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Crecer... crisis de los 20?

Empecé este blog cuando tenía 16 o 17 años, creo; no estoy muy segura, sin embargo, a veces miro en retroceso qué tanto ha cambiado, y si, lógicamente he cambiado y evolucionado en muchos aspectos, pero hay otros en los que, me asusta pensar que nada ha cambiado. Estoy pronta a cumplir 24 años, y me siento completamente estancada, inútil y simplemente con miedo de vivir. He fallado, en mis propósitos, en mis propias expectativas e ideales, y a veces pienso que, genuinamente no quiero existir. Recuerdo tener pensamientos recurrentes de la muerte y el suicidio desde que tengo 13 o 14 años, creo que tal vez soy muy cobarde para hacerlo, pero también soy muy cobarde para vivir. Creí que en algún momento cambiaría ese ideal (aun espero un poco que eso sea así), pero hoy, a una semana de cumplir 24 años reitero que, si hubiese alguna manera en la que simplemente pudiera dejar de existir, sin dolor, 100% lo haría. No afectaría a nadie, más allá de que me extrañen en algún momento especial, no creo que mi ausencia refleje demasiado para la vida de nadie. Y sé que debo avanzar, debo continuar haciendo lo que se supone que todos debemos hacer, seguir el sistema como lo hace todo el mundo a pesar de sus dolores y sus tristezas, y ahí es donde reflejo y veo lo débil que soy. No puedo ni quiero seguir... no sé siquiera cómo hacerlo. Estoy perdida, desorientada y cada día me siento más sola. Ya ni siquiera disfruto mi propia compañía; y si, es tristísimo.

A pesar de los momentos de felicidad que, ciertamente he vivido a lo largo de mis 23 años de vida, nunca me he sentido plena ni con ganas de vivir. Cuando me gradué recuerdo el miedo de no saber qué paso venía ahora, miedo que, aún, a 2 años de graduada, me sigue paralizando. Cuando me enamoré, el año pasado, sentía miedo del futuro, de la vida en pareja, de no sentirme feliz para siempre en esa relación, y honestamente me sentia que yo no aportaba nada a la vida de él... odio decirlo, pero nunca me sentí a su altura. A este punto es aún mas frustrante el poder reconocerlo, ser capaz de darme cuenta de mis miedos y limitaciones, pero aún así me siento inválida al no saber como vencerlos.

Sigo con miedo, sigo con ganas de desaparecer, e incluso eso, me da miedo.

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Han pasado poco más de dos meses y empiezo, con genuina preocupación a preguntarme si voy a dejar de estar triste, si va a dejar de doler. Creo que, como dicen por ahí, a veces me da miedo dejar de sentir porque es lo único que nos une hoy en día.

No es fácil tener que obligarte a olvidar literalmente los momentos más lindos que has vivido en tu vida, o a la persona de la que más perdidamente te has enamorado... No sé como explicarle a mis sentimientos que ya no son correspondidos. Intento engañarme y mentirle a mi cabeza con frases como "hace unos meses ni siquiera recordabas su existencia y tu vida seguía, y estabas bien"... pero no parece funcionar demasiado porque, si, no sabía de su existencia, pero desde que llegó a mi vida solo mejoró mis días. Nunca me había sentido tan correspondida y tan felíz de hablar con alguien, y aunque había miedo, incertidumbre y un poco de inseguridad, no había sido antes tan felíz.

Me da miedo buscarle en todas partes, me da miedo esperarlo por siempre ... me da miedo verlo con alguien más. Durante estos meses le he rezado a Dios cada día, he intentado con cada método de manifestación y nada parece funcionar. Me destroza que no me escriba... que siento como me olvida cada día, como para el fue tan fácil dejarme ir.

Hoy es sábado, y estoy sola en mi casa y cada vez que estoy sola pienso en lo mucho que me gustaría estar con él. Aunque sea a través de una pantalla, aunque sea viéndolo trabajar o cocinar. Solo hablar con él me hacía felíz. Hace muchos años que no me sentía así de destruida emocionalmente, asi de sola y desamparada. Quiero un abrazo, un refugio, pero solo él puede calmarme. Sé que ya no debo escribirle más, que ya no debo buscarle más y eso me quema lentamente cada vez que veo algo que me gustaría compartirle... y sé que me va a responder... pero yo no quiero solo que me responda, yo quiero que me busque. Yo quiero también ser importante para él como en muchas ocasiones dijo que lo era, ¿o es que acaso todo fue falso?, ¿no era todo recíproco?

Mil millones de pensamientos invaden mi mente cada día. Hay días buenos, otros no tanto y otros donde solo me provoca perder el último ápice de dignidad que me queda y escribirle como me siento... pero sé que eso no solucionaría nada, asi que solo me tiro en mi cama a llorar por el resto del día sintiéndome la persona más miserable del planeta tierra. Entiendo que todo es un proceso... entiendo que pasa, entiendo que debo permitir vivirlo. Pero Dios, que horrible proceso. No merecía tanto dolor por unos meses de felicidad :(, mas después de que esos meses de felicidad vinieron después de años sin ningún tipo de interés amoroso... y por eso pensé que finalmente él era mi recompensa, que si valió la pena esperar y que había encontrado el amor de mi vida... prácticamente todo de él me gustaba, y me hacía sentir como la única mujer en el mundo. No le deseo nada malo, jamás podría hacerlo, solo espero que sepa cuanto daño me hizo rindiéndose tan rápido.

Necesito salir de aquí. Necesito volver a creer en mi y en que soy suficiente, en que el mundo no se me acabó porque alguien no me eligió. Necesito aprender a tomar mis lecciones e irme... y lo estoy intentando, ya hoy hace 17 días que no lo busco. Cuesta, cada día... pero, un día a la vez, supongo.

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hay un poco de resentimiento en mi en estos momentos cuando recuerdo todo lo que dijiste. Cuando recuerdo como expresamente te confesé mis miedos y desanehlos de involucrarme sentimentalmente y como me hiciste creer que lo teníamos todo bajo control, cuando no fue así. Hoy me cuestiono todo, cada palabra, cada sentimiento que dijiste sentir por mi... porque alguien con amor no se rinde. Pero supongo que tal vez eres mas inteligente que yo...

Siento un poco de odio cuando recuerdo como predije que esto iba a pasar, y con paz y calma siempre callaste todas esas inseguridades, haciéndome sentir que lo ibamos a lograr... no lo logramos, y yo ahora me digo a mi misma "te lo dije-2 mientras lágrimas recorren por mi piel desde hace horas. Quiero creer que eras solo un humano, que también quería que funcionara... pero qué poco nos duró el amor.

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Fe

Querido Dios... Si, haré este mensaje dirigido a Dios. hoy 11 de diciembre del 2023, luego de sentirme otra vez como aquel noviembre de 2019 donde me sentía completamente desolada, sola, destruida y sin entender el sentido de la vida. Hoy, 4 años después, a pesar de sentirme de la misma manera al menos sé que mi vida no termina aquí. Sé que no me voy a morir de amor, y quiero tener la fe de que siempre obras para mi bien, y que aunque hoy no entienda, el por qué poner a una persona tan especial en mi vida, hacerme ver posibilidades de un futuro a su lado y hacerme vivir los mejores momentos de todos mis 23 años a su lado, para que al final, no funcionara y solo represente de las pérdidas mas dolorosas que me ha tocado enfrentar; quiero creer que has tenido tus razones, y ha tenido un propósito... y que aunque hoy no vea posible mi futuro al lado de nadie más que no sea él, voy a sanar. Me voy a recuperar, me voy a volver a levantar y eventualmente, conoceré a alguien mejor con quien sí funcione.

El día de hoy te pido eso señor, no vengo aquí a juzgar tus métodos, porque no soy quien para juzgarte... solo te pido que me des sabiduría y entendimiento para afrontar tu voluntad. Ayúdame a aceptar con benevolencia y paz tu decisión; y guíame siempre, en cada uno de mis pasos para dirigirme hacia donde tu quieres que me dirija.

Sería egoísta no darte las gracias por haberme hecho vivir un amor, fugaz pero bonito... porque aunque hoy me crea insuficiente, y sienta que no es facil amarme y por eso nadie nunca se va a quedar conmigo, al menos por un momentico me sentí viviendo en un sueño. Estando con el hombre con el que jamás pensé estar. Me trataba como una princesa y me hizo sentir valorada, escuchada... se esforzaba en ser mejor para mi, y eso nadie nunca lo había hecho por mi. Gracias por haberme hecho entender que probablemente alguien esté dispuesto a ser mejor por mi. Quisiera pedirte que por favor me ayudaras a hacerlo ver todas esas cosas y recordar lo bonito que fue, lo bonito que somos... pero no puedo ir contra tu voluntad, yo siempre lo dejaré en tus manos, y por ello espero que no me dejes sola en este proceso. Ayúdame señor, porque solo tú puedes darle paz a mi corazón en este momento, solo tú puedes ayudarme a estar de pie.

Es complicado ser una persona tan racional, pero tan sensible a la vez... una parte de mi se quiere morir, y la otra sabe que todo pasa, y que voy a estar bien. En un momento me siento tranquila, y en otro tengo un ataque de ansiedad. Hoy, esta madrugada, escribo con fe... de que voy a estar bien, y que esto tenía que pasar... aun no sé por qué, ni para qué, pero solo me queda la fe, de creer que lo averiguaré, y que, dentro de un tiempo, entenderé por qué así lo hiciste.

Ojalá algún día llegue la persona indicada, en el momento indicado... ojalá y algún día nos volvamos a encontrar... ojalá el me recuerde bonito, y no se olvide de lo que sentimos. Ojalá no me olvide. Solo le pido a Dios, ojalá algún día dejar de sentir que es difícil amarme, y que soy insuficiente, y llegue alguien que se quiera quedar y me haga sentir otra vez.

Escribo esto con el corazón completamente roto... con la ironía de estar desesperanzada, pero al mismo tiempo rogando escuchar de él diciéndome que lo pensó mejor, y si lo quiere volver a intentar... aunque sé lo poco probable que es esa posibilidad. Pero estoy en luto, estoy en el proceso de negación, con aceptación, tristeza y rabia, todo mezclado, todos los sentimientos a flor de piel... recordé el miedo que tenía de enamorarme, y aunque sé que no se puede vivir con miedo, honestamente no creo poder soportar entregar todo de mi otra vez y que no vuelva a funcionar. DIOS, te pido, por favor, de todo corazón, vela por mi. No me dejes sola. Está siempre presente en mi corazón recordándome que obras por mi, que todo estará bien y que pronto, entenderé por qué has decidido que así sean las cosas.

Te amo.

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Sentimientos.

Qué tan fuertes son los sentimientos? Qué tan sostenible en el tiempo es sentir tanto por una persona si, no va de la mano con otras cosas? Por qué dejamos que nuestros sentimientos nos nublen y nos controlen la mayoría de las veces... Porque al final del día, hacemos todo por un sentimiento; bueno o malo, honesto o con dobles intenciones, pero siguen siendo intenciones que vienen desde tus sentimientos.

Da miedo, amar, sentir... Hoy en día creo que es un arma de doble filo. Hace 3 meses empecé a hablarme con la persona que siempre idealicé y quien nunca creí que se fijaría en mi. Estas últimas 3 semanas viví un sueño, una fantasía... y aunque en este momento mis sentimientos me traicionen y quiera decir que no fue real, en realidad creo que si lo fue. Pero luego de este tiempo, otros sentimientos empezaron a aflorar; y es que no es fácil conectar, nos es facil coincidir dos personas tan complicadas y con tantos muros que derrumbar para poder permitirse sentir. Escribo esto hoy, sin ningún concepto o idea metódica de lo que quiero plasmar, mas que nada quiero desahogarme un poco, porque, aunque ni siquiera he comido en todo el día, y solo quiero echarme en una cama a llorar, mi cerebro intenta buscar la forma más idónea y madura de afrontar la situación... Principalmente porque sigue sin ser un Adiós.

Pero estoy herida, estoy desesperada, estoy ansiosa y quisiera poder apagar mis sentimientos, porque no quiero caer en la desesperación y exigir respuestas que, en este momento, creo que no son adecuadas... Pero siento, y siento mucho y muchas cosas a la vez. Siento miedo, desesperanza, nostalgia, dolor. Los sentimientos nos hacen humanos, es lo que nos hace distintos al reino animal, pero a veces agobia mucho l sentir.

Llevaba 3 años sin ningún interés amoroso, tres años sin que siquiera me gustara alguien, y esto todo fue muy intenso, lo he vivido todo intensamente. 3 años de relación en tres meses... y si, definitivamente me apresuré, pero eran mis sentimientos en ese momento, no quería sentir a medias, porque qué feo es sentir a medias... pero luego pasan pequeñas cosas que te hacen cuestionar si realmente vale la pena arriesgarse por alguien, si realmente vale involucrarse y sentir por alguien... si realmente valió la pena.

Espero leer esto en un rato y estar aliviada, sentirme tranquila y en paz con mis sentimientos, sentirme tranquila y en paz conmigo misma. Quiero confiar que esto es solo un pequeño capítulo de mi vida que, me ayudará a avanzar y aprender a manejar mejor mis sentimientos.

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Querido Universo

Querido universo... el día de hoy 12 de abril del 2022 quiero expresar mi mayor agradecimiento por todas las cosas positivas que he manifestado, y ahora están presentes en mi vida.

Quiero agradecer la independecia económica que alcancé este año, de la cual me siento profundamente orgullosa y feliz de mi misma. Tengo un trabajo que me permite diusfrutar de las cosas que me gustan hacer, que me divierte, y me brinda una independencia financiera incríble. Me proporciona el dinero suficiente para complacer a mi familia y comprarme las cosas que siempre quise. Finalmente tengo el dinero para disfrutar, comprar y vivir todo aquello que siempre quise. Agradezco infinitamente que hayas traído a mi vida esta oportunidad de trabajo que me permite vivir libre y sentirme plena de mis capacidades y de mi misma.

También quiero agradecer el romance que ha llegado a mi vida.  Manifesté durante mucho tiempo esto, y finalmente tengo a esa persona que se preocupa por mi.. que le importa saber de mi y que me admira y me entiende muchísimo. Me siento amada, conmprendida, estable. No tengo miedos, no tengo dudas... me siento plena y felíz de que el universo haya traído a mi vida este año a la persona que durante tantos años he estado esperando. 

El es todo lo que siempre manifesté. Es alto, elegante, apuesto... de ojos claros y piel blanca, labios rosados y una nariz perfilada. Es inteligente, seguro de sí mismo, comprensivo, atleta. Se preocupa mucho por imagen y se destaca en todo lo que hace. Es noble, amable, detallista, dadivoso... me consiente muchísimo y le encanta llenarme de regalos y verme felíz. Es exitoso, le gusta mucho trabajar y tener dinero, asi que tiene mucha ambición. Proviene de una buena familia, tiene una posición económica muy estable, que me ayuda también a sentirme segura del futuro de nuestra relación. El me brinda mucha paz y apoyo, me siento segura cuando estoy con él. Se lleva bien con mi familia y habla varios idiomas. Le gusta viajar, conocer nuevos lugares, así que nos esperan muchos viajes juntos. Es una persona libre, pero guarda muy buena relación con su familia. Es honesto y sensible. Me siento realmente afortunada de tenerlo... Y me sigue pareciendo increíble que sea real, pero gracias universo, por brindarme todo aquello que siempre te pedí. Por llenar mi vida de buenas personas, de buenas oportunidades y mucho éxito. A su lado me siento en la vida que siempre soñé... la mamá que lleva a los niños en una gran camioneta y luego se va a hacer pilates jajajaja... Pero si me siento con status, en lo superficial, y en lo sentimental me siento profundamente amada. Estoy agradecida de haber encontrado esa persona que alimenta ambos de mis deseos.

También te agradezco por la salud, tanto mía como de mi familia... Por los viajes y eventos, encuentros familiares. De habernos reunido todos nuevamente y disfrutar de unas merecidas vacaciones que me han llenado el corazón de felicidad. Me alegra estar en familia y que este año me hayas brindado la uniión de mi familia es sumamente importante para mi. Muchas gracias por la suerte que me has brindado también... Este año atraigo la suerte, la irradio; atraigo todo lo que he deseado y manifestado por tanto tiempo. Si digo quiero: lo tengo. 

Dicho esto, este año 2022 estoy muy agradecida contigo universo, por haberme brindado un año increíble, lleno de crecimiento personal y físico, lleno de nuevas personas increíbles y de nuevos destinos también increíbles. Gracias por recibir mi mensaje y hacerlo realidad... Seguiremos en contacto.

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Desmotivación.

Cansancio, desmotivación, agobio, falta de ganas... Esta y mil sinónimos mñas que podría usar; tanto así que ni siquiera super qué poner de título asi que solo puse el primer sentimiento que quisiera descargar a través de estas líneas. Van apenas 15 días de este nuevo año y cada día siento que puedo menos. Trato de motivarme a mi misma y convencerme de que todo es temporal o mental... Que no debo rendirme, que puedo seguir, que soy mas fuerte... pero es un poco difícil el querer seguir y el poder sentir que sí puedes cuando las personas que supuestamente más te aman en este mundo te hacen sentir que no eres capaz de absolutamente nada... Que eres una basura, que estorbas, que solo eres una decepción. 

El vacío es real y es cada día más pesado... por muy irónico que suene; y es que solo  son 21 años y pienso, que debería estar viviendo la etapa más bonita de mi vida. Estoy por terminar la universidad... La etapa universitaria que debería ser la más bonita se convirtió en dos años encerrados en casa, sin vida universitaria por una pandemia que nos apartó de todo aquello que nos distraía; porque no voy a negar que a veces estar en el campus de la universidad, junto a mis amigos hablando de todo y tomándome un nestea me hacía olvidarme un  ratito de todo, me hacía sentir mejor. La etapa que debería tenerme felíz, porque es un logro, es una meta que me propuse hace 5 años... solo me llena de miedo y frustración. El estrés de tener que pasar todas las materias, y la gente solo dice “estudia” como es tan fácil... porque claro, no tengo nada mñas que hacer... no hay nada más que deba preocuparme. Frustración de sentir haber perdido 5 años de mi vida en una carrera que no puedo ejercer en ningún lado excepto en el país donde no sirve dicha carrera.... Me creí más inteligente. 

Una juventud frustrada por una vida poco cotidiana en un panorama sin futuro...Amigos? cada día menos. Cada quien está en sus cosas y a veces no tengo a absolutamente nadie con quien hablar. El amor? inexistente... a veces quisiera enamorarme para ver si así siento algo y encuentro una razon para levantarme al día siguiente; pero luego recuerdo que cada día hay menos personas que saben amar y tienen responsabilidad afectiva, además que ninguna persona debe rescatar a nadie... eso solo crearía dependencia emocional. Pero no puedo negar que, a veces, en mi soledad, quisiera tener a alguien...Alguien con quien hablar, con quien llorar, con quien reír, con quien acostarme a ver películas, alguien que me abrace y me haga sentir querida... que me haga sentir que valgo.... Bueno, soñar no cuesta nada. 

En fin,  espero que esta situación cambie. Espero sentir un abrazo de Dios, o una respuesta que me de calma... La ansiedad cada día me deja dormir menos y los de mi alrededor no se dan cuenta y creen que solo soy una floja que no hace nada, y yo no sé como explicar que es que no le veo el sentido a hacer nada... Los adultos no creen en la depresión, y menos “en mis condiciones, porque lo tengo todo” y a veces la gente nno se da cuenta que teniéndolo todo uno también se puede sentir vacío; y que estando rodeado de gente también te puedes sentir solo. 

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Diciembre.

Epocas decembrinas y la nostalgia que la acompaña.

Es normal sentir emociones para fechas festivas, algunos se sienten felices, otros tristes, y otros simplemente nostálgicos. Diciembre solía ser para mi fecha de felicidad, unión familiar, regalos y mucha buena comida... Pero actualmente no significa más que épocas vacías de mucha nostalgía, llena de recuerdos de lo que solía ser. 

Cada vez hay menos en la mesa, así que la unión familiar se desvaneció. Mi abuela, quien era la encargada de las cenas navideñas, murió y tampoco hay mucha buena comida. Crecí, asi que ya no hay regalos... Lo que hacía especial este mes, ya no está. Es difícil aceptar que, a medida de que vamos creciendo sentimos como poco a poco todo se va derrumbando; todo lo que de niño veíamos increíble ahora no es más que una corriente realidad sin nada de magía, y a veces me invade la duda y me pregunto, si es algo que le pasa a todos, independientemente de donde vivan, o es simplemente una consecuencia más que no has dejado la situación política y económica del país, porque; si todo estuviera bien , la mesa no estuviera tan vacía...Si todo estuviera bien, tal vez seguría recibiendo regalos... Y en eso nos inunda estas fechas, en un: Si todo estuviera bien...

Por otro lado, no voy a negar ni parafrasear el otro hecho inminente que me pone nostálgica... Tal vez cada año, pero este año en especial siento que me tumba, que me debilita, y que no sé explicar el motivo y mucho menos puedo encontrar la solución; la soledad. Siempre dije que disfrutaba mi soledad, que me gusta estar sola, que me entiendo muy bien conmigo misma y que me aburre comprometerme con otra persona a la que debo darle espacio en mis sentimientos y mi tiempo... y aunque si, todo eso fue cierto... o al menos eso creo, actualmente me lleva a pensar si fue solo una careta. Una vil mentira hacia mi misma para esconder mis propias necesidades. Porque me hacía débil, porque me hacían vulnerable. Actualmente me siento por completo desmotivada y rendida, porque quisiera tener a alguien con quien compartir mi día, mis frustraciones, mis momentos tristes, mis momentos felices. Alguien que genuinamente se interese por mi y quiera mi bienestar y saber de mi... El sentirme tan sola por primera vez me aterra y me desmotiva, porque es triste pasar un día sumida en la tristeza sin  tener absolutamente nadie con quien desahogarte, absolutamente nadie que te diga “todo va a estar bien”, y te de un beso. Y aunque eso no soluciona nada, calma... Y es irritante no tener nadie que te calme.

Y si, que se la calma debe venir de uno, que el consuelo debe venir primero de ti mismo... Pero es que estoy cansada de lidiar con todo sola, Siempre sola, siempre yo y hasta mi misma está cansada de escuchar sus propios problemas. 

De pequeña diciembre fue siempre de mis meses favoritos, y sin duda alguna, navidad mi festividad favorita... Y mi niña interna quiere volver a sentir esa alegría, esa emoción... Pero no puedo. Me siento vacía, sin nada que dar, ni nada decir, porque aunque tenga mucho que decir, no tengo quien quiera escuchar. 

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Tropezar con la misma piedra.

A lo largo de mi vida hay tantas cosas que me he prometido que no me van a volver a pasar, que si tuviera que decir quien me ha roto más promesas en mi vida, tendría que responder: yo misma.

A los 16 años me vi envuelta en una relación a distancia... Muy linda, muy mágica, me mostró la cara más dulce de la distancia: el poder tocar el corazón de una persona sin necesidad de tocar su piel; pero asó mismo te mostró la cara fría y sincera de esa situación: la distancia. Es extramadamente complicado tener a una persona a kilómetros cuando la quisieras tener a centímetros... Saliendo de esa relación de la cual sí, reí mucho, pero también lloré y sufrí mucho, me prometí no involucrarme nuevamente en algo así... Y ahí es cuando llega septiembre del 2019 y conozco a un muchacho de otro continente. En principio nuestro acuerdo era claro; yo solo quería aprender su idioma, pero supongo que no aprendí lo peligroso que es hablar siempre con alguien, y así, una vez más, me envolví en esa situación... Hablabamos hasta horas que no eran sanas estar despiertos, hablabamos por videollamada y sentíamos tristeza en el fondo de saber que era muy difícil vernos. Siendo ambos muy masoquistas le dimos largas a un asunto que ambos sabíamos que no iba a resultar bien. Cuando mis planes y mis esperanzas estaban puestas sobre la mesa porque finalmente iba a viajar a verlo, una pandemia mundial llegó y cerró todos los países y aeropuertos del mundo... Desesperanzados y un poco agotados de esa situación, decidimos alejarnos y no seguir lastimámdonos.... Una vez más la distancia me dio un golpe y me mostró la realidad. 

Saliendo después de meses, llantos, arrepentimiento y alguna que otra recaída, acepto lo que debí saber desde un principio: no iba a funcionar, y ahora si me prometo, me juro a mi misma que NO me va a pasar de nuevo y NO voy a involucrarme sentimentalmente con nadie de otro país. 

Llega Julio de 2021 y emprendo un viaje, mi primera vez viajando sola y probando tanta libertad... Quedándome más tiempo del esperando, en septiembre conozco a alguien, salimos juntos par de veces y nada pasaba; sí, me parecía atractivo pero yo no sabía si yo le parecía atractiva a él así que me resignaba a solo disfrutar su compañía; a todas estas, era primera vez que yo realmente estaba conociendo y saliendo con alguien que me atraía... Luego de la cuarta salida, sentados en el suelo de un nuevo apartamento que mi hermana había rentado, a las 2 de la mañana y tomando smirnoff me dice que yo le gusto, pero que lamentablemente me iba a regresar a mi país... Yo, aceptando lo que se venía y reconociendo que, una vez más me mentí a mi misma, le dije que también me gustaba. Nos besamos, y eso solo fue el inicio de mi nuevo tropiezo, porque luego de ese beso me gustaba aún más... Soñé con él 3 veces en una misma noche. Hablaba con el siempre y seguíamos saliendo. 

Estos últimos día me he estado cuestionando si debería seguir cayendo a fondo con esta siatuación o debería parar, porque... Ciertamente, me voy a devolver a mi país, y no lo voy a ver más; y aunque probablemente vuelva, eso no será sino dentro de 1 año, y en un año tantas cosas pueden cambiar... Pero al mismo tiempo me pregunto si hace más daño seguir con esta situación y aceptar las consecuencias luego, o parar y quedarme con la duda de que hubiese pasado si... 

Esta temporada de mi vida me está planteando nuevos retos que no sé cómo afrontar, y aunque quiero hacerlo sin pensar demasiado, sé que luego podría arrepentirme de haber permitido que tropezara otra vez con la misma piedra. 

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Desbloqueo

Algunas veces nos gusta ver nuestra vida como un juego, del quue vamos avanzando nivel por nivel y vamos desbloqueando nuevos logros... 

Las personas siempre nos dicen que debemos aprender a romantizar nuestra vida; el problema es cuando la vida no es una película y tampoco un juego y que, aunque queramos verlo como tal, hay momentos en los que la relidad toca a nuestra puerta haciendo acto de presencia. Pero ello no significa que jugar un poco con la vida y loa niveles que nos presenta esté mal.

A mis 21 años hay muchas cosas que no he vivido. A mis 21 años hay demasiados niveles por desbloquear, y siempre fue así porque me tomé la vida muy en serio, porque aunque en el fondo quería verla como un juego, no me permitía jugar... Los juegos se trata de probabilidades y posibilidades... A veces se gana y otras se pierde; como en la vida, pero supongo que no me gusta perder.

Julio del 2021 se presentó como un nuevo nivel por desbloquear para mi: viajar sola. Era primera vez que viajaba sola, estaba nerviosa, tenía miedo, pero también estaba emocionada... Siendo así sin saberlo tal vez el pase premium para jugar. Empecé dando pasos cortos; mi primera vez estando ebria fuera de casa. Luego escalé probando algunas sustancias estupefacientes y psicotrópicas; luego fui por primera vez a un club nudista... Decidí abrirme un poco más hacia otras personas, pues a los 21 años todavía no había dado mi primer beso. Decidí instalar una aplicación y conocer personas, pero nuevamente la readlidad y el miedo empezaron a tocarme la puerta así que rechacé muchas invitaciones. 

Un día conocí a un chico por esta app, hablamos y era muy chistoso, me hacía reír; me invitó a salir y le cancelé... Luego me dijo que solo le quedaban 4 días en el país y que de verdad le gustaría conocerme, así que acepté. Temblando del miedo, siendo esa mi primera cita en mis 21 años, no sabía qué hacer, no sabía como vestirme, no sabía de qué hablar... Quise cancelar y huir de esa situación como lo venía haciendo desde hace años; pero 2 personas se cruzaron en mi camino en ese momento y me dieron el coraje (y me distrajeron lo suficiente para que se me pasara la hora) para ir; así que fui... Me estaba esperando abajo del edificio, lo saludé, me monté en el carro y empezamos a habalr... Me hizo reír y poco a poco fui perdiendo los nervios. 

Al llegar al lugar ambos pedimos tragos... Yo no había comido nada realmente así que después del tercer trago todo empezó a cobrarse y tener efecto. Hablando de su chaqueta, la cual me prestó porque hacía frío y le mencioné que estaba linda, me habla de la tienda donde la compró y me dice que es una tienda alemana... Yo conociendo la tienda le digo que no, que es sueca; esa diferencia de ideas fue suficiente para poner una apuesta sobre la mesa... Si tu tienes razón, te doy un beso, y si yo tengo razón me das un beso... No había mucho que perder supongo; y así fue como di mi primer beso, y desbloqueé otro nivel. 

Al siguiente día nos vimos por última vez y puedo decir que par de niveles fueron desbloqueados también; sin embargo, como la vida, a pesar de que tiene niveles, no es un juego o una película, nada pasó después... El tomó su avión al día siguiente y no nos hablamos más. 

Seguí saliendo con otras personas y conociendo nuevos lugares, practicando mi inglés y creando nuevos recuerdos... El viaje ha estado lleno de experiencias, risas, momentos alegres, momentos de preocupación, momentos nostálgicos... Nunca había pasado tanto tiempo fuera de casa, pero por primera vez me siento viva.

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Crecer.

El día de ayer cumplí oficialmente 21 años, y me pregunto ¿esto es lo que soñábamos de niños?, cuando somos pequeños todo nos parece tan obvio, tan sencillo... Muchas veces no entendíamos por qué los mayores se complicaban tanto por cosas tan sencillas... Cuando estamos pequeños creemos que ser grandes es libertad, independencia y felicidad.

A tan solo 21 años empiezo a cuestionarme toda mi existencia, ¿Qué  estoy haciendo?, ¿lo estoy haciendo bien?, ¿a qué me quiero dedicar?, ¿en qué soy buena? ¡no quiero ser una fracasa!

A medida que vamos creciendo las cosas dejan de parecer tan sencillas, y empezamos a tener miedo... Miedo a fracasar, a no ser suficientes, a no “crecer”. Porque tenemos una idea de cómo deberíamos ser a esa edad, de como debemos comportarnos; pero todo sigue viéndose tan confuso que solo improvisamos sobre la marcha. 

El miedo es inminente, la desconfianza, la inseguridad... Pero si algo he aprendido en este tiempo, es que realmente no hay un manual. Nuestros padres muchas veces deben improvisar también... No saben siempre qué tienen que hacer. Somos humanos, nos equivocamos, pero nos sigue dando pavor no aprender de nuestros errores y no evolucionar... No crecer. 

A mis 21 años y, a punto de graduarme, todo sigue viéndose muy confuso. No tengo idea de qué es trabajar, ni en qué soy buena para destacarme... No sé qué quiero hacer después de graduarme ni mucho menos sé si realmente quiero hijos algún día. Sigo teniendo pavor de decepcionar a mis padres, y a esta edad la presión aumenta y aumenta... Y solo quiero hablar con esa niña de 12 años que tenía su vida planificada. Que sabía exactamente qué hacer y qué decir siempre. Esa niña enfocada en sus metas.. quisiera hablar con ella y decirle que me ayude, que me guíe, porque esto definitivamente no es como creía que era a los 12 años. 

A mi niña de 12 años que tenía confianza en sí misma y altas expectativas de su futuro, quisiera darle un abrazo y pedirle que me ayude ahora a crecer.  

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¿El destino?

El destino es una creencia un poco filosófica que los seres humanos solemos usar a nuestra conveniencia; porque al fin y al cabo somo eso, seres... Y sentimos, pero sobre todo queremos sentir. 

Hemos escuchado también que el destino nos lo hacemos nosotros mismos, o que “lo que no es para ti, ni que te pongas, y si es para ti, ni que te quites”; esto ha influenciado un poco la creencia que tiene cada uno del destino. Sin embargo, si bien es cierto que algunos deciden creer y otros se mantienen más al escepticismo, todos en algún momento quisimos creer en el destino, 

A veces nos pasan cosas en la vida que son consecuencias de nuestros actos,  sobretodo, de nuestras decisiones... Pero resulta que, en ocasiones, solemos confundirlo con “el destino”, porque queremos que así sea. ¿Cuántas veces no pensaste que era cosa del destino que tu ex te buscara justo ese día que estabas pensando si era conveniente que volvieras con el?, sin embargo no nos fijamos en los detalles... porque no nos queremos fijar. Aseguro que no notaste el hecho de que poco a poco, consciente o inconscientemente fuiste dejando mensajes notorios de que eso era lo que querías... O que simplemente aún le querías. O peor aún, simplemente nunca estableciste tus límites y esa persona sabe que puede estar contigo otra vez cuando quiera.

Hay un dicho que dice que el peor ciego es aquel que no quiere ver, y cuando se trata del “destino” los seres humanos nos cuesta un poco a veces querer ver. Porque vivir de ilusiones es más bonito, porque las palabras lindas y filosofías baratas que nos han vendido de la vida para ponerle justificación a las cosas estúpidas que hacemos es mucho más lindo que aceptar que, en efecto, hiciste una estupidez. 

Lo divertido de la vida es cometer errores, de lo contrario, no sabríamos diferenciar cuándo dejamos de hacerlos y estamos haciendo las cosas mejor... Cuándo estamos evolucionando, que es la tendencia humana. Pero sin duda alguna he atribuido “cosas del destino” a más de una cosa que no era realmente destino, pero yo quería que así fuera... Y eso no hace daño a nadie, excepto cuando te centras tanto en la idea de que ES PARA TI, PORQUE ES COSA DEL DESTINO, que dejas de ver realmente todo lo que estás sacrificando, todo lo que te está dañando... 

Sin duda alguna creo en el destino, pero precisamente creo que si es cosa del destino... no debes “luchar” por eso. Es para ti, y será para ti de la manera en la que decidas actuar; por ende, debemos dejar la venda, quitárnosla y aceptar la realidad cuando simplemente no es destino y es solo una consecuencia de nuestros propios actos. Para aprender es necesario equivocarse, y para descubrir es necesario arriesgar, investigar... Nunca te va a dejar ir eso que no estás dispuesto a soltar, y eso definitivamente no es destino. 

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2021

Aquí estoy... Finalmente, escribiendo una vez más. No sé por qué había postergado tanto el hecho de escribir; sé que es algo que me ayuda muchísimo y me libera un poco, sin embargo, he estado dándole largas y ni siquiera sé por qué... El punto es que ha pasado tanto tiempo desde cada vez que digo “voy a escribir” que ya ni tengo idea consciente de exactamente qué quiero escribir. 

Pero aquí estoy, escribiendo porque siento que de alguna manera teclear emoción tras emoción me irá desarrollando las ideas poco a poco. 

Estoy en un momento un poco confuso, tal vez nublado y también podría decir desesperante. Mi mente piensa mil cosas, tanto que al final no termino de asimilar bien qué estoy pensando... y me confundo. Mi mente viaja y mis pensamientos divagan tanto que cuando empiezo a ser consciente de ellos, no sé como describirlos, y por ende no sé como me siento. Estoy a un año (con el favor de Dios) de terminar mi carrera, y no sé qué vendrá después.

Tengo miedo del futuro... tengo miedo de no lograr las cosas que quiero. Tengo miedo de no ser lo suficientemente buena... tengo miedo de no ser suficiente. La verdad es que ya no es el diario de una teen girl, ‘cuz maybe i’m not a teen anymore... Voy a cumplir 21 años y honestamente ni siquiera sé cómo exactamente debo comportarme. Qué se supone que debería hacer, cómo se supone que debería pensar... Sé que me ahogo mucho con poco pero es que no quiero quedarme dormida; quiero avanzar. Quiero brillar... pero ahorita estoy más que nada deslumbrada, y perdida. 

El 2020 fue un año difícil... Me probé académicamente, físicamente y una vez más... sentimentalmente. Sin embargo, el 2021 no está siendo muy diferente. Seguimos encerrados, seguimos confundidos, y esta vez, también estamos cansados. No sabemos cuándo va a terminar esto, no sabemos cuando podremos salir, viajar, o simplemente convivir como antes. El 2021 viene arrastrando las peores secuelas del 2020 porque súmale el hecho de que estamos hartos. Personalmente me siento a la deriva, o a la expectativa de lo que simplemente pueda pasar. 

Físicamente estoy débil. No me ejercito desde noviembre, y me ha costado mucho retomar los hábitos alimenticios y el ejercicio. Me siento agotada y ni siquiera lo estoy intentando. Académicamente, aunque el semestre pasado pudo haber sido mi mejor semestre después del primero, en cuanto a calificaciones, también estoy agotada. Estudiar online es difícil. Ver clases de tres horas por una computadora, con un universo de distracciones a 2 centímetros de distancia es complicado. Tratar de resolver un examen en poco tiempo y sin el apoyo directo de tu profesor trae muchas confusiones y ambigüedades... Agota; y pensar en tener que cursar otro semestre sin ver a mis amigos, sin mi vida universitaria, también desmotiva un poco. 

Sentimentalmente siento que es la peor parte de todas las anteriores... estoy sola. No me interesa nadie, no me gusta nadie, no me hablo con nadie. Y aunque honestamente tiene sus ventajas no depender emocionalmente de absolutamente nadie, hay días (como hoy) donde me siento un poco sola. A veces quiero un poco de cariño, de emoción... estar ilusionado/enamorado es una de las sensaciones más hermosas que yo he experimentado. Tener una sonrisa todo el tiempo, y alguien en quien pensar antes de dormir. Hablar por horas con una persona, contarle tu día, escuchar su voz y sentir las mariposas en el estómago... Hace meses que no sé lo que eso. 

Aunque de pronto un pensamiento llega por la misma persona que hace un año, oficialmente no hay nada entre nosotros dos, y ya ni siquiera nos hablamos... ha sido difícil, sí... pero ya han pasado cuatro meses. Hay días que lo pienso y lo extraño, que me hace tanta falta que quisiera olvidar mi orgullo y escribirle; pero hay otros días buenos donde solo lo pienso, sonrío y sigo con mi vida. Hay días mejores donde ni siquiera lo pienso, y donde estoy convencida de que fue lo mejor que pudimos hacer. En fin, sentimentalmente estoy bastante disonante. 

Sin embargo, no todo es malo... Este año también pude controlar mucho mejor mi ansiedad en las evaluaciones y mi seguridad al hablar. Estoy trabajando en la seguridad en mi misma en general; me he conectado mucho más espiritualmente conmigo misma, y he trabajado más en mi madurez emocional y mis límites. También estoy tratando de ser mas responsable y de practicar con más constancia la meditación, que es lo mejor que pude descubrir. Estoy tratando de escucharme a mi misma y mis verdaderas necesidades. Este año cumplo 21 años, y aunque sí tengo miedo de seguir creciendo y de enfrentarme a la vida adulta... Pues es la realidad, y uno tiene que hacerle cara y enfrentar sus miedos.  No sé qué me depara el destino, no sé qué Dios tiene preparado para mi; sin embargo, si algo me ha enseñado siempre, es que su voluntad y su tiempo son perfectos... Así que en él confío, y en él me entrego para seguir creciendo, para seguir enfrentando mis miedos y para seguir superando cada año que venga.

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Para mí.

Hoy escribo para mí misma. Para intentar sacar un poco de todo lo que llevo dentro, de todo lo que vengo cargando... y que ya no sé cómo soportar. 

A octubre de este año tan, montaña rusa, porque ha sido un sube y baja de emociones, de noticias, de decepciones, y alguna que otra alegría... A casi cuatro meses de haberme convencido a mí misma, una vez más, de cambiar físicamente; de que era momento de evolucionar y hacer el cambio que llevo más de 10 años esperando que suceda... El proceso no ha sido del todo en vano, pero me ahogo. Llevo cuatro meses dando lo mejor de mi, haciendo unas de las cosas que más odio en este mundo que es hacer ejercicio; comiendo poco y comiendo verduras que antes ni imaginaba poder comer. He puesto todo de mi, he confiado en mi, y me he rogado a mí misma no desistir, porque si bien nunca había visto tanto resultado como esta vez... He bajado poco menos de ocho kilos, y tal vez se diga ¡Enhorabuena! muy bien; pero la realidad es que si bien estoy orgullosa de haberlo logrado, yo me veo igual. Me sigo viendo al espejo y me veo mal... Ahora mis senos están más caídos, llevo meses haciendo sentadillas y sigo siendo chata, sigo sin tener cintura, me veo la misma panza, aún se me ven los gordos horribles en las piernas..Y me agoto, porque pienso, he sacrificado todo esto, todo este tiempo ¡Y AÚN ME FALTA TANTÍSIMO! y lo veo lejos, y lo veo imposible porque me canso, porque me rindo, y porque siento que nunca voy a llegar a estar como yo quiera estar. Que nunca me voy a sentir cómoda estando desnuda... Si quiera en traje de baño. Que verme al espejo siempre será sinónimo de querer llorar ¡¡¡porque no me gusta lo que ve allí!!!

Yo sé que no es un camino fácil, y sé que no puedo echar a la basura estos meses de sacrificio... Pero me pregunto si al menos servirán de algo; porque hoy día lo veo tan lejano, lo veo tan difícil. Y si escribo esto, más allá de por querer desahogarme, es por la pura intención de leerlo un tiempo después y poder decirme a mi misma “No fue fácil, pero lo logramos”, porque le ruego a Dios y al cielo, de todo corazón, que esta vez si valga la pena tanto esfuerzo. Espero poder algún día verme al espejo y poder decirme un te amo sincero.

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A lo largo de mi vida (y tengo solo 20) he comprendido que, tal vez no sea la mejor mujer del mundo, y definitivamente no soy la más linda... Pero sí valgo la pena. Si merezco una persona que vea mi valor, que vea todo lo que tengo por ofrecer, y que sienta que no puede darse el lujo de perderme. Porque ve en mi una mina de oro que no puede dejar ir. Eso quiero y eso merezco, y si lamentablemente la persona que yo quería que me viera así, no supo apreciar lo que yo tenía para ofrecer, su decisión y respetable... Así como es respetable que yo diga "lo siento pero si no me vas a querer así, no me quieras". Aceptamos el amor que creemos merecer, y yo acepté migajas por meses, por el miedo a perderlo... Y en ese tiempo solo me perdí a mi. Y lo siento pero no me lo vuelvo a permitir, porque la primera relación que debes SIEMPRE cuidar, es la relación contigo mismo. Al final, esa es la única que te va a acompañar toda tu vida, y se va contigo a la tumba.

En fin, obviamente me quiero poner filosófica y esperanzadora (porque así soy yo, esa es mi naturaleza) y creer que algún día el destino nos va a volver a unir. Que el universo va a conspirar a mi favor y me lo va a devolver más maduro, menos indeciso y ambos independientemente. Que las posibilidades se van a dar... Pero también si algo me ha enseñado el tiempo y la experiencia, es que el destino nos da lo que merecemos, no lo que queremos. Y honestamente, prefiero no cambiar eso, así que, que pase lo que tenga que pasar.

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"Tendencias repetitivas", ¿han notado alguna vez como constantemente solemos cometer los mismos errores? Como que si no aprendiéramos de ellos, como si el dolor pasado que nos dejó no diera suficiente, y apostamos a la suerte, una vez más creyendo que esta vez si va a funcionar.

Admiro a aquellos que se arriesgan y ganan, yo no perdí el coraje a arriesgarme, pero cada vez las secuelas son más difíciles de sanar, y se me hace cada vez más difícil creer que algún día será diferente.

Una vez más, como consecuencia de mi inmadurez y de mi ilusión, de creer que mi vida es una película, y que todo va a suceder exactamente como lo imagino en mi cabeza antes de dormir, vuelvo cuestionarme sobre mí misma. Vuelvo a abrir capítulos de constantes interrogantes que me hacen daño y que creí haber cerrado. Sin embargo, debo reconocer que al menos esta vez fui responsable y afronté la situación. Por primera vez, aunque sabía que las probabilidades de que las cosas salieran bien eran prácticamente nulas, decidí perder a seguir con algo que hace mucho rato ya no me estaba haciendo feliz.

Soy de las que siempre dice "si te hace llorar más veces de las que te hace reír, no vale la pena", y sin darme cuenta ya no reía... Solo lloraba. Me acostaba en las noches pensando si me quería, si me pensaba, si era suficientemente buena, o qué había de malo en mi para que, una vez más, las cosas no me funcionaran. El ser humano tiene la constante tendencia de comparar; y cuando caemos en esas comparaciones nos hace mal

... Pero tal vez algún día podamos entender que 1) todo lo que vemos en redes sociales no es verda. Hay personas que juraban que yo seguía siendo súper feliz y viviendo mi ilusión al máximo como a finales del 2019, cuando en realidad llevaba 4 meses sin tener una conversación real y profunda con esa persona. Incluso 4 meses sin que siquiera me aceptara hablar.por videollamada. 2) todas las historias son diferentes. Lamentablemente a cada quien le llega su momento y no puedes comparar tú proceso con el de otra persona.

Permití muchas cosas, y un poco me arrepiento. Porque ya ni siquiera lo hacía "por amor" sino por simple vanidad. Además que no merecía caer en ese hueco de sentirme insuficiente. No merecería sufrir y llorar en silencio por tanto tiempo cuando lo único que hacía era ocultar mi dolor porque "no quería molestar". Minimice mi tristeza por tanto tiempo simplemente porque quería hacerlo feliz... y eso no es sano, eso no está bien. Pero aguanté lo que debía aguantar para armarme de valor y afrontar la realidad.

Como dicen por ahí, no es lo mismo tentar al diablo que verlo llegar, y aunque, sabía lo que se aproximaba, cuando lo leí con mis propios ojos claramente fue un puñal en el corazón. Otra vez.

Pero aquí estoy, un día después, escribiendo esto. No me morí, ni me voy a morir... Porque ya pasé por esto, y si algo he aprendido es que por mucho que tu ames a una persona, y por muy dispuesta que estés para que las cosas sucedan, eso no obliga a la otra persona a tener el mismo nivel de compromiso... porque todos somos diferentes y eso está bien. También aprendí que llorar por meses y crucificar me a mi misma con palabras como "no eres suficiente", "nada nunca te sale bien" tampoco va a.cambiar absolutamente nada. Al contrario, te destruye más, y créeme, no es lo que necesitas.

Se trata de aceptar, aunque duela... Pero la vida es como es, y solo Dios sabe por qué hace las cosas. Acepto con bondad las personas que ha puesto en mi vida, y aprecio que, de alguna manera, viví mi fantasía infantil. Y lo disfrute, y fui feliz por un momento... Pero el hecho de que haya acabado no debe apagar mi luz. Porque ya lo entendí, y es que no eres lo que otras personas hacen contigo. Eres lo que tú haces contigo misma después de que otras personas te hayan hecho algo. Es un poco confuso y tal vez no me explico bien, pero la realidad es que el valor nos lo damos nosotros mismo... Y si te vas a disminuir tu valor porque una persona no lo supo apreciar, qué triste.

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A este momento de mi vida lo llamo: aprende a decir adiós.

En el diario de AS, llevo más de 15 días sin salir de mi casa, el tema coronavirus y la cuarentena ya me tiene los nervios disparados. Creo que esta situación está sacando lo mejor y lo peor de todos nosotros. No sabemos cuándo va a acabar, no sabemos cómo va a acabar, sin embargo no se detiene y las predicciones no son buenas. En este estado de angustia e incertidumbre para todos nosotros, me angustia tener que renunciar a algo que un momento me hizo tan felíz, pero que actualmente no le veo otra manera de mejorar, más que irse. Estamos todos sumergidos en nuestros propios problemas, sin embargo me cuesta entender como quieres hacerle la guerra a alguien que lo único que ha querido y ha intentado durante todo este tiempo es hacerte sentir mejor. La situación me estresa porque ya he empezado a dudar de rasgos de mi personalidad de los que siempre me sentí orgullosa, como mi empatía y mi lealtad. Soy una buena amiga, o al menos intento serlo; intento estar para ti en tus momentos más difíciles, intento entenderte cuando nadie más puede hacerlo... Para mi eso es amar. En todo este tiempo, lo he intentado. Solo Dios sabe cuanto lo he intentado... No sé si por mí misma, no sé si por él o no sé si por los dos, pero lo he intentado; y a cambio solo he recibido patada tras patada. No puedes pedirle a alguien que sea empático contigo cuando 1) no dejar que lo sea, y 2) tú no eres nada empático con los demás. Estoy emocionalmente agotada, siento que ya he dado todo de mi y a cambio no he recibido si quiera un gracias... Siquiera un reconocimiento de que te he soportado en tus malditos peores momentos. Y por supuesto que debemos dar sin esperar recibir, pero el problema es que preferiría mil veces no recibir literalmente nada, a recibir únicamente insultos y ofensas. Me cuestiono a mi misma por qué hago esto?, por qué lo intento tanto?, por qué lo he llevado tan lejos? Y mi respuesta es tan absurda que me da pena escribirla. Siento que llegó el momento de decir "no más", de decir basta e irse, pero es imposible no sentirme culpable por abandonarlo cuando más necesita a alguien... Pero no puedes ayudar a quien no quiere ser ayudado, no puedes insistirle a una persona que constantemente te está alejando de sí mismo. Es frustrante y agotador y no sé que hacer ... Yo lo amo, pero siento que últimamente amarlo a él es hacerme daño a mí misma. Además también siento que él ya no me ama, que solo es costumbre o incluso he pensado que le gusta hacerme sufrir para reafirmar el poder que tiene sobre mi. Nunca me había pasado esto, nunca había pasado por encima de mi bienestar y de mis propias emociones por las de otro. Quiero hablarlo y es peor, porque es motivo de otra pelea... Poco a poco me estoy apagando y solo espero que cuando se de cuenta no sea demasiado tarde. Y ni siquiera sé si es muy masoquista de mi parte desear eso.