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Bueno yo la berda

asi toy, real que amo el grupo que se formó no por cursilerías ni esas vergas sino porque todos desarrollamos a nuestros personajes y las relaciones de los mismos a medida que el rp avanzaba, y es algo que valoro mucho como roler porque nada se fuerza y todo nace super natural yt akjsbakjfs mi indie es http://mustxngkiids.tumblr.com me siguen y hablan y hacemos lo que quieran y nada eso, bueno dejo hc:

Sav

* ayudo a prender fuego todo xq se * en el viaje de vuelta estuvo de la manito con matt xq son boludos * llegó a francia y toda su familia estaba desesperada por las visiones tragicas de su tía *retomó sus estudios y se graduó con honores *fue a terapia para solucionar sus issues con sus padres y la violencia que sufrió tanto del viaje como de su madre * se casó con matt y tuvieron tres bebés gordos, también dos perros más porque el gordo 0 control de adopción pero lola fue la uno siempre (matt nunca le dio la razón a sav cuando ésta discutía con la madre de matt ((lola nunca perdonó a matt la traision)) pero lo sigue queriendo)

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srhctt:. 

          “Si le dices que fui yo quien asaltó la cocina, nada pasará.” Lo supone, porque la fémina ha mandado a preguntar cada dos horas si tiene hambre, entonces seguro le alegrará la idea de que por fin comience a ingerir alimentos. Lleva otra cucharada del postre a sus labios, escuchando las palabras ajenas y apretando los labios. No quería explicar que ni siquiera había tenido tiempo de comentarle de aquello cuando ya habían peleado. “No es necesario, Sav. Si quieres o puedes arreglar tus problemas con él, adelante. Pero no tienes que hacerlo por mí.” Explica, más que nada porque su amistad con el francés parece haberse terminado, pero son detalles que no planea comentar, que no encuentra necesarios incluir en la conversación porque podrían llevar a diálogos comprometedores salidos de los propios labios, palabras que no deberían haber salido nunca de su mente por los daños que pudieran causar si llegaban a los oídos correctos. “Pero no quiero hablar de eso.” Suspira. “En realidad— no es como que quiera hablar de nada.” No tiene tema de conversación, le parece imposible hablar de cualquier cosa, fingir que la situación no es de lo más inhóspita; y sabe que no es así, y la imposibilidad de actuar con normalidad le molesta -como si no fuesen suficientes las mil y un cosas que le molestan ya-. “No creo ser la mejor compañía que pudieras tener.” Ni la más antojosa, o la más divertida. Pero sabe que la joven no cederá a dejarle solo mientras se recupera, así que evita más confrontaciones y terminar llegando al punto de quedarse sin amigos. “¿Cómo han ido las cosas mientras no estuve? No sé, cuéntame cualquier cosa.“

— Ya, entonces puede que suceda—Le guiñó el ojo con completa picardía en las acciones que se ideaban en el epicentro de su imaginación. El sigilo al caminar, las risas acalladas por shusheos, las puntas de pie y luego el gran banquete. Suspira hondo previo a acomodarse el cabello que le molesta comiendo. — Debería hacerlo por mi, pero no tengo interés en tratar de…hablar con alguien con quien no comparto opinión sobre algo tan importante como mis creencias — Sus palabras parecen desestimar la profundidad del epicentro del problema, si bien Sav podía desinteresarle muchas cosas pero nunca podría perdonar a quien cuestione sus propias ideologías por sonar más intelectual o quién sabe las razones de Nic. Una sonrisa se deslizó por sus labios, lo entendía y lo respetaba, capaz le dolía la falta de interés pero entendía por sobretodo las razones que lo llevaban a pensar así. No podía pedirle tanto de todas formas, Sav buscaba hacerlo sentir bien y cómodo con ella, intentando distraerlo de lo que podría estar opacando sus recuerdos y cualquier energía que lo bloqueara del resto. --- Descuida, Rhett --- Habló con un suave tono bajo en lo que apoyaba su mano en el antebrazo ajeno, muestra de afecto moderado en la que demostraba que no encontraba problema al pedido ajeno ---No tenemos que hablar de nada si no quieres --- Aseguró, ella se conformaba con que pudiera verlo, la idea de que tenerlo cerca y saber que estaba bien alcanzaba por más que fuese incómodo en ese aspecto el no poder hablar, pero serena estaba por la idea de compartir tiempo con él. --- Hay peores, podrían dejarme con peores compañías, me he ganado el mal gusto de algunas personas --- Señala su ojo morado, que ya comenzaba a perder la intensidad de sangre y se estaba bajando a un marrón suave --- Créeme, eres de las mejores compañías que podría querer --- Afirma con una sonrisa en su rostro antes de dar el último bocado a su postre, escarbando el plástico para aprovechar al máximo el final del mismo --- Bien, extrañas, no hay mucho que decir, una chica también murió pero no la conocía demasiado, Hugo dijo que intentó ayudarle a buscar la radio pero murió en el incendio --- Relató sin mucho dolor sobre la muerte de Venezia ya que ni la conocía --- Al menos tenemos esa radio y Hugo está tratando de que funcione y poder comunicarnos para salir de aquí --- Intentaba mostrarse optimista pero le costaba tanto que sabía que Rhett lo notaría --- No sé, no hay mucho que decir, hubo una noche muy extraña...cómo si todo estuviera bien por unas horas pero fue extraño --- Arrugó el entrecejo recordando esa noche en la que se había ganado el golpe de Brynja y seguro un grave enojo de Mattias. 

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          “Está bien.” Intenta demostrar una ligera sonrisa, aunque se le sigue antojando de lo más complicado. Entonces, toma el postre ofrecido y aunque no le apetece demasiado, se lleva un bocado a los labios, no puede negar que sabe bastante bien y entonces se lleva otro. “Quizás asaltemos la cocina más noche.” Y el tono es neutro, sin embargo siente que el hecho de que su apetito vuelva ya es un progreso. Alza su mirada ante la mención del rizado, apenas y apretando sus labios, sabe que la joven dirá lo necesario para hacerlo sentir mejor por su decisión y de momento fingirá creerlo, es más fácil así.  "Nicolas no vendrá.“ Anuncia en el tono más tajante posible, sus labios se aprietan y no hace contacto visual. No quiere exponer las razones porque es consciente de que la gitana no tiene idea de los detalles de la muerte de Marius, porque a pesar de lo hiriente que se tornó la situación, se empeña en pensar que no hay tanta malicia ni desconfianza corriendo por las venas del francés. "Tiene mucho por hacer en la enfermería.” Complementa, siempre ha sido un excelente mentiroso aunque no sea fanático de ocultar la verdad, pero ahora lo encuentra necesario.

Una risa escapa de sus labios justo cuando la cuchara se encuentra atrapada en su boca, tiene que realizar un esfuerzo para no hacer un desastre, divertido y asqueroso pero desastre al fin. --- Suena a un gran plan, pero luego habrá que decirle a Fiona, ya sabes como se pone cuando le sacan cosas sin permiso ¡Ish! --- Rueda los ojos ante el recuerdo de una situación ajena a ella donde Fiona se exponía furiosa por la toma prestada de una cuchilla. Sav en ese momento supo que Fiona era una mujer con la que nadie se metía. Eleva los ojos del manjar oscuro hacia el contrario. Siente el pecho latirle y una cierta responsabilidad crecer a causa del rechazo. --- Lo siento, sé que no ha de querido venir por mi, nadie quisiera pasar tiempo a fuerzas con alguien que poco le agrada --- Y de verdad lo lamenta porque sabe que es una buena amistad la que llevan los contrarios, más bien no se mete y nunca utilizaría a Rhett como intermediario, tampoco lo había hecho con Mattias en su momento. Si había algo que Savannah era capaz, era de pelear sus propias guerras y dirigirlas a su manera, no necesitaba nunca buscar partidos ni intentar convencer a nadie, no era un juicio era una disputa persona a persona, nadie más debería verse involucrado en aquello que de ligaba a diferentes ideologías. --- Si te puede hacer sentir mejor, intentaré arreglar las cosas con él, podría hablarle, al menos llevar un trato...bueno --- Ofreció subiendo ambas piernas sobre la cama para cruzarlas en forma india --- Porque planeo estar contigo hasta que te recuperes y supongo que él también --- Aseguró volviendo a comer de su postre. 

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Se sobresalta por la aparición en absoluto inesperada, acababa de comer y pensaba ordenar un poco antes de que apareciera su invitado. Una sonrisa se expande en sus labios y cierra la puerta a su espalda --- Descuida, les dije que vendría Rufi a hacer una noche de chicas, Alex no tuvo problema se fue con ¿Gustav? --- Pensativa pregunta dudando del nombre masculino pero cree que se encuentra en lo correcto --- Si, creo que él --- Asiente aún dudando si está bien o no ese nombre --- No hubo problema en dejarme la habitación ---- Evitar mencionar las acciones de Casper porque no las sabía y entrar en un círculo de lástima no era lo que necesitaba el contrario. Se acerca a su amigo y le extiende un recipiente plástico herméticamente cerrado --- Fiona me ha regalado dos postres --- Expresa con aire animado a cortar con la tensión que embriaga la situación y la densidad del pedido --- Cuando estés listo, lo verás, está contento de que estés de vuelta y con eso le alcanza --- Sabe que no, Casper desea verlo más que nada, pero si él no está listo en vano sería forzar la situación --- Deberías comerlo antes de que venga Nic, no le he traído a él --- Habla maliciosa y juguetona mientras descubre el delicioso postre y hunde su cuchara plástica en él. 

        Labios ligeramente apretados. Su cabeza dándole vueltas a tantos asuntos y, a la vez, a ninguno. Su diestra tamborileaba en la mesilla de noche de la habitación de la gitana, mientras esperaba a que esta apareciera, era la única alternativa que tenía, no deseaba salir a buscarle, no cuando se encontraba más voluble de lo que se sentía cuando llegó, así que simplemente esperaba a que ella apareciera por su propio pie. Finalmente la puerta se abrió y la conocida figura entró a escena, afortunadamente sola. Suspiró. “Lamento haberte puesto en esta situación.” Asegura, tono ligeramente pesimista, mientras sus azuleas buscan el encuentro con las orbes contrarias.  w. @savverm

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alxblumxr: || Flashback

              Las palabras llegan como bala a sus oídos, se filtran con veneno por su cuerpo, obsequian un escalofrío. Empático, venerable,  sabe que aquellas silabas han de quedarse rondando por el consciente durante días, semanas o quizá meses, torturando y martillando puntos claves en su ser. Despertando inquietudes, preocupaciones, alarmas. No sabe que decir (en efecto conoce bien la palabrería que debería salir a continuación, pero no puede emitirla, por lo tanto llega la incertidumbre de una lengua silenciosa), qué hacer a continuación, no quiere ser errado más tampoco un desalmado, es entonces el abrazo que llega por motivación impropia el que lo salva de una pensativa prolongada, lo acepta con gusto, la envuelve en sus brazos. Desea brindar sensación de protección, o lo más símil a eso. “Sólo tienes que aguantar un poco más, ya consiguieron la radio. Ahora debemos esperar.” La oración cae sobre sus pétalos sin autorización previa, proviene desde el mismo anhelo de propagar paz en el cuerpo foráneo, mas comprende que quizá cualquier cosa que diga entonces no sería oída, ni siquiera analizada, las heridas eran demasiado profundas y frescas como para siquiera empaparse en la mínima esperanza. Ella necesitaba el deshago, el filtrar todo eso que había emitido, necesitaba su luto… ahora lo entendía. “No tienes que agradecerme nada.” Susurro que es dedicado para los oídos gitanos, cuerpo que entonces se ahoga en el gesto humano y suspira pesadamente, como si en tal enlace los sentimientos opuestos fuesen cargados sobre su cuerpo y con tal soplido pudiese despedirse de ellos. La conclusión de la plática se respira, por lo tanto, el abrazo comienza a ser desechó. Dígitos buscan el mentón opuesto, pulgar que acaricia la tez, movimientos atraídos por un consuelo que cree sumamente necesario, y sonríe, pesadamente pero sonríe. “Sí, a su debido tiempo, pero lo estará.” Reitera, busca sonar mucho más convencido que antes, busca hallar aquel matiz justo tan solemne como casto, quiere obsequiar tranquilidad (pese a todo aún ese capricho permanece latente), detesta ver a la femenina tan bien conocida por alegría en aquel estado, mas lo acepta y se dispone a ser de ayuda antes que verdugo por un desanimo bastante oportuno.

Se le estaba haciendo eterna la espera, y como pocos habían notado que Juliette no estaba, o quizás ella ya no cruzaba con la pelirroja pero estaba claro que sus cosas seguían intactas, al menos ropa tendría que pasar a buscar, y ni eso. Debía de asentir y aceptar que iba a ser de ese modo, que ya no había otra respuesta que la incertidumbre de la espera y cuidarse entre todos con tal de evitar más pérdidas. Acaricia suavemente la espalda ajena, aceptando que el contrario también podría llegar a necesitar de aquello como ella. Bien ya no estaba más de humor para seguir adentrándose en un tema que no terminaría más que torciendo por completo su mente. Lo mejor seria callar por un momento, ya que construir al pánico significaría la ruina de la cordura que intentaba socorrer en todo momento. Una sonrisa escapa de sus labios, en una tácita risa que se construye con un suspiro corto, al menos podía contar con que Alex le ayudaría a no perder su propia fe en la esperanza de escapar de allí y volver a su hogar. --- Iré a bañarme antes de la cena, dile a Casper que le robé el turno --- Bromea con pesadez en su voz pero se levanta y dispone a irse al baño. Necesita reflexionar por si misma unos momentos, capaz alejarse de todo y limpiar su cuerpo serviría para acoplar de nuevo su serenidad estable. 

// CERRADA /// @demadrugadarpg

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         Cierra los ojos un par de segundos, manteniendo su cabeza elevada, mirando al techo, mientras su espalda continua apoyada en la pared. Un suspiro pesado sale y vuelve a abrir los ojos, se obliga a calmarse. Llorar no va a regresarlo, lo sabe de sobra, aunque también puede apostar que la pequeña catarsis recién experimentada estuvo influenciada por mucho más que por la muerte del menor, y de cierta forma le hacía sentir mejor. “No digo que no merezca cariño, pero sí que no soy la persona indicada para que muchos me quieran.” Admite, y no suena como él, porque normalmente es una pizca de presunción la que acompaña su actuar, de egocentrismo que se esmera en disimular, pero ahora se encuentra en el otro lado. Y ni siquiera él entiende por qué. Ante la mención de una enemistad con el francés no mencionó nada, a su ver, era demasiado vago gastar tiempo y energías en tener problemas con terceros viendo la situación, era no enfocarse lo suficiente en lo importante, pero no iba a mencionarlo porque la mancha violácea en el rostro ajeno le invitaba a creer que sus problemas ascendían a mucho más que lo mencionado con el otro médico. Pero no quería preguntar, sonaba egoísta, pero sumergirse en problemas de terceros era lo que menos quería, y podía permitirse hacer, en esos momentos. Ante la mención de que el azabache había presenciado la muerte del menor sus labios se apretaron, ¿qué podría haber sido? ¿Una tortura visual para el francés y posibles terceros someterlos a ver la muerte de Marius? Le parece lo más probable, porque su mente no concibe otra posibilidad, no concibe que tengo algo que ver. “Hablaré con él a solas, entonces.” Comenta, un tono más distante, volviendo a la extraña calma que parece albergar sus palabras últimamente, que no combina con los restos visibles de una terrible semana. “¿Te busco más tarde?” Sugiere, ya que no se le antoja volver a pasar la noche en la enfermería, tampoco le suena viable. “Podríamos quedarnos en tu habitación.” Complementa, entonces poniéndose en pie, volviendo a imponer un poco de distancia, porque lo que está a punto de agregar podría causarle algo de discordia a la gitana, y lo sabe. “Yo— no quiero que le digas a Casper que estoy pasando tiempo contigo.” Pide. “No quiero— no puedo verlo. No todavía.”

No puede discutirle, no sabe como alejarse de la preseteada imagen que debe tener el contrario sobre si mismo, y tener que explicarle que hay quienes peores no serviría para delimitar un concepto bien visto, ya que suponía que se adjudicaría aún sobre los “malos” y no sobre el límite de los “buenos”. Ya había discutido algo similar con Casper, pero ella sabía que ella había hecho mucho mal en Francia por dinero o simple malicia que le nacía de adentro, y eso le daba la pista a que estaba sufriendo las consecuencias del mal karma ganado por sus trabajos. --- Haz lo que creas correcto, Rhett --- Y sabía que no importaba inducir una decisión porque dejaba en sus manos cómo querer manejar la información, ella se encargó de hacerle saber lo importante, puesto que los detalles se le iban de las manos y no iban al caso. Le brindó una suave sonrisa asintiendo una marcada vez --- Claro, te estaré esperando --- Respondió con amabilidad en su tono de voz, verlo tan dispuesto era algo positivo, y de por si sacarlo de la enfermería también, capaz Nic si sería un problema, pero siendo amigo de Rhett debería cumplir con su capricho, pero Savannah intentaría ser cordial y no provocar un momento incómodo entre ella y el francés, evitando que el británico no sintiera aquella pica que había entre sus amigos. --- Los....los estaré esperando --- Se corrige con intenciones de no mover las aguas ya turbias con el otro francés, y espera que su actitud sea igual por su parte. Le extraña la actitud repentina pero no dice nada, entrecejo sutilmente arrugado hasta que las palabras aparecen para explicarse. ---- Oh...---- Le duele, no lo va a negar, sabiendo todo lo que sufrió Casper la desaparición del contrario, le duele escuchar eso. Baja la mirada a sus manos antes de utilizar ambas para correr su cabellos tras sus orejas a forma de excusa. --- Bien, yo no le mentiré pero tampoco le diré que te he visto, omitiré esa información --- Ahora debe ingeniárselas para explicarle a Casper que no debe dormir en la habitación esa noche, desconocía cómo lo haría y cómo aquello podría llegar a afectarle a su amigo. Estar en el medio apestaba por todos los ángulos. Se levanta y avanza unos pasos hacia la puerta, gira sobre sus talones para mirarle--- Tómate tu tiempo, pero quiero que conste que de verdad quiere verte y te ha extrañado demasiado --- Una simple sonrisa enseñan sus labios en los que dispone intentar ocultar que le hace mal aquel pedido --- Vente a la hora que quieras luego de la cena --- Dice con una sonrisa más sincera --- Te quiero mucho --- Capaz era la primera vez que se lo decía pero ahora que lo tenía de vuelta no podía perderse la oportunidad de nuevo. Y con ese cierre, se retira a su habitación. 

//CERRADA /// @demadrugadarpg

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Josephine Skriver for KOOKAI Spring Summer 15/16

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Denso suspiro que huye de su pecho, odia ser subestimada o degradada cuando sabía que tenía potencial para más. —Okay, Sam— Responde ecuánime sin buscar entrar en conflicto por una cuestión de aprendizaje, si se ponía a discutirlo en cierto punto tenía razón de ir de a poco, en más esperaba lograrlo para así concretar los niveles pronto y llegar a la que le interesaba. Avanza un paso hasta el otro y se aferra al material, la empuñadura se le hace ajena, las armas de fuego no eran lo suyo por más que había una debajo de la mesa de su local por si intentaban robarle u otra situación extraña. Observa el arma en su mano, sus dedos se despegan y regresan a su lugar en un canon coordinado, en lo que busca amoldarse a la misma —¿Comenzamos?— Dice elevando la mirada hacia el contrario sin embargo aún dista de acomodarse al arma entregada, pero perder tiempo no es una opción viable.

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— Gracias, Juno — Responde con una tierna y adormilada sonrisa sobre sus labios, perfilando esperar un segundos antes de poder moverse en los que trata de despertarse por completo. La espera eterna fuera de la habitación del recién llegado es una lucha por su preocupación y la desesperación de no perderlo de vista. — Prefiero no meterme con drogas para dormir, es…son nervios — Confiesa sin miedo a ser juzgada por su propia razón, ya que en esas instancias todos podían reconocer que el problema que quitaba el sueño de muchos era el miedo a la incertidumbre de su propio destino o el de sus propios amigos. Llevó la yema de sus dedos al recorrido violáceo que le había quedado de recuerdo en esa extraña noche de euforia y descontrol. Ya estaba un tanto cansada del constante drama que generaba la vinculación entre el reconocido pero no oficial triángulo que se había generado entre ella y los dos noruegos. Más nada podía hacer porque ella era también responsable de la discordia y de los niveles que había alcanzado la situación. No, no había planeado meterse o encontrar culpables por quién había empezado y qué, las palabras ajenas habían llegado en medio para provocar daños que ella se dedicó a sembrar sin mucho prejuicio, simplemente parecía que lo hacía con una intención maliciosa cuando hablaba con la contraria, pero era simplemente una honestidad perversa que nacía de su propia competencia por ser la mejor en algunas ocasiones. —Descuida, Juno, no duele y no hay nada que puede hacer más que esperar a que se pase— Alzó los hombros con descuido. En su vida, se había peleado varias veces, a veces con otras chicas, a veces con algunos chicos, también había recibido golpes en su propia familia sus hermanos, sus primos, sus padres. Ya esa sección la tenía bastante conocida y no prestaba atención a las marcas de las mismas. Sabía que se irían con el tiempo y que todo volvería a la normalidad. — Es un poco difícil que no me preocupe— Tuerce una sonrisa un tanto melancólica —No he dejado de preocuparme desde que se ha ido, y ahora que ha vuelto....— Un suspiro decayó sus hombros y su semblante que observó la mesa unos instantes —Tengo miedo de lo que le hayan hecho, a decir verdad— Y no podía no pensarlo cuando las imágenes en su mente aparecían si lo pensaba demasiado, pero siempre estaba allí, latente, buscando entrometerse en su cabeza para desenredar cualquier teoría que le daba asco y angustia por su amigo.

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         Estaba bien, entendía el porqué la fémina había decidido decírselo de una vez, después de todo, eventualmente el británico terminaría preguntándose dónde estaría o porqué no había ido a buscarle, porque a pensar de todo el azabache siempre lo procuraba, aunque él hubiese terminado dejándolo por alguien más, aunque hubiese estado saliendo con él y con otra persona al mismo tiempo. Aquellos pensamientos no le hacían bien, no en ese momento, y la culpa comenzaba a acrecentarse, las posibilidades, el sentir que de una u otra forma podría haber evitado su muerte, pero no, sabía que aun si hubiese estado allí, poco podría haber hecho para evitar lo que le pasó al noruego. Negó un par de veces con la cabeza. “No sé.” Admite, regresando sus azuleas en la búsqueda de la mirada ajena. “Yo, no— no tengo una jodida idea.” Complementa, soltando aire de forma pesada, buscando frenar el llanto. “Todo se siente tan diferente, yo me siento tan diferente.” Baja la mirada, sus manos pasando de forma efímera por su cabello, enviándolo hacia atrás. “Él debería estar aquí, no yo.” Vale, lo admitía, sin pensárselo demasiado podría cambiar su vida por la de Marius, y entonces el llanto volvió a brotar. “Ni viviendo mil vidas hubiese podido merecer el cariño que ese chico me tenía.” Culpa apoderándose de sus palabras, de sus pensamientos. ¿Por qué los chicos buenos tenían que fijarse en él? Marius merecía a alguien mejor, y Casper también. Por lo menos sí a alguien que después de una semana de infierno deseara verlo, no como él que estaba evitándolo. Y ahora no sabía si lo abrumado que se encontraba era por la muerte de Marius o por lo hijo de puta que se sentía evitando a Casper. Suspiró pesado, enviando su cabeza hacia atrás y recargándose en la pared que se encontraba tras de sí, el dolor en su espalda seguía latente, pero en esos momentos parecía haber pasado a segundo plano. “Puedes quedarte conmigo.” Cede. “Aunque creo que tendremos la compañía de Nicholas también, será una pijamada.” Agrega, intentando sonar menos afectado por todo, algo casual, un poco juguetón, lo que sea.

Podía pensar y sentir lo que podía estar atravesando su amigo y como podía ayudarle, pero no existía manera de hacerlo. Nada de lo que podía llegar a decirle podría llegar siquiera a calmarlo, no había nada que pudiera hacer más allá de estar a su lado y escucharlo o contenerlo por fuera de lo que estaban las limitaciones que podía el ponerle a ella. Decirle que se calme sería estúpido, prometer que estaría bien también. --- Rhett, te pido que nunca más repitas eso --- Pidió en sus hilo de voz, las imágenes de su tortura eran un dolor profundo que sanjaba su propia cordura hasta el punto de ni siquiera considerar perderlo --- Sé que lo querías mucho, lo sé pero me duele de pensar lo que acabas de decir, sé que diría lo mismo por ti, sólo....no --- Mismo había discutido con Casper por una situación similar que no había llegado a dejar pérdidas más que un terrible pánico a lo posible y capaz que era aquella persona de destrozarlos uno a uno. --- Rhett, no es culpa de nadie, esa persona decide por sobre nosotros --- Se distanciaba de la idea de que podía llegar a ellos tan fácil como que estuvieran respirando. Intentó ignorar aquello por completo pero mantuvo su semblante alerta en las acciones del contrario, sabía que lo mejor que podía hacer era estar a su lado y brindarle apoyo incondicional. Se sintió tan identificada con lo que dijo sobre el cariño que el noruego le tenía y un sudor frío le descendió por la espina dorsal, casi como una señal. Perdida entre sus propios pensamientos, deslizando las conexiones entre Casper, Rhett y Bambie, dos habiendo sido encontrados por ella y uno que había sobrevivido a su lado ¿Cuánto más tendría que esperar hasta que tocaran a Mattias o Rufina? Desconocía entonces la conexión hasta que despertó en su mente la posibilidad de que fuese su propio karma el que estuviera accionando para que las cosas salieran de esa forma, torturar a las personas que más quería para verlas destrozadas frente a sus ojos, impotente a cualquier acción que pudiera ayudarles. Respiró hondo sabiendo lo que debería hacer. --- Rhett, tú mereces muchísimo cariño, más del que crees --- Afirmó casi sintiendo que ella era quien no merecía el de nadie, bajando la mirada y corriendo un mechón tras su oreja. --- Oh, bueno, supongo, creo que será algo incómodo --- Rascó su codo contrario --- No soy la persona favorita de Nic, en ningún aspecto, hasta creo que me gané su odio ---Tuerce los labios intentando rescatar un intento de  sonrisa --- Nic estuvo allí, Rhett --- Habló pausadamente explicando su punto, dando la opción --- Cuando Marius...puedes preguntarle a él lo que pasó si eso te puede ayudar --- No estaba de acuerdo a que supiera porque la imagen lo perseguiría, ella desconocía por completo lo sucedido sólo que él había fallecido durante el trayecto y nada más. 

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jun0stevnxsx:

          “Sav, a mí me parecía que eso era justo lo que hacías.” Comenta la americana agraciada con la escena al mismo tiempo que ocupa sus manos en la tarea impuesta, la recolección de platos sucios que los estudiantes habían abandonado una vez que se hallaron con los estómagos llenos y totalmente listos para enfrentar el día. “¿Quieres que te caliente el café?” Indaga tras una pequeña pausa dónde tan sólo se dedicó a contemplar a la gitana en silencio, desde que abandono la cocina la había observado reposando sobre la mesa, cediendo a Morfeo, se figuraba en consecuencia cuan gélidos estarían sus alimentos.

Una pobre sonrisa tímida se expone en su semblante, dejando en cuidado que era la mínima acción de respuesta que podía dar en lo que se despertaban todos sus músculos. Juno parecía ser el único rostro que reconocía --- Lo siento, estoy..no puedo...me cuesta dormir --- Admite pasando una mano por sus cabellos y respirando hondo para cargar energías. --- ¿Podrías? --- Pide casi sintiendo lástima de hacerlo, se conoce muy independiente más en esos momentos está baja de defensas, haber recibido esa información en su mente la había desgastado hasta el punto que necesitaría muchos días de sueño hasta recuperarse por completo. --- ¿Tienes idea cuánto me dormí? Tengo que ir a ver a Rhett ---Se rescata en ese segundo de su deber con su amigo. 

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kingsleyrayne:

Ingreso repentino, completa atención dedicada a la porcelana que lleva por contenido su infusión favorita. Es un vago intento por obtener paz interior, buscar calma que no existe e intentar navegar en la peligrosa marea que han supuesto las horas pretéritas. Ni repara en la figura femenina, simplemente abandona el contenedor tras el primer sorbo y aparentemente, el ligero ruido es capaz de alterar a la fémina. “Tus palabras y yo somos completos extraños.” Poco le importa que esté ahí, poco le importa el argumento. De hecho, prefiere mantenerse en silencio antes que seguir perturbando la somnolencia que ella cree inexistente.

Confundida no puede evitar pestañear varias veces hasta que la mirada se acostumbra a la luz del comedor nuevamente. Parece haber caído en profundo sueño sin haberse dado cuenta, en un segundo estaba hablando con Fiona para solucionar las comidas que le llevarán a Rhett, capaz conseguir que algún platillo sea el favorito del británico, buscar elevar su ánimo desde aspectos superficiales hasta que su interior se vaya curando poco a poco. --- ¿Qué cosa? --- Preguntó sin esconder lo confuso que le había sonado la respuesta ajena. 

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bskje:

Pernio del frigorífico el cual tanteaba en busca de excedentes del refrigerio ingerido sobre el crepúsculo anterior, dimana un estrépito una vez éste es enclaustrado despabilando a la silueta que aparentaba estar tendida sobre los sedosos miembros de Morfeo.   “Nah, solamente mirabas hacia adentro. Es algo común cuando te mueres de sueño.” Conjunción de prosas con símil significado es electa para agraciar las palmas atitéticas con el cetro de la razón, obsequia una curvatura genuina sobre sus carmesíes cuyas apariciones habían sido limitadas en concepto de los sucesos recientes. “¿Sabes si aún quedan costillas de cerdo?” Inquiere. “Me salté la cena de anoche y ahora tengo ganas.”

Una sonrisa adormilada se reprime en lo que se acomoda, pasando la mano por su rostro ¿Cuánto había dormido? No lo sabía, ni cercana estaba para recordar la última hora o los últimos segundos previos a los que sus ojos cayeron en el túnel del sueño, llevados por los polvos mágicos del hombre de arena. --- Suena interesante, mirar hacia dentro --- Bromea aún espabilándose con suave movimiento de su rostro --- Ni idea, B, estaba algo ocupada observando mi interior --- Alcanza el plato de las tostadas --- No tengo hambre, cómelas tú, puede que sirvan, si imaginas muy fuerte saben a costillas --- Jugó con la contraria, estirando una sonrisa que atina a ser una risa, estaba tan tranquila de verla de nuevo a pesar de las marcas --- Te extrañe --- Admite antes de beber un sorbo de frío café. 

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wolffcass:[flashback]

Era fatiga lo que acompañaba a sus huesos, la piel oscura debajo de los ojos, era la pesadez que sentía sobre los hombros. Pocas horas habían pasado, demasiadas noticias armando revuelo en su mente, y aun no podía descifrar a qué darle prioridad, con quien hablar, qué hacer. Por suerte un elemento de la inmensa lista apareció frente a sus ojos en la figura de la rubia, opresión en la garganta liberándose solo una fracción al poder emitir lo que quería decirle. Y tenía razón, ella; ambos podrían haber muerto, y sabía que aun no se había detenido a analizar aquello. Pero no podía. Si se lo permitía, todo semblante de calma que poseía se iba a derrumbar de inmediato—. Por supuesto que es mentira —dijo, enfocándose en sus palabras, un ligero fruncimiento del ceño mientras el corazón se le aceleraba. Porque detestaba que ella pensara que aquella era la realidad, que por algún motivo merecía morir—. Sav, que hayas hecho algo malo… no significa que seas una mala persona, y tampoco le da derecho a nadie de decidir sobre tu vida —quiso hacerle saber, dando solo un paso en su dirección, pero mantuvo la distancia. Nadie tenía la facultad para decidir quién podría vivir y quién no, uno de los motivos por lo que toda aquella situación le sentaba tan mal. Todo se estaba saliendo de control y cada vez más lucían con menores esperanzas, pero no abandonaría a ninguno de los amigos hechos allí. Fue por aquellos motivos que se animó a cortar la distancia existente tras lo último dicho y rodearla con los brazos, ofreciéndole un abrazo del que ambos pudieran beneficiarse, rogando porque ella ignorara el temblor que recorría su cuerpo—. ¿Crees que yo soy lo suficientemente fuerte para verte morir a ti? Dios, no —murmuró con un intento de risa rota, las palabras afectadas de demasiados sentimientos—. No, Sav. Debemos buscar una forma de salir de aquí.  

Amagó con acercarse, capaz para poder aferrarse a él y que terminara la discusión, más no podía, aún estaba demasiado sensible y no sabía cómo llegaría a estar él como para avanzar de tan pronto luego del fuerte intercambio de palabras que había tenido posterior al momento traumático de tensión. --- Cas.... tú siempre me viste con buenos ojos, pero no puedo aceptar que soy completamente buena --- Tuvo que corregirle, seguía aún rasposa su voz por el tono utilizado antes, le dolía más haber peleado con él que la fuerza que usaba en algunas palabras al hablar para que se escucharan, pero sentía el aire vacío correrle por la pronunciación forzada.  Le dolía demasiado la distancia que se encontraba entre ellos, pero la fuerza con la que se había peleado aún residía en su pecho y como por un instante todo lo que se quería estaba perdido. Sin embargo ella sabía que no era así, que aquello había sido por la simple idea de que se querían tanto que no podían soportar la idea de perder al otro, mucho menos ser espectador de aquello. Y tan pronto estuvo entre sus brazos no pudo evitar más que aferrarlo con mucha fuerza, toda la que consiguió para demostrarle que no quería nunca más volver a pasar por aquello con él. --- Nunca te lastimaría de esa forma, Cas, pero no puedo dejar que te hagan algo --- Hablaba sosteniéndose de la tranquilidad que tenía de estar todo bien entre ellos, pero no podía alejarse de la tensión que aún no desaparecía de su pecho por lo vivido --- Te prometo que saldremos de aquí, Cas, lo haremos, te lo prometo y vendrás a mi casa, conocerás a mis hermanos y vendrás a nuestras fiestas --- Recostó su rostro sobre el hombro ajeno, acomodando su postura a una más cálida, sus palabras sonaban lejanas pero era una linda esperanza a la cual aferrarse, cerrando los ojos --- Vendrás a mi local, hasta podría tirarte las cartas, hacer tu carta natal, leer tus constelaciones ---- Una suave sonrisa se dibujó en el rostro francés al imaginarse todo aquello. 

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--- ¿Tienes la escopeta en mano, Samuel? --- Pregunta evitando pensar en el sueño que la agobia, pero se la nota más tranquila ahora que Rhett ha regresado y que Bambie está a salvo --- Tú dime --- Expresa con algo de serenidad en su tono de voz.

“Bueno, a ver, ¿arrancamos de una vez?” sin atención fija al rostro contrario, sino en una serie de objetos de utilidad prioritaria, entre suspiros las palabras del principal responsable de la división de tareas resonando cual coro. Tortura implícita en las facciones.