Tumgik
souvenirsdedouleur · 2 years
Text
(Pequeño conjunto de cinco cartas a La Náusea escritas en mi diario, recolectadas y redactadas desde los escombros que quedan durante y después de la tormenta. Esta es mi correspondencia prolífica de los últimos cuatro meses y medio de mi vida.)
VOL. I
Tumblr media
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ
𝖯𝗋𝗂𝗆𝖾𝗋𝖺 𝖼𝖺𝗋𝗍𝖺:
Querida Náusea: no te escribo, lo sé, pero hoy en especial, este veinte de junio durante la tarde, me siento tan ajena a vos. ¿Nunca has sentido que despertás y te estás fuera de lugar? Como si estuvieras fuera de tu cuerpo, como si ya tus manos no fueran propias y que tus emociones pasaron sólo a ser mirlos o huecos vacíos, que ya no ven, que ya no sienten, que sólo parten a ser unos retazos inertes de vos misma. Como si no nacieras, como si durante toda tu vida hubieses estado muerta sin darte cuenta. O peor aún: vacía. Creo que un recipiente hueco es peor que uno sin vida.
Ojalá algún día pudiese explicártelo mejor, o puedas entenderlo y sentirlo en carne propia. Aunque las dos sabemos que eso es imposible, que somos dos personas tan diferentes, que vos sos inmune a todo tipo de mal y yo tan susceptible a todo, tan sensible, tan expuesta a una realidad que quema. Sobre todo, sé que te es imposible sentirlo por aquello que ambas sabemos y a veces ocultamos: sos la madre de todo aquel tormento.
Me tiemblan las manos de tan sólo escribirte, mis ojos lloran tristeza, culpa y nostalgia. Siento mi pecho arder y un pesar en el hombro derecho que no soy capaz de retener. El lado derecho de mi corazón parece ser refugio de todas estas aberraciones, pero ¿por qué no soy capaz de sentirlo? Últimamente siento que no vivo como querría. Hace mucho no sé lo que es ser verdaderamente feliz, sentir la euforia de un niño cuando le dan un regalo o la adrenalina de un primer beso. Siento que no pertenezco, que mis emociones son sólo cimientos que se quemaron hace tanto, y no podría definir cuánto, Náusea, porque hace años perdí la noción del tiempo. Pero si de algo estoy segura, es que quizás, muy probablemente, he dejado de vivir.
Lo único que me salva de ahogarme en el mar, es escribirte, llenar tus venas de mi tinta negra y sostenerme de tu espalda para no caer al vacío. Sos la única que no me ha soltado la mano, la única capaz de entender lo que es la vida para mí. Aún no tengo una definición clara, pero sé que lo entendés mejor que nadie, y que nadie lo entenderá mejor que vos. Lo cual es terrible, teniendo en cuenta que la única razón de mi estado miserable, sos vos.
Gracias por ser mi salvavidas, mi propia heroína. Por eso mismo, quisiera que estés bien, que estés viviendo como yo ya no puedo vivir–quiero decir, siendo sinceras, te estás chupando todas esas energías–. Pero no me quejo; todo este vacío emocional al que ya no me resigno–porque no puedo- lo lleno con mi ocio, y me hace bien, es lo único que me hace bien.
Su niña,
Luna.
𝖲𝖾𝗀𝗎𝗇𝖽𝖺 𝖼𝖺𝗋𝗍𝖺:
Mi estimada, para empezar esta carta repleta de un arrebato que me sería posible controlar de no ser porque me he estado sintiendo un poco más muerta que de costumbre–y eso me arrebata energías–, lamento que estos párrafos no se traten de nadie más que de mi persona, y sabés que yo no soy partidaria de forzar la escritura, pero me siento vacía y necesito escribirte porque es lo único que me llena, y es que las ganas se van tan rápido como llegan, menos cuando pienso en vos, Náusea, que suman. Y otra vez he vuelto a escribir sobre lo que no quería, que si tengo que perder el rumbo, prefiero que sea sobre la arena de la playa y no en mi cárcel de tinta, donde todo duele, donde la calma existe sólo hasta que le doy punto final, donde dejo de pertenecerme para entregarme a vos y permitir que te apoderes de mis lágrimas y dolores para hacerte con ellas un rato. No me lo decís, pero sé que te divierte. [ Al fin y al cabo, si no fuera por mí, no estarías viva, aunque la realidad es que es gracias a vos que sigo a pie o sentada, porque me obligaron a equipararme la meta de no sucumbir ante tus encantos por completo. Somos dependientes la una de la otra. ] Sí, así. Obligarme. Desde que me arrebataron de aquel lugar que ambas conocemos, es que perdí el libre albedrío. No estoy segura de si acá pertenezco, pero por el momento, es el lugar donde prefiero quedarme, porque en este extraño cuarto estoy al resguardo de aquel que desee arañarme. Pienso que si no fuera por vos no sabría escribir. Ojalá, Náusea, que el día donde aprenda a quererme y perdonarme, deba dejar de escribirte. Eso suelo pensar cuando el hastío no me engulle del todo. Ahora, por decir algo y siendo totalmente sincera con vos, creo que mi llama se está consumiendo por completo conforme la marea aumenta. Al carajo con eso.
Entonces doy inicio a esta patética carta que escribo a pulso firme y dolor de corazón, diciéndote que la duda en dicha que he tenido desde mi primer suspiro en este mundo frío y áspero, se está convirtiendo en realidad. Día a día, puedo notarlo. He logrado compartir con grandes escritores el sentir de una monotonía absurda y bien resguardada en la desesperanza; es ahí donde me parece ver más que nada el hastío del que te hablo. En esa convivencia compartida lo noto. Ahí yacen los malditos, los desdichados idiotas que se lamentan el arrebato más fuerte del ser humano y del que peco en este momento: forzar la escritura. Pero, ¿cuándo no la he forzado? ¿Cuánto no me he visto obligada Náusea, a vomitar y escupir estas letras que suavizan mi estado angustioso permanente? ¿Cómo podría vivir yo si no fuera por este efecto placebo y las maravillas que logra la catarsis luego de una mierdera que me martilla la cabeza como los primeros y últimos obreros hartos de obrar para los Winchester? Decime, ¿cómo? Me volví más mediocre con el paso del tiempo y no puedo mentirte: cada día siento que me estoy quedando con un poquito menos de tinta y ya no encuentro de dónde cargarla. Los golpetazos de la vida no siempre son cartuchos suficientes. La muerte física y espíritual no me importa, mientras no pierda este don intrínseco de la escritura. El día que realmente moriré, será cuando ya no tenga nada más que escribir, porque será cuando mi corazón se sienta lo suficientemente cansado como para no operar más por la catarsis, por el desahogo de una mujer que se apaga cada que las luces se prenden, cada que la vida le da otro pellizquito lo suficientemente fuerte como para infectar la poca vida que queda en mí. Así de cansada me siento, pero me aferro a la esperanza (de las pocas que tengo, por las dudas de caer en la desilusión) de que en esa poca vida yace algo que para mí, aún es desconocido. Y no, no soy feliz. Peco de haber nacido hija de la tristeza. Aún en este estado agónico que pocas pausas me ha dado, sé que hay en mi vida pequeños trozos de felicidad que suavizan mi estado angustioso constante. Y yo sé, esos momentos, me permiten aún vivir.
Tuya,
Luna.
7 notes · View notes
souvenirsdedouleur · 2 years
Text
(Pequeño conjunto de cinco cartas a La Náusea escritas en mi diario, recolectadas y redactadas desde los escombros que quedan durante y después de la tormenta. Esta es mi correspondencia prolífica de los últimos cuatro meses y medio de mi vida.)
VOL. II
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ
Tumblr media
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ
𝖳𝖾𝗋𝖼𝖾𝗋𝖺 𝖼𝖺𝗋𝗍𝖺:
Náusea, debo decir que he estado intentando dejar que el odio se apiade de mi pobre corazón. Creo que pensar en ese odio puede provocarme respirar agujas oxidadas. Entonces, a mi estado odioso le dije: "Cúrame de ti. Cúrame del rencor efervescente que me sobreviene cuando pienso en aquellas personas que se sumaron a la lista y a la fila para clavarme astillas en todos sus tamaños."
Es así, no puedo ser perfecta, pero tampoco busco serlo. Creo que aún conservo lucidez incluso en mis momentos insufribles. Es lo único que no me puede quitar: mi cualidad humana. Pero no quiero dar una falsa sentencia; es decir, no sé si hay cura para todo aquello que se ha ocupado de entrar a un lugar y envenenar todo lo demás. Pienso en algún tipo de cáncer incurable con el que aprendes a vivir o sólo se convierte en terminal. Yo ahora creo estar en el disocio entre ambas.
Odiosa tuya,
Luna.
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ
𝖢𝗎𝖺𝗋𝗍𝖺 𝖼𝖺𝗋𝗍𝖺:
Hoy te pienso como un ente que, de a ratos, desearía fuera benigno. Sé que pedirte eso es como pedirle limosna al egoísmo, pero si me permitís, desperté con ganas de soñar. Soñar con dejarme llorar sobre tu hombro, acariciarme la cara, rogarme que sea sana, prudente y sensata. Deseando que me salves de esta locura causada por vos, ente abstracto que me maldijo el día en el que me arrebataron del vientre de mi madre. Desearía hoy día unos dedos tersos dibujando garabatos en mi espalda mientras me permite ser «nada» un rato en el horfanato acobijante de su pecho –desearía ser un infante incapaz de sentir hastío abrumante–. Quisiera un abrazo cálido y exuverante que me vuelva ajena a este estado agónico y único que sólo yo tengo la maldición poco benigna de sentir. Quiero un lugar donde morir un rato, unos brazos calientitos como los de mi nana, unos besos en mis cachetes rojos y hartos de ser superficie de lágrimas. Deseo sentirme humana un rato en compañía de alguien aunque yo en soledad conviva, aunque sepa que en la ciudad de mi corazón me tocaría gritar desde el punto más alto de cada edificio y aún así, nadie vendría corriendo a salvarme de este negro abismo.
Náusea, sé que es imposible cambiarte y que estoy siendo demasiado pretenciosa al querer que un ser nacido desde la sed del dolor y el sufrimiento, sólo por un lloriqueo de esta muchacha harta y víctima de tu tormento, cambie la forma que le han dado. Forma imposible de cambiar teniendo en cuenta que a diferencia mía, vos sí tenés el don del libre albedrío sobre la libertad que me arrebataste para convertirla en tuya. Aún no me permitirías morir, lo sé. Pero incluso si algún día cambias de opinión y por el milagro de algún ser subyacente de mi imaginación, deseas brindarme una parte cálida, la esperaré con gusto. Hasta que esta eternidad acabe, hasta que no seas más mi verdugo eterno, sé que nunca seré libre.
Me pregunto si estas palabras tienen sentido o si no es más que otro vómito verbal proveniente de mi infestado y musgoso organismo, de este pueblo metáforico del que te hablo. Sea lo que sea, por favor, no me dejes morir aún.
Tuya otra vez,
Luna.
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ
𝖰𝗎𝗂𝗇𝗍𝖺 𝖼𝖺𝗋𝗍𝖺:
Si me vendrás a consumir, mejor que sea desde los huesos. Recórreme de pies a cabeza, púdreme hasta los intestinos. Apuñala estacas una por una entre mis costillas, llena de moho mis pulmones, pinta de gris cada uno de mis pechos. Contrae mis alegrías, llévate cada partícula de mis emociones. Regocíjate en tu gloria, en tu increíble forma de romper mi sonrisa como si fuera un pedazo de papel quemado. Llena de ataduras mis sentidos, déjame sin visión, sin olfato. Cégame con tu oleada de olores nauseabundos y de constante negro, yo te regalaré mi sentido del tacto, para no sentir más este dolor irremediable, esta tristeza que amenaza con ser eterna, estas ganas de comerme al mundo entero hasta que ya no quede nada, hasta que no prevalezca ni un átomo vivo; ni siquiera yo, ni mi alma, ni mi sombra.
Rómpeme. Destrúyeme. Róbate cada parte de mí. Sécame de todo sentir. Arrebátame mis alegrías, mis gritos, mis colores primarios. Déjame hecha pedazos -yo te permito pisar lo que quede vivo, cojeando- y no permitas que recojan mis retazos.
Pero por favor, algún día, déjame resurgir.
Sin firma hoy, ya que hasta eso me has quitado.
ㅤㅤㅤㅤㅤㅤㅤ
1 note · View note
souvenirsdedouleur · 2 years
Text
Tumblr media
Nubecita arrebolada:
Hoy le pregunté a la luna por vos. Estos días desvarié mucho, preocupada por la idea de que el universo no te esté cuidando lo suficiente o no sea merecedor de tu brillo. Mujercita, toda la noche estoy contando ovejas hasta que se pierden en la belleza innata de un satélite, nostálgica de aquellas noches en las que pasábamos contando estrellas. Le charlé a la luna de vos y me dijo que ya te conocía, diciéndome que una morocha bailaba sola en las esquinas del sistema solar, que logró acoplarse fascinada a lo que el universo le brindaba cuando partió de este mundo a algo mejor. Camina sobre el planeta, cuidando de aquellos que alguna vez fueron complemento de su silueta. Todos quieren mirar cuando ella gambetea entre la tempestad del cosmos, dando un trago por la felicidad de su nube de seda y otra por quienes en vida la hicieron sentir completa. La luna me cuenta que ascendiste a una nube repleta de alegría y ocio, más bella que la nube de gas que adorna los cielos nocturnos con sus millones de colores. Me dice que ahora tienen envidia de tu atractivo único, de tu sonrisa de oreja a oreja que no se borra ni en la esquina más oscura y rotunda del universo completo. La luna me cuenta de tus historias de amor, que te enamoraste de otras galaxias, de tus viajes intergalácticos donde descubrís un planeta nuevo al cual habitar y cuidar. Será que la vida existe más allá de La Tierra cuando pienso en tus manitos sembrantes y en tu cántico angelical, aunque vos de ángeles no creas nada.
La luna me cuenta que me cuidás cuando no te veo, que me susurrás al oído mientras duermo que permanecer tan cuerda me puede hacer mal. Sos la que me arrulla en mis noches más oscuras incluso cuando tu ausencia es la que me hace llorar. Besás mis lágrimas aún cuando la causante de su brote sea tu partida y notar que extrañarte es rutina diaria. ¿Qué voy a hacer, nube arrebolada que ha sabido explotar su dolor de estrella moribunda en una nebulosa avismal? ¿Qué voy a hacer? Mastico el aire de esta habitación mientras te espero en el lugar vacío de tu cama. Pienso que quizás no te das cuenta que en tu belleza albergan pequeñas estrellas escondidas entre tus cálidos abrazos para lograr descansar del extraño y doloroso espacio exterior. Una de ellas soy yo, me contó la luna una de esas noches. Y mientras no estás, mato el tiempo con un mechero. La luna me dijo que no te espere, que tu ser está huyendo de la vida y explorando nuevos horizontes, pero yo sólo quiero creer que te fuiste a saciar tu sed de explorar lo desconocido y ya estarás volviendo. Que pronto nos estaremos viendo. Yo sé que siempre buscabas juventud en cada viaje sobre este planeta. Hoy quiero encontrarte para decirte que a tus historias de medianoche que me contabas ya les escribí un final.
Luna, esté donde esté, decile de mi parte que la extraño y que mi amor por ella pasa del Sol a Saturno. Decile que aprendí a querer su fría y deshabitada casa. Decile que lo que me dejó lo tengo presente día a día. Decile que no olvido nuestras promesas a puño y letra, y sobre todo, decile que me robó el alma con su último abrazo. Yo sé que nos volveremos a encontrar en este viaje, mi convertida nebulosa planetaria. Ahora me toca esperarla a mí.
0 notes
souvenirsdedouleur · 2 years
Text
Tumblr media
Refugiarme en las letras no siempre es acertivo. Aprender a escribir constó con una falsa garantía de felicidad de por vida—sin embargo, ¿aquel que escriba es feliz?—; debido a esto, en el anhelo propio de que este dolor avasallador se pierda en otro lugar que no sea mi cuerpo, desesperada yo, acabé por firmar con la sangre que escupí ante el primer golpe. Ahora soy presa de escribir aquello que me quema, todo lo que alguna vez fui y me ha marcado de por vida; esta Náusea que se internó en lo profundo de mi corazón para hacerse parte y llenarlo de su esencia puramente ruin, y es que como bien he aprendido, ella existe con la naturaleza propia de un enfermo que contagia a todo aquel que lo toque. Esta vez, terminó por infestar todo mi cuerpo y obligarme a vomitar en letras dolorosas y oscuras, llenas de melancolía y sufrimiento, lo que no puedo decir en voz alta. Refugiarme aquí termina siendo, a veces, un arma de doble filo, y es que al escribir caigo en cuenta de lo que soy, de lo que me he convertido tras la primera prosa. Me considero una pseudo-sobreviviente de un mundo cruel que toma en pinzas y sin el consenso los obliga a jugar a la ruleta rusa. Claramente, los vidrios se clavaron en mi piel, o es que era una trampa y ningún espacio estaba desocupado.
Quizás no nací para convertirme en un ser ignorante en la vida, sino, ser una desgraciada viviendo de la forma más pura y real posible. Nací para sufrir, nací para llorar y que aún así el océano se haga más grande. Nací para experimentar lo crudo, para soñar mi muerte y al levantarme preguntarme si alguien pudo haberlo evitado. El intrínseco instinto suicida que en mí yace, la maldita entre todos, la muerta entre los escritores. La mujer que se pregunta si el refugio más sereno será la locura.
0 notes
souvenirsdedouleur · 2 years
Text
Tumblr media
Mi estimada:
Esta noche, te escribo entre los brazos cálidos de un insomnio que quema. Así que, en el estado más inerte posible, te vuelvo a visitar, Náusea, para maniobrar el arte de quererte, de verte ser, de observarte a escondrijos florecer en podredumbre… pero sobre todo, para escribirte, incluso si estas letras se basan en el bálsamo corroído de mis labios o se manchan con alguna de mis lágrimas al caer. Pero te soy honesta, no sabría descifrar a qué se deben. Su sabor agrio me da la sensación de que algo amargo se instauró en mí hace tiempo –aunque esto lo sé de pé a pá–, su color transparente me hace ver que detrás de todo esto, no existe más que un sinfín de palabras ahogadas que, al fin y al cabo, nunca podré vomitar. ¿O acaso sí? ¿Desaparecerá entonces este ardor que amordaza mi pecho, estas cadenas que aprietan mi corazón como al peor de sus condenados? ¿Será posible que delante de todas esas ambigüedades, de estos dedos rotos y cansados de maquinar cartas y escrituras, de ese corazón abstracto, de ese lo pecho ardiente y doloroso, aún permanezca esa corteza que con tiempo y ambivalencia, he conseguido crear? Me da escalofríos pensar acerca de su existencia, saber que existe la posibilidad de que alguien o algo golpee la madera con el hacha sin aviso previo, que escondido en algún lugar, esa persona de personalidad fría y oscura que aún no logro desenmascarar, en un descuido de mi parte, talará el árbol hasta verlo caer. Me dicen que no me preocupe, ¡pero cómo no pensarlo, Dios mío, en esta ansiedad tan pura! Que quemará sus raíces, sus hojas, que despedazará uno por uno los pétalos de flores y que destruirá la hierva alrededor, todo por cumplir su gran hazaña, un capricho de sí mismo o de quién sabe qué. A veces me da la corazonada de que se trata de ti misma, niña Náusea, quien vilmente me traiciona por la espalda. ¡Irónico! Si no eres nadie más que mi otro yo, mi segunda mitad, la voz que se realza sobre mi nuca durante las noches en esta habitación oscura donde tantas penurias he pasado, en el frío incesante. ¡Claro! ¿Cómo no lo noté antes? Así es. Mi razón no se acobarda cuando se trata de una verdad tan cruel.
Pero no estoy aquí para hablarte acerca de un posible arrebato de mi parte, o de un ente sin rostro que me intenta apuñalar por la espalda cada que pestañeo o cierro los ojos. Estoy aquí para resolver cada una de mis preguntas, hasta encontrar la forma de escribirte mi música sin baches, sin tropezones, sin que una desafinada nota de mi violín se cole entre la vibración de mi voz y el sonido que emite el arco al chocar con las cuerdas, dando vida a las notas maquiavélicas. Aunque, ¿no crees que sería sublime, como una muerte lenta, romántica, sin igual? La decadencia del sonido, el silencio absoluto–al fin– presenciándose en mi constante torbellino, en la maquinaria eterna instaurada en mi cabeza, o pensándolo bien… no. Tú nunca lo permitirías. Nunca me dejarías caer sobre los brazos de la imprudencia. Lo supe aquella vez. Entonces abrí mi frente y eras tú, que me decías: “Mira, tan sólo soy una de mis miles de hojas sueltas”, y yo me pregunté si eso era realmente cierto, si me pertenecías, si aún eres parte de mí porque tú, querida, haces que mis pies sientan escalofríos, que mis ojos lagrimeen y que mi capacidad de raciocinio quede en lo bajo de la cima, sobre el riachuelo que desemboca en el hoyo hacia la nada, donde me encuentro de forma real e intrínseca a mi manera. Ahí habré perdido, creo yo, mi música. Me pregunto: ¿Será que me has traicionado? ¿O es que la paranoia terminará por consumirme, ese miedo irracional a la nada, el tambaleo de mis pies ante el dolor, a lo desconocido en este terreno baldío y hastío? ¡Ay, si supieras, mis partituras se llenarían de gotas! Y mis sábados de sol caerían sobre las florecitas de la mesa que tanto protejo para llenarlas de su eterno color vívido, así cuando yo quiera comerlas, formaré parte del final, cuando me sienta preparada para rearmar mi pútrida corteza.
Mi estimada, siempre te lo repito porque me veo en la necesidad constante de obligarme a ser consciente de ti y de lo que eres, así que sabes que yo no soy partidaria de forzar la escritura, pero me siento vacía y necesito escribirte porque es lo único que me llena. En esta cárcel de tinta puedes amordazarme tanto como quieras, sabes que soy tuya. Tampoco estoy segura de si aquí pertenezco, pero por el momento, es el lugar donde prefiero quedarme, porque en este extraño cuarto estoy al resguardo de lo que sea que intente arañarme. No he aprendido a cuidar de mí aún, o quizás es que no quiero maniobrar aquel arte culinario que todo ser humano debería poseer. Lamentablemente, nací como un signo de interrogación. Así que permíteme descansar aquí. Creo que yace bien acolchonarme en un prado vacío.
Ojalá, Náusea, que el día donde aprenda a quererme y perdonarme, deba dejar de escribirte. Espero que sea un domingo por la tarde, porque suelen sentirse más solitarios que otros días.
Con indiferencia, muy tuya.
0 notes
souvenirsdedouleur · 2 years
Text
Tumblr media
«Mi madre y su prohibición tácita de mi suicidio. Suicidarme para desobedecer a mi madre. Para abolir lo que ella tal vez desea tanto que lo llama amor. O mi miedo por su tácita prohibición de que yo muera pudiera ser mi deseo de que esa prohibición exista».
—Alejandra Pizarnik.
1 note · View note
souvenirsdedouleur · 2 years
Text
Qué ambivalente resulta La Náusea. Nació pretendiente del dolor destructor, y sin embargo, he deformado aquello para que el masoquismo predomine ante su presencia. Y es que, ¿qué puede hacerse cuando ella representa una amenaza a nivel eterno? He de acostumbrarme y adaptarme, después de todo. De todas formas, estimada Náusea, seguiré peleando contra ti hasta vencerte o simplemente dejarme caer en el pozo sin fondo. Esperemos que la tercera opción sea acoplarme a ti, pero sabemos que tu naturaleza destructiva no lo permitirá... Oh, bueno, tal vez soy más autodestructiva que tú y sea yo quien termine siendo la asesina primero.
Y aunque me destrozas el corazón en mil pedazos cada vez que apareces, yo te quiero, Náusea.
0 notes
souvenirsdedouleur · 2 years
Text
Tumblr media
Qué irónica resulta ser la apatía. Habla del desinterés externo hacia aquello que alguna vez nos ha ocasionado placer, y sin embargo, en lo más profundo de este apático corazón apache, la apatía conmemora un brindis custodiado con ese dolor que lejos de ser inerte como todo lo que rodea mi frágil cuerpo de cristal, puede quebrar y romper ante el mínimo roce de una espina que intenta dañarme. Entonces, mi apatía resulta ser completamente ajena al fundamento real, y lejos de desinteresarme, duele como si gustara aprovecharse de esta joven mujer que de vida no sabe nada. Cómo podría yo poner en palabras lo que embarca vivir en mis aguas tormentosas. Cómo podría yo, un ser inerte que de vida no ha aprendido nada, florecer cual rosa a luz viva en un prado a las lejanías de la nauseabunda ciudad en la que yo crecí repleta de individuos ajenos a mi apatía. Sus espinas se fruncen y gruñen ante la ventisca fría de mi cuerpo—un cuerpo extraño que a pesar de haber vivido allí, no es familiar—; me hace preguntarme, nuevamente, ¿cómo podría yo encontrar la manera de explayar este sentimiento de tormento a alguien si se mantienen apáticos a mi dolor y se funden en el desinterés hacia mi persona? ¿Cómo podría yo, un individuo deformado, ser parte de un mundo en el que si eres ajeno, no existes? Entonces, en un intento desesperado de acoplarme a la apatía colectiva, clavo puñales en la mía en un vago intento de matarla y sacarla de mi organismo, pero en cambio, ella decidida a mantenerse aferrada y continuar alimentándose de mí de forma nociva, se interna más profundo, y mis ojos se llenan de lágrimas, lágrimas que forman el océano rojo del que Náusea se alimenta y en el que más de una vez me vi ahogada por sus gritos y guerras.
«¡Me rindo, vil apatía! ¡Me rindo ante tu incontrolable sed de emergerte en este corazón lastimado y sombrío para cumplir un rol diferente al de tus allegadas!» exclamé sin mucho más que perder; sólo convertirme en un individuo inerte, apático a su manera, deseosa de que aquel prado algún día se torne en realidad o sólo dejarme llevar. Después de todo, no sé canalizar el dolor si no es por medio del mismo: un abismo de sangre, incapaz de sentir algo más que este sentimiento nauseabundo en mi única y nauseabunda apatía.
0 notes
souvenirsdedouleur · 2 years
Photo
¿Realmente estoy viviendo o sólo estoy viva?
Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Mirrored Mind (Sogo Ishii, 2004)
4K notes · View notes
souvenirsdedouleur · 2 years
Text
Lucesita de mi vida en forma de nube, sigo escuchando la misma canción en loop desde que partiste. Es la única que logra conectar bien con lo que siento, con este amor pasivo-agresiva disfrazado de dolor. Estos días te extraño más de lo habitual, te pienso más de lo que puedo vivir. Quisiera poder volver y capturar nuestro último momento, una vez más. Una última foto para enmarcar y recordar ese último abrazo, ese "te amo" que ninguna sabía, sería el último... También es de tus canciones favoritas, ¿no es así, Nini? Puedes verme escuchándola mientras abrazo nuestra almohada entre llantos y lamentos, ¿verdad? Entonces ven y arrullémonos una vez más... antes de que el tiempo se vuelva a acabar. Por primera vez deseo ser diosa para ascender al cielo y verte.
0 notes
souvenirsdedouleur · 2 years
Text
Tumblr media
"Sweet tea in the summer
Cross your heart, won't tell no other
And though I can't recall your face
I still got love for you
Your braids like a pattern
Love you to the moon and to Saturn
Passed down like folk songs
The love lasts so long"
Joven nubecita arrebolada:
¿Me preguntas si te echo en falta? Por supuesto que sí, lo sabés mejor que nadie. Debés sentirlo en este vacío que siento, en el hueco abismal que tu partida ha dejado en este quebrado corazón de papel. Pero ¿qué pasa cuando te pienso? ¿Cuando recuerdo lo contagiosa que era tu (son)risa y lo suavecitas que eran tus manos acariciando mi piel? Cuando rememoro tus abrazos, cuando tu vocesita dulce resuena en mi cabeza y yo cierro los ojos para imaginar que una vez más estoy escondida en tu pecho de seda. ¿Qué sucede entonces? Entonces mis ojos se llenan de lágrimas. Se me inunda el corazón en angustia y a su vez, en un calorcito tan familiar que podría reconocerlo desde la otra punta del cielo: sos vos. Nini, decime la verdad, ¿sos vos acurrucándome entre tus brazos una vez más sin darme cuenta? ¿Quién más podría ser sino la otra mitad de mi alma? ¿Incluso desde las nubes sos capaz de acaparar este dolor? ¿Es cosa tuya para que no se me desborde el sufrimiento de echarte en falta?
¿Cómo describir tu belleza? Esa mujercita de cabello castaño y hermosura de infarto que ha acaparado mi corazón desde su primera mirada. Mi mejor amiga, mi amor eterno.
"And I've been meaning to tell you
I think your house is haunted
Your dad is always mad and that must be why
And I think you should come live with
Me and we can be pirates
Then you won't have to cry
Or hide in the closet
And just like a folk song
Our love will be passed on"
¿Por qué no nos agarramos de las manos y corremos por el prado como dos piratas buscando el tesoro más preciado? Aunque vos siempre fuiste el tesorito de mi vida. Lo seguís siendo incluso cuando tu castillo de arena fue destruido por las altas mareas, y desde que no estás, yo me ocupo de reconstruirlo cada vez que el océano siente celos de la belleza de mi princesa. Cuando rodábamos por las montañas, cuando recorríamos todo el bosque para ver quién encontraba un trébol de cuatro hojas. Lo que no sabías es que yo había ganado desde el principio, desde el principio has sido mi amuletito de la suerte. Siempre voy a tener esos recuerdos en la cajita donde resguardaba a mi tesoro arrebolado que ha pasado a bella vida en los panteones del cielo. Siempre hemos sido dos niñas jugando a ser grandes.
"I still got love for you
Pack your dolls and a sweater
We'll move to India forever
Passed down like folk songs
Our love lasts so long"
No importa si el infinito se descontinúa y pasa a ser una simple mota de polvo, yo te voy a amar hasta después de que la infinidad se acabe, hasta después de que la última estrella se apague. Te voy a recordar incluso si un agujero negro se tragase mi memoria y convirtiese mi ser en míseras partículas de nada. Hasta que la última flor se marchite, incluso más allá de todo aquello que creo entender, yo, mi joven guerrera, te seguiré amando.
0 notes
souvenirsdedouleur · 2 years
Photo
Tumblr media Tumblr media Tumblr media Tumblr media
Mirrored Mind (Sogo Ishii, 2004)
8K notes · View notes
souvenirsdedouleur · 2 years
Text
Tumblr media
Pizarnik decía que desde siempre, la jaula se hace pájaro. Yo, ingenua, seguía sus pasos sin darme cuenta de que ello no era más que una guía hacia el abismo. Desde pequeña he leído sus versos; quizá porque desde temprana edad me di cuenta de que somos un reflejo de la otra. Ella con su dolor punzante, y yo con mi Náusea eterna. Ambas con nuestro amor por las letras, por el encanto en el arte de la literatura. Dos mujeres con cuerpos muertos andantes, que se refugian en prosas sangrientas que lloran letras a cántaros ruidosos, en una marea amplia y sofocante, con cuerpos que desde las profundidades buscan tironear de las cuerdas de nuestro barco. Ambas, con esa pasión abrumadora por la magia de vivir, pero no por la vida misma. Y quizá, nosotras, desde la perspectiva de una mujer en sufrimiento y soledad, caemos en la desdicha de un camino ruin y oscuro, con lluvias tormentosas. Y así es como yo me fusiono en tu entorno y carezco de silencio en un mundo donde te cosen la boca a punta de hilo y aguja, y aún así, ¿quién querría escucharme engullida por La Náusea? Hablamos con la voz que está detrás de la voz. Incomprendidas, desdichadas. Entre gritos y guerras. Ajenas a un panteón que yo, poco inquilina, pateo y recorro como si fuera mi casa. Porque no existe lugar para nosotras, porque el augurio eterno de un desliz en el infierno, que se vuelve tortura por años, de por vida, donde ninguna de las dos encontramos salida. Y dame mi anestesia, porque, sin embargo, mi pájaro se ha vuelto jaula.
“8:30 am.
Mi cuerpo no quiere levantarse, sino seguir durmiendo. Entreabro los ojos, aspirando los objetos de la habitación. Los cierro de nuevo, suspirando. ¡Cuántas cosas pierdo! ¡Cuántas sensaciones, vivencias, aprendizajes! ¡Todo por morir un poco más! ¡Todo por vivir menos, en esta, mi dolorosa e irreal realidad!”
Mujer tuya, mujer mía. Alejandra, mi querida, mi bienquerida, mi tres veces querida, ¿podríamos ahondar entre letra y letra para que la marea de tinta nos lleve a tierra firme?
0 notes
souvenirsdedouleur · 2 years
Text
Carta de suicidio jamás cometido.
0 notes
souvenirsdedouleur · 4 years
Text
Mis brazos vuelven a arder. Lo siento, mamá. Te prometí que no volvería a lastimarme, pero no soy más que una marioneta a la que no se le pueden cortar las cuerdas. Y duele, mierda, cómo duele... Espero sepas perdonarme.
1 note · View note
souvenirsdedouleur · 4 years
Text
Tumblr media
Cómo podría yo poner en palabras lo que embarca en mis aguas tormentosas. Cómo podría, yo, un ser inerte que de vida no sabe nada, florecer cual rosa a luz viva. Mis espinas se fruncen y gruñen ante la ventisca fría de mi cuerpo; me hace preguntarme, nuevamente, ¿cómo podría yo encontrar la manera de explayar este sentimiento audaz, ardiendo a fuego vivo que arde, que quema hasta los huesos? Mis ojos se llenan de lágrimas, lágrimas que forman el océano rojo de mis sueños. No sé canalizar el dolor si no es por medio del mismo: un abismo de sangre, incapaz de sentir algo más que este sentimiento nauseabundo.
1 note · View note
souvenirsdedouleur · 4 years
Photo
Tumblr media
everything is strange
11K notes · View notes