Tumgik
profetofmu-blog · 7 years
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I
En el comienzo era el caos: Descripción conceptual de un estado inimaginable, inentendible e inconmensurable. Sobre este caos la fuente toma conciencia de su existencia y sus potencialidades, y decide moverse para armar un caos similar pero duplicado. Cuando de una pareja caótica nace el fruto, podemos afirmar que comienza en realidad esta historia. Un tercer elemento nos trae un cuarto que forma la materia y el espacio. Después, el toque mágico, el espíritu: el quinto elemento. Los sólidos platónicos son la primera y natural manifestación de la metafísica secreta, son la geometría sagrada que conforma todo lo que podamos entender.  El círculo es la unidad, la forma receptora, la kabbalah que contiene el mundo del más allá. El tetraedro es la mínima forma, es el punto donde nacen todas las otras formas. El cubo es la forma masculina perfecta. El octaedro es la unión del recipiente con su contenido, la estrella de David. El dodecaedro es la forma humana por excelencia, representa la enseñanza mística; y el icosaedro es una forma alternativa de un dodecaedro en el cual caben todas las anteriores formas, excepto el círculo: Es un ser humano conectado en 12 hebras de ADN.
Esta estructura conceptual, no obstante, está explicada superficialmente. Las diferentes lecturas y sus trasfondos se elevan potencialmente según unamos o mezclamos cada una de sus partes, y el resultado de todo ello es el universo físico que la ciencia aprueba como único factor determinante del conocimiento humano.  Las leyes y teorías científicas se basan en demostraciones objetivas que son comunes e inalterables para cualquier ser humano. Sin embargo, el método científico cae también en irregularidades conceptuales pues al asumir el objeto como centro de nuestro conocimiento no podemos ver la relación dialéctica entre el objeto y el conocedor del objeto. Las cosas suceden según el ojo de quién las ve, y si este ojo no existe las cosas aparentemente no tienen la relevancia suficiente para pertenecer al aparato conceptual humano.
La física cuántica reveló que las ondas de luz existen sí y sólo sí hay un ojo que sea su testigo. Cuando este ojo está ausente las ondas de luz se revelan como invisibles o inexistentes, por ello, existe una capacidad consiente en las mínimas partículas de la materia que puede predecir cuándo serán vistas por un testigo. Esta conciencia natural que tienen las partículas lumínicas de los experimentos de la física cuántica, no obstante, rompen con la noción tradicional de ciencia, pues  éstas no hacen parte de un objeto determinado para el análisis, los avances de la física cuántica encontraron que el mundo físico esencial se comporta como un universo independiente y consiente que no es estable y cerrado sino que es dialéctico y aleatorio bajo nuestros esquemas mentales.
El colisionador de partículas construido en Europa busca elementos diminutos, imperceptibles al ojo humano, los cuales puedan ser la causa primaria del universo enero; es decir, buscan la causa de un big bang, el material extraño y excluyente que chocó contra la materia produciendo el cosmos. Sin embargo, la causa de todo el universo va más allá de las construcciones físicas o mentales que el ser humano pueda hacer por sí mismo. Acudir a una particula o antipartícula para explicar el origen es pensar que el principio del universo puede ser explicado según el método científico: craso error para encontrar la verdad.
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