SANTO DOMINGO DIVOS CLUB , Cultura dominicana en cualquier tempo. Si no eres Leather, Cuero, Avión, Chapi o puta. Por favor no, nos sigas. Blog medio freco y NSFW.
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Hay e que tu ere duro
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El hablao / We Are Dominicans
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MARIA MOÑITO
foto: TRINI LORA
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SAN ISIDRO HARD PARTY
#DOMINICAN#republica dominicana#dominican republic#ERREDE#SDQDC#PARTY#leather#CUERO#EL12#DOCE#CABAñA#CHAPI#CHAPIADORA#CHAPIADORAS
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Pobre Campeón lo tienen en Wellington Kiu y ella dando 220 a las 420 con un divo.
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The truth of childhood 📸: @joeytruex #UNXPSD | #DOMINICAN (at Dominican Republic)
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SDQDC de Paseo........
#sdqdc#1999#dominican#dominican republic#rep dom#repdom#dominicana#republica dominicana#zona#duarte#duarte con paris
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Interludio de un vehículo del 1992
Yo no andé montado siempre, lo que quiero decir, es que al igual que ustedes, mortales que seguro la mayoría de ustedes andan a pie, tuve la mala dicha de tener que subirme en un carro público a las 7 de la mañana, luego de hacer una larga fila bajo el cálido sol de la mañana, un lunes cualquiera, como son todos los lunes cualquiera de todas las semanas, todos los meses y todos los años, sin importar qué fecha importante caiga en este nefasto día, el nombre lunes cualqueriza cualquier actividad o día festivo. Pero este no era cualquier lunes cualquiera, o no, este lunes me la iba hacer como nunca lo había hecho un jueves, o un viernes, que por lo general es un día catártico, en este etapa light de mi vida.
Acababa, luego de más de treinta minutos de esperar, de subirme al ya conocido carro de concho de un barrio cualquiera (Como el lunes) de Santo Domingo de Guzmán, el pana que nadie conoce y to el mundo menciona, como el amigo que el desconocido busca y nadie sabe donde vive aunque estés sentado frente a su casa. Tuve la suerte de ser el tercer pasajero en subirse al vehículo, como está claro, en la parte trasera de la carcasa motorizada. Debo decir que no iba tan incómodo, o eso pensé al principio, pues se me había pasado que en la avenida principal estaban construyendo un elevado en dirección perpendicular a nosotros, los pasajeros, que luego nos lamentamos pues sabíamos que teníamos que chuparnos ese embotellamiento. Oh padre, ¿Recuerdan que les dije que no iba mal puesto en el asiento más lindo de un carro público? No lo iba, pero cuando hay tapón todo se vuelve un ocho. Uno no va incómodo porque uno piensa llegar rápido a su destino, pero dado que el elevado y las maquinarias para construir metrópolis y urbes estaban en obstruyendo el paso vehicular, mi pierna derecha, que está posicionada un poco más adelante que la izquierda, y el muslo atrapado por huesos que no recuerdo el nombre, esos que se encuentran debajo del toro o lo que sea, causan un calambre riquísimo y divino. No vamos a mitad de camino y siento como la sangre no está circulando en esa pierna, intenté mover mis dedos dentro de los zapatos para sentir el corrientazo hasta que no se siente nada, solo un músculo cuasi muerto que bien podrían cortar en ese momento y no percibiría dolor por lo menos por los primeros segundos, esto no era raro que pasara, pero entonces pasó. Mi segunda pierna, la que consideré segura de cualquier tipo de calambre iba pasando por los mismos síntomas que la primera; supe que para mi era el fin, ¿Cómo me desmonto del carro sin pasar la vergüenza? ¿Me quedo un rato adentro cuando llegue a mi parada o me desmonto y me voy de boca? ¿Adivinen cuál opción tomé? Tengo un 4 puntadas en mi mano derecha porque cuando caí había vidrios de un lío de piperos que se la fueron a botellazos la noche anterior peleando por un cuero que ni con ellos se fue. Y llegué tarde al trabajo
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De dominicanos/idiotas
Ustedes los hombres cada vez nos las cagan más a nosotros los demás hombres. En serio, lo digo realmente y en un tono algo molesto. Cuando aprenderán mi gente, cuando será… Ven una tipa en la calle, la pitan, la tipa no les hace caso y la insultan, coño señores, no hagan eso, cada vez que lo hacen le cierran la puerta a 5 hombres más que quizá no iban a acosar la muchacha pero ustedes de relambíos y galantes vienen de palomos y la espantan. Es de pura tinta que se dice que las mujeres son como cigüitas, si las joden se van volando, tienes primero que tener algo con que atraerlas, en un tipo de trigo o maíz figurativo con la cual puedas acercarte a ellas sin parecer una amenaza, y tal vez, sí eres lo suficientemente lindo, porque vamos a poner las cosas claras, si usted es feo no hay mucho remedio por más maíz que usted lance a los pajaritos, puede ser que el ave te deje posar tus manos, de manera gentil siempre, sobre sus alas.
Espero no estar objetivizando de gran manera a la mujer, pues solo la estoy utilizando como imagen de ilustrativa de un caso en general que sufren todas en las calles, por lindas o no tan lindas que sean: El acoso. La verdad el acoso es malo de cualquier manera que se haga, ya sea con las mejor de las buenas intenciones, te amo, quiero formar una familia contigo con 3 hijos; dos varones y una hembrita y el peor de los sentidos y más fugaz te lo quiero meter y babai. Dentro del acoso en sí, radica otro problema que dificulta más la tarea del cortejo de la fémina dominicana y me atrevo a decir que casi cualquier fémina en occidente, porque la verdad no sé de qué manera se le tiran los hombres en un país digamos como India… Bueno, a decir verdad lo sé, como iba yo a no saber eso, es algo elemental, lo que yo sé es que ustedes no saben, pero bien, este no es el caso. Como les decía, la mujer dominicana ya condicionada por parte de sus madres y sus tías, y abuelas, y vecinas y amigas; sí continúo la lista hoy no acabo, ella belleza ocre, de fértiles caderas y pecho pequeño, de cabello rizado, lacio, duro muchas veces, pero domado por un sinfín de productos embellecedores, esa fiera del caribe del conquistador y de Rubi[1], Trujillo también, quien las amó a fuerza la mayor parte de las veces, esa quisqueyana que hay, me imagino, en cada casa donde haya un hombre dominicano, esa, cada vez que la llaman cuero[2] (Aunque si ustedes crean que sea, total, que diablos le importa a ustedes si lo son o no) se aleja más de nosotros como sexo masculino cada vez que un estúpido la llama así. Pongámonos a pensar por un momento que pasará por la cabeza de esa mujer cada vez que es llamada cuero. Yo lo he hecho, y no son cosas agradables las que pasan por mi caco, yo como hombre les puedo decir que se siente asqueante y repulsivo el acoso, ahora que te llamen de tal forma, con las connotaciones que vienen con esas palabras, es de la forma más baja que se le puede llamar a una mujer, una que se vende o que simplemente que tiene sexo con cualquier hombre porque al igual que nosotros le agrada. A muchas la llevan por un callejón sin salida, porque sí viven de eso y quieren salirse de la vida le continúan recriminando eso que hacían y que ya no hacen, las demás le dan pa´alla hasta las últimas consecuencias porque esa vaina le gusta, de mi parte, me trae sin cuidado sí hacen o no, el problema no es con ellas, el problema es con nosotros. Se los pondré de una manera llana que todos los que estemos leyendo esto podamos entender.
Cada vez que le llamas cuero a una mujer se singa menos.
Así de simple, se tiene menos sexo. Porque cada vez que las llama putas siéndolo o no, un bloqueo mental se activa a la próxima persona que se le aproxime con todas las mejores intenciones del mundo. Entonces no solo la cagas para ti, sino que también lo haces para el que viene después de ti y el siguiente, y entonces esto se vuelve un círculo vicioso, porque tal vez el que vino después de ti la acosó de una manera igual como lo hizo el primero, ¿Y ven a qué me refiero? Entre bomberos no se pisan la manguera, nosotros cagándola una y otra vez, y entre ellas prestándose los vestidos. Quizá ustedes nunca dejen de llamarles cueros, porque eso fue lo que les enseñaron hasta sus mismas madres, pero por lo menos busquen un sustantivo con qué sustituir esa palabrita tan dañina.
[1] Porfirio Rubirosa fue un dandi y persona famosa a nivel mundial por estar básicamente metido en líos y vaginas por igual de mujeres reconocidas a nivel mundial durante la década de los años 30 hasta su muerte a principios de los 60, fue canchanchán durante un tiempo de Rafael Leónidas Trujillo Molina.
[2] Puta.
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La evolución de un Bebedor
La evolución es absoluta, nada permanece igual. Lo que era ayer ya no es hoy y lo que es hoy no será mañana. Esto lo supe tomándome unas cervezas. Todos las sostenían de un modo incómodo y poco convencional para el cuerpo de la botella, la sostenían por los hombros, como si en algún momento entre sorbo y sorbo podrían caerse y tuvieran que apoyarse de algo, en este caso, la botella. Me lo encontré idiota, ¿Cómo que es así que se agarra una botella de cerveza? Yo sostengo mi vaina como yo quiera, yo la compré. No hay que hacer un curso pa eso, si yo quiero la boto, si quiero me la exploto en la cabeza (O se la exploto a alguien).
Loco pero no te ves cool así, la gente no la agarra así.
Ah, yo no soy la gente, yo soy yo. Y entonces me llegó, la máxima más iluminadora de un bebedor de cerveza.
Madurar es sostener la cerveza por donde te dé la maldita gana.
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X’No/ché
Día y noche eran para mí lo mismo. De hecho todavía lo son, no sé distinguir si amaneció o sí es que se ta haciendo de noche, el alcohol no me deja ver nada y yo tampoco me permito ver mucho, lo prefiero así, todo igual y estático, como el mismo gobierno que me contrató, que nunca cambia, solo se cambia la ropa, como yo, que cambio de novia, de bebidas, de amigos, y de vida.
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Dilema
Nunca pensé que iba a tener la oportunidad que se me dio aquel funesto día. Quiero decir, que hombre no quisiese que le sucediera algo así, no supe cómo reaccionar, todo paso tan rápido que no me dio tiempo a hacer nada más que solo contemplar lo que estaba pasando. Frente a mi estaban dos hermosas mujeres realizando la fantasía de cualquier hombre con sentido común alguno, era intimidante, pero de ese miedo que te invita a realizar las cosas, ese de los emprendedores, ese miedo que yo no tengo, pero que hoy si surgió en mi como burbujas del fondo de la tina. No pude detenerlas, el frenesí que lleva todo esto es indetenible y debe consumirse, quise, pero no pude, no sé qué me detuvo. Gritaban, se halaban los moños, se mordían, el jadeo, el sonido de sus cuerpos chocando el uno contra el otro, el sudor… La sangre; todo ese espectáculo para mí solo, el cómo gritaban mi nombre, como lo poseían en sus labios, era suyo. No hay nada más excitante que ver dos locas dándose golpes por un tipo como yo, lo admito, no pude desapartarlas, no tuve la fuerza de voluntad, no supe si reír, llorar, sentir lastima por ellas o sentirme bien por mí, pero si me sentí el rey del mundo.
Dos mujeres buenas peleando por mí, espero que mis hijos tengan esos mismos problemas.
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Churchill Subiendo
Lunes pal que pueda. Bakkus ta cerrado. Creo que no pudieron. Trabajaba en el malecón, en un bar donde vendían cervezas alemanas y ahora es un punto de reunión de jevitos pericosos. Solía salir tarde si había mucha gente y a veces no, siempre hay algo, o llega un mamagüebo o unos mamagüebos que no se quieren ir, a pesar de que están ellos solos, y las canciones de despedidas parecen no llegarles, quizá eran muy idiotas o nosotros masoquistas. Ese día salí temprano, como a eso de las 11 de la noche y se me ocurrió la maravillosa idea de subir la Churchill a pie hasta la 27, dique pa estirarme, algo que no necesito pues yo soy flaco y estoy bastante estirado.
Y ahí la veo, sola, bella, y otra vez sola, en la Churchill. Me espera, mira hacia todos los lados y luego hace como que me acaba de ver. No se asusta, ve mi uniforme, mi polo y su logo ininteligible en el lado del corazón. Hasta el día de hoy no supe qué significaba. No me detuve ¿Pa qué? Seguro era un cuero esperando un cliente, la tipa taba demasiado buena como pa que estuviera dique subiendo la Churchill igual que yo.
- ¿Tu vas pa arriba? -(…) -Oye. - ¿A mi? -Si a ti. -Dime. - ¿Vas a subir? -Si. - ¿Te puedo acompañar? Estaba esperando a alguien para no subir sola.. -Bueno, ok.
Vamos en silencio, subiendo, viendo los carros pasar, ella muy tranquila, cuando viene a ver se sentía segura, como cuando uno era chiquito y en la oscuridad de la casa sin luz uno se desplazaba junto a un adulto, nada nos iba a pasar, si había monstruos no nos comerían, sin saber que si hubiera uno nos iba a comer a los dos de igual manera; qué ingenuos éramos antes y que ingenuos seguimos siendo ahora. Trato de verla de reojo, su cabello es soplado por el viento de los vehículos, intenta decir algo pero se traba, yo no insisto, huele a pasas, de cuerpo está 9/10 y cara un 8. Me pongo a pensar un tro de mierda que no iban a pasar nunca en la vida, como que si comenzamos a hablar puede que le caiga bien y que me de su número, y que un día nos veamos en otras circunstancias, lo que to el mundo piensa y nunca sucede. En mi cabeza ya yo tenía todo realizado, y justo cuando quiero decir algo, ella hizo su mundo conmigo.
Menor, no te mueva o te doy un plomazo.
Una tipa me taba atracando, y lo logró. En ese momento se detuvo un motor junto con otra persona. Y en lo que ella me apuntaba el pana de atrás me quitaba to mientras me repetía una y otra vez que si gritaba la macaba. Yo sé que si gritaba la macaba porque yo no grité. En ese único momento vi su sonrisa, y me odio porque me gustó como era. Pero lo que más me dolió fue saber que el amor de mi vida resultó ser una ladrona… Por lo menos fueron corteses y me dejaron 50 pal pasaje.
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Las primeras Nieves de Mayo (2016) (Interludio)
El anciano se siente adolorido, las articulaciones y su artritis acaban por dentro con lo poco que queda de él. Se sentó en su cama con los resortes que no beneficiaban en nada a su espalda y se vistió con dificultad. había mucho frío, pero así es siempre en La Nevera de Constanza. Se puso su camisa sin abotonar, un pantalón sin correas que se le caía de la cintura y se colgó el machete. De abajo de la cama sacó dos chanclas de caucho que solían ser zapatos y se las puso, no coló café, no había tiempo, y tenía cosas más importantes que atender en ese día. Abrió la puerta de su humilde casa y lo que ve le sorprende más que todo lo que lo había visto en la larga que vida que ha vivido: Era nieve. Nieve, hielo, niebla. El suelo estaba cubierto por el manto blanco y los árboles tropicales y las montañas vestidas de novia. En el conuco los animales se arrinconaban cómo podían los unos a los otros, vacas, caballos, cabras, todos bien cerca, la escena era lo más cercano a una quimera de granja. Las gallinas protegían sus polluelos del congelante clima y algunas yacían petrificadas, adornando con su cadáver el conuco como si de un monumento conmemorativo a la labranza se tratara.
Usualmente en Quisqueya llueve en mayo, como lo es normal en casi todas las islas del Caribe, pues es cuando comienza la temporada ciclónica, pero nieve ¿Nieve? Nunca. Aquí no nieva, pero dado que esto es República Dominicana, el país de las maravillas, que no ocurriría acá. La nieve no es algo malo, en parte, es un fenómeno que muchos dominicanos en verdad esperaban que sucediera aunque fuese una vez en el territorio nacional, pero lo que la nieve no sabe es lo inoportuna que es al caer por primerísima vez el mismo día que debían de celebrarse las elecciones nacionales presidenciales. Las cadenas de televisión que iban a dar cobertura a todo lo relacionado con las votaciones del país ahora se habían volcado a tratar el tema de la nieve, cambiando de agenda totalmente. Según los reportes, el departamento del clima del país aseguró que en altas horas de la madrugada la temperatura había descendido considerablemente de manera estrepitosa, como si alguien tuviese un interruptor graduado y deslizó hacia abajo, en sentido de que el calor se disipara y fuese el frío que lo sustituyera. De hecho, en la mañana de las votaciones se pronosticó que llovería, cosa que no pasó, pues un granizo pequeño cayó y luego, cuando la temperatura descendió aún más, nieve hizo su número, para convertir todo el territorio nacional en una mini Suiza sin ninguno de los índices de desarrollo.
A las 6 de la mañana los cabildos estaban desiertos, no hubo un alma decidida a votar porque una tormenta de nieve se avecinaba sobre la isla, según declaraciones del COE, quien nunca tuvo que decir algo al respecto, ahora se hablaba de la categoría de la tormenta, de la velocidad de los vientos fríos que venían de Este a Oeste, de las precauciones a tomar en caso de sufrir hipotermia, donde acudir, evitar caminos con posibles avalanchas y desalojar a las personas que vivían en las montañas y debajo de las faldas de estas. Las personas que vivían a orillas de los ríos también fueron desalojadas, ¿Por qué? Sí bien los ríos no se desboradarían esta vez, al estar tan cerca del agua congelada, las autoridades temían en la estupidez de que estas personas comenzaran a querer caminar encima del hielo de los ríos y afluentes y solo evitaban posibles ahogamientos. Las demás personas soportaron el frío como pudieron, tomando cuanto trapos y prendas tuvieran encima y las otras posicionándolas por debajo de cualquier hueco donde se pudiera colar el gélido viento. A pesar de todo esto que se desarrollaba, las elecciones seguían en pie, y los partidos estaban preocupados, entre ellos el Partido Humanista Dominicano, o PHD, pues, qué harían ellos sin votantes. A las diez de la mañana, un estimado de 120 a 150 personas había votado por cada padrón electoral en las grandes ciudades y pueblos, en localidades con menor densidad poblacional la cifra estaba por debajo de las 50. La tormenta, que estaba ya encima de nosotros, no tenía cara, y si la tuviera, fuera una de no detenerse, con temperaturas registradas de -3º Celsius, cuando el dominicano apaga el aire acondicionado en 16º Celsius. La gente quiso salir a la calle, como no, era nieve al fin y al cabo, es lo normal, nunca habían sentido ni visto nieve, y la gran mayoría con seguridad tal vez no la volvería a ver jamás en su vida mas que esta vez. Los indigentes la pasaron muy mal ese día y los locos que en otros tiempos andarían desnudos ahora tenían hasta 3 camisas; el frío los volvió cuerdos y conscientes de lo frágiles que son sus cuerpos. En las noticias se continuaban exhortando a las personas que permanecieran en sus casa y bloques de especialistas hablaban de que pudo haber sucedido para que nevara en Quisqueya. Los candidatos presidenciales también exhortaban a la población, pero a que acudieran a las urnas a ejercer su derecho al voto, esto claro, desde sus respectivas residencias. Todo el que pudo sacó sus abrigos de pieles, grandes prendas con capas y capas de tela una encima de la otra, y salía, cuando la tormenta descansaba, a tomar fotos con sus celulares, a construir muñecos de nieve, y reguillarse con bolas de nieve. había más de 15 centímetros de nieve que nadie palearía. La electricidad tuvo su servicio regular intermitente como todos los días, aunque esta vez se iría más que todos los días, pues el alambrado estaba congelado y mas que eso mojado y resbaloso, al igual que los postes de luz y todo lo relacionado a electricidad tuvo que ser dejado para otro día, cuando todo se calmara. Los almacenes y supermercados registraron grandes ventas de dos productos de primera necesidad: Pan y chocolate. Las ventas de estos dos productos se vieron triplicadas, además como productos como el té y el café. Las calles estaban resbaladizas y súmele el hecho de que estamos todavía en RD y el descontrolado tráfico y tendrá como resultados decenas de accidentes por parte de conductores imprudentes que no conducen con precaución en el mejor de los tiempos y ahora no es la excepción. Además de esto, obstrucciones en la calle por parte de postes de luz caídos, ramas de árboles desprendidas y mucha pero mucha nieve acumulada en donde en otro tiempo, cuando todo ocurría con normalidad, habrían grandes charcos de agua estancada.
Dieron las tres de la tarde y el Sol no daba signos de aparecer cerca del Oeste, solo nubes grises y negras y nieve descendiendo lentamente. Los corresponsales de los medios internacionales que cubrirían las elecciones estaban atrapados en los hoteles y luego de haber reportado la situación actual a sus superiores, fueron ordenados que se tomaran el día, aunque no hubiese mucho que aprovechar. Las muertes continuaba ocurriendo, quiero decir, la gente se moría todos los días, truene o centelle, esto tenía que suceder, pero ningún dominicano sabía que llorar un muerto con frío sería tan difícil. En primer lugar no vendrían familiares al darte el pésame, no habría velorio, no carpas, no sillas, no café, sólo un puñado de gente que pudo de alguna forma arreglárselas para visitar a los familiares dolientes y una caja pentagonal en medio de la sala, fría por fuera y por dentro. En segundo lugar, ¿Quién asistiría al entierro? ¿Quién enterraría al muerto? El cementerio estaba cerrado. Por suerte la descomposición del fenecido ocurriría con mayor lentitud gracias al clima. Dieron las seis de la tarde y se cerraron las urnas, pero ya estaban cerradas para que no entrara el viento congelante. El conteo de los votos se realizó en menos de una hora; no había mucho que contar. Ninguna urna fue robada, como sucedía en elecciones anteriores, no había quien lo hiciese, pero si muertes como siempre, solo que esta vez era adjudicadas a las garras blancas del frío y no manos humanas. Los boletines fueron transmitidos con mucha dificultad pues la antenas transmisoras estaban congeladas o estaban en el suelo. A las 9 de la noche, el corresponsal de la Junta Central Electoral declaró la cantidad de los votos. Ganó la oposición, no por muchos votos pero la Junta la declaró vencedora. Nadie salió a celebrar, con qué ganas lo harían, no había personas en la calles en algarabía, solo muchas puertas cerradas con toallas y trapos y el sonido de un frío gris que no se iría ni hoy ni mañana, sino mucho después. Pero, dado que los votos no pasaban el mínimo requerido por la constitución, los votos fueron nulos; debieron irse a segunda vuelta. El día pasó muerto y la gente tenía que prepararse para el día siguiente y no sabían cómo lo iban a afrontar.
Solo una cuarta parte de los empleados se presentó a trabajar al día siguiente. La mayoría o tenía mucha gripe o había mucho frío como para salir a la calle, pues el clima no mejoró. Los chocolates se vendieron hoy más que ayer y los panes se agotaban más rápido de lo que se horneaban, otra cosa que se agotó fueron los enlatadas y las sopas, las harinas; todo lo que se servía caliente fue comprado. Los cultivos murieron al tercer día de la nevada, que a pesar de no contar con los vientos del principio continuaba igual de imponente y con temperaturas bajo cero. El cementerio ya había abierto para cuando eso, sin embargo eso de llorar los muertos a la intemperie no le cuadraba a la gente, con el frío no hubo ninguna gana de hacerlo y los entierros se realizaban sin personas, mas que los familiares y de manera rápida. Prontamente los bancos se vieron llenos de personas tratando de sacar todo el dinero que podían, aunque de momento el banco se lo impidió acudiendo sagazmente a los contratos que los clientes no leían y que en tiempos como estos los ahorcaban pues no había nada que pudieran hacer y tenían que someterse a lo que habían firmado. Solo tres días, tres días habían sido suficientes para nosotros, y lo mejor faltaba por venir.
Las elecciones seguían pendientes, para la semana siguiente según lo acordado por la Junta, dado el limitado número de votantes de la semana anterior. Una semana pasó y el lunes no se celebraron las elecciones; no hubo operario apto para el proceso de impresión de las boletas, ni uno que pudiera, pues el tiempo empeoró aún más que la semana pasada. Todo el mundo estaba en sus casas, casi todos, excepto claro, los doctores, policías y demás servidores del bien común, quienes debían soportar la temperatura porque el deber va primero, y el interés propio después. La delincuencia tuvo un descenso considerable; no hubo a quien asaltar ni asaltantes que hagan el trabajo sucio, eso, al igual que el macuteo, que tuvo un descenso, al igual que la temperatura que ahora estaba en -5º Celsius.
La situación se tornaba preocupante para el Estado dominicano y todas las empresas privadas. El transporte también se vio afectado de sobremanera, tanto así que aumentó 5 a 10 pesos por el riesgo que el chofer tomaba en conducir en calles cristalizadas sin contar con neumáticos especiales. El gobierno buscó respuestas pero de nada valían las explicaciones si lo que estaba pasando está; tenían que resolver. Mucha gente quedó atrapada en los aeropuertos pues no podían ni salir ni entrar y muchas otras por no poder aterrizar. Como podrán ver, la nieve en RD era mas que un problema, ¿Pero creen ustedes que el gobierno en última instancia estaba preocupado por eso? Claro que no. Los votos, los votos eran su único problema, y lo que temieron cuando vieron terminado, aunque anulado, su mandato por falta de votantes a su favor. La temperatura seguía en pie de lucha, con 3, 2, -3, -5 grados celsius. La gente tenía el grito al cielo gris de un frío Santo Domingo, con una tormenta interdiaria, los reos de las cárceles, que de paso tenían las condiciones más insalubres posibles, ahora tuvieron que soportar el frío y muchos habían contraído neumonía. Los suministros de primera necesidad, los que quedaban eran difíciles de transportar, dado lo dificultoso que se volvió la carretera, las rectas y curvas de montañas recordaban a los camioneros una Alaska que un día vieron en Discovery Channel, esto afectó de manera sobrecogedora los precios en estos artículos, y sus precios se dispararon, afectando en primera instancia a la población pobre que ahora no tenía medios de ingreso porque ir al trabajo no era factible por las temperaturas tan bajas que había. Entonces el gobierno se dispuso a entregar cajitas y esta vez no hubo orgullo de no tomarla, si no querían morirse de hambre. Lo demás encareció y todo lo no necesario abarató. Las prendas para el frío subieron de precio y las ropas holgadas y abiertas los comercios la daban por cheles. Las fábricas de ropa con la tela que les quedaba y los empleados que se reportaban fielmente y que soportaban la temperatura para poder mantener a su familia comenzaron a fabricar piezas aptas para el clima. Curiosamente, la discotecas tuvieron buena acogida al frío y a la nieve, la música movida, el alcohol y la saltadera mantenían al cuerpo caliente, de igual modo el sexo, por lo que las cabañas estaban la mayor parte del tiempo para el que pudiera pagar los 500 pesos de cargo para el uso de los recién instalados calentadores. En las calles de todos los barrios la gente comenzó a encender fogatas que la policía tenía el deber de apagar, solo para tener que acudir a otra parte a apagar otra en la calle siguiente y en la siguiente y al final no hacía nada porque hasta a la ley le da frío y la ley también tiene familia con quien estar.
Las elecciones seguían posponiéndose porque aunque en un mes la gente estaba medio acostumbrada al viento gris y respirar con vapor, el día que se pretendían realizar era atacado por una tormenta de nieve cada vez que llegaba, y en algunas ocasiones, hasta cayó granizo, que hacía chichones y arruinaba ventanas y vehículos, por lo que la gente tenía cosas más importantes en que preocuparse que elegir un presidente.
Ya era Julio, el tiempo el mismo. Quisqueya está más o menos acostumbrada al panorama actual de la cosas. Al menos una cosas estaban saldadas con la nieve; ya no habría que viajar, ¿Para qué? Al final del día el dominicano común le importa un carajo Nueva York, implícitamente, el dominicano solo quiere sentirse, y verse en otro clima, y aquí ya lo está. Solo le falta subirse al avión, y no importará el destino, incluso si el avión va para la mierda no importa. El dominicano quería nieve, ponerse blanco, que sus mejillas se tornaron rosas y su nariz y sus pómulos. Todo el dominicano estaba clarito de piel, y usaba abrigos gordos y bufandas y gorros y guantes, lo cómico que se ve una doña con un gran abrigo de gamuza montada en un motoconcho vestido con algo parecido, yendo sin brisa, porque habían tenido bastante, ambos, y la calle ya no era un sitio para caminar, ahora para correr. Quisqueya se encontraba en un estado de emergencia porque no había comida y el Estado debe ocuparse de sus ciudadanos en la pobreza extrema, y ahora también de los clase media y en secreto, hasta de algunos ricos. Todo el mundo es igual al todo el mundo cuando no hay nada. Por suerte para el Estado la ayuda comenzó a llegar cuando creía que todo estaba perdido, los vuelos se habían regularizado y las grandes potencias por mar y tierra enviaban ayuda al pueblo desamparado en el inesperado invierno del Caribe. Pronto el gobierno tendría otro problema; las elecciones no se habían celebrado y los gobiernos solo son de 4 años según la constitución, pero como siempre, el día pautado para el sufragio era agotado por un mal tiempo, y si antes eran -5º Celsius ese día se registraban -10. Ustedes no se imaginan lo desolador que es ver a Santo Domingo sin luz desde un penthouse de Piantini en estas condiciones, parece los vestigios de lo que fue una civilización y solo con la nieve nos damos cuenta de ello.
Con calentador el frío es insoportable, ahora imagínense sin electricidad y con -10 grados, es insalvable. Pronto la gente comenzó a hacer conjeturas de lo que sucedía. Solo el día de las elecciones el clima empeoraba, de alguna manera el clima tenía que ver con las infames elecciones, mientras los viejitos se morían de fríos, los recién nacidos en los hospitales corrieron con la misma mala fortuna. La vida con el frío continuaba como se supone debe marchar. Las autoridades habían buscado la forma de arreglar el día de las votaciones, y sometieron un proyecto efímero en el cual en vez de un día para votar, habrían tres: El viernes, sábado y domingo de 6am a 6pm respectivamente, ¿Y adivinen qué sucedió? -15 grados sacudieron el viernes, -18 el sábado y -17 el domingo. Existen coincidencias, pero estas no lo eran. Julio pasó y también agosto, con las temperaturas bajo cero, al igual que la comida, el agua y la electricidad, el dinero… Como no hubo presidente electo, el congreso se haría cargo de la República, cuando acabara el mandato del presidente. Sería la primera vez en más de 53 años que la silla presidencial la tomaría más de un incompetente a la vez, en este caso 222.
Esa noche el viejito de Constanza se acostó con la desesperanza de despertar y encontrar el blanco manto que cubrían las faldas y laderas de su fría (Pero ahora helada) Constanza. Al día siguiente no se levantó como acostumbraba, a las 5, sino que lo hace a las 10 de la mañana. Siente que el abrigo que le regaló el Estado le es pesado en su frágil cuerpo y se lo quita. No siente tanto frío como ayer, quizá hoy sea un buen día, quita las toallas debajo de la puerta y ve que un rayo de luz se cuela por debajo. Abre la puerta y para su sorpresa el Sol puede ser visto en lo alto filtrándose por las nubes grises como emisario de otro mundo; era la primera vez que salía desde que comenzó a nevar. El gobierno provisional vio esto como buen augurio y le dio ánimos a la gente de un poco de mejoría en el clima. Con los días posteriores el frío se fue disipando al igual que la incertidumbre de los candidatos presidenciales, que sabían con certeza, que esta vez las elecciones si serían celebradas. El fin de semana se llamó a elecciones y la gente acudió a votar en masas. Fueron unas sin precedentes alguno. Cuando los votos fueron contados y los boletines dichos, el partido de oposición resultó ganador por un porcentaje muy por encima del partido que estaba en el poder. Según los análisis que se realizaron después, el por qué de esto se debió a que la gente se dio cuenta de las precarias condiciones en las que se encuentra el pueblo luego de un estado de emergencia y decidieron votar por el otro que volver al invierno gélido en el que se encontraban.
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