Vi tus ojitos sonreír,
podría jurar que iluminaban toda la ciudad,
eran estrellas titilando de felicidad,
pero regresaste y aquella magia
ya no está más,
te apagaste...
Y entonces mi sonrisa se desvaneció.
Por primera vez te había visto sonreír
como nunca lo habías hecho
-en tantísimo tiempo-
tus días desde entonces se tiñeron de gris
tus ojos comenzaron a llover
la melancolía te abrazó por las noches
mente y caos se volvieron uno solo
y sólo querías desaparecer
el dolor no se iba
y yo ya no sabía qué hacer
para hacerte saber que no estabas sola,
pero aunque yo dibujé tu alma
no estaba en mi poder sanarla
¡Eras tú!
Ojalá tu dolor fuera mío, y no tuyo
Sólo quiero volver a ver tus ojitos brillar
como aquella noche que iluminaban la ciudad.
Si tienes que marcharte lo entenderé
y no te detendré
a tu lado siempre me mantendré
te seguiré a la distancia
y nunca te soltaré
en mí tienes un hombro para apoyarte
y una mano para levantarte.
Yo que te di la vida
no sabes lo mucho que me duele
escucharte cada día lo mucho que
anhelas un día acabar con ella.
Porque no sientes calma,
porque te crees desastre,
porque te sientes fracaso,
porque no ves la luz
desde el pozo en que un día te hundiste.
Quiero rescatarte
sólo si tú me dejas ayudarte.
Stelle ; Hacer sonreír de nuevo a tus ojitos.
(Fragmentos de una madre a su hija)
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Ya no quedan más lágrimas por derramar, me he vaciado por completo. Me he perdido, arrepentido y encontrado a mi misma en el trayecto, pero aún no te olvido, aunque comienzo a recordarte como se hace con el pasado sin que te agobie en el presente; te recuerdo sin dolor.
Stelle
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