Photo
RUBIUS y MANGEL VS ALEXBY y STAXX - Batalla épica de Pac-Man I PIXELS I La Otra Película 04
91 notes
·
View notes
Photo

Ariana Grande as “Chanel #2” in
Scream Queens
520 notes
·
View notes
Text
LUCHEMOS POR ESTO
Capítulo 103 Narrado por Mangel
No ehperaba en absoluto la visita de Rubiuh, pero sin duda había síoh el mejor regalo que me podrían haber dáoh en ese día. Sentir suh besoh; sentir su piel; sentirlo a él, entregáoh por completo a lo que ocurría en la intimidáh de mi habitación, me había subíoh tremendamente el ánimo. Y eh que, sumando al rehfrío que me había agarráoh por gilipollah, tenía una sensación de vacío enorme dehde que me había devuelto del departamento de Rubiuh; máh que náh tenía miedo; miedo de habernoh equivocáoh; haber apuráoh lah cosah, cuando no era necesario. Me sentía tan ehtúpido por haberle hecho daño… pero lo hecho; hecho ehtaba. -Fui muy bruhco. Pero eh que coño, ¿cómo saber si la forma en que lo hago ehtá bien o mal?- Las dudas me invadieron la noche en que llegué a mi propio hogar; ese que compartía con Cheeto. No quise hablar con él; no ehtaba preparáoh pa’ contarle detalleh sobre lo ocurríoh con Rubiuh; me recohté en mi cama, tapándome con lah sábanah hahta la cabeza; pensando en lo que había ocurríoh. Lo peor sería causarle un trauma; sentir que no fui lo suficiente para él. Y con esa duda me quedé, hahta que llegó Rubiuh a verme, y ese miedo irracional que tenía de que él no quisiera nada de nada, se ehfumó con el primer beso; ese que me llevó a otro mundo.
“-No me importa revivir la pubertáh si eh contigo”
Había síoh sincero al decir aquello. Ehtábamoh retrocediendo en edad. Loh dóh ya éramoh lo suficientemente conscienteh de lo que era tener pareja. Ehpecialmente Rubiuh; que formalizó su relación con Jen al momento de irse a vivir juntoh a otro lugar. Pero era tan dihtinto… noh conocíamoh hace añoh, pero al momento de conocer nuehtra parte interior; éramoh completoh dehconocíoh. YY el que me haya ido a ver, fue una grata sorpresa, máh porque se notaba que lo deseaba; que lo había hecho por placer y no por obligación. -Te amo- Le susurré en el oído, luego de que él mihmo hubiese deteníoh lo que iba en una dirección clara; acohtarnoh. Él se mantuvo en silencio, mirándome sinceramente. -¿Por qué se te hace tan fácil decir eso?- Arqueé una ceja, visiblemente sorprendíoh por su pregunta. ¿Por qué no decírselo, cuando realmente lo sentía? -Porque eh la verdáh- Dije de manera simple. Pareció poco convencíoh, pero no dijo nada máh, sólo me plantó otro beso como tantoh que ya noh habíamoh dáoh, y se levantó de la cama, para sacarse lah zapatillah y loh jeans. -Dame espacio, quiero dormir un rato- Dijo serio. Sabía que su orgullo le evitaba expresarse por completo, así que sólo sonreí. Me moví un poco hacia mi derecha, acercándome a la paréh donde chocaba la cama, acohtándome y tapándome con lah mantah hahta el cuello. Rubiuh se metió a la cama y se tapó de igual manera, quedando frente a mi rohtro. -Graciah por venir a verme- Le dije en voz baja, corriéndole unoh mechoneh que tenía en la frente. -De nada. ¿Puedo dormir un poquito? Sólo serán cinco minutos- No entendía cual era el apuro. Si fuese por mí, que él se quedase el tiempo que deseara, pero sólo asentí, viendo como se acercaba a mí para apoyar su frente en la mía. Cerró suh ojoh y en cuehtión de minutoh se quedó dormíoh… yo no pude máh que dihfrutar su compañía. Hahta hace poco hubiera deséaoh poder salir de la jodida cama y caminar o que se yo, pero ahora que tenía a Rubiuh aquí, no quería levantarme; tampoco quería que se fuera. Necesitaba que me acompañara y que él mihmo sintiera que yo no lo dejaría por ningún motivo. Sabía lo desehperáoh que ehtaba por no ehtar solo… lo sabía; sabía que había lloráoh un par de veceh por suh decisioneh y, pude corroborar todo ehto cuando, al día siguiente de tener nuehtro encuentro, él me pidió dihculpah
“Perdóname… perdóname por favor. Perdón por cagarla; por destruir lo que habíamos construido con tanto esfuerzo”
Era un trago amargo recordar aquello, pero me preocupaba; me preocupaba que ehtuviese culpándose conhtantemente de algo que ya pasó… yo no siento resentimiento ni mucho menoh. Rubiuh ha demohtráoh que ehto le interesa; que va en serio. Lo ehcuché rehpirar con fuerza, mientrah pasaba una de suh manoh por mi cintura y me aferraba a él. -No te vayas… quédate conmigo- ¿Ehtaba dehpierto? Porque si no era así, realmente su mente no lo dejaba dehcansar en ningún momento. -Ehtoy aquí Rubiuh; por todo el tiempo que necesiteh… ehtaré hahta que te hohtigueh de mí- Sonreí de lado, abrazándolo de igual manera; el calor que irradiaba era inmenso. Dehpuéh de tanto, al fin ehtábamoh juntoh. Cerré loh ojoh, inhalando el cabello de Rubiuh; no tenía olor a nada particular, pero aún así el sólo acto me relajó… no me pude percatar cuando me quedé completamente dormíoh, al igual que mi par. _______________________________________ -par de tórtoloh; llevan durmiendo como 2 horah- Esa voz… ¿quién eh? La sentía muy lejana; no lograba identificar quien era la persona que hablaba. -Si eh que se ven tan bonitoh, joer- ¿Eh? Fruncí el ceño, intentando abrir loh ojoh que me pesaban máh que la vida. Tenía muchísima pereza encima, así que la simple acción de abrir loh ojoh se ehtaba tornando bahtante complicáh. Ehcuché el típico soníoh que hacen lah cámarah con flash, y decidí abrir loh ojoh, un poco asuhtáoh por el ruidito ese de loh cojoneh. -¿Cheeto? ¿Qué coño haceh macho? No noh saqueh fotoh- Fruncí el ceño, mirándolo mientrah ehte otro gilipollah se dehcojonaba. -Pero si se ven muy lindoh tío. Tengo que aprovechar la oportunidáh. Ademáh sabeh que dehpuéh me la vah a pedir desehperáoh. ¿O me equivoco?- Sentí como lah mejillah se me ponían coloráh de la vergüenza. Tenía razón; le pediría esa fotografía… la vería todah lah putah nocheh sin Rubiuh; ya lo tenía máh que claro. -Joder, que ruidosos son tío. Bajen la voz- Rubiuh se quejó, mientrah se rehtregaba loh ojoh con la mano.
//// https://www.youtube.com/watch?v=q9wEoej3PrA //// (i’m Yours - Jason Mraz) -Dehpertahte bello durmiente. Me dejahte plantáoh; eso no se hace- Cheeto se quejó y, acto seguido, Rubiuh lo miró aún con cara de adormiláoh. -¿Tú que coño haces espiándonos? ¿Quiéres unirte? Venga, métete a la cama con nosotros- Dijo en un tono burlón. Cheeto se dehcojonó, tirándose encima de nosotroh. -Joder Cheeto, estás pesado de cojones- Se quejó. Yo sólo me puse a reír, mientrah Cheeto se tiraba una y otra véh sobre nosotroh. Me encantaba que él pudiese llevar tan bien lo que teníamoh con Rubiuh. Él lo tomaba como algo natural; ya se había acohtumbráoh a la idea de que Rubiuh y yo pudiésemoh tener algo. -Vamoh, levántense joer. Me aburro allí solo. Juguemoh a la play y dehpuéh follan tóh lo que quieran- Se levantó de encima nuehtro, parándose a un cohtáoh de la cama en ehpera de que noh levantáramoh. -Ojalá folláramos todos los días. Deja de decir cosas sin sentido Cheeto- Rubiuh bromeó con el tema y no pude sorprenderme máh. Creí que se cortaría con el comentario un poco desubicáoh de Cheeto, pero al contrario, se lo tomó con humor e incluso le siguió el juego. Sonreí, agradecíoh de que lah cosah ehtuviesen saliendo bien. De que, al menoh, alguien aceptara que podíamoh ser algo máh que amigoh, y que no noh reprochara por ello.
Noh levantamoh con un poco de pereza y noh dirigimoh al salón. Allí viciamoh tóah la noche; jugamoh a la play juegoh competitivoh que siempre terminaban en algún arranque de orgullo o retoh ehtúpidoh pa’ quien perdía. La noche se noh pasó volando, tanto así que pudimoh ver por lah cortinah como comenzaba a amanecer. ¿Realmente habíamoh ehtáoh tóah la noche jugando? Lo ehtrañaba… me guhtaba poder compartir con Rubiuh y Cheeto una buena amihtáh, pero también me guhtaba mehclar la amihtáh con el amor; a veceh besaba a Rubiuh de manera fugáh, otrah veceh noh tomábamoh de la mano o incluso noh abrazábamoh. Todo ehto pasó en una sucesión lenta, ehperando que Cheeto se acohtumbrara a nuehtroh actoh. Y lo hizo; no dijo absolutamente nada… éramoh libreh de comportarnoh como ¿una pareja? Así era; podía sentir que con Rubiuh, al menoh dentro de su departamento o el mío, éramoh novioh.
-Joder tío, que son las 8 de la mañana- Rubiuh sonó impresionáoh al ver la hora en su móvil. –Será mejor que me vaya. Lo pasé muy bien macho, hay que repetir- Dijo, levantándose del sofá mientrah ehtiraba un poco lah piernah. -A mí ya me bajó el sueñito, así que me voy a dormir. Uhtedeh apagan tóh ¿vale?- Cheeto también se levantó, dehpidiéndose de Rubiuh y revolviéndome el cabello. A loh pocoh segundoh desapareció, encuevándose en su habitación. -Lo pasé muy bien. Fue una buena idea venir a mi hombre lleno de bichos- Bromeó y yo no pude evitar sonreír de manera boba. -Que tonto ereh… graciah por venir- Susurré, acercándome a él para darle un fuerte abrazo. ¿Por qué no se podía quedar un poquito máh? ¿Por qué no vivía con nosotroh? –Quédate…- Le dije en el oído, intentando sonar lo máh convincente posible. Él se separó un poco de mí. -No… quiero extrañarte para así verte con muchísimas ganas- Admitió con una sonrisita muy infantil en el rohtro. Arqueé lah cejah notoriamente a guhto por la actitúh de Rubiuh. -Me parece un excelente trato. Entonceh ehtrañémonoh. ¿Vale?- Comenté, y él asintió. Me besó la comisura de loh labioh, abrazándome una v´he máh pa’ dirigirse a la puerta de entrada. -Nos vemos Mangel. Te quiero- Se puso el abrigo que había traído el día anterior, abriendo la puerta y dehpidiéndose dehde afuera. Yo agité la mano, en señal de dehpedida, cerrando la puerta y sintiendo que necesitaba que ya ehtuviese aquí. -¿Tenemoh que ehtrañarnoh? Pero si ya te ehtraño, joder- Cerré loh ojoh un segundo, sintiéndome dichoso. Necesitaba de véh en cuando recordar que Rubiuh era esa persona de la cual me enamoré hace ya bahtante tiempo. Me parecía irreal todo lo que había sucedíoh en el tranhcurso de loh meseh… pero aunque lo fuese, no quisiera dehpertar nunca. Ehte eh el mundo en el que quiero vivir; lamentablemente sólo ehtaba bajo ehtah cuatro paredeh, porque afuera… afuera la cosa era muy dihtinta.
No le di máh vueltah al asunto, quería quedarme con esa increíble sensación que corría por mih venah hace ya unoh cuatro díah. Dehde que supe que Rubiuh volvía de Noruega; hahta nuehtro reencuentro y la visita de Rubiuh a mi hogar junto a Cheeto… era una sucesión de cosah buenah que no quería olvidar. Me recohté en mi cama, consciente de que la esencia de Rubiuh seguía en ella; durmiendo como un niño pequeño… agarrado a mi cintura. Podría ehtar exagerando, pero me pareció que fue la véh que mejor dormí. Sin duda fue la mejor… hahta que el soníoh del móvil me dehpertó. -¿Aló?- Dije perezoso, sin ni siquiera saber quien coño llamaba cuando yo dormía tan felíh. -¡Miguel Ángel Rogel! ¿Sigues durmiendo niño? Pero si son las 3 de la tarde. Levántate. Ve a jugar al parque como cuando eras un niño sano y no un vago como ahora- Mi mamá… tan simpática como siempre. Su humor a veceh era irritante, pero sabía que me quería… o se supone que eh así. -Eh que madrugué. ¿Me llamah pa’ recriminarme o necesitah otra cosa?- Le dije, de mal humor. Detehtaba que me diera sermoneh que no me servían máh que pa’ enojarme con ella. -No te enojes mi amor, sabes que son bromitas. Pero en serio, el día está bonito, podrías salir a pasear o tomar el fresco, que se yo. ¿Por qué no vienes a visitarnos? Estás libre, ven a ver a tu hermana que te extraña y me ha estado tocando las que no tengo con Rubén- No era necesario repetir que mi hermana adora a Rubiuh; se llevan súper bien y siempre que me pedía que fuera con él, no lo hacía. Quizá fuera una buena idea llevarlo… quizá también lo fuera el decirle la verdáh a mih padreh. Ehto era importante para mí y necesitaba que elloh lo aprobaran, aunque sonase anticuado. -Vale, le preguntaré a Rubiuh si puede ir. Ya sabeh… con el tema de loh videoh y tal, ehtá máh ocupáoh que anda a saber tú- Comenté; no era del todo mentira, pero últimamente Rubiuh ehtaba muy accesible en cuanto a tiempo. Ehperaba que no le diera corte ir donde mih padreh, dehpuéh de tóh la última véh había síoh en Navidáh y yo, realmente no me lo ehperaba… tampoco ehperaba que esa noche fuera tan intensa; todavía recuerdo que allí, en mi habitación de Algarinejo, fue donde pronunció su primer “te amo”. Me ehtremecí de piéh a cabeza al recordar aquello. -Y espero que te dignes a traer a tu novia. ¿Sigues con ella, verdad?- Pero que pesáh tío. Seguía con el mihmo cuento. Si eh que lah mujereh son así; una véh que lo tienen claváoh en la mente no se rinden hahta que lo logran. Me cago’n tóh. -Si mamá, sigo con ella…-Suhpiré al recitar la simple palabra “ella”. Me sentía un poco mal al mentir de esa manera, pero no pretendía decirle la ver´dah por móvil, ni de coña. Luego le da un ataque o algo así y yo dehde aquí. –Pero no voy a apresurar lah cosah… ehtamoh conociéndonoh todavía. ¿Vale? Quédate tranquila mujer- Me revolví el cabello, exahperáoh por su insihtencia. La ehcuché reír dehde el otro láoh de la línea. Si eh que lo dihfruta la cabrona; parece máh mi amiga que mi mamá. Pero esah amigah que te lah hinchan de manerah sobrenaturaleh. -Que gruñón. No digo nada entonces… tu madre nunca puede saber nada ¿verdad? Claro, pero tus amiguitos se enteran con quien sales. -Si, porque elloh no preguntan cada doh por tréh y no son meticheh- Dije con cierto tono de pique, para luego darme cuenta de que, a quien le hablaba así era a mi madre. Me quedé en silencio, ehperando que no se molehtara por mi tono un poco falta de rehpeto. -Me preocupa mi hijo, es algo normal en las madres. Pero bueno, niñito antipático; Tú y Rubén quedais invitados para el fin de semana. Quédense más de 1 día por favor; después de todo estaremos sólo nosotros- Era cierto; siempre que iba me quedaba muy poco pero eh que era muy difícil ehtar tanto tiempo sin Rubiuh; máh todavía cuando ehtábamoh viviendo el proceso de Jen y tóh ese tema que prefiero ni recordar. Ehtábamoh a fineh de Enero así que calzaría bien la paga de Youtube junto al viaje a Algarinejo, me parecía una buena idea viajar. -Vale mamá, hablaré con Rubiuh. Graciah por la invitación- Le dije de manera sincera. La conversación no tardó mucho máh. Trató de sacarme información sobre mi supuehta enamorada, pero al notar que no conseguía nada, terminó colgándome sin anteh decirme su cálido “te quiero” que nunca faltaba. Me levanté de la cama, sintiendo como la gravedáh quería aplahtarme. Eh que dormir tanto no era bueno pa’ la salúh, eso lo tenía claro… me sentía mucho máh cansáoh que cuando me acohté, pero lo dejé pasar. Ehtiré loh brazoh y bohtecé de manera profunda, saliendo de la habitación. Me dirigí al salón y allí me encontré a Cheeto, aún con pijama, jugando con la play. -Buenah nocheh princesa. Pensé que ya te había dáoh un coma o algo. ¿Quedahte agotaíto anoche?- Dijo en un tono muy burlón, mientrah se giraba para mirar como me sentaba en el sofá frente a él. -¿Ereh tonto? Sólo tenía sueño y ya- El ambiente ehtaba bahtante cálido; Cheeto había encendíoh la calefacción y lo agradecía; quizá hace cuanto tiempo ehtaba en el salón. -Vale, no te enojeh… pero en serio. ¿Qué pasa entre tú y Rubiuh? Te veo mucho máh relajáoh que hace unah semanah. ¿Ha pasáoh algo? Ademáh fuihte a su departamento la noche anteh de tu rehfríoh, y yo sin saber donde coño te habíah metíoh- Me había entrado el remordimiento al recordar que fui tan cabrón de no decirle náh a Cheeto y marcharme donde Rubiuh sin decirle a nadie, pero quería mantener un poco la intimidáh. Sabía que Cheeto no era de lah personah que me reprocharían algo, pero no encontraba necesario decirle algo que quizá ni le interesaría. -Cheeto… tengo que hablar contigo- Dije, directo al grano. No podía mentirle a él, no se lo merecía. Tragué saliva, visiblemente nervioso; lo sabía porque él clavó su mirada en mí. Notó que ehtaba tenso. -¿Rubiuh y tú…?- No era necesario seguir. Asentí con la cabeza, sin ser capáh de pronunciar palabra alguna. Miré a Cheeto, quien tenía loh ojoh como platoh; lo teníah realmente abiertoh, y eso me ehtaba acojonando bahtante. Quizá murió y yo no me he dáoh ni cuenta. -Pero fue una mierda… osea… fue una mierda para él- Terminé de decir, recordando la cara de dolor que tenía en el acto en sí. Era trihte pensar que máh que placer le había causáoh daño, pero teníamoh que aprender de alguna manera; y si bien Francihco y Tono me podían ayudar, había cosah que necesariamente debía aprender por mi cuenta. Eh como loh primeroh besoh… te pueden orientar pero el llevarlo a la práctica y lograrlo de manera satihfactoria, depende totalmente de la persona y de la ehperiencia que tenga. -Pero… joder. Lo ehtoy flipando pero en grande. Eh que… no pensé que realmente llegarían a eso. No sé que debo preguntar y que no. Su interéh por el juego de la play se ehfumó al inhtante, ahora su mirada ehtaba concentrada sólo en mí. -Pregunta lo que quierah, sin ser muy ehpecífico- Se lo dejé claro. No quería palabrah muy comprometedorah, pero necesitaba desahogarme con alguien… necesitaba que alguien me guiara en ehto que me ehtaba complicando la exihtencia. Cheeto quizá tenía de ehperiencia lo que yo tengo de ehperiencia cosiendo, pero un poco de aliento nunca venía mal. -¿Por qué fue una mierda… para él?- No pensé que me cohtaría tanto ehcuchar su pregunta, pero la verdáh era que ahora mihmo quería que la tierra me tragara de una u otra manera. -Porque… porque le hice daño- Dije, tapándome el rohtro con la cara; no podía mirarlo a loh ojoh y decirle algo tan vergonzoso. Cuando ehte tipo de cosah habían sucedíoh con tíah, no era tanto problema, pero ehtaba hablando de Rubiuh; de mi mejor amigo que ahora no tenía ni puta idea como nombrar. -Ah…- Dijo sin máh, y me cabreé. No sabía porqué, no le buhqué demasiáh ehplicación; quizá ehperaba algún comentario que me diera la solución mágica a lo manco que era en la cama, pero no podía echarle esa rehponsabilidáh en loh hombroh, a alguien que no tenía ni arte ni parte en el asunto. -Mira. Sólo puedo decirte que lah cosah entre nosotroh ehtán bien… y eso me preocupa. Hace tanto que lo nuehtro no andaba así de bien, que ahora que si lo va presiento que algo malo pasará- Me ehtaba poniendo paranóico con la tontería, pero era la verdáh. Tenía miedo de que algo o alguien se entrometiese en ehte pequeño paraíso oculto de loh ojoh del rehto. Oculto en una amihtáh que para nosotroh significa eso y máh. -A la gente buena, le pasan cosah buenah. Sólo te digo eso- Cheeto con muy poco, lograba mucho. Él era así; sin duda era uno de loh máh maduroh en el grupo. Era gilipollah, eso ehtaba máh que claro, pero tenía lah palabrah correctah en el momento correcto. Suhpiré, levantándome del sofá para dirigirme a la ducha. -Ehpero que así sea… realmente lo ehpero- No era necesario hablar máh del tema. Cheeto pensaría lo que quisiera pensar; analizaría la situación, de seguro, mucho mejor que yo y, quizá, en un tiempo máh comenzaría con lah preguntah máh a fondo.
Me duché, me vehtí, pese a que ya eran un poco máh de lah 5 de la tarde, y me dirigía mi habitación a ordenarla, no sin anteh llamar a Rubiuh. Necesitaba saber que opinaba de ir conmigo a Algarinejo… me emocionaba la idea, pero también me atemorizaba. Quizá ehte fin de semana se supieran todoh loh secretoh. De sólo pensarlo el corazón me comenzaba a latir máh fuerte. -¿Aló?- Al parecer contehtó sin mirar la pantalla de su móvil. Tenía esa mala cohtumbre de no ver quien coño lo llamaba. -Señor Rubén Doblah. ¿Cómo ehtáh?- Puse una voz de ejecutivo que lo hizo dehcojonarse. Ehcucharlo reír me hace sonreír de manera involuntaria; me encantaba ehcucharlo tan lleno de energía luego de pasar tantoh díah de mierda. -Estoy muy bien señor Miguel Ángel Rogel. ¿Y usted? ¿Durmió tanto como la persona que ahora mismo le habla? Porque yo me di un paseíto por Júpiter y la verdad es que, volví hace muy poco- Puse loh ojoh en blanco, acohtumbráoh a lo infantil de mi compañero/amigo/amante. -Si tío, dehperté hace unah horah pero no me arrepiento de haber madrugáoh. Vale, que me dehvíoh- Tenía la manía de irme por lah ramah cuando hablaba con Rubiuh, y ehto era importante así que fui directamente a lo que tenía que decir. –Rubiuh. ¿Quiereh ir conmigo a Algarinejo ehte fin de semana? Mi madre noh ha invitáoh. La verdáh eh que le hace bahtante ilusión que lleve a esa tía que me trae loco, así que la llevaré, camufláh de hombre- Dije, con un tono burlón. Lo ehcuché reír dehde el otro láoh, pero sin darme rehpuehta alguna. -Con una condición- Me puse serio. ¿Condicioneh? ¿No tenía ganah de ir? -Dime- Fui frío. Tenía que ehtar dihpuehto a lo que él quisiera, y eso era mucho decir. Rubiuh era muy creativo cuando se trataba de ser cabrón y tenía por lah ideah que se le ocurrirían. -Que me vengas a ver mañana. Me siento solo y no creo que las gatas den besos como los tuyos- Sentí como lah mejillah se me calentaban en un dóh por tréh. Esoh arranqueh de sinceridáh me agarraban dehpreveníoh siempre, pero siempre macho. -Me parece juhto el trato. Mañana iré a verlo señor. Pero aún no me dice ¿Quiereh ir conmigo?- Cambiábamoh cada doh por tréh nuehtra forma de hablar. Ahora era el caballero Doblah… dehpuéh era el gilipollah de Rubiuh, y así. -¿Tú que crées? Tengo ganas de ver a mis suegros- Fue lo último que dijo, anteh de dehcojonarse una véh máh y colgarme. No hace falta decir que me dejó sin oxígeno en loh pulmoneh… no tanto por el término en sí, sino por que había caído en la cuenta de que, mih padreh serían suh suegroh y que ehto… ehto realmente era verdáh. Rubiuh se lo ehtaba tomando como algo real, y eso me encantaba. Sólo ehpero que la felicidáh noh dure en Algarinejo… ehpero que seamoh consideráh personah buenah, pa’ que noh ocurran cosah buenah. __________________________________ Qué taaaaal??!?!?!?!?! Vuelvo un pelín atrasada con el capítulo nro. 103 de Luchemos Por esto!!!!! Yayyyyy Me disculpo por la tardanza, pero no he estado muy bien de salud y la verdad no me apetecía estar en el pc escribiendo si no me sentía con todas mis facultades a un 100% :/ Pero no importa!!!! lo bueno es que hay nuevo capítulo ^^ Okay, debo decir que este capítulo es lo que llamamos “transición” xD lo usamos muchas personas que escribimos aquí o en otro lado, y es ese típico capítulo que no tiene graaaandes cosas pero aún así es importante. Así que si a algunos les pareció aburrido, lo siento :c pero para mi la lealtad a la realidad es lo primero, así ustedes reciben un producto creíble :v ¿Qué pasará en Algarinejo? ewe!!!!! ¿Mangel le dirá a sus padres? ¿Rubius estará presente para ese momento? CHAN CHAN CHAAAAAAN TODO ESO Y MUUUUCHO MÁS, EN LOS CAPÍTULOS QUE SIGUEN!!!! Yyyy no me olvido de darles mi eterno agradecimiento por seguir, hasta el día de hoy, este relatito que es por y para fans de esta hermosa parejita. NO ME VENGAN CON QUE EL RUBELANGEL YA NO EXISTE Y BLABLÁ!!!! MIENTRAS LPE SIGA ACTIVO, EL RUBELANGEL SIGUE MALDITA SEA!!!!! *Se toma los calmantes* :’v pero en serio, gracias de todo corazón por todo el apoyo, el amor que expresan en sus mensajes y por compartir el amor que sienten por esta parejita. Gracias por el apoyo en Youtube, cada día crecemos un poquito más, y graaaaacias por siempre estar ansiosos de más! Eso me anima muchísimo ^^ Espero que disfruten muchísimo el capítulo y nada, nos vemos en una semanita, un beso!!!!!! <3
87 notes
·
View notes
Text
Egoísta
Mirar a Mangel junto a Marina me tenía destrozado. ¿Por qué tenía que ser tan egoísta? Quería a Mangel lo suficiente para verlo feliz… aunque no quisiese admitir que quería verlo feliz sólo conmigo. Mi propia actitud está llevando nuestra amistad a lo más profundo. Pero verle sonreír con esa chica, mientras yo maldigo día a día el haber escogido irme a vivir con Jen, dejando atrás algo que es vital para mí; Mangel, me estaba llevando a la locura. -¿Rubiuh? ¿Pasa algo?- Él sólo se sostiene de la mano con ella, como si no pudiesen soltarse nunca. Yo negué con la cabeza, mostrando una sonrisa que intentaba ocultar lo terrible que me sentía… ¿Por qué me quisiste sacar de tu vida con otra chica? Irónico, más porque yo hice exactamente lo mismo. -Ánimo Rubius, cambia esa cara- Marina no era una mala persona; de hecho era para Mangel. Calzaban a la perfección, sólo que hay una diferencia… algo que nunca va a lograr hacerme feliz. Mangel es mío; y no quiero compartirlo con nadie. Quizá eso mismo haga que en un futuro él ya no me quiera como amigo; quizá las bromas acaben y él se cabree… quizá va a ser hora de que yo me la juegue por él (…)
151 notes
·
View notes