sergiojuan

[sergiojuan]

Recogiendo sus informes junto con los que personalmente realizaría, Pesce concluye y alerta ( junto al médico R. Montoya) de que todos los casos eran formas sumamente dañinas de lepra, el foco infantil de Loreto lo consideraban uno de los más peligrosos del mundo, dada la ausencia de defensas por parte de la población, un gravísimo peligro al que estaban expuestos más de 140 mil indígenas amazónicos, alejados de cualquier control y asistencia sanitaria.

La campaña nacional antileprosa obtuvo un gran éxito, en poco tiempo tuvo un diagnóstico de la situación nacional que derivó en un plan estratégico y una pronta actuación. Al margen del equipo humano y su incansable dirección, gran parte del éxito se produjo por disponer de un organismo unitario con una organización ejemplar. La jefatura (Departamento de Lepra) tenía funciones directivas, normativas y de control, con secciones especializadas. Crearon los servicios periféricos o regionales con autonomía organizativa y con la obligación de llegar a todos los rincones de su territorio. Desgraciadamente, en 1963, seis años antes de que muriese Hugo Pesce, se desarticuló la eficaz estructura por el gobierno de Balaunde, disgregados sus elementos constitutivos a diferentes organismos e integrados en los servicios de salud de cada zona. La burocracia y la inoperancia preventiva caracterizarían un largo periodo involutivo, a pesar del esfuerzo realizado por Dr. Víctor Noria, Zuño Burstein, etc..., para dar continuidad a la obra de Pesce.

Por cierto, probablemente alguien pensará que la lepra, al igual que la miseria, en España dejó de ser un problema mucho antes que en el Perú, pero no es cierto ninguna de las dos. Las Islas Canarias siempre fue caldo de cultivo para la endemia, dado el caciquismo y la miseria, la falta de acceso al agua potable y medidas higiénicas que junto a precariedad alimentaria y la mínima presencia de recursos sanitarios, producirían múltiples brotes epidémicos a lo largo de su historia, serían introducidos o exportados desde sus puertos hacia las Américas en los barcos comerciales o en mayor medida en los de esclavos. El último brote importante se produjo a finales de la década de los sesenta durante la dictadura franquista. El Cabildo de Tenerife obligó a tomar medidas de aislamiento y construir una casa de acogida para los enfermos (ya entonces gran parte del mundo había abandonado la idea de mantenerlos aislados). El proyecto se retrasó por la negligencia y corrupción de las autoridades, serían enviados, entre tanto, al Hospital de San Lázaro de Gran Canarias conocido como el ‘Valle de la muerteʼ. Lejos de controlar los brotes, la inoperancia de las autoridades médicas propiciaron nuevos contagios. Tenerife acabó siendo la provincia española con más casos diagnosticados de lepra, unos 500 en la década de los 70. Finalizado el edificio a principios de esa década, nunca se inauguró y acabó sirviendo de prácticas de tiro a la Falange.

Pesce no llegó a conocer el descubrimiento del venezolano (hijo de una canaria y un catalán) Jacinto Coviot, que en 1980 obtuvo la vacuna de la lepra que, combinada con la vacuna de la tuberculosis y otros fármacos (MDT), conseguiría detener la hasta entonces incurable enfermedad. Los infectados dejaban de ser transmisores tras el inicio del tratamiento que podía durar entre uno y seis años; en la actualidad no comporta en general más de un año. Los daños producidos por la enfermedad son irreversibles, por lo que su pronta actuación es imprescindible. En el Perú la lepra sigue constituyendo un problema de salud pública, fundamentalmente en el departamento de Ucayali y en menor medida en Loreto, a pesar de que el gobierno intente minimizarlo.

Se valora que más de dos millones y medio de personas en el mundo están hoy permanentemente discapacitadas debido a la lepra, después de casi cuatro décadas de la vacuna. La estigmatización social y la desidia de los gobiernos son los dos principales problemas para erradicarla. La India es el país con mayor número de casos, pero Brasil ocupa el segundo lugar, lo que representa un peligro latente para las aisladas poblaciones amazónicas por las que tanto luchó por proteger Hugo Pesce.

Desde la entrada en el siglo XX las cuarentenas forzadas o la segregación son consideradas innecesarias y carentes de ética, pero aún hay una quincena de países en el mundo que cuentan con leproserías, España es el único país de Europa Occidental que aún mantiene una en Alicante.

Ernesto habiendo asistido a varias conferencias de Hugo Pesce y actuando en varios de sus centros asistenciales (costa, sierra y selva), no hace mención nunca a ningún concepto o contenido médico, relacionados o no con la lepra, ni aporta observaciones de los aspectos positivos de su práctica, más bien, tal hace con Montoya y los alumnos de Pesce, pone en constante duda su nivel técnico y conocimientos. Es innegable que en Argentina tanto en educación como en investigación médica estaban mucho más avanzados que en el Perú desde principios del siglo XX, liderando posiblemente en los años 50 América Latina. Lo que les otorgaba un aire engreído, propio de la llamada “arrogancia argentina” frente a sus hermanos continentales. Pero su praxis médica seguía siendo elitista, la atención y la formación sanitaria en las comunidades marginales mestizas, indígenas y afroargentinas continuaba siendo deplorable, cuando no inexistente. La lepra en Argentina, conviviendo con la “invisible y marginada” pobreza, también desaparecía de las estadísticas. Recuerdo que hasta 1985, gracias al Dr. Luis María Baliña, no se consiguió por ley un “tratamiento obligatorio y gratuito” de estos enfermos por parte del Estado.

La falta de humildad y el exceso de arrogancia de Ernesto creo que no le permitió, o al menos según lo que dejó escrito, valorar que la falta de técnica (moderna) e instrumental lo suplían valores superiores: la humanidad que desprendía el esfuerzo personal de sus médicos, más preocupados por salvar vidas que en cobrar un buen sueldo, y en el caso de algunos de sus cirujanos, acumulando más experiencias exitosas (aunque fuera con menos medios) que los estirados académicos que lo formaron y de la que Ernesto carecía prácticamente.

Ernesto después de regresar de su primer viaje se dispuso con total y exclusiva dedicación a sacarse la titulación de médico, pero al menos dos aspectos de su personalidad dificultaban un futuro profesional parecido a Hugo. Por una parte era un guarro (recordemos que el sobrenombre anterior con solera al “Che”, que incluso con orgullo lo anunciaba, era “chancho”, cerdo en argentina). El otro aspecto determinante era su impulsiva temeridad y su necesidad de protagonismo. Todo ello no le permitía situarse en el campo de la pulcra, metódica y investigación médica. Lo ocurrido poco antes de los exámenes finales de carrera, que casi le conducen a la muerte, son testimonio de ello.

Pienso en mi paso por la capital Argentina hablar de éste, creo, significativo momento, igual que de la segunda estancia, ya siendo titulado en medicina, junto con Calica en Lima, que también lo haré en mi próxima estada y segunda parte del blog, cruzándome por los caminos del norte sudamericano que lo conduciría a Guatemala. Tan solo me queda señalar que en la proyección “similar” del modelo de Pesce, de la que habla Anderson, en mi opinión, admiró su entrega humanista, la altruista y la anti elitista figura del médico, tan diferente de los presuntuosos médicos que le rodeaban, incluso los que le guiaron en su aprendizaje universitario; pero se me hace difícil pensar que asumiera su ideario pacifista, más bien no creía posible cambiar el sometido y colonizado mundo latinoamericano sin sangre, único instrumento posible para el cambio; así escribe en su cuaderno de notas una vez vuelve del primer viaje en Buenos Aires, aún distante del dogma marxista en el que le instruyó Pesce:

“... en el momento en que el gran espíritu rector dé el tajo enorme que divida toda la humanidad en dos fracciones antagónicas, estaré con el pueblo, y sé -porque lo veo impreso en la noche- que yo, el ecléctico disector de doctrinas y psicoanalista de dogmas, aullando como poseído, asaltaré las barricadas o trincheras, teñiré en sangre mi arma y, loco de furia, degollaré a cuanto vencido caiga entre mis manos.... Ya siento mis narices dilatadas, saboreando el acre olor de pólvora y de sangre, de muerte enemiga; ya crispo mi cuerpo, listo a la pelea y preparo mi ser como un sagrado recinto para que en él resuene con vibraciones nuevas y nuevas esperanzas el aullido bestial del proletariado triunfante.

En relación a los dos personajes la aportación a la liberación del explotado fue muy diferente, gloriosa para algunos las del comandante, pocos glorificarán las acciones del doctor en este sentido, pero en todo caso, una cambió el mundo geopolítico americano, para bien y/o para mal, según el criterio que lo examine; pero la otra salvó y dignificó vidas y con ello la Amazonía, y aquí no hay duda de que fue para bien; por lo que me acabo esta primera parte del blog (la segunda parte arranca desde Lima), dignificando el recuerdo de Hugo Pesce, ya que en relación a Ernesto y Lima, me parece lo más apropiado.

Aterrizamos puntualmente en Madrid y sin problemas llegué a Barcelona.

[sergiojuan]

La Lepra en el Perú y Hugo Pesce

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La historia de "la epidemiología de la lepra en el Perú" fue su monumental tesis doctoral, presentada en 1961 por Pesce, convirtiéndose desde entonces en una de las más valiosas fuentes informativas para todo profesional sanitario. Debido a su incansable labor médica, social y humanitaria fue declarado "Héroe de la Salud Pública en el Perú", por la Organización Panamericana de la Salud y una recopilación de sus obras más importantes fueron editadas por el INS peruano. Tengo que recordar también sus aportaciones filosóficas y humanistas en dos inestimables libros: “Latitudes del silencio” y “Lenguaje y Pensamiento". Después de su muerte fue galardonado por el Consejo Mundial de la Paz, con el "Premio Mundial Joliot Curie".

En memoria de los que sufrieron durante milenios la enfermedad y la consecuente humillación y marginación social que del propio hombre tuvieron, me gustaría dejaros unas notas sobre esta enfermedad, aún presente en el mundo, resaltando el importante papel que desarrolló Pesce en su identificación y profilaxis en el Perú.

La lepra fue una enfermedad incurable hasta 1980, conocida desde hace al menos cuatro milenios en la India, Egipto, Sumeria... La estigmatización y marginación del enfermo, dada la cruel deformación de la piel y la creencia popular de alto contagio, hizo que pronto se les recluyeran en lugares aislados. Ahondaron en la marginalidad y culpabilidad las condenas religiosas, tal las bíblicas, anunciando ser producto de castigos divinos. Por no hablar de posesiones diabólicas, siendo en muchos momentos de la historia y en lugares distantes pasto de las llamas o acabando despeñados en el fondo de un barranco por el siempre peligroso miedo humano. En la Edad Media, los enfermos estaban obligados a golpear entre sí unas tablillas de madera (tablillas de San Lázaro) para avisar a la población de su cercanía.

La lepra se introduce en el continente Americano por españoles y portugueses, territorios en los que la reconquista arrasó campos y ciudades, la miseria insalubre y la hambruna se cebaron en las poblaciones de los territorios cristianos recién conquistados. Docenas de “lazaretos” ( en honor a San Lázaro, patrón de los indigentes y de los leprosos). congregaban ya a más de 3.000 leprosos cuando Pizarro marchó hacia “Abya Yala”.

El primer lepracomio americano se erigió en 1520 en Santo Domingo. Después de pasar 28 años de su fundación, en Lima se edificó en el barrio de los pescadores al lado derecho del río el Hospital de San Lázaro, primera leprosería sudamericana que funcionaría durante todo el virreinato. Su ejemplo se extendió pronto por todo el territorio conquistado. En una sociedad con una desigualdad enorme, viviendo en la miseria la mayor parte de la población, marginados por la explotación en trabajos forzados, sin medidas sanitarias e higiénicas, junto a muna alimentación mínima e inadecuada se crearon las condiciones perfectas para su propagación.

La bacteria no se descubrió hasta 1874 por el médico noruego Gerhard Armauer Hansen, por ello el bacilo lleva su nombre. Los primeros remedios (muy poco efectivos) se produjeron a principios del siglo XX, utilizando aceite de ginocandia (extracto de semillas), en 1908 la empresa Bayer difundió el preparado antileprol, aún conociendo ya su ineficacia. Los primeros tratamientos positivos aparecieron en 1930 con la sulfona dapsona y derivados, por desgracia pronto aparecieron cepas del bacilo resistentes a ello, con las que Pesce tuvo que combatir, especialmente en la Amazonía.

Su baja tasa de contagio ya fue reconocida en el siglo XIX por la medicina, observando que requería un prolongado tiempo de contacto con un enfermo que actúe como agente infeccioso (su porcentaje es bajo, la mayoría no eliminan el bacilo fuera de su organismo) y otra persona sana con una predisposición genética especial o muy bajo nivel de defensas, ya que la mayoría tenemos resistencia natural a la bacteria.

Costó eliminar la idea contraria, colaborando con ello los muchos casos, especialmente en la Europa de mediados del siglo XIX hasta pasado el primer tercio del XX, en el que el mal diagnóstico (algunos intencionados, ya que se dice que para la clase alta de ortodoxia católica, era más deshonroso adquirir la sífilis que la lepra) provocó reunir sifilíticos en las leproserías, esta enfermedad sí que contaba con un alto grado de contagio. Una endemia que corrió como la pólvora por los burdeles de Oriente Medio, Egipto y Europa durante este periodo sin distinguir de clases sociales, incluso ensañándose en las lujuriosas clases altas, a diferencia de la Lepra.

Poco se modificaron las leproserías en Perú con la República, pero en un nuevo lugar aparecería con la entrada del siglo XX: la Amazonia peruana. Con motivo del auge del caucho, que duró más de dos décadas y en la migraron casi 20 mil peruanos, comenzaron a aparecer a principio de siglo los primeros casos de lepra derivados de los focos Brasileños, así en 1905 se construye un lazareto en Iquitos y un año después la Prefectura mandaría construir un asilo de Emergencias para leprosos en la Isla Padre, frente a la ciudad de Iquitos.

Pesce descubrió que la enfermedad se desarrolló de manera independiente en las tres grandes regiones del país. En la costa tenía una historia remota y de bajo desarrollo, en la sierra un curso escaso, pero en la amazonía era de historia reciente y con un peligroso desarrollo.

En 1937, Hugo Pesce había detectado los primeros casos de lepra andina en Andahuaylas y creó al año siguiente el servicio de leprosería de Apurímac (recordemos el tránsito por aquí de Ernesto y Alberto antes de llegar a Lima). En 1944 creó la Campaña Nacional Antileprosa, convirtiéndose en el organismo nacional sanitario encargado de luchar contra la endemia, naciendo en torno a Pesce la escuela leprológica peruana. Se constituye bajo su dirección el Servicio Antileproso del Nor-oriente a cargo de Maxime Kuczinsky, quien, después de fundar el año 1941 un Dispensario Antileproso en Iquitos, reconstruyó el Asilo de San Pablo, como colonia agrícola. Otras de sus aportaciones sería el abrir la exploración de la enfermedad en las tribus adyacentes a varios ríos amazónicos, especialmente por el Ucayali.

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[sergiojuan]

Ernesto y Hugo Pesce

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Por lo dicho anteriormente, creo que es muy meritorio para el blanquito argentino Ernesto Guevara, poner en duda la visión colonial, eurocentrista y xenófoba que lo amamantó culturalmente, adquiriendo conciencia del universo mestizo de América Latina, soñándolo unido sin fronteras y hermanados sus pueblos en un proyecto común antiimperialista e indigenista (aunque fuera bastante ingenua y paternalista su visión). Tampoco niego que tardaría en variar su mirada racista hacia el afroamericano y mucho más tiempo requeriría, si alguna vez lo consiguió, hacia los homosexuales.

Desde Iquitos, semanas después de su estancia en Lima, escribe al padre:

“Recién estos días tuve por primera vez algo de añoranza del hogar, pero fue una cosa efímera; verdaderamente tengo espíritu de trotamundos y no sería nada raro que después de este viaje me dé una vuelta por la India y otra por Europa. Con Alberto tenemos mil proyectos en el mate pero recién después de ver qué hay en Venezuela vamos a decidir”.

Es decir, en ese momento, ni tan siquiera hablaba de acabar la carrera, estaba hechizado por el espíritu de la aventura, de la acción heroica o pionera, en el Amazonas se sentía Orellana igual que en el lago Titicaca o en Machu Picchu anhelaba ser Bigham o Tello, el marxismo andaba lejos, por no hablar de la vocación médica de la que hablaré más tarde.

En mi humilde opinión, me parece que su espíritu de superación frente al asma, que en diferentes momentos del viaje lo acorraló en el desespero y que en la selva se recrudeció con carencia de paliativos (otra de sus continuas imprudencias), es el que determinó esa necesidad de vivir la vida al límite que lo acompañaría siempre. Toda su vida había sido un constante encuentro con el fantasma de la muerte, con el temor permanente de que el aire dejase en algún momento de entrar en los pulmones. Durante el transcurso del viaje por el río hacia Iquitos, escribe:

“...El asma y los mosquitos quitaban plumas a mis alas, pero de todas maneras la atracción que el bosque virgen ejerce sobre personalidades como las nuestras, hacía que todas las taras físicas y las fuerzas desatadas de la naturaleza no me sirvieran más que como incitantes de mi abulia.”

Tanta era la necesidad de mostrar coraje frente a la vida que su falta de temeridad lo convertiría en un imprudente con suerte. En la película diarios de una motocicleta hay una escena en la que cruza por la noche el río Amazonas a la vista de toda la congregación de la leprosería de San Pablo. Dado su agudizado estado asmático se hace difícil creerlo y ningún testigo presencial de su estancia ha corroborado tal acción. Ernesto no hace mención directa en su diario, pero sí aparece en el apéndice una escena parecida, en la que refleja también su arrogancia frente a uno de los más eminentes médicos que acompañaba a Hugo Pesce en su investigación amazónica:

“El martes por la mañana, ya repuesto Alberto, fuimos al asilo, donde el doctor Montoya se mandó una operación del cubital en una neuritis leprosa, de resultados brillantes al parecer, aunque en técnica dejó bastante que desear. Por la tarde fuimos a pescar en frente a una cocha, y por supuesto no sacamos nada, pero de vuelta me largué a cruzar el Amazonas, cosa que hice en cerca de dos horas con gran desesperación del doctor Montoya que no tenía ganas de esperar tanto”.

Ernesto necesitaba demostrar a la sobreprotección femenina que lo cuidó y especialmente a su madre, que nada lo limitaba, incluso que estaba por encima en osadía y valentía por encima de la mayoría de mortales. ¿Un castigo por los límites que éstos le impusieron en el intento de protegerlo? ¿Un castigo al padre por no haber confiado en él, a su modo de ver?. El muchacho no fue precisamente una joya de hijo, nunca dejaría de ser una fuente de preocupación para ellos, por enfermo o por temerario, incluso inventándoselo.

Sin pretender profundizar más por ahora en su perfil psicológico, vuelvo a su relación con Hugo Pesce, de la que Anderson escribe:

“Pesce fue el primer médico que conoció Ernesto que dedicaba su vida conscientemente al bięn común. Seguramente lo consideró un Schweitzer (premio Nobel de La Paz en 1952) o un Gandhi peruano, un hombre que aplicaba sus conocimientos a la investigación de los problemas endémicos de América Latina y vivía de acuerdo con sus altos principios.... A partir de entonces empezó a formarse en su mente la idea de que debía de encontrar algo “similar” para él mismo”.

Al final cuestionaré sobre lo “similar” de su proyecto, pero antes me gustaría ampliar el reconocimiento de la figura del doctor, que al margen de influir en Ernesto, fue sobre todo, con un consecuente ideario humanista, un activista social y un eminente investigador, realizando importantes aportaciones en relación con las enfermedades endémicas tropicales, entre ellas la malaria, pero especialmente la lepra. De todo gran maestro siempre surgen grandes alumnos, no es el caso de Ernesto, pero sí del que también llegaría a ser su amigo, el distinguido Doctor José Neyra Ramírez. También sería un ejemplo ético y científico de los principales continuadores de su labor: Dr. Víctor Noria, Zuño Burstein, etc...

Hugo Pesce, de familia de origen italiana, estudió medicina en Génova, Italia; al terminar la carrera regresa al Perú, trabajando en la docencia en la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. No he podido encontrar las razones que le impulsaron a regresar a Italia y fundar el Partido Social Cristiano, ni de su regreso a Lima, en la que erigiéndose discípulo de José Carlos Mariátegui fundaría con él el Partido Socialista Peruano (después derivaría en Partido Comunista).

Cuando Ernesto lo conoce tiene poco más de 50 años y está muy considerado en los medios médicos, siendo el director general de las leproserías peruanas realiza una intensa actividad académica y de investigación. Fue desterrado por la dictadura, pero pronto rehabilitado, Perú no podía prescindir de su labor reconocida ya dentro y fuera del país. Sus estudios clínicos y epidemiológicos de los diferentes tipos, formas y modos de actuar de la lepra lo condujeron a formar parte del comité de expertos de la Organización Mundial de la Salud.

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[sergiojuan]

Ernesto y Alberto en Lima.

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Es como el machismo, son pocos hoy en la moderna globalización los que alzan con orgullo su bandera, la que prevaleció en el mundo hispano (incluida España) hasta el último tercio del siglo pasado; pero aquí aún persiste descarado en todos los estamentos sociales, incluso en la cosmopolita Lima. Perú es el país latinoamericano con más asesinatos de mujeres después de Colombia.

Algunos dicen que el machismo en las comunidades indígenas lo introdujo como la lepra los españoles, pero déjenme modestamente dudarlo, en todo caso impuso unas formas que transformaron o relegaron las que ya existían. La cuestión es que hoy el machismo está afincado de forma inherente en las relaciones familiares de las comunidades indígenas, en la sangre latina del mestizo, la aún más caliente del afroamericano o la soberbia del criollo malcriado en los privilegios, todos (siempre hay excepciones que los honran) siguen manteniendo orgullosos la tradicional discriminación de la mujer. Los amparan una gran religiosidad de sumisas devotas y castradores maridos (por desgracia es la tónica general de la mayor parte de las religiones que dominan el mundo). Las instituciones eclesiásticas peruanas tan solo denuncian el machismo tras la muerte de una mujer a manos de su marido o amante, pero incluso muestran comprensión exculpatoria a la falta de control de sus impulsos frente a una posible infidelidad de la asesinada. En una violación múltiple de una joven de 17 años, leí el comentario de otro joven reprochándole la provocación que ejercía por ir descaradamente vestida (me volvió a recordar la católica España franquista). Se les reconoce el papel de víctimas frente a la muerte, pero no el de iguales frente a la vida. Si me quejé de los comentarios racistas en las redes peruanas, los comentarios machistas los superan y la respuesta de las mujeres se muestra mínima (¿por miedo, por tradición católica?)

Volviendo a Ernesto (no exento entonces de cierto machismo caballeresco), en su primer paso por Lima junto a Alberto, tan solo escribirá en su diario, enamorado aún de los fundamentos incas, una comparativa descripción de la ciudad en relación con Cuzco, alabando de ésta última su tosca monumentalidad barroca, la expresión de la grandeza conquistadora de la colonialidad estaba inscrita en los fundamentos visibles de la ciudad (recuerdo que cuando pasaron aún se estaba recomponiendo de un fuerte seísmo, si viera la actual capital inca aún lo aseveraría más) en detrimento de la pomposa, decadente, estilizada y dorada (extraída en parte de Cuzco) monumentalidad limeña, incluso llama “afeminado” a su estilismo puntiagudo. Pienso que no valoró que en la capital los seísmos acabaron con el barroco y la arquitectura colonial, aunque también puede influir el apastelado colorido rococó que se impuso a principios de siglo y por supuesto la humilde colonialidad que ya entonces debía estar muy reducida al otro lado del río. Acaba escribiendo:

“...Todas las iglesias muestran la gama completa del churrigueresco en sus fachadas y altares que destilan oro. Esa grandeza monetaria hizo a sus marqueses resistir hasta el último momento la liberación de los ejércitos americanos; Lima es la representante completa de un Perú que no ha salido del estado feudal de la colonia: todavía espera la sangre de una verdadera revolución emancipadora.”

Por supuesto el lugar más visitado por los dos jóvenes argentinos sería el museo de Arqueología, recordando su querido “Machu Picchu” y su valorado arqueólogo, descrito por él como “un sabio de pura estirpe indígena”, Julio Tello.

Muy pocas referencias más dejará escritas de su estancia en la ciudad de los reyes, pero nada de Hugo Pesce, cuando fue el que les posibilitó alojamiento, alimentos, formación y una inestimable ayuda en sus aventuras amazónicas. Todos los cronistas reseñan su importancia en el desarrollo del pensamiento socialista de Ernesto, tal semilla de la que crecería una hermosa planta, pero tan solo avala directamente esta afirmación la dedicatoria que escribió años después en su primer libro: ”guerra de guerrillas”:

“Al Doctor Hugo Pesce, que provocara, sin saberlo quizás, un gran cambio en mi actitud frente a la vida y la sociedad, con el entusiasmo aventurero de siempre pero encaminado a fines más armoniosos con la necesidades de América”.

Lo que sí parece nacer en su conciencia social, quizás más emotiva que política, dada la atención y ayuda recibida por Hugo Pesce, Zoraida Boluarte, enfermos y enfermeros, médicos, hasta los más pobres a los que no les importó compartir con ellos lo poco que tenían, un cúmulo de circunstancias y sentimientos que sirvieron, más que el manifiesto de su anfitrión, para establecer uno de sus objetivos políticos futuros, utópico y posiblemente irrealizable, pero por el que llegaría a dar su vida. En la fiesta de celebración de sus 24 años preparada por los trabajadores y empleados de la leprosería de San Pablo, finalizó el discurso después de un emotivo agradecimiento, diciendo:

“.... creemos, y después de este viaje más firmemente que antes, que la división de América en nacionalidades inciertas e ilusorias es completamente ficticia. Constituimos una sola raza mestiza que desde México hasta el estrecho de Magallanes presenta notables similitudes etnográficas. Por eso, tratando de quitarme toda carga de provincialismo exiguo, brindo por Perú y por América Unida”.

Recordemos que el ciudadano argentino (algo parecido pasa con el Chileno) presumen con arrogancia de ser descendientes directos de europeos, la gran inmigración latina de italianos y “gallegos” (españoles) desde el último tercio del siglo XIX hasta mediados del XX, emblanqueció la piel del mestizaje y todos ocultaron su pasado, desde la porteña Buenos Aires a la provinciana Córdoba. La capital se despobló de afroargentinos, utilizados, en pago de su reciente libertad con tanta sangre suya conseguida, continuar siendo carne de cañón en primera fila de los ambiciosos planes expansionistas “patrióticos”. A los supervivientes se les derivó a la marginalidad y a la invisibilidad, igual que hicieron con las comunidades indígenas después del genocidio mapuche, entre otros. La xenófoba, elitista y eurocentrista sociedad los siguió explotando, una mano de obra barata sin derechos sindicales, ni territoriales o marginándolos en la pobreza extrema después de arrebatarles sus recursos naturales. Cualquier europeo recién llegado tenía más derechos que ellos, incluso en la posesión de las tierras que sus antepasados habían cultivado en paz con permiso del reino de España. ../....

[sergiojuan]

29/11. De vuelta a casa.

Ernesto y Alberto llegando a Lima.

A las ocho y media de la mañana estaba desayunando con la pretensión de salir hacia el aeropuerto a las nueve. Mi vuelo directo hacia Madrid salía cinco horas y media más tarde, contando que tenía entre una y poco menos de dos horas para llegar al aeropuerto (todo dependía de la imprevisible densidad del tráfico) más las dos horas y media de antelación prescriptivas en los vuelos con facturación, decidí alargar un poco más el recorrido del taxi y poder observar el Malecón desde el Grau de Miraflores durante los minutos que me permitieran el hacer un par de fotografías. También pretendía transitar lentamente por el Barrio de Santa Cruz de Miraflores y su versión residencial en el distrito de San Isidro (uno de los barrios más verdes ideados para la clase media limeña, una propuesta piloto que se quedó en piloto). Con todo, la previsión ampliaba poco más de media hora el recorrido, me restaba más de media hora para imprevistos. En realidad no los tuve y a las once y media ya estaba en el aeropuerto habiéndome gastado prácticamente los últimos soles. El precio medio de Miraflores al aeropuerto rondaba los 60 soles (20 €). Por la vuelta y espera que le hice dar me lo dejó por 90 soles (30 €). El paseo valió la pena.

Eran la una y media de la mañana cuando cerré el IPad, después de concentrar todos los documentos y archivos en los que basaría el post final de esta primera parte de mi viaje. Pretendía en el avión de vuelta a casa introducir las últimas reflexiones personales entre las anotaciones del paso de Ernesto por Lima. Desde Cuzco no había realizado ninguna nota sobre ellos, dado que bajaron hasta Lima por el altiplano y la sierra, mientras que yo lo hice por Nasca. No me arrepiento, ha sido fascinante, posiblemente contribuyó el ser inesperado; tanto, que la estancia se dilató tres días más de los previstos, que junto con los otros tres que llevaba acumulados se hizo imposible llegar hasta Iquitos tal como era lo previsto, incluso ha quedado pendiente, con gran pena y suficiente razón para volver, el santuario de Pachacámac.

Fueron muchas las horas de vuelo y al menos la mitad me las pasé escribiendo; en mi viaje de vuelta no tuve la suerte de la ida, y mis acompañantes de fila, estando yo tocando pasillo, resultaron ser una pareja de alemanes de unos cuarenta años de seriedad manifiesta, incluso entre ellos prácticamente no se dirigieron la palabra.

En su primera estancia en Lima, Ernesto llega junto a Alberto desde Cuzco con bastantes dificultades, habiendo pasado unos días en Ayacucho y antes en la leprosería de Huambo, manteniendo sus primeros contactos con un moderno (no por ello dejaba de ser deficitario) centro de atención y aislamiento de leprosos. En su diario describe un momento del camino hacia allí, expresando con la sencillez de una anécdota la trágica injusticia que aún envolvía el país (recuerdo que estaban bajo una férrea dictadura y aún perduraba el gamonalismo):

“ Habíamos recorrido dos tercios del camino cuando aparecieron una vieja y un muchacho que se prendieron de las riendas y largaron una letanía de la que sólo reconocíamos la palabra "caballata"...... Por fin nos encontramos con una persona que venía en sentido contrario y hablaba castellano, nos explicó que los indios eran los dueños de los caballos y cuando pasaron enfrente de la casa del teniente gobernador, éste se los quitó y nos los entregó. Uno de los conscriptos, dueño del caballo mío, venía desde siete leguas para cumplir sus condiciones militares, y la pobre vieja vivía en un lugar en sentido opuesto al que llevábamos, de modo que, atendiendo a un deber de humanidad, debimos bajarnos y seguir el camino a pie, con el guía adelante llevando nuestro inseparable portafolios en sus espaldas. Así recorrimos la última legua de camino y llegamos al leprosorio donde le dimos de recompensa un sol que el muchacho agradeció enormemente sin considerar la miseria de pago...”

Creo que no hace falta decir nada más para percibir la relación de ignominia, incultura e injusticia en la que se encontraba el campesino peruano en los años cincuenta, ejercida por el poder y la inmoralidad criolla hacia el pobre y el indígena, carentes de derechos reales que los amparasen estaban sujetos a la sumisa impotencia. Inevitablemente me hizo rememorar la España franquista de mitad de siglo, la ignorante y cruel dictadura; un triste tiempo de regresión feudal en la relación de vencedores y vencidos, en este último bando se encontraba el indigente, la pobreza extrema fruto de la guerra y la hambruna; marginada, culpabilizada y castigada ésta tan solo por serlo; todo ello bendecido por las jerarquías eclesiásticas. Mientras que el mundo, después del espectáculo aterrador y xenófobo de la Segunda Guerra Mundial, era capaz de ponerse de acuerdo en exigir el respeto universal de los derechos humanos, otros, los siguieron vulnerando con impune prepotencia y saña durante décadas.

No me encontré durante el actual viaje por el Perú, al menos conscientemente, situaciones con tal descaro ni arbitrariedades de este tipo, pero tan solo percibí muestras de un digno respeto del blanco por las comunidades indígenas o hacia las “cholitas” a los guías turísticos. La pobreza, incultura, marginación e injusticia parecen aún subsistir con fuerza junto a la discriminación étnica; quizás más soterrada, oculta para guardar las formas, pero determinante en la vida cotidiana. La cosmopolita Lima que visitó Ernesto posiblemente es bastante diferente de la actual; entonces las dunas del desierto separaban aún la capital virreinal del Callao y las diferencias de clase estaban mucho más marcadas entre las lujosas zonas residenciales y los barrios metropolitanos en los que se agolpaba la pobreza recién llegada. Pero gestos o miradas sobre el hombro de criollas o criollos hacia mestizos o indígenas marcan aún hoy expresiones racistas difíciles de ocultar.

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[sergiojuan]

Lima. Últimas reflexiones antes de dormir.

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Los ensayos del prolífico Mariátegui a pesar de su corta vida, un siglo después, siguen siendo un referente para la intelectualidad marxista sudamericana, por lo que no es verdad que esté olvidado, otra cosa es la crítica que desde el marxismo ortodoxo eurocentrista se le hizo. Su corto tiempo de vida, su pensamiento y su azarosa lucha política, me recordó la figura de Gramsci. Al leer el contenido de sus principios me di cuenta de la vigorosa actualidad de su discurso. Os recomiendo ojear su vida y reflexiones. No por ello dejéis de hacer lo mismo con Aníbal Quijano.

El joven expresó desconocer a Enrique Dussel, Boaventura de Sousa o Walter Mignolo, iconos del pensamiento decolonial y fervorosos divulgadores de la obra de Quijano. Entendí que el pensamiento decolonial no está situado en el ámbito popular, probablemente se desarrolla (y espero que no sea en el descrédito) en los medios intelectuales, lo cual está muy bien, pero dista mucho de ser una propuesta con calado popular transformadora del pensamiento peruano.

Según la opinión del joven, tan solo algunas comunidades indígenas aisladas intentan distanciarse de la globalización criolla, promueven deshacerse del pensamiento colonial y acercarse a la mística ancestral en la búsqueda del “Buen Vivir” (concepto que reivindicó también Quijano). Pero en realidad son una minúscula, moderna y simbólica expresión de las comunidades campesinas peruanas. Es innegable la diferencia con Bolivia, allí el “giro decolonial” (a su manera y con grandes lagunas intelectuales) se promocionaba de forma institucional.

El joven acabó diciéndome que en la ciudad, al menos el joven mestizo sin estudios superiores, no muestra ahora intereses políticos ni mucho menos intelectuales, participa ansioso en la sociedad de consumo que la globalización del mercado internacional promueve, ansía vivir de lujo, ajenos a los problemas de la comunidad y con modernidad yanqui, aunque sepan que posiblemente nunca consiga lo primero, a menos que se juegue la libertad o la vida por medios ilegales. El objetivo ilusorio de muchos es irse a vivir a América del Norte para conseguirlo, por lo que el “giró decolonial” igual piensan que es un nuevo ritmo de reggaeton. Lo expresó con una graciosa e irónica sonrisa pero impregnada de tristeza.

Los últimos quince minutos nos dedicamos a conocer la realidad personal de cada uno. Tan solo explicaré que a sus 29 años, casado y con una hija, había sido auxiliar de mecánico, pero de forma paralela aprendió inglés e hizo un “grado” de turismo que le permitió entrar en la hostelería, por la mañana hacía de guía turístico, con lo que completaba una jornada de doce horas sin días festivos. El tiempo que le restaba lo empleaba a la familia y a leer sobre historia. Aunque ahora se había aficionado a ver muchos documentales por la red, pero con cada descubrimiento la historia parece cambiar, se producen giros inesperados que hacen que ya no sepa uno lo que es verdad o lo que se inventó algún pedante investigador para sacar brillo a su web. Le expresé que para mí lo importante es no creerse nada como irrevocable, todo puede tener nuevas lecturas, aceptando las limitaciones de nuestro conocimiento siempre relativo y temporal, por no hablar de la manipulación que de la historia hizo siempre el vencedor y que hemos mamado durante siglos.

Siento haber sido tan torpe por no apuntarme el nombre del joven, por lo que no he podido expresar de forma más familiar la buena sintonía que mantuve con el muchacho. Pido perdón a tan animado interlocutor.

Me logré estirar en la cama pasadas las doce, intenté hacer una sinopsis rápida de la conversación. Los conocimientos expuestos fueron muy dinámicos y bastante dispersos, por lo que me costó muchas veces situar su cronología durante la conversación, por ello he incorporado fechas, ordenado un poco los datos y ampliado con detalles que descubrí interesantes. Posiblemente son bastante superficiales, alineados en el análisis de la evolución de la izquierda y desde una visión subjetiva, poco reveladora de las ideas políticas, pero sí del desarrollo histórico. En particular me ayudó a entender mejor el Perú por el que había transitado Ernesto Guevara y al que denunciaría una década después en la ONU por el mantenimiento aún de formas de explotación coloniales. Un Perú, por desgracia, que aún no ha desparecido.

Lima intenta desde principios del siglo pasado emular a las ciudades Europeas que durante el virreinato superó en riqueza, pero su anacronismo institucional oligárquico cada vez se hizo más penoso ante los ojos de la progresista clase media europea, especialmente después de la Segunda Guerra Mundial. La capital parece vivir distanciada de la realidad del resto del país, en el que el anacronismo y la pasividad alimentan al inmovilismo que aboca a la miseria y la falta de servicios a la mayor parte de la población campesina; con la clase media prácticamente inexistente en el resto del país, parecen solo existir ricos y pobres, con indecorosa explotación de unos pocos sobre el resto.

La corrupción es uno de los principales problemas que enfrenta el Perú, tanto en su vertiente económica como humana, dado que la delincuencia es otro de sus problemas endémicos. Según una encuesta las instituciones más corruptas son el Congreso de la República, la Policía Nacional y el Poder Judicial. El poder en definitiva. La Procuraduría Anticorrupción indicaba que el 92% de los alcaldes en el Perú estaban siendo investigados por corrupción, pero es que el 78% de peruanos, en la misma encuesta, eran tolerantes frente a la corrupción de sus líderes. Es decir, si hubieran estado en su lugar hubieran realizado lo mismo. Con ello lo digo todo.

Bueno, yo no puedo hablar muy alto, el partido más corrupto de la democracia española gobernaba por aquel entonces el país, y hoy sigue siendo segunda fuerza.

[sergiojuan]

Última conversación en Lima.

El giro decolonial.

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Nadie duda que será una sentencia ejemplarizante programada antes del juicio, para dejar claro que nunca habrá diálogo ni reconocimiento del derecho de autodeterminación por parte del reino español ( defenderlo no quiere decir estar a favor de la independencia), aunque fuera el 80% del pueblo catalán el que lo reclamase. El no reconocer el derecho muestra la baja calidad de la democracia española. No tendría que haber nada que no se pueda cambiar con la voluntad del pueblo, se puede dejar de ser anacrónicamente feudales manteniendo reinos, se puede optar por fórmulas territoriales no centralistas que nos unan en vez de que nos separen, se puede cambiar los principios franquistas que rigen la Constitución..., es decir, la democracia tendría que ser la máxima expresión de la libertad de decidir de los pueblos. Pero en el borbónico reino de España, la caverna mediática utilizará el alegato patriótico para justificar la corrupción de los principios democráticos y reprimir con juicio y condena (considerando al otro de traidor) cualquier posibilidad de modificar los anacronismos oligarcas que aún rigen el país.

Le expliqué que el proceso soberanista fue dirigido por hombres y mujeres de intachable trayectoria pacifista, pero la “persecución judicial” intentará convertirlos en dirigentes de un golpe de estado. La provocación con el ejercicio desmesurado de la violencia acometida por las fuerzas de ocupación policiales, no provocó lo deseado, el pueblo respondió de forma pacífica y estoica, cientos de heridos por ejercer su derecho de expresión permanecieron con las manos levantadas frente a los golpes y las brutalidades ejercidas.

En la actualidad, mi presunción ha sido peor de lo que esperaba, frente al televisado juicio, siento vergüenza, rabia e impotencia al escuchar los testimonios policiales bajo juramento, justificar su injustificable actuación y aportar alas a una condena por violencia al intachable pacifismo ejercido por el pueblo catalán, sin que se le permita a la defensa demostrar con imágenes la falsedad de estos testimonios. ¿Incomprensible, verdad?

Acabé afirmando en aquel momento, y ahora con más razón, que reconocía que el “lawfare” implicaba un gran retroceso en los procesos de fortalecimiento institucional de los países de América Latina, ya muy degradados por la histórica corrupción y la impune vulneración de los derechos humanos, pero, en mi modesta opinión, su práctica y su subterránea manipulación institucional, se puede convertir en uno de los mayores peligros para las democracias de todo el mundo.

El derecho que reivindica el pueblo catalán va más allá de su referéndum, es el reconocimiento de la libertad universal de los pueblos de decidir sobre su destino, su lengua, cultura y recursos. La unión de los pueblos tiene que ser consentida, nunca sometida, ya que la humillación no se olvida y la represión alimenta de generación en generación la esperanzadora ilusión de la independencia, convertida en sinónimo de libertad y de recuperación de su maltratada y despreciada dignidad nacional, arrebatada por la fuerza hace tres siglos por otro nacionalismo que desde entonces se cree dueño y señor.

Hicimos una pausa en la conversación, al requerir sus servicios unos clientes. La noche estaba estrellada, me pareció descubrir un nuevo cielo sobre lima. La niebla, esa especie de neblina continua flotando por el techo de la ciudad no me había permitido ver ni el sol ni las estrellas durante todos los días y noches de mi estancia. Nunca llovió, lo que me hizo recordar que Lima está en el desierto y por lo tanto de precipitaciones ninguna. Con una temperatura media anual de 18 grados que la hace ideal para los paseos, lástima que ese gris constante en el cielo entristezca tanto.

Después de unos quince minutos contemplando las estrellas, volvió a sentarse conmigo el muchacho, convidándome a una nueva copa de vino y trayéndose otra infusión para él. Retomamos la conversación con la figura del Che, preguntándole sobre la imagen que se tiene de él en el Perú. Me afirmó con convencimiento de que los peruanos no quieren saber nada de la lucha armada, son demasiados los conflictos bélicos a lo largo de su historia, sin que ninguno haya aportado nada bueno al pueblo y sí muchos muertos, hambruna y momentos que aprovechan ladrones y asesinos, de un color o de otro, para violar con impunidad los derechos humanos de los más débiles. El Che, ignorado por gran parte de la población indígena, es para el mestizo peruano, al menos para los limeños, un referente humano de honestidad, algo muy valorado en política dada su escasez, por no decir inexistencia. Mantuvo una consecuente acción con sus ideas, incorrupta por el poder o la gloria alcanzada en la victoria, renunció a ello, a la comodidad de un sillón en el parlamento, para morir buscando dar a sus hermanos: indígenas, afroamericanos, criollos y mestizos un mundo mejor. Pero la dictadura popular cubana ya no es un referente para nadie y mucho menos la guerra de guerrillas. La lucha social se emplaza en obtener algo concreto, comunal o sindical, lo otro, sueños por los que has de estar dispuesto a morir, ya nadie quiere saber nada, nadie se fía de los intereses reales que se esconden tras ellos. De todas maneras, “Sendero luminoso” sigue existiendo en los Andes a pesar de que el gobierno oculte o minimice su existencia.

Durante todo el viaje por el Perú la palabra decolonialidad no la había escuchado pronunciar por ningún autóctono, tan solo Sandrine (francesa) hizo mención al concepto una vez.

Al mencionarle el llamado “giro decolonial” de América, el muchacho en un principio manifestó desconocer el término. Le hablé de Aníbal Quijano, uno de los pensadores peruanos que más admiro personalmente. Reconoció al teórico de la “colonialidad del poder”, pero lo infravaloró (en realidad desconocía su obra) diciendo que todos no hicieron más que ampliar las ideas del mayor pensador marxista de Latinoamérica: José Carlos Mariátegui, afirmando que se le tenía intencionadamente olvidado.

Más tarde aumentaría el conocimiento sobre este personaje, del que tenía algunas referencias por haber sido el fundador del partido socialista peruano (con la tercera internacional se convertiría en el partido comunista) y el maestro y amigo del también fundador del partido: Hugo Pesce (médico comunista del que hablaré más tarde extensamente en relación con Ernesto Guevara).

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[sergiojuan]

Últimas conversaciones en Lima.

El “lawfare”Americano...y Cataluña.

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Por primera vez la izquierda consigue en democracia aliarse, pero de poco sirvió. Siete gabinetes de gobierno en el mismo mandato y una oposición feroz lo paralizó todo; la izquierda democrática no supo o no le dejaron aprovechar el momento para avanzar en políticas de desarrollo social. Para colmo, con la imputación del presidente junto a su mujer devino el desengaño popular hacia él y hacia los inoperantes frentes populares.

Coincidimos en la facilidad con la que se corrompe al ambicioso ser humano, lo que facilita a la élite económica el utilizar la “guerra o persecución judicial”, el llamado “lawfare” (anglicismo que aún no figura ni en su diccionario), a favor de sus intereses judicializan la política desacreditando las ideas. Se presentaba tristemente irónica la reflexión sobre un corrompido poder judicial que permitió históricamente a América Latina convertirse en uno de los continentes con más corrupción institucional, ahora, tan corrupta como entonces, reconvertida en una arma de fácil manejo para los asuntos políticos internos y en mano de los intereses oligárquicos y las fuerzas conservadoras, nacionales y foráneas.

Así, se han reemplazado los golpes de Estado por una nueva y más rentable estrategia de control, utilizan el proceso legal para coartar su libertad, silenciarlo e influenciar negativamente en la opinión pública (utilización de la prensa en la propagación de “fake news”) anticipando sentencias condenatorias públicas, corrompiendo el derecho a una defensa imparcial y a la presunción de inocencia. Es la destrucción del enemigo: Cristina Kirchner, Rafael Correa o Dilma Rousseff son un ejemplo. La verdad o mentira de las acusaciones ya se verá, pero mientras tanto los han apartado de la vida política y otorgado un descrédito ético difícil de borrar. Aunque se demuestre lo contrario, siempre rondará la duda, probablemente alimentada por un rumor intencionado, de si la absolución no fue consecuencia de un buen soborno.

Mi interlocutor auguró el futuro de Lula, aunque no el tremendo giro a la derecha que daría el país eligiendo a Bolsonaro. Me cuesta entender que un país en el que iba a ganar Lula, si le hubieran dejado presentarse, triunfara un xenófobo y ultraderechista que conspiró para mantenerlo encerrado. Después de Brasil anticipó que las oposiciones promovidas por EEUU acabarían con Venezuela y Nicaragua, a Cuba la terminarán de asfixiar sin ayuda y con el endurecimiento del bloqueo. Evo Morales no ganará más elecciones, por las buenas o por las malas. Los americanos no permitirán que chinos y rusos se hagan con su feudo colonial, ni tener gobiernos disidentes que lo permitan.

El centro y la izquierda, decolonial, nacionalista y populista que en la aurora del nuevo siglo alzaba sus banderas para enfrentarse unida al Imperio americano y los intereses expoliadores del capital internacional, otorgando esperanzas de independencia colonial y orgullo a América Latina, habrá desaparecido por completo antes de acabar esta década.

Me anticipó también que el acuerdo de Paz de la FARC en Colombia era una trampa para destruir la guerrilla activa más antigua de América.

Seis meses después de esta conversación la fiscalía colombiana ejecutó una orden de captura con fines de extradición a los EEUU contra Jesús Santrich, diputado electo del partido y responsable de la implementación del Acuerdo de Paz, por un supuesto delito de conspiración para exportar cocaína a los EEUU. Fue recluido en prisión sin acusación alguna en su contra en el propio país, pero no se le permitió tomar posesión de su escaño en la Cámara Legislativa. El goteo de miembros de las FARC asesinados de forma impune ha sido un continuo desde que dejaron las armas (lo que la prensa extranjera prácticamente ha ignorado), se justifican por ajustes de cuentas dadas las atrocidades cometidas durante la guerra (nadie puede negar que fueron muchas, pero también de militares y paramilitares). Será provocado y eminente que en poco más de dos años después del tratado de paz las FARC retomen las Armas. Pero si lo hacen, renacerán débiles y divididos (una parte continuará su pacíficamente labor parlamentaria), desmantelada su organización humana y material será fácil acabar con ella y sus líderes, tal como me anunció el muchacho, antes de que se rehaga con fuerza.

En el intento de modificar el depresivo y premonitorio tema, el joven expresó curiosidad por el conflicto catalán. Precedido por escuetas pinceladas históricas del proceso soberanista, acabé exaltando la voluntad solidaria y organizativa del pueblo que hizo posible las votaciones del uno de octubre. Sus líderes sociales han sido encarcelados por convocar una manifestación de protesta y por promover el ejercicio al derecho de voto pacíficamente, es decir, es un juicio a la acción de un pueblo, no tan solo hacia sus dirigentes políticos.

El decretar el 155 (un golpe de estado temporal del Estado) fue el preámbulo de la cacería judicial. Se criminalizarán las ideas, enmascarándose tras un juicio sobre la legalidad constitucional vigente, sin respetar el derecho a exigir su modificación, judicializando de esta manera la libertad de expresión. Un problema que tendría que haberse resuelto mediante el diálogo político, lo hará la ortodoxia judicial represiva al servicio de la oligarquía, que preserva el rancio cumplimiento de los principios franquistas inmaculados en la Constitución del 78. Tal excusa les justifica tener políticos presos por sus ideas a los que llaman presos políticos por sus acciones de rebeldía constitucional. Traidores y golpistas, en definitiva.

La independencia entre el poder judicial y el político-financiero queda claro que en América Latina no existe, pero en Europa, al menos en España, tampoco. Lo que en un principio predije que duraría unos meses, se ha convertido en prisión provisional indefinida. El reclamo de libertad interpuesto por el comisionado de la ONU, entre muchos otros organismos internacionales, los prepotentes jueces españoles le han dado la misma respuesta que las dictaduras bananeras hacen frente a las denuncias por vulneración de los derechos humanos sobre dirigentes indígenas o sindicales; incluso se han permitido cuestionar la imparcialidad de los miembros del comisionado. Es curioso pensar en la facilidad que critican a Cuba por encerrar a los opositores o el derecho que se creen tener para intervenir en los asuntos internos de Venezuela, cuando aquí mantienen a dos líderes sociales, al menos previstos, dos años en prisión provisional.

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[sergiojuan]

Lima. La revolución militar de izquierdas.

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Recordé las acciones expoliadoras republicanas que me explicaron en Chile (mapuches), en Bolivia (Guaraníes), en Argentina, Ecuador..., algunas andan hoy en día en pleitos judiciales para recuperar las tierras usurpadas de forma fraudulenta un siglo antes (pero por lo que parece sigue siendo difícil ganar litigios reparadores). Pero en el Perú duró un siglo y medio.

La violencia del gamonalismo (en el que participaban familias mestizas) también se expresó con enfrentamientos entre clanes territoriales, llegando a obligar a las comunidades campesinas a enfrentarse en defensa o por ofensa, pero siempre en interés de los ambiciosos clanes que las controlaban, en realidad el pueblo o la comunidad eran considerados una propiedad más de las familias gamonales.

Retomando el tema del revolucionario gobierno militar, incidió el joven, con cierta condescendencia que certificaba su simpatía por Alvarado, sobre los evidentes males de cualquier dictadura. Ausencia de libertad de prensa y opinión, control de las telecomunicaciones, se reprimió con rudeza a la disidencia y se modernizó el ejército con la compra de armamento ruso, de tal manera que se convirtió en uno de los mejores dotados de América latina.

La dictadura controló las asociaciones populares mediante la “SINAMOS”, que con el nombre de “Sistema Nacional de Apoyo a la movilización social” se convertiría en su particular KGB. Para ello se rodeó de jóvenes y reconocidos radicales, así, por ejemplo, indultó a Béjar (histórico dirigente del ENL) después de haber cumplido cinco años de prisión, incorporándolo a trabajar en la reforma de políticas de tierras con el gobierno y más tarde en SINAMOS.

Tengo que reconocer, ampliado por lecturas posteriores, que efectivamente la dictadura de Alvarado transformó las estructuras feudales de la sociedad peruana, anclada en una rancia oligarquía que disfrazada de “art nouveau” a principios de siglo en Lima, mantuvo su “glamour” en el despotismo, la corrupción y el despilfarro, permitiendo que los gamonales mantuvieran en la incultura, en semiesclavitud y dependencia a la población campesina, perpetuaron las abismales desigualdades, prolongaron la pobreza extrema del campesino y el subdesarrollado permanente en el país ( y del que aún no ha salido, al margen de Lima). Pero no nos engañemos, aunque su absolutismo está en apariencia controlado, su poder económico se transforma y nunca desaparece, se disfrazará y será otro su “glamour”, tendrá menos fuerza a cara descubierta, pero continuará su poder real con artimañas anónimas entre sombras y bambalinas.

La crisis económica sería la que justificaría un nuevo golpe de estado, y aunque mucho tuvo que ver, según leí, las maniobras de la CIA y el mercado internacional, es innegable que el modelo “estatista” de Alvarado destruyó gran parte de la industria peruana, remplazándola con enormes empresas nacionales con más trabajadores de los necesarios; el “enchufismo” y la corrupción interna, provocó la ausencia de rentabilidad y en consecuencia penosos niveles de deuda. Un error que costó muy caro al país y tardó décadas en subsanarse.

Con el golpe de Estado (incruento, nadie se opuso en la calle) asume la presidencia el general Morales Bermúdez (años más tarde sería juzgado por crímenes de lesa humanidad y condenado a sus más de noventa años de edad a cadena perpetua), aunque prometió continuar las reformas en lo que denominó el “Segundo periodo revolucionario de las Fuerzas Armadas” acabó deshaciendo gran parte de las que se habían iniciado. A pesar del apoyo americano no pudo superar la crisis económica, violentas acciones represivas y el creciente malestar social provocó al gobierno convocar elecciones generales, pero determinaron que lo fueran después de un periodo de transición en el que se redactaría una nueva Constitución.

Haya de la Torre fue elegido para presidir la Asamblea Constituyente, creando una carta política que daría lugar a importantes cambios en el país: Estado laico, igualdad de derechos entre géneros, voto de analfabetos y a partir de los 18 años, etc.... (ya era hora, pensé). El determinante papel del líder aprista propició lavar la imagen conservadora un año antes de su muerte. La nueva constitución sería derogada por la dictadura de Fujimori en 1992 y no se volvería a establecer hasta el presidente Ollanta Humala (2011).

En 1980 se realizaron elecciones ganándolas Balaunde, el mismo que había sido derrocado por Alvarado.

Hizo un paréntesis para recordarme que todo ello se desarrolla durante una época muy sangrienta y con niveles de inflación y hambruna que batieron récords. Desde principio de los ochenta hasta finales de los noventa se vivió una guerra de guerrillas, convertida en guerra civil, en la que murieron más civiles que Fuerzas Armadas y guerrilleros. Especialmente genocidas fueron las acciones represivas del Estado (se llevó la “palma” Fujimori), pero también la utilización de las poblaciones indígenas que practicó Sendero Luminoso para esconderse. Todo ello provocó el masivo éxodo del campo andino a Lima, que ya con anterioridad me referí.

Alan García lograría ser el primer presidente del APRA, 55 años después de su fundación, consiguiendo un amplio apoyo del pueblo por su juventud, su radicalismo populista (muy de moda entonces) y con una buena oratoria demagoga dijo velar por los intereses del pueblo y de la nación frente a los expoliadores internacionales. Los primeros años del gobierno las medidas adoptadas dieron buenos resultados, bajó la inflación y se produjo el mayor crecimiento desde los años 50, consiguiendo gran popularidad en América Latina. Cuando la capacidad de gasto del estado se agotó por la mala gestión, corrupción e inexistente previsión, comenzaron los problemas. El resto del penoso historial de Alan García ya lo expliqué en las páginas anteriores, aunque él me lo volvió a referir.

Añadió, para que comprendiera mejor el caos permanente de este país, que a Alan García le sucedió en la presidencia (2011), después de su segundo mandato, Ollanta Humala, junto a su esposa Nadine Heredia formaron la alianza electoral «Gana Perú», estableciendo un acuerdo político con los partidos: Comunista, Socialista, Socialista Revolucionario, el Movimiento Voz Socialista, Nueva izquierda y un sector de “Lima para Todos”. Todo ello lo hizo a pesar de las enormes críticas fuera y dentro de su partido.

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[sergiojuan]

LIMA. Notas históricas. La Revolución militar. El fín del Gamonalismo.

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Hasta entonces la influencia del APRA en los Andes era muy poca, pero su feudo, Lima, estaba creciendo de forma desorbitada por la corriente migratoria de la sierra a la costa; su coqueteo con la oligarquía hizo que los recién llegados optaran por nutrir las filas comunistas.

Retornó Haya de la Torre del exilio en 1962, se presentó a las elecciones frente a Belaúnde de Acción Popular (partido por el que se presentaría años después Vargas Llosa) y Manuel A. Odría (el cruel dictador que lo había exiliado), nadie obtuvo mayorías. En los resultados parlamentarios tampoco, entonces Haya y Odría acordaron asumir la vicepresidencia y presidencia, respectivamente. Las Fuerzas Armadas no lo aceptaron y dieron el habitual golpe de estado.

El orden democrático se restableció al año siguiente y las elecciones dieron la victoria a Belaúnde, pero sin mayoría parlamentaria, aprovechando la coalición APRA-UN Odriísta se dedicó a paralizar todas las iniciativas, entre ellas la reforma agraria y las primeras acciones indigenistas. La situación volvió a propiciar la ingobernabilidad y el caos en la calles y en consecuencia un nuevo golpe de estado encabezado por Juan Velasco Alvarado y por primera vez con un revolucionario ideario social. El pretexto fue un caso de corrupción entorno a una compañía estadounidense de petróleo. Pero según dicen, los militares impidieron la realización de las elecciones de 1969 ya que se pronosticaba la victoria de Haya de la Torre. Los militares, desde la década de 1930 en el que el APRA mató a varios militares (a pesar de haber sido fusilados sus ejecutores) habían suscrito el compromiso de impedir a toda costa la presidencia de Haya de la Torre.

La cuestión es que el Ejército Revolucionario (en la misma época aparecieron dictaduras similares en Ecuador, Panamá, Bolivia y Honduras, con ideas progresistas en lo socio-económico y antimperialista en la política exterior), nacionalizó la Banca, la minería, el petróleo, la industria pesquera, los servicios públicos esenciales y el petróleo, modernizó e implementó importantes reformas en la actividad industrial, transformó la alimentación de la población, al margen de crear el ministerio, posibilitó, por ejemplo, el poder comer pescado fresco del Pacífico en los andes peruanos, un comercio interior dinámico y una importación controlada asequible a la población media baja. Igualó los derechos de los hijos legítimos y naturales ante la ley. Según leí más tarde, otro de los grandes logros de Alvarado, en este caso sociocultural, es haber conseguido que “cholos” y “serranos”, llamados así de forma despectiva y discriminatoria por la oligarquía, se sintieran orgullosos de su denominación y ascendencia.

Se promovió una política de no alineación, pero al romper relaciones con Estados Unidos tuvo que optar por buscar la ayuda Rusa (El APRA y la CÍA serían los principales instigadores en su caída).

Pero las dos grandes reformas, aunque no se culminó lo proyectado, fueron la educativa, con un ambicioso plan de alfabetización pública y una educación bilingüe, reconociendo oficiales el quechua y otras lenguas que practicaban más de la mitad de la población. A pesar de ello, aún hoy, hay un millón y medio de analfabetos. Las políticas y reformas indigenistas fueron tímidas y tarde, consolidándose muy poco.

La otra gran reforma fue la agraria. Le comenté las valoraciones negativas que me habían explicado, pero obvió confirmar o desmentir mis palabras, afirmando que lo más importante fue romper definitivamente la estructura feudal del campo que permitía a la omnipotente oligarquía controlar el país, el fin (al menos a nivel general) del gamonalismo y los latifundios.

Frente a la expresión de mi ignorancia sobre el término, me explicó que fue un sistema de poder territorial en manos de “hacendados” sin escrúpulos y baja moral, que surgió a mediados del siglo XIX y se prolongó hasta la reforma agraria, su esplendor lo sostuvo en la llamada República Aristocrática (1895-1919). Los primeros gamonales fueron los caciques regionales, pero pronto nuevas familias sin herencia ni posesión de tierras de ellas mediante engaños a las analfabetas comunidades campesinas, muchas veces sin acreditación en papel de pertenencia aparecían otros de falsos que si se la atribuían; en otras por hábiles artimañas, la más común era que el expoliador antes de apropiarse de algún terreno, demandaba previamente a la persona que elegía víctima con cualquier falsa acusación, dado que el acusado, ignorante y en la absoluta miseria no tendría medios de defensa, estando un buen tiempo a recaudo judicial, asegurando la posesión y uso de lo sustraído. La otra fórmula era directamente la extorsión, la amenaza y la violencia.

La justicia republicana muy lejos, y la cercana pagada por ellos, representó la vuelta al despótico feudalismo colonial, del que en algunas zonas se habían recientemente liberado con la abolición de la esclavitud y el tributo indígena. En otras, fue simplemente dar continuidad a lo que ya existía, ya no eran esclavos sobre el papel, pero sí en la práctica latifundista republicana, especialmente en las sierras. Les proporcionaban tierras para que se asentaran y se auto abastecieran las familias de la comunidad indígena, a cambio de que trabajaran las tierras del hacendado, transportaran y vendieran sus productos en ferias y pueblos.

La oligarquía, cosmopolita, residente en lima se miraba en el espejo europeo, Paris y Londres, el resto del país era obviado, con estructuras de estado muy débiles, en un estado en el que el 80% de la población era campesina, pactar con el gamonalismo les representó mantener la integridad nacional bajo su dominio, por lo que cedió el poder regional a los Gamonales a cambio de su fidelidad y control de posibles rebeliones andinas.

Los gamonales invalidaron toda ley y orden de protección del campesino (básicamente indígena), mientras que Lima se modernizaba y avanzaba en el hipotético progreso, el resto del país se mantuvo en el subdesarrollo, el feudalismo y la explotación de las comunidades campesinas, manteniéndolos en la incultura y la pobreza absoluta. Algunos clanes gamonales utilizaron en la primera década del siglo XX ejércitos privados para “cazar” indígenas. Con ello ya se puede ver en la indefensión en la que se encontraba el indígena.

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[sergiojuan]

LIMA. Notas históricas. El APRA.

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Sabía que el Partido Aprista Peruano (PAP), también llamado Partido del Pueblo o de la Estrella, es el más antiguo de los aún activos en América del Sur (1930). La Alianza Popular Revolucionaria Americana fue fundada por Haya De la Torre a mediados de la década de los veinte, con la intención de unir bajo ella una amplia red de movimientos sociales y políticos antiimperialistas de toda América. Su programa se resumía en la unificación política y económica de América Latina, democratización de sus instituciones políticas, integración de la población india en la sociedad moderna, reforma agraria y planificación y diversificación de la economía. Las cinco puntas de su famosa estrella. Sus militantes serían llamados "compañeros" en señal de la hermandad que se pretendía compartir.

No lograría extenderse, pero influiría en el nacimiento de organizaciones progresistas como Acción Democrática (AD) en Venezuela o el Partido Socialista de Chile, entre otras, pero sobre todo fuente de inspiración en la idea de una América unida y libre del imperialismo desde Uruguay a Colombia.

En el Perú, después de haber sido despojados de victorias electorales por golpes militares, perseguidos, asesinados y encarcelados, pasando largos periodos de clandestinidad, deciden en 1945 participar en la alianza del Frente Democrático Nacional (FDN), otorgando el poder a José Luis Bustamante. Pero el gobierno tomó equivocadas medidas económicas que dividieron la alianza en medio de un descontento social, dado que las reformas prometidas no se producían; una tensa situación política que derivó incluso en asesinatos y desembocó en la revuelta del 3 de octubre de 1948. Una excusa perfecta para el golpe de Estado del general Manuel A. Odría. Su gobierno perseguiría con saña al APRA, asesinaría y encarcelaría a sus dirigentes, relegando el partido a la clandestinidad. Época en la que Ernesto Guevara conocería el Perú y de la que posteriormente hablaré en su post.

Haya de la Torre se asiló en la embajada de Colombia en el Perú, en la que estuvo más de cinco años. Después lo haría en México hasta 1961. El Partido fue liderado en la clandestinidad por Ramiro Prialé. Durante el exilio, de forma inexplicable Haya De la Torre varió su discurso y señaló que el imperialismo era un invención de intelectuales acomplejados y radicales, propugnando un interamericanismo democrático y libre.

Dos puntas de su estrella cayeron. Según el muchacho, tuvo claro que la unión de las diferentes nacionalidades americanas, era y es irrealizable en unos países que desde la República han mantenido continuas guerras territoriales, los ecuatorianos no quieren saber nada de los peruanos, éstos, bolivianos y argentinos no pueden ver a los chilenos, los paraguayos rechazan a los bolivianos y los brasileños, etc... Es curioso pensar que todas estas diferencias las propició el capital europeo al que más tarde se le añadiría el americano, junto a las ambiciosas oligarquías nacionales, pero el popular enemigo nacional es el ambicioso vecino, es difícil de olvidar las ignominias (algunas conservadas tan solo en la memoria popular, al ser borradas de la historia escrita) que en diferentes momentos históricos los ejércitos de una parte o de la otra hicieron, a la vez, las victorias y las derrotas siguen promocionando un exacerbado orgullo nacional integrista y discriminatorio.

Le dije que en toda Europa en el siglo XX se batallaron las dos mayores, cruentas y nacionalistas guerras de su historia, por no hablar de producirse el mayor genocidio del pueblo hebreo y gitano. Nos identifican múltiples lenguas y tradiciones, etc.. Pero Hoy, aunque le falta consistencia a su consolidación, están en gran parte unidos entorno a un proyecto territorial y económico, que aunque tiene múltiples intereses nacionalistas y diferencias ideológicas se intentan superar por un bien común. Creo, que el no haber conseguido una alianza político y económica de América Latina es fruto de los intereses norteamericanos y los gobiernos asociados, no el de las diferencias y odios entre pueblos estampados en su memoria histórica, lo que no hay duda es que lo utilizará el poder para exacerbar el sentimiento nacional en su beneficio.

Después de un corto periodo de silenciosa reflexión retomó el tema, señalando que la otra estrella caída del APRA, lo hizo frente a la imposibilidad que creyó observar Haya de que se permitiera gobernar en el Perú a un partido antiimperialista, dado precisamente por el control que los americanos ya ejercían sobre la política del país y la facilidad que a su servicio el ejército diera un golpe de estado. Sus ansias de poder lo condujeron a propugnar una política neoliberal de libre mercado con la que caería la tercera punta de su estrella y su credibilidad revolucionaria.

Gran parte de sus juventudes profesionales e intelectuales intentaron en 1958, aún en la ilegalidad, volver a las ideas de transformación radical y antiimperialistas primigenias. Fueron expulsados del partido, fundando en 1961 el APRA Rebelde, del que surgiría el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), la pretensión era crear una izquierda propiamente nacional que no dependiera de los centros del comunismo mundial. En la década de los 60 se produce la gran eclosión de los movimientos de lucha armada en toda América, Cuba se erigía como ejemplo y ayuda. Así aparecerían también en el Perú, el Frente de Liberación Nacional (FLN) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), formados por disidentes del partido comunista, éste último con una clara intención de independencia ideológica y una acción guerrillera permanente. Al no contar con ninguna ayuda exterior, tres años después serían fácilmente diezmados por el ejército. De los militantes que lograron escapar algunos morirían en la campaña de Bolivia junto al Che. El MIR sería desarticulado en el 68 (desde el MIR se fundó el parlamentario partido Nueva Izquierda) y parte de los guerrilleros que sobrevivieron en la clandestinidad formarían una década después el MRTA (Movimiento Revolucionario Tupac Amaru).

Tras la caída de Odría, aún en la clandestinidad, el APRA colabora con el gobierno de Ugarteche, la derecha más retrógrada y oligarca del momento, perdiendo la ocasión de convertirse en el gran partido de masas que aspiraba a ser desde su nacimiento. ../....

[sergiojuan]

Lima. Notas históricas. La corrupción.

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Expresé que la corrupción, dado que de una forma u otra ahora llega a aflorar, al menos una parte, parece que es una lacra de este siglo, pero posiblemente antes simplemente reinaba con total impunidad. Incluso pienso que hay una parte de la población que perdona a su partido (si es de derechas, la izquierda lo tiene más difícil) tal desliz, posiblemente pensando que si estuviera en su lugar hubiera actuado de la misma manera. Le recordé que el PP gobierna aún en España (2017) siendo el partido más corrupto de su historia, por no olvidar la corrupción institucional que ejerció el partido que gobernó el mayor tiempo en Cataluña desde el inicio de la democracia, hoy presumen con otro nombre de independentistas y de tener presidente en el exilio.

Me indicó (mostrando rabia por la naturaleza del ser humano) que aquí era el Fondo Monetario Internacional el que facilitaba a las mafias empresariales utilizar y corromper a los políticos de turno; pero cuando ya no les interesan por discordancias, por nuevos intereses a los que su caída ayuda o simplemente para desviar la atención sobre ellos, serán hábiles camaleones, libres de sospecha harán caer a sus ambiciosas marionetas.

El único expresidente vivo que no estaba imputado por corrupción en aquel momento era Alan García (hacía unas semanas que se habían elevado diligencias contra Ollanta Humala, último presidente antes del actual). El joven, con cierto aire depresivo pero mostrando deseo de que se hiciera justicia, presagió que pronto también imputarían a Alan García. Tiene ya buenos antecedentes por escándalos patrimoniales y violaciones de derechos humanos durante su primer mandato, pero con sobornos y la intervención del partido en el parlamento logró esquivarlos. Manifestándose antiimperialista acabó defendiendo un modelo neoliberal cada vez más conservador y represivo que favoreció la acumulación de capital extranjero, redujo los derechos de los trabajadores, criminalizó la protesta social justificando la masacre de Bagua en el 2009, violó los derechos humanos con la matanza de Los Molinos, sin admitir la rendición fueron masacradas las fuerzas del MRTA. Contribuyó a la destrucción del medio ambiente, la naturaleza y las poblaciones que viven en ellas, a favor de las industrias extractivas. Durante la guerra con Sendero Luminoso ordenó la muerte de prisioneros sin juicio previo. Por no hablar de pasar a la historia por ser el responsable de una de las mayores hiperinflaciones que ha sufrido este país.

Alberto Fujimori amplió los genocidios, convirtió la democracia en una dictadura y en la hora de su descrédito, la campaña contra los apristas y su líder exiliado, favoreció que éste volviera en olor de multitudes, con aureola de salvador del pueblo. Lo primero que hizo al ganar las elecciones fue llamar a la unidad de las derechas. En definitiva, la esperanza popular se había transformado en un corrupto títere a las órdenes de los poderes internacionales.

Me aseguró que no sería el único, muchos y de enfrentadas ideologías andan en el mismo barco llamado “Ambición”, su propietario Odebrecht. Desde la actual oposición fujimorista al actual presidente Pablo Kuczynski, según él, todos estaban en el ajo.

Efectivamente, poco menos de un año y medio después de mi estancia en Lima, Alan García se suicidó antes de ser detenido por sobornos en la construcción del Metro de Lima durante su segundo mandato (2006- 2011) y por cobro de la transnacional brasileña Odebrecht. Viendo que no podía eludir la investigación pidió asilo político en Uruguay, siéndole denegado, se le impidió la salida del país y en arresto domiciliario se aceleraron las investigaciones. Malas lenguas dicen que fue asesinado, dado que con el acta de defunción se archivan todos los procesos en su contra, muere como inocente y se evita que aparezcan en la investigación otros personajes.

Pero para colmo, el entonces recién elegido presidente Pedro Pablo Kuczynski y la primera cabeza de la oposición Keiko Fujimori (hija del genocida), Ollanta Humala y su mujer, Jaime Yoshiyama del FP y su abogado Humberto Abarto, entre otros, de una lista que no para de crecer, están puestos a disposición judicial o en arresto domiciliario y se prevé segura su implicación en el caso Odebrecht. El único expresidente que no anda entre rejas o muerto es Alejandro Toledo, prófugo de la justicia peruana refugiado hasta hoy en Estados Unidos.

No parece ser extraño, pero sí sintomático, que todos los presidentes de la república peruana elegidos en democracia estén siendo investigados por el caso Odebrecht, un caso que también en otros países del Sur y centro América ha estallado; incluso en Argentina tienen en la actualidad un presidente vinculado con esta mafia financiera, aunque la imputada por otras causas sea Cristina. La verdad es que he intentado leer sobre el asunto y tiene mucha miga, con características propias en cada país y de difícil resumen, os recomiendo que os informéis, es muy interesante observar la impunidad en la que se mantuvo durante medio siglo la corrupción financiera implicando a una gran parte de los gobiernos sudamericanos y sus políticos.

Expresé mi desconcierto, pero también mi ignorancia, anclados mis conocimientos en los cincuenta, descubrí que la ideología que amamantó a Ernesto Guevara, la fuerza histórica de centro izquierda más importante del país que tantos mártires dejó en su lucha, se convirtió en una déspota y corrupta derecha. El muchacho me miró con una amplia sonrisa y seguidamente me hizo una interesante radiografía del país en el siglo XX explicándome la evolución Aprista. Su abuelo, al que arrestarían y torturarían durante la dictadura de Odría, dejaría desengañado el APRA en los 70. Su padre nunca quiso saber nada de partidos políticos, pero sí estuvo luchando en el sindicato. Irónicamente murió a los 52 años en un accidente laboral, cuando una de sus luchas se había centrado en obligar a las empresas a invertir en medidas de seguridad en el trabajo, la mortalidad en el campo de la construcción llegó a superar el de la minería.

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[sergiojuan]

Lima. Distrito de BARRANCO (3)

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“La bajada de baños”, pasando por debajo del puente de los suspiros, es una quebrada natural por la que descendían los pescadores a las playas de Barranco. El pasaje está enmarcado por altos ficus y gran número de bugambilias, predominando las de color fucsia. En los acantilados de la “Bajada” se fueron construyendo, desde un principios del siglo XX, hermosos ranchos que aún se conservan en buen estado y revestidos por un renovado y contrastado colorido.

Descendimos un tramo, pero sin pretensiones de llegar a la playa, por lo que pronto volvimos a ascender. Llegando a la parte alta de la “bajada”, allí se une a la calle de la ermita, rodeados por el final del parque se aprecian grandes esculturas modernas, hormigas gigantes y otros insectos. La escultura volvía a competir con la pintura que decoraba amplios o pequeños muros de algunas casas, revestía el puente por dentro y por fuera, exhibiendo una muestra de reivindicación multiétnica y creando escenarios perfectos para que las quinceañeras se fotografíen vestidas de princesas.

En fin, muy guapo, muy mágico y muy “hipster”. Entendí la razón por la que Solenne me recomendó dormir aquí, igual que lo hicieron Patricia y Sandrine, curiosamente las tres francesas. Si la intención es hacer vida en el distrito y disfrutar de la playa, probablemente es el mejor barrio de la provincia de Lima, aunque su precio medio no sea precisamente de los baratos y los que se acercan requieren la reserva mucha antelación. Al menos es lo que me explicaron.

Nos trasladamos con cierta prisa hasta el malecón Souza, volviendo a obtener bellas postales marítimas, entre ellas las amplias playas de Barranco. Dos manzanas después llegaríamos al cruce con el Malecón Sáenz Peña, una elegante y amplia avenida con un arbolado paseo central. Llena de glamorosas casas palaciegas de toda clase de estilos, republicano y renacentista, neoclásicas, victorianas, Art Nouveau... una variedad de glamorosas mansiones con marcado aire europeo, especialmente francés. Pero todo ello se desfiguraba con varios modernos edificios altos, siete plantas conté en uno. La guía nos explicó que en la década de los 70 se tiraron bellas construcciones en aquella parte del paseo, dando paso a edificios de carácter funcional y de líneas rectas. En el 2010, nadie sabe cómo, pero se permitió la construcción de un macro edificio de ocho niveles, con varios sótanos, acabando de destrozar la armonía arquitectónica del más hermoso paseo de Barranco.

Nos contó que se pobló a los lados de un caudaloso canal de riego, en el que a principios de siglo varias familias adineradas limeñas decidieron establecer su residencia, en la década de los veinte se construyó el paseo central tapando el canal y colocándose en su centro el obelisco a San Martín. Convertido en el más selecto barrio de moda de la alta sociedad, provocó que a finales de los 30 dos tercios del paseo ya estaba totalmente edificado con señoriales casas. Nos señaló la amplia zona de la que hablaba, estando aún en pie gran parte de aquellas viviendas gracias a la protección que se les dio por considerarlas patrimonio histórico de Barranco.

Una de esas mansiones es hoy una tienda de artesanía espectacular, dada las prisas y la magnitud de la muestra tuvimos poco tiempo para entretenernos en ella, pero os la recomiendo, aunque tan solo sea para admirar la variedad y calidad de sus productos exquisitamente expuestos, se llama Dédalo. Desde allí las opciones dividieron al grupo. Momento en el que cada uno aportó el pago oculto de los servicios de la guía, que hay que reconocer fueron muy buenos.

La mayor parte del grupo optó por volver a pie en un paseo relajado de más de una hora por el malecón hasta llegar a Miraflores. La intención de comprar una flauta de pan (regalo que quería llevar a uno de mis hijos) en el mercado de artesanía dispuesto en el parque Central de Miraflores, el interés de hacer mi “cena despedida” en un restaurante de comida criolla que por el entorno me recomendaron y conseguir llegar alrededor de las nueve al hospedaje, provocó que renunciara al paseo, pero os recomiendo hacerlo, al igual que la visita a Barranco la prolonguéis al menos durante todo un día, incluso podréis ver el Museo Pedro de Osma, un coleccionista que a mediados del siglo pasado reunió una gran cantidad de objetos variados del siglo XVI al XIX; dicen que es una de las mejores muestra del arte peruano en la época virreinal. Otro de los museos de los que me hablaron muy bien es el de arte contemporáneo.

Habiendo cumplido previamente con lo planificado llegando bien pasadas las nueve al hospedaje, estaba sentado en el patio escribiendo las últimas notas sobre el día y saboreando un pisco, cuando se acercó uno de los jóvenes que trabajaba en el hospedaje, un tranquilo mestizo treintañero, con humilde sonrisa y unos ojos pequeños ojos oscuros que derrochaban curiosidad. El día anterior habíamos hablado del recorrido de mi viaje, interesándose por el homenaje del “Che” en la Higuera y expresándome el deseo de haber podido estar. Le convidé a sentarse y a tomar un vino, lo que me rechazó dado que las normas se lo prohibían, pero no así un té que él mismo se hizo y sirvió. La conversación duraría más de dos horas, con un par de interrupciones en atención a la clientela, la mayoría ya estaban recogidos en la habitación. Tengo que decir que la charla me sirvió para entender un poco más el actual Perú, pero sobre todo para reconocer la clarividencia del muchacho en predecir lo que meses después ocurriría. De entrada manifestó esa depresiva y generalizada sensación de desengaño que frente a los políticos y la política calza este país. El pueblo, tantas veces engañado, ya no vota por alguien que dice defender sus intereses, votan para que pierda el que no quieren.

Comenzó hablando del problema endémico del Perú: la corrupción económica, moral y cultural, un mal sistémico que se extiende desde la administración, la jurisprudencia y el ejército hasta el propio funcionario medio. Cada uno a su nivel.

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[sergiojuan]

Lima. Distrito de Barranco.

El mágico barrio “Hipster” y su fantasma.

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En una esquina de la plaza de San Francisco nos señaló la casa del insigne poeta José María Eguren. La primera iglesia (1895) de San Francisco fue financiada por el devoto italiano José Tiravanti. En 1933 fue derribada para construir la actual, de un estilo bastante inconcreto y ecléctico, se alza en su centro una estilizada y alta torre. No pudimos ver su interior ya que estaba cerrada (este recorrido franciscano se lo suelen saltar los guías, a menos, tal fue nuestro caso, que una pareja lo señalara de interés y la guía aceptara alargar el recorrido)

Desde allí, en una zigzagueante marcha por unas unas siete manzanas, llegamos a una amplia y verde plaza en la que se ubica la Municipalidad de Barranco y la iglesia de la Santa Cruz. Con cierta impronta colonial en sus edificaciones es el lugar más concurrido del distrito, especialmente, según nos dijo, los fines de semana, dada su variada y amplia oferta lúdica y el ambiente entre bohemio y “progre” que se respira. Os aconsejo no contentaros con un simple vistazo, vale la pena recorrer ese especie de parque-plaza, descubrir sus esculturas, el santuario de la Virgen o el curioso edificio de la biblioteca.

La Iglesia de la Santísima Cruz es el Principal templo católico de Barranco desde 1900, y tal su nombre indica custodia en su interior la sagrada imagen del Señor de los Milagros, su procesión, iniciada ocho años después del gran terremoto, es junto a la de Lima, la mayor muestra de fe popular hacia este Cristo.

El puente de los suspiros es una de las principales singularidades de Barranco. La leyenda cuenta que el nombre le viene por doncella, hija de un noble adinerado que le tenía prohibido ver a su amante, un barrendero que al otro lado del puente vivía. Con el corazón roto, se sentaba en su ventana y se le oía suspirar al cruzar el puente. Otros dicen que le viene el nombre al convertirse en el paseo preferido de los enamorados.

Nos indicó la guía que si podíamos contener la respiración al recorrer sus 44 metros, el deseo que pensáramos se haría realidad. Todo el grupo lo intentó y todos lo superamos, indicando que no tiene gran dificultad (lo que sí tiene, me temo, es que se cumpla lo deseado). Por la calle en la que finalizaba el puente, delante de la Iglesia “la ermita”, nos dirigimos hacia la izquierda para contemplar desde el acantilado una amplia panorámica de la costa. Un interesante restaurante ( remodelado rancho) con espectaculares vistas acompañaba al amplio mirador.

Después del disfrute paisajístico volvimos a la iglesia “La ermita” y su entorno lleno de arboladas, jardines y esculturas, en la que nos explicó su importancia fundacional. El renovado pintado de sus fachadas ocultaba un estado decadente, habiendo soportado estoicos los pilares y las fachadas el embiste sísmico, su tejado estaba en muy mal estado, en aquel momento lo cubrían protectores con la intención de iniciar algún día su restauración y evitar el continuo derrumbe, tampoco se permitía visitar su interior.

Nos explicó que no hay reflectores nocturnos dado que cada vez que se ponen en un par de días se funden, después de muchos intentos se decidió dejarla a oscuras. Se dice que es el fantasma del cura sin cabeza el que no quiere luz en las inmediaciones. Nos contó que a finales del siglo XIX, había un sacerdote vicioso de carácter tosco y vida frívola que se ganó la antipatía del pueblo. Un terremoto provocó el derrumbe de la cúpula cayendo la campana de tal manera que le trituró literalmente la cabeza. Dada su mala vida diagnosticó el pueblo que era castigo divino el deambular por la noche sin cabeza. A los niños en Barranco se les asusta con su posible presencia para llevárselos. Se dice que en todas las familias de Barranco hay al menos uno que lo ha visto deambular de noche descabezado y vestido con el hábito.

La verdad es que leyendas de fantasmas sin cabeza en Lima son muchas, al menos dos más conocí por la noche, una sobre un inocente decapitado por la Inquisición y otra de un caballero que anda sobre un también fantasmagórico caballo. Pero el misticismo de Barranco no tiene medida, y antes de ascender al autobús de vuelta nos explicó la guía la leyenda de la “vampiresa de Barranco”, célebre entre los años veinte y treinta del siglo pasado, pero que vuelve a aparecer y desaparecer décadas después, siempre asociada a asesinatos sin resolver o testimonios que lograron sobrevivir a su compañía; según parece en este año (2019) dicen que ha vuelto a rondar por Barranco.

Rodeamos la estatua de Chabuca Granda, persona muy querida en Barranco y de la que se dice que escribió una canción sobre el puente de los suspiros.

Desde el parque Federico Villarreal descendimos por amplias escaleras, descubriendo en sus muros interesantes murales con un claro contenido reivindicativo, todo ello se enmarcaba en luminosos colores revistiendo techos y fachadas, en estudiados y luminosos contrastes, mientras que en los muros blancos, escrito sobre piedras se exponían cortos poemas y pensamientos, un conjunto que acentuaba un aire intelectual, sensible al arte y bohemio, la guía nos señaló que estaba considerado como uno de los 25 barrios mas "Hipster" del mundo.

Pensé en los herederos de la generación “beat” de finales de los años cuarenta, hoy han reemplazado el jazz por el “índie”, ahora la moda alejada de convencionalismos incluye artículos vintage, una mayor conciencia ecológica y el consumo responsable... Sobre el tema de drogas desconozco sus aficiones ilegales actuales, pero por lo que parece, aquí sobresale en las legales el Pisco. Se sigue caracterizando está subcultura por la búsqueda de formas de vida alternativas, pero aunque lleven ropa de segunda mano o libre de exploración infantil y menosprecien una vida dedicada a enriquecerse y al consumo (normalmente la que llevaron sus padres), no dejará de ser su poder adquisitivo el que les permita mantener este tipo de vida.

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[sergiojuan]

Lima. Distrito de Barranco.

Unas notas históricas.

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El pequeño distrito de Barranco es uno de los 43 que conforman la provincia de Lima. Poblado por pescadores desde principios del siglo XVIII, se constituye oficialmente en 1874 en distrito, llamándose San José de Surco con su capital “La Ermita” de Barranco.

Más tarde, delante de la iglesia “la ermita”, la guía nos explicaría su mito fundador, basado en que a mediados del siglo XVIII, un grupo de indígenas pescadores de Sulco (hoy Surco), habiendo naufragado durante horas y perdido las esperanzas de avistar tierra, se les apareció en la negra noche una cruz luminosa sobre uno de los barrancos costeros; dirigiéndose a ella lograron regresar a casa. Intrigados fueron al lugar, descubriendo que la causa emisora de la discontinua luz era una gran cruz trazada sobre tierra suelta en un plano inclinado del barranco. De vuelta a Surco narraron el prodigio, provocando que la gente acudiera en masa al lugar, entre ellos un panadero llamado Caicedo, que después de rogar por su mujer que estaba muy enferma, ésta comenzó a sanar. Un milagro que hizo que construyera en el lugar la primera capilla. A su alrededor se formó la población barranquina. Por ello piensan que el fundador de su ciudad es directamente Dios y el primer habitante un panadero.

La leyenda fundacional, aunque posiblemente tenga algo de verdad, esconde, según algunos, el monumental engaño que nos tienen acostumbrados los milagrosos acontecimientos cristianos. Patricia me contó dentro del taxi que el señorío de Sulco o Armatambo era uno de los curacazgos más importantes de la Lima prehispánica (ocupando Barranco y los cuatro distritos que hoy lo rodean), se dedicaban a la agricultura, la pesca y las artesanías. En los territorios cercanos al mar, crecía el junco y el carrizo con los que fabricaban sus “Caballitos de Totora”. Con la llegada de los wari, la región se convirtió en un gran centro administrativo y construyeron el canal de riego más antiguo de esta región, desviaron las aguas del río Rímac hacia el sector sur del valle, mediante canales (acequias), llegando los españoles a confundir su caudal por el de un río, al navegar por él embarcaciones ligeras.

Hacia mediados del siglo XV, el valle fue ocupado por el Inca, dividiéndolo en tres curacazgos. Hicieron muchas construcciones desarrollando las áreas urbanas y agrícolas. Así cuentan los primeros cronistas españoles que El Valle estaba densamente poblado a su llegada, con numerosos palacios y templos, siendo Armatambo en el hoy conocido Morro Solar (en el actual distrito de Chorrillos, un par de kilómetros al sur del centro histórico de Barranco), donde residía el curaca y era el aposento veraniego o de tránsito del inca hacia el santuario de Ischma, llamado por los incas Pachacamac, la divinidad con dos rostros, que podía ver el pasado y predecir el futuro.

Inmediatamente después de la fundación de Lima, Pizarro nombró a Antonio Solar encomendero de Surco y Barranca, gran parte de los indígenas agrupados en las reducciones morirían (al margen de las epidemias) en la guerra contra Manco Inca, las petulantes peleas entre conquistadores o en la rebelión de los encomenderos contra La Corona, en todas participó Solar y sus encomendados indígenas a las órdenes de Pizarro.

La mayoría de las huacas (recordemos que en ellas se almacenaban ricas ofrendas) fueron saqueadas y destruidas, utilizando sus piedras para levantar viviendas, haciendas e iglesias. Los ídolos que albergaban fueron totalmente destruidos. El caso más conocido es el del ídolo Ischma, que fue destruido por Hernando Pizarro cuando saqueó el templo de Pachacámac. Aunque era la divinidad más importante de la costa, los habitantes de Sulco adoraban también a otros dioses como Pachamama (la tierra), Mamacocha o Kon (el mar), curiosamente parece ser éste el Dios que tenía más templos o adoratorios erigidos en su honor; Viracocha (supremo ordenador del mundo), Q'illa (la luna), y con la llegada de los incas, Inti. Sus animales: el puma, el cóndor, la serpiente. Pero según parece el autóctono dios que gozaba de más popularidad era Sulcovilca, la máxima deidad de los pescadores, de los tejedores y de los labradores. Tenía varios adoratorios y la única representación del ídolo (al menos encontrada hasta ahora) era una inmensa roca plana sobre el agua, producto de algún derrumbamiento del acantilado, sobre la que invocaban a Sulcovilca al despedir de sus pescadores, con la esperanza de que los ayudara en la obtención de una buena pesca. Además existían muchos adoratorios de pequeñas dimensiones, sobre los cuales se construyeron ermitas o al menos sobre sus ruinas colocaron cruces.

Posiblemente en el lugar de la ermita había un pequeño oratorio a Sulcovilca, pero lo que está claro es que la fe hacia este Dios y los ritos sobre la sagrada piedra continuaron siendo muy importantes en la comunidad indígena, a pesar de haber sido evangelizados dos siglos antes. Por lo que en hábil estrategia (malas lenguas dicen que fue obra del panadero y otros se lo achacan a los franciscanos) consiguieron reemplazar Sulcovilca por la milagrosa cruz. Tanto es así, que igual que la cruz despareció, también lo hizo la roca sagrada poco años después de instaurarse la república, nunca se supo el cómo, ni nadie sabe hoy en día el lugar exacto en el que estaba.

Nos explicó la guía que desde el último tercio del siglo XIX Barranco se convirtió en un balneario muy solicitado por la clase alta limeña, la que pronto acabarían afincándose y construyendo grandes mansiones o ranchos. Las tropas chilenas saquearon e incendiaron toda la ciudad y el terremoto de 1940 destruyó gran parte de su zona monumental. Su reconstrucción estuvo acompañada siempre por la voluntad y el esfuerzo tenaz de una población orgullosa de su patrimonio, junto con el apoyo económico del gobierno que nunca les faltó. Hoy sigue siendo un distrito con una población en general de clase media alta, con algunas mansiones de estilo europeo, recordando el pomposo presente de algunas familias.

Desde allí caminamos unas tres manzanas hasta la plaza de San Francisco, el aire tranquilo de sus estrechas y limpias aceras, caserones de una planta añejos y otros de nuevos, bien cuidadas y coloridas fachadas enmarcaban las ventanas alineadas y enrejadas, al igual que sus jardines, todo ello y la tranquilidad que se respiraba, creaba un entorno que nos hacía disfrutar de una huella centenaria en un placentero paseo, con la sensación de transitar por un pequeño pueblo.

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[sergiojuan]

Lima. Museo Nacional de Arqueología (3)

Mitos universales.

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Sandrine intervino apuntando que los incas hicieron lo mismo que los hebreos con el Antiguo testamento, por lo que la mayor parte de sus leyendas son transformaciones de otras que a su beneficio produjeron y difundieron para dar crédito divino al inca, reconociéndolos descendientes directos del Sol. Lo que ha llegado hasta nosotros se le suma las variantes propias que las comunidades produjeron y la ingenua, ignorante y despectiva interpretación que hizo el español de su cosmovisión.

La figura del jaguar alado me evocó a Quetzalcóatl. La serpiente emplumada era la deidad más compartida en Mesoamérica, venerada por los aztecas, mixtecas, mayas, quinches..., a la llegada de los españoles.

Les pregunté si conocían la famosa Estela mejicana de La Venta ( en la que muchos ven el origen extraterrestre del personaje dentro de una nave espacial), Sandrine fue la única en afirmarlo. Reseñé que es la representación más antigua encontrada de la Serpiente Emplumada, de origen Olmeca (s. XIII a IV a. c.), cultura que hasta el descubrimiento de Caral se le otorgaba el título de primera civilización de América. Pero sería siglos después con la civilización de Teotihuacán, (siglos III d. C. y VIII d. C) que parece adquirir categoría de Dios principal de la vegetación, de la tierra y el agua, su proyección alcanzaría toda Mesoamérica. Los toltecas lo transformaron en dios de la estrella de la mañana y de la tarde, una época negra en relación a los sacrificios humanos que según parece Quetzalcóatl no aceptaba, por lo que tramaron la intervención ruin del hermano (un Caín y Abel hasta entonces inexistente) para que se suicidara con engaños por vergüenza y así deshacerse de él.

Renacería su adoración como deidad principal de la agricultura con los mixtecas y zapotecas. Durante el periodo azteca no tan solo se mantuvo asociado a la deidad solar, sino que se le ubicó en el planeta Venus y se le rindió culto como protector de los artesanos, dios del aprendizaje y del saber. Quetzalcóatl habría inventado según las leyendas el calendario, enseñado a cultivar, plantar maíz, transformar los frutos, la cerámica, los metales, entender las estrellas.... Quetzalcóatl se convirtió desde el principio en un dios vinculado a los vientos, específicamente a los que traían las nubes de lluvia.

Por supuesto que la leyenda desde los mayas a los mixtecas (el linaje real de éstos decía provenir de esta figura y la nombraban serpiente de lluvia) reúne grandes diferencias pero también muchas similitudes. Dioses tan alejados, Viracocha y Quetzalcóatl, con sus puestas en escena junto a los propios hombres (lo mismo que Jesucristo o Mahoma) marcaron la cosmovisión solar de los mayores imperios a la llegada de los españoles. Pero muchos de los símbolos que comparten también lo hacen con otras culturas ancestrales cómo los sumerios, egipcios, acadios.... Por supuesto, gran parte de estas coincidencias apoyan la visión de la visita de extraterrestres convertidos en Dioses, de lo que Sandrine parecía estar muy convencida. Tan solo le indiqué que tanto uno como otro se dice que marcharon por mar y se esperaba su regreso por el mismo, ¿por qué no se fueron volando?

Particularmente,-le dije-, pienso que el expresar los mismos símbolos narrativos y figurativos es producto de patrones evolutivos comunes en el pensamiento humano, en esa búsqueda de dar esperanza de longevidad a nuestra existencia; estoy más cerca de Jung que de las teorías del creacionismo extraterrestre; aunque no niego su posible presencia, en el pasado o en el presente, lo que sí estoy convencido es de la vida en otros planetas.

Salimos de la espléndida sala del Tawantinsuyu y pasamos por una amplia muestra de las diferentes deformaciones craneales, en la que volvimos a recordar los Paracas y las teorías del origen de las cabezas alargadas; con ello nos incorporamos al virreinato. Tengo que decir que hasta aquí las cerámicas, textiles, metales, material orgánico y líticos, restos humanos conservados con técnicas sorprendentes aún por descubrir, tumbas y enterramientos, los primeros telares... En fin, un sorprendente y didáctico recorrido que vale la pena hacer con calma.

En las salas sobre el virreinato el chileno se sintió más seguro y amplió la información que se ofrecía, que por otra parte me pareció pobre y muy colonial la narrativa histórica que se mostraba. Interesante las pinturas (la mayoría de la escuela cuzqueña) y curiosa la colección de batallas, imágenes de aquel tiempo llenas de curiosidades.

Accedimos a un verde patio en el que descansamos unos minutos antes de incorporarnos a la Quinta de Los libertadores, casona del siglo XVIII en la que ocuparon Simón Bolívar y Don José de San Martín en su estada en Lima.

La república se explica mediante grandes paneles a modo de libro abierto en acordeón. Tengo que decir que estábamos demasiado saturados de información para leer todo aquello, por lo que a pesar de que Juan Gabriel estaba en su salsa, los demás, observando el reloj acercarse a la una y media, decidimos que era la hora apropiada para almorzar.

Expliqué mi compromiso de estar a las tres en el Óvalo para visitar de forma grupal el distrito de Barranco, ellas, desestimando la necesidad de un guía para recorrer Barranco, también tenían que volver a su hospedaje, ya que a las cinco partirían en taxi hacia el aeropuerto, con el disgusto previsible al enterarse de Juan Gabriel. Propusieron, después de comer, ir en taxi, dejarme en el Óvalo y ellas continuarían hasta el hospedaje. Así lo haríamos. Durante el almuerzo supimos que Juan Gabriel había trabajado durante tres años de profesor en un colegio de Lima, compartimos el recorrido turístico de cada uno, volvió a surgir el problema de las “huacas” y el de los extraterrestres; Sandrine explicitó con fe su presencia esculpida en la piedra y sus apocalípticos ataques desde el aire... Sin la menor duda un entretenido coloquio frente a un menú que encontramos caro para lo que se sirvió.

Volvía a estar solo en una esquina de la plaza del Óvalo, había quedado a las tres, pero hasta y cuarto no apareció nadie. Media hora después nos subíamos a un autobús un grupo de ocho personas en dirección al distrito del Barranco.

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[sergiojuan]

Lima. Museo Nacional de Arqueología.

Dioses y mitos.

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El “teórico” panteísmo en el que hay caimanes, anacondas, águilas harpías y especialmente su “jaguar alado”, motivó a Tello en sugerir el origen amazónico de la cultura Chavín; pero su cosmovisión parece estar más relacionada con comunidades que se habían establecido anteriormente en la zona: Sechín, Las Haldas, Moxeke... y la más importante (según Hoyle) la cultura Cupisnique. Las cabezas clavas, estelas, el puma, la ave (cóndor y halcones), la serpiente, la cruz del sur, los tres niveles del mundo y su dualidad, y especialmente el “Dios de los Báculos: Dios dual, de la lluvia (lágrimas) y de los temblores... me hicieron revivir mi estada en Tiahuanaco (s.XV a.d.C-X d.c.). Reconocía dos culturas distantes en el espacio, coetáneas durante un milenio y con el mismo Dios de los Báculos o Viracocha, pero también símbolos y signos de la cosmovisión andina que lucirían siglos después los Huaris, Chinchas e incas.

Al expresar la sorpresa en voz alta y buscando explicación de aquella posible coexistencia en la Sala de Tiahuanaco (no la encontré), la Patricia nos explicó que la imagen del Dios de los Báculos se cree que proviene de la cultura Caral, pero lo que sí se sabe es que es anterior a la cultura Chavín; recientemente se había encontrado su imagen grabada en un cuenco de calabaza de 4200 años de antigüedad.

Viracocha está coronado por el Sol y el dios de las tormentas se manifestaba en sus manos portando un rayo en cada una y las lágrimas en sus ojos en forma de lluvia. En otras representaciones aparece con báculos o con rayos en una y serpientes de dos cabezas en la otra acabando su única cola con una cabeza de ave rapaz. Viracocha adquiere diferentes virtudes en función de con quién se asocie, es decir, el famoso mitad hombre con rostro felino y mitad ave de rapiña, parece estar vinculado con el culto al agua de muchas comunidades a lo largo de la historia andina.

Una de las leyendas pre-incas dice que surgió de las aguas del Lago Titicaca (posiblemente fundamentada desde Tiahuanaco), según otras versiones salió de una cueva, en los dos casos iluminó el mundo envuelto en las tinieblas. El creador del Universo, el sol, la luna y las estrellas, creó la humanidad soplando sobre las piedras y de esta primera creación nacieron gigantes con pocas inteligencia (recordé la leyenda de los gigantes de Tiahuanaco), por lo que los destruyó con un diluvio; de piedras más pequeñas hizo surgir al hombre actual. Se dice que viendo lo infelices que eran sus criaturas dadas el sufrimiento que les infligía la vida en la tierra, lloró de pena. Buscó dar remedio viajando por el mundo y enseñando los fundamentos de la agricultura, metales, tejidos (cultivo del algodón), cerámica, ganadería... para que el hombre fuera más feliz, así como también realizó numerosos milagros.

Viajaba acompañado con un báculo y un llamado “pájaro de fuego”, que se dibuja como un pequeño picaflor de oro, conocedor del pasado, presente y futuro, su nombre era “Inti”. Un día su peregrinaje le llevó a una población en la que sus habitantes intentaron matarle; se arrodilló, levantó las manos al cielo e hizo bajar un fuego que abrasó la población. Sintiéndose afligido siguió su camino en dirección al mar, donde se encontró con sus servidores y se embarcó con ellos. Otros dicen que se marchó caminando sobre el océano con su séquito, dejando a sus dos discípulos para seguir enseñando al humano (recordé la leyenda de los yaitiris en Tiahuanaco). Uno se dirigió al norte y el otro al Sur. Se creía que en momentos de dificultad volvería para ayudar a la humanidad.

En la sala Paracas (recientemente inaugurada después de cerrarse por el terremoto 2007) busqué sus mantos, pero me quedé con ganas de ver más, Patricia me indicó que el primer día en Lima habían visitado el Museo de Arqueología de la Universidad de San Marcos, allí hay una gran muestra sobre la cultura Paracas y mucha de las piezas descubiertas por J.C.Tello, entre ellas varios hermosos mantos. (Otra visita que quedaba pendiente para el próximo viaje, parece que los Paracas y Tello se me resistían). En ella volvimos a ver la imagen de Viracocha y su transformación en Kon. Patricia nos indicó que el Dios representado, Kon, era una versión del Dios de los báculos o el llamado Dios oculado (con dos prominente círculos a modo de ojos).

En la sala de los Wari (confundida durante mucho tiempo su cultura con la de Tiahuanaco), el primer Imperio de un pueblo eminentemente guerrero y según dicen muy cruento con sus enemigos, impuso una centralizada y férrea administración, pero fue permisivo con los dioses y rituales de los vencidos. Así el centro ceremonial de Pachácamac y sus oráculos comenzarían a adquirir fama por toda la costa peruana.

La pregunta que desde Cuzco me rondó sin respuesta, es la razón que hizo que el todopoderoso inca cambiara Viracocha por Pachacámac, cuando su leyenda fundacional se basaba en la acción creadora de Viracocha, padre de Inti, Mama Quilla y Pachamama. Destruyó a la gente del lago Titicaca, salvando solo a dos humanos (hijos de Inti) para llevar la civilización al resto del mundo: Manco Capac, “fundación espléndida”, y Mama Ocllo (madre de la fertilidad).

Por lo que no entendía la razón que motivó a los incas a cambiar en la dorada Corincancha (el templo de mayor importancia en el Imperio inca) la imagen de Viracocha por la de Pachacámac y que el santuario costero alcanzara una relevancia en el Imperio superior a todos los demás.

Volvió a ser Patricia que expresó su creencia de que el Dios de los báculos fue llamado Viracocha por los pueblos del altiplano, en la sierra y norte costero le llamaron Pachacámac y en el sur Kon, adquiriendo valores propios y diferenciales, con el tiempo se convertirían en hermanos y rivales, Pachacámac desterraría a Kon después de vencerlo y Viracocha abandonaría a los humanos en favor de su hermano.

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