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DÍA DE LA SALUD MENTAL

En el día de la salud mental, el recordatorio hace urgente la premisa.

Nuestra sociedad está desvalida respecto a salud mental, Arequipa acaba de ver cuatro casos de asesinatos de mujeres en menos de una semana, la violencia cunde por los rincones y se incrusta en las mentes de muchas personas.

El ser humano es una realidad biopsicosocial, esto quiere decir que para que este se pueda adaptar al medio en medida que le procure una sana convivencia con su entorno, estas esferas deben desarrollarse de forma integral o cuando menos parcial. Lo que sucede en la sociedad actual es un marcado déficit en este desarrollo.

A continuación, una breve explicación del fenómeno desde distintas aristas:

Biológicamente el ser humano desde que nace, tiene una serie de demandas físicas básicas que deben ser cubiertas, una adecuada nutrición, agua, refugio, etc. Estas necesidades por sobre todo cumplen la importantísima función del sano desarrollo del organismo del niño y las estructuras nerviosas que le permitirán irse adaptando exitosamente en su ambiente.

Psicológicamente, el ser humano es una entidad que potencialmente puede experimentar y sentir las experiencias del mundo con mayor complejidad y variedad conforme madura, esto incluye las primeras nociones de una entidad individual, la autoaceptación y conformidad con quien uno es, el aprender a convivir con los demás por medio del ejemplo familiar, la vivencia de las propias emociones y la diferencias con las expresiones emocionales de los demás, el afecto, el sentirse aceptado y querido por su núcleo familiar y la posterior construcción de la propia identidad.

Lo social es la aplicación de lo anterior en la vida del niño y adolescente, y se retroalimentará constantemente, es decir, el ser humano necesita la socialización para expresar su ser biológico y psicológico en comparación a sus pares, conforme las etapas del desarrollo avanzan, se podrá observar si este individuo está o no adecuadamente adaptado a su entorno, en sus primeras experiencias familiares, escolares, su educación básica, la secundaria y la formación superior, sentamos las bases del ser humano sano , aquel que sabe que puede contribuir a su comunidad, cuando hemos satisfecho en forma satisfactoria estos tres aspectos iniciales. La persona sabrá quien es, porqué está en este tiempo y para qué está aquí, todo esto lo podrá expresar en las diferentes etapas de su vida, como hijo, hermano, pareja, padre o madre, abuelo, etc.

El problema en tiempos tan convulsos, es que se han descuidado tanto estos aspectos que, muchos niños y adolescentes están formándose improvisadamente, son proyectos inconclusos de padres inconclusos, la pandemia desnudó la crisis en la que la familia peruana vive, padres con poca o nula comunicación con sus hijos, problemas de pareja y muchísimas uniones desechas en este tiempo, menosprecio de la figura paterna por debajo de la figura materna, toda una generación a la deriva sin llegar a ninguna conclusión a edades supuestamente maduras.

Estos aspectos psicosociales guardan estrecha relación con el sistema socioeconómico y político que viene atravesando el Perú en los últimos años, por ejemplo, la precariedad laboral no sería tan desmesurada, si es que hubiéramos podido seguir un rumbo fijo y constante articulando todas o la mayoría de voluntades políticas en los últimos años, de esta manera la pandemia hubiera podido sobrellevarse mejor, pero lo que obtuvimos a cambio es una pugna constante de sectores que poco o nada les ha importado el país. Las políticas públicas pueden y deben de hecho ser mucho más coherentes, hace mucho tiempo debimos dejar de hacer colas interminables en la seguridad social para esperar una atención médica, por esta razón miles de peruanos deciden prescindir de pedir una cita, hasta que las fuerzas se los permita, si esto ocurre con la salud física, la situación de la salud mental es aún mucho peor, porque pervive la creencia de que asistir donde un especialista es una inversión innecesaria de tiempo y dinero, cuando se tiene que primero buscar el pan para el día o hacer malabares para llegar a fin de mes, por último eso es cosa de locos o personas cercanas a la locura.

Así, la patologización colectiva se disfraza de normalidad, si todos tienen estos problemas, entonces no es tan necesario que yo atienda el mío.

La salud mental es importante pero insuficiente si sus especialistas no identifican y son críticos con las condiciones materiales de existencia que las generan.   

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LA CAPACIDAD DE INDIGNARSE

"El futuro no nos hace. Somos nosotros quienes nos rehacemos en la lucha para hacerlo" (Paulo Freire, Cartas pedagógicas)"

Una frase inspiradora del pedagogo brasileño, pero casi utópica en nuestros tiempos. ¿Es casualidad?, en lo personal no lo creo, y se hace evidente que el mundo actual nos conduce muy disimuladamente a una anomia estupefaciente.

Cuando el hombre se va haciendo mayor, si alguna vez tuvo alguna capacidad de indignarse ante cuestiones sociales, políticas, de la lógica del poder, esta capacidad entra en una mengua paulatina a medida que avanzan sus años, muchas son las razones que sostienen su alejamiento, la formación de su propia familia, sus hijos, mayores responsabilidades como hombre, como hijo, como trabajador, y otras similares relacionadas. El tiempo en consecuencia, no pasa de igual forma para el hombre de veinte años que para el de cuarenta, los primeros años de la vida adulta son fulgurantes, el recién adulto tiene la ilusión de poseer un poder casi ilimitado, donde todo lo que se proponga lo puede lograr, aparejada a esta sensación, también, el hombre joven experimenta la idea de que el tiempo le sobra, hay tiempo de sobra para todo, para sus amigos, para enamorarse, para sus estudios, para el trabajo, para sus curiosidades y en el caso de este hombre, para indignarse, para desarrollar su espíritu crítico y pensar que puede aportar o cambiar algo a su sociedad; pero esta última capacidad, particularmente se va adormeciendo sistemáticamente en muchos hombres y lo que es más grave, es que le ocurre un fenómeno de transfiguración del pensamiento muy llamativo. Lo que en sus años juveniles y más fuertes eran bríos de cambio y fuente de vívida emoción por participar activamente y promover mejoras, con el pasar de los años se convierten en amarga crítica, cae en inevitable resignación y de pronto se ve hondeando la bandera del conformismo, esto le hace creer que tiene la autoridad y el derecho de corregir a las nuevas generaciones diciéndoles desde su nueva trinchera, que es en vano protestar o indignarse, que las cosas son de una manera porque así lo fueron siempre, la polarización del pensamiento se vuelve un medio para justificar la censura, este hombre en consecuencia ha pasado a ser un adoctrinado del sistema, como han cambiado sus prioridades, todo lo demás no tiene relevancia, sus necesidades ya no son en parte espirituales o filosóficas, ahora son casi en su totalidad materiales y tangibles, y todas ellas se las provee el sistema, entonces ¿para qué reclamar?.

A inicios del presente siglo se empezó a hablar más sobre el concepto del NEOFEUDALISMO, se sustentaba que con el advenimiento inminente de la globalización, las sociedades ingresarían en una nueva época en la que el concepto de sociedad, sólo iba a estar circunscrito a entornos muy específicos y delimitados, es así que, por ejemplo, una urbanización privada empezó a ser la sociedad que le importaba al grupo de vecinos que allí vivían y nada más, esto atomizó progresivamente la percepción de las personas sobre lo que realmente es la sociedad y al día de hoy hemos llegado al punto tal de creer que el otro, es decir, el que no vive o pertenece a esa zona específica de mi realidad, es un completo extraño y que no tengo porque empatizar y mucho menos simpatizar con sus reclamos o protestas, esto es en gran medida lo que le está sucediendo a nuestro país, fragmentado ya por heridas nunca sanadas, se ha profundizado aún más la noción  de el “otro” el ajeno, el que no pertenece, al que no considero como integrante de mi grupo, y cuando se ha sembrado esta semilla, es fácil convencerme de que ese otro es el enemigo y eso es justo lo que están haciendo los usufructuarios del poder actual.

No es bueno protestar sin saber por qué, pero es mucho peor perder la capacidad de indignación por conveniencia.

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PSICOLOGÍA DIALÉCTICA

El ser humano como ser social, sin desvincularse de su entorno sociopolítico

La persona en su misión de desarrollar CONCIENCIA DE LA PLENITUD EXISTENCIAL

Cuestionando la sabiduría como como adaptación pasiva y resignada al sistema dominante

No evadir una toma de posición ante cuestiones cruciales de la vida personal y social

Apostar por el desarrollo de la creatividad personal como competencia especial de la autodinámica constructiva de la persona concreta

Promover la dialéctica de la situación vital (condiciones personales y sociofamiliares de vida personal) y  de formación personal (horizonte concreto de formación personal, configuración práctica de ideales, convicciones, aspiraciones, etc)  a través de los procesos de socialización y personalización

PSICOLOGÍA DE LA PERSONA CONCRETA

Se desarrolla como paradigma crítico-constructivo en el marco de un proyecto emancipador del ser humano

Analizando concretamente la estructura de las dinámicas de las relaciones humanas en el contexto socio-histórico cultural

Lucha contra la despersonalización (efectos psicológicos de la alienación)

El sentido de la vida en relación a los cambios históricos (cada hombre en determinado tiempo debe tener un compromiso con su tiempo histórico)

La persona concreta orientada en sentido ético-político dentro de la psicología dialéctica

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El Perú antes y después del 7 de diciembre.

Los gobiernos de Argentina, Colombia, Bolivia y México respaldan al ex presidente Castillo y por medio de sus presidentes, denuncian un lawfare en nuestro país y que la instrumentalización de la justicia al servicio de la política de derecha, han programado la salida de un gobierno más que se va en tiempo récord. Y es que, sin necesidad ni ánimo de presunción, ningún país de la región ha resultado tan ingobernable y socialmente estancado como el nuestro, algo que va quedando absolutamente claro, es que nada de lo que viene sucediendo es casualidad. Desde la salida de PPK del poder ejecutivo en 2018, tenemos ni más ni menos que 6 presidentes, resulta que, en ese tramo, hemos visto un desfile de impresentables que dicen ser los adalides de la democracia (congreso) y  que precisamente están donde están porque fueron elegidos para defender la institucionalidad e impedir que cualquier gobierno dictatorial de “izquierda, rojo, rojete, comunista, terruco, socialista, chavista, etc”,  entre al poder e instaure una nueva era de terror y pérdida de derechos sociales en el Perú. Parece chiste que hasta ahora no caigamos en cuenta que nos ha sido imposible ponernos de acuerdo, porque lo que importa es todo y cualquier cosa antes que el país, que curiosamente tengamos a casi todos los ex presidentes desde Fujimori, procesados o sentenciados por corrupción; logros notabilísimos de estos ilustres personajes que han venido sosteniendo la perorata del país en constante crecimiento, si, ese mismo Perú que ahora dice el gobierno que está azuzado por terroristas y gente resentida de izquierda y que si mueren, es porque son vándalos y títeres de los perversos rojos que sólo quieren la hambruna para la patria, es decir, un país que se suponía, tenía las mejores condiciones económicas y que ha sido la envidia en la región desde la sacrosanta constitución del 93 porque ha podido crecer hasta el 2019 en un 3,8  por ciento anual aproximadamente. Hablando de izquierdas y derechas, a la sazón, el poder se supone que ha sido repartido por periodos unos más cortos que otros, en estos dos bandos, Toledo supuestamente era el provinciano pujante que vivió los pesares del peruano olvidado, con escasas oportunidades, por eso encarnó en aquel tiempo las ansias del pueblo por un país más justo, al punto que su movimiento político irónicamente llegó a llamarse (Perú Posible), pero una vez instalado en Palacio de Gobierno, empezó gradualmente a olvidarse de aquellos pesares y los placeres de la banda presidencial lo encandilaron y ya se sabe cómo terminó y su condición de requisitoriado en la actualidad. El ególatra Alan García repitió el plato, pero esta vez desde una posición más clara hacia la derecha, sabiendo que su pasivo era el manejo de la economía en su primer gobierno, entró a Palacio por segunda vez con un discurso liberal en el que el dios mercado iba a resolver los problemas de todos los peruanos. Quien sabe si después habrá lamentado ser tan internacional que falar portugués le traería la invitación para su teatral autoeliminación. Luego llegó la supuesta mano dura contra la corrupción, el comandante Ollanta, su pasado militar traía a los más veteranos un recuerdo de Velasco y en los más jóvenes, directamente una ilusión de firmeza y regencia para el gobierno, se volvió a confiar en una idea mas o menos de izquierda, por el mal recuerdo que dejó el gobierno derechista de García, y en aquella época se recordará que a Humala ya lo enrojaban y enchavizaban desde la prensa y el sector empresarial del Perú con el cliché que sería otro Hugo Chávez o Fidel Castro que nos llevaría a la ruina total, con el cuco de la estatización y demás. Con todo, Ollanta hizo un gobierno de lo más convencional y discreto con alguno que otro cambio en forma, pero ni siquiera asomándose por curiosidad al fondo, lo dejarían estar en Palacio (porque no se puede decir gobernar) ya que le pusieron las cosas en claro desde que la entonces secretaria de estado de los Estados Unidos, Hilary Clinton, llegó a Lima para “felicitar su triunfo electoral” hay que ser demasiado ingenuo para creer que en verdad vino para eso.

Como una vez más la esperanza social que representaban esos supuestos gobiernos de izquierda no satisfizo el clamor popular, otra vez se voto por una opción de derecha, esta vez un dinosaurio de la política peruana, Pedro Pablo el breve, luchó codo a codo con la sombra detrás del poder, así como lo hizo Humala, ella, la Chika, la hija del representante del Perú del nuevo siglo y sobrina del arquitecto, la mente maestra en el proyecto, el doc, ella ha estado en todas las últimas contiendas blandiendo su poder popular, resulta paradójico que cada elección que pierde, su venganza es más inclemente, casi la crónica de una muerte anunciada, como si tuviera secuestrado y envilecido al aparato estatal. Sostengo esto, porque PPK defendía los ideales más neoliberales que hayamos tenido desde Fujimori, él representaba el gobierno de la absoluta libertad económica y de mercado en el que el estado era el anfitrión de la gran empresa e invitaba al convite a los grandes capitales para que hagan “crecer” al Perú; es decir, en cuestiones ideológicas, nada que discrepar con el fujimorismo, al contrario, era un feliz encuentro de coincidencias, por fin el país parecía haberse librado de la sombra comunista, habíamos madurado como sociedad y entendido que mientras tengamos un país en constante crecimiento económico, debíamos aprovechar las oportunidades grandiosas que se nos presentaban y ponernos creativos y emprendedores y sacar adelante nuestros proyectos por que el pobre es pobre porque quiere ¿verdad?.

Pero resulta que la Chika estaba intranquila, había estado tan cerca de llegar para vengar a su apresado padre, que no quiso trabajar en ningún momento con el entonces inquilino de Palacio, hasta el Arzobispo abyecto Cipriani le organizó una reunión dizque para que se entienda con la señora, porque como era tan poderosa tenía que negociar si o si, ni el poder de la iglesia funcionó y el soberbio poder legislativo, muy envalentonado por su jefa, vacó a Kuczynski pactando con Vizcarra para que asuma el poder pero con las condiciones muy bien marcadas.

Lo que viene después es historia más reciente y por tanto conocida, pero podemos identificar mas o menos el patrón de comportamiento de nuestra sociedad en las últimas décadas, sacamos resultados casi iguales, pero no reparamos en ello, porque seguimos en el día a día, sobreviviendo, que no viviendo, nos preocupa lo inminente, lo cotidiano, cómo raspamos la olla para llegar a fin de mes, cómo asumimos vidas que aparenten mayor aspiración, no hay de otra, la luz no se paga sola, el agua tampoco. Mientras tanto el país sigue en manos de ellos, de los que antes salían cada cinco años, producto de la improvisación y la apatía social, pero que como van las cosas saldrán cada dos años o quizá hasta uno, y en tan poco tiempo, no se puede perder ningún segundo, cada nuevo congreso que entre será más rapaz que el anterior, si es que no entendemos que nos guste o no, tenemos que llegar a consensos entre sectores representativos, cuando menos en las cosas más grandes e importantes; salud, educación, trabajo, industria, vivienda, deporte, son temas que pertenecen a lo que hasta ahora no tenemos que es un proyecto país, independientemente del bloque ideológico que se represente, es vital trabajar por ello.

Lo de Castillo es impresentable y de eso no hay ninguna duda, sin embargo como se lo dijo el Antropólogo Julio Cotler a Jaime de Althaus en la presentación de su libro en 2007, si seguimos dándole la espalda de esta manera a las contradicciones sociales y seculares que traemos como país, el señor Humala terminaría siendo un conservador moderado, frente a un Huaynalaya o cualquier otro personaje que va a querer quemar el país. Hoy, quince años después de aquel momento, sus palabras son más ciertas y de profético cumplimiento.

Para el 28 de este mes, ósea pasado mañana, se anunció una reunión entre representantes populares de distintos colectivos sociales, que están planteando una separación del territorio del sur peruano respecto de la capital, es decir la creación de una nueva nación del sur del Perú que no se siente representada en absoluto por el aparato estatal limeño, mucha gente y sobre todo mucha prensa en Lima, de esos periodistas achorados que viven en su burbuja de supuestos “líderes de opinión” se burlan de ideas o noticias como esta, pero de continuar con ese desprecio e indiferencia hacia todo este fenómeno complejo, de la burla se puede pasar al desconcierto y el desprecio hacia el otro. Hay que recordar que el rencor es el resentimiento añejado y que, al ser una emoción, no distingue entre clases sociales y que va para ambas direcciones, con lo que tendríamos una completa división irreconciliable de nuestro país. Dios y todos los peruanos ojalá y no lo permitamos.

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LA CACHETADA

Ayer, en la mesa contigua de votación a la mía, escuché el llanto de un bebé, pensé que era una señora que había ido a votar con su hijo, minutos después el bebé se calló, pero una hora más tarde volví a escuchar su llanto, y cuando hubo un tiempo sin votantes, salí a echar un vistazo y encontré a la señora con su guagua sostenida a su espalda con su lliclla, era miembro de mesa. Mi escrutinio culminó a las 2 y 15 de la madrugada y el de su mesa unos minutos antes, los llantos de la criatura eran continuos conforme anochecía, lo húmedo del pasto por la lluvia de la tarde acrecentó el frío, con todo, a mi juicio y el de mis compañeros de mesa, aquella exposición de la señora con su bebé, nos pareció desmedida e inhumana y tenía que haber sido evitada por el personal de la ONPE la policía y los militares que se vieron en serios apuros para contar con todos los miembros de mesa, ya que hubo muchas ausencias. Más allá de todas estas disquisiciones, es probable que la señora haya aceptado ser miembro de mesa en ese momento por el incentivo económico que, a pesar de que ni siquiera lo recibiría al instante,  en realidad lo necesitaba, así como lo necesita tanta gente que forma parte de la realidad del Perú, pero que yo crecí viendo cómo nuestra sociedad educa viéndolos como “los demás”, cómo si no fueran parte del entorno.

Hoy el resultado electoral es amarguísimo, salí del estadio con una pesadumbre raramente experimentada, sintiendo que todo el esfuerzo por contar los votos fue inútil, la desesperanza asomó en el camino y me acompaño en el trayecto. La realidad habla crudamente, uno sin pensarlo llega a creer que el colectivo social más o menos tiene una lectura similar a la propia, que lo que se ve cómo país, les sirve a todos para asimilar y corregir algunas cosas fundamentales, que la pandemia nos azotó y sigue haciéndolo y que por eso podíamos, a pesar de no tener opciones más idóneas, al menos,  darle una dirección al país. Pero la enorme diferencia se ha expresado el día domingo en las urnas, es que lo fundamental para mí, no lo es para otros, el Perú que yo veo, sin ser privilegiado, es otro al de la gente, como la señora miembro de mesa con su bebé que soporta esa larga jornada por 120 soles, una necesidad enorme que el espejismo del espectáculo citadino nos impidió ver. La candidata Fujimori tiene la caradura de decir que le toca luchar ahora contra el populismo y la improvisación de la izquierda radical, cuando lo que ella vende son los mismos camotes en diferente cesta. El año del bicentenario, resulta ser una fecha clave en nuestra historia, porque nos está recordando lo lejos que estamos de un auténtico desarrollo colectivo.

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Explicación al gusto

Resuelva usted:

Por qué se originó el COVID-19 o coronavirus?

A.   Maquiavélico plan chino para dominar al mundo

B.   Estrategia secreta estadounidense para culpar a  China

C.   Profecía cumplida de Nostradamus

D.   Vencimiento oficial del calendario Maya

E.   Complot ruso-chino para desestabilizar al mundo

F.    Rockefeller, Soros , Bill Gates y compañía al servicio del nuevo orden mundial

G.   Castigo divino a la humanidad por haberse alejado de Dios

H.   Los alienígenas preparando el terreno para su presentación oficial en la tierra

I.      Los masones y los illuminati ejecutando su plan de dominación global

J.    Mutación natural del virus

K.   El mundo ya estaba hasta la madre de nosotros

L.    Los sionistas, usando a los Estados Unidos para generar las condiciones de una guerra contra China y Rusia y desatar la tercera Guerra Mundial para que se cumpla su profecía de salvación

M.   Un poquito de la A y la C

N.   Un poquito de la B y la I

O.   Un poquito de la E y la G

P.   Un poquito de la D y la H

Q.   Todas las anteriores

 Ni en examen de admisión a la universidad más prestigiosa  se encuentra  una pregunta con tantas alternativas, y es que, paralelamente a la “pandemia” que vivimos, estamos experimentando lo que la OMS llamó una (infodemia) es decir una avalancha de información de todo tipo y para todos los gustos, la cual consumimos con escaso o ningún filtro y que enciende la especulación y se presta de maravilla para el rumor, con tal receta, terminamos más confundidos que cuando empezamos.

En este punto convendría quizás hacerse la siguiente pregunta: ¿No será que ésa precisamente es la finalidad de todo esto? Y la respuesta es sí, cuando presentas una cantidad indefinida de información cuya fuente no tienes cómo  o no puedes verificar en ese momento, socavas la capacidad de almacenamiento de la persona para analizar una determinada cantidad de información, por tal motivo saturas el espacio y a consecuencia del rebase se presenta fatiga mental y posteriormente el abandono de la tarea analítica, es decir, la flojera de pensar. Está demostrado que al cerebro lo que menos le gusta hacer es concentrarse en una tarea específica, hacer foco, y que disfruta en igual grado de la dispersión,  los estímulos visuales y digitales de ésta época son un caramelo para nuestro cerebro disperso ya que antes de terminar de ver o leer una noticia ya pasamos a otra y así indefinidamente, éste mecanismo visual  es inmediato, y es como si comparamos la velocidad de la luz con la del sonido, las noticias e informaciones por Facebook y otras redes sociales  llegan “a la velocidad de la luz”, mientras que nuestra capacidad de analizar y reflexionar sobre cada noticia se da “a la velocidad del sonido”, no hay forma que la última iguale y mucho menos que prevalezca sobre la primera. He aquí el éxito del nuevo siglo, la conquista del mass media sobre el individuo, de ahí las opiniones rápidas volcadas impulsivamente sobre cualquier noticia o hecho, la víscera antes que el seso; la consecuencia de esto es una sociedad fragmentada, atomizada y sin cohesión, en donde la sensación de certidumbre es tan difusa que es preferible salvar el pellejo antes que detenerme a pensar de otra manera.

 Con todo esto, es verdad que las cosas han cambiado y van a cambiar, ahora la jaula será más estrecha.

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A río revuelto ganancia de pescadores

Democracia es el vocablo preferido ante situaciones recientes como la de Bolivia, salen de distintos bandos y son defensores de la democracia, por eso se fue Evo dicen, porque se convirtió en dictador y pues, basta una simplificación de la información para llegar a un resultado concreto, es la victoria del empirismo del siglo XXI, en tiempos de la masificación de la información, todos opinan, al cerebro le gusta hacer simplificaciones porque manejamos categorías fijas, por eso el éxito de los mass media, porque le ofrecen atajos a los usuarios. ¿Para que intentar ser más prudente en la opinión, si ya me dijo el medio tal o leí en un post  cualquiera que Bolivia vive en dictadura y que el señor Morales es un tirano, porque se ha enriquecido y tiene cuentas en el vaticano y apoya al narcotráfico, porque no quiere eliminar los cultivos de coca y encima amañó  las últimas elecciones a su favor para reelegirse por un periodo más?  Además de las categorizaciones fijas, siempre tenemos que dirimir la situación entre buenos y malos; entonces, en este punto y convenientemente nos encontramos ante la tiranía versus un levantamiento “justo y democrático” que con Biblia en mano legaliza la quema de brujas, en este caso de (indígenas). En este nuevo mundo, volvemos a la dicotomía de izquierda contra derecha, polarización que encumbra a los nuevos poderosos para satanizar todo lo avanzado y borrar todo rastro.

Es verdad, rasgo común de la opinión sesgada decir, los míos son los buenos y los tuyos los malos, pero precisamente es común por eso, porque ninguna facción está libre y afecta a todos y más aún, a quienes fanatizan sus ideas.

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Venezologos

Respecto de los recientes acontecimientos ocurridos en Venezuela y la autoproclamación de Juan Guaidó como Presidente interino de ese país, considero oportuno recordar unas líneas del filósofo español José Ortega y Gasset publicadas desde la década de 1930 aproximadamente en el libro “La Revolución de las Masas”. En aquel tiempo, Gasset daba cuenta de los cambios importantes que venían suscitándose en el mundo, con la Revolución Rusa y el fenómeno de una aparente pérdida de influencia de Europa sobre el mundo, entre otros temas afines. Precisamente, hablando de cambios importantes, uno de ellos fue el de los medios de comunicación, en esa época, el filósofo ya advertía sobre  la nueva forma de “estar informados” con rotativas y artículos que llegaban comparativamente a tiempos no muy lejanos, con rapidez notable y que le daba a las personas la ilusión de estar día a día con la información y conocer al dedillo sobre todos los acontecimientos que ocurrían por entonces, lo cual, en consideración del autor, era una gedeonada, entre varias razones, mencionar como la más importante (a mi juicio) por que se generaba una opinión sesgada y cargada de simpleza sobre la noticia o evento sobre el que se pretendía opinar. Transcribo a continuación esta parte:

“Las noticias que el pueblo A recibe del pueblo B suscitan en él un estado de opinión sea de amplios grupos o de todo el país. Pero como esas noticias le llegan hoy con superlativa rapidez, abundancia y frecuencia, esa opinión no se mantiene en un plano mas o menos “contemplativo” como hace un siglo, sino que, irremediablemente, se carga de intenciones activas y toma desde luego un carácter de intervención. Siempre hay, además, intrigantes que por motivos particulares, se ocupan deliberadamente en hostigarla. Viceversa, el pueblo B recibe también con abundancia y frecuencia noticias de esa opinión lejana, de su nerviosidad, de sus movimientos, y tiene la impresión de que el extraño, con intolerante impertinencia, ha invadido su país, que está allí, cuasi-presente, actuando. Pero esta reacción de enojo se multiplica hasta la exasperación porque el pueblo B advierte que al mismo tiempo la incongruencia entre la opinión de A y lo que en B efectivamente ha pasado. Ya es irritante que el prójimo pretenda intervenir en nuestra vida, pero si además revela ignorar por completo nuestra vida, su audacia provoca en nosotros frenesí”.

Ortega y Gasset es contundente y le asiste enorme razón al denunciar la ligereza de opinión, creo no exagerar, que ni por más agudo que fuera su cálculo, no hubiera podido imaginar tiempos como el presente.

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Se consuma un episodio más de la tragicómica política nacional con una “señora K” libre después  de la pantomima de su encierro y un prófugo Hinostroza quien agradece el ayudín de la maquinaria naranja para pasar piola estos días que fueron clave. La lucha por el poder continuará y un pretexto llamado pueblo está invitado a observar el desenlace de esta agria novela que encarna los vicios y yerros más viscerales de nuestra historia como nación.

Créditos de la elocuente y propicia ilustración al gran Gustavo Valdez Meza (loquillo). 

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Un anhelo bicentenario

Hoy rumbo al trabajo, me subí al transporte público y encontré a un vendedor peruano (cosa rara en estos días) y le hablaba al auditorio móvil sobre la situación del país y nuestro deber como ciudadanos de hacer ya, una invocación a la acción para intentar salvar al Perú. Terminado su discurso, sacó de su maletín unos librillos que por la costumbre, anticipadamente se me figuraron como manuales de recetas saludables para hacer jugos y platillos fáciles; grande fue mi sorpresa cuando mostró la portada y en ella se veía la bandera del Perú y decía “Constitución Política “, el vendedor decía que era necesario para todos los peruanos leer y conocer la Constitución del Perú, para saber cómo defendernos y a que atenernos. 

Fue una agradable sorpresa y más aún ver como casi todos los pasajeros adquirieron un ejemplar y cuando el vendedor bajó, el chofer,(quien también compró una constitución)  mientras bajaba  el volumen de la radio dijo: -Así deberían vender, no haciéndose los pobrecitos-, fue la primera vez en mucho tiempo, que sentí que un grupo de ciudadanos coincidían a través de su acción a mostrar de una forma débil aun pero al fin, una actitud de inconformidad general ante todo lo que viene sucediendo en el país.

Mas tarde leí por redes sociales la noticia que la Universidad Nacional de San Agustín, publicó un comunicado abierto a la sociedad, en el que dice que elaborará en un plazo de 180 días una propuesta de nueva Constitución.

Más allá de todos los tintes con los que se puedan pintar estas iniciativas a futuro, parece que la percepción general de buena parte de la población, es a ver todo tan podrido que casi intuitivamente se presiente que de seguir así, el único destino será la implosión, y que como lo dijo César Hildebrandt, hoy en día tenemos un proyecto de país que resulta inviable tal como está.

Revisar y analizar las cosas es pensar sobre ellas, es reflexionar comparativamente si tal como están funcionan bien o se pueden mejorar o simplemente no funcionan y se deben cambiar.

Un hilo de esperanza me hizo pensar hoy, que quizás un mejor Perú es probable si revisamos con crudeza nuestra realidad y nos hacemos conocedores de nuestras debilidades primero, antes que de las sobrevaloradas y distractoras mentiras sobre nuestras supuestas fortalezas con que nos bombardean a diario. Fue un anhelo bicentenario. 

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Fanfarroneando

Se puso de moda conjugar el verbo fanfarronear.

Los avengers vs los keikistas, el juego de poder es tremendo y a eso hemos reducido al país, palacio está descabezado hace tiempo, nadie le cree al fantoche que simula ser presidente y la pobre Primera Ministra y el gabinete ya no saben cuanta agua y arena más echar para apagar el incendio.

Los de Kenji fanfarronean acerca de la cercanía con Kuczinsky y los beneficios que pueden conseguir, mientras los de Keiko fanfarronean de una moral inexistente y que son la oposición responsable que necesita el país.

En síntesis este par de fanfarrones han llevado al descalabro una vez más al país, lo más irónico del asunto es que se supone que es por el bien de ese país que lo hacen. Ambos, hijos del mafioso cuyo apellido ha permitido y promovido todo el Perú a lugares de cumbre, como si no existiera otra posibilidad de salvación para nosotros.

Más allá de lo que permitió PPK, qué estamos permitiendo nosotros como peruanos, miremos estas dos vergonzosas opciones que se benefician del escándalo y el morbo, técnicas que nunca le fallaron a su padrino Montesinos, quien debe estar gozando del espectáculo en la sombra al ver como casi veinte años después, las cosas siguen casi igual a como las dejó él y su compinche.

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Resaca de navidad

Quería empezar este blog, comentando acerca del último regalo navideño que recibimos todos los peruanos por parte del hasta entonces Presidente Kuczynski, y digo hasta entonces, porque considero y sin exagerar que después de aquel sombrío 25 de diciembre del año recién pasado, el señor Kuczynski perdió legitimidad como gobernante de la mayoría de los peruanos y dejó vacía la silla presidencial, mostrándonos el verdadero rostro del poder y como éste no tiene ningún tipo de contemplación con sistema económico y de gobierno alguno sino que absorbe a todos por igual. Hoy, casi tres meses después, el Perú sigue porque tiene que seguir, porque hay hijos que alimentar, estudios que terminar, trabajos que conseguir, deudas que pagar, pero el presente de la sociedad peruana  es sombrío e inestable y se supone que estamos en el año del diálogo y la reconciliación nacional, sin embargo nos sentimos tan o más estafados que antes.

Diversas han sido las interpretaciones que se le ha dado al indulto a Fujimori, sociológicas, legales, políticas, entre otras, sin embargo, la Psicología, en su rama Social tiene mucho que decir al respecto. Sé que no soy el primero y espero no ser el último en interesarse por el debate de estas cuestiones, ya que al abrir los cabildos (virtuales por ahora) ejercitamos la inteligencia a través del análisis y formamos poco a poco el pensamiento crítico, al tomarnos unos breves minutos al día para reflexionar sobre nuestra realidad, estamos haciendo esa realidad un poco más nuestra y sobre todo aprendiendo de lo que nos va ocurriendo; esto es en última instancia lo que tanto teme el sistema. Una sociedad más informada es una sociedad más consciente  y por tanto más difícil de embaucar. Así que aprovechando la coyuntura, espero este blog se convierta en una pequeña ventana del debate y la opinión informada y constructiva, con la esperanza quizás de que aún se pueda hacer algo para rescatarnos como sociedad y país.

Pues bien, la cuestión del indulto, al parecer fue algo que se tenía medianamente calculado, era  el comodín en las pocas cartas de PPK y probablemente no pensó sacarlo tan pronto sino se le presentaba una coyuntura tan adversa,  que lo obligó a tranzar mafiosamente con Alberto, a través de Kenji para salvarse de la vacancia.

Para no ir muy atrás, y sin querer hacer un pormenorizado en detalles (que para efectos del presente artículo no vienen a cuento) de cómo inició su mandato este infame presidente y cómo llegó a estar contra las cuerdas, solamente podemos preguntarnos: ¿Acaso no fue él y su equipo de “expertos” quienes permitieron llegar a esta situación?, un presidente que intentaba camuflarse y pasar por conciliador y dialogante, cedió irresponsablemente los espacios de mando que ese más de cincuenta por ciento de peruanos le otorgó, precisamente con el encargo de hacer efectivo contrapeso al desborde soberbio de la camarilla de timadores naranjas y hoy todo el país paga el precio de su falta de carácter para gobernar, de su ausencia de talante como estadista.

Llegó enero y la oportunidad pintaba de mil maravillas para aprovechar la llegada del Papa para olvidarse de todo y que éste último con su mensaje reconciliador, curaría instantáneamente las heridas del ayer y nos encaminaríamos en un franco proceso amnésico hacia el bicentenario. Desplegaron toda su artillería mediática para distraernos y claro que lo consiguieron y lo consiguen, el poder de los medios de comunicación en nuestro país es abrumador; sin embargo, pequeñas células ciudadanas se resisten al sueño inducido y paralizante en el  nos quieren mantener.

Con todo esto, Francisco se fue y nuevamente nuestra realidad azotó. Continuaron algunas marchas en contra del indulto, encontrando respuestas favorables y desfavorables en la gente, curiosamente muchas de las opiniones en contra, sostienen su argumento en la idea de que no se gana nada protestando, -¿para qué?, es por gusto, el chino ya está indultado y eso no va a cambiar, los que marchan son unos pulpines vagos, rojetes, resentidos-

¿Qué podemos pensar de esto? ¿Qué nos hace pensar como sociedad que todas las cartas ya están sobre la mesa y que sencillamente no hay nada que hacer?

Pongo a consideración, que a mi juicio, entre muchos, dos son los principales factores que responden a esta anomia social:

El primero, tiene que ver con la historia reciente de los últimos casi treinta años. Después de la corrupción de Fujimori y Montesinos, aparentemente  volteamos la página, y creíamos entrar en una nueva era, resplandeciente y democrática, sin contar el año de transición de Paniagua, pasamos a Toledo y Alan, con ellos, todas esas expectativas de ideales sociales se vinieron abajo, nos quedaba una sensación de insatisfacción y decepción, su común denominador fue que parecían presidentes decorativos, alquilados por otros intereses, todo siempre justificado en la imperiosa necesidad de recuperar la confianza en los inversionistas. Después le tocó el turno a Humala, sobre quien se depositó toda esa esperanza que aún quedaba, él era quien supuestamente nos devolvería la dignidad; sin embargo y sorpresivamente una vez en palacio, cambió drásticamente y parecía ya no ser el de la campaña, sino un monigote amaestrado y dirigido por su mujer y que acataba todo lo que se le imponía. Sumamos otra decepción y la sombra fujimorista asomaba cada vez más como si nos dijera: “miren como lo han hecho ellos, casi igual que nosotros, entonces no somos tan malos después de todo, al contrario, somos lo que necesita el Perú” y casi de villanos pasaron a ser héroes y lo claro se hizo difuso, tanto que en las últimas elecciones PPK ganó por un pelo.

Repetimos la historia una vez más, otro mal menor para la alicaída moral nacional, aún así, el encargo era claro, Kuczynski debió entenderlo así, “te elegimos para equilibrar la balanza y nos ayudes a salir de esta contradicción, queremos creer en nuestra nación, queremos tener esperanza”. Pero todo una vez más se desplomó y el señor PPK tranzó con quien se supone debía combatir, en ideas, en trabajo, con altura; no lo hizo y por conveniencia prefirió salvar su pellejo por encima de la dignidad de un pueblo y para remate, ahora sabemos que estos últimos cuatros presidentes y una candidata que tiene delirio con serlo, tuvieron que ver en mayor o menor medida con ODEBRECHT y recibieron dinero con el único fin de ganar contratos ilícitamente.

Cómo combatir el crimen, la pobreza, el analfabetismo, la falta de recursos básicos, el desempleo, y otros males sociales, cuando se supone que quien es elegido para para hacerlo, se convierte y mimetiza con todo aquello contra lo que juró luchar.

La anomia es un estado de desorganización social o aislamiento del individuo como consecuencia de la falta o la incongruencia de las normas sociales.

El aprendizaje vicario de Bandura, se refiere a aquel que se da por imitación. Qué ejemplo tiene y ha tenido el ciudadano peruano por parte de sus autoridades quienes se dicen padres de la patria y cuya organización estatal semeja la figura paterna de la familia nuclear. Entonces, qué hijos (ciudadanos) espera tener y formar este estado hipócrita, que pide el voto cada cinco años prometiendo cuidado y honradez a la gente, cuando gobierno a gobierno es lo mismo y una vez en el cargo se quitan el traje de campaña para ponerse el terno del empleado ajeno. ¿No se aísla entonces el individuo por esa incongruencia? ¿no se forma  una disonancia cognitiva? Y afrontar la realidad individual, viviendo en un entorno social incongruente, genera atomización social, cada quien por su lado, una ultra individualización en marcha en la que no importe cortar las cabezas que sea, con tal de conquistar mis objetivos, total, si el presidente y demás funcionarios públicos lo hacen, porque yo no.

El ser humano es un ser social y no podemos esperar un comportamiento diferente del que se ve reforzado en su entorno.

Este sería el primer factor enajenante que nos ha hecho sordos ciegos y mudos ante todo lo que está sucediendo.

El segundo factor es el miedo, el cual fue audazmente trabajado durante el gobierno de Fujimori y cuyo ejemplo fue continuado por los siguientes gobiernos; las tres palabras mágicas que parecen justificarlo todo: “estabilidad” “economía” y su prima “democracia”, el trío favorito y delicia de la retórica neoliberal, las encontraremos en todo discurso pro status quo.

La idea de que hacer algo que vaya en contra del libreto alterará todo orden y perderemos todo lo ya conquistado. El espejismo de progreso al que nos han sumergido para el cual trabajan incondicional y estratégicamente, los medios de comunicación, con los periodistas dueños de la verdad, quienes cantan en coro la misma canción y rezan el mismo catecismo individualizador y reforzador de creencias y no de ideas.

Décadas mirando el mismo noticiero, escuchando la misma radio, leyendo el mismo periódico, fidelizan al consumidor y convierten automáticamente en verdad todo lo que en esos medios aparezca. Esto último, hablando en términos psicológicos, es conductismo puro, una receta skinneriana de sometimiento social.

Considero que más allá de interpretaciones, estamos ante hechos concretos, reales y objetivos, que no dejan mentir sobre lo que nos está sucediendo como sociedad, esa anomia, ese conformismo, esa pasividad, ese retroceso intelectual.

Estamos ante  una nueva posibilidad de vacancia y es porque seguimos pensando que la política es parte de una cosa podrida que no tiene que ver con nosotros, cuando en realidad nosotros hacemos política todos los días en nuestra vida cotidiana y no solamente el día que vamos a votar.

El autodefenestrado PPK, casi como que nos ha dado la estocada final de cara al bicentenario, psicológicamente, tenemos una sociedad deprimida políticamente y el tratamiento cada vez será más difícil y costoso sino hacemos algo cada uno de nosotros por salir al frente a hablar sin miedo de estos temas, tomando conciencia, informándonos más y mejor.