Tumgik
Text
Tumblr media
0 notes
Text
Dichosos los que se van mientras se están yendo. Esos que después de pelearla desde adentro, se retiran sin pretender llevarse la autoestima del otro de regalo. Aquellos que se van por la misma puerta que entraron y un día deciden cerrarla tan fuerte, para que el golpe clausure todas las ventanas y no se filtre un aire de esperanza.
Dichosos de esos, que no necesitan plantar la duda en aquél que todavía se amarra a una ilusión mentirosa, por miedo a verle la cara a la soledad.
Un aplauso para esos, que sabiendo que no van a volver, no dejan confusiones como plumas en el piso, para gozar de ver cómo alguien se arrastra a juntarlas.
Un reconocimiento para esos que se retiran y dicen " ya no te amo más "
" ya no te quiero " , y no retrasan un duelo ajeno, que necesita ser vivido para después, volver a la vida transformados.
Dichosos de esos, que se van y no se quedan con un amor que no pueden corresponder, cómo un mimo a su narcisismo a cambio de ver cómo el otro se va desnutriendo de a pedazos y a los gritos.
Dichosos los que dicen la verdad.
Los que se van con las manos vacías.
Los que tienen el valor suficiente para cerrar la valija, tragarse la llave y no dejarla de señuelo en rincones de la casa para que el otro pierda su tiempo en descubrirlo.
Dichosos los que pueden irse en la libertad de saber que no se llevan más que un pasado que les dio mucho, mientras fue presente y tanto fue ese mucho, que no se permitirian robarle un minuto de futuro a quién saben que no se lo merece.
Dichosos los que viven y dejan vivir.
Los que no se dejan seducir por la lástima que el lastimado pone como carta arriba de la mesa, para ver si así, acaso puede ser que vuelva, al menos por un rato.
Dichoso el que sabe irse diciendo que no va a volver. Dejando al otro con la lágrima que tiene que largar para después, poder volar en libertad.
Dichosos los que se animan a querer bien. Esos que se van, cuando saben perfectamente, que no tienen más nada para dar.
0 notes
Text
Hay niños que hacen de su infancia un tobogán y dos hamacas. Que prescinden del valor del tiempo, porque descansan a sabiendas que el reloj los maneja otro. Que tienen licencia dorada, para meter los dedos en el enchufe, porque hay más de dos ojos, que miran cuidando y previniendo que la travesura no llegue a destino.
Son niños que fueron niños.
Que la única responsabilidad asumida y llevada con orgullo fue la del juego.
Jugar y hacer lio. Explorar. Reír a carcajadas. Comer lo que le servían. Y abrir los brazos como un muñeco, para que alguien muy alto les ponga una campera sin preguntar.
Niños que fueron niños.
Y también están los otros como vos.
Que te tocó ser un niño adulto. Que a falta de quién te cuide tuviste que salir a cuidarte a vos mismo, sin hacer demasiado ruido para no molestar a quien no podía ni siquiera, pegarte un grito.
Padres no disponibles.
Ausentes.
Procesando sus propios duelos.
Lo que sea. Lo que pudieron. Muy poco. Casi nada. Y entonces vos, no solo te hiciste los deberes del colegio, sino que también, les hiciste los deberes de la vida: tuviste que cuidarlos a ellos también.
Niño adulto que creciste sin un alma segura de si misma. Que tu único propósito fue hacer las cosas bien para que no te dejen. Para que no te abandonen. Para que al menos, no se vayan.
Y con el tiempo las mañas no se te fueron. Y aprendiste que la única forma de que te quieran es dando.
Dando de más. En exceso.
Esforzando. Escondiendo tus necesidades, para no sentir el agujero de un nadie que venga a cubrirlas.
Niños sin frazadas.
Sin abrazos ni miradas.
Adultos que son niños.
Que dan porque no pueden hacer otra cosa. No porque no quieran. Sino porque no saben.
Porque no tuvieron espacio para decir que no.
Impostores que padecen en silencio, el tormento de pensar que siempre están a un paso de ser abandonados. Otra vez.
Si. Otra vez.
Y recrean la historia de su vida.
Poniendo el ojo donde no cabe la bala. Con el único intento de resolver la historia inconclusa. No de ahora. La que no cuentan. La que está detrás.
Repiten para resolver.
Para ver si en esta vuelta, les toca la sortija que les regale una vuelta por el cuerpo de alguien que los valore.
Un desafío que nunca va a cumplirse. Porque no están eligiendo. Solo repiten .
Y entonces el único camino posible revierte los tantos. Y allí donde hubo ausencia es momento de crear presencia. ¿De dónde?.
Desde adentro.
Es momento de ser tus propios padres. Y hacer, lo que en todo caso, hacen los buenos padres.
Ya se que no sabés.
Y eso es lo que tenés que aprender.
Quizá mirando. Quizá preguntando. O quizá recordando lo que vos les diste a ellos.
Es momento de maternarte.
Es momento de paternarte.
Es momento de tratarte como al niño que un día fuiste.
La infancia no vuelve. Es verdad. Pero ese niño está intacto.
Tocalo.
Lorena Pronsky
0 notes
Text
Que el destino no parió la miseria en la que duermes,
Nació de las voluntades de mil hombres y mujeres,
Que nada está escrito para siempre.
Despierta. Despierta. Despierta. Despierta
0 notes
Text
Hermoso lunes de paz ♡
0 notes
Text
0 notes
Text
Córdoba en otoño 🍂♡
Tumblr media
0 notes
Text
🌬🍂
3 notes · View notes
Text
Los libros son como un pararrayos. Llenan la vida de instantes poéticos
0 notes
Text
Libros
Me gustan los libros... en los que te pierdes, viajas, o mejor aún; te encuentras.
El viaje a lo extraordinario.
0 notes
Text
Tumblr media
0 notes
Text
Si no sacudes al tiempo
ni un intento queda en vos.
Llaman y llaman las flores al sol.
Juegan y juegan sin pensarlo al amor.
0 notes
Photo
Tumblr media
0 notes
Text
“Sin alborotos, tensiones, los sentimientos de sobrecarga emocional saldrían a la superficie y se volverían demasiado amenazadores”
0 notes
Photo
Tumblr media
La résistance
0 notes
Text
Somos de nuevo herida abierta.
0 notes
Text
"Entre dos individuos la armonía nunca viene dada, sino que debe conquistarse indefinidamente". 
Simone de Beauvoir.
0 notes