serpentolcott

[serpentolcott]

lisdluk‌:

Tomó su botella de cerveza dando un trago largo hasta que el contenido se terminara, escuchando las palabras de la joven, intentando formar su propia idea sobre el dolor pero al igual que la mayoría de las emociones, era más fácil sentirlas que explicarlas -El dolor realmente nunca se disfraza…- dijo acariciando la boquilla de la botella con la yema de su dedo -Uno intenta en muchas ocasiones guardarlo para si, como una posesión preciada- al menos en su caso siempre solía ser de aquella forma, eran pocas las cosas que realmente le pertenecían en aquel mundo, la mayoría, tanto como los aciertos, los errores, los objetos, las alianzas habían pertenecido primero a su padre -Pero de alguna forma, este siempre encuentra una forma de expresarse para afectar a los de alrededor, para hacerse fuerte…- dejó salir aquellas palabras centrándose en su propia experiencia. Pidió otra botella al barman y dirigió de nuevo su atención a la chica -Mi padre era un hombre peligroso, un hombre al que le gustaba el caos, tenía cierta adicción a la destrucción… Lo que quiero decir es que… Si la ciudad tiene esta maldición de llamar al caos, reclama todo aquello que ayude a crearlo, y…- hizo una pausa a sus palabras como si se diera cuenta del poco sentido que tenía aquello -Creo que esto suena muy exagerado- movió la cabeza en negación y soltó un suspiro. La última oración dicha por la joven le hizo ladear el rostro -Sabes, yo he perdido mucho al estar de este lado, he dejado en el camino la mitad de mi vida y vivo sólo con la mitad que queda, hay cosas que desearía recuperar y no puedo, porque debo mantenerme aquí…- fue agachando la mirada -Ha habido ocasiones en que pienso que enloquecer como lo hizo mi padre sería el camino más sencillo para lidiar con el trabajo con el que toca tratar pero al final siempre tengo un ancla que me ata a la tierra…- dejó las palabras ahí, dándole a entender que podía ver que lo ocurrido los últimos días la afectaban tanto como a sus primos, que aunque desconocía totalmente su problema y las razones por las que lo hacía, era a ellos a quiénes debía mantener cerca para no terminar por un camino que no haría más que complicar su existencia -Quiero decir, la mayoría aquí somos criminales y sólo entre nosotros, con ese corazón del hablas nos ayudamos a mantenernos humanos…- volvió a guardar silencio porque no tenía idea de lo que había dicho, y arrepintiéndose de haberse confesado de tal forma con una joven a la que apenas conocía        

Centró su atención en la botella frente a ella, mientras que removía poco a poco la etiqueta, intentando no demostrar demasiado cómo las palabras del hombre parecían dar exactamente en el blanco. Nunca había pensado en el dolor de aquella manera, y tal vez aquello era un poco diferente para ella, no fingía dolor para no lastimar a las personas a su alrededor. Tal vez había comenzado de esa forma, escondiéndolo de su hermano para que no pasase las noches preocupado por ella pero ahora que se encontraba en aquella situación, realmente lo hacía porque le parecía más fácil, se había acostumbrado a no demostrar como que todo eso la destruía por dentro (lo que se había convertido en una carga inigualable), que ahora no sabia sobre otra forma de seguir y de proteger lo que tanto quería, que permitir que esa distracción en silencio continuara. — Que cosas tan extrañas son las emociones, ¿cierto?... algo que no se puede ni ver, o sentir, tampoco medir, pero que de alguna extraña manera rigen la manera en la que todas las personas viven y cada decisión.  — Expresó con la mirada aún perdida, creyendo qué tal vez un lugar sin emociones serían mejor pero recordando de igual manera como todas las cosas buenas en su vida, de alguna extraña manera, lograban superar por mucho a las malas. Frunció ligeramente el ceño al escuchar aquello, ya unas historias había escuchado sobre el padre los De Luca, cosas que parecían sólo leyendas urbanas para mantener a los civiles en línea pero el tener ahí al mayor confirmando aquello con tanta amargura removió algo dentro de ella, algo que la británica pocas veces sentía y que no supo muy bien como describir. — Supongo qué hay padres buenos en el mundo, que cuidan de sus hijos y... son un buen ejemplo a seguir, seres a los cuales admirar pero no creo que esas deberían de ser cualidades por las que se les reconozcan a todos, ni siquiera creo que deba de haber personas que cuenten con tanto poder para influir en mentes tan jóvenes... — Se le escapó una risa un tanto amarga ante esa idea mientras apretaba ligeramente la botella entre sus manos, con sus ojos comenzando a humedecerse y el nudo en su garganta formándose. — Pero el mundo no es así, las líneas son tan delgadas y todo puede arruinarse tan rápido que... — Y apretó los labios al darse cuenta de que aquella, era demasiada información y aunque hubiese preferido quedarse a seguir hablando con el hombre, no deseaba tentar a su suerte. — Eres buen hombre, Lisandro y se que no tengo ni la menor idea de cómo funciona tu familia, ni de las cosas por las razones has pasado, pero esas sólo son cosas que se saben. No todo es tan blanco y negro... intenta no ser tan duro contigo mismo. — Respondió con sinceridad mientras que se levantaba de su asiento, intentando contener todo lo que había aflorado en ella con esa simple plática. — Podrías... ¿podrías decirle a tus primos que dejen de buscarme?, créeme que es lo mejor para todos. — Dejó salir un pesado suspiró antes de darse media vuelta y comenzar a andar fuera del lugar, sin más.

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lukc-p‌:

— Yo también — Respondió en tono bajo y apretando un poco el volante para luego soltar un pequeño suspiro. La explicación de la chica de ojos verdes lo relajó un poco sobre ese tópico, igualmente quería escuchar a Massimo — Gracias — Dijo con una pequeña sonrisa porque Tessa al menos intentaba hacerlo sentir mejor sobre el tema, era algo que de verdad apreciaba porque sabía que ella conocía más a Massimo, al menos durante más tiempo y tener una nueva perspectiva del tema lo ayudaba a comprender a su novio. El semáforo se puso en verde y Luka volvió a poner el auto en marcha, solo que más lento para hacer tiempo, al menos le hablaba de lo que pasaba y no se lo ocultaba totalmente. Negó con la cabeza al escucharla disculparse, no era eso lo que buscaba — Tessa me parece que me has malinterpretado, no te estoy culpando de nada, ni siquiera veo esto como una tragedia, es agradable tener a Alesso en casa y Massimo ya regresara, lo extraño, pero eso es todo ¿si? — Explicó su posición sobre lo de su penthouse y lo que sucedía dentro de este porque ciertamente no iba a eso, pero quizás él no había utilizado las palabras correctas o ella no entendió lo que intentaba decir, no importaba, una falla de comunicación le pasaba a cualquiera y esperaba haberla arreglado — Alejarte de las personas que te quieren suena a que estas mal y me preocupas tu, princesa, y quizás este no es el mejor lugar para hablar, pero es tu lugar seguro si así lo quieres, lo que pasa dentro de mi auto se queda dentro de él — Él de todas las personas no se sentía con el cargo de poder juzgar a alguien por sus malas decisiones cuando tomaba malas decisiones casi todos los días desde siempre o eso le hicieron creer desde que era pequeño.

Tal vez si no se hubiera encontrado en aquella situación, le habría contado como a Luka muchas cosas, como la muerte de su madre había cambiado tantas cosas en su vida, que aquello nunca se hacía más fácil sin importar cuantos años pasaran, pero que le gustaba pensar que las personas no solo desaparecían al morir, que todo ese amor no podía solo desaparecer y que algunas veces al mirar a las estrellas, se sentía un poquito mejor. Sin embargo, Tessa no podía hacerlo, no podía permitirse darle un apoyo al castaño que se iría tan pronto esta se bajará de su automóvil, eso no era lo que necesitaba y no deseaba dejar otro vacío en alguien más. Se quedó ahí con la vista frente a ella mientras jugaba con sus propios dedos, observando el rojo cambiar a verde. — El que no te moleste, no significa que esté bien, solo significa que eres demasiado bueno y que Massimo tiene mucha suerte de tenerte... Alessandro también. — Señaló para después dejar ir un suspiro al mismo tiempo que recargaba su espalda en el asiento, sin poder evitar estar tan preocupada por aquella situación. Y si antes su bienestar nunca había sido una prioridad para ella, mucho menos en aquel momento que se daba cuenta de todo el desastre que estaba causando, quería que todo terminase tan rápido como el arrancar un curita de una herida. Pero las palabras del ojiverde detuvieron sus pensamientos; tan preocupadas y cuidadosas, como si a pesar de no tener idea de lo que pasara, en realidad lo supiera. No gritaba, no exigía explicaciones pero ofrecía aquella clase de afecto, que no necesitaba de contacto físico, pero que le causaba el mismo dolor al no poder corresponderlo, al ni siquiera creerse merecedora de él. Giró su rostro hacia la ventana para que Luka no pudiera percibir el tono carmesí que su rostro había adquirido por el hecho de estar conteniendo tanto dentro de ella. — No me alejo, Luka, yo... es mejor para todos de esta forma. Me iré pronto de la ciudad, todo esto es... es demasiado, creí que podría adaptarme pero no fue así, no pretendía que esto pasara. — Repitió aquello, sabiendo que en parte no todo era mentira, probablemente si fuera a irse de la ciudad, pero no porque ella así lo quisiera. Estaba tan acostumbrada a liderar con todo a solas que no podía ver otra manera de solucionar el asunto, si ella era la causa, con ella desapareciendo todo debía de terminar. — Solo me quedaré a resolver algunas cosas y se que no me estás culpando... solo quería hacértelo saber. —

Shattered || Luka & Tessa ||

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alessandroxbianchi‌:

Frunció el ceño ante la pregunta de la chica, es como si realmente no se conociera, y odiaba toda esa situación. -Vales mucho Tessa, eres una chica sumamente madura, empatica y con un corazón noble, eres alguien leal y tienes un encanto y una luz que a cualquiera puedes curar.- aseguro dando un paso hacía adelante sin dejar de ver los ojos de Tessa a pesar d que ella no pudiera verlo a los ojos. Pero la ola de excusas le hizo retroceder nuevamente, llevando sus manos a su cabello castaño claro para sacarse o por lo menos intentar sacarse toda esa maldita ansiedad que sentía. Odiaba las ideas que se hacía Tessa en la cabeza y sobre todo no entendía bien de donde había sacado toda esa mierda de sus anteriores parejas, si bien no era un santo, tampoco creía que las cosas habían salido muy mal antes como para que alguna ex pareja le arruinará una relación reciente. -¿Acaso alguna de mi ex te hablo? ¿O quien mierda te lleno de ideas la cabeza? porqué nunca me dijiste eso… ¿porque te esperas hasta el final para explotar?.- pregunto, con la voz aun más enojada que antes. -Yo evidentemente veía en ti mucha madurez y por eso me importaba muy poco la edad que tenías si eso a ti no te molestaba y creo que en ningun momento lo dijiste ¿porque esperar tanto?.- se acercó, tomando los hombros de la chica para moverla y esperar que así reaccionara. -Mierda Tessa, me estas haciendo pedazos, no sé que pasa, pero me lo tienes que decir, no puedes luchar tu sola si es que algo pasa, si alguien te tiene así porqué dudo mucho de que esas ideas solitas se te hayan metido en la cabeza.- tomo el mentón de tessa, haciendo que le mirara a los ojos. -Dime la verdad tessa ¿son excusas o de verdad no quieres seguir conmigo? porqué mierda, te juro por Dios Tessa que si me dices que me vaya me voy y jamás sabrás de mi…-

Cerró los ojos y apretó los labios, deseando ocultar el temblor de su labio inferior debido a las palabras del italiano, que en aquel momento estaban creando en ella todo el efecto contrario al que seguramente el, deseaba crear. Todas aquellas cualidades, parecían ser su mayor bendición y su mayor maldición, durante toda su vida habían parecido perseguirla, donde su buen juicio le había nublado la visión y donde le había faltado valor para hacer lo que era más fácil pero no correcto. Y se detestaba, se detestaba tanto que, en conjunto con la impotencia, ese horrible sentimiento dentro de ella, que en realidad pocas veces había llegado a sentir parecía burbujearle dentro. — ¡¿Y de qué sirve tener una luz en todo este estúpido mundo?! ¡De nada! ¡¿Que no lo ves?! — Respondió sin poder evitar el tono enojado del chico que parecía como un niño pequeño; cuando le habían dado un juguete y después se lo arrebataban, sabía que en parte tenía derecho, pero en aquel instante se sentía tan cansada de que la gente la viera como algo a lo que tenían derecho, estaba cansada de ser un juguete, que todos parecían idealizar. Dejo que el mayor gritara, que prácticamente le gritara en la cara sin decir nada, mientras que su rostro se tornaba carmesí y su respiración se aceleraba paulatinamente. Estaba consciente de que aquello no se debía únicamente a lo que Alessandro le decía, entendía que únicamente parecía estar tratando de comprender lo que pasaba por su mente en aquel instante, pero la combinación de todo solo estaba logrando llevarla a su límite. — ¿Qué estás buscando? ¿Una damisela en apuros que salvar en tu brillante armadura?... porque aquí no hay ninguna, nadie me ha hecho cambiar de opinión y cambio de opinión porque así lo quiero, Alessandro, ¿es tan difícil para ti comprenderlo? — Pregunto ignorando el temblor de su voz al mismo tiempo que movía la cabeza para alejarse del toque del italiano, que causaba que las piernas le temblaran. Como si su cuerpo conociera mejor lo que en verdad deseaba, aún más que su propia mente y aunque aquello fuese claro para ella, bien sabía que no podía permitirse ceder, así que sin pensarlo dio otro paso hacia atrás, armándose de valor para las siguientes palabras que pronunciaría. —Ya no puedo seguir con esto, lo siento. — Mentiras, mentiras, mentiras. Era lo único que su mente gritaba pero que decidió ignorar. — Si quieres quedarte puedes hacerlo, la que se va soy yo. — Indico para finalmente girarse y comenzar a andar en el sentido contrario, conteniendo una vez más aquellas palabras que su alma deseaba gritar.

[serpentolcott]

Realmente quieres terminar todo con Alesso, así sin más?

No sabia que necesitaba mas... ¿que quieren? ¿una petición?

[serpentolcott]

¿Qué esta sucediendo entre tú y el italiano, cariño? ¿Ya se acabo el amor luego de entregar la florecita? — MissT.

Exactamente nada es lo que esta sucediendo, no se acabo el amor ni nada, las cosas con Alessandro y conmigo, simplemente ya no van.

[serpentolcott]

HORA HONESTA.

No vale mentir, ocultar, ignorar una vez que recibieron los mensajes. No se olviden de enviarnos entre todos así es más divertido. Solo hay que darle reblog para participar.

[serpentolcott]

Tessa Olcott Au! Steven Universe: Pink Pearl/White Pearl

@serpentolcott

[serpentolcott]

lukc-p‌:

Los Williams estaban al otro lado de la ciudad del territorio de los rusos y sus casas por lo que estaban bastante lejos aquel bar, lo conocía, a veces lo usaba como territorio neutral porque no era lugar de nadie, no serpientes, no williams, no italianos, no rusos, no nada y siempre sonaba bien, no era precisamente agradable, pero era bueno cuando gustaba alejarse — Lo esta, pero no importa, me ofrecí a llevarte — Respondió fijando su mirada en el camino, pero la sonrisa aun en su rostro, que permaneció allí hasta que escuchó las preguntas. Luka no tenía nada que ocultar de aquello, antes lo hacía porque no le gustaba que la gente se entere de que su fachada de que todo esta bien y que el mundo es bueno era solo eso, una fachada, pero creía que era malo en aquel momento hacerlo — Fue… raro, siempre fui a Rusia solo, no me gusta todo eso de que me vean mal, no sé si sabías que fuimos por el aniversario de muerte de mi madre, tener a Massi cuidándome no sé si fue algo lindo, a veces lo sentía como abrumador, parecía que se guardaba las cosas para no preocuparme o algo, fue raro — Admitió, adoraba que estuviera con él en su momento más débil, que fuera su razón para levantarse de la cama y quien quitaba los dolores de su pecho, la razón por la que el insomnio parecía desaparecer. En ese instante paso algo por su cerebro que no podía detener para que no salga de su boca cuando tuvieron que detenerse en un semáforo — Ahora no esta en el penthouse y es raro también, pero ¿sabes que paso? Tengo a otro italiano más grande haciéndome compañía, llorando como un gran bebé porqué una muy linda dama, que él amaba, lo dejó y lo dejó muy confundido también — Añadió el ruso con el ceño ligeramente fruncido y giró su cabeza para mirarla — ¿Como has estado tu, tessa?¿Que tal Auburn mientras no estábamos? — Preguntó, era algo que preguntaría como cordialidad muchas veces, pero ahora estaba interesado y preocupado.

— Siento lo de tu madre. — No la detuvo el hecho de que probablemente aquello hubiese ocurrido hace años, siempre había creído que los pésames después de un bastante tiempo eran más sinceros que en los meses posteriores donde solían ser por mera educación, sin realmente sentirlo. — Massimo es como una esponja de sentimientos y eso normalmente es algo bueno, pero cuando se trata de ver sufrir a las personas que en realidad quiere es como… no sé cómo explicarlo, Luka, el solo siente demasiado y dice poco, pero sé que en realidad quería estar ahí para ti, como cada vez. — Explico sin saber realmente porque mientras se encogía ligeramente de hombros, recordando las conversaciones que había tenido con el italiano días antes de que se fueran, no estaba segura a que se refería con “raro” y poco en realidad sabia sobre el funcionamiento de la relación entre el chico y su mejor amigo, pero sabía cómo todo parecía ser más oscuro durante los aniversarios fúnebres, probablemente aquella era la razón por la que ella se encontraba confirmándole el amor de Massimo como si aquel fuese asunto suyo. Frunció el ceño al ligeramente y finalmente llevo su mirada hacia el ruso, preocupada por lo que decía a pesar de tener aun esa paz tan característica de el en su rostro, porque parecía que de alguna extraña manera las decisiones que estaba siendo orillada a tomar, también habían conseguido afectarlo. Mordisqueo unos segundos su labio inferior buscando las palabras para contestar dos preguntas tan sencillas que en aquel momento hicieron que el pulso se le acelerara un poco, ¿Cómo podría explicarle todo sin realmente hacerlo? — He tenido días mejores. — Soltó después de unos segundos mientras un nudo en su garganta se formaba y sus ojos se tornaban un tanto acuosos debido a los recuerdos de los difíciles que habían parecido los días a pesar de haber sido tan pocos. — Siento que Alessandro este en tu hogar y Massimo no, yo… — Trago saliva en seco esperando que aquel simple gesto se llevase un poco de todas las emociones que parecían estarla invadiendo. — Intente explicarles las cosas, pero ellos… parecen muy disgustados con mis decisiones recientes y no los culpo, pero… ya no hay nada que pueda hacer, Luka, de verdad lo siento… no fue mi intención que nada de esto pasara. — Apretó sus labios al mismo tiempo que regresaba sus orbes hasta sus manos en su regazo, deteniendo el vómito verbal que había decidido solo salir de sus labios, lo último que quería era tener una crisis emocional en el auto del ruso a quien, ya bastante problema le había causado.

Shattered || Luka & Tessa ||

[serpentolcott]

owcn-a‌:

Frunció ligeramente el ceño ante el comentario ajeno, era triste saber que la gente abandonaba las artes, quizás por el estres o lo que sea, pero era lo mejor tener un momento con inspiración y poder plasmar todo lo que pasa en una hoja o lo que sea que funcionaba para la contraria, sin embargo no era quien para decir algo, era su dealer, no su amigo más cercano — Deberías hacerlo — Se le escapó, sobre todo porque creía que parecía un poco tensa, probablemente era por lo que estaban haciendo y que era su primera vez, no iba a preguntar. Mordió su labio inferior al escuchar lo que quería, bien, no era quien para decirle que no estaba pensando bien o no lo estaba escuchando, él solo otorgaba y tomaba — Bien — Sentenció el muchacho mientras metía su mano en el bolsillo de su chaqueta para sacar un pequeño bollo que tenía los cogollos violetas y una pequeña bolsa, no quería darle mucho por ser su primera vez, suponía que no le sería mucha ciencia saber como aquello funcionaba, solo esperaba que haga una pequeña búsqueda para saber la proporción y que no terminara en el hospital, el muchacho simulo darle la mano para poder tomar su dinero y dejarle lo que ahora le pertenecía en su mano, algo disimulado — Tranquila, Tessa, tu solo dime si necesitas más o lo que sea, nadie se va a enterar — Además nada lo beneficiaba de que ese cierto alguien se entere porque estaba seguro de que lo golpearía y fuerte, pero le valía, él solo hacía su trabajo.

El comentario del chico la tomó por sorpresa, y le regalo su mejor intento de una pequeña sonrisa, que seguramente termino como una extraña mueca, sabía que el americano tenía razón, desde que era pequeña no recordara un momento en el que sus pensamientos lograran encontrarse más en paz que cuando tenía un pincel en la mano… y tal vez aquella era exactamente la misma razón por la que no lo había tocado un pincel desde que la tarjeta había llegado. Si estaba causándoles tantos dolores a las personas que quería, no creía merecer más la tranquilidad que el crear algo pudiese ofrecerle. Al hacer el intercambio cerro los ojos por unos momentos, aquello era todo, ya no había mas vuelta atrás, estaba consciente de que todos los habitantes en la ciudad consumían aquello como si fuesen dulces, pero en su propio bolsillo, parecía pesarle tanto como un ladrillo. Dejo salir un suspiro aliviada al escuchar como el chico le aseguraba que mantendría aquello en secreto. — Si… y-yo te llamare si necesito más, gracias, Ozzy… de verdad. — Agradeció sincera, aunque para el chico aquello fuese algo cotidiano sin saberlo le estaba facilitando la existencia a la inglesa. Sin más se dio la vuelta y comenzó a andar de regreso por donde había venido.

[ C E R R A D O ]

[serpentolcott]

lisdluk‌:

Mordió su labio inferior deseando quedarse recluido y en silencio en algún rincón y de esa forma, tal vez apagar el mundo a su alrededor, aquellos días, habían sido malos. Con festividades que le dejaron un sabor agridulce, una despedida que aún se mantenía dando vueltas en su cabeza, repitiendo expresiones que tenían un peso en la mayoría de sus miedos, el peso de una mentira y  en esos momentos, se encontraba aquella chica, que era la causante del pesar de personas que eran importantes para él, diciéndole palabras que de alguna forma se sentían como limón sobre una herida. Movió su cabeza en negación, intentando ocultar el peso que habían tenido sus palabras en él -Exacto…- Taciturno observó su bebida -Tal vez somos masoquistas- concluyó con desgano y ante su pregunta, movió de nuevo su cabeza -Yo pasé mi infancia en Italia…- respondió - Entrando a la adolescencia, por intervalos de tiempo, estuve aquí y allá- se encogió de hombros, deseando por un segundo volver a aquella época -Al final, por decisión de mi padre no establecimos por completo aquí… Supongo que la maldición de la ciudad de traer todo lo malo tuvo que ver con ese hecho- divagó, y es que así cobraba sentido en su cabeza, por qué otra razón Dante hubiera preferido dejar el país que era la cuna de toda la mafia, debió haber sentido que la oscuridad que rodeaba la zona complementaba la suya -Soy sólo un foráneo que lleva mucho tiempo viviendo en esta ciudad y que aún así, tampoco ha logrado acoplarse al ritmo de esta-susurró sus palabras -Pero no es tan malo, este sitio te trata a veces con demasiada crueldad pero de la misma forma en que te quita, a veces te regala mucho.          

— Con el tiempo he notado que el dolor es un sentimiento muy peculiar… como la lluvia, parece algo tan inocente cuando se menciona, pero de igual manera puede ser algo que con la suficiente intensidad destruya todo a su alrededor y todos parecen tener esta forma tan particular de expresarlo… que uno simplemente no puede en realidad determinar si dolor es por lo que alguien más pasa porque… es tan fácil disfrazarlo y al igual a veces es tan difícil simplemente seguir haciéndolo. — Soltó con naturalidad, sin detenerse a pensar en las razones en la que compartía aquello con el hombre, dejo salir un suspiro pesado y negó un par de veces antes de darle otro trago a su cerveza. Preguntándose en parte como había vuelto a la rutina donde el dolor parecía ser algo tan normal para ella, repasando mentalmente su tiempo en la ciudad, desde que había puesto pie ahí por mera casualidad hasta ese momento donde había conseguido perder todo lo que había construido. — Pero te trajo a ti también con toda tu familia y… no creo que para nada que eso sea algo malo, al contrario, diría yo. — Señalo, en realidad ella no solía meterse en las disputas entre mafias, y, aun así, sin darse cuenta se había involucrado en la dinámica de la mafia italiana y pasaba más tiempo del que debía en territorio que se suponía, debía de ser prohibido para ella. La última frase del hombre removió una vez más todo el desastre de emociones que llevaba desde hace semanas, ya que tenía razón y aquello se trataba de algo que nunca se atrevería a negar. De alguna extraña manera había encontrado la felicidad en el lugar que parecía ser regido por el caos, y mientras se las había arreglado para sobrevivir, al parecer también había encontrado una familia, que nada tenía que ver con la sangre si no con algo más allá de eso, como si su alma entendiese a las otras, aun antes de que ella se diera cuenta. Llevo sus orbes verdes hasta su botella nuevamente y comenzó a jugar con la etiqueta. — Atrás de todas las enormes paredes, se encuentran solo corazones gigantes. — 

[serpentolcott]

alessandroxbianchi‌:

La mueca en su rostro era completamente indescifrable, no entendía nada, no quería siquiera entender o por lo menos eso pensaba… las cosas con Tessa en unos cinco minutos se volvían inentendibles para él y no sabía ya que hacer, para que la chica entendiera que la quería en su vida, que la amaba como nunca había amado a nadie y que le pertenecía… de una manera tan apasionada que hasta él a veces se asustaba. Sin embargo sabía que las cosas debían ser reciprocas y si de en verdad ella no le quería no le quedaría mucho por hacer… era claro que no la obligaría, aunque quisiera que viera con sus propios ojos lo loco que estaba por ella, lo dolido que se encontraba con la situación y que realmente le parecía muy injusto que después de enamorarse así, le dejará sin siquiera una explicación. Se dejó llevar por la chica hasta quedar afuera del Bar y la busco con la mirada, de forma desesperada, como si con ello pudieran sobrevivir un poco más, pero solo se encontró con más palabras que no parecían entonar en todo aquello, no después de dos meses tan maravillosos, ¿de donde salía aquello?. Por alguna razón sintió una rabia invadir su cuerpo. ¿Como era posible que le dijera que él no quería eso? ¿Que habían más chicas en la ciudad? Si le hubiera visto antes entendería de mejor manera de que Alessandro nunca fue de solo una mujer hasta que la conoció a ella, porqué sabía lo que valía, lo que era y lo que le ayudaría a ser, lo que se ayudarían a ser. Negó un par de veces, mientras sus ojos empezaban a llenarse de lagrimas, mientras la rabia llenaba de un rojo fuerte sus mejillas y nariz. Llevó sus manos a su cintura y se limito a no ver a Tessa, porqué no la reconocía, porqué no quería que viera todo el enojo que sentía en ese momento. -No digas eso, no te atrevas a decirlo Tessa…- le pidió, con la voz firme pero aun así perceptiblemente quebrada. La encaro, después de respirar profundo porqué sabía lo loco que se ponía en situaciones así. -No vuelvas a decir que yo no quería esto… porqué claramente yo quería esto y mucho más, no sé que piensas de mi Tessa… pero yo jamás jugué… se que hay más mujeres pero no quiero a ninguna que no seas tu, por eso te escogí a ti, para ser novios, para ser una pareja, por eso te di el anillo, porqué sé lo que vales y porque eres lo que quería para toda una vida… era una promesa Tessa y las promesas se cumplen no solo se rompen sin siquiera avisarme.- estaba más que molesto en ese punto. -Esto es injusto Tessa… merecía una mejor explicación, si el problema eres tu ¿porque no me dices que esta pasando? ¿No me quieres? ¿En realidad solo era un juego? Esta bien, lo acepto, te perdono, pero me hubiera encantado que me lo dijeras y no que solo me ignoraras y me regresarás mis regalos… si no me quieres, si no quieres que te moleste de verdad lo hago…- y se acercó a Tessa, clavando sus ojos azules llenos de lagrimas a aquellos verdes opacos. -Dímelo en la cara Tessa… dime que no me quieres, dímelo y te dejo en paz si es lo que tanto deseas…-

Aunque se trataba de la primera ocasión en la que escuchaba la voz del italiano con aquel tono, no necesito más para reconocer la emoción esta transmitía, por supuesto que estaba molesto por las pobres excusas que la menor se había planteado en presentarle y no podía culparlo por aquello, pero tampoco pudo evitar sentirse un tanto preocupada. — Para toda una vida… — Repitió sintiendo como si aquellas palabras fuesen limón recién exprimido en aquella herida que ella misma se había abierto, porque a pesar de todo eso dentro de su cabeza que le decía que no era posible llegar a querer a una persona en tan poco tiempo, parecía que todo su cuerpo no podía negarse a aquello; con el palpable dolor en su pecho y el enorme nudo en su garganta. Se cruzó de brazos mientras dirigía su mirada a uno de los edificios cercanos, intentando argumentar nuevamente en su mente las explicaciones que el mayor le pedía, que a pesar de haber practicado tantas veces antes de regresar los regalos, ahora parecían enredarse aún más en su mente. Su corazón dio un vuelco al escuchar los pasos del castaño claro, tuvo que morder su labio, deteniendo las cosas que tanto deseaba contarle, la verdad de todo el asunto, las verdaderas razones de todo aquello, pero… ¿Cómo contarle algo de lo que probablemente ni siquiera tenía la más mínima idea?... y tal vez aquella era la mejor forma, si el solamente creía que ella era una horrible persona, la pasaría como suponía que había hecho cientos de veces antes. La sensación amarga se expandió en su boca debido a las mentiras que estaba a punto de pronunciar mientras se armaba de valor para finalmente sostenerle la mirada al italiano frente a ella. — ¿Lo que valgo?... ¿Y exactamente que valgo? — Cuestiono algo frustrada, por aquello, el como todos parecían creer que era algo tan valioso, cuando en aquel instante, ella no podía ver ni un rastro de lo que los demás parecían ver. — Tienes razón, es injusto… yo solo… no me siento igual, todo es demasiado para mí, Alessandro… tan rápido y un gran compromiso, no se siquiera como se hace esto y no te mientas, diciendo que no sabías que no era cuestión de tiempo para que tú te cansaras de mí, ¿no lo hacías de todas las chicas antes de mí? ¿Por qué una chiquilla de veinte años es tu excepción? — Pregunto sacando todas cartas que a ella misma le pesaban del porque aquella relación parecía tan imposible para cualquiera que tuviese dos ojos, pero que ella misma se había negado a preocuparse en los últimos dos meses, esperando que el ojiazul las aceptara las patrañas, tal y como lo había hecho con las anteriores. — No quiero seguir atrasando lo inevitable. — Sentencio con su mejor intento de voz firme a pesar de las lágrimas que amenazaban con salir de sus ojos, repitiéndose una y otra vez en su mente que aquello era algo que tenía que hacer, que no tenía alternativa alguna si deseaba terminar con el problema en el que había conseguido involucrarlo.

[serpentolcott]

lukc-p‌:

— Genial — Respondió y subió la ventanilla del vehículo, prefería seguir ahogando su auto con el aire acondicionado y la música suave de fondo para llenar el vacío y el silencio de su auto. Se dio un momento para mirar a la muchacha, había algo raro en ella, quizás la energía o lo misteriosa que había parecido cuando se subió al auto, pero tenían tiempo para toda la charla porqué Luka quería saber, no porque fuera chismoso, pero porque había preocupación por la contraria como varias veces ella había expresado su preocupación por él — También es bueno verte — Dijo con la sonrisa ladina más amplia y honesta que había dado en un tiempo, lo bueno era que no lo había alejado y que quizás tenía una oportunidad de poder comunicarse. El ojiverde comenzó a avanzar despacio sin un rumbo puesto, tenía que ir a su mansión, pero también debía llevar a tessa a donde quisiera y debía hacer tiempo — ¿Tenías algún destino en particular o solo caminabas? — Preguntó en primera instancia, se sentía raro cuando quería preguntar algo, pero no quería ser directo porque no quería ahuyentarla.

Por unos segundos simplemente se quedó ahí, permitiendo ser invadida por todo el ambiente dentro del auto de ruso, que de alguna extraña manera parecía ofrecerle un poco de paz a su alma y aunque sabía que el ruso la miraba con atención de mas, no pudo armarse del suficiente valor como para sostenerle la mirada, así que llevo sus orbes verdes a la ventanilla. — Supongo que conoces el bar a las afueras de la ciudad, después del territorio de los Williams… espero que eso no esté muy fuera de tu camino. — Respondió sin evitar sentirse un poco avergonzada por aquello, ya que durante los primeros días de todo el desastre que había logrado formar, aquel parecía ser el único bar, en donde en realidad no tenía cruzar palabra con otra persona y le permitían existir tranquilamente hasta la hora de cierre. — Los cócteles son muy buenos. — Añadió como si eso fuese una buena razón por la cual la británica se dirigía hacia allá. Aunque mil cosas pasaban por su mente en aquel instante, la tranquilidad del ruso parecía ser de mas, hasta había algo que no cuadraba en su mente, en combinación con ciertas acciones de su mejor amigo que no habían salido de su mente, algo no parecía andar bien. Y por supuesto que el ruso debía de saber que algo no andaba bien con ella de igual manera, cualquier persona con dos ojos lo notaria, pero lo que se lo aseguraba era su conexión con las dos personas a quien tan pésimamente había tratado durante las ultimas semanas y que parecían no poder darse por vencidos con ella. — Y… ¿Qué tal todo? ¿Cómo estuvo Rusia? — Se atrevió a preguntar abruptamente, fingiendo casualidad mientras finalmente miraba al ojiverde, como nunca lo hubiera hecho antes, porque le parecía que tenía el tiempo contado y aunque ya nada podía hacer al respecto, algo dentro de ella aun deseaba poder ayudar.

Shattered || Luka & Tessa ||

[serpentolcott]

[serpentolcott]

lukc-p‌:

Luka iba a ir a su mansión a ver como las cosas se encontraban allí, quería alguna de sus cosas que aun seguían en su casa y quería tener un respiro del penthouse, un lugar que no le recordara la ausencia momentánea de Massi, lo que menos esperaba mientras conducía su tesla con vidrios tintados era ver a la distancia una figura familiar, pero no exactamente la misma que recordaba y no era exactamente lo que tenía planeado.

El ruso bajó la ventanilla y comenzó a ir más lento hasta que termino por estacionarse — Disculpa, pero me parece que necesitas un aventon — Comentó el muchacho desde adentro del auto — Digo, si quieres, princesa — Añadió porque a él se le apetecía hablar con la serpiente y conducir lo relajaba. @serpentolcott

Desde que Massimo le había deshecho la motocicleta, prefirió andar a pie que buscar otro medio de transporte, ya que al igual que cada cosa a su alrededor, todo parecía lo mismo, que, de una forma u otra, siempre terminaba en el mismo camino sin salida. Las semanas habían pasado y a pesar de saber que alguien le seguía, no tenía ningún indicio más que algunas imágenes captadas por el rabillo de su ojo, así que cuando el auto comenzó a ir con lentitud a su lado, el corazón se le acelero y ya a esas alturas, se encontraba tan resignada que ni siquiera se movió un centímetro. Y cuando la ventanilla finalmente descendió, no pudo evitar dejar ir suspiro aliviado al reconocer la voz y el rostro del ruso. Aunque no podía recordar un momento en el que se hubiese encontrado más feliz de verle, los pensamientos volvieron rápidamente a su mente y se quedó ahí de pie dudando unos segundos la propuesta mientras repasaba al castaño con sus ojos. Nunca antes se había subido al auto de Luka, los vidrios parecían ser lo suficientemente oscuros para ocultar a los pasajeros y algo le decía que esa seria su única oportunidad para alejarse de su vigía de su padre, aunque fuesen por tan solo unos minutos. — S-sí, eso estaría bien. — Así que, sin dudarlo más, miro rápidamente a su alrededor en busca de algo, pero al no encontrarse con nada, abrió la puerta del Tesla y se acomodó en el asiento del copiloto, intentando parecer lo más tranquila posible.  — Hola a ti también, Luka… es bueno verte. — Comento siendo sincera, como no había podido serlo desde varias semanas atrás.

Shattered || Luka & Tessa ||

[serpentolcott]

alessandroxbianchi‌:

No reconoció ni siquiera la voz de tessa que le pedía marcharse de ese lugar, así como si fuera cualquier desconocido… como si no hubieran pasado muchas cosas y todo aquello cayó en su mente como una fría cascada de bellos recuerdos. Sus ojos verdes no tenían ese brillo que tanto le encantaba y sus labios parecían ahora mordaces con cada palabra que pronunciaban. Aun así no se movió ni un poco cuando la chica se giro para no verle más. Y sabía que su mundo se iba a derrumbar y que iba a sufrir demasiado pero quería luchar un poco más aunque su corazón terminará completamente destrozado. -¿Hay otra persona? ¿Es eso? ¿Que hice mal? ¿Te hice algún mal? Quiero pedirte perdón si hice algo mal, si te falte al respeto o si hubo un mal entendido, Tessa… te amo, no puedes decirme eso cuando yo ya me imagine un futuro contigo… ¿el anillo? ¿Fue demasiado para ti?… podemos cambiar muchas cosas, yo puedo cambiar en lo que quieras, pero Tessa por favor no me dejes, no me dejes así…-

La idea de que Alessandro creyese que la razón de todo aquello era un tercero, la dejo helada, sabía que les había quedado mucho por conocer el uno del otro, pero… el de verdad no podía crecer eso, pero con cada palabra, el italiano causaba una nueva punzada de dolor en su pecho, se sentía tan impotente y tan poco merecedora de todo aquello que le ofrecía tan incondicionalmente el ojiazul, ya que toda aquella situación parecía no ser más que su culpa. Con ella cediendo por el deseo de tener al mayor en su vida, desde que sus ojos se habían posado en él y la manera en la que, tal vez hasta sin darse cuenta se había empeñado a hacerse un espacio. — No, no, no. — Fue lo único que pudo responder antes de tomar una bocanada de aire, armándose de valor para lo que sabía que seguía. Se levantó de su asiento y se dirigió hacia el castaño claro para tomar su brazo con suavidad, guiándolo hasta la salida del bar con ella, porque si la idea de estar siendo observada por alguien todo el tiempo la perturbaba, lo último que deseaba era darles espectáculo a todas las personas dentro de aquel bar. En el momento que se alejaron un poco del lugar, lo soltó y volvió a tomar su distancia, sin atreverse a mirarlo a la cara, mucho menos al azul de sus ojos. — Alessandro... yo lo lamento, lamento haberte hecho perder tu tiempo, pero no puedo seguir con esto y tu… tampoco quieres, hay más chicas en la ciudad… — Trato de comunicar todas las excusas con las que se había preparado en su mente sin prestarle atención al nudo en su garganta. — No hiciste nada malo, el problema soy yo. —

[serpentolcott]

lisdluk‌:

Sonrió casi con desgano al escucharla, meditando sus palabras preguntándose si acaso era demasiado melodramático de parte de ambos ver las situaciones que invadían la ciudad de aquella forma, qué clase maldición podría tener aquella zona del país para reunir todos los requisitos necesarios . Recargó su rostro sobre la palma de su mana dando vueltas a las ideas, la visión de la joven era casi igual que la suya, mordió de nuevo su labio inferior intentando no preguntar que la tenía de aquella forma, soltó un suspiro -Tal vez sea una especie de maldición- susurró sintiéndose estúpido y movió la cabeza en negación -Lo que dices…- suspiró sintiéndose de pronto demasiado triste, melancólico y molesto -Es resultado de las mismas vivencias en este lugar- respondió, buscando su mirada esperando que por lo menos una vez en aquella casual conversación lo mirara a los ojos -La ciudad está plagada de criminales, de foráneos que buscan un refugio y a muchos les han dado la espalda y llegan aquí precisamente por la fama que rodea la ciudad- habló, de nuevo, sólo desde su perspectiva, muchas de esas personas habían llegado con él buscando un cupo en la mafia, buscando una forma por muy turbia que pareciera, de iniciar de nuevo - Cuando lo pierdes todo, lo que encuentras necesitas protegerlo sobre todo- dijo dirigiendo nuevamente su atención a la botella -Y tal vez… Sea precisamente eso lo que crea los problemas, cuando quieres proteger algo lo das todo por ese algo, y no todos protegemos lo mismo- suspiró, al escuchar la expresión que utilizo al referirse a ella dentro de aquella ciudad -La mayoría aquí somos foráneos…        

Dejo salir un suspiro pesado al escuchar al hombre con el que de alguna extraña manera pareciera estar compartiendo todo al decir tan poco, mediante meras divagaciones, definitivamente se había imaginado en muchos escenarios con él, ya que desde que le había conocido, había habido algo en la forma de expresarse del hombre que le recordaba a sí misma. Así que esperaba seguírselo encontrando tal vez en reuniones de los italianos o de nuevo en la cafetería, pero nunca en un bar con ambos contándose sus pesares sin realmente hacerlo. — No me sorprendería que todo estuviese maldito. — Respondió sin ningún rastro de burla, porque tal vez aquello, con el alcohol en su sistema, le daba aún más sentido a cada cosa que la angustiaba, tal vez era una maldición y ella no estaba destinada a mantenerse feliz. — La ciudad, la ciudad, la ciudad… — Repitió, tal vez más para ella que para el italiano al mismo tiempo que recargaba sus codos sobre la barra para después frotar ligeramente su rostro con sus manos, mientras que cada palabra del mayor, hacia una extraña conexión con las cosas que la atormentaban en su mente, haciéndola sentir tan agotada por las últimas semanas. — Tal vez las cosas serían un poco más fáciles si aprendiéramos a dejar ir las cosas… pero entonces la vida dejaría de tener sentido ¿no? — Aunque supo que aquello no era cierto, porque desde que había dejado ir todo y se había resignado a su destino, esta horrible sensación dentro de ella no hacia más que expandirse, y no encontraba otra forma de calmarla más que con las sustancias que había adquirido recientemente. — ¿Ustedes no crecieron aquí? — Pregunto mientras fruncía ligeramente el ceño y finalmente se giraba para observar al hombre al recodar todas las historias de Anetta y los cuadros que adornaban todas las paredes de la mansión Bianchi.

[serpentolcott]

lisdluk‌:

Tenía la mirada fija en la botella de cerveza, seguía el camino dejado por una gota de agua que escurría debido a la humedad y frío del lugar en el que había estado. Las palabras de la chica llamaron su atención, alejando por un segundo su atención de la bebida y enfocándola en ella. Por un segundo se planteó dar el mismo discurso que le había dado meses atrás, alguien de su edad no debería estar metida en todos los asuntos que envolvían a aquella ciudad, pero analizo su expresión, la forma en que ni siquiera era capaz de enfrentar su mirada con la de él. La conocía casi nada, solo entre pláticas que había tenido con Alesso, pero conociendo a Alessandro, era prácticamente imposible que una chica con aquella pose hubiera llamado siquiera su atención, y aquella imagen estaba muy lejana a la que le había presentado meses atrás. Soportó las ganas de cuestionar qué le había ocurrido pero mordió su labio inferior para contenerse, aquella pose le recordaba a la suya, cuando no deseaba hablar, cuando prefería ahogar sus preocupaciones en el silencio, dio trago a la cerveza y soltó un suspiro -En la ciudad sólo se reúnen las situaciones necesarias para destruirse- dejó salir sus pensamientos, limitándose a acompañarla en lo que sea que tuviera en la cabeza -He vivido mucho tiempo aquí, he visto todas las formas en que algo se puede destruir, decir que es la ciudad es quitarse responsabilidad, algunos se llaman víctimas del destino, otros como víctimas de las personas que habitan aquí pero la mayoría son víctimas de sus decisiones- sólo divagaba, limitándose a decir lo que notaba, tal vez reflexionando de más las situaciones que había visto y vivido -Pero eso lo digo yo, desde una perspectiva que desconoce la situación de la mayoría en la ciudad, no puedo afirmar que no sea ella y tampoco puedo desacreditar a quiénes deciden culparla- suspiro mientras tomaba su cerveza para darle un trago - Si tú no piensas que es la ciudad ¿Para ti qué lo es?       . 

Y a pesar de que mantenía su mirada en otro lado, escucho con atención cada palabra que hombre decía, tal vez con atención de más, ya que como la primera vez que le había conocido, le recordó demasiado a ella misma, como palabras que para las demás personas podrían parecer tan simples, en realidad podrían tener mucho más significado de que se atrevería a compartir alguna vez. — No… no es la ciudad, pero parece tener una particular forma de atraer a todos los elementos para el desastre perfecto… —  Intento explicar mientras devolvía su mirada a la botella frente a ella y le daba un trago, queriendo acomodar lo que ahora le parecían un desorden total de pensamientos en su cabeza. — No digo tampoco que las personas sean el problema porque, nunca había conocido personas tan dispuestas a sacrificar algo por la gente a la que quieren, pero… me gustaría decir que la ciudad parece atraer a los problemas… a las situaciones difíciles, así dándole casi un periodo de tiempo determinado a todo, para después, de alguna manera u otra, encontrar la manera de hacerlo estallar todo… —  Bufo amargamente ante sus propias ideas. —  Como una bomba de tiempo. — Soltó, pareciéndole lo más lógico y aunque Tessa no conocía muchos lugares alrededor del mundo, pero sin dudarlo, sabía que Auburn ciertamente era el más particular de todos ellos, por mucho. — Pero tal vez solo sea cosa de los foráneos… que parecemos no lograr adaptarnos a todo esto… — Agrego después de unos segundos, en un intento por quitarle un poco de peso a sus palabras anteriores.