#Filosoando

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Estar triste es mi manera de estar feliz.

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20′s

“No hay razón para temer a la muerte; pasamos la vida pensando en ella y cuando llega... simplemente dejas de existir. Preocuparse es innecesario”. A esta frase podría añadirle: “El pasado” y “el futuro”, pues ya no eres el mismo de antes y ya no serás el mismo para cuando llegue el futuro. 

Cumplir años siempre ha tenido un efecto interesante en mí. Normalmente no puedo dormir unos días antes del 6 de abril, a veces, es por la tormenta de ideas, pensamientos o recuerdos, otras simplemente es insomnio sin sentido, pero las noches donde siento que hay otra presencia en mi cuarto, mirándome entre las esquinas oscuras y desapareciendo al prender la luz siempre se presentan antes de esta fecha. Es casi ritual. 

Siempre me ha gustado la noche. Recuerdo que de niño me encantaba salir de madrugada al patio y respirar el aire frió mientras presenciaba el silencio avasallante que sometía a una cuidad a dormir, y al mismo tiempo, siempre he admirado a los rebeldes que desafían a ese silencio. De adolescente siempre fue igual, estar fuera de casa pasadas las 12 A.M. con mis mejores amigos, a quienes he decidido llamar “hermanos”, tenía un encanto hipnótico en mí, un aire de rebeldía y un dejo de misterio mezclado con ese aire frió y ese silencio. 

Actualmente las noches han adquirido un aire filosófico. Me invitan a pensar, a veces me obligan. Hoy, me obligó a escribir. Quizá es la fecha, quizá es un deseo de expresión. Es raro volver a abrir Tumblr, por buen tiempo lo consideré un diario. Es como si me reencontrase con un conocido que me cae mal en secreto, pero que por alguna razón lo considero un aliado. ¿Contra qué? ni idea. Pero me ayuda a sentar ideas. 

Los 20′s fueron un año... interesante. Vi en vivo a mis ídolos, Roger Waters, Black Sabbath, Metallica e Iggy Pop por primera vez, crecí en lo intelectual, en lo profesional y en lo espiritual de manera impresionante, conocí a buenas personas y gracias a Dios tuve buena salud todo el año. Creo que lo más importante fue haber pasado ese tiempo con alguien a quien amé locamente.   Un pequeño colapso mental por alta carga de estrés, no opaca lo increíble de este año. 

Tres de mis anécdotas favoritas de este año versan en diferentes géneros: Orgullo, Virtud y Duda:  

Orgullo: Finalmente conocí la diferencia entre una excelente cogida y hacer el amor, aunque haya sido una sola vez y es aterrador... Al ser alguien hermético en todo ámbito, siempre me ha aterrado abrirme a la gente ¿Y desnudar la parte más vulnerable de mi ser? ¡Ja! Lo volvería a hacer... 

Virtud: Haber tenido la oportunidad de engañar a mi ex-novia con la certeza de que no se podría enterar de nada, y no haberlo hecho... aunque al día siguiente igual me cortase. 

Duda: Escenario: Diferentes bares a lo largo de la noche con tus mejores amigos, 2 regias tirándote la onda y de hecho jalando con tus amigos a diferentes bares y al final diciendo que hay la posibilidad de ir a su hotel y seguir la fiesta, ¿Rechazarías? Yo lo hice ¿Por qué? había vuelto con mi ex para hacer que las cosas funcionaran... y me cortó una semana después... y otra semana después se fue a conocer a la familia de su nuevo novio. ¿Jodido? bastante. 

Mi duda es... ¿Debí haber “aprovechado”? Recientemente oí sobre un filosofo llamado David Hume; quien decía que la repetición del hábito no representa la realidad de las cosas y que tenemos una disposición natural a ayudar a otros (o ser buenos) mientras que Tomas Hobbes creía que el hombre era malo por naturaleza y que fue la sociedad quien lo ha “domesticado”. ¿Vale la pena ser buena persona? 

Sin duda empiezo mis nuevos 21 años con esta duda, pero como dije al inicio, no hay razón para temer al pasado o al futuro. El tiempo siempre avanza y nos lleva gentilmente con él, ahora es una pregunta gigante pero estoy seguro que el tiempo la hará una lección.