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[sofillov]

A nacho me lo casi garché dos veces y lo amé mil más sin tocarlo

Fue en esa temporada en la que me quería comer el mundo y atorarme bien los sentidos, que nos cruzamos en la app

Cosas del destino y los 1100 km que nos separan hicieron fuerte este cariño

Ignacio M tiene una voz que te va directo al coxis, esos sonidos que no se perciben en oído, sino que te retumban en los huesos. Lo escucho y me imagino una penetración cuando estoy tan mojada que no aguanto más

Dice que cocina empanadas árabes y que se dio cuenta de que era capaz de amar cuando su amigo le dio pruebas irrefutables

Tiende a hacerse el superado, aunque cada vez noto menos resistencia cuando mencionamos la palabra amor

Piensa, escribe y habla que dan gusto y ganas de chaparlo rico

Mucho más que una joyita de tinder

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Mi Negra

Éramos unas niñas cuando nos miramos por primera vez las caras

No se cuando han pasado 30 años

Me agarra la melancolía desprevenida, a las 18.41 de este martes, capaz fue el entreno fuerte de hoy que me consumió la energía

De pronto me encuentro con el celu en la mano, escuchando tus audios y llorando

Hace apenas un mes estábamos despidiéndonos en Hamburgo. Me acompañaste al aeropuerto y me ayudaste a hacer los trámites de reembolso de impuestos, no sea que mi mal inglés me haga perder dinero 😂

Caminé los últimos pasos hasta la puerta de embarque, giré y levanté mi mano saludándote, mientras contenía la emoción, dos despedidas de vos en 5 meses, era demasiado

La charla profunda de esta tarde, tu inteligencia analítica y las conclusiones sobre los pro y los contra de estar en la otra punta del mundo, me hincharon el alma de orgullo

Mierda que has crecido

La hija mayor

La compañera

La cómplice y la primera que me enseñó como se es madre

La de “todo puede ser fuente de chistes”

La más tierna y amorosa

Seis horas después de las 18.41 se me cierran los ojos, hundida entre almohadas en mi cama

Tengo la vida más bonita que hubiera podido pedir, doy gracias

Me llama el sueño pero aún no me duermo, me detengo en el recuerdo de las dos bailando reguetón y manifestando auroras boreales en la noche de mis 49

Te pienso durmiendo a esta hora, en 2 más te levantarás para ir a entrenar y a laburar, allá es primavera y te vas a poner un short, se me dibuja una sonrisa

Voy a soñar con esos abrazos que te dí pensando en cuánto los iba a extrañar

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Que es lo contrario a la inspiración ?

Pasó un largo tiempo seco, vacía de impulsos arrebatados, mordiéndose los labios, tapándose los oídos para no escuchar aquello que él no decía

La brillantez perdió la batalla

El odiaba el amor romántico y esos enseres

Se vanagloriaba por haber superado aquellas mediocridades

Ostentaba su templanza como un logro de algunos pocos superados

Hacia su propaganda donde lo quisieran escuchar

Vivió una vida gris y contemplativa, murió de tibieza mal diagnosticada

Si resucitara, haría exactamente lo mismo

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Le había regalado a la tarde toda mi energía

Sin cafeína

Había llorado

Había suspirado

Había reído

Había entrenado duro para seguir siendo fuerte

Cómo, la noche no me iba a compensar envolviéndome en cálidos sueños ?

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Ojos chinos

Que calor incoherente, en mayo

Bienvenidas las catas que, al chillar aturdidoras me camuflan las horas, me evaden de enfrentar los pensamientos

El aire que exhalo asemeja suspiros pero no lo son, me digo: racionales no andan anhelando historias

La piel que aún se estremece con este sol de las 3 de la tarde, no es otoñal, no me mientan. La piel me refriega que estoy viva, que estoy latiendo, que el propósito sigue siendo que me llegue la muerte viviendo al tope, que aún no encuentro si es que existe, eso que aplaque mi alma

El frío que temple el acero me dijiste

No, son tiempos de abrir las ventanas, ventilar la casa, renovar los aromas, tiempo de perdonarse, aceptarse, sin recriminaciones, con paciencia, con amor, con la mente y el corazón abiertos

Se es quien se es y no tanto quien se quisiera y también ser y saberse así es absolutamente perfecto y sabio

Lo real es más hermoso que lo bello

A lo mejor este ruido ha venido a decirme que no hace falta pensar tanto, que en el alboroto fluyen impulsos espontáneos y frescos, irrefrenables también y por qué no ?

Quien puede negar que el ruido ensordecedor está también lleno de silencio ?

A lo mejor es tiempo de dejarme invadir por los ruidos y levitar por donde las cosas vayan, aflojar la mano y transcurrir

Y ya verá la vida adonde llevan estas noches de desvelo

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Calentito el ☀️

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Incondicional

La tarde del día anterior al de su cumpleaños, se acercó a mi cuarto. Yo estaba tomando mi siesta diaria pero, como siempre, la puerta estaba entreabierta. Sentí los pasitos en el pasillo, muy livianos, dubitativos, no sabía si lo que quería decirme ameritaba interrumpir ese descanso tan preciado desde antaño.

Fui yo quien lo llamó a pasar, apenas descubrí su pequeña sombra tras el recoveco de la puerta.

El menor de mis hijos, Manuel, mi tesoro. Su carita denotaba una mezcla de pena y vergüenza, o quizás solo temor a la segura reprimenda que veía venir. Avanzó dentro del cuarto, muy lentamente hacia mi.

Apenas alcanzaba a subir sólo al borde de la cama, lo que hizo con destreza y evitando cruzarme la mirada, no sea que esos ojos confesaran el hecho.

Vamos Manuel, que ha pasado?

Un silencio seguido de un largo suspiro.

Cuánto me quieres mamá?

Siempre he creído que mis hijos saben que los quiero sin medida, al igual que a mis padres, mis hermanos y a mis amigos por lo que la cuantificación de mi cariño no estaba en mis planes de explicar. Al menos no lo había pensado hasta ese momento.

Un nuevo intento de encontrar su mirada, nada.

A ver Manuel... que ha pasado?

Mira Manuel, vamos a hacer un acuerdo: tu saldrás de este cuarto cuando terminemos de hablar, con la idea de que me has contado lo que ibas a contarme, yo terminaré la charla con la idea de que me has confesado algo que has hecho, algo tremendamente grave y que ha causado dolor a personas que ambos queremos, ni tú ni yo volveremos a tocar el tema en el futuro.

Manuel, tu sabes lo que es la incondicionalidad? Tu has sentido alguna vez un amor que no sabes cuando ha nacido pero que jurarías que nunca va a morir ?

Has sentido que el ser amado es malo a veces, es torpe a veces... lo has visto equivocarse, volver a hacerlo por necio, lo has visto en sus oscuridades, ha actuado en más de una ocasión de formas que tu nunca actuarías... ha herido a personas buenas, ha traicionado y mentido... ?

Has considerado alguna vez soltar la mano del ser amado? Abandonarlo a su suerte pues piensas, muchas veces piensas, cómo ha podido actuar así ?

Si tu respuesta Manuel es: que nunca has amado de ese modo, te desearé que la vida te permita brindar un amor así a quienes te rodeen, pues ya sé que has sido bendecido como personas en tu vida que te aman a ti de ese modo.

Si tu respuesta es la que yo creo, entenderás que no importa lo que hayas hecho, aunque me duela más que a quien hayas herido con tus actos, aún si fuera yo a quien has agraviado, te seguiré queriendo, me quedaré a tu lado y te aconsejaré bien una y cien veces, pero no te abandonaré jamás por tus errores hijo mío.

Manuel se quedó un minuto más en silencio, tomando con su manita la punta de la sábana, enroscando su dedo cómo le gustaba hacer cuando era apenas un bebé, para dormirse.

De pronto caí en la cuenta de que mi niño estaba creciendo y que la lección de hoy sería una lección de vida en su vida.

Salió del cuarto aún sin mirarme, se detuvo en la puerta, giró en sus pasos y corrió hacia mi con los ojitos llenos de lagrimas: yo a ti te amo así mamá.

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Las hojas de las palmeras semejaban serpentinas, como las que llevan los trajes de las scolas en el carnaval de Río.

Se movían con el viento, con ritmo a un lado y otro, mostrando el verde a la vez que el dorado, o plateado? de sus tiritas.

A lo lejos un cantar de pájaros y los sonidos de los golpes a las pelotas de golf en la cancha de práctica y el trac trac de los aspersores. Arcoíris de fantasía con el sol detrás de las gotitas.

El sol me daba en la espalda, cálido aún a la 5 y media de la tarde, a pesar de que la mañana había sido fresca y la brisa del sur nunca cesó, el sol sanjuanino.

Esa conjunción tan familiar de caliente y frío, que se añora y me hace acordar a eternas tardes tirada sobre la arena en la playa en Gesell, sintiendo el viento fresco, pero también el calor abrasador del sol. Me lleva a épocas en que me dormía o me hacía la dormida, tapándome la cara para protegerla del viento y la arena, sumiéndome en mi música y mis pensamientos, escapándome del presente.

Siento el pasto que me pincha la piel de la pierna, bajo la calza, vuelvo a este momento.

La apacibilidad de los sitios tiene más que ver con una calidad del alma que con los sitios mismos, el pensamiento tranquilo, la mirada hacia el parque, momentos de meditación apenas logrados, tratando de vaciar la mente de todo juicio de valoración o argumento, no es tan sencillo en la práctica.

Cuánto es de tu esencia, la debilidad de tu espíritu? Eso que te lleva, nos lleva, con terquedad, a dañarnos. Tu foto me aparece en la apertura del celular, una de las tantas que yo te tome y donde salís tan lindo.

Se ve que no tengo tan claro eso de cuánto dura un rato? Se desdibujan los límites o los límites aún no están definidos, tu rechazo, mis intentos vanos, esa pena de darme cuenta que se nos va escurriendo entre las manos, me vuelve recurrentemente la frase esa de donde dos no quieren, uno no puede.

Suele ser el momento del final, ese que no da margen a la vuelta atrás, el que te cae en la cabeza cuando ya ocurrió y no hay más nada para dar, el que pone blanco sobre negro y ahí ya tenes claro cuáles eran los límites, los del otro, pero más aún los tuyos.

Será la muerte igual de clara ? Serán así los últimos suspiros de vida? En un instante quizás se nos revelara la verdad, no tu verdad o la mía, la única incontrastable y cierta...

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Me dijo algo así como que me estaba avisando para que en el futuro no le reclamara que ya me había advertido, ahí deduje que en estos 14 meses no me había llegado a conocer. Torpemente intente, de nuevo, entrar en una charla que, para mi, ya habíamos tenido, al pedo.

Podemos y de hecho es genial que podamos cambiar nuestros puntos de vista y lo que queremos de la vida, no hace falta que me adviertas que lo que hace un tiempo era lo que querías, hoy ya no lo es.

A menudo encuentro, en mi paso por la vida, personas que califican la inmutabilidad de los pensamientos y los quereres, como algo extremadamente valioso. No estoy de acuerdo.

Valioso es transitar las experiencias, aceptar que lo que ayer quise de la vida no es lo que hoy quiero, entender que un te amo no es una promesa eterna, animarse a ser uno mismo, con todo lo que pueda ocurrir, frente a los que nos quieren atados, estáticos, sujetos a una promesa de estabilidad.

Al rato de no entendernos en esa conversación, que cerro con un “al final no se sabe a qué atenerse con vos”, la dejamos ahí.

Me dormí tarde, angustiada porque senti que estábamos comenzando a recorrer el último tramo, eso suele a veces entristecerme un poco. Me desperté una hora antes, lloré en silencio en la cama, mientras él dormía a mi lado. Abrí la ventana y vi ese sol de otoño, que bañaba de amarillo las ramas de la Santa Rita que aún conserva un par de flores, me animé.

Tome un par de mates y corrí 6 kilómetros, sobre las hojas amarillas, con la playlist de cuarteto, mañana se vuelve a correr en la montaña, la vida es maravillosa.

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Me llevan donde quiero ir 💚

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Like

Era enero y en Nueva York hacía 10 bajo cero, había pasado apenas unos días su cumpleaños 51, cuando me llegó por tercera vez en la vida, su solicitud de amigos. Por qué no, si el enrosque es de él, me dije y lo volví a aceptar. Esta vez lo habían dejado, hecho una piltrafa humana, abandonado y lastimoso, volvía por sus antiguas compañeras de memes, comentadoras ávidas de facebook, materia siempre dispuesta para tontear y compartir. Pidió disculpas correctas y algo humillantes para él, por su última desaparición, a la vez que esbozó una explicación sobre su ex y los celos, recalcó más de una vez que estaba solo, en soledad, solitario triste y amargamente desolado. En vez de lastima me dio vergüenza, confieso que en algún momento me había gustado ese hombre que ahora me parecía tan pocacosa, nimio, debilucho, te diría un flojo. Con frases hechas, creo logre quitarle ese peso de dar explicaciones de encima, al fin y al cabo a mi que me iban a hablar de relaciones tóxicas, llegando a mi tercer añoymedio y aún sin poder dar la estocada final, paciencia que ya llegaría marzo y saldría airosa de ahí... En fin, palabras van, memes vienen, algún intercambio en el chat, sin estruendos ni entusiasmos, un apoyo tipo tutoría, digamos. Marzo y un saludo cumpleañero extremadamente formal y forzado, niño quien te obliga? muy distinto de aquel 4 años atrás, cuando apareció en mi estudio y me salvo de un beso el escritorio de por medio. Fin de mes y vuelven las fotos con su amor, ay dios, cuánto aceite se puede perder. Una vez más, corriendo, la otra siesta, cuando caen lo pensamientos tras los pasos en subida en la quebrada, con el sol en la espalda y el rojo de la tierra en las zapatillas, llega en análisis: cuánto cuesta amar? Puede implicar dejar de ser? Cuánto dura un amor que me quiere otra? Cuánto dura un rato? Pocas veces he podido sentirme tan liviana como hoy, con un amor que me eleva, me potencia y me aplaude los estrellatos y tan bien que me sienta y tan llena de alegría que vivo. Hay quienes nunca lo encuentran y viven vidas cediendo y forzandose. Pobre hombre, dije, iba en el metro embufandada y le acepté la amistad: necesita amigas me dije.

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Paris en primavera 🌸🌺

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Cuando la mañana del sábado es otoñal (en Las Chacritas) https://www.instagram.com/p/Bv6dMTohCcm3JyrZDRCIv84W3uaUtxG6CuIwPk0/?utm_source=ig_tumblr_share&igshid=fdoxogskm375

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Las 5 y 5 de la tarde me agarró en la espera de la peluquería, releyendo viejas notas en el blog, de mi antigua mi misma. No intente pelearme con la opresión del pecho ni reprocharle a la devolución de la imagen del espejo, donde estuve, cuando me deje vencer. No te castigues, me dijeron.

El día había arrancado con destellos de brillantez, como cuando las ideas fluyen y de pronto aparece claramente, la estrategia procesal que dinamitará toda posibilidad a la contraria, momentos que atesoraré eternamente y que se, se darán en contadas ocasiones.

Esa adrenalina brutal y aturdidora fue recibida con tesito verde y la tandalada de fichas que fueron cayendo, sucesivamente, una a una, en la jeta, sin piedad. Claro, cierto que yo a veces escribía y a veces también brillaba un poco. Donde guarda una el alma cuando la pone a dormir? Ahí estuvo un buen tiempo, opacada, entumecida, tapando con colores pasteles adecuados, los brillantes refulgentes de una vida que quería volver a ser vivida, con fuerza y con todos los sentidos. Otra vez me encuentra abril en renaceres, pelando capas de esta piel que aún bronceada por algunos soles y bañada por algunos mares, va por otras playas.

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Chumi

Venía por el pasillo, caminando, en dirección al cuarto. Traía puesto el suéter bordó, sonreía, pronunciaba mi nombre antes de llegar y sentarse en la cama. No era mi nombre, era más como un cantito y usaba uno de esos apodos que me solía poner, para burlarse tiernamente. Antes de verlo entrar, apenas escuché esa voz me percaté de que casi no la recordaba. Me incorporé atónita. Con extrema naturalidad se sentó en la cama, ocupó el lugar de siempre, comenzó a sacarse los zapatos, después el resto de la ropa. Intenté decir algo, preguntarle que hacía ahí, con absoluta conciencia de que ya no estábamos juntos, hace tiempo. Sin inmutarse, con la misma soltura que traía, se metió en la cama. Me deje abrazar, porque extrañaba su piel y su contacto con desesperación, sólo que hasta entonces no lo tenía tan claro. Otra vez sentir su olor, meter mis dedos en su pelo, revolverlos, rascar, acariciar. Un arrebato de sensatez me expulsó de ahí, inmediatamente me ergui y escuché mis palabras hablándole: esto es un sueño, vos no estás acá. Respondió minimizando mi frase, con actitud de «estás loca, claro que estoy», tan pero tan vívida la escena que me sigue crispando la piel relatarla. Tratando de demostrar que no era cierto, tomé mi celular para enviarle, a el mismo un mensaje de audio, pero no sería mi voz la que sonaría, le dije: habla, decí que estás acá, que sos vos y estás acá, así el mismo podría creerme. Fin de la escena, en un segundo ya no estoy en mi cama y claramente él no está. Me encuentro parada en una esquina que solía frecuentar de niña. Libertador y Cornelio Saavedra, a metros la casa de mi madrina. Sólo que ya no soy una niña. Estoy escribiendole un mail, para contarle que no se si lo soñé o lo viví, para pedirle explicaciones. Aún necesito explicaciones. Me encuentro escribiendo, muchas palabras, tipeo, tipeo, no quiero olvidar ningún detalle del suceso. De pronto me veo, estoy con mis dedos escribiendo sobre un vidrio, de una vieja puerta, de esas que son mitad madera, mitad vidrio. Despierto sollozando, mar de lágrimas, amargas, mojan toda la almohada, otra vez la angustia me cierra el estómago, otra vez el dolor no ha culminado su tarea. Es sábado, la mañana está hermosa, cálida, otoñal, quizás hubiéramos desayunado en la galería. Necesito que esto termine.