#La Columna de Pablo Sirvén | Explore Tumblr Posts and Blogs

novistenada · 7 years

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#MMLPQTP

Entre los conmovedores esfuerzos que hace Pablo Sirvén en su columna de esta mañana en La Nación (a los que, dicho sea de paso, no le van a la zaga los que prueba Van der Kooy en Clarín, también en su edición de hoy) para reducir los daños de la gigantesca ola de descontento contra el presidente Macri, movilizada en una multiplicación infinita y polimorfa del #MMLPTP, está el que consiste en explicar que, como dijo Alejandro Catterberg, de Poliarquía, “en la política argentina es mejor ser insultado por malo que por débil".

Esta es una afirmación un poco ligera, una de esas cosas que una oye repetir desde que era chiquita y no sabe bien por qué. La verdad es que a CFK, por ejemplo, se la atacó siempre a causa de su imaginada perversidad, nunca por su debilidad o por su estupidez, y no recuerdo que trataran de cambiar esa táctica que, a la larga y con muchas mediaciones, es cierto, dio algunos buenos resultados. También es cierto que CFK no da muchas oportunidades de ser tenida por débil, ni por idiota y esto puede haber reducido el margen de jugadas disponibles para golpearla, quién sabe. Tampoco recuerdo que se haya intentado mostrar a Menem como débil, pero quizá estemos ante un caso similar. Y quizá también haya que decir que a los débiles les fue (¿aun?) mucho peor.

Da igual. Sea como sea aquello, lo que el obnubilado Sirvén no ve, o pretende no ver, es que, precisamente, la proliferación y deformación incesante del ya célebre cantito hace de Macri, más que un objeto de odio, un blanco de burla y de desprecio.

La gracia de la multiplicación del cantito, editado para aparezca en escenarios tan diversos e inesperados como la fiesta de Mirtha Legrand, donde es cantado hasta por los mismos chetos que acompañan al presidente, o como una danza del Zikr chechena, reside en que esa acumulación de avatares de la tonada habla rápidamente de la universalidad del desprecio que Macri despierta. De hecho, cuando se llega a la danza del Zikr, la sola imagen está hablando ya de la universalidad de ese sentimiento. O, si prefieren, del sentimiento de esa universalidad.

Pero hay también gracia en la tontera de la multiplicación, en su previsibilidad, en sus momentos menos logrados. Es una gracia que desdramatiza. Le decimos “la puta que te parió” porque buena persona no es; pero, antes, Macri es un ser ridículo, un infeliz, un nadie risible, querido por nadie. El clima festivo que acompaña al cantito y aquello que él no dice, pero que rezuma en cada nueva puesta en escena -siempre alegres, burlonas, caricaturescas- recuerdan a aquel otro verso que coreaban las multitudes el 17 de octubre del ‘45: "Salite de la esquina oligarca loco, tu madre no te quiere y Perón tampoco". Salí, Macri; salí de acá, hombre horrible.

¿Que con nada de esto podemos dar el debate político que necesitamos; que estos no son argumentos ni políticos, ni otros; que ni siquiera son sentimientos siempre muy edificantes? Es cierto. Pero quizá sea un momento necesario o, en todo caso, es el momento que tenemos para quebrar el efecto de unas prácticas de comunicación y de gestión del Estado que buscan que percibamos al gobierno como una mole inmutable, poderosa y arrasadora, como quisieron que creyéramos en octubre del año pasado. Necesitamos verlos como también son: débiles, ridículos, pocos. Desde el comienzo, creí que la catarata de artículos del progresismo opositor, y aun de cierto peronismo, explicándonos que “habíamos subestimado al enemigo” solía incurrir en una especie de fascinación deudora de un pragmatismo barato e inmediatista que olvida, entre muchas otras cosas, que -como dijo Hugo Moyano la semana pasada- “todo triunfo es relativo y toda derrota es pasajera”. Una cosa es medir fuerzas y reconocer nuestras debilidades; otra, identificar los triunfos del gobierno con virtudes políticas y seguir de eso que ahí existe ahí un modelo que convendría imitar o que deberíamos valorar algunas de las prácticas o de las concepciones de la política de la derecha remozada que gobierna el país. En todo caso -dijimos- no estábamos acá para interpretar al gobierno, sino para cambiarlo. Tampoco hoy vinimos aquí para interpretar el #MMLPQTP, sino para hacer con él lo que necesitemos hacer. Como siempre, nada está dicho de antemano.

El vídeo es una edición anónima que circula en Twitter y que yo recibí por esta vía.

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#MMLPQTP #Argentina #BastaMacri

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