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Buscando mi primer trabajo... (Parte II)
Comencé a trabajar en la agencia, los chicos me recibieron muy bien, erámos 11 personas (yo era la 11va). A pesar de ser un lugar tan pequeño, no todos se llevaban bien y había muy poca comunicación.
En mi primer día, me enteré que las chicas que se encargaban de implementación se sentían incomodas conmigo, sin querer, leí su conversación de WA. Hablaban mal de mi, me llamaban “la becaría” de forma despectiva. No se me hizo chido de su parte que sin conocerme, juzgaran lo que podía ofrecer a su chamba o personalmente. Decidí no prestar atención al respecto.
Yo estaba en todos los departamentos ayudando, acorde con el jefe que semana tras semana iba a reportar mis avances y enseñarle el material que iba trabajando, él me daba retroalimentación y yo hacía los cambios que me solicitaba.
A los pocos días de entrar, hubo una situación con una chica de implementación que no me pareció en lo absoluto, me puso a buscar referencias para un proyecto, tuve mi reunión semana con el jefe y cuando le comente que había hecho, exploto y se puso como loco a gritarle, le dijo: ¿acaso eres estúpida?, ponla a hacer cosas que le nutran, que ayuden, no la pongas a hacer pendejadas. Yo me sentí super mal,
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Buscando mi primer trabajo... (Parte I)
Mi universidad entró en huelga hace unos meses, no sabíamos cuanto tiempo iba a durar pero todos estábamos seguros que sería un buen tiempo...
Llevábamos 3 semanas y yo sentía que me volvía loca... Mi mamá todos los días preguntando que sabía del asunto de la escuela, mi hermana y yo en casa todo el tiempo, obvio teníamos muchas cosas que hacer, pude haber recuperado proyectos abandonado (que vaya que tengo muchos) o tomar clases de algo, meterme al gym, hacer ejercicios, pintar mi cuarto, etc... Llevo un buen tiempo queriendo irme de mi casa, y ví la solución ante mis ojos... ¡Buscar trabajo!
Aun me faltan un par de materias por cursar y acabar de cubrir mis créditos, pero tengo listo el servicio social, tengo mi tesis terminada, el idioma lo estoy cursando, pero me hacen falta 4 malditas materias!!
Regresando al tema de la huelga... Llevaba 3 semanas de huelga y comencé a mandar mi CV y mi portafolio a diferentes agencias, de los 40 mails que mande me contestaron de 8 y en cuanto decía que estaba buscando chamba por la huelga me daban las gracias.
Cuando estaba por tirar la toalla, ahí por la semana 6 de huelga, recibí un mensaje de WA del dueño de una de las agencias a las me mande mi CV, a los 15 min me marcó y tuvimos una plática bastante agradable, hubo química. Me cito al otro día para entrevistarme.
La noche anterior a la entrevista, ayudé a mi novio con cosas del trabajo, un par de infografías que nos quedaron súper chidas, tenía muy fresco el contenido que ellos venden en su empresa, así que en la entrevista me avente el speech: Tener un plan de carrera en una organización como en la que me estaban entrevistando... Bla, bla... Al dueño le encanto la idea de tener ahi y me pidio que le diera tiempo para pensar y hacerme una mejor propuesta.
Ese mismo día en la tarde, me hablaron de otra agencia para citarme días después. La verdad, no iba tan emocionada, porque la primer cita de esa semana me vibraba muy bien...
El día de la segunda entrevista, por la noche, me habló el dueño de la primer agencia con una oferta no muy buena pero acepté. Yo sabía que por el momento no iba a conseguir algo más.
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Sólo quiero irme lejos...
Sé que la familia es una parte importante de nuestras vidas, pero ¿qué pasa cuando nuestra familia es el mismo motivo por el que queremos irnos lejos de casa y no regresar?
Desde que tengo memoria, nunca he estado a gusto con mi familia. Mi mamá siempre ha tenido gran preferencia por mi hermana, y mi papá por mi. Según mi mamá a los hijos no se les puede querer por igual, porque depende mucho de las situaciones en las que cada hijo fue concebido, para mi esas son tonterías.
Como hija mayor me ha tocado ser el conejillo de Indias de mis papás, sé que al mundo no se viene con manuales para todo, pero creo enormemente que la han cagado demasiado conmigo.
Me siento cómo si tuviera 15 años y todo odiara. No soporto la convivencia con mis papás, no soporto lo que “tienen” que decirme.
Conforme cada quien va creciendo las ganas de irse más lejos crecen.
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Soy muy insegura...
Me faltan agallas para hablar con mis papás y pedirles que dejen de poner expectativas sobre mi.
No soy el médico o la científica que ellos quisiera que hubiera sido. Tampoco soy la niña que plática con todos en cualquier lugar donde se encuentra, cometi mucha errores en mi pasado como ellos.
Pero soy yo. Una chica normal, que tiene muchos temores, crisis ansiosas, y que no se avienta a hacer cosas porque sabe que sus padres siempre van a reprocharle cosas.
Sé que no fui una hija deseada y mi mamá no se cansa de repetirlo, casi siempre están comparandome con mi hermana.
Mi forma de ser es así por los casi 5 años que estuve en esa relación dependiente. Pero creo que mis papás siendo lo que son pudieron ayudarme a salir de eso.
Mi mamá está decepcionada de mi. No le gustan las decisiones que tomo, pero ella ya vivió su vida y debe dejar que yo viva la mía.
Mi papá está chapado a la antigua. Cree que las cosas siempre se deben hacer a su manera.
Espero que pronto pueda irme lejos de mi casa y comenzar de cero en un lugar donde nadie me conozca.
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Los últimos años
Después de la muerte de Leonardo, me di cuenta que estaba con él porque me sentía sola y presionada por cumplir expectativas que mis papás habían puesto en mi.
Tengo 23 años, y no he hecho nada interesante de mi vida.
Leonardo murió meses antes de que entrará a la Universidad.
La Universidad fue un cambio de 180 grados.
Estaba acostumbrada a caminar 5 cuadras y entrar a una escuela que parecía cárcel. Ahora tenía que hacer dos horas en transporte público, aguantando las guarradas de los hombres, alguna que otra nalgada. Y llegar llorando porqué no sabía qué hacer.
Tenía que enfrentarme al mundo como era, no como lo conocía gracias a Leonardo.
Tal vez es un poco egoísta o lo que quieran pensar, pero que bueno que se murió. Estoy segura de que si él estuviera vivo seguiría estancada. Desde que se fue, he hecho cosas que jamás me hubiera atrevido.
Conocí gente nueva, personas increíbles. Una de ellas es mi novio actual, Alan.
Gracias a él encontré la fuerza para seguir adelante, era el mejor amigo que pude haber encontrado. Nunca me ha juzgado por lo que viví, porque él también ha tenido un pasado oscuro.
Siempre busca la forma de hacerme reír y hacerme sentir bien, es un ser humano increíble. Lo amo con todo mi ser.
Creo que nunca había amado a alguien como lo hago con él.
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El día que mi vida cambio.
Durante tres años estuve yendo con una psicóloga dos veces a la semana. La razón principal fue que mi ex novio se suicidó, pero fueron pocas las sesiones que hable respecto a eso.
Por lo menos 7 de las sesiones de cada mes hablaba de lo frustrada que me sentía o me siento respecto a mis papás.
Cuando estuve en preparatoria no salía de fiestas, no tomaba más de 2 cervezas, y drogarse era para niños pendejos. A las 9 de la noche tenía que estar en casa y mi única distracción era salir con ese novio que tenía, creo que es conveniente ponerle otro nombre que llamarlo por el real, así que le pondré Leonardo.
Desde los 15 años estuve con él. Y caí en una relación mega dependiente, era bastante controlador y yo me dejaba controlar. No le gustaba que saliera con amigos si él no estaba, y ni pensar en salir a tomar con ellos.
Pasaba todos los días con él, él me llevaba a la escuela, pasaba por mi, comíamos juntos, estaba toda la tarde conmigo y a las 9 tenía que irse, ese era el acuerdo.
Comparada con la vida de mis amigos, mi adolescencia fue muy aburrida.
Los últimos meses de preparatoria, empecé a sentir atracción hacia alguien más, deje a Leonardo después de casi 5 años juntos y comencé a salir con un chico nuevo, se llama Román.
Al mes y medio de que Leo y yo terminamos, él dejo una carta en el buzón del edificio dirigida a mi. Era un diario de los últimos 45 días que estuvimos separados.
La verdad es que, con tantas cosas que viví a su lado tenía una idea de lo que podía esperar. Chantajes y más chantajes. No hice caso a esas hojas hasta un día después que una de sus primas se comunicó conmigo.
En esas cuartillas él explicaba como se sentía y que había decidido dejar este mundo. Explico detalladamente que haría, y que estaba consiente de todo el dolor que le causaría.
Tomo un litro completo de anticongelante. Su sangre se convirtió en ácido y poco a poco se fue quemando por dentro hasta que su corazón dejo de latir.
Yo estaba consiente de que lo que había pasado no era culpa mía. Yo no lo obligué a qué hiciera lo que hizo. No sabía cuál era la razón por la cual lloraba, pero estaba hecha un mar de lágrimas.
No me dejaron ir al funeral ni al entierro, y lo agradezco.
Cuando me reencontré a su familia días después no se cansaron de acusarme de ser la culpable y ese fue el día que decidí que nunca en la vida me vería llorar en público.
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Lo que aprendí esta semana.
Esta semana aprendí a diferenciar entre ansiedad, temor y miedo.
La ansiedad es aquello que no nos deja conectarnos con la realidad. Es eso que nos preocupa cuando en realidad ni siquiera está sucediendo.
El temor es eso que imaginamos que pasa pero que nunca hemos vivido. Por ejemplo, nos da temor quedarnos solos, pero ¿realmente hemos estado solos?
Pensar frecuentemente en esos temores nos hace ser personas ansiosas. Según el terapeuta que me explico todo esto, debemos buscar actividades que nos ayuden a estar conscientes de que estamos vivos y que debemos disfrutar de nuestro ahora.
Para que tengamos miedo debimos haber pasado por la situación. Por ejemplo "Tengo miedo que me asalten". Sí ya te asaltaron alguna vez, tu cerebro recuerda que pasó en ese momento y cuando estás en una situación similar te manda señales para que estés alerta, y por eso te da miedo.
Durante las últimas semanas, o tal vez meses, me he convertido en una persona sumamente ansiosa. Todo el tiempo pienso en cosas que no están pasando y que no me gustaría vivir.
Mi temor más grande es que mi Baby Boo se canse de lidiar con mis inseguridades y prefiera alejarse. Hacía ya mucho tiempo que no me sentía tan bien a lado de alguien. Lo amo con todo mi ser por aceptarme como soy, pero creo que la mayor parte del tiempo suelo ser muy impulsiva y esto nos ha causado problemas.
Hay que aprender a vivir el aquí y ahora, y nunca dejar de cultivarnos, mientras nos mantengamos ocupados con cosas que nutran nuestra alma y ser, la ansiedad desaparecerá.
Solo hay que enfocarse en lo que nos deja cosas buenas.
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¿Alguien sabe cómo superar el pasado?
Durante toda mi vida, he sido una persona muy aprehensiva, me cuesta mucho trabajo dejar ir las cosas y a las personas, pero creo que lo más trabajo me cuesta dejar ir son momentos en los que me hicieron daño.
Estoy consiente de que todo eso que guardo me afecta diariamente, pero por más que lo intento no puedo.
Soy feliz a lado de una persona que me ha ayudado a superar las adversidades que se nos han puesto enfrente. Pero los problemas que estaban antes de él no puedo dejarlas ir. Tengo mucho rencor a las personas que el pasado me lastimaron, me dejaron una marca profunda.
Me es difícil confiar en las personas de nuevo y cuando llego a hacerlo, la mayoría me dan un golpe por la espalda. Tal vez es el patrón de amigos que busco.
¿Por qué? No lo sé.
A veces siento que la solución es irme lejos y empezar de cero en otro lugar. Lejos de todas las personas que me recuerdan lo que fui en el pasado, y comenzar a construir mi nuevo yo, segura de lo que soy y de lo que ya no quiero volver a ser.
Me da coraje conmigo, tantos años de terapia, tantas sesiones pagadas y que no pueda superar mi pasado.
El problema es muy claro: me aferró a lo que me lastimo, y me estanco ahí mientras quién me lastimo sigue su vida sin importarle como quedé yo.
Debo dejar ir las cosas malas y quedarme con los aprendizajes solamente, para no cometer los mismos errores.
Puedo jurar que nunca más los cometeré, he aprendido a evitarlos, y lo único que necesito es aprender a olvidar los malos momentos y a perdonarme.
Me gusta mi vida, me gusta lo todo lo que tengo a mi alrededor, mi carrera, mi pareja, mi familia. Quiero luchar por este presente y por mi futuro. Así que, pasado vete a la mierda y déjame ser feliz.
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