no puedo dejar de llorar, de verdad siento un vacío bastante grande dentro de mí
0 notes
Sin reflectores
Hace tiempo que dejé de creer
que mi destino es relevante
para el universo.
No me debe nada,
ni yo le debo algo
para pensar que
mis tragedias son intencionada.
Solo es así.
En aleatorio y sin reflectores.
La inminente derrota de alguien
que no supo usar su tristeza
para crear.
No hay mejores palabras,
ni momento más idóneo
para premeditar la muerte
de nuestro legado.
Solo es así.
En aleatorio y sin reflectores.
0 notes
Julieta
Estoy harta de ver incendios
cada vez que vuelves a casa
porque estrellas aviones
derrumbas sentimientos
y matas ilusiones
de un solo tiro
Estoy harta de ocultar mis alegrías
para no hacerte sentir culpable
cuando ahogas penas ajenas
dentro de mares que no te pertenecen
y que sabes
nunca vas a devolver
0 notes
Tan amargo como las mañanas
Mi abuelo me enseñó a preparar café,
pero solo para una taza.
Poca azúcar,
no muy caliente
y tan amargo como las mañanas.
Aquella vez me dijo:
“Todo va acompañado de un buen café”
luego,
me regaló su taza favorita,
desayunamos juntos
y lo ayudé con su crucigrama.
Cuando tenía catorce quebré la taza
y no sabía cómo contárselo.
A los diecisiete me regaló otra.
Negra por fuera y púrpura por dentro.
Supuestamente cambiaba de color
cuando se vertía agua hirviendo.
Nunca cambió.
Hace unos días la quebró
mientras le preparaba
el desayuno a Matteo.
No sabía cómo contármelo.
Le dije que todo estaba bien
y al instante empezó a bromear
sobre la torpeza heredada.
Ahora ya no hacemos crucigramas,
pero me cuenta sus anécdotas de joven
mientras preparo dos tazas.
Poca azúcar,
no muy caliente
y tan amargo como las mañanas.
0 notes