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Policlínica Veterinaria Barrios Unidos
Montevideo, Uruguay
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La Poli 2.0
La Policlínica Veterinaria "Barrios Unidos", además de su retorno a la atención de animales en diferentes barrios, incursionó también en las redes.
He aquí su instagram, donde pueden mantenerse actualizados de sus actividades y movidas.
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Gran y emotiva actividad
Cómo era de suponer, la actividad del viernes 15 diciembre en Facultad de Veterinaria fue muy emotiva. Viejas glorias y nuevas promesas se congregaron para conversar acerca de cómo impactó (o impacta) su participación en la Policlínica "Barrios Unidos" a nivel personal y profesional. Hay mucha historia escrita y mucha por escribirse y hubo consenso en que la mística se mantiene y nos impulsa.
Como cierre de la jornada se entregaron unos hermosos premios hechos por el artista arachán Javier Rey.
En este link podrán ver la grabación completa de la mesa redonda.
De deberes nos llevamos el compromiso de organizar los festejos de los 45 años de la Policlínica en 2024, cómo Dios y el Padre Cacho mandan.
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Pasado, presente y futuro
El viernes 15 de diciembre de 2023 a las 16 horas, nos juntaremos en la nueva sede de Facultad de Veterinaria, para recordar viejos tiempos de la Policlínica y disfrutar los nuevos.
Está toda la información en los posters. No hay como perderse. Los esperamos.
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Volvieron los equinos
El lunes 31 de octubre de 2022 se reabrió la Policlínica para atender caballos. Docentes de Equinos y de Extensión y estudiantes de la Facultad de Veterinaria volvieron a prestar el servicio que se merecen estos animales, todavía tan necesarios en la labor de los clasificadores.
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Reactivación exitosa
Con la presencia de estudiantes y docentes de FVET y de otros servicios de la UDELAR, algunas “leyendas” de la Policlínica, vecinos de las comunidades de la Organización San Vicente y funcionarios del Municipio D, comenzó con total éxito el proceso de reactivación de la clínica veterinaria “Barrios Unidos”.
Van algunas postales de esa jornada que seguramente marcará un antes y un después.
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Jornada “Re-Activamos La Poli”
Se llevará a cabo el miércoles 31 de agosto de 2022 de las 9:00 a las 12:00 horas, en Timbúes 4116.
La Facultad de Veterinaria cuenta desde hace más de 30 años con la Policlínica Veterinaria Barrios Unidos. Actualmente, luego de 2 años de permanecer cerrada producto de la pandemia, se encuentra en un momento difícil y en proceso de mejora.
Se busca que la Policlínica retome su lugar de relevancia y sea un espacio de referencia, identidad y memoria en el barrio, tanto de la Facultad como de la UDELAR en su conjunto. Por allí han transitado y se han formado cientos de estudiantes y docentes, en diálogo y aporte permanente con la comunidad local.
La Jornada de trabajo y diálogo es abierta a docentes, estudiantes, funcionarios/as y egresados/as de Facultad de Veterinaria. También participarán integrantes de otros espacios de la UDELAR, de otras instituciones, organizaciones, vecinas y vecinos del barrio con el objetivo de intercambiar, proponer ideas y acciones para proyectar el futuro de la Policlínica de forma participativa.
Se espera construir proyectos de enseñanza, investigación y extensión que reactiven a la Policlínica en su rol educativo-asistencial y como referencia universitaria en el barrio.
Quienes quieran participar y precisen transporte desde FVET, deben completar el siguiente formulario.
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Hasta pronto Flaco
El 14 de julio de 2022 se nos fue Jorge Slavica, gran compañero de trabajo de la Policlínica.
Sobran las palabras en estos momentos y la procesión irá por dentro de cada uno de quienes compartieron el trabajo con el.
Por eso lo recordaremos con algunas fotos y con aquella frase pegada dentro del iglú: "usted aquí no es nada, acepte trabajar en grupo", que nos interpelaba pero también nos alentaba en nuestra labor.
Descansa en paz, Flaco.
En el primer local de la Policlínica, a principios de los 80, blanqueando la pared.
El famoso cartel que estaba en el iglú (segundo local de la Policlínica) y la infaltable presencia de Vitale en cada foto...
Compartiendo una charla semi-científica con el Bala, Tommaso y el Pepón.
Junto al Bala y Ramoncito, en el asado conmemorativo de los “30 años y pico” de la Policlínica, que se realizó en 2015 en el antiguo local de la Facultad de Veterinaria. La última gran reunión de veteranos de guerra.
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El tercer local (la transitoriedad)
Cómo hubo que salir de apuro de Santa María (por la construcción de las viviendas) y todavía el nuevo local estaba sin terminar, la Policlínica debió agenciarse un lugar transitorio para desarrollar sus labores veterinarias.
Se obtuvo una vivienda a medio construir (contigua al futuro local definitivo), a la que debió hacérsele piso y techo, colocarle puerta y ventanas, instalarle luz y agua corriente y equiparlo para la atención.
Nuestros heroicos compañeros oficiaron de albañiles, apoyados por vecinos que sabían del oficio y guiaban las labores.
Se logró un ambiente confortable, en el que se trabajó desde 1989 hasta 1991.
Lugar donde estaba ubicado el tercer local de la Policlínica (foto: Google Earth).
Muchas gracias a José “Pepón” Gallero y Washington “Caco” Cardozo por la información y las vivencias.
En este link pueden ver más fotos y recuerdos del tercer local de la Policlínica.
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Padrino Honoris Causa
El viernes 29 de abril pasado, nuestro compañero Humberto Tommasino (más conocido como “Tomaso” o “Padrino”) fue nombrado Doctor Honoris Causa de la Universidad de Rosario (Argentina).
Un justo reconocimiento para quien se “trilló” las comunidades de influencia de la Policlínica Veterinaria, ya sea operando un cólico equino o aplicando las enseñanzas de Paulo Freire.
Compartimos su alegría y le enviamos un abrazo fraterno.
En este link encontrarán la ceremonia completa de reconocimiento.
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El segundo local (arquitectura esquimal)
El primer local era grande de corazón, pero chico de espacio. El grupo de trabajo le había hecho sensibles mejoras, como la instalación de un medio tanque con canilla (para tener agua almacenada), un cepo, el alero (construido junto a la comunidad) y un farol a mantilla con garrafa (que conformaban un “set de esterilización"). Se atendían los animales afuera (a veces alguna mascota adentro) y las inclemencias climáticas dificultaban la labor.
En el año 1986 una familia se muda para una casa más cómoda y los vecinos deciden destinar el local vacío para la Policlínica Veterinaria. Este se ubicaba en la calle Tomás Burgueño 6556 (número capicúa, que auguraba lo mejor) y su forma se asemejaba a un iglú (construcción típica de los esquimales), lo que generó que ese fuera su apodo.
Con más espacio (sala de espera y consultorio para pequeños animales) y vecinos ayudando en las tareas de administración y limpieza, la Policlínica tuvo un gran desarrollo y presencia en los barrios, que se potenció con la llegada de docentes de la Unidad de Extensión de Facultad de Veterinaria.
La expansión del plan de viviendas del barrio Santa María en 1988 hizo que debiera demolerse el iglú y la Policlínica nuevamente zarpó a otro destino.
Pero a esa altura el Padre Cacho estaba pasando el gorro en Europa y había novedades.
La surtida farmacia del iglú.
Lugar donde estaba ubicado el segundo local de la Policlínica (foto: Google Earth).
Muchas gracias a Juan Imelio, José “Pepón” Gallero, Humberto Tommasino y Edgardo Vitale por la información y las vivencias.
En este link pueden ver más fotos y recuerdos del segundo local de la Policlínica.
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El primer local de la Policlínica (donde nació la leyenda)
El primer local de la Policlínica se empezó a utilizar en 1979. Estaba situado en Aparicio Saravia casi Timbués, en un mini-descampado que oficiaba de vereda.
En realidad fue una herencia (gestionada por el Padre Cacho), ya que era el galpón donde se guardaban las herramientas y otros materiales utilizados en las obras de las viviendas de San Vicente. Eso explica la caprichosa arquitectura, con su puerta y ventana inusualmente angostas (por donde quien escribe quizás tendría que pasar de canto).
Pero el tamaño no impidió el accionar de nuestros primeros compañeros, quienes amparándose en el refrán “todo cabe en un jarrito sabiéndolo acomodar”, atendieron allí a sus primeros clientes del reino animal.
Funcionó hasta el año 1986, cuando no se pudo apelar más a lo del jarrito, quedó pequeño para tanta gente que concurría y hubo que pasarse al 2° local, más conocido como “El Iglú”.
Aquí entonces es donde nació la leyenda, que hoy se continúa en el elefante blanco devenido en multicolor...
Jornada de blanqueo del local. Según “Jujo” Gil, a él le tocó blanquear con carburo apagado y casi le llega al hueso la quemadura de la "cal inventada".
Lugar donde estaba ubicado el primer local de la Policlínica (foto: Google Earth).
Muchas gracias a Juan Imelio, “Jujo” Gil, Silvia Roslik, el flaco Slavica y Humberto Tommasino por sus aportes.
En este link pueden ver más fotos y recuerdos del primer local de la Policlínica.
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La Policlínica Veterinaria “Barrios Unidos”
La Policlínica inició sus actividades en 1979, cuando estudiantes de Veterinaria se acercan al sacerdote Isidro Alonso (“Padre Cacho”) para manifestarle su interés de colaborar en la tarea social que desarrollaba la Organización San Vicente (OSV) en las comunidades de la cuenca del arroyo Casavalle (Montevideo, Uruguay), zona conocida popularmente como los “cantegriles de Aparicio Saravia”.
Cacho les propone trabajar en veterinaria, dado que los pobladores de esos barrios (mayormente clasificadores de residuos) necesitaban atención clínica para sus caballos. Posteriormente se extiende la tarea a otras especies animales como perros, gatos y cerdos.
El grupo inicialmente estaba compuesto solo por estudiantes, a los que luego se agregaron profesionales y docentes de Facultad de Veterinaria, que participaron y participan en forma honoraria. Se destaca especialmente el rol cumplido por el Área de Extensión de esa Facultad, que propició la salida de la Policlínica hacia la comunidad (con atenciones a domicilio y organización de campañas contra enfermedades zoonóticas) y la participación en equipos de trabajo multidisciplinarios de la OSV (salud y clasificadores).
Los 2 primeros locales se instalaron en Aparicio Saravia y Timbúes, hasta que finalmente se construyó el local actual, con recursos aportados por una ONG de Países Bajos. Este se inauguró en 1991, agregando el nombre de “Luz Otheguy”, en homenaje a una compañera de trabajo fallecida tempranamente.
La participación estudiantil no solo está motivada por la posibilidad de realizar una acción social directamente relacionada con la profesión, sino también por la oportunidad de efectuar una práctica clínica extracurricular.
A partir de 1995 la Policlínica cuenta con un docente del Área de Extensión, que coordina sus actividades y mantiene el nexo con la Facultad de Veterinaria y la Universidad de la República.
Imagen tomada de Google Earth.
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