“Ella era caos y él destrucción juntos eran un maravilloso desastre, sus demonios se habían entendido muy bien, se habían complementado, tal cuál almas gemelas al encontrarse. Eran felices, se les notaba al momento de estar juntos y provocar destello de envidia entre todos los demás. Sin embargo, no todo siempre es bueno, y después de haber encontrado una felicidad efímera, terminaron por destruirse, por hacerse mal. Fue ahí donde entendieron que los desastres están destinados a no ser, que se quedan solos, y no hay nada que contra eso se pueda hacer.”