roljinlee - Tumblr blog

roljinlee · 2 years

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Aquí y en once vidas

Les presumiré... mi boda. ¿Acaso no fue maravillosa mi precioso príncipe?

“Quiero estar a tu lado, en esta y once vidas más”

Habían arreglado un lugar sencillo pero maravilloso para su promesa, en la estación y fecha favorita que ambos habían acordado. Había nevado todo el día anterior por lo que el paisaje era cubierto por un helado manto blanco que erizaba la piel, sin embargo, la calidez al interior del salón permitía a todos los invitados deshacerse de los abrigos usados para llegar ahí, donde se llevaría a cabo la ceremonia.

Había confiado todo a su planificadora de bodas que en sincronía con su cuñada arreglaron cada detalle que cuando sus ojos se posaron en el lugar no pudo estar más segura que ahí era perfecto donde quería enlazar su vida con la de su prometido.

Las flores, el arreglo en cada silla, la alfombra, los adornos en el techo, los adornos a los costados, todo era demasiado hermoso que incluso Máx quedó sorprendido ante la escena que era envuelta entre el suave aroma de las flores frescas.

Sin duda, el mejor día de la vida de ambos hasta ese momento, daba inicio…

JinYoung & Amy | Celebración

Princesa:

Había un paisaje helado, completamente blanco como aquella noche en que escuchó la pregunta que aceleró su corazón, o yendo más atrás, el día en el que duque copo de nieve nació. Sonrió ante el recuerdo, parecía haber sido una leyenda cierta, si pasas la primera nevada con la persona que te gusta, se convertirá en verdadero amor.

Ahí estaba ella, con un vestido blanco de preciosas piedras que brillaban ante el resplandor de la nieve y combinaban de forma tan perfecta con la decoración de la sala donde se encontraba sentada. El ramo de rosas blancas y cerezas de un rojo tan intenso era apretado con nerviosismo sobre sus piernas.

Su hermano había dejado claro que era la novia más hermosa mientras que su madre había derramado tantas lágrimas que tuvo que contenerse para no dañar más su maquillaje. Amy solo podía sonreír, emocionarse, sentir nervios, esos nervios que anteceden a la mayor felicidad.

La llegada de la familia de su futuro esposo a la cálida sala de la novia no la puso menos nerviosa, si bien sus ojos denotaban la felicidad misma no podía evitar dejar que su mirada viajase a la entrada a cada momento para ver al castaño cuando llegara, se sentía soñada, casi tan irreal que le costaba creer que esta mañana había amanecido en los brazos de su novio, pero habían sido separados de forma tan vehemente para el arreglo de ambos que ahora necesitaba verlo para saber que esto no era un sueño del cual despertaría abruptamente.

Príncipe:

Veía mi reflejo en el gran espejo que tenía frente a mi mientras arreglaba mis mangas y colocaba los gemelos de manera correcta sentía aún que todo era tan irreal, el lugar, el ambiente me hacía sentir que mis pies no tocaban el piso, era como si flotara en mi camino hacia esa cálida sala donde encontraría al amor de mi vida.

Me remonte a esa noche en la que salimos alejándonos de los demás para poder dejar que mi corazón hablara y trasmitiera mis sentimientos.

Abrí la puerta nervioso y entre bajo la mirada de todos los presentes, verla sentada en ese sofá hacia notar lo que siempre había salido. Era mi farro en la niebla… quien guiaba cada paso de mi vida, sentí mi pecho inflarse y soltar todo el aire que había en el una vez que estuve cerca

— Luces preciosa — susurre sintiendo que mis oídos estaban tapados debido a la emoción del momento

Vayamonos, demos les un minuto escuche al fondo debemos prepararnos para su entrada

Sam apretó mi hombro cuando abandonó la sala, mis hermanas besaron mis mejillas al salir.

El silencio inundó la habitación y yo seguía perdido en sus ojos — entraremos juntos y así viviremos de ahora en adelante, unidos como uno solo — sonreí nervioso — ¿estas lista? — dije sintiendo mi mano temblar al extenderla

Princesa:

Cuando el castaño dió un paso al Interior del lugar su corazón se detuvo por un par de segundos, ahí estaba, todo ello era real y ambos se casarían esa misma tarde. Sonrió, totalmente enamorada.

—Te extrañé toda la mañana, así que no planeo separarme de ti nunca más— declaró, todos se habían salido pero desde el momento en que su mirada se había posado en el más alto los demás dejaron de existir, así que fue al ver la mano extendida y la pregunta que entendió, había llegado el momento principal.

—Estoy lista, pero también nerviosa... ¿Y si me caigo durante la marcha nupcial? No sé si mis piernas recuerden cómo caminar— habló mientras tomaba la mano ajena, había temblado un poco, pero en cuando su piel tocó la del castaño parecía haber sido contagiada de firmeza, aunque sus emociones eran demasiadas, quedaba claro que su cuerpo reconocía el contrario y confiaba totalmente en él, una memoria corporal que definitivamente ahora era justo lo que necesitaba.

—Vamos— Dijo, sosteniendo el brazo ajeno para salir de la sala y dirigirse al lugar principal de la ceremonia.

Príncipe:

— Jamás dejaría que cayeras — dije totalmente firme. Bese su mejilla y tome su mano logrando que diera un giro en su lugar — totalmente hermosa — sonreí — vamos —

Mi corazón estaba latiendo mucho más acelerado, miraba su rostro y el camino para tranquilizarme, habíamos planeado entrar juntos y caminar hasta el altar.

Los murmullos se escuchaban atraves de las grandes puertas de roble, respiramos hondo y tomé mi lugar, alcé mi brazo para que pudiera tomarlo, la indicación fue dada en cuanto estuvimos listos.

Ahora, algo más sustituía los susurros, era la melodía que habíamos elegido — Canon in D — susurre y sonreí aún más

Las puertas se abrieron y todos los ojos se posaron en nosotros, podía sentir las miradas clavadas en cada uno de los movimientos que nos acercaban cada vez más a nuestro destino.

Me encontraba nervioso, ansioso, inimaginable feliz y deseoso de lo que estaba por comenzar.

La música seso, y nuestro host apareció, se aclaró la garganta y sonrió de manera cálida

—Buenas tardes. Nos encontramos aquí reunidos para unir en matrimonio a Amy y Jinyoung.

Pero antes de dar lectura al acta matrimonial voy a dirigir unas palabras a los novios y a todos los aquí presentes;

“Y cuando te enamoras, lo normal es abandonarte a ese amor” tal como lo han hecho estos dos adultos frente a nosotros, tratan de materializar su amor y unirse mediante las leyes del hombre; gritarle al mundo; ella es mía, él es mío… escribir una nueva historia y hoy somos parte de ella, siéntanse orgullosos de lo que han logrado—

Observe a mi prometida y asentí hablando de manera baja — lo estoy —

Princesa:

Ahora que caminaba al centro del pasillo a lado del castaño todo se veía mucho más maravilloso, pues esta vez se encontraba con las miradas de felicidad de su familia, de sus seres queridos que compartían la emoción y la felicidad de ella y su futuro esposo.

La música, el suave aroma de las flores, las sonrisas e incluso lágrimas de los invitados, ese hormigueo de emoción al saber que la persona a su lado era su precioso castaño de ojos cafés que la sostenía con firmeza y amor, todo era perfecto, incluso el rozar de la tela de su vestido con la alfombra, marcando el caminar.

Su mirada se posó en un quieto Max que se había sentado en sus patitas traseras hasta el frente, totalmente calmado aunque ese movimiento de su cola denotaba que se estaba controlando bastante para no andar brincando de un lado a otro, contuvo la risa.

Su atención terminó en el host, mirando de soslayo al más alto mientras escuchaba las palabras que dirigía a ellos, asintiendo despacio ante las palabras escuchadas. — Lo estamos— aclaró entre una baja risa.

Seguido de ello, el juez atrajó la atención de ambos, iniciando con la lectura del acta matrimonial. Su emoción solo atisbó a escuchar frases como "estamos aquí reunidos para unir en matrimonio a Park JinYoun y Amy Lee" ... "sin impedimento alguno, ni obstáculo para la presente celebración" para dar lugar a la lectura de sus derechos, deberes y obligaciones como futuro matrimonio.

Artículo 93: Los cónyuges son iguales en derechos y deberes.

Artículo 94: Los cónyuges deben respetarse y ayudarse mutuamente, así como actuar en interés de la familia y su pareja.

Artículo 95: Los cónyuges están obligados a vivir juntos, guardarse fidelidad y socorrerse mutuamente; deberán, además, compartir las responsabilidades domésticas y el cuidado y atención de ascendientes y descendientes y otras personas dependientes a su cargo.

Su corazón se aceleró, sabía que después de la lectura, venía la pregunta, Sonrió y miró de soslayo al más alto, susurrando solo para que escuchase él. —Ya escuchaste, ahora vivirás conmigo por el resto de nuestras vidas.

Príncipe:

Las palabras golpeaban fuerte dentro de mi cuerpo y se alojaban en mi cabeza causando una especie de eco, a medida que los minutos pasaban mis manos comenzaban a sudar ya escuchaste… las palabras de la más baja me hicieron suspirar

— en este momento daremos inicio a la declaración de consenso por ambas partes, lectura de votos y colocación de anillos—

Giré mi rostro buscando a Max y le llame, los presentes movieron sus cabezas siendo testigos de la hazaña que habíamos planeado, una sonrisa se apoderó de mi rostro al poder tomar la caja de su collar sin mayor contratiempo

— Max — _ Sam le llamo y volvió a su sitio tumbándose, esta vez dejando que su estómago tocara el suelo del lugar, si pudiera leer su mente seguro diría _he cumplido mi misión, traigan la comida reí por ello y volví mi entera atención al frente

— Park Jin Young, por la autoría que me concede esta nación, te hago la siguiente interrogante; ¿aceptas a Amy Lee como tú legítima esposa en sagrado matrimonio respetando todo lo dicho con anterioridad en forma a la ley?

— Claro que aceptó, lo he estado esperando toda mi vida — dije sintiendo mi garganta seca, luchaba continuamente con la humedad de mis ojos y poder apreciar el brillo de los ajenos mientras me observaban con dulzura.

Princesa:

No debía llorar, si bien su maquillaje como el de toda novia se había hecho contra las lágrimas, no quería perder de vista el rostro de su amado mientras él contestaba y lograba que su respiración se detuviese. La calidez y amor en su mirada que desbordaba hacía ella, ya la hacía completa.

Amy Lee, por la autoría que me concede esta nación, te hago la siguiente interrogante; ¿aceptas a Park JinYoung como tú legítimo esposo en sagrado matrimonio respetando todo lo dicho con anterioridad en forma a la ley?

— Acepto, definitivamente acepto, no hay mayor verdad que esta— declaró con firmeza, dedicándole una amplia sonrisa con un par de ojos cristalinos por la emoción.

De ser así, por favor, Park JinYoung coloca el anillo a tu Amy Lee y repite después de mi, siguiendo con tus votos

Yo, Park JinYoung , te tomo a ti, Amy Lee como esposa y prometo serte fiel y cuidar de ti en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida.

Príncipe:

Asentí al escuchar sus palabras y abrí con cuidado la caja sintiendo mis manos temblar

— Yo, Park Jinyoung, te tomo a ti Amy Lee como mi esposa y prometo serte fiel, cuidar de ti en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida.

“Amy, eres tan importante en mi vida, realmente llegaste a iluminar todos mis días, inundaste cada parte de mi ser, te volviste una necesidad para mí y hoy estoy aquí dándote lo mejor de mí, prometiendo que siempre estaré a tu lado…

En los días oscuros seré el creador de tus momentos felices, quien sostenga tu mano cuando alguna lágrima escapé de tus hermosos ojos, te amo lo hago hoy y lo haré en todas las vidas que sean posibles.

Te tomo como mía y me entregó a ti renunciando a todas las demás mujeres hasta el último de mis días” —

Tome el anillo, que había elegido para la ceremonia y lo coloque en su dedo con delicadeza, besando su mano de manera casta y espere sintiendo mi rostro arder

— Amy, es tu turno, de la misma manera repite después de mi

Yo, Amy Lee, te tomo a ti, Park Jinyoung como mi esposo, y prometo serte fiel, cuidar de ti en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida—

Princesa:

Todo su mundo estaba basado en el castaño, en cada una de sus palabras, en cada una de sus promesas que era dicha con tanta confianza que le aceleraba el corazón. ¿Había acaso vivido una felicidad igual así antes? definitivamente no, aunque estaba segura que vendrían muchos más momentos especiales a lado del más alto.

Sonrió, y asintiendo con una suave ligereza tomó el anillo que correspondía al castaño.

Yo, Amy Lee , te tomo a ti, Park JinYoung como esposo y prometo serte fiel y cuidar de ti en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, todos los días de mi vida.

Te voy a amar hasta que mi alma abandone mi cuerpo, prometo crear felicidad que cubra cada día de nuestras vidas, mi príncipe, te confío mi vida entera y prometo que me presentaré ante ti por al menos once vidas más para volver a entrelazar mi alma a la tuya de toda forma posible, porque tú eres mi anhelo, mi sueño, mi única realidad.

Mi amor solo puede ser tuyo; mi tacto, mis ojos, cada paso solo puede ser para tí — suspiró y no dudo en decir una de las frases de la canción una vez dedicada — because I love you boy, te extraño incluso en mis sueños ... así que ¿cómo vivir sin ti? Quiero que seas y ser tu más brillante estrella siempre. Te amo — culminó con una sonrisa y los ojos llenos de lágrimas que a penas y pudo contener, terminando de poner el anillo en el dedo del castaño.

Entrelazó por un momento las manos que ahora tenían un anillo a juego de bodas, pudo escuchar algunos sollozos de los invitados, muy posiblemente las madres de ambos.

—Mío y tuya.

El juez asintió, mostrando entonces el documento a ambos que debian firmar junto con los testigos. Verificó que la hora, fecha y lugar de la unión fuesen correctos así como el nombre de los dos testigos.

Sam Lee, pasa a firmar señaló el juez, sonriendo a su hermano que se limpiaba uno de sus ojos disimuladamente. Sam no dudó en adelantarse y tomando el bolígrafo, firmó ahí donde el juez indicaba.

Príncipe:

La humedad de mis ojos ahora se encontraba repartida por todo mi rostro, las lágrimas habían reclamado su libertad llegando hasta mi mentón

Me quedé en silencio sintiendo como mi pecho subía y bajaba, todo a mi alrededor había desaparecido, mi vista estaba fija en ella y en todo lo que representaba.

Una vez que mi hermana firmó el juez prosiguió

— Quiero hacer constar que se han cumplido todas las prescripciones legales para la celebración de este matrimonio civil. Y no me queda más que decir que; Amy Lee y Park Jinyoung, yo los declaro oficialmente marido y mujer Park, puede besar a la novia—

Solté una risa nerviosa y todo el aire que había contenido en mis pulmones, me acerqué a mi ahora esposa y tome sus mejillas limpiando cualquier resto de lágrimas de su hermoso rostro — te amo Amy Lee, te amo y lo haré siempre, esposa mía — sonreí aún más amplio y acorte la distancia entre nuestros labios.

El bullicio no se hizo esperar, los aplausos, inundaron el lugar.

Aceptamos las felicitaciones de nuestras madres, el abrazo de quienes mas amábamos, nuestras familias nos guiaron hasta el salón donde se llevaría acabo la recepción.

Princesa:

El roce de sus labios, la entrega total de su alma fue otorgada ahí con ese beso que culminó la más maravillosa ceremonia, estaba totalmente soñada con todo ello que tuvo que obligarse a no volverse a prender de los labios ajenos, sintiendo ligeramente las mejillas sonrojadas.

Las felicitaciones no se tardaron en llegar, la calidez que cada invitado compartia con su abrazo e incluso algunas miradas llorosas, realmente, era todo demasiado hermoso que no podía parar de sonreír y derramar lágrimas de felicidad.

Tomando la mano del castaño, se dirigió también junto a los invitados para dar lugar a la recepción de aquella celebración.

Máx parecía entender que venía la parte que ya le interesaba, pues cual guía encabezó la marcha hacía el lugar.

Príncipe:

[…]

La recepción era lo que ambos habían planeado, el aroma a madera inundada el lugar, los tonos blancos, verdes y cafés acentuaban la estación.

El libro que se encontraba en la entrada ya había sido testigo de los gentiles deseos que les brindaban sus familiares.

Las luces iluminaban cada detalle y se podía sentirse el calor que provocaban en la piel de cada una de las personas que se encontraban ahí, todos compartiendo el amor que se vivía de manera tan palpable, contagiosa y especial.

_Los minutos pasaban lentos, como si fueran filtrados a través de un gotero, cayendo de manera suave, expandiéndose e impregnando todo a su paso. _

Ver todo materializado, lo que siempre soñamos no disminuía el hecho de que pareciera tan irreal…

Tome una gran bocanada llenando mis pulmones con ello, me sentía emocionado, con una gran sonrisa fija en mi rostro como si alguien la hubiese clavado de manera permanente.

Este momento era sin duda la culminación de mis deseos, y no podía sentirme más feliz.

— ¿Es como lo soñaste? — dije observando a la razón de mi vida, mi amada esposa

Princesa:

—Mucho mejor que ello, creo que mis sueños se han quedado cortos— Confirmó mientras le miraba, se había mantenido a su lado y solo de vez en cuando se paseaba con los familiares para saber si todo era de su gusto.

La comida que llevaba a sus labios era deliciosa, pero suponía que aparte de las habilidades del chef, se trataba sobre todo de la compañía. No podía ser mejor, su familia y su esposo, esposo no paraba de pensar en la palabra y sonreír enamorada ante ello.

—¿Deberíamos ya bailar el vals?—Preguntó cuando los platos vacíos fueron retirados. La verdad, es que le emocionaba la parte de bailar bajo las luces y claramente acompañada de su esposo.

Príncipe:

— Deberíamos hacerlo — le sonreí — será nuestro primer baile como esposos — dije bastante orgulloso

Me puse de pie y caminé hasta donde se encontraba el técnico, pedí que colocaran la canción que habíamos preparado y volví a su lado extendiendo mi mano nuevamente — me harías el honor, amada esposa —

Princesa:

—Por supuesto que sí— La sonrisa se extendió sobre su rostro, tomando la mano ajena para caminar junto con su ahora esposo hacía el centro de la pista. Consciente de las miradas sobre ambos, no pudo evitar sentir sus mejillas calientes al tiempo que la suave melodía envolvía el salón de recepción.

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Posicionando una de sus manos sobre el hombro ajeno y entrelazando la otra mano su cuerpo pronto se encontro moviéndose al ritmo de aquella pieza. Observando al más alto, soltó una baja risa, acercándose para susurrarle. —Creo que para no haber ensayado, bailamos bastante bien ¿no crees?— Sonrió, girando cuando el ritmo aceleró, totalmente entregada a ese momento donde solo existian ambos con la dulce música. Aquello le fascinaba, el movimiento de su cuerpo y la mirada del contrario sobre la propia, ambos en su propio universo.

Príncipe:

Sujete su cintura rápidamente, mis dedos se acoplaban de manera natural a su cuerpo, ella era sin duda ni hogar y lo sabía.

La suave melodía inundó mi corazón, podía sentir lo grande que era mi sonrisa, mis ojos se achicaban debido a las arrugas que se formaban en el, característica propia al sonreí de esa manera.

Alce mi mano y con suavidad giré su cuerpo dejando que su brillo fuera aún más inmenso, me separe de ella y reí al acercarme lentamente volviendo a unirnos

— Eres tan preciosa — susurre — bailamos tan bien por que somos el uno para el otro, todo es natural en nosotros — bese su cien y disfrute de la pieza hasta que el sonido de los aplausos se hizo notorio.

Una vez que el silencio se prolongó aclaré mi garganta y caminé de la mano de la más baja hasta el lugar donde se encontraban las copas para el brindis

— Creo que es el momento correcto — le sonreí

Estaba nervioso, pero emocionado de poder compartir con los presentes otra muestra de mi amor hacía mi ahora esposa.

Sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo al pensarlo, ella lo era.

Tome una de las copas y aclaré mi garganta para comenzar a hablar

— “El amor, no es buscar a alguien que te complete, es encontrar a alguien que te acepte con los pedazos que te faltan… Amy, mi querida esposa… tú me has enseñado lo que es el amor, lo afortunado que soy de amar y que me amen de tal forma que jamás creí conocer en esta vida o en otras… Me has hecho crecer, brillar y mi única ambición en esta vida es poder regresar todo el amor que he recibido de ti… eres la mujer perfecta en el momento perfecto… hoy estoy celebrando la unión de nuestras vidas, el inicio de un nuevo capítulo, la manifestación de nuestro amor… te amo, lo haré en esta vida y en once más” — bebí un trago y sonreí — gracias a todos por acompañarnos —

Princesa:

Algunas lágrimas se desbordaron ante las palabras de su esposo, su corazón estaba ya a nada de explotar y sin duda, se sentía la mujer más plena de todo el universo. Se sabia eternamente amada y rodeada de cálido amor que no dudaba que permanecería hasta el final de sus días e incluso como el castaño había dicho, en once vidas más.

—Por tí, por nosotros, por todos los presentes, felicidad eterna ¡Salud!— Soltó una baja risa y terminó el liquido de la boca ante un segundo trago, empezaba a entender la importancia del alcohol en una celebración así.

Las personas y sobre todo los recién casados necesitaban esa dosis para integrar energía y no desfallecer ante tantas fuertes emociones.

— De verdad, muchas gracias a todos por acompañarnos, los amamos y estamos felices de compartir este especial momento con todos ustedes— Habló hacía los invitados, tantos rostros conocidos que también habían alzado la copa con ellos y brindado por la felicidad de su esposo y ella. Su mirada se dirigió hacía Max que había terminado de comer y se había echado en una camita que habían traído especialmente para él.

— Esposo mío— dijo al castaño, explotaría esa palabra bastante tiempo. —Si le dijiste a tu familia que debía cuidar a Max mientras nos ibamos de luna de miel ¿verdad?— Recordó de pronto, entrecerrando los ojos mientras observaba al castaño.

Príncipe:

Observe a la más baja y solté una risa — No, no lo había hecho, pero es un buen momento para hacerlo — reí

— Pero antes, ¿deberíamos partir el pastel? — dije en tono animado.

Caminé junto a la más baja hasta la mesa del pastel y posamos para la foto — ¿crees que se rehusen a cuidarlo? — le susurré al oído

Princesa:

Rodó los ojos, viendo al pobre Max que de pronto había quedado en el limbo. Sin embargo, su atención fue llamada por el castaño que le ofreció asistir a cortar el pastel, sonriendo mientras descuidadamente pasaba la punta de su dedo por una orilla para probar el betún, aprobando silenciosamente el sabor del mismo.

— Lo dudo, es un buen nene, temo que incluso después no nos lo quieran regresar— Afirmó confiada, soltando una baja risa y ayudar a cortar el pastel para entregarlo a los invitados.

Teniendo una rebanada, ofreció un bocado a su esposo. — Ahhh... — Dijó, acercando la cuchara a la boca ajena sonriendo divertida.

Príncipe:

abrí mis labios y deje que me diera a probar un poco del pastel — esta delicioso — hable después de degustar — ¿estas nerviosa por nuestra luna de miel? — acerque un poco del vino mientras el pastel era repartido

— Max es nuestro hijo, jamás podrían quitárnoslo — abulte mis labios y fruncí el entrecejo

— ¿quieres un poco? —

Princesa:

—¿Debería estar nerviosa? Creo que después de esta hermosa ceremonia, la luna de miel será pan comido— Asintió entre una baja risa, mirando el vino y asentir, probando este y después comer un bocado de pastel.

—Entonces, si Max queda en buenas manos, puedes secuestrar a tu esposa con toda confianza— Le guiñó, riendo bajo.

Es obvio, que mi luna de miel no la voy a poner aquí... pero fue MARAVILLOSA... en cambio, compartiré una foto del bello Max.

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roljinlee · 2 years

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Prometidos

Otro día, tan digno de rememorar. Porque fue este, cuando un anillo fue colocado en mi dedo, promesa de un día aún más maravilloso.

Príncipe:

Asentí — suena tan tentador, pero tienes razón, llegaríamos tarde — me acomode con cuidado sentándome en la orilla de la cama — voy a arreglarme y te esperare en la sala con Max — apreté su mano y sonreí

Deje un beso sobre su frente y me levante de la cama.

Me coloqué un pantalón negro de vestir con una camisa azul cielo. Arregle mi cabello y lave mis dientes, para después ir a la sala y preparar las cosas de Max, pasaría unas cuantas horas solo así que debía tener comida suficiente.

Verifique con mi teléfono que todo fuera bien, me encontraba ansioso pero realmente feliz, quería que todo resultara como lo tenía planeado, pero la espera solo hacía mi corazón agitarse más y más

Princesa:

Ya había preparado su ropa para ese día. Sentía el nerviosismo por parte del castaño sin embargo, ella misma también lo estaba, acompañada de la emoción que a cada segundo le costaba un poco menos contener.

Se puso un vestido en todo lila, arreglando su cabello y poniéndose maquillaje así como aretes y una gargantilla que combinaba con su ropa.

Al mirarse al espejo, sonrió. Esperaba verse bien para su novio, así que por último, tomando su bolsa, salió a encontrarse con el más alto, dando una pequeña vuelta frente a él. —¿Me veo bien?

Príncipe:

— wow — dije tras contemplarle con suma atención — soy un hombre afortunado — asentí — luces radiante — tome su mano y di un suave apretón — eres preciosa — la guíe hasta mi corazón — ¿lo escuchas? — siento que va a salir de mi pecho — sonreí — estoy muy, muy feliz —

Nos despedimos de Max y salimos rumbo a nuestro primer destino

— Ellos están llegando también, los veremos justo en la entrada — le dije sin despegar mi mirada del camino

Después de mucho buscar me había decidido por un sitio bastante popular, pero, que traía consigo cierta mezcla que resultaba agradable a la vista, sencillo quizá, pero hermoso

[…]

Estacione el auto detrás del que transportaba a su madre y hermano. Cuando bajaron los saludé y agradecí por el servicio, mas tarde iríamos todos juntos.

Caminamos hacia la entrada — espero que les guste — susurre nervioso. Señale la parte superior — ¿no crees que sea una coincidencia el color? — sonreí — creo firmemente que estamos conectados —

_Wow… _ dijo su hermano y solté una risa — perdón si sueno demasiado meloso —

Una chica nos guió hasta nuestra mesa, la cual lucia espectacular — esta es nuestra primera parada, disfruten la comida —

Princesa:

Parpadeó un par de veces sorprendida, era un lugar precioso. Calma, sencillez y además, combinaba en ese momento con su vestido, lo cual le sacó una baja risa, sintiendo sus mejillas ponerse un tanto calientes por el comentario de su novio y la sorpresa de su hermano.

—¿Primera parada? Wo... ¿Hay más?— Estaba emocionada, su mirada se dirigió a su madre y hermano que parecían satisfechos con el lugar y la comida que de primera vista se veía realmente deliciosa, lo cual comprobaron al probarla.

—Sabe delicioso— Dijo, quizá era la emoción pero tenía hambre, por lo que no dudo en probar de todo.

"Amy ¿Y la dieta?" —Sabes que yo no conozco esa palabra— Contestó entre una baja risa, observando a su novio y acercarle a la boca una pequeña porción.

—Prueba esto amor, sabe genial— dijo sonriente, mientras su madre sonreía, complacida de lo que veía y escuchaba.

Príncipe:

Asentí — después viene el postre — sonreí y me acerqué a tomar lo que me ofrecía

— Si este lugar les gustó, amaran el siguiente — dije totalmente seguro de mi — debo admitir que estoy nervioso y cuando lo hago, no hablo mucho — solté una carcajada — Amy sabe que es muy raro que no hable — dije mientras bebía un poco de gaseosa — una vez… incluso hablé con un mono de nieve — Sam me miro alzando una ceja — es una larga historia — reí

Princesa:

Una baja carcajada salió de sus labios ante las últimas palabras, recibiendo la mirada de su hermano como si pudiese una aclaración.—Yo hice ese muñeco junto a JinYoung, era un monito de nieve bastante importante— Aclaró como si nada, más esto le basto a Sam para entenderlo, después de todo su hermana era la que no solo hablaba con los animalitos, sino también con los osos de peluche o simples piedras poniendo nombres a todo, así que no le era extraño una situación así.

"Nada de nervios, hijo, que aquí todos estamos en familia" su madre sonrió, después de todo, para ella bastaba ver la felicidad que irradiaba su hija para tener una decisión clara. Sam por su lado, asintió.

—¿Alguna vez les dije cómo conocí a JinYoung?— Preguntó emocionada a su familia, porque ciertamente no recordaba haberles hablado de cómo se conocieron.

—Él era el presidente del consejo en la escuela y yo, como saben, vicepresidenta, así que hicimos muchas cosas juntos— "Pensé que pertenencias al club de periodismo" dijo Sam. —También, eso me permitía entrenarme de todos los buenos chismes— Aquello hizo reír a su familia que se miraron cómplices y vieron a Amy, hablando al mismo tiempo "Señorita, el chisme es mi pasión". "¿Cómo es que te enamoraste de alguien tan problemática, JinYoung?" Su hermano preguntó divertido, tomando un poco de soda.

Príncipe:

— ¿y como no enamorarme de ella? — dije — irradia tanta luz a donde quiera que va que es un milagro que no esté ciego hoy en día — sonreí — ella es todo para mí— hice una pausa — aunque… ¿saben por que era vicepresidenta? — reí — para obtener todo y que los regaños fueran mi culpa… ella es demasiado inteligente — continué riendo

Eso viene de familia Sam aclaro su garganta — lógicamente — susurré aunque se salte algunas generaciones dijo la más baja

Una risa inundó nuestro espacio y la atmósfera se hizo más ligera — gracias — les dije — por permitirme estar con Amy —

Continuamos la conversación hasta que fue el turno de ir al siguiente lugar

— ¿Están listos? — dije mientras me ponía de pie

Deje que ellas se adelantaran y subieran al auto mientras hablaba de manera rápida con Sam, una vez que terminamos conduje hasta el sitio.

[…]

La decoración era hermosa, fue lo que más me cautivó, la magia que se sentía al entrar ahí, te transportaba a un mundo de fantasía podía notarlo en sus caras, incluso Sam mostraba una sonrisa en su rostro

— Por allá está la barra de postres — señale mientras los guiaba por el lugar

Mi hermana era amiga del dueño por lo que estaba totalmente libre para nosotros, agradecía demasiado ese enorme favor.

Deje que recorrieran el sitio por su cuenta mientras me acercaba a Sam

Me dejas sin palabras dijo su madre no sabía de un sitio así sonreí — aún falta lo mejor —

Princesa:

Cuando llegaron al lugar sus ojos se iluminaron, realmente se veía demasiado hermoso que no se sorprendería que saliera un hada de alguna decoración.

Su mirada viajó por el lugar, yendo a la mesa de postres en cuanto escucho de ella.

—Principe, tu harás que rompa la dieta— Sam de rió, poniendo su mano sobre la cabeza de su hermana "tú no conoces esa palabra" dijo y puso un pequeño pastel sobre sus palmas.

Su madre también se mostraba emocionada, eligiendo un pequeño pastel tras meditarlo.

Príncipe:

Me puse de pie frente a la mesa de postres y sonreí — Sam… ¿deberíamos elegir uno? — susurré

Oh~ Jinyoung me dijo que… _ aclaró su garganta al ser el centro de atención, parecía disfrutarlo bastante _en algún lugar escondió algo río debes encontrarlo, Amy tomo un pastelillo y se acercó a una de las mesas _pero como se que demorarás… _

Encogí mis hombros — le dire donde buscar si ella desea — la mire

Princesa:

—¿Estoy buscando un tesoro?— Se rió, mirando a todos y deteniéndose sobre el castaño, su familia parecía haber encontrado un lugar cómodo y parecía divertida. Ella, emocionada.

—Esta bien, pero... No me digas aún, quiero intentarlo antes... — Dijo y dando una pequeña mordida al pastel, se acercó a buscar primero por las decoraciones de las mesas y marcos con atención.

—¿Escondiste un hada?— Preguntó, levantando un centro de mesa con ambas manos y revisarlo con detenimiento, no parecía tener algo extra así que lo volvió a dejar en su lugar e incluso se agachó a revisar por debajo de las mesas.

—okay, acepto una pista— Confesó, mirándole entretenida.

Príncipe:

— Hmmm ¿una pista? — sonreí — el verde es el color de la vida — dije mientras tomaba mi celular y enviaba un mensaje

— Debes prestar muchísima atención —

***📲 Park S✨

Pueden entrar ahora

Mensaje enviado***

La menor buscó por un par de minutos hasta que se detuvo en seco, supuse que lo había encontrado, me acerqué rápidamente y levanté la tapa de la pequeña cajita mostrando así su interior

Mis padres entraron acompañados de mis hermanas

— Princesa — susurre en tono meloso, un respingo acompañó su segunda reacción — se que me ha tomado más tiempo del que debería… — tonto escuché a mi hermana decir y suspiré — te amo, quiero vivir contigo todos los días que me restan, construir una familia juntos y hacerte tan feliz que creerás que debe ser un sueño — hice una pausa y tome la caja con algo de nerviosismo. Me coloqué de rodillas y la mostré — este anillo representa mi entrega, en el va mi corazón, mi alma y voluntad, para mi lo eres todo, nada me haría más afortunado que poder tener la dicha de compartir contigo cada mañana, cada noche y cambio de estación… — aclare mi garganta — Quiero declararte mi amor de todas las maneras posibles ¿puedes hacerme el honor y permitirme ser tu esposo? —

Princesa:

Sus ojos no daban crédito y tras un breve corazón detenido ahora este no paraba de retumbar contra su pecho, acelerado, ocasionando que un par de lágrimas se asomarán entre sus pestañas.

—Dioses— Si bien en algún momento sabía que no estaban solos, para ella no cabía nadie más en su mundo que estaba detenido en ese momento. Su sonrisa se hizo amplia y las lágrimas emocionadas por fin se deslizaron sobre sus mejillas.

—Sí, por supuesto que sí— Alcanzó a responder, aplausos y risas emocionadas sonaron en el ambiente, aunque ella solo podía ver al precioso castaño que la miraba enamorado, perdida entre él.

Cuando su dedo sintió el delicado anillo deslizarse, más lágrimas salieron y ella solo pudo atinar a abalanzarse sobre el cuerpo ajeno, abrazándolo con tanta fuerza como podía.

—Te amo te amo te amo te amo...— repitió, feliz, enamorada, llena de emociones que solo la podían hacer sentir demasiado especial.

Realmente tardó en darse cuenta que la familia de su ahora prometido también estaba presente y sus mejillas se sintieron calientes.

Príncipe:

Coloque mis manos sobre las mejillas de la más baja dejando un beso casto sobre sus labios — te amo una inmensidad más — susurre antes de girar y recibir a nuestros testigos. Los abrazos y las felicitaciones no se hicieron esperar, me limité a observarla con cierta complicidad en mi mirada, me encontraba totalmente feliz, deseaba saber que estaba pasando por su mente mientras reía junto a su madre

Bueno, bueno… como nosotros también necesitamos un poco de miel, disfrutemos de estos maravillosos postres mi hermana dijo esto último codeándome a lo que asentí, no fui consiente de que había otras dos personas en el lugar, pero rápidamente me di cuenta de que era el dueño y un fotógrafo

— Gracias a todos — dije antes de que comenzáramos a tomar cada uno lo que deseaba comer

Aproveche este espacio para acercarme a la más baja — ¿en nuestro aniversario? — me miro confusa — deseo que nuestra boda sea ese día — dije totalmente convencido

Princesa:

Cuando los brazos de su madre la rodearon y fue seguido por uno cariñoso y protector de su hermano, supo que había elegido a la persona indicada. Su sonrisa era ancha, brillante y los sentimientos que la abrumaban eran deslumbrantes, estaba tan feliz e inconscientemente se pellizco para corroborar que no estaba soñando, el anillo en su dedo era real, él era real, todo era real.

—Oh— Sonrió cómplice, observando a su prometido y entrelazando sus dedos entre los ajenos. —Me agrada, que la nieve sea un testigo nuevamente, como la primera vez que tus labios rozaron los míos—. Asintió y sin poder evitarlo puso un nuevo beso casto sobre los labios ajenos. —¿De una vez les decimos?— Rió, demasiado feliz.

Príncipe:

Sonreí — hazlo — reí — eres mejor con las palabras — bese su mejilla y aclare mi garganta atrayendo la atención de los presentes

Princesa:

Cuando la atención se dirigió a la pareja, Ailee tomó un poco de aire y observó a todos, apretando más la mano entrelazada con la del castaño.

—Queremos decirles que ya tenemos la fecha para la boda— Inició, haciendo una ligera pausa que solo incrementó la expectativa y ansiedad de los presentes que esperaban por una rechaza, soltó una baja risa.

—Será el próximo 23 Diciembre, claro que les haremos llegar su respectiva invitación pero sin duda, deben apartar esa fecha para nosotros—. Asintió, pasando su brazo torno a la cintura del castaño.

Príncipe:

Asentí — fue el día que me robó un beso — dije entre risas sintiendo el golpe de las más baja — aunque… mi corazón lo robó mucho tiempo atrás y ahora, se lo cederé de manera voluntaria, totalmente convencido de que ella es mi hogar — dije totalmente serio — te amo ~ — sonreí

Nuestro hermano se ha hecho mayor escuché ¿crees que use vestido el día de su boda? — Hey, dejen eso… — las risas se adueñaron del lugar y yo solo pude girar mi rostro buscando la mirada del amor de mi vida

Princesa:

Sus mejillas se tiñeron de rosa, enamorada por las palabras escuchadas y le miró con la misma intensidad, soltando una suave risa al escuchar el comentario de su cuñada, si le daban cuerda, ella con gusto se unía en las bromas hacía su novio y prometido. —Yo puedo usar un lindo traje, será bastante digno de recordar. Tú con vestido y yo con un elegante traje, me agrada— Sus ojos brillaron por la diversión, soltando una carcajada que fue acompañada de los presentes, abrazando al castaño con cariño.

—Te amo mucho más~— Susurró, mostrando una amplia sonrisa. Pronto su madre y la del castaño se acercaron a hablar, entre la familia se acercaron a platicar uno con otro, no necesitaba prestar mucha atención, pues todos parecían mencionar consejos sobre el evento. Estaba segura que encontraría bastante ayuda para ello.

Aprovechó para robar un beso más de los labios ajenos, acomodando sus cabellos.

Príncipe:

— ¿Estás feliz? — susurre — por que yo soy la persona más feliz sobre la tierra — reí — ¿se te antoja algo — guíe mi vista hacia la mesa de postres — o deberíamos esperar para comer el postre? — le susurre al oído

Princesa:

—Temo decirte que eres la segunda persona más feliz porque yo— Levantó su mano, mostrando el anillo con una sonrisa amplia. —soy la persona más feliz número 1 y quiero un postre ahorita y al rato claro que voy a querer más...—Afirmó, acercándose a la mesa para tomar una rebanada de pay de limón, disfrutando el sabor. —Delicioso ¿Quieres?— Preguntó, acercando un bocado al castaño.

Príncipe:

Asentí abriendo mis labios para dejar pasar la cuchara metal — está rico — sonreí — iré por ese — dije señalando — con las fresas más enormes — hablé totalmente convencido — se ve delicioso — ella seguía observando el postre cuando bese rápido su mejilla — soy yo… yo soy el más feliz — me levante rápidamente antes de que pudiera responderme

Princesa:

Soltó una baja carcajada, siguiéndolo con la mirada mientras iba por el postre de fresas, pronto, se encontró hablando con todos, recibiendo algunos consejos de qué detalles tomar en cuenta para el evento, así que sin dudar, mientras daba algunos bocados al pay de limón también hacía pequeñas notas en su celular, entretenida.

Con el tiempo avanzando tan deprisa, llegó el momento en que los invitados comenzaron a despedirse, felicitándoles nuevamente por el importante paso a su nueva vida.

—Creo que ahora sí es momento de ir a casa, mi prometido— Dijo, dirigiéndose al castaño con una sonrisa amplia.

Príncipe:

Asentí y salimos del lugar, no sin antes agradecer por la recepción y tomar un par de pastelillos.

Todo había salido mejor de lo planeado, sin duda me encontraba complacido al verla tan feliz

— ¿quieres pasar por algo más antes de llegar a casa? — le mire mientras conducía — ¿algún antojo nocturno? — susurré

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