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keirax:

“¿Acaso te piensas que no puedo defenderme sola?” frunció el ceño, sin devolver la vista al mayor. Lamentablemente en ese mundo que vivía la defensa personal era algo que tenía que saber. Pero en el fondo agradecía que no le dejara sola. “No te quedaras sin trabajo porque no me voy a morir, no exageres” chasqueo la lengua negando. No era la primera vez que terminaba tan mal después de una fiesta. “¿Por favor?” pidió, esta vez si lo observo por encima de su hombro, algo avergonzada de tener que estar en esa posición. La señora Lovett siempre le decía: una dama nunca termina ebria. Pero no cumplía muy bien con eso.

–No dudo que pudieras vencerme en una pelea si estuvieras...– olvidó completamente la palabra “sobria” en inglés. –... ¿no borracha? – hizo un ademán con la mano restándole importancia, él mismo estaba demasiado ebrio como para preocuparse por hablar correctamente el inglés.

Se voltea para darle privacidad a la mujer mientras vomitaba. –Avísame cuando termines. 

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Las pedidas de mano en navidad son unas de mis favoritas, ya sabes con la nieve, las decoraciones y la promesa de un nuevo año cerca. Pero bueno, nueva ciudad nuevos recuerdos. ¿Algún recuerdo que quieras hacer especialmente en navidad? Y también cuéntame que deseo tienes para estas fiestas... tal vez este santa te lo pueda conceder.

–Lo único que deseo es poder abrazar a mi hija.– Una sonrisa triste se dibujó en sus labios, era un deseo que no podría concederse. –Algún recuerdo que quisiera hacer... no lo se, pero me conformaría con no pasarlo solo. 

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Bienvenido a New York Santiago, escuche su historia y me parece horrible ya que no vera a su hija estas navidades ¿o si?... bueno como sea, tengo el regalo perfecto para usted ¿Que sera, que sera?. Pero dígame, ¿Cual es su mejor recuerdo de estas fechas?

–Sí, lamentablemente no podré ver a Amelia ni a mi madre ni  ninguna de mis hermanas esta navidad– al igual que muchas otras. –Pero está bien, mientras ellos lo pasen bien está bien, lo importante es su felicidad.– Aunque el coste sea la suya propia. 

–Mi mejor recuerdo… Bueno, yo crecí en un lugar no muy agradable, ya sabes: en las calles básicamente.– se encoge de hombros, no le avergüenza hablar sobre su pobreza ya que es parte de quien es, aunque supone puede ser incómodo para los demás. –En mi niñez durante las fiestas pasé mucho frío y hambre pero mientras fui creciendo las cosas mejoraron. Pero mi mejor recuerdo, je, puede sonar algo cursi para algunos pero fue un Año Nuevo cuando le pedí matrimonio a mi esposa– sonrió ante el recuerdo, era como si apenas hubiese pasado ayer. –Ahorré el año entero para comprar el anillo y la llevé al parque donde nos conocimos, espere se diera la media noche. El lugar estaba desierto y era perfecto, me hinqué en una rodilla y le pedí que fuera mi esposa, me saltó encima de la felicidad y ambos caímos al suelo riendo, perdí el anillo como dos minutos ya que había rodado fuera de la caja pero milagrosamente logré encontrarlo y así comenzaron los cuatro años más felices de mi vida.– Se queda observando el suelo un par de momentos, inmerso en el hermoso recuerdo. –Y bueno, ese es mi mejor recuerdo– sonríe.

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britishjustice:

Cuando el contrario volvió a disculparse Oliver elevo una ceja terminando de oír lo que decía - Me quedare con que dijiste que tienes buenos reflejos, te lo felicitare también agregare que posees fuerza - Siguió al contrario fuera del lugar y señalo divertido la botella en su cara - Ya me compraste una bebida, no se de que otra forma podrías compensarme.

Lo último que uno esperaba cuando golpeaba a otra persona en la cara era una felicitación por buenos reflejos, el hombre era bastante extraño pero Santiago no era nadie para juzgar. –Eh, usualmente cuando golpeo gente me lo devuelven y con eso estamos más o menos a mano, no lo se, llevo años sin golpear a otra persona.– Y era la primera vez que alguien se lo tomaba tan a la ligera. 

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Santiago no está seguro a que se refería el contrario con “su última cita” ya que era la primera vez que ponía un pie en ese lugar. –Em, claro, no hay problema.– no sabe porqué pero tiene el presentimiento de que lo están confundiendo con otra persona. 

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“Siento mucho haber faltado a nuestra ultima cita, se me interpusieron algunos asuntos familiares” se intento excusar mientras invitaba al contrario a tomar asiento para que así pudiera plantearle su nueva estrategia de seguridad.

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iamalexarothstein:

Reconoce el idioma de inmediato, aunque hace mucho que no escuchaba a alguien hablarlo, y la nostalgia no tarde en venir, con una intensidad provocada por el alcohol. Se acerca con cautela, poniéndose en cuclillas frente a él — ¿Estás bien? — repite, esta vez en español, tratando de modular lo mejor que puede considerando su estado.  

En realidad no estaba bien, para nada bien ¿qué demonios había tomado para terminar así? No recuerda la última vez que estuvo tan mal, no recuerda muchas cosas en ese momento. –Sí... no, no lo estoy.– responde en español de nuevo. 

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–No te puedo dejar sola.– Insiste y de repente siente como si tuviera veinte años de nuevo y está cuidando a una de sus hermanas menores. –Te van a asaltar o violar o te vas a ahogar con tu propio vomito y yo me quedaré sin trabajo.– Al menos en esos momentos quedarse sin trabajo era lo de menos, Santiago también estaba ebrio y quería irse a su casa a dormir hasta que se le pase la resaca pero primero quería asegurarse de que Keira llegara sana y salva a su casa. –Si te molesta que te vea vomitar me volteo y ya.

“Si me vas a decir ‘te lo dije’, puedes callarte e irte a la mierda” contesto de mala gana, el efecto de las drogas y el alcohol comenzaba a desvanecerse y era rápidamente reemplazado por malhumor y mal estar. “A menos que vayas a conseguirme otro trago para alegrarme la vida, lo cual dudo mucho.” Una de sus manos sostenía su propio cabello mientras la otra se apoyaba contra un poste de luz, esperando por fin vomitar para sentirse mejor. “No vas a querer ver como me meto los dedos en la garganta asi que: vete” 

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Usualmente tiene muy buena resistencia al alcohol y por lo general es el tipo de ebrio feliz que se ríe de todo y hace bromas, pero hoy se encontraba realmente mal. Estaba sentado en el suelo con ambas manos sobre la cabeza y nauseas horribles, ni siquiera recordaba donde se encontraba ni como había llegado ahí. –¿Qué?– pregunta en español cuando otra persona le habla, se encuentra tan ebrio que ni siquiera recuerda como hablar ingles.

Se ríe al salir del baño, por el tambaleo que dan sus pies producto del alcohol, pero la diversión se desvanece sutilmente cuando nota a una persona sentada fuera del baño. No está segura del estado de la persona frente a ella, pero se preocupa de todas formas — ¿Estás bien? ¿Quieres agua o algo así?

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Diego Luna by Patrik Giardino

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anxsxv:

Rió levemente ante la explicación dada por el mexicano, mientras sorbía el trago que se encontraba en su copa. Una vez que el hombre le muestra las fotos Nicola abrió los ojos ampliamente, era algo realmente hermoso “Es impresionante” dijo con una sonrisa “Me encantan los colores, parece ser lo opuesto a la muerte” dijo ladeando una cabeza. Tal vez era una manera alegre de recordar a los muertos, no como en los lúgubres cementerios donde todo era gris “Me gustaría hacer un altar algún día.” Probablemente pondría fotos de su padre y su hermano, si tuviera alguna.

–Ni idea de porque los colores realmente, supongo que es porque tratamos ese día como una fiesta. Deberías ver como se ponen los cementerios: están llenos de música, comida, flores y una extraña combinación de gente riendo por los recuerdos de los muertos o llorando.– La familia de Santiago iba todos los años a limpiar la tumba de su abuelo y se quedaban hasta bien entrada la noche. Comían, bebían, preparaban el altar, recordaban los buenos momentos vividos con su abuelo y, más recientemente, con la esposa de Santiago cuya foto se unió al altar cinco años atrás. –¿tienes a quien hacerlo?– aunque mucha gente ponía altares a gente famosa, recuerda que en la escuela hacían altares a héroes revolucionarios o artistas mexicanos. 

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yurapetrov:

Del bolsillo trasero de sus jeans saca un cigarro y un encendedor, no es buen conversador y de alguna forma la nicotina hace todo ligeramente más sencillo. Alexa ha sido absorbida por los exámenes finales, a Neve no quiere ni mirarla y el idiota de Otabek se ha esfumado. Todo es una mierda. 

Ve de reojo al hombre y hace un mohín dudoso. — Hoy estoy solo. . dice con simpleza, no se siente así del todo pero no hay nada qué hacerle. Se ríe amargo de lo patética que es su situación en ese momento y suspira. — ¿Por qué estás aquí solo?

No preguntó más al joven sobre porqué estaba solo, principalmente porque no le interesaba y dudaba que el joven quisiera hablar de sus sentimientos con un extraño. 

Santiago levanta la botella de cerveza mostrándola. –La cerveza es barata.– responde con simpleza, eso y además de que odiaba llegar a su departamento a hundirse en su miseria, realmente detesta estar solo así que frecuenta el bar, prefiere caer en el alcoholismo que en la depresión. 

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britishjustice:

- No, en esos bares encuentras a hombres discutiendo de política o deportes sin dejar que nosotras participemos la mayoría de las veces - Respondió sacando del bolsillo de su abrigo un caja de cigarrillos - ¿Quieres o te molesta? - Le pregunto antes de sacar uno mientras con la otra mano localizaba el encendedor - Cierto… juegan siempre poker o dardos en esos lugares ¿no?

–Aceptaré uno. – Realmente no fumaba mucho pero algo ocasional no estaba mal, había dejado el hábito principalmente por falta de dinero, los cigarros eran caros. –Póker, dardos, billar, incluso me tocó una vez futbol de mesa.– En un bar que no frecuentaba mucho puesto que puros jóvenes menores de 25 eran los que frecuentaban el lugar. –No te recomiendo jugar billar aquí, mucho menos póker si quieres mantener tu dinero.  

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cila-escxbar:

“Haberlo dicho antes.” Para temas de la casa, no era necesario consultar a su padre, tanto Priscila como Catalina estaban encargadas de eso y no había necesidad alguna, pues generalmente Escobar estaba de acuerdo. Ante la situación, la mayor de las hermanas no encontró una razón para no concederle lo que pedía. Sin embargo, tenía muy en claro que esa petición era también una sacrificio y Priscila tendía a valorar mucho cuando alguien se esforzaba por su familia. Además, él y su compañero habían hecho un muy buen trabajo con el jardín hasta ahora. “¿Qué medicina necesita? La conseguiremos.” Le aseguró, habiendo escuchado un poco de su historia de parte de su compañero. “Y no te preocupes por la paga, la recibirás completa.” 

Sonrió agradecido, tanto por el hecho de que no había tenido que hablar directamente con el jefe de la casa como por que le hubieran aceptado su petición. –Gracias, muchas gracias señorita.– Poco le importa a Santiago pasar hambre o quedarse sin luz una semana siempre y cuando su hija estuviese bien y a salvo. –No se cual sea el medicamento, mandaré el dinero a mi madre para que ella lo compre, ella tiene la receta. 

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–Solo quería saber si podrían adelantarme la paga.– Estaba ayudando al jardinero de la casa del padre de la mujer a remodelar el jardín, era un jardín enorme y se necesitaban más de dos manos para hacer el trabajo así que habían contratado a Santiago. –Verá, mi hija está enferma y necesita medicamento– intenta explicar, Amelia había contraído una infección en el estómago y se encontraba muy mal según le había dicho su madre, tenía que enviar dinero a México pronto aunque eso significara que se atrasaría en el pago de sus deudas y pasaría hambre las siguientes dos semanas. –¿Cree que pueda pasarle el mensaje? 

“Mi padre no está disponible en este momento. Así que si necesitas contactarlo, tendrás que darme el mensaje a mi primero, aunque no prometo una respuesta pronto.” 

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britishjustice:

- Ugh esto me trae recuerdos de cuando mi hijo me enseñaba a usar algunas aplicaciones del teléfono - Bromeo siguiendo al contrario hasta la caja - Por lo menos ahora estaré un paso arriba de los que encerramos… esto será genial para poder pedir un ascenso o al menos un aumento - Comentó soltando una risa, feliz por el nuevo descubrimiento.

Realmente no entendió lo último que dijo el contrario principalmente por el acento, el británico tenía una forma muy particular de pronunciar las vocales que volvían algunas palabras inentendibles para el mexicano. –Eh, claro.– agradeció que llegaron a la caja ya que así podía disimular que no entendió nada pagando por el refresco en el rostro de Oliver. –Se que dijiste que dejara de disculparme pero realmente lamento mucho haberte golpeado, fue un reflejo.– comentó mientras salían de la tienda. –Me gustaría recompensártelo de alguna manera. 

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viktxr:

“Claustrofóbico” repitió. “Ya sabes…las personas que entran en pánico en espacios pequeños y cerrados” acompaño sus palabras de algunos movimientos de manos. Ante la duda del contrario suspiro arqueando ambas cejas. “No lo se, espero que no.” no es que fuera tarde a algún sitio, pero tampoco quería perder todo el día ahí. “¿Tienes prisa?”

Bueno, al menos había aprendido una nueva palabra hoy. –No, no lo soy.– se atrevería a decir que lo contrario, los espacios grandes y abiertos lo ponen nervioso. –Tengo que llegar a mi trabajo, mi jefe me matará si vuelvo a llegar tarde.– O peor, lo despedirá, y Santiago no puede darse el lujo de perder otro trabajo.

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Levantó inmediatamente la cabeza cuando le preguntó lo de servir tragos, jamás lo había hecho realmente pero dudaba que fuese muy difícil. –¿Hablas en serio?– Santiago está tan desesperado por el dinero que haría cualquier trabajo que se le presente, está al borde de morirse de hambre y tiene cientos de deudas que pagar además de que tiene que mantener a su familia.  –¡Haré cualquier cosa! Servir bebidas, limpiar, montar guardia, lo que sea. 

[ @santiagodelarosa ] basado en esto

“Los empleos van y vienen” se encogió de hombros mientras limpiaba una mancha que había en la barra. Ante la pregunta del mayor alzó una ceja, podía tener un par de ideas para ayudarlo. “Bueno…intentare averiguar lo del jardinero pero…¿que tan bien se te da servir tragos? No tienes que hacer nada fuera de lo común, puedo enseñarte las bebidas más pedidas y puedes ayudarme aquí.” ahí iba su buena acción del día. Sabía que tal vez se metería en problemas por no hablar aquello con su padre antes de proponerlo, pero no tenía el tiempo para hacerlo. “O puedes limpiar. Pero ese empleo es peor, hay demasiados chicles debajo de las mesas y a veces queda sangre en el suelo y es difícil de quitarla” arrugo la nariz.