencia directa del cuoteo, por medio del cual los órganos designados fueron conformados; la manera en que éste se desarrolle dependerá en gran medida de la correlación de fuerzas, a definirse en la próxima elección para integrar el Consejo Constitucional.
En esta contienda, en que más que nunca está todo en juego, se medirán las fuerzas que protagonizarán un nuevo ciclo, y tendremos la posibilidad de contrarrestar a los comités designados, con este órgano electo, que podrá aprobar las normas del anteproyecto de la comisión experta con tres quintos, o rechazarlas con dos tercios.
De ello se desprende, que primeramente, es vital tener el poder de rechazar, para luego enfrentar la comisión mixta, la instancia que surge al no haber acuerdo entre el Consejo y los expertos.
En esta segunda etapa, habrán 6 integrantes de la comisión experta, que como señalamos anteriormente está cuoteada, por lo que pueden ser favorables o no, y 6 del Consejo Constitucional; por lo tanto resulta crucial ser fuertes en dicho órgano, para contar con más representantes en la comisión mixta, y así tener la capacidad de definir las normas que; luego de ser aprobadas por el pleno del Consejo Constitucional, en la votación de la versión final de la propuesta, quedarán en el proyecto que la ciudadanía deberá ratificar con posterioridad.
En cuanto respecta al comité técnico de admisibilidad, su conformación también cuoteada, hace pensar que, al momento de decidir si las normas son admisibles o no; las resoluciones serán hasta cierto punto equilibradas, ecuánimes y fundamentadas principalmente en aspectos técnicos, ajustados a las bases del proceso que, pese a su manifiesto grosor, no debieran ser un obstáculo llegada la hora de precisar los principios constitucionales, cuya bajada comenzará a disputarse a partir de junio.
Cuanto ocurra antes, dependerá de cómo la Ciudadanía decida este 7 de mayo, por lo que no ha llegado aún el momento de bajar los brazos, toda vez que seguimos estando a tiempo de combatir a la derecha en su antidemocrático terreno, sin darle espacio para repetir la constitución de la dictadura o peor.
Enfrentados a este trance histórico, que nos emplaza desde nuestra misma esencia y principios, esperamos estar a la altura del juicio que el futuro hará de nuestro actuar.
#proceso constituyente#convencion mixta#derecha miserable y corrupta#derecha corrupta y miserable#Nunca mas derecha#No Anules#Vota Lista D#Unidad Para Chile
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Porque la falsa y autoritaria 3ra vía, une sólo a "amarillos", con "una que nos una", "rechazar para reformar", "rechazo a secas" y pinochetistas; La carta del 80, NO es alternativa de cambio. Te contamos lo que sí está en la propuesta de NC #Apruebo4deSeptiembre #JustaParaChile (en Hualpén " Mira A Tu Alrededor ") https://www.instagram.com/p/CglQOMCOOQP/?igshid=NGJjMDIxMWI=
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#AprueboDeSalida #LaConvencionseDefiende (en Hualpén " Mira A Tu Alrededor ") https://www.instagram.com/p/Cfpjw9QOXW9/?igshid=NGJjMDIxMWI=
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En el marco de Dialogos Constituyentes, una jornada informativa en torno al borrador de la Nueva Constitución, llevada a cabo en el bar Casa de Salud, Conversamos con la ex candidata, a Constituyente y a Diputada, Sindy Salazar Pincheira, El Convencional Bastián Labbé Salazar, y la Presidenta de la Mesa Directiva de la Convención Constitucional, María Elisa Quinteros Cáceres.
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A Convencionalizar la política
La Convención Constitucional, primer órgano paritario del mundo, está llamado además de redactar la nueva carta, a inaugurar una nueva política.
Apoya esta Iniciativa Popular de Norma, y juntes consolidemos transformaciones perdurables, para legar a los que vendrán.
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Llegamos al fin del Especial Bio Bio Constituyente, de "Seguimos Participando", apropiándonos de las herramientas de participación, que nos permitirán ser parte de quienes escriban el futuro del país. La Historia es nuestra y hoy, más que nunca, la escriben los Pueblos.
En este episodio, conversamos con Les Constituyentes Elisa Giustinianovich Campos (Distrito 28), Marcos Barraza Gómez (Distrito 13), Tania Madriaga Flores (Distrito 7), Alondra Carrillo Vidal (Distrito 12) y Jeniffer Mella Escobar (Distrito 5).
#Seguimos Participando#La Convencion se Defiende#Iniciativas Populares de Norma#Elisa Giustinianovich Campos#Marcos Barraza Gómez#Tania Madriaga Flores#Alondra Carrillo Vidal#Jeniffer Mella Escobar
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En una nueva edición de "Seguimos Participando", continuamos con el Especial Bio Bio Constituyente, la oportunidad de pensar una nueva Carta Magna, hito fundacional en la construcción de un Nuevo Chile para Todes.
En este episodio, conversamos con Les Constituyentes Jaime Bassa Mercado (Distrito 7), Francisca Arauna Urrutia (Distrito 18), Constanza Schönhaut Soto (Distrito 11) y Pedro Muñoz Leiva (Distrito 24).
#Seguimos Participando#proceso constituyente#Jaime Bassa Mercado#Francisca Arauna Urrutia#Constanza Schönhaut Soto#Pedro Muñoz Leiva
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Volvemos con "Seguimos Participando", el espacio en que reflexionamos acerca del presente y futuro del proceso constituyente, para intentar aportar al sueño de un mejor País para las chilenas, chilenos y chilenes del mañana.
En este episodio, conversamos con Las Constituyentes Manuela Royo Letelier (Distrito 23), Adriana Ampuero Barrientos (Distrito 26) y Camila Zárate Zárate (Distrito 7).
#Seguimos Participando#proceso constituyente#Manuela Royo Letelier#Adriana Ampuero Barrientos#Camila Zárate Zárate
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Creo que toda nuestra sociedad está dirigida por gente demente con objetivos dementes. (...) Creo que estamos siendo gobernados por maníacos con fines maníacos (...) yo creo que están todos dementes. Y pienso que estoy sujeto a ser tomado por demente por expresar esto. Eso es lo que es demente de todo esto
John Lennon
https://kk-kz.facebook.com/RevolucionColectivaOficial/videos/2059948924267620/
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Campaña del terror, el último baluarte del modelo neoliberal
Parte 4 Covid 19, un crimen silencioso

“No podemos seguir parando la economía y por lo tanto tenemos que tomar riesgos, y esos riesgos significan que va a morir gente”.
José Manuel Silva, socio y director de Inversiones LarrainVial, La Tercera, 8 de Abril 2020
“No podemos matar toda la actividad económica por salvar las vidas, porque después vamos a estar lamentando que la gente se muera de hambre. Es muy complejo, y yo sé que nadie va a decir lo contrario: hay que poner la salud delante de la economía, pero la economía también trae salud, y una economía destruida también va a traer problemas de salud muy profundos”.
Carlos Soublette, gerente general de la Cámara de Comercio de Santiago (CCS), Emol.com, 16 de Abril 2020
“Vamos a hacer reserva de constitucionalidad de este proyecto, hay varios componentes de él que son contrarios a lo que establece la Constitución. (...) Primero, porque afecta la igual repartición de las cargas públicas y el derecho a propiedad; segundo, porque resulta inadmisible a nuestro juicio en atención que genera gasto para el Estado; y tercero, porque afecta el derecho a desarrollar actividades económicas”.
Juan Carlos Jobet, actual biministro de Energía y Minería, discusión proyecto de suspensión de pago servicios básicos en pandemia, Comisión de Energía del Senado, 16 de Abril 2020
“Esta nueva normalidad requiere de muchas medidas de parte de la autoridad, pero también de una responsabilidad individual de cada uno de nosotros. ¿Qué significa esto? ¿Me puedo juntar con un grupo de amigos a tomar un café? Probablemente sí, con unos pocos amigos, con cuatro amigos, con distanciamiento social, con mascarillas, con lavado de manos y manteniendo esas medidas de cuidado personal y sobre todo de prevención”.
Paula Daza, subsecretaria de Salud Pública, 20 de Abril 2020
“En la medida en que más personas desarrollan inmunidad, la tasa reproductiva del virus cae violentamente: Porque el virus se encuentra con personas que, no, son capaces de defenderse y por lo tanto nosotros hablamos de que hay una inmunidad de rebaño, una inmunidad de grupo, colectiva”.
Jaime Mañalich, ex ministro de Salud y ex candidato a senador, 30 de Abril 2020
“Con la entrada en cuarentena de las 38 comunas, de las cerca de 427 mil empresas que operan en el sector, alrededor de 174 mil van a seguir funcionando, esto significa que poco más de 2,3 millones de trabajadores van a estar trabajando, de un total de un poco más de 5,6 millones de personas, es decir, va a haber mucha gente que va a seguir trabajando por el resto”.
Lucas Palacios (UDI, militancia congelada), ministro de Economía, 15 de Mayo 2020
“Hay una decisión país que debemos tomar, que debe ser con mucha transparencia, de cara a la ciudadanía (...) definir como país si es que vamos a concurrir con algún tipo de apoyo para facilitar el proceso de reestructuración de Latam, esa es la primera decisión, y eso es lo que como Gobierno hemos señalado de evaluar la conveniencia y la oportunidad para contribuir al proceso”.
Ignacio Briones (Evópoli), ex ministro de Hacienda y ex precandidato presidencial, Cooperativa, 26 de Mayo 2020
“Esto puede prestarse para malos usos, claro que sí, pero tenemos una combinación entre celeridad, para ir rápido en ayuda de las familias, con el riesgo de un eventual mal uso. Acá es fundamental apelar a la responsabilidad, pero tenemos todas las herramientas para verificar si una persona recibió ingresos y nos mintió, pero esperamos que nunca sea el caso y, de ser así, sancionar con toda la rigurosidad de la ley”.
Ignacio Briones (Evópoli), ex ministro de Hacienda y ex precandidato presidencial, Cooperativa, 15 de Junio 2020
“El protocolo fue absolutamente cumplido. El protocolo del ministerio de Salud dice que los ataúdes tienen que estar sellados, y ese... y los ataúd.... que tienen vidrio están sellados. Son, son ataúdes sellados, que efectivamente no tienen ninguna posibilidad de contacto con las personas afuera, así que ahí quiero ser muy clara, se cumplió 100% el protocolo dado por el ministerio de salud”.
Paula Daza, subsecretaria de Salud Pública, refiriéndose al funeral de Bernardino Piñera, tío del presidente fallecido por COVID 19, en que se verificaron una serie de incumpimientos del protocolo sanitario, T13 AM (Canal 13), 22 de Junio 2020
“Entre las principales causas, que conducen a la destrucción o debilitamiento de las democracias, está el no respeto por la constitución y las leyes, o el pasar por encima de la institucionalidad vigente. Las instituciones y las reglas que rigen nuestro actuar, se debilitan paulatinamente si quienes ejercemos autoridad no asumimos con voluntad y sin ambigüedades el deber de respetar y hacer respetar la constitución. Por todas estas razones, además de utilizar todos los instrumentos que la propia constitución me otorga, para hacer cumplir esa constitución, en los próximos días convocaré un grupo de exparlamentarios, académicos y expertos para proponer perfeccionamientos a los criterios y procedimientos con los que el Congreso Nacional determina la admisibilidad o inadmisibilidad de las mociones o proyectos de ley que debe considerar, de forma de evitar que progresen mociones que no están de acuerdo con nuestra constitución”.
Sebastián Piñera (RN), presidente de Chile, 22 de Junio 2020
“Lo que estamos haciendo es definir cuáles son aquellos trabajos, aquellas funciones esenciales que van a estar incorporados dentro de las empresas que están habilitadas para trabajar durante este periodo, que básicamente son bienes y servicios de primera necesidad y toda su red de proveedores”. (...) “Estamos yendo en ese camino, no en definir un listado, un catálogo de aquello que implique bienes de primera necesidad o bienes esenciales, porque eso cambia en el tiempo. Las personas tienen distintas necesidades. Y lo que sí estamos trabajando, entonces, es a través de disminuir el número de trabajadores en la calle, el número de trabajadores que tengan que trasladarse a sus lugares de trabajo, (...) de tal forma de disminuir el número de trabajadores en situaciones de cuarentena”. (...) “Eso es lo que es realmente fiscalizable y controlable. No es controlable, fiscalizable y es difícil definir qué es lo que es un bien esencial. Hicimos ayer un levantamiento de política comparada en todas partes del mundo, y no hay ninguno que haya definido cuáles son los productos esenciales para despacho a domicilio”.
Lucas Palacios (UDI, militancia congelada), ministro de Economía, Mesa Central (T13 Radio), 24 de Junio 2020
“Vamos a enviar un proyecto de ley que establece en primer lugar, que las madres que estén en postnatal o que su periodo de postnatal se venza de aquí en adelante tengan acceso a la ley de protección del trabajo. Y en consecuencia, cuando se termine el periodo de postnatal, puedan acceder a los beneficios del seguro de cesantía. Y en este caso, el seguro de cesantía que les corresponde, más un adicional de un 5% y con un piso garantizado para todas las madres de 300 mil pesos mensuales”.
Sebastián Piñera (RN), presidente de Chile, 24 de Junio 2020
“Ayer visité el Hospital Luis Calvo Mackenna (...) y visitamos el laboratorio porque quisimos destacar que Chile ha hecho más de 1 millón de PCRs, es el país de latinoamérica que ha hecho más PCR por millón de habitantes, y además quiero destacar que la letalidad sigue baja”.
Enrique Paris, ministro de Salud, 25 de Junio 2020
“En una situación en que tenemos que ir en ayuda de la gente que lo necesita, voy a decirlo en forma brutal, le vamos a estar regalando plata a personas que no la necesitan”.
Andrés Allamand (RN), actual ministro de relaciones exteriores, respecto al retiro del 10% de los fondos cotizados (obligatoriamente) en AFP, Estado Nacional Prime (TVN), 28 de Junio 2020
“Si bien el proyecto aprobado por la Cámara de Diputados puede traducirse en una ayuda a quienes lo necesitan, tiene la distorsión de que los principales favorecidos serán precisamente quienes menos necesitan de la ayuda, haciéndolo claramente regresivo. Lo anterior deja en evidencia que el proyecto de retiro de fondos, a diferencia de lo que se ha intentado hacer creer a la opinión pública, no busca ayudar a las personas necesitadas, si no destruir el sistema previsional sin importar el costo que eso signifique para las personas y para el país”.
Comunicado AFP Habitat “Sobre el proyecto de ley del retiro del 10% de los ahorros previsionales”, distribuido a través de correos electrónicos de sus afiliados, 8 de Julio 2020
“Pero lamentablemente, la idea del retiro de fondos no es algo aislado en el último tiempo. Han surgido otras iniciativas que también atentan contra la institucionalidad, pasando a llevar nuestra propia Constitución y las reglas del juego que como país nos hemos dado. Ello no solo no ayudará a la ciudadanía a salir de esta crisis, sino que además pone en riesgo la estabilidad democrática, social y económica del país”.
Carta “Aún es tiempo de rectificar el rumbo”, Firmada por presidentes de un amplio abanico de gremios empresariales, El Mercurio, 13 de Julio 2020
“Sería bueno entender además, y explicarle a la ciudadanía, cómo este proyecto, cómo esta moción, beneficia mayoritariamente más a quienes más tienen, eso que se llama una política regresiva, parece importante que quienes propician esta moción, sean capaces de aclarar este punto. Y es regresiva en dos dimensiones, la primera, es conocida, bien sabemos que quienes tienen mayores saldos en sus cuentas, y quienes van a poder hacer los mayores retiros, son también las personas de mayores ingresos, y que han tenido mayor estabilidad en su vida laboral, mayores empleos formales, etc. y esos son los trabajadores y trabajadoras que van a retirar los mayores montos en dinero, presidente. Eso es lo primero, pero lo segundo, y que parece realmente increíble, es que este proyecto contemple que esos retiros van a ser libres de impuesto presidente, libres de impuesto. Cuando hemos llevado años, debatiendo respecto a la progresividad del sistema tributario, parece increíble que sectores de la oposición, que han hecho de esto una bandera de lucha, propongan hoy día, una propuesta, una política que es de lo más regresivo que se haya conocido en los últimos años”.
Ignacio Briones (Evópoli), ex ministro de Hacienda y ex precandidato presidencial, comisión de Constitución del Senado, 17 de Julio 2020
“La afirmación yo creo que se inscribe en el tenor de las caricaturas, que proliferan y que son tan abundantes en estos tiempos. Esta tentación de tratar de abordar un problema complejo, a través de una etiqueta. A través de los buenos, los malos, los que protegen a los poderosos, los que son protectores de los indefensos, me parece que no corresponden a la altura del debate, y respecto al proyecto mismo, (...) tiene mucho de etiqueta, pero tiene muy poco de bajada. Suena bien pero (...) propone una solución simplista a un problema que es complejo, (...) el impuesto a los súper ricos es una excepción al concepto internacional. De hecho los pocos países que lo han tratado, la gran mayoría de ellos lo ha abandonado. ¿Por qué? Porque es difícil de fiscalizar, porque es caro de fiscalizar, porque recauda poco. Porque tiene una serie de definiciones que por lo pronto este proyecto no aborda ¿Va a gravar los activos o va a gravar el patrimonio? Porque es distinto, el patrimonio es el activo menos la deuda. Y bueno si va a ser el activo menos la deuda, como contabiliza el activo y como contabiliza la deuda. O sea es bien compleja esta discusión, afuera hay bastante evidencia que muestra que esta política pública no cumple con los objetivos que se plantean”.
Ignacio Briones (Evópoli), ex ministro de Hacienda y ex precandidato presidencial, Mesa Central (T13 Radio), 4 de Agosto 2020
Una pandemia muy conveniente
Como resultado de perversos incentivos, el manejo de la crisis epidemiológica, así como las decisiones tomadas en tal contexto, se han basado sólo en el punto de vista de los economistas neoliberales, configurando un diseño inevitablemente destinado no sólo al fracaso, sino también a ser causa de una catástrofe social, sanitaria y económica total, un desastre tal, como el que “paso a paso”, vemos hacerse realidad a diario en nuestro país.
Es por esta razón, entre muchas otras, que en el mundo, chile ha sido uno de los mejores ejemplos de cómo hacer las cosas de la peor manera posible, focalizando recursos en una crisis sanitaria, social y económica generalizada y sin precedentes, para obtener en retorno igualmente pésimos resultados.
Comprendemos por lo tanto que no existe la “voluntad política” para proteger ni la salud ni la vida de los chilenos, pero sí para hacerle el negocio y cuidarle el bolsillo a los compadres y familiares, miembros también, así como el presidente, de la profundamente endogámica comunidad oficialista.
En contraste, al comprobar la realidad nacional, resulta evidente que, aún en tiempos de normalidad, la inversión social del estado ha sido absolutamente deficitaria, toda vez que en chile ni siquiera las necesidades básicas están garantizadas.
Mientras las personas deben adquirir deudas incluso para comer, o tener una atención de salud de calidad, el impecable registro crediticio del estado se perpetúa en el tiempo, como consecuencia directa de la indolencia de los gobiernos de la república neoliberal binominal.
El actual ejecutivo, a la vez que se niega con tozudez a usar el espacio que tiene para endeudarse responsablemente a fin de financiar la crisis, no tiene problemas en permitir el progresivo empobrecimiento de las familias, gracias a la ayuda insuficiente del estado que conduce, las medidas en pro de las grandes empresas y la falta de regulación de precios de bienes y servicios, facultad que tiene en estado de emergencia, pero de la cual no ha hecho uso.
En consecuencia, financiar por medio de diversos instrumentos fiscales, un ingreso de emergencia digno y suficiente para aliviar a las familias del peso de la crisis, es una medida sensata y necesaria, que el oficialismo una y otra vez ha rechazado con ímpetu, de manera miserable, indolente, mezquina y criminal, precisamente porque su objetivo era que las personas se pudieran quedar en sus hogares, a fin de protegerse mejor de la pandemia.
No obstante, aquello no le resultaba conveniente a las grandes familias, controladoras de los grandes grupos económicos, las grandes fortunas y las grandes empresas, que bloquean los avances laborales, persiguen la sindicalización, y creen con fervoroso descaro que las personas son flojas y lo quieren todo gratis.
Nos preguntamos, si están tan convencidos de que nadie debiera tener nada sin “pasar por caja”, como lo vociferan a los cuatro vientos,
¿Por qué no devuelven sus exenciones tributarias?
¿Por qué no devuelven los derechos de agua,
las concesiones de explotación minera, de pesca y de recursos naturales, que el estado les entregó, a título perpetuo y gratuito?
¿Por qué no devuelven las empresas que el fisco, prácticamente les regaló, durante el saqueo de la propiedad estatal, ocurrido en dictadura?
Es la desvergonzada inconsecuencia de los mismos que se oponen a implementar las disposiciones para apoyar con suficiencia y universalidad a las personas, porque, según ellos, se convertirán en mantenidas del estado y ya no querrán trabajar.
No les importa la Vida Humana a aquellos “capitalistas”, que se oponen a los Derechos, y tienen la desfachatez de llenarse la boca hablando de deberes y patriotismo, aún cuando hacen hasta lo indecible para no pagar impuestos.
Sus grotescas utilidades, ya sea lícitas o no, están primero para el gobierno, que la salud de los pobres.
Como consecuencia, el oficialismo no tuvo pudor alguno en endeudarse para comprar armamento y material represivo, porque los patrones, los señores feudales, no quieren perder sus beneficios impositivos, ni las groseras ganancias que obtienen de saquear los territorios y comunidades.
Como si abandonar a las personas a su suerte no fuese ya demasiado, se han escatimado miserablemente los dineros que según se nos ha dicho desde hace un tiempo, el estado por medio de la regla fiscal, se supone reserva para momentos de crisis como el actual.
Nos preguntamos
Si así ha sido, ¿Que ocurrió con aquellos dineros ahorrados por el fisco desde hace años, para enfrentar los tiempos difíciles?
¿Por qué no están presentes en el debate público, si se originaron principalmente en nuestros impuestos?
¿Estarán pensando en apoyar a alguna gran empresa con esos fondos, si es que aún existen? ¿En financiar a alguna trasnacional, como latam, por ejemplo?
¿O gastarlo en represión? ¿O en las vacaciones, casas, autos, matrimonios y bautizos de la oficialidad de las ramas del militariado?
¿O dilapidarlo en hotelería y centros de eventos, como espacio riesco?
¿O en apostarlo en algún casino, como los de enjoy?
¿O en comprar al por mayor la mercadería de sus cajas de “alimentos para chile”, y pagar sobreprecio a sus amigotes dueños de supermercados?
Como contraparte, las insuficientes y miserables ayudas oficiales, requerían de una compleja postulación y tramitación por la vía electrónica, a la cual muchas personas, en especial las de la tercera edad, no tenían acceso, tanto por motivos de conectividad como por deficiencias en la alfabetización digital.
Entre los términos que los postulantes a dicho “beneficio” debían aceptar, se incluían sendas amenazas jurídicas que auguraban penas infernales, a quienes intentaran “aprovecharse” del pobre gobierno.
La idea, aparentemente era que ni siquiera los potenciales beneficiarios, osaran solicitar y en consecuencia, recibir, la mísera ayuda que les correspondía.
Parecía, como si por esta vía, y la ampliamente denunciada de modificar los ingresos de muchos hogares, se buscaba negarle a las familias, aquello a lo que tenían Derecho.
Incluso a aquellas familias que pasaban hambre, cuyos miembros fueron despedidos, o se encontraban con su trabajo suspendido sin goce de sueldo, aberración permitida por la dirección del trabajo (dt).
Claramente, el objetivo de medidas tales no era incentivar las cuarentenas para disminuir los contagios, si no todo lo contrario.
Es la expresión del insultante descaro, de un oficialismo y una derecha suspicaces acerca de las intenciones de las personas, pero incapaces, entre otras tantas cosas, de notar que aquello que ven en la ciudadanía, es una proyección de la forma en que ellos mismos se comportan respecto a los recursos públicos.
Muy probablemente, quienes se pasen la vida cometiendo fraudes, verán defraudadores en todas partes, tal vez incluso como lo que podría considerarse una forma de encontrar ideas frescas, nuevas “oportunidades de negocio”, de “emprendimiento”.
En paralelo, la crisis económica creciente, que ya se venía incubando desde los tiempos de la gran pataleta de la élite económica empresarial, en contra de la reforma tributaria del gobierno de michelle bachelet, se fue agudizando a medida que se profundizaban las medidas que facilitaban los despidos y aumentaban los precios de bienes y servicios.
Las consecuencias, amplificadas por el llamado “desempleo estructural”, término que por cierto buscaba justificar la artificial escasez de puestos de trabajo y la consiguiente mantención de los salarios baratos, recayeron una vez más sobre los trabajadores, que han sufrido la progresiva precarización y encarecimiento de la vida, para que unos pocos se enriquezcan más allá de lo razonable.
Es la materialización de la estrategia neoliberal, que sustenta el poder en el abuso, concibe y trata a las personas como recursos, y hace extractivismo de sus vidas, de su salud, de su educación, de su infancia, de sus pensiones, y de sus muertes, al tiempo que margina como parias de la “nueva normalidad”, a quienes cultivan los sentidos común y crítico.
Como símil del modelo romano antiguo, busca distraer nuestra atención de lo importante, en base al espectáculo más burdo, no obstante ese circo no tiene cabida, cuando el pueblo no tiene un pan que comer.
A la denigrante situación de los trabajadores, se suma la también precaria situación de las pequeñas y medianas empresas (Pymes), mayores generadoras de empleo en el país, que culminó con la quiebra de más de 1000 de estas compañías hacia agosto de 2019.
La crisis se agudizó a un mes del Estallido Social, provocando la bancarrota de más Pymes, cuya salud financiera a esa fecha era realmente cuestionable. A pesar de la entrada en vigencia de la ley de pago a 30 días en mayo de ese mismo año, el periodo de adecuación permitió que las grandes empresas siguieran pagando a 60 días hasta inicios de 2020, lo que impidió a muchas pymes obtener el efectivo que las podía salvar de la desaparición total.
La razón nos lleva a pensar que una empresa no quiebra de un día para otro, no obstante fue lo que el gobierno nos dijo, responsabilizando al levantamiento popular de algo que venía ocurriendo desde antes, y excusándose de esta forma por su pésima conducción.
La posterior situación pandémica, por supuesto agravó la crisis de los micro, pequeños y medianos emprendimientos, en contraste con las millonarias utilidades de las grandes empresas, que recibieron suculentas contrataciones del estado, y se beneficiaron de las suspensiones de empleos y altos precios sin regulación estatal, mientras las pymes seguían a la espera de una medida pública que cada mes se hacía más urgente, pero que nunca llegaba.
La tardía respuesta del gobierno, fue el Fondo de Garantía para Pequeñas Empresas (FOGAPE), un nuevo crédito con aval del estado (CAE), que supuestamente, sería entregado por medio de la banca, a las Pequeñas y Medianas Empresas.
Dicho aporte incluía a las “pequeñas” empresas con ventas anuales de hasta 1 millón de U.F. (Unidades de Fomento), equivalentes a 30.108.400.000 de pesos chilenos (al 5 de octubre de 2021), que son identificadas como grandes empresas por el servicio de impuestos internos (SII).
Eso sin contar las falsas agrupaciones de microempresarios, que se beneficiaron ampliamente de dineros que no les correspondían, según lo denunciado por Gianina Figueroa, ex candidata a constituyente y dirigenta gremial de Unapyme.
Entonces, nos preguntamos, ¿Qué empresas lo recibieron finalmente?
Ciertamente las Pymes no, ya que para la banca la garantía del estado era insuficiente, y por tanto se condicionó la entrega de esta “ayuda” imprescindible, a la regularización de deudas con intereses abusivos.
Es decir, en base al uso de los recursos del estado, se crea un nuevo negocio redondo para los bancos, gracias a un nuevo CAE.
Una gestión tan miserable como la de hacienda, y su entonces titular ignacio briones, ex precandidato presidencial, no obstante, no es exclusiva de dicha cartera, si no que se repite en ámbitos como la salud, en que se privilegia a las grandes empresas y las actividades productivas, por sobre la seguridad, salud y vida de los trabajadores y sus familias, con un enfoque de “control pandémico” acorde al de una sociedad feudal o esclavista.
La utilización de la llamada estrategia de rebaño, que pareciera originarse en el mundo de la medicina veterinaria, como sugiere el concepto que la define, representa una muestra más de cómo el gobierno trata a los ciudadanos como ganado.
Un modo de enfrentar la pandemia que, no obstante el curioso respaldo que su delegado en chile entregó a la gestión del gobierno,
ha sido ética y científicamente cuestionado por la organización mundial de la salud, pues asume un gravísimo costo en pérdidas humanas.
Un costo que, según parece a la presente administración, le da lo mismo, toda vez que pese al cambio de ministro de salud, la citada estrategia siempre ha estado vigente, en contra incluso de lo que sugiere la evidencia internacional, que tanto le gusta citar al oficialismo.
Abundante evidencia, que demuestra que implementarla sin inmunizar a la mayoría de la población, es fuente de inusitada mortalidad, efecto que padecieron los gobiernos del mundo que en algún momento la aplicaron sin contar con dichas condiciones, y que posteriormente debieron abandonarla y pedir perdón a sus ciudadanos.
Más aún, la situación de colapso sanitario que desde hace meses se arrastra como consecuencia del mal manejo de la crisis, ha impedido que la exitosa campaña de vacunación, resultara suficiente en los momentos más álgidos de la pandemia para disminuir la mortalidad, lo que sumado a la fatiga y estrés del personal de salud, así como al ingreso de nuevas variantes más contagiosas del virus, auguran una catástrofe humanitaria mayor a la que ya enfrentamos, producto de la criminal gestión del gobierno actual.
Una gestión construida a medida del mediocre gran empresariado extractivista, la élite económica a la que sólo le importa el dinero, y a la que le da lo mismo si la gente muere a causa del contagio de covid 19, contagio que por cierto ha tenido una estrecha vinculación con la gran movilidad y aglomeraciones, relacionadas con los distintos sectores productivos, que siguieron funcionando fuesen esenciales o no.
Pudiéramos concluir que el gobierno, pese a contar con todas las advertencias habidas y por haber, no quiso escuchar simplemente porque no lo quería hacer, y en base al engaño, en base a simular una absoluta incompetencia, desidia, y negligencia, muy creíbles por cierto tomando en cuenta la deficiente conducción que padecemos, intentó disfrazar de incapacidad, lo que en realidad parece ser una acción alevosa y malvada.
La acción propia de un ministro como mañalich, para quien los decesos iniciales fueron ocasionados por “preexistencias”, un concepto muy propio de la jerga de la salud privada, y que pretendía esconder las cifras reales de contagio y muerte. No habría sido la única artimaña de dudosa ética y legalidad de la que se valió el exministro, a fin de lograr a toda costa que el gobierno “se viera bien”, y aparentara algo que nunca fue en realidad.
El mismo “modus operandi”, del mismo exministro y ex candidato a senador, que en su periodo anterior había “terminado” con las listas de espera hospitalarias, eliminando para ello el correspondiente registro.
A este respecto, cabe preguntarse, ¿Cuántas de las personas que formaban parte de esas listas, murieron sin ser atendidas, a causa de este otro fraude del llamado “Big Boss”?
Un proceder acorde al de un ministro como paris, que se negaba a entregar los correos del exministro, con el aparente fin de encubrirlo y ganar tiempo, pues siempre supo que su gestión desde un principio buscó continuar la de su predecesor, y por lo tanto, no sería extraño que pudiera ser el próximo acusado.
Qué decir de evitarle un nuevo flanco a un presidente criminal, cuya inexistente legitimidad está cada vez más en cuestionamiento.
Piñera, un peligro para la Sociedad
Al entender que el lenguaje no es neutral, y en consecuencia, tampoco imparcial, resulta evidente que las palabras insultantes de quienes nos gobiernan, son una muestra clara del desprecio que sienten por nosotros.
En esa situación de constante denostación, denigración, y por supuesto, de brutalidad comunicacional, el término “guerra”, utilizado reiterada y profusamente por el primer mandatario, es el que reviste la mayor gravedad.
Su significado es la verbalización de la atrocidad, pues implica la búsqueda de aniquilar a un enemigo, como resultado de un enfrentamiento armado.
Nos preguntamos
¿Qué sucede cuando en realidad no existe tal confrontación, sino sólo la asimetría entre quienes tienen el monopolio legal del uso de la fuerza y las armas, y quienes no?
¿Qué concepto puede tener el militariado de la guerra, si tenemos en cuenta que denominan “pacificación de la araucanía”, al genocidio ocurrido en Wallmapu, y “batalla de Iquique”, a la masacre de la escuela Santa María?
¿Qué ocurre cuando el enemigo es interno, y se considera como tales a las organizaciones de la sociedad civil y al periodismo independiente?
Así parecen indicar las operaciones de “inteligencia” y la represión, llevadas a cabo por las fuerzas armadas y de orden, antes, durante y después del estallido social de 2019.
En un contexto tal, la fraseología del oficialismo, a la vez que busca deslegitimar las demandas sociales de fondo, para de esta forma tan burda ignorarlas, quiere además atribuir un carácter delictual a aquellos que se manifiestan en contra del sistema.
Es el rol que adquieren términos como “Los violentistas”, “Los delincuentes”, “Los marginales”, o “el lumpen”, que deshumanizan al supuesto adversario, para justificar y santificar su destrucción, pues en definitiva, tal como reza el dicho, “en el amor y la guerra todo se vale”.
Dada la criminal mentalidad de la tosca élite nacional, se configura un psicopático y siniestro escenario, en que la muerte por hambre y enfermedad, incluso el uso de la pandemia como arma, son alternativas que se suman a las que históricamente ha esgrimido este sector, al que nunca le ha dado asco matar, en pos de alcanzar sus fines perversos.
Parece ser el objetivo de la tiránica gestión actual, que a través de diversos métodos de violencia económica / sanitaria, busca escarmentar a quienes han osado rebelarse en el pasado. A la cabeza de este pésimo gobierno, tenemos a un pésimo presidente que busca castigar una afrenta, que hierve de furia por su incipiente “carrera y liderazgo internacional”, perdidos al mostrarse tan despótico como en efecto es.
Castigos ejemplares como los del personal de salud pública en su más amplio sentido, los de los trabajadores a honorarios, y los de los estudiantes, sin las condiciones mínimas para garantizar su aprendizaje en pandemia.
Como los de las Mujeres, que vieron rechazado el postnatal de emergencia y, los de los Presos políticos de la revuelta, que siguen encarcelados, mientras los violadores de DDHH caminan libres.
Como los de todos los trabajadores, incluso adultos mayores, que a riesgo de enfermarse, siguieron trabajando y desplazándose por las ciudades de forma masiva, para sustentar viles utilidades millonarias ajenas, atrapados en una trampa mortal, que los obligaba a decidir, entre muerte por enfermedad o por hambre.
Los mismos trabajadores, que según juan sutil, presidente de la confederación de la producción y el comercio (cpc), y ricardo ariztía, presidente de la Sociedad Nacional de Agricultura (sna), entre otros grandes empresarios, no quieren volver a trabajar, porque de lo contrario perderían los “beneficios” que está entregando el estado.
La realidad, por el contrario, es que la socialización de las pérdidas y la privatización de las ganancias, ha sostenido la economía de unos pocos, pagando el costo en vidas humanas, vidas que no son las de ellos.
Los que pierden en esta “guerra”, ya sea ésta la que se libra en contra de la ciudadanía, o la que busca “vencer” al covid, son los mismos que siempre han perdido. Como decía Jean-Paul Sartre, “Cuando los ricos se embarcan en una guerra, son los pobres los que mueren”.
En dicho escenario dantesco, la falsa sensación de seguridad, promovida por la errática comunicación de riesgo de salud, en conjunto con el irresponsable triunfalismo oficial, constituye un efecto secundario de este gobierno nefasto, que reviste mayor gravedad que la de una simple negligencia.
No obstante, las consecuencias han sido atribuídas a las personas, al tiempo que se las culpa por el desastre sanitario que en realidad es el resultado de una pésima gestión, configurando así una grosera maniobra para desligar al oficialismo de la absoluta responsabilidad que le compete en este ámbito.
En definitiva, la culpa siempre es de las personas, tanto en el ámbito económico como en el sanitario.
Sobre todo cuando reclaman mejores condiciones de vida, y promueven el cambio de un modelo económico perverso que beneficia sólo a los más ricos, rebelándose en contra de los sucios intereses que abogan por la mantención de la estructura económica de poder. La señal es que si te atreves a protestar, aumentarán nuevamente los despidos, abaratando aún más el trabajo, precarizando más aún la vida de lo que ya está.
En este orden económico social, la crisis, tal como ocurre siempre en chile, la pagan los pobres con sus ahorros, tanto los que provienen del seguro de cesantía como de los fondos previsionales.
Mientras los Trabajadores se “salvaban sólos” con los retiros de fondos desde las administradoras de fondos de pensiones (AFP), llegando a aportar incluso siete veces más que el gobierno para enfrentar la crisis en 2020, según las estimaciones que la Fundación Sol realizó en noviembre, el ministro de hacienda estaba preocupado de quienes “no necesitaban el retiro” y de que el tramo inferior del 10% de mayores ingresos, aquellos que tienen ingresos desde 1.500.001, pagara impuestos por retirar su dinero.
Briones muy preocupado por la “regresividad” tributaria (es decir que los que más pagan impuestos son los que menos tienen) de los proyectos de retiro, nada dijo respecto a cómo los sustanciosos perdonazos a ponce lerou y al grupo penta, entre otros grandes empresarios, han significado un alto perjuicio para el estado.
Más aún, el ex ministro se opuso tajantemente a establecer impuestos a los altos patrimonios, lo que en conjunto con la feble normativa antielusión de grandes contribuyentes y la escasa capacidad de fiscalización del servicio de impuestos internos (SII), ha consolidado a los trabajadores y pymes, como los que más aportan al tesoro fiscal.
El servicio, que además depende de hacienda, ha demostrado un extremo celo cuando se trata de los pequeños contribuyentes, a la vez que mantiene una inconcebible delicadeza y flexibilidad, cuando se trata de los grandes.
En definitiva, en chile, los pobres pagan más impuestos que los ricos. Para briones sin embargo esto no era un problema, muy por el contrario, es parte de su convicción dogmática neoliberal, ya lo había manifestado al principio de su gestión, cuando propuso reducir la carga tributaria de sus amigotes millonarios. ¿Existirá alguna política pública más regresiva?
Tanto aproblemaba a hacienda, y por supuesto al gobierno, que hubieran personas que no pagaran impuestos por su Segundo retiro, que el oficialismo incluso presentó su propio proyecto, cerrando este “forado” tributario que “podía llevar al país al desastre”, según los agoreros de la confederación de la producción y el comercio (cpc).
De esta manera tan poco elegante, el gobierno, gracias al apoyo del tribunal constitucional (tc), la tercera cámara legislativa designada por cuoteo político, que declaró inconstitucional el proyecto parlamentario de reforma constitucional, logró impedir, a través de este cuestionable método, el ejercicio de una facultad del legislativo, poder del estado electo por sufragio.
Acusada había sido ya la derrota del ejecutivo en el congreso, tras la aprobación del primer retiro del 10% de los fondos de las administradoras de fondos de pensiones (AFP), que exacerbó las posturas autoritarias del gobierno, y motivó que con el fin de poder “ordenar la casa”, se buscara integrar a las voces más “progresistas” de su sector, con aquellas más duras.
El indulto a presos de punta peuco, en plena pandemia, es claramente, un gesto hacia el pinochetismo, que a través de víctor pérez, pasó a integrar por un breve tiempo
las filas del gobierno, recuperando una figura que podía entenderse como un símil a la de chadwick.
La pinochetización del gobierno, derivó nuevamente en una epidemia incendiaria, que nos recordó lo ocurrido en el caso huracán, entre otros muchos de burda confección.
Una epidemia incendiaria muy similar a las ocurridas, luego del 18 de octubre, previas a la firma del acuerdo por la paz, para una Nueva Constitución y las que han fundamentado el actual estado de excepción en Wallmapu. La escasez de pruebas tras los incendios de aquellas fechas, y los que han seguido después, camiones, maquinaria forestal, trenes, y casas incluídas, hace surgir la pregunta de quiénes realmente son los que queman, y qué agenda es la que se beneficia de estos atentados.
Junto con ello, la violencia criminal ejercida en la Araucanía en contra de los pueblos ancestrales, en el contexto de la creciente militarización y acoso a las comunidades, nos hace dudar de los agentes del estado perpetradores de aquellos abusos.
Agentes de dudosa credibilidad, que además son los encargados de entregar las pruebas, que por defecto han culpado y condenado con la ley de seguridad interior del estado a los Mapuche, pero que no tocaron un solo pelo a los latifundistas con arsenales de guerra, ni a los camioneros que amenazaron la seguridad del abastecimiento del país, en plena pandemia, usando el terror para imponer la antidemocrática agenda represiva del gobierno, es decir, terroristas en toda regla.
En unas y otras ocasiones, principios como la igualdad ante la ley, fundamentales para la democracia en todos los países mínimamente civilizados, en chile brillan por su ausencia, toda vez que no se aplican.
Remedos de movimientos sociales, que agreden a quienes no están de acuerdo con sus posturas extremas, y que desestabilizan al país, para defender los privilegios de la élite, prueban luego de un corto tramo, ser diseños criminales artificiosos, cuyo fin es fundamentar la agenda totalitaria de un gobierno sin legitimidad.
Un ejecutivo que defiende los sucios intereses de forestales y latifundistas, que ven como una amenaza el proceso constituyente, toda vez que son beneficiarios de impresentables facilidades tributarias y, usurpadores de la tierra y las aguas de las primeras naciones.
Resulta evidente, que no serán partidarios de devolver aquello de lo que se apropiaron de forma ilegítima, y que nunca les perteneció, pero de lo cual son dueños gracias al ordenamiento socioeconómico vigente.
A estas alturas pensar que tanta violencia sistémica, se origina sólo en la torpeza e incompetencia irremediables del gobierno, parece una completa ingenuidad, habida cuenta de la mentalidad autoritaria que es parte de la esencia del conglomerado oficial.
Parece como si por medio de la victimización derivada de la pandemia, en conjunto con una serie de medidas represivas, que incluso pudieran considerarse constitutivas de terrorismo estatal, se buscara intervenir de forma “externa” el proceso político actualmente en desarrollo.
La historia nos ha demostrado que es la manera de actuar de quienes se han enriquecido, despojando para ello al conjunto social.
No obstante, a la luz del resultado aplastante del primer plebiscito constitucional, fuimos testigos de cómo muchos quisieron subirse tardíamente al carro de la victoria, para de esta forma capitalizar políticamente, lo que en realidad era una humillante derrota.
Un verdadero apocalipsis zombie, que se adelantó incluso al propio halloween, nos aterrorizó con hordas de muertos vivientes, que salieron de sus sarcófagos para postularse a constituyentes.
Qué mejor ejemplo de tan terrorífica horda, que pablo longueira, baluarte de la política vetusta y opaca que detestamos, un no muerto, que además de encontrarse actualmente procesado judicialmente por cohecho, tiene un vínculo paranormal con el más allá.
Un lazo que lo liga con el propio jaime guzmán, quien habla y aconseja a este médium del privilegio, que por medio de tal fenómeno sobrenatural, podría inclusive haber llevado la palabra de aquel profeta neoliberal, a la Convención.
No fue el único, sin embargo.
Es el caso también del primer mandatario, que con un descaro sin igual, pretendía no sólo apropiarse de un proceso al que siempre se ha opuesto de forma encarnizada, si no que además firmar la Nueva Constitución, como si la iniciativa de cambiarla hubiese sido suya, para posicionarse como un “defensor de la democracia”.
No obstante, su legado, que la derecha está tan preocupada de proteger, es uno muy distinto al que nos quieren imponer por “osmosis”, como si no fuésemos capaces de contemplar la cruda y totalitaria realidad.
Es precisamente a lo que apunta este gobierno, que por medio de contradicciones, mentiras y copamiento informativo, busca mantenernos confundidos, para que no seamos capaces de reaccionar, ni de pensar.
El “gobierno de los tiempos mejores”, que nos trata como si fuéramos estúpidos o incapaces, a los que debe decirles qué creer y qué no.
El gobierno de un presidente con prontuario, que pese a constituir un peligro para la sociedad, sigue libre cometiendo fechorías.
A un oficialismo como el presente, tan enamorado de los números, pero que tanto desprecia a la ciudadanía, es preciso definirlo en términos que incluso sus personeros podrían comprender, aunque la probabilidad de no les importe lo más mínimo sea muy alta.
En Chile, las caras sin nombre, de los esclavos que construyen la pirámide socioeconómica, cuya base son los pobres que viven y mueren en la miseria neoliberal, son las que pasan inadvertidas, son aquellas que resultan invisibles e irrelevantes para el poder.
Son las de los 460 heridos oculares, por armas antidisturbios, de los cuales, hasta febrero de 2020, 34 sufrieron la pérdida o estallido de uno de sus ojos, con la consiguiente disminución del sentido de la vista a la mitad.
Son las de Gustavo Gatica, quien perdió para siempre la vista, y Fabiola Campillai, quien además de este sentido, perdió olfato y gusto, debido al traumatismo que le provocó el impacto de una bomba lacrimógena, disparada por fuerzas especiales (ffee), de forma criminal, directo a su rostro, cuando esperaba locomoción para ir a su trabajo.
Sus vidas cambiadas por la marca indeleble del terrorismo estatal, son parte de una estadística del espanto, un infame récord, que no tiene precedentes a nivel mundial, ni siquiera en zonas de guerra o de ocupación militar.
Son las de las 257 personas que denunciaron violencia sexual, las de las 617 que lo hicieron por torturas y tratos crueles, y las de las 1272 que acusaron violencia excesiva policial, según lo recabado por el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH), en su informe de marzo de 2020.
Son las de los 34 muertos durante el estallido social, 8 de los cuales lo fueron comprobadamente por acción dolosa u omisión culposa de las fuerzas públicas.
Son las de las 48725 personas que perecieron por Covid 19, 37841 de las cuales son casos confirmados y 10884 probables, según el reporte N° 73 de defunciones del Departamento de Estadísticas e Información de Salud (DEIS).
Es el verdadero legado del gobierno de sebastián piñera, uno que nunca debemos olvidar, y que ha de perdurar en nuestra memoria, imperdonable e imprescriptible, un crimen que no podemos volver a permitir.
El legado de un presidente que tiene las manos manchadas, que según las mismas cifras oficiales, es responsable de más muertes que la propia dictadura militar.
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Campaña del terror, el último baluarte del modelo neoliberal
Parte 3 Manejo de crisis, el neoliberalismo en evidencia

“... en el caso del Metro, que hay más flexibilidad, esa alza de costos se distribuye de manera distinta en los distintos horarios y, por ejemplo, se está rebajando fuertemente en horario valle, de manera que alguien que sale más temprano y toma el Metro a las 7:00 de la mañana, tiene la posibilidad de una tarifa más baja que la de hoy. De manera que ahí se ha abierto un espacio para que quien madrugue puede ser ayudado a través de una tarifa más baja. La realidad, Matilde, es que cuando los costos suben, no hay muchas opciones, o suben los precios o tiene que el estado ponerse con un subsidio mayor”.
Juan Andrés Fontaine, ex ministro de Economía, CNN Chile, 7 de Octubre 2019
“baja inflación, porque estamos protegiendo el bolsillo de los chilenos. Y algunas, tal vez, sorpresas, la caída en el transporte aéreo, es importante, la caída en la carne de vacuno, claro por ahí hay un aumento en la carne de pollo, y también destacar, pa los románticos, que han caído las flores, el precio de las flores, así es que los que quieran regalar flores en este, en este mes, las flores han caído un 3,7%”.
Felipe Larraín, ex ministro de Hacienda, 8 de Octubre 2019
“la ley y el registro de evasores también valen para la evasión en Metro. De manera que nosotros vamos a activar todos los mecanismos que tengamos a disposición, entre ellos los sistemas de control y cámaras de la propia empresa para identificar a los evasores y van a quedar sujetos a las mismas restricciones que establece el registro de evasores, que actualmente tiene más de 8000 personas en su lista. En este caso, si alguien es detectado como evasor, de manera que no fue notificado, será notificado. Identificado y notificado. La persona notificada tiene un plazo, a través del juzgado de policía local, para pagar la tarifa que no pagó. Y si no paga, dentro de un plazo de 30 días, el juez de policía local lo remite para ingresar al Registro de evasores. Una persona que está dentro del registro de evasores pierde una serie de Derechos, entre ellos certificados que tienen que ver con transporte, como obtención de licencia de conducir, y si tiene vehículo un permiso de circulación. También se restringe el acceso a cualquier beneficio de tarifa, al que pueda estar acogido, y en la medida que existan, por ejemplo pagos de impuestos, y potenciales devoluciones, la Tesorería general de la República retiene esos montos. Hay consecuencias administrativas en el hecho de evadir. Si además de eso la evasión, se realiza con actos vandálicos y violentos, como ha sido el caso, en que se ha afectado a trabajadores de Metro ya teníamos uno de los casos, vamos a relatar otro reciente, entonces se agrega a la falta administrativa, delito. y ese delito tienen un tratamiento distinto”.
Gloria Hutt (Evópoli), ministra de Transportes y Telecomunicaciones, 24 Horas, 16 de Octubre 2019
“¿En Usted recae la responsabilidad política?...”
“¿ministro va a renunciar?”
“¿Qué responsabilidad siente de las muertes que se han dado? ¿Va a renunciar en este momento?”
“¿va a renunciar ministro?”
“No, no tengo… no tengo ni siento ninguna..., yo asumo mis responsabilidades, pero no obviamente, no tengo ninguna responsabilidad política por esta situación”.
Andrés Chadwick (UDI), ex ministro del Interior (destituído), al ser consultado por su responsabilidad política en violaciones a los Derechos Humanos y las primeras muertes, ocurridas luego de la represión del Estallido Social, 23 de Octubre 2019
“En este momento en que tenemos 250 casos afuera de China confirmados en 25 países, se considera que de ingresar, ingresaría una poca cantidad de casos importados a Chile. Lo que vimos es que las autoridades están tomando las medidas como para prepararse para recibir una gran cantidad de casos”.
Luis Fernando Leanes, representante de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) en Chile, Cooperativa, 8 de Febrero 2020
“El 18 de octubre, cuando supimos que iban a atacar las estaciones del Metro, que fueron 136 en total, hablamos con el general Rozas y dijimos que se necesitarían mínimo 10 carabineros en cada una para protegerlas. O sea, 1.360 efectivos policiales, y no los teníamos”.
Sebastián Piñera (RN), presidente de Chile, Mega, 12 de Marzo 2020
Atentados extraños, preguntas sin respuesta
El análisis del discurso, destinado a dilucidar el origen de las ideas que lo componen, en base a determinar quien resulta favorecido por las consecuencias de sus argumentaciones, complementado por la simple lógica y el sentido común, puede ser aplicado de igual manera para ayudarnos a establecer vínculos probables entre los acontecimientos, quienes los podrían haber ejecutado y para beneficio de quién.
Las posibilidades que emergen de este ejercicio racional, derivan en una serie conclusiones, que nos conducen a poner en tela de juicio las versiones oficiales, cuya alta ideologización y funcionalidad a los objetivos del poder económico, en conjunto con una serie de inconsistencias fundamentales, nos llevan a ser en extremo mal pensados.
Obtener respuestas adecuadas, que estén a la altura del cuestionamiento, de la interpelación ciudadana, constituye un imperativo para cualquier sociedad verdaderamente democrática, más aún cuando el poder del estado está en las manos manchadas de un gobierno autoritario como el chileno.
Un oficialismo con antecedentes muy desfavorables, no sólo respecto a su falta de honestidad, sino también en relación con el atropello sostenido y generalizado de los Derechos Humanos (DDHH), puesto en marcha durante la presente administración, y perpetrado reiteradamente por agentes del estado.
Ante la discusión legal aún vigente, acerca de si dichas vulneraciones han sido sistemáticas, nos preguntamos si es posible sostener lo contrario, tomando en cuenta que desde octubre de 2019 hemos visto pasar 4 ministros del interior y 2 generales directores de carabineros, y sin embargo las agresiones y la violencia estatal y policial continúan.
A la cuestionable actuación del personal uniformado, involucrado en múltiples hechos ilegales de diversa calaña, cuya amplitud va desde desfalcos y montajes hasta golpizas y asesinatos, suma y sigue la brutalidad, promovida por la facistoide agenda de “seguridad” del gobierno, que implica tanto a los mandos como a los subalternos.
En un sistema político, que se destaca por el hiperpresidencialismo, como ocurre en el caso de Chile, cabe preguntarse cuál es la influencia que tiene la personalidad individualista y avariciosa de sebastián piñera, en una serie de decisiones erráticas y desastrosas por decir poco, que de golpe, tras el Levantamiento Social de Octubre, se transformaron de Errores a Horrores.
¿Qué sucede en la mente de ese presidente narcisista, con un poder filo monárquico, cuando la ciudadanía lo repudia tan abiertamente, enrostrándole su pésima conducción?
¿Qué ocurre con su ego patológico, cuando ya prácticamente nadie reconoce su legitimidad, aún habiendo intentado imponer su autoridad, por medio del uso de la fuerza estatal y la criminalización de la protesta?
¿Qué pasa con su anhelo compulsivo de alcanzar reconocimiento, cuando ya no hay duda de que la historia lo recordará como un gobernante incompetente y mentiroso, además de indolente, poco empático, tiránico y asesino?
Como señalaba Maquiavelo, en su obra El Príncipe, si quienes están bajo tu administración no te quieren, es mejor que te tengan miedo. Su pésimo gobierno no ha alcanzado ni lo uno ni lo otro, pese a sus desesperadas tentativas por lograr ser querido, pese a las payasadas para caer simpático, y pese a las torturas, las violaciones, las desapariciones, las mutilaciones, los encarcelamientos y las muertes, para aterrorizar a la población.
Las personas ya no sólo no le tienen miedo, sino que además perdieron el poco respeto que en algún momento pudieron tener por su persona, y que sólo se entiende como un residuo del tiempo en que se hacía pasar por “renovado” o demócrata. Por supuesto, a estas alturas, ya nadie le cree que votó por el NO a la dictadura de pinochet.
Nos gobierna un presidente con prontuario, que se ha quitado la máscara para mostrar quién es en realidad, y que ya ni siquiera intenta disimularlo. Un primer mandatario al que no le importa lo que piensa la ciudadanía de su gestión, a cuya larga hoja de antecedentes se han añadido justamente aquellos delitos que, de forma ilusa, muchos pensamos que nunca cometería de forma tan abierta y descarada.
Los crímenes de Lesa Humanidad, llegaron a ennegrecer un ya manchado registro de vida, de la mano de la penalización progresiva de los Derechos políticos de Protesta, Manifestación y Reunión, que su autoritario mandato ha impulsado activamente por medio de las urgencias legislativas, prerrogativa correspondiente a las facultades del ejecutivo.
Representa una muestra más de esas oscuras intenciones, el interés, que según manifestó en una alocución hernán larraín, actual ministro de Justicia, tendría el gobierno de “regular” el ejercicio de dichas Garantías constitucionales.
De acuerdo con lo que parecen comprobar los hechos, la idea es que ser opositor al gobierno y tener el atrevimiento de ejercerlas, sea un delito.
Los Presos de la revuelta, son el vivo ejemplo de cómo incluso aquellos Derechos que están en la base de lo que define el quehacer de las sociedades democráticas, se cuestionan y ponen en entredicho cuando la tiranía es también el oficialismo.
Para piñera, la necesidad urgente de detener las manifestaciones en su contra, hasta el 18 de octubre de 2019 circunscritas a Santiago, requería de una mayor fuerza, pues ya ni las amenazas, ni la represión eran efectivas.
Un vaso que se colmó tras el alza del pasaje del metro, fue el inicio de una protesta nacional espontánea y multitudinaria, que no sólo exigía Dignidad y el fin de los múltiples abusos del sistema, sino también la renuncia del presidente y una Asamblea Constituyente, para escribir una Nueva Constitución.
La noche de ese viernes, mientras 20 estaciones del metro de santiago (muchas de las cuales eran custodiadas por la fuerza pública) se incendiaban; el presidente comía pizza con su nieto ya que, en ese entonces, la infraestructura crítica claramente no era una de sus prioridades.
Aún cuando en un primer momento se acusó a los manifestantes de la destrucción, no se pudo recabar pruebas de dicha tesis, pese a que incluso se buscó vincular a las compañías telefónicas en la vulneración de la privacidad de sus usuarios, a la usanza china o estadounidense.
La posterior teoría de una intervención extranjera, cuyos ridículos postulados apuntaban principalmente a venezuela, e incluso a rusia, probó ser por completo falsa, recordándonos los fundamentos de los atentados ecoterroristas de la disparatada agrupación “individualistas tendiendo a lo salvaje”.
Pese a la profusa evidencia en contra, el gobierno intentó respaldar la fallida hipótesis del presidente, por medio de un absurdo informe conocido como “big data”, que incluso vinculaba a bandas de kei pop, artistas y medios independientes como “instigadores” del estallido social y, en consecuencia, de estos ataques.
Sí incluso a pesar del empecinamiento de la moneda, no se ha podido hasta la fecha comprobar ni la participación de los manifestantes, ni la de los cubanos, ni la de los venezolanos, ni la de los rusos, ni la de los surcoreanos intérpretes de kei pop, ni la de visitantes interestelares, entonces,
¿Quiénes perpetraron estos atentados?
¿Qué se necesita para paralizar una ciudad de las características de Santiago?
¿Que se necesita para quemar, en algunos casos por completo y en forma simultánea, infraestructuras con situaciones tan diversas, como las estaciones de las múltiples líneas de metro, de las cuales, parte son subterráneas, parte superficiales y parte elevadas?
¿Que se necesita para comprometer tan significativamente una red de transporte, distribuida en tan amplio emplazamiento?
¿Cuántas personas, cuánto material incendiario y en general, cuál es la capacidad operativa necesaria para llevar a cabo una acción de tal magnitud?
El análisis, hace tambalear la feble e irresponsable versión oficial, desnudando un relato que no resiste la lógica.
Pese a que en ningún caso es posible minimizar la indignación, que un gobierno como el actual es capaz de producir en el país completo, ciertamente no es comparable una barricada con un atentado mayor, como lo es el incendio múltiple y sincronizado de grandes infraestructuras.
Una operación que además de altamente compleja, habría requerido en algunos casos, como señalaron desde fiscalía, de un acceso mayor a las instalaciones.
Nos preguntamos si es un acceso similar al que es requisito para establecer centros de tortura y detención, que según se denunció, es lo que habría ocurrido en la estación baquedano, la misma que conduce a Plaza Dignidad.
Delitos de alto impacto, que no tienen culpables, pese al empeño del oficialismo en encontrar chivos expiatorios, buscando de forma mañosa herramientas que le permitan procesar a alguien, a quien sea, mientras no se trate de un gran empresario, en el menor tiempo, y con el menor rigor probatorio posible.
Un comportamiento característico de esta administración, reflejo de quién la conduce, un mandatario que no tiene irreprochable conducta anterior. Su actuar reciente nos recuerda otros eventos previos de similar factura, como los casos “bombas” y “huracán”.
Mientras en el primero se intentó presentar un poster de guns n' roses y un ejemplar de “El arte de la guerra” de Sun Tzu como pruebas para lograr condenas, en el segundo derechamente se falsificaron para inculpar a comuneros mapuche.
Con antecedentes de esa calaña en mente, podemos concluir como mínimo, que resulta difícil confiar en que las pruebas que pueda presentar el gobierno, carabineros o sus representantes en el sistema judicial, sean realmente relevantes para respaldar las acusaciones oficiales.
Más aún, ante tanta actuación cuestionable en el ámbito de la criminalización de Derechos y la arbitrariedad estatal, ¿Es posible todavía, creer que los argumentos presentados para acusar a las personas de delitos terroristas, son verdaderos y no están adulterados?
En todas estas materias, ciertamente de muy difícil especialización, es posible que el gobierno no tuviera muchos problemas para encontrar “efectivos” de la policía uniformada, que pudieran tener las calificaciones y la experiencia de campo necesarias, para llevar a cabo este tipo de tareas de “inteligencia” proactiva.
Sin embargo, ante la ausencia aparente de registros de los acontecimientos mentados, nos preguntamos:
¿Qué fue de las cámaras con las que la ministra hutt amenazó a los manifestantes que evadieron el metro?
¿De verdad no se salvó ninguna de la acción de las llamas (que por cierto no destruyeron por completo todas las estaciones)?
¿Dónde están los registros de los perpetradores, en una ciudad llena de dispositivos de vigilancia, como Santiago?
Si, como el presidente dijo, prácticamente todas las estaciones estaban bajo ataque, ¿serían suficientes 10 efectivos por estación para su resguardo?
Por la boca muere el pez, versa el tradicional dicho, y por supuesto, la piraña no es una excepción a esta regla universal.
Más aún hoy, en que la codicia, el dinero y las formas abusivas e inmorales de obtenerlo, de las cuales piñera es un cultor más, están en entredicho.
A la cuestionable ética del presidente, se suman la mentira y el descaro patológicos que lo caracterizan, y forman parte central de la esencia de su cortoplacista manera de ser.
Dichos rasgos fundamentales, que para espanto de sus asesores, sólo son equiparables a su incontinencia verbal, tienen un paralelo en su convulsiva forma de gesticular.
Una verborrea incontrolable, que le juega malas pasadas al primer mandatario, que lo lleva muchas veces a decir cosas que sólo debiera “pensar”, por contradictorio que parezca asociar este verbo a su oportunista persona.
Nos da la impresión de que, para alguien que miente de forma tan abundante y reiterada como él, esto significa que muchas veces deja escapar la verdad.
Cada uno de estos deslices comunicacionales presidenciales, debe acompañarse posteriormente de sendas aclaratorias, que una y otra vez ponen a prueba y tensionan al máximo la capacidad del aparato de comunicaciones oficial, para extinguir los focos de “incendio”, cuya frecuencia es cada vez mayor.
La declaración en que el presidente señaló “cuando supimos que iban a quemar las estaciones del metro”, parece otro más de esos ataques de sinceridad, que por supuesto tuvo como correspondía su consecuente explicación poco convincente.
Suponiendo que, dada la manera en que se sucedieron los acontecimientos, pudiéramos concluir que el presidente decía la verdad, y sabía que atacarían el metro, entonces,
¿Podríamos también concluir que sabía quienes llevarían a cabo este ataque?
Más allá de apuntar a los posibles autores materiales, y no obstante el conocimiento que tenemos de la existencia de una institución policial militarizada con experiencia en hechos de esta naturaleza, resulta más importante aún comprender quién resultó beneficiado con las consecuencias de estos actos.
Ciertamente no fueron los ciudadanos muertos por la acción represiva de la fuerza estatal, ni quienes habitan en las comunas más periféricas, conectadas más ágilmente gracias a este medio de transporte, que aún sin ser ideal, es en muchos casos una mejor opción, considerando la denigrante oferta disponible.
Al respecto, muy llamativa resulta la circunstancia, de que cada vez que se ha buscado mejorar la calidad del transporte hacia los sectores populares, la reacción de los habitantes de comunas acomodadas ha sido de histeria, rechazo y desprecio; además de discriminatoria, prejuiciosa, racista y clasista.
Baste recordar cómo el éxodo de la clase alta, que escapaba no sabemos de qué ni de quién, en dirección a nuevos baluartes dominadores del territorio desde las alturas, generó el surgimiento y crecimiento de polos comerciales, inmobiliarios y de servicios.
Natural sería concluir que aquellos privilegiados que se quejan por tener que compartir el espacio con los pobres, y que se oponen incluso a la libertad de desplazamiento que tanto dicen defender en otras ocasiones, estarían muy contentos de poder limitar la capacidad conectiva del sector poniente de la capital.
Dada la amplitud de este ámbito territorial, resulta llamativa la diferencia, con lo ocurrido en las llamadas tres comunas del rechazo, que pese a contar con prácticamente un tercio de la superficie de Santiago, no sufrieron de este tipo de hechos.
Dicha localización geográfica, no es exclusiva de los atentados ocurridos en el metro, sino que además se repite en los saqueos y posteriores incendios a supermercados y otras dependencias, con resultados de muerte.
La forma en que se desarrollaron estos acontecimientos, fue también sumamente vistosa, principalmente porque ocurrieron a vista y paciencia del personal armado del ejército cuyo rol, según se dijo, era detenerlos.
Lo que presenciamos en cambio, fue como dicha fuerza de ocupación se dedicó a permitirlos, organizarlos e incluso, en algunos casos, participar de ellos.
Hasta el día de hoy, sin embargo, persisten las dudas acerca de cuáles fueron las reales causas de aquellos desenlaces fatales y, si hubo fusiles de asalto o armamentos de otra naturaleza involucrados.
En tal contexto, la reunión que en ese entonces sostuvo el gobierno con los representantes de los supermercados y la sociedad de fomento fabril (sofofa), que de acuerdo con lo que se comunicó, tenía como objetivo establecer una mesa de coordinación, es un hecho que atrae poderosamente el interés.
Nos preguntamos,
¿Qué era lo que tenían que coordinar?
¿Pudieron haber seguros comprometidos en el respaldo de los bienes siniestrados?
¿Había ventas proyectadas de algunos de los terrenos involucrados? (¿a grupos inmobiliarios?)
¿Cumplió el gobierno algún rol en facilitar dichas gestiones comerciales, o en entregar alguna garantía pública, a estas organizaciones privadas?
Importantes de considerar también, son los efectos que estos siniestros, en apariencia voluntariosos, han tenido en el establecimiento de una agenda autoritaria de seguridad que, de la misma forma en que ocurrió con el sistema económico neoliberal en dictadura, ha sido favorecida por medio de una estrategia de shock, que además de eliminar la posibilidad de disenso, es el camino para generar una regresión tiránica y despótica.
Reformas legales que no sólo son impopulares y arbitrarias, sino que además van en contra del bien común, de lo razonable, y de aquello que nos dignifica como Seres Humanos.
Medidas que en definitiva son Antihumanas, que contravienen la legalidad Internacional, y que no son factibles en los lugares en que existe de verdad el Estado de Derecho.
Políticas que se implementan aprovechando los momentos de crisis y conmoción social, que además son groseramente aplicadas, justificadas e impulsadas a partir de sucesos de alto impacto, para así distraer la atención pública del ejercicio abusivo del poder.
Políticas que en el caso chileno, posibilitaron no sólo la pronta militarización del país, y un toque de queda de casi dos años de duración, sino que también la criminalización progresiva de la disidencia.
Incluso con la opinión pública indignada y conmocionada por los crímenes de lesa humanidad, que agentes del estado perpetraron de forma generalizada a nivel nacional, la agenda represiva vió su camino allanado gracias al favor presidencial.
La brutalidad policial cumplió además el rol de amedrentar, atemorizar y retraumatizar a la población, al traer a la memoria colectiva, el recuerdo de años de terror, oscuridad y muerte.
Situación que, a la vez que resulta imperdonable, configura un escenario favorable para un presidente como el actual, al que el pueblo soberano rechaza de manera tal, que de no mediar la militarización, no hubiera podido mantenerse en su cargo.
En base a lo que parecen sugerir las apariencias, surge la sospecha de que en la búsqueda de consolidar, por medio de las armas y la violencia, el liderazgo de un cadáver político como el del presidente sebastián piñera, el gobierno pudiera haber cometido atentados de falsa bandera, destinados a respaldar la estrategia oficial, configurando un escenario que se asemeja al de una tentativa de autogolpe.
Testimonios como los de karla rubilar, actualmente ministra de desarrollo social y familia, y mario desbordes (RN), ex precandidato presidencial y exministro de defensa, respecto a la antesala que dio paso al llamado “acuerdo por la paz”, parecen avalar esta tesis.
También los múltiples hechos en que se ha revelado la implicación de “efectivos” de la fuerza pública, en infiltraciones ilegales de agrupaciones sociales, incitación a cometer delitos de connotación terrorista, acusaciones falsas basadas en montajes, e incendios.
Chile neoliberal, el antihumano edén de la indolencia
En una sociedad como la chilena, en que lo cuantitativo es la norma oficial, en que la humanidad es lo menos importante, y lo material está más protegido por la ley que las personas, tanto los muertos como los vivos son sólo números, y no tienen cara ni nombre.
Sujetos a un conteo que nos arrebata la dignidad, somos progresivamente deshumanizados y cosificados, lo que permite al poder construir una realidad diluida y sesgada, escondida tras las cifras que nos equiparan con los objetos inanimados.
Invisibilizados como los Presos de la Revuelta, que permanecen encarcelados en base al testimonio de la cuestionada fuerza pública, pese a que muchos de ellos ni siquiera han tenido un juicio, mucho menos una condena.
Acallados por la acción criminal de agentes del estado, como los Mapuche asesinados, en su lucha ancestral contra la usurpación de sus tierras; como los Chilenos que fueron muertos, por medio de balazos, golpizas, atropellos, encerronas y denegación de auxilio, durante el Estallido Social de Octubre, entendemos que la pelea por un país mejor también nos pertenece.
Tenemos la certeza de que, mientras la injusticia sea la norma, no habrá paz para los perpetradores de crímenes de lesa humanidad, tanto para los autores materiales como para los “intelectuales”, tanto para los asesinos de las fuerzas policiales y militares, como para sus respectivas cadenas de mando, tanto para aquellos que hoy siguen libres caminando por nuestras calles con sus manos manchadas, como para sus cómplices y encubridores.
Estamos a la deriva, abandonados a nuestra suerte, como los miles de fallecidos por covid-19, que vivieron y murieron hacinados en las poblaciones. Quienes en busca del sustento familiar, que le evitase a los suyos el hambre, se levantaban todos los días de madrugada, para ir al trabajo en transportes atochados, enfrentados cotidianamente a una encrucijada mortal.
Comprendemos con claridad que no le importamos al indolente gobierno, ni al Antihumano modelo económico que la moneda, vocera y delegada de pérfidos intereses, tan encarnizadamente defiende.
Sin voz, como las mujeres de todas las edades, que han sido violentadas sexualmente por su jefe, amigo cercano, tío o padre.
Como las víctimas de violencia machista que, además de agredidas y vulneradas, se encuentran absolutamente desprotegidas y con su integridad en riesgo permanente, a causa de la ausencia inexcusable del estado.
Es lo que ocurre en el mismo país en que quemar un camión tiene una pena mayor que la violación, los mall son resguardados con fuerza pública, y la infraestructura y los bienes, tanto muebles como inmuebles, están más protegidos que la soberanía personal.
El oasis de los crímenes de género, un sitio en el cual el destino de las asesinadas, por su pareja, expareja, pololo, andante, marido, amigo, o “por encargo”, se reitera cual “déjà vu”, en una historia y otra, y parece ser ineludible, cuando la justicia o llega tarde (la mayor parte de las veces de manera póstuma), o simplemente no llega.
El resultado es cada vez un nuevo femicidio, otro asesinato más, que se suma a diario a una cifra negra interminable, que pasa a engrosar una lista sin fin, una más de las estadísticas infames de este sistema cruel.
El paraíso del suicidio y la discriminación, en que algunos padres abandonaron los cuerpos de sus Hijes muertos en el atentado de la disco Divine, en razón de su intolerancia. Donde a les Asesinades a causa del odio lesbofóbico, homofóbico o transfóbico, se les negó el Derecho de ser, de expresarse libremente, y de alcanzar la felicidad con su existencia, como la eligieron o como les tocó.
El lugar en que a muches les quitaron la vida, por atreverse a buscar el amor, tan sólo porque a ciertas personas ajenas, les molestó su mera existencia. El lugar en que algunos, por una inaceptable pretensión paternalista de superioridad moral, han querido atribuirse el derecho de decidir por las vidas y los cuerpos de los demás, como si por mandato divino, los hubiesen nominado como tales, arrogándose de esa indecente manera, una potestad que nunca les correspondió y que nadie les entregó.
Sucede en el mismo país en que, a causa del fundamentalismo religioso, las vidas de las Mujeres son desechadas, enmudecidas porque no se les practicó un aborto por inviabilidad fetal a tiempo, pues antes de que las pudieran operar, debían estar en riesgo vital inminente.
Un lugar, en que el estado le niega a quienes no quieren ser madres, el Derecho a decidir sobre su propia persona, y en el que miles han perecido en procedimientos clandestinos, porque no contaban con el dinero necesario para “operarse de apendicitis” en el extrajero, o en una clínica privada, una clase de edificio que en chile puede tener consciencia y, por supuesto también, ánimo de lucro.
La copia infeliz del tártaro, en que los niños, niñas y adolescentes (NNA) del servicio nacional de menores (sename), en vez de ser protegidos por el estado, fueron vulnerados una y otra vez, abusados, denigrados, traumatizados e incluso en algunos casos prostituídos por los privados a quienes se les delegó esta función, haciéndoles receptores de cuantiosos ingresos, pagados con fondos públicos.
Un infierno que a diario, sufrieron en silencio los miles de Niñas y Niños muertos por funcionarios de esa repartición y sus organismos colaboradores (OCAs), hasta el desenlace fatal, que se ocultó en la maraña institucional del estado subsidiario, que disfraza de protección social, lo que en realidad es un lucrativo negocio, que se alimenta de la vida de nuestra Infancia, en el olvido y el desamparo.
Pese al reciente cambio de nombre del sename, obrado con la creación del “servicio nacional de protección especializada a la niñez y adolescencia, mejor niñez”, la persistencia de la lógica de interacción público privada, y el hecho de que los organismos colaboradores cuestionados siguen siendo elegibles para integrar la red de centros, configura una modificación meramente cosmética.
Consistentemente, el veto presidencial, que bloqueó el proyecto que buscaba garantizar los Derechos de la Niñez, reafirma esta realidad y prueba una vez más que el eslogan “los Niños primero”, se refiere sólo al fatídico e indignante regreso a clases pandémico, tozudamente impulsado sin las condiciones sanitarias y de infraestructura mínimas, que como consecuencia registró la muerte de un niño por electrocución.
Nos preguntamos, ¿Cómo raúl figueroa, ministro de educación, podría explicarle a sus padres, la criminal obcecación que les quitó a su Hijo?
La desidia estatal, que precisamente se debe al interés privado en prestar los “servicios”, es en definitiva, en este caso como en tantos otros, el origen de las vulneraciones, una muestra más de que para la autoridad, los beneficios económicos de algunos, son más importantes que las vidas de los NNA.
Es justamente aquello que callan los llamados “defensores de la vida”, sin duda porque muchos de ellos también son partes interesadas, en una operación vil y deleznable, y que resulta equiparable a la trata de personas, en todas sus nefastas y perversas variedades.
Tan deleznable, como los crímenes que truncaron la existencia de las Niñas de Alto Hospicio, Las Reinas de la Pampa, que perecieron bajo el sol abrasador del Norte Grande.
Víctimas de violación y femicidio, sus memorias fueron manchadas, denigradas y estigmatizadas en cadena nacional, en pos de un rentable espectáculo televisivo, que se basó en el prejuicio asociado a su origen social humilde.
La búsqueda, repulsiva, cruel, inmoral del morbo, que tan lucrativo resulta para los grandes medios de comunicación, se reveló aún más inhumana y criminal, en contraste con la de las Madres, que recorrían incansables el desierto, queriendo encontrar a las Hijas que ya no regresarían a casa.
¿Es posible no sentir indignación ante tanta injusticia, horror y muerte?
¿Es posible no sentir que los pulmones se encogen y el corazón se atrofia, como decía Gladys Marín?
Ensimismados de forma forzosa en el egocentrismo neoliberal, debemos luchar con fuerza y convicción en contra de la indolencia que el sistema promueve, y no permitir que nos quiten la capacidad de sentir espanto, porque de lo contrario perderemos aquello que nos hace Humanos. Para que el mañana que vendrá, el “Nunca Más” se convierta en una realidad, no debemos olvidar a nuestros muertos, ni tampoco a quienes los asesinaron.
Por eso recordaremos para siempre, a los esbirros del poder económico, que condujeron el estado para cumplir sus fines perversos, pero que abandonaron el deber de garantizar la integridad de los habitantes del país.
Partícipes y cómplices del nefasto gobierno actual, defienden con uñas y dientes a una institución corrupta y asesina como carabineros, a la vez que avalan su actuar criminal.
El actuar de una policía que claramente no es defensora de promover el bien común, ni de proteger a la ciudadanía, pero sí a los grandes “empresarios”, aquellos que pagan las campañas políticas sin mirar a quien, los que financian los últimos metros de carrera o los “raspados de olla”.
Es lo que sucede cuando el país es gobernado por los intereses económicos y el fundamentalismo neoliberal, que busca mantener el individualismo narcisista como la norma, y que además disminuye el ámbito de acción del estado, transformándolo en un anexo, un apéndice del poder del dinero, un títere de la plutocrática oligarquía.
Ésto, por supuesto, es la consecuencia de delegar las funciones y labores estatales en el mercado, que convierte los Derechos Humanos en bienes de consumo, a las empresas que los proveen en un remedo insuficiente del Estado, y al Bien Común en beneficio privado. Cuando las “libertades” reemplazan a los Derechos, no tenemos garantizada una jubilación digna, pero podemos elegir la administradora de fondos de pensiones (afp) y el fondo en que estará “invertido”, en definitiva apostado, nuestro dinero.
Cuando la élite económica es la que gobierna en todas las esferas de la vida Humana, velando sin pudor por sus propios intereses, y buscando de forma incesante obtener utilidades instantáneas, a costa de lo que sea necesario, ¿Por qué no podría gobernar también en la salud pública, con lineamientos de la misma naturaleza?
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En una nueva edición de "Seguimos Participando", espacio en que conversamos el proceso constituyente, para aportar ideas a la grandiosa tarea de escribir un Chile distinto, nos atrevemos a soñar juntos en un mañana mejor, que esperamos llegará para las chilenas, chilenes y chilenos del futuro.
En este episodio, conversamos con Jessica Cayupi Llancaleo, ex candidata a integrar la Convención por el distrito 9, en representación de la Lista Movimientos Sociales Plurinacionales e Independientes.
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En la segunda edición de "Seguimos Participando", continuamos la conversación, para contribuir al proceso constituyente, y al sueño de un mejor País para los que vendrán.
En este episodio, conversamos con Priscila González Carrillo, ex candidata a integrar la Convención por el distrito 18, en representación de la Lista del Pueblo.
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Inauguramos la sección "Seguimos Participando", un diálogo que busca levantar ideas, para aportar tanto en la discusión del proceso constituyente, como en la deliberación colectiva que implica la construcción de un Chile más justo.
En este episodio, conversamos con Luis Pérez Díaz, ex candidato a integrar la Convención por el distrito 20, en representación de la Asamblea Popular Constituyente.
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