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frunce el ceño al escuchar la pregunta, levantando la vista solo lo suficiente para lanzar una mirada rápida. “ latín ” repite. “ ¿tengo cara de saber latín? obvio no sé latín, estaba jodiendo ” dice de mala gana, a punto de soltar un ‹estúpida›, pero se detiene, como si de alguna forma no le naciera insultar a esa chica con cara de perrito abandonado permanente ¡ugh! ¿por qué tiene que ser tan... considerada, con gente que no lo merece? quizá porque esa aún no había dicho nada que la enfureciera del todo, sí (eso se repite a sí misma). aria entonces suspira, pone la mirada en blanco y vuelve a bajar la cabeza, concentrándose en el rosario, como si el simple hecho de ser interrumpida fuera un auténtico inconveniente. “ haz lo que quieras. no soy dueña, ni siquiera invitada ” ¿qué era ella allí? nada.
adoraba las caminatas por el bosque, lo ha decidido ese mismo día. quizá no le gustaba tanto el silencio que reinaba entre los árboles, pero sus audífonos se encargaban de evitar que se perdiera en los líos de su cabeza. aprovechando el área para tomar un descanso del paseo, sonrisa se esboza en sus labios al identificar la figura también presente, andar deteniéndose de forma abrupta por el comentario. ‘ oh. ¿sabes latín? ’ es lo que más destaca para ella. ‘ uhm, estoy dispuesta a ver la invocación de algún demonio si con eso logro sentarme unos minutos ’ agrega, aunque se mantiene inmóvil. tal vez la chica quería un momento a solas... pero nada perdía con preguntar. ‘ ¿puedo? ’
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“ creyente ” repite, con una ligera burla. “ sí, y… no tanto. era la chica del coro. Iba más a la iglesia para tener dónde cantar que otra cosa ” se queda en silencio un momento, pensando, y luego añade, como si el pensamiento hubiera regresado a su mente. “ pero a veces me abuso y tomo a jesús como mi amigo íntimo más personal ” la idea de su versión más joven, cantando en misa, le arranca una sonrisa involuntaria. ya no se trata de asistir a misa con frecuencia, pero lo que había dejado atrás, de alguna forma, seguía ahí. supone la relación con dios era ahora más... personal.
al verla acomodarse junto a ella, no puede evitar añadir un toque de humor en su voz: “ eh, no. quejarme primero, luego decidimos si nos hundimos o no. no quiero irme tan pesada ” lo dice con un aire despreocupado, como si fuera una broma, pero el alivio de tener una conversación fácil, sin tanto peso, es palpable. es como si por fin pudiera respirar después de estar sumergida en tantas cosas. “ olivia rodrigo tendría que escribir una canción sobre nosotras. ya no aguanto más mis veinticuatros, ¿dónde se fue mi paz, mis ratos? ” la letra que se inventa la hace reír brevemente, mientras observa el reflejo quebrado en el agua, como si el caos de la vida se tradujera en esas ondas que se deshacen al tocar la superficie.
siente la necesidad de desahogarse, y lo hace sin pensarlo mucho.
“ a ver, por dónde empiezo... ” se acomoda mejor en tablón de madera, metiendo sus pies en el lago pese a estar calzada y patea despacio el agua a medida que habla: “ renuncié. así que ahora estoy totalmente jodida y desempleada. mi hermana me odia, por alguna razón. y... ¿sabes? medio me estaba viendo con un chico, pensé que la vibra estaba bien. o sea, nunca dijimos 'somos algo', pero no sé, que era más que sólo tonteo… y de golpe, me dejó plantada, por horas, sin aviso. ahora me está ghosteando, aunque le mandé cerca de cincuenta mensajes, sólo clavó el visto... igual yo también me habría ignorado — ¿muy loca quedé, no? dios, soy una intensa ” que se tiene que burlar de ella misma, otra no le queda. no hace mención alguna de dichosos archivos, de algún modo, lo que la tenía con mal sueño era lo que apenas mencionó: chiara odiándola. “ y ahora estoy aquí, con en este club de mierda, odiando cada segundo y pensando si no es mejor irme a dormir con los peces. te toca, haz un diagnóstico, ¿qué está mal con nosotras? ” le lanza como si fuese una terapeuta de repente. obvio sólo bromea, permitiendo bajar un poco sus defensas.
‘ jesús no querría que intervenga en el plan divino de dios ’ contestó, entretenida. ‘ ¿eres creyente? ’ que resolviera esa duda ayudaría a que entendiera qué tan desesperada había sido la decisión de recurrir a jesús. la observó sentarse, y el gesto con el que la invitó a acercarse la llevó a moverse hasta poder quedar en la orilla, también. ‘ ¿me estás invitando a que vivamos en el fondo del lago, o a que me queje? ’ inquirió, pero de todas maneras, volvió a hundir los pies en el agua. ya estaban mojados, y como temperatura corporal continuaba aclimatada a la temperatura del agua, era más cómodo sumergirlas que dejarlas expuestas al aire. ‘ igual ya has escuchado mucho de mis quejas, creo. me toca a mí escuchar las tuyas ’ no había muchas novedades que compartirle, tampoco. mirada se enfocó en reflejo sobre el lago, y la imagen le robó una pequeña sonrisa. ‘ la imagen de dos chicas en sus veintes siendo pisoteadas por la vida. arte, diría yo ’ y que casi pudiera reírse de su situación era una demostración de que la presencia contraria, por sí sola, servía como distracción.
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la observa de reojo, algo irritada, pero no se molesta en responder de inmediato. se acomoda un poco en la hamaca, intentando volver a concentrarse en su espacio personal como si no estuviera ahí. “ me perdiste, no sé qué es eso ” dice finalmente, con tono plano. resulta dolorosamente obvio que ella no hablaba latín y mucho menos sacaría a un demonio o lo que fuera ¡sería increíble si pudiera! pero por desgracia, era una chica simplemente ordinaria. por demás de ordinaria, además. como sea, fija la mirada en la pulsera que rubia sostiene y se encoge de hombros. “ eso es demasiado lujoso para ser mío ” dice, señalando el brazalete con un gesto de indiferencia. el accesorio se ve delicado, fino, algo que ella nunca compraría ni usaría, sobre todo porque no tiene dinero para ello. entonces se quita los auriculares, dispuesta a escucharla por fin, pero sin mucho entusiasmo. “ mejor ponlo donde lo encontraste, o no te sorprenda si te acusan de algo. ”
"el arameo es más popular cuando del infierno se trata." le hace saber, acercándose a otra de las hamacas en el sitio. amenaza es fallida y no porque tenga experiencia en la religión, ni le va ni le viene. lo de ella son los hechos, las pruebas, lo certero. se acomoda en la hamaca, haciéndose espacio para relajarse. no es su intención perturbar a nadie, pero tampoco se va a limitar porque la chica quiera el espacio para ella sola. "casi lo olvido, ¿es tuyo esto?" pregunta, sacando de su bolsillo una pulsera que había conseguido en la cabaña.
#conversación.#con yuna.#aaaa nono está perfe#-las acusaban d ladronas-#lo único que les faltaría sjfkds
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obviamente no lo está escuchando. bueno, lo hace, pero no le presta atención: toda esa cháchara sobre ángeles, tan vieja que parece sacada de las cavernas, no le interesa. no se molesta en arquear una ceja ante su falsa postura de santo que en otra ocasión hubiera propinado un comentario burlón de su parte; apenas pone los ojos en blanco mientras regresa la atención a las cuentas de su rosario.
sin embargo, hay algo que sí le molesta.
“ ni siquiera preguntas mi nombre ” nota, y una risa seca, irónica, se le escapa ¡por supuesto que no lo preguntaría! si para esa gente no eran más que números en un expediente, o lo que fuera que tuvieran. no eran personas. no los veían como tal — si hasta habían jugado estúpido golf juntos un tiempo, y no parece importarle. ese sujeto no hace más que confirmar cosas que ella ya daba por hecho, pero igual, nunca está de más el recordatorio.
clava mirada hostil sobre el pelinegro en hamaca contigua. “ ¿por qué quieres que la sociedad termine? ¿porque te roba tiempo? no te confundas: tú y yo no somos lo mismo ” que siquiera se atreva a ponerles en el mismo barco era de risa. “ y métete tu falsa preocupación donde te quepa, que te vale una mierda. sólo márchate ” de mala gana vuelve a echarle. es obvio —a sus ojos— que está buscando una manera de zafarse de la conversación que él mismo empezó, apenas se sintió un poco incómodo. si tenía frío o hambre, ese ya era asunto suyo, no de él.
‘ me llamaste muchas cosas. creo que alguno de tus insultos fue... algo parecido a intento fallido de persona ’ si recordara con exactitud sus palabras, podría fingir la existencia de un rencor que no le dejaba dormir por las noches. lástima que su memoria era bastante mala, y palabras contrarias no habían conseguido perforar la rígida coraza que protegía su ego. ‘ pero me refería a que esa vez hablamos de cómo tú eras un ángel de imitación y yo uno real, por lo que... la protección de dios me mantendrá a salvo de tus maldiciones ’ uniendo las manos a la altura de su pecho, intentó darse a sí mismo el aspecto de un santo. después, las dejó caer, y las ocupó en sostener las cadenas que sostenían por el costado a su hamaca. ‘ ah ’ se imaginaba que era parte de las familias invitadas del club, por lo que no podía decir que estaba sorprendido, pero la confirmación le venía bien. ‘ todavía no entiendo qué es lo que buscan con eso ’ admitió. ‘ digo, es obvio que muches de ustedes no tienen una buena relación con la sociedad, pero... ¿acaso ha mejorado, desde que empezaron a invitarte? ¿o al revés? ’ quiso saber. ‘ como sea. si te sirve de algo, yo también estoy esperando que me dejen de invitar... que el club deje de funcionar... que la sociedad se– ’ tarde, se dio cuenta de que estaba hablando de más, y con la persona incorrecta. ‘ ¿no ha empezado a hacer frío? ’ atención se dispersa por alrededores, como si cambiar de tema y encontrar una excusa para salir de la situación en la que él solo se ha metido fuese así de fácil. ‘ ya debería ser la hora de comer, también. ¿no vas a regresar? ’
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ah, debería haber puesto algo de música en lugar de tener los auriculares de adorno. entonces, no tendría que escuchar nada de eso y fingir no existe ninguno de ellos sería tarea más fácil. aria suelta una risa seca, más cortante que divertida, mientras le lanza una mirada a la figura del muchacho sentado allí con una cerveza —o lo que sea que tuviera encima. “ boo-hoo, mírenlo, el mártir del mes. brindando por sus traumas en su resort privado al que sus papis lo mandaron a esconderse. qué tragedia, ¿eh? no vaya a ser que alguien le pida que se enfrente a su propia mierda ” canturrea venenosa en lo que vira los ojos y se aferra a su rosario, regresando su atención a las cuentas como si contarlas fuera a servir de algo. “ que lugar de mierda, sí. ”
Desde el momento que llegó a ese lugar, se percató de algo, odiaba estar allí. Que su apellido tuviera que arrastrarlo ahora a jugar ese papel dentro del aniversario, le parecía absurdo. Su nombre, su familia, todas esas mentiras eran ahora armas para ser el blanco de cuchicheos y críticas; por primera vez en años, no quería golpear a nadie para defender su honor. Lleva el cabello húmedo tras haber estado en la playa artificial pero ahora buscaba un tiempo libre a solas. Ha robado una botella de otra persona en el camino y le pareció que la zona podía funcionar, hasta que se dio cuenta que no estaba del todo despejada. " Puedes invocar al mismísimo diablo y no me iré " no le importaba la amenaza, las creencias eran irrelevantes, pasando junto a ella y tomando asiento en una de las sillas plegables cercanas. Destapó la botella para darle un gran trago. Limpió con el dorso de su mano los restos del líquido. Reparó que la chica seguía allí. " Que lugar de mierda "
#conversación.#con seongho.#* abraza a seongho * no escuches a esta bruta#akskdk a saber qué sale de acá 😭
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aria no puede evitar soltar una risa amarga ante su patético intento de hacerle ver "su versión" de las cosas. no, imposible. la balanza siempre había estado demasiado inclinada a su favor como para que ese tipo de tácticas tuvieran algún efecto en ella. “ no, estás equivocado. mamá y papá te pagaban la terapia. tú nunca pagaste una mierda por tu cuenta ¿sabes qué hacía yo a los catorce? trabajaba. hacía lo que fuera para tener algo de comida en el plato, para no perder la casa, joder, para al menos poder participar en alguna actividad del colegio ” siempre con el miedo que su mamá tomara la peor decisión o la separaran de chiara. “ ¡no debería haber sido así! pero lo fue. porque sin dinero, no existís ” dios, que patético estar echándole en cara sus miserias ¿qué mierda estaba haciendo? y sí, esas no deberían haber sido las preocupaciones de una niña. pero lo fueron. como también las de su hermana, que tuvo que crecer aún más rápido que ella, mucho antes, es ella la que intentó protegerla con uñas y dientes cuando una aria de apenas nueve años no comprendía qué pasaba con mamá. ellas crecieron viendo y haciendo sacrificios ¿qué sabía ezra de eso? nada. absolutamente nada. y por eso, cada palabra que salía de su boca no hacía más que enfurecerla cada vez más.
nada se soluciona prendiendo fuego ese estúpido campamento.
“ ay, ya cállate ¡no eres víctima de nada, deja de hacerte el pobre desgraciado! eres cómplice por defecto- apuesto a que ni siquiera tienes idea de toda la mierda que ha hecho o encubierto tu familia. porque, en el fondo, no te importa. estás demasiado cómodo en tu privilegio ” no le importa ser cruel. le da igual. no va a suavizar sus palabras para no incomodarlo. total, ¿despedirla? ya renunció ella, ¿mandarla a matar? bueno, supone ahí sí tiene algo que perder. y ahí está él, intentando volcarle la culpa a ella.
“ eres un caradura. no me pidas ser la mejor persona entre los dos ” estupefacta, le mira y le apunta con el índice sin creérselo, rosario colgando de sus dedos ¿acaso es su culpa no poder ver lo bueno en él? lo que le faltaba. “ ¡tú eres tu apellido! cambia tu nombre, pierde todo, vive entre la mierda… y entonces podrás decir que eres algo más que un thompson. quizá tú sí necesites mi amistad para sentirte mejor con toda tu basura, pero yo no. no es que vivamos en mundos distintos, no. coexistimos. solo que tú estás sentado cómodamente en la mierda de quién sabe cuántas personas ” ah, que satisfactorio se sentía decirlo.
entonces lo ve intentar alejarse, quedándose con la última palabra, como un personaje sufrido de alguna estúpida novela. frunce el ceño, adelantándose hasta alcanzarle y le agarra el brazo con fuerza. “ ¡no! no te vas después de soltar toda esa mierda ” chasquea la lengua, conteniendo el temblor en la voz. quiere golpearle. pero, al final, sí se cree mejor persona. “ estoy aquí por ustedes, no con ustedes. no confundas cautiverio con compañía ” gruñe entre dientes, soltándole. “ si por mí fuera, estaría a kilómetros de todo esto. pero no. nos empujan a todos hasta este punto, y ahora pretenden llamarlo convivencia. piensa tú mejor porqué mierda estoy aquí y qué mierda tienen en mente hacer con nosotros, luego me dices ” esboza una sonrisa irónica. já, como si fuera a saberlo el imbécil que tiene en frente. increíble que haya bromeado con él, si que fue estúpida.
Se queda ahí, parado, viendo cómo Aria se pone de pie con la furia apretada en los hombros y la voz llena de desprecio. No retrocede ni frunce el ceño, ni se justifica. Solo la mira, en silencio, con una intensidad tan calma que parece incomodamente fuera de lugar. Cuando ella termina, con ese “págate terapia” como golpe final, Ezra apenas parpadea. Traga saliva y baja un poco la mirada, como si estuviera eligiendo con cuidado qué parte de sí mismo mostrar esta vez. Luego, habla. Sin elevar la voz. Sin adornos. "me la pago, desde los catorce." levanta la vista de nuevo, más firme, más claro. "y no vine a confesarte nada porque necesitara tu lástima, vine porque sé lo que es estar sola rodeada de gente porque sé lo que es odiarlos a todos y preguntarte si no te estás volviendo loca por aguantar tanto. Porque si alguien sabe lo que es querer prenderle fuego a este lugar con todos dentro, soy yo." hace una pausa, el aire cargado entre los dos. No hay autocompasión en su tono ahora. Solo cansancio honesto. "no te estoy pidiendo que me perdones por existir, Aria. Ni que me creas distinto a lo que ves, yo también tengo las manos sucias, y no tengo la excusa de haber llegado aquí obligadamente. Nací dentro de esta mierda y la peor parte es que una parte de mí pensó que podía arreglarse. Que valía la pena quedarse a ver si algo cambiaba." desvía la mirada hacia el bosque, hacia el lago más allá, como si lo que dijera no fuera solo para ella, sino para sí mismo. Sus brazos siguen cruzados, pero ya no hay nada defensivo en su postura. Solo está hablando desde donde puede: desde el agotamiento, desde la grieta. "tal vez tienes razón, tal vez me equivoqué al pensar que tú y yo habíamos roto un poco esa lógica. Que podíamos vernos por lo que somos fuera del apellido y la historia, porque si tú fuiste un error, Aria... entonces no entendí nada. No de ti, al menos." da un paso atrás, suave, sin dramatismo. "no voy a insistir, no vine a rogar, ni a fingir que soy mejor de lo que soy. Solo vine porque pensé que tal vez... en medio de todo esto... alguien también podría necesitar que la escuchen sin que le pidan explicaciones." luego, gira un poco el rostro, como si ya se dispusiera a marcharse, pero añade algo más. No como ataque, sino como verdad llana, cruda, y sin adornos: "estás rezando para que se pudran y quizás se pudran, pero no te confundas, tú también estás aquí...con ellos, con nosotros. Fingiendo que no, pero aquí. Y eso también tiene un precio." entonces, sin esperarla, comienza a alejarse. No rápido. No con teatralidad. Solo como alguien que sabe cuándo no lo quieren cerca, pero que no se va con la cabeza baja.
#conversación.#con ezra.#kakskdkdkd bueno perdon por aria (otra vez)#fueron lindas las risas mientras duraron
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pestañea ante voz femenina, arrancándose auriculares al tiempo que alza la mirada. “ charlie ” se le queda viendo un segundo más de lo necesario, atrapada entre el impulso de decir algo y el miedo a hacerlo mal. tiene cosas que quiere preguntarle… pero, ¿debe? aun así, pasa una mano por su cabello con torpeza y abre la boca, obligándose a romper el silencio. “ no me hagas caso. lo único que aprendí bien en la iglesia fueron... todas las canciones para cantar en misa ” musita con aire de incomodidad, como si quisiera bromear pero estuviera fuera de práctica. “ hola, puedes quedarte, si quieres... ehm, ¿estás bien? ” pregunta, por fin, con la mirada cargada de sinceridad y un leve dejo de preocupación. ante el silencio absoluto de silas durante todos esos días, aria no pudo evitar pensar que algo había sucedido… porque la otra opción era, bueno, que simplemente ya no quisiera verla. de cualquier modo, esperaba ambos estuvieran bien. “ digo… ¿todo está en orden? ” trata de sonar más casual.
el sonido de sus pasos parece anunciar su presencia antes de que pueda hacerlo con sus palabras y es mero impulso el que la obliga a detenerse a un par de metros. "hm... de acuerdo" alarga la palabra tanto como puede, sin estar muy segura de cómo responder a su declaración, aunque atiende la indicación y se queda en su sitio. "pero, por curiosidad, ¿no necesitarías de velas... o tal vez un pentagrama, cosas así?" pregunta frunciendo ligeramente el ceño. no es su intención incordiar de más a la contraria, únicamente la ha avistado desde la distancia mientras intentaba obtener señal para su teléfono y tuvo la intención de saludar; pero comprende si su presencia no es bienvenida en el momento. últimamente cree que no lo es en ningún lado.
#conversación.#con charlie.#u_u creeme me duelen un monton#tenian que servir angst pq el mundo no esta preparado para que las dos lo destruyan juntas ahr#also lo que la quiero a charlieeee#un solecito
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la voz que no reconoce la obliga a alzar la mirada, robándole un vistazo a la chica de cabello negro. no le despierta ni una pizca de curiosidad, pero por supuesto que no se iría; eso sería como pedir peras al olmo. ya lo sabía, que de soltar aquella advertencia estaba destinada a caer en oídos sordos. es decir, ¿por qué alguien habría de hacerle caso? “ nah, no tiene remedio ” musita distante, como quien no quiere la cosa. pero no se muerde la lengua, ya no tiene porqué hacerlo, entonces comentario mordaz pronto escapa de sus labios: “ y ya estás interrumpiendo. solo por existir. pero eso es lo que hacen ustedes: joderle la vida a los demás. así que sigue, no te detengo, tampoco ” irónica, aria pone los ojos en blanco y no añade nada más. vuelve a centrar la atención en el rosario que sostiene entre los dedos, aunque no está rezando. solo lo gira, como si sirviera de escudo o distracción. tal vez debería conectar los auriculares al móvil, la música distrae.
su andar no tiene un destino fijo. había decidido adentrarse al bosque en una caminata que le sirviera para terminar agotada y, por fin, poder dormir sin interrupciones. los últimos días habían sido un verdadero desastre, sueños que se volvían pesadillas y que lograban mantenerla despierta la mayor parte del tiempo. y sí, aunque era parte de su rutina meses atrás, donde dormir no era una prioridad, ahora descansar era lo único que en verdad necesitaba. no responde de inmediato a las palabras contrarias, pero reconoce perfectamente el tono que llevan consigo. ‘ tal vez aquellos a los que les reces podrían de ser ayuda. ’ hay cierta ironía en sus palabras, mezclada con resignación y, al igual que ella, cansancio. ‘ adelante, no interrumpo. ’
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“ no me robes mis líneas... ” musita con el ceño ligeramente fruncido que apenas dura un segundo. se muerde la lengua después, como si hubiera dicho algo fuera de lugar. como si hablarle ya fuera cruzar un límite invisible, por lo que ni atina a acercarse más ¡que él ni siquiera la mira, eso lo dice todo! sea lo que sea que está ocurriendo con él, claramente está dibujando una línea. y ella está del otro lado. otra vez. y no dice nada por un momento ¿qué podría decir, después de todo? que, tal vez, estaba siendo muy intensa. quizá sí hizo algo, que no supo. tal vez, simplemente, no la quiere cerca y la encuentra una molestia al tener que lidiar con sus asuntos. pobre, tuvo que aguantar su montón de mensajes. “ uhm... guay. bueno verte. no te molestaré más ” añade, con un tono forzado. de esos que intentan sonar casuales y fallan miserablemente.
pero siempre hay un pero. y es que aria lo odia ¡odia el aire espeso entre ellos cuando hace nada se llenaba de bromas! esa estúpida tensión que le recuerda a chiara, que también le da la espalda, no le contesta ¿por qué nadie quería hablar con ella? y lo peor es que lo entiende ¡le molesta muchísimo! pero lo entiende. aria no es de fiar. nunca lo ha sido. así que, si él la está dejando fuera, tampoco puede culparlo. no del todo. que no le debe algo, si no son nada. ugh, y es que sí, no puede no hacerlo, contra mejor juicio de dejarle en paz vuelve a abrir la boca: “ a menos que sí quieras que te hable. porque… yo sí quiero. hace dos semanas que quiero hablar ” añade al final, como quien extiende una mano, no literal, sino en ese gesto torpe y dudoso de quien ya se ha arrastrado una vez, sin respuesta, y aún así lo intenta de nuevo.
reconoce su voz de inmediato y su cuerpo se pone tenso por reflejo, como si no supiera si quedarse quieto o echar a correr. tiene los ojos fijos en el agua, no tiene el valor de girarse y enfrentarle. después de unos segundos, apenas asiente. hay tanto que querría explicarle. tantas veces ensayó en su cabeza las palabras, los mensajes que nunca envió, pero nada parecía suficiente. nada podía justificar que haya desaparecido así. intentar hacerlo ahora se siente aún más imposible. hay un remolino de sensaciones negativas en su estómago que no sabe cómo comunicar. ' pensé que no volverías a hablarme. ' la voz es baja, y aún ni voltea a mirarle, tampoco cree que merezca su tiempo, no después de todo.
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su mirada acaba siguiendo los movimientos del sujeto incordiando, al menos, decide sentarse lo suficientemente lejos. “ qué considerado. un hombre que aparece sin invitación, con comentarios estúpidos y ofertas de alcohol ” mordaz le contesta y hace una pausa, arrugando la nariz. no podía echarlo, joder ¿no era ese su club o algo? ¡que odio verle tan tranquilo, aún así! sin una sola preocupación seria. sin más, vuelve a acomodarse en hamaca sin mirarlo realmente, dedos jugueteando con rosario como quien decide no disparar solo por pereza. “ antes de beber aquí, me mato. y estamos en semana santa, no le robaré el protagónico al mismísimo hijo de dios ” es lo último que dice con ironía antes de chasquear la lengua.
La presencia de una zona de hamacas le parecía tan irónica en una zona como Suiza. Ya fuese por el club o por el insoportable frío que se asentaba, pero no iba a negarse la oportunidad de conocerla y echarse un rato, mientras el clima continuaba siendo agradable. Ni siquiera prestaba atención a las ocupadas, así que habría seguido su camino sin más inconveniente de ser por diálogo que surge de una de ellas. "Preferiría el portugués, lo entiendo más." Responde en burla, ignorándola por completo y ocupando una que no estuviese tan cerca. "Tranquila, solo quiero tirarme un rato. No pensé que tuvieran hamacas, quería verlo por mi cuenta. Si tu no rezas, yo no hablo. Fácil." Llevaba un par de cervezas, ya que era algo que solía relacionar a esa burda actividad, se le ocurre ofrecerla para tregua. "¿Quieres una cerveza? Están frías."
#conversación.#con xande.#a mí no me mires ok#soy otra pobre víctima de vanitas !!!!#todas las funas dirigidas a su escritorio por favor ah
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bueno, era de esperarse. si de verdad quería silencio o que la dejaran en paz, debería haberse quedado en la casa vacía cuando sus hermanos partían para ir a ese retiro. o ir a la iglesia, claro. pero no, había terminado ahí, rodeada de gente que apenas podía tolerar, y se notaba. la forma en que lo miraba, con los ojos entrecerrados como si pudiera cortarlo en dos con solo la mirada, no dejaba mucho margen a la interpretación. “ probablemente te llamé imbécil ¿por qué? ” no comprende qué tenía que ver — si lo había hecho, no le parecía relevante. “ ypor supuesto, no tienes idea... ” resopla, disimulando risa carente de gracia con ello. claro que él no tenía ni la menor idea de quién era ella o qué hacía ahí, no que eso fuera sorprendente. en otro momento, probablemente le habría lanzado con ironía que no deja de verla en todos lados porque está obsesionado o algo. pf, ya no está para juegos. “ porque tu estúpido club no deja de invitarme a cada rato por alguna razón ” contesta a secas. tenía la opción de no ir, claro, esta vez sólo asistió por hermana. “ créeme, yo también me pregunto lo mismo. ”
‘ genial. ahora tengo que agregar bruja a tu lista de cualidades ’ haciendo caso omiso a sus indicaciones, avanzó hasta la hamaca junto a la de ella, únicamente con el fin de descansar las piernas después de lo que había sido una improvisada caminata matutina. ‘ ¿recuerdas lo que hablamos la primera vez que nos conocimos? si me dices que no, habré confirmado una vieja teoría que todavía no doy por muerta ’ sobre su condición de ángel, estaba hablando; con la intención de hacerle saber que estaba lejos de ser afectado por actos satánicos. una tontería más a la lista de cosas por decir que se le ocurrían en presencia contraria. ‘ vengo en paz el día de hoy ’ decidió decir, a pesar de que su actitud, hasta entonces, quizás no lo demostrara. ‘ te vi y se me ocurrió preguntarte, ¿por qué te sigo encontrando en todas partes? ’ ¿quién era? ¿por qué estaba involucrada en asuntos del club? ¿cuál era su nombre? dudaba que contestara una a una sus dudas, así que decidió intentar aclarar la más fácil de todas.
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por el amor de dios ¿de verdad tenía que tragarse todas esas tonterías de manera gratuita? aria lo observa con los ojos entrecerrados, la mandíbula tensa, dejando que termine su patético monólogo de autocompasión como si tuviera derecho a sentirse agraviado, triste, herido. pobrecito ezra. ah, cierto, que su apellido estaba en esos archivos, vagamente recuerda. da igual, no que importara lo específico, todos tenían el culo sucio. “ cierra la puta boca ” hastiada le dice, sin poder creérselo. “ ¿qué es toda esa mierda? ¿crees que toda esta tensión en el aire me afecta... o que realmente importa? tengo problemas reales, una vida fuera de este circo ” una sardónica risa, seca, escapa de sus labios. si acaso solo estaba aguantando invitación porque escuchó su hermana estaría allí y la siguió cual cachorro abandonado. “ ¡bájate de tu caballo donde te has subido! estoy rezando, sí — ” alza el rosario como si fuera un arma. llegó en mal momento, ahora se convertirá ezra en el blanco de su molestia. “ si acaso rezo para que se pudran, todos ¡ojalá les afecte y terminen todos en la cárcel! ” aprieta los dedos sobre las cuentas del rosario, no como quien busca consuelo, sino como quien busca no estrangular a alguien con él ¿acaso esperaba que le diera lástima? ¿que le tendiera la mano? ay, dios, que asco. un niño rico, acostumbrado a comprar redención con cara triste y disculpas mal hechas. “ ¿y tú y yo, compinches…? fue un error. uno que estoy corrigiendo ahora ” bajar la guardia fue de idiotas. empezar a verlos como gente, como si fueran algo más que escoria envuelta en privilegios... imperdonable. pero ya recuperó la memoria, sacada de ese lapsus momentáneo, y no tiene ya trabajo que proteger. se pone de pie con la espalda recta y le fulmina con la mirada. “ estoy bien. no necesito nada de ti. si tú quieres hablar con alguien, págate terapia. ”
Se detiene a escasos pasos de la hamaca, sin anunciarse, sin moverse demasiado. La amenaza de Aria —medio seria, medio agotada— no lo espanta. Al contrario. Apenas se le curva una ceja. "¿y si te digo que vengo a confesarme?" su voz es baja, casi como si no quisiera romper la atmósfera del bosque, ni el frágil caparazón que la envuelve a ella "aunque creo que ya estoy condenado, así que no sé si vale la pena." se acerca un poco más, despacio, sin invadir del todo su espacio. Observa el rosario en sus manos, la forma en que lo toca como si cada cuenta fuera una idea que no se atreve a decir en voz alta. Luego baja la mirada al chupetín lleno de hormigas, y se le escapa una exhalación silenciosa, entre risa amarga y resignación. "si te hace sentir mejor, yo también debería estar huyendo del país o armando un manifiesto nihilista sobre el colapso de las élites en cambio, estoy aquí… intentando no romperme más de lo necesario. Jugando al retiro espiritual con los que todavía pueden fingir que nada les afecta." hace una pausa. Luego, como quien lanza una cuerda sin saber si el otro querrá tomarla, agrega: "nadie tiene idea de lo que está haciendo, Aria, ni siquiera los que parecen más firmes. Y estos días... estos malditos días son puro teatro. El lago, las flores, los discursos: maquillaje para una herida que ya está infectada." se cruza de brazos, dejando caer un poco los hombros. No hay soberbia en su voz, solo honestidad desgastada. "pero si quieres que me vaya, lo hago aunque igual me vas a tener que aguantar en la siguiente actividad absurda que inventen para hacernos sentir unidos." una ligera sonrisa le curva la boca, sin brillo. "prometo no hablarte de estrellas, solo vine a ver si seguías entera o si necesitabas que alguien... se sentara cerca sin joder demasiado."
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era obvio, ¿cuándo en la historia de la humanidad una advertencia sería tomada al pie de la letra? nunca. mirada finalmente se fija en el pelinegro, cara de pocos amigos haciendo evidente conversación no le entretiene. “ depende, cuántos millones tiene tu cuenta bancaria ” lanza sarcástica mientras se aferra a las perlas de aquel rosario. bien podía ser que le pide dinero para enseñarle, trata que suene así de primeras pese a que no le interesa. no le reconocía, no lo ha visto antes, por ende, primero debe definir quién es ese sujeto. más bien, de qué lado de la vereda está — aunque algo le grita que es uno de ellos, no de los propios.
‘ whoa, whoa —— yo solo soy un buen samaritano pasando por aquí ’ comentó, alzando sus manos para poder mostrarle sus palmas en un gesto que mostraba que iba en son de paz. eso sin mencionar la sonrisa entretenida que se formó en sus labios, quizás por la situación tan... inesperada. ‘ ¿qué me harías? ’ inquirió, interesado, dando unos pasos para estar más cerca de ella, aunque no lo suficiente como para cruzar ese dulce en el suelo. ‘ ¿sabes lanzar maldiciones y todas esas cosas? enséñame ’ pidió, ahora poniéndose de cuclillas para poder estar a su nivel. no sabía si rezar y saber latín calificaba como para tener esas habilidades, pero no perdía nada con preguntar.
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cuando la voz tan familiar llegó a sus oídos, aria se sobresaltó, tanto que la hamaca cedió ante su movimiento abrupto. perdió el equilibrio y cayó al suelo, el borde de la hamaca golpeando suavemente la parte de atrás de su cabeza. como si necesitara sentirse más patética, ahora además de todo, lucía ridícula. parpadeó, con la mirada fija en la rubia. le había pedido espacio, pero… ¿cuánto era suficiente? ¿dos semanas no bastaban? se mordió el labio, la frustración nublando sus pensamientos. quería darle lo único que le había pedido, aunque le costara. también podía tolerar esa frialdad en sus palabras que le calaba hasta los huesos y acepta molestia, porque es una inútil, siempre lo ha sido, una carga. por más que intentara, nunca había sido otra cosa, por eso chiara no confiaba ni dependía en ella. pero… extrañaba a su hermana. eran ellas contra el mundo, y no conocía otra forma de vivir. no quería, tampoco. " háblame " murmuró desde su sitio en el césped mientras sus manos se cierran en puños, indecisa, con voz casi inaudible. luego se aclaró la garganta, y con más fuerza repitió: " háblame " su terquedad es lo único que tiene a su favor.
¿de verdad tenía energías para soltar esas estupideces? claro que sí, lo único que hace es comer, dormir y salir. ¿cómo podía ser tan inconsciente, siquiera? quiso reclamarle, decirle todo lo que estuvo atrapado en su garganta las últimas semanas, sobre todo porque tuvo que aumentar sus turnos en el trabajo para poder traer más dinero a casa. poner pan sobre la mesa, mientras ella estaba de vacaciones. infantil. ‘ se me quedaron mis cigarrillos ’ advirtió, su voz no sonaba dulce ni graciosa como en antaño, era monótona / vacía. no sentía absolutamente nada. ni siquiera decepción. se detuvo a un lado de la hamaca y se inclinó para tomarlo. ¿iba a decir algo más? por supuesto que no, sus labios estaban sellados por un concreto que ni siquiera le permitía sonreírle. no habría ido a ese lugar, si no le hubieran ofrecido pagar cada hora de su estadía, como si se tratara de un trabajo a tiempo completo; ¿cuál era la excusa de su hermana?
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" hey, soy tu persona, entonces " su humor llevaba semanas siendo un desastre, como todo lo demás en su vida tras el festival: el caos en casa, el trabajo inexistente, y esa sensación constante de estar ahogándose. " últimamente, jesús es el único que parece querer escucharme. aAsí que, por favor, sálvanos a él y a mí de esta miseria, que al pobre lo están por crucificar " trató de infundir algo de humor ácido en esas fechas pascuas, pero su tono reflejaba más cansancio que diversión. encontrarse con robin era como toparse con una lucecita al final de un túnel oscuro, por lo que no dudó en aferrarse a esa pequeña chispa. además que quería saber cómo estaba, también. avanzó un par de pasos y, sin pensarlo demasiado, se dejó caer al borde del muelle. miró hacia atrás y le hizo un gesto con la mano para que la siguiera. " tú primero. " agregó, con una sonrisa agotada pero sincera.
࿐࿔ MUELLE
cabello aún goteaba sobre su camiseta, pero la incomodidad provocada por el húmedo contacto era el último de sus problemas. recuerdos del agua resultando ideal para calmar ideas en su cabeza parecían un mero invento ahora que lo había intentado, y no había servido de nada. además del arrepentimiento y las ganas de irse a casa, ahora también tenía frío. ‘ dime que estás de malas y tienes ganas de quejarte ’ pidió, sin saber a quién, en cuanto escuchó par de pasos acercándose. ‘ si veo a una persona más pasándosela bien, me iré a vivir con los peces ’
#conversación.#con robin.#tocaba con alguna de las otras#pero no podía no traer a esta para que chismeen
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caminaba distraída por el muelle cuando lo vio, allí sentado de espaldas, mirando el lago. el nudo en su garganta apareció al instante. había pasado semanas sin saber de él tras haberla dejado plantada en festival, sin una sola palabra ni razón mediante. y ahora ahí estaba, como si nada. dudó. no sabía si acercarse, si hablarle, o si seguir como si no estuviera allí. pero la voz le salió sin querer, una mezcla de alivio, sorpresa, incertidumbre: " estás vivo " se quedó quieta ahí atrás mientras juega con sus dedos, observando, esperando por una respuesta que, la verdad, no sabía si merecía. probablemente no. por algo bloqueó todo contacto, ¿no?
en el muelle. 17 de abril, atardecer.
el crujido de una tabla suelta a su espalda no lo hace girarse, solo suspira. ' espero que no vengas a empujarme, lili. ' murmura sin alzar demasiado la voz, creyendo que es su melliza quien se encuentra a sus espaldas. ' no estoy de humor. ' los pies siguen en el agua, quietos. no hay intención de moverse.
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( alrededores del bosque, zona de hamacas ) sinceramente, ¿qué está haciendo allí? tendría que estar buscando trabajo, no... jugando al retiro espiritual con esos millonarios, o lo que sea. aria yace en una hamaca que cruje con cada soplo de viento. lleva puestos los auriculares, aunque no suena nada; son sólo una excusa para mantener fuera el mundo. en sus manos, un rosario, aquel viejo conocido que rescató del olvido en un cajón esos días: va pasando las cuentas una a una, sin rezar, más como si contarlas fuera una forma de distracción. en el suelo, mientras, un chupetín que se le cayó hace un rato —ahora invadido por hormigas. al escuchar pasos cerca, no se gira, no pregunta quién es, sólo habla: “ un paso más y empiezo a rezar en latín, pero no con fines santos ” lanza a quien sea que esté molestándola, pero lejos está de su usual tono irónico burlón. más bien suena... cansada.
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