#Redimir un error y una culpa

[idiotismoyviciosdellenguaje]

Te encuentro en la inmensidad de todo lo que pude haber sido.

2022

Observándome atentamente con esa mirada cruel y penetrante, que tantas palabras ha bloqueado en mi garganta y que tantas mentiras ha generado y encontrado a la vez.

En búsqueda de esas mentiras, estás ahí, analizando cada movimiento, cada bocado de aire que tomo, incluso las veces que pestañeo. Mi cuerpo se estremece profundamente y cede ante esos ojos perforantes. Mis ojos están desnudos y vulnerados, aceptando crímenes que no han cometido por la intimidación de los tuyos tan desconfiados.

Busco que comprendas mi accionar, darte mis razones,  mas callas mi voz y mis sentimientos, haciéndome creer que en realidad soy la victimaria. Pero, a la vez me demandas que abra mi boca y deje salir mi malestar. ¿Cómo hacerlo si nunca escuchás? ¿Cómo hacerlo si cada palabra es un ataque? Es imposible dialogar cuando uno no quiere hacerlo.

Jamás querrías dejar tu posición de poder sobre mí, personas como vos no pueden dejar de abusar de lo débil y sumiso, porque sometiéndolos a constante manipulación psicológica, haciéndoles creer que ellos tienen la culpa de absolutamente todo, hace que ellos sientan que te deben todo y no se alejen de tu lado.

 Insistencia en que no sos el enemigo, pero, de ser ese el caso… ¿Por qué te comportás cómo uno?

Ya no soy la persona que era antes, ya no soy tan débil ni tan sumisa. Merezco el mismo respeto que te doy y menos que eso es inaceptable en este punto. Intentá seguir lastimándome, intentá seguir callándome, atándome y dominándome. No voy a ceder. Ya no más, ya no quiero más. No te quejes, no llores ni te intentés redimir con pobres y vacíos regalos, el daño causado es mucho más grande.

Podré tener errores, inexperiencia, podré ser mala a veces, egocéntrica, todo lo que quieras. Pero soy humana, como vos. Y así como a vos te duele, a mí también y no ocultarlo no me hace victimizarme, me hace aceptarme como soy y no caer ante tus contradicciones tan frustrantes y hartantes.

Soy una persona, con defectos y virtudes, gustos y disgustos, momentos buenos, momentos malos, tristeza, alegría y más. Soy una persona, detrás de mí hay una persona, como vos, igual de atormentada que vos. Nunca te olvides.

Ya no quiero abrazar las ideas mortíferas cada vez que lanzás tus palabras como flechas a mi corazón, ya no quiero más. Quiero vivir lo mejor que pueda sin reclamos tontos y paranoicos. No soy una extensión de vos.

[elias-002]

La Leyenda del Contrato de Cataña

En las remotas montañas de Loja, Ecuador, se encuentra la pequeña aldea de Cataña. Rodeada de bosques nublados y picos escarpados, la comunidad de Cataña guarda una leyenda ancestral que habla de un peculiar contrato con el diablo.

Cuenta la historia que hace siglos, la aldea se vio azotada por una terrible sequía. Las cosechas se marchitaban, las fuentes se secaban y el ganado agonizaba. Desesperados, los ancianos de la comunidad se reunieron en la plaza central para buscar una solución.

De pronto, un hombrecillo de aspecto extraño apareció entre ellos. Vestía de negro, con un sombrero de copa y una sonrisa burlona. Se presentó como Don Satán, el mismísimo diablo, y les ofreció un trato:

Don Satán: Puedo traerles lluvia abundante y fertilidad a sus tierras, pero a cambio, necesito un alma. Un joven de Cataña deberá firmar un contrato conmigo, entregándome su alma a cambio de la prosperidad.

Los aldeanos, cegados por la necesidad, aceptaron a regañadientes. Se realizó un sorteo y el desafortunado elegido fue un joven llamado Miguel. Con lágrimas en los ojos, Miguel firmó el contrato con su propia sangre, sellando su destino.

Al instante, el cielo se oscureció y una lluvia torrencial comenzó a caer. Los campos se llenaron de verdor, las cosechas brotaron con vigor y el ganado se recuperó milagrosamente. La aldea de Cataña había sido salvada, pero a un alto precio.

Miguel, ahora conocido como "El Maldito", se convirtió en un paria. La gente lo evitaba, susurrando a sus espaldas sobre su pacto con el diablo. Miguel, atormentado por la culpa y el miedo, se recluyó en una cabaña en las afueras del pueblo.

Años más tarde, una terrible plaga azotó la región. Los animales morían y la gente enfermaba sin remedio. Desesperados, los aldeanos acudieron a Miguel, implorando su ayuda.

Miguel, a pesar de su condición, no dudó en ayudar. Utilizando los conocimientos que había adquirido del diablo, preparó una poción que curó la plaga y salvó a la aldea.

A partir de ese momento, la mirada de la gente hacia Miguel comenzó a cambiar. Lo reconocieron como un héroe, un hombre que había sacrificado su alma para salvarlos. Miguel, redimido por su acto de bondad, vivió el resto de sus días en paz y respeto.

La leyenda del contrato de Cataña sigue viva en la memoria del pueblo. Es un recordatorio del precio de la ambición y la importancia del sacrificio. También es un homenaje a Miguel, un hombre que a pesar de su error, encontró la redención a través del amor y la compasión.

Elementos clave de la leyenda:

Ubicación: Aldea de Cataña, Loja, Ecuador.

Personajes: Don Satán, Miguel "El Maldito", los aldeanos.

Contrato: Miguel firma con su sangre un contrato con el diablo para obtener lluvia y fertilidad a cambio de su alma.

Consecuencias: La aldea prospera, pero Miguel se convierte en un paria.

Redención: Miguel ayuda a la aldea a superar una plaga, ganando el respeto de la gente.

Moraleja: La ambición tiene un precio. El sacrificio y la bondad pueden redimir incluso los errores más graves.

[alexowie7]

Tercera publicación, lamento la tardanza, pero aquí está y lista para que la disfruten en mi perfil: ItzelhR_Bowie (con h porque así lo decidieron mis padres). Aquí hablaremos entonces de “Reflecting our Hearts” centrada en el Soldado del Invierno, Bucky Barnes.

RESUMEN

Él lidia con una mente de abrumadores recuerdos y sin control, mientras que ella se atormenta del pasado e intenta reprimir el descontrol de sus poderes.

Kerstin no sabe qué hacer. Todo su alrededor está volviendo a cambiar, mientras que el equipo se divide por culpa de él.

Todo es culpa de él, pero... ¿por qué lo ayuda? ¿Por qué ayuda al llamado soldado del invierno?

Quizá, sólo quizá, en vez de odiarlo y detestarlo, le agrada. Le agrada más de lo que se pueda imaginar.

—Cuanto tenía ocho me obsequiaron unos zapatos. Jamás me los quité hasta que la suela se desgastó demasiado y me apretaban al ir creciendo que tuve que tirarlos —expresó ella.

—Hubieras puesto cartón. Eso hacía yo cuando mis zapatos parecían estar a punto de tragarme vivo —al decir eso, Kerstin soltó una risa y el corazón de Barnes parecía latir con mayor intensidad con el pasar de los segundos que amenazaba en salir volando de su pecho.

—Lo intenté, pero era tan incómodo. No me imagino cómo lo soportaste.

—Los usaba para ir a trabajar y al final se fueron amoldando —justificó y entonces Kerstin movió la cabeza en señal de darle la razón.

—En fin, me gustaban tanto esos zapatos que hasta intenté vestirme de halloween como Dorothy sólo con la excusa de usarlos. El problema es que mi vestido era verde y mis zapatos negros.

—¿Y por qué? —se recargó el sargento mientras volteaba la cabeza para mirarla.

Kerstin se encogió de hombros y tomó otro trago de su copa.

—Reciclé uno viejo que tenía de cuadros y después le cosí unos botones blancos y las mangas.

—¿Tú sola?

—Sé algo de costura.

—¿Entonces pudiste ayudarme a coser el parche para el brazo y no me dijiste nada?

—En mi defensa, tenía las esperanzas de que te saldría bien —y le volvió a sonreír, pero esta vez no hubo alguna chispa de nostalgia o melancolía.

—Lo cosí al revés y tuve que empezar de nuevo.

—Si, bueno, mi hermano decía que de los errores se aprende algo, supongo —soltó, jugando con sus dedos y observando el cielo, perdiéndose entre las resplandecientes estrellas que estaban incrustadas en ese manta oscura. Justo encima de ella, la luna aperlada y menguada despertaba para llenar de luz el lugar.

—¿Tú crees en esas palabras? —preguntó Bucky, pero esta vez parecía estar viendo también sus dedos e intentando redimir lo que en su interior albergaba y lo atormentaba todos los días.

—Lo hice, si. Tal vez en alguna cosa como el caerme de la bicicleta o en saber que robar no lo es todo en la vida. Eso era fácil de poder conseguir lecciones y después cambiar los patrones para no seguir fracasando —guardó silencio, descendiendo sus ojos hasta la ciudad y después perdiéndose entre las calles y edificaciones—. Sin embargo, luego de la cuestión de ser una alterada..., en realidad me di cuenta de que jamás habrá alguna lección qué recibir de esto que elegí voluntariamente.

Era la primera vez que hablaba con mayor profundidad en su ser y en lo que era cuando se trataba de la compañía de Bucky Barnes. Al parecer las copas si habían tomado un efecto en la sokoviana, pero de aquel modo en que la empujó a tener el coraje suficiente de sólo decirlo de una vez por todas.

—No sabías qué pasaría —dijo él.

—El pasado ya no se puede cambiar, en realidad —soltó una risita y entonces jugó con la copa vacía que hacía balancear con sus dedos con delicadeza y peligrosamente cerca de la orilla—. Ya no hay nada que se pueda cambiar.

—Tal vez ya es tiempo de ver más allá del pasado.

—Debería decirte lo mismo a ti, sargento —alegó con un tono jocoso que esta vez fue él quien rio en bajo—. Podría funcionar.

—Lo más seguro es que sí, Kerstin.

Y sus dedos rozaron los de ella en una sutil caricia para observar la respuesta de la joven ante eso. Los nervios lo cubrieron al ver que Kerstin bajaba la vista y observaba su mano tan cerca de la suya. Se alejaron del barandal, se irguieron y entonces la sokoviana volvió a responderle con un roce de sus dedos contra los de Barnes.

Esto no era obra del alcohol como lo creía. No era algo que haría sin dudarlo, pero en esos momento se sentía tan cercana a la seguridad de sus actos que sólo bajó la cabeza mientras lo escuchaba decir algo.

—Estás temblando.

—Obra del licor —susurró con su acento que empezaba a sonar siseante y poco perceptible.

—Supongo que tienes razón, Kerstin —balbució.

—Siempre la tengo, Bucky.

El pecho del sargento entonces amartillaba con tal ferocidad que inclusive los oídos le retumbaban en una sensación casi ensordecedora.

Pero explotó como una bomba en cuanto la joven Maximoff finalmente soltó un suspiro, alzó su cabeza, se puso de puntillas y sus labios se unieron contra los de él.

Fue solamente algo impredecible e inexplicable al principio. No obstante, al final correspondió al beso y movió sus labios al compás de la sokoviana. Jamás podría olvidar aquel sabor dulzón que desprendían esos suaves y rosados labios. Parecía ansioso, incluso estaba un tanto atónito e incrédulo al pensar en lo que estaba pasando.

No podía creer que en ese instante la tenía tan cerca como nunca antes lo había hecho. Apenas estaba envolviendo su brazo contra la pequeña cintura de Maximoff, cuando de golpe ella se alejó y se obligó a soltarla.

Se quedó paralizado, observando a Kerstin y después intentando adivinar lo que pasaba por su cabeza en esos instantes. Su expresión era de asombro, confusión e incredulidad.

Las campanas sonaron, avisando ser medianoche y, casi imitando el perfecto cuento de cenicienta, Kerstin dio varios pasos hacia atrás, escuchando a alguien hablar en el salón y provocando que sólo se girara sin decir nada más. Se alejó, huyó y no miró para nada detrás de su hombro.

Ni siquiera sabría qué hubiera pasado si Bucky la hubiera seguido. Pero, al fin y al cabo, no lo hizo.

Y fue un alivio para ella. Porque no sabría qué decir y explicar el por qué lo había besado así sin más.

[gatoaureliobibliotecario]

Resurrección, de León Tolstoi

El Príncipe Nejliúdov, hombre burgués de alto estándar social en la Rusia de los zares, es llamado a participar como jurado en un juicio. Una prostituta, Ekaterina Máslova, es acusada de homicidio y, por error es declarada culpable.

Cuando el Príncipe ve a la prostituta en el tribunal, recuerda algo que ha acallado por más de diez años; «la Máslova» fue un amor de su mocedad; a quien, con protervia e inmundicia había despojado virginalmente, terminando abandonándola, sin saber que en ella había fecundado un infante. Ekaterina, se vio en la calle, pordiosera y hambrienta, entregando finalmente a su retoño a la muerte. Luego, tras conocer la estrechez de una sociedad decadente, prostituta al fin.

El príncipe, inundado de culpas en una revelación de conciencia, aterrorizado por su doblez y su maldad espiritual, decide batirse en duelo con sí propio y con la sociedad, con el único fin de saldar esa deuda con la Máslova; llegando, incluso, a considerar dejar sus grandes tierras y casarse con ella.

Una constante en la novela es, cómo el hombre (el Príncipe) escapa constantemente de sus afirmaciones éticas; y, busca constantemente una justificación interior para escapar de sus deudas morales.

Resurrección, novela filosófica, de ficciones ideológicas y políticas; la utopía milenarista y el realismo tolstoiano.

Lev Nikoláievich Tolstoi (1828 – 1910), nacido en Yásnaia Poliana, Tula, en Rusia. Conocido por el nombre latinizado: León Tolstoi. Junto a Dostoievski, considerados los más destacados representantes de la novela realista rusa; lo mismo que Thackeray (con La feria de las vanidades), y Dickens (con David Copperfield) en Reino Unido; o Stendhal, Flaubert o Balzac para Francia.

«Es el escritor de fama universal que se identifica a los aldeanos y vive como ellos. Es el apóstol que proclama con voz bastante estentórea una doctrina recibida e interpretada en lo que él cree su pureza. Es el propósito de transformar la sociedad y de redimir a los hombres. Es la espectacularidad del viejo aristócrata, ahora ya para siempre barbudo y encamisado. Es la admiración y también la crítica» ¹.

Se considera Resurrección como una novela de gran carácter autobiográfico: No olvidemos que Tolstoi fue hijo de nobles (de una pudiente familia rusa); además, éste creció con el favor de muchas personas. Él mismo nos confiesa en «Adolescencia» que, en sus años mozuelos, fue un haragán carente de convicciones morales y religiosas, libertino sin medida, lo mismo que beodo, y, además, adicto a las cartas. Finalmente, renunciando a todo por sus convicciones políticas y religiosas; siendo un bucólico convicto de los nobles principios. Razón (entre otras) por la cual, fue nominado más de una vez al Premio Nobel de la Paz.

Tolstoi estudio Derecho y Lenguas Orientales en la universidad de Kazán; y completamente decepcionado por lo arcaico de la metodología de enseñanza vigente en aquel entonces, decidió abandonar. Tolstoi fue lo que podemos llamar, un autodidacto, dedicándose a culminar, por cuenta propia, su formación cultural. Entre sus principales lecturas estaba la Biblia; además de importantes autores a los que frecuentaba en libros, como Gógol, Pushkin y Sterne.

Posteriormente, al enrolarse en las fuerzas militares, participó en acciones bélicas en Cáucaso, seguido de su participación en la Guerra de Crimea. Siendo el resultado de ello, en él, un espantoso paisaje de la muerte y del dolor. Otro hecho de gran trascendencia fue el haber refugiado gran parte de su vida entre los campesinos de Yásnaia Poliana, su tierra natal; pues, el autor, de corazón profundamente bucólico, amó y respetó la paz y configuración ética que le proponía el vivir y trabajar en el campo.

El políglota, que, fluidamente hablaba inglés, francés, alemán, tártaro, ruso, y entre otras lenguas, sufrió grandes reveses: La muerte de su hermano (muy amado), y la pérdida de dos de sus hijos. A todo esto se le suma la constante contradicción religiosa e ideológica que sufría; motivo por el cual se entregó al estudio acentuado de autores como Homero, Platón, y el alemán Schopenhauer.

En Resurrección, Tolstoi demuestra que, aun siendo un octogenario, contaba con una lucidez mayor en cuanto a ideas. Prueba de ello es que la obra en cuestión, es una virtuosa abstracción de todas las ideas tolstoianas, tanto a nivel religioso como a nivel estético. Además, es un detallado reportaje sobre la situación de la iglesia ortodoxa y sus falencias; mencionando, también, una muy circunstanciada glosa de los sistemas: jurídicos, penitenciarios, morales, sociales y culturales de la época.

La novela, por su propio título, invita [con gran énfasis] a la valoración de la moral propia del lector; nos sopla suavemente ese hálito, como clave, para la tan necesitada «resurrección» espiritual y moral, que, solamente se logrará, como el Príncipe Nejludov, en un doloroso, confuso y catártico escapar de las banalidades, nimiedades y fruslerías que nos ofrecen «las riquezas y sus allegados».

Algunos fragmentos:

«El servicio militar pervierte de por sí a los hombres, colocando a los que entran en él en unas condiciones de ociosidad completa, es decir, de falta de un trabajo racional y útil; los exime de toda clase de deberes comunes a la generalidad de los hombres, en sustitución de los cuales pone sólo el convencional honor del regimiento, del uniforme, de la bandera, concediéndoles, por una parte, un poder ilimitado sobre los demás, y colocándolos, por otra parte, en una sumisión servil frente a sus jefes».

.

«El pueblo se extingue, se ha habituado a esto, en él se han formado maneras de vivir propias de la extinción: la muerte de tantos niños, el agotador trabajo de las mujeres, la alimentación insuficiente en todos, particularmente en los ancianos. Así, poco a poco ha llegado a una situación en la que él mismo no advierte el horror en que se debate y no se lamenta. Y luego, consideramos que esta situación es natural y que debe seguir así».

.

«Sí, me persiguen lo mismo que persiguieron a Cristo. Me agarran y me llevan ante los tribunales, ante los popes y los escribas, ante los fariseos. Me metieron en el manicomio. Pero no pueden hacerme nada, porque soy libre. ‘‘¿Cómo te llamas?’’, me preguntan. Creen que me atribuiré algún título. Pero yo no adopto ningún hombre. He renunciado a todo: no tengo ni nombre ni patria, nada. Soy yo mismo. ¿Cómo me llamo? Hombre. ‘‘¿Cuántos años tienes?’’ No los he contado y es imposible contarlos, porque siempre fui y seré siempre. ‘‘¿Quiénes fueron tus padres?’’ No tengo otro padre y otra madre que Dios y la tierra. Dios es el padre y la tierra es la madre. ‘‘¿Y el zar, lo reconoces?’’ ¿Por qué no lo voy a reconocer? Él es zar por su cuenta y yo lo soy por la mía. ‘‘Contigo es imposible hablar’’ Yo les contesto: no pido que nadie hable conmigo. Y así no cesan de martirizarme».

Título: Del original ruso, Voskresenie

Traducción: José Laín Entralgo

Autor: León Tolstoi

Idioma: Español, del original ruso

N° páginas: 456

Editorial: Círculo de Lectores

Colección: Grandes Clásicos Universales

Categoría: Literatura

Género: Narrativo

Especie: Novela

Movimiento: Realismo Literario

Año de edición: 1984

ISBN: 84-226-1777-3

¹ Tolstoi, L. (con Gonzalo, T. B.). (1984) Resurrección. Editorial Círculo de Lectores.

[arkana48]

No puedo hablarte

No quiero pensarte

Porque me dueles

O me dolerá la idea

De haberte perdido

De haberme perdido

Detrás de la tristeza

La bronca de no haber podido hablarte

O que no quisieras escucharme

O por pensar que tal vez en tu compañía

Podía salvarme

Pero el mundo dolía demasiado,

Y yo no tenía fuerzas para continuar

Me concentre en banalidades

Para lidiar con todas las verdades

Pospuse mi vida, porque no tuve la fuerza suficiente

Para ser valiente

Y que no me coma la gente

Drene mis energías,

Con personas que no se lo merecían,

Pero que yo creía que merecía

Redimir mis culpas en fría miseria

Y acepte marcharme, la derrota

Sabía que mis errores, me condenaron

Y que ahí ya no había amor,

que ahí ya no era yo

Pero todavía una parte mía,

sigue ahí,

Pendiente de que me decida a soltar

A perdonar, y a superar.

Pero como el soltar, es cliché

Deje pasar el tiempo, 

y me dedique a escucharme, 

A habitar quien soy,

Con honestidad

Expresando mi dolor, 

sabiendo que no se puede

Acelerar la vida y sus procesos

Y aunque esto por momentos me consuma los sesos

Mi ausencia, tu ausencia

Me condujo a encontrar mi esencia.

Y aunque parezca que estamos lejos

Este desencuentro

Solo es un pequeño lapsus en el tiempo

Y  nuestros karmas

se convierten en arañas

Que con el tiempo su veneno nos mata 

o nos cambia.

                           Cristal.arkana

[intergalacticxthief]

VERSE : Agent Parker

Cuando una araña radioactiva pico a Peter Parker el gano los poderes de la araña y aprendió a ser un héroe, al mismo tiempo, el gobierno vio el potencial de ese muchacho y bajo la consigna de ayudar a su país lo reclutó para convertirse en parte de un grupo especial en donde usaría sus poderes junto a metahumanos y mutantes para ayudar a la gente. 

Peter fue entrenado como un soldado para usar todo tipo de armas y también ocupar sus poderes como parte de su labor. Años pasaron y Parker se desarrollo como un soldado en distintos lugares alrededor del mundo, un soldado elite que recibía ordenes y cumplía con una tremenda maestría. Servir como un soldado elite le permitía evitar grandes conflictos pero también le hizo conocer acerca de lo que se movía entre las sombras de quien daba las ordenes.

Muchas de sus ordenes estaban hechas para abrir ataques a lugares con civiles, indirectamente su participación fue culpable de varias  muertes lo que provoco que se retirara, que perdiera confianza en si mismo, en lo que hacía, en la razón de sus poderes. Años pasaron en donde Parker se sumió en la depresión y en la culpa, bebiendo alcohol para olvidar todos sus errores y principalmente, ese poder que le fue entregado y que uso de una manera equivocada.

Al ver una situación de peligro con un transbordador espacial, dejo su encierro para ayudar, en especial porque era muy cerca de su hogar. Durante ese accidente encontró un ser que era un pasajero del espacio, el simbionte, el mismo que se volvió un veneno para el.

Consumido por el ser alienigena causo destrucción en la ciudad hasta que unas palabras le hicieron recordar algo perdido y más importante, le hicieron despertar para controlar a la bestia, para ser más poderoso que ella y saber que debía redimir sus pecados.

Las palabras dichas por su tío Ben, aquel que lo apoyo en toda su vida, con gran poder viene una gran responsabilidad.

Al controlar ese veneno ha visto su verdadero poder, aquel que estuvo siempre dentro suyo, ha decidido tomar las armas por una vez más, se ha convertido en un agente de nuevo, Agent Venom.

[verdadpresenteadv]

Martes 14 de diciembre MALDITO EN UN MADERO Lee Gálatas 3:1 al 14. ¿Qué está diciendo Pablo que sea relevante para nosotros hoy, y cómo utiliza Deuteronomio 27:26; y 21:22 y 23 para plantear su postura? Lamentablemente, es común en el cristianismo utilizar esta carta como una especie de justificativo para no guardar la Ley, los Diez Mandamientos. Por supuesto, ese argumento en realidad se usa como una razón para no guardar el cuarto Mandamiento, como si la observancia de ese único mandamiento, a diferencia de los otros nueve, fuera de alguna manera una expresión del legalismo que Pablo plantea aquí. Sin embargo, Pablo no estaba hablando en contra de la Ley y, por cierto, no hay nada en este pasaje que pueda justificar la transgresión del mandamiento del sábado. La clave se puede encontrar en Gálatas 3:10, donde expresa que “todos los que dependen de las obras de la ley están bajo maldición”, y luego cita Deuteronomio 27:26. El problema no es la obediencia a la Ley, sino “depender de la ley”, una postura difícil, si no imposible, para seres caídos como nosotros. El argumento de Pablo es que no somos salvos por las obras de la Ley, sino por la muerte de Cristo en nuestro favor, que se nos acredita por la fe. Su énfasis aquí está en lo que Cristo hizo por nosotros en la Cruz. Y, para ayudar a aclarar este asunto, nuevamente se remite a Deuteronomio, esta vez a Deuteronomio 21:23. Al igual que Jesús, Pablo dice “escrito está”, mostrando la autoridad del Antiguo Testamento, y ahora cita un texto que trata de alguien que cometió un delito capital y, luego de ejecutarlo por ello, lo colgaron de un madero, tal vez para disuadir a los demás. No obstante, Pablo utiliza eso como un símbolo de la muerte sustitutiva de Cristo en nuestro favor: Cristo se convirtió en una “maldición por nosotros” (NVI) porque enfrentó la muerte que toda la humanidad enfrentaría, porque todos han violado la Ley. Sin embargo, lo bueno del evangelio es que la maldición que debería haber sido nuestra fue suya, en la Cruz, “a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu” (Gál. 3:14). Elena de White lo dijo así: “Ninguno sino Cristo podía redimir al hombre de la maldición de la Ley, y colocarlo otra vez en armonía con el Cielo. Cristo cargaría con la culpa y la vergüenza del pecado, que era algo tan abominable a los ojos de Dios que iba a separar al Padre de su Hijo” (PP 48). Reflexiona en lo que enfrentarías si tuvieses que recibir el justo castigo por cualquier agravio que hayas cometido. Sin embargo, debido a que Cristo cargó con el castigo por tus errores sobre sí, para que tú no tengas que hacerlo, ¿cuál debería ser tu respuesta a su sacrificio?

[timwih2sy1d]

That’s Life

No dejo de pensar en que no debí quedarme callado la última vez, en ese momento ya no quería abrumarte con más cosas, realmente quería que las cosas fueran sencillas, pero, hasta el día de hoy, me siento un poco arrepentido.

Tu sabes lo mucho que me encantaba estar contigo, desde el principio, disfrutaba cada conversación que teníamos, me fascinaba compartir días a tu lado, no podía esperar el momento para estar contigo una y otra vez, y así fue, ya no quería sabes nada que no se tratara de ti, estaba 24/7 para ti, existía para ti, porque eso era lo que quería, nadie me lo pedía y fue mí propia decisión. 

Era de esperar que, conforme fue pasando el tiempo y fui fortaleciendo esa conducta, terminara creando una dependencia emocional (en su momento ni siquiera sabía que era eso y para mi era normal tener este tipo de comportamiento). Obviamente, mientras las cosas siguieran así, eso sería algo inofensivo, algo que no causaría problemas, pero era algo que no llevaría a nada bueno y así fue.

Comencé a depender cada vez más de tu afecto, al punto de contar las veces y los días que me decías “te quiero”, cada publicación en la que me mostrabas cariño, la palabra dependencia no me podía quedar mejor. Hay un autor que asemeja a las personas dependientes emocionales con drogadictos, bueno, eso era yo, alguien que vivía por su “droga” sin importar lo que pasara.

Llegó la época en la que empezó a haber bastantes situaciones complicadas entre nosotros y nos comenzamos a distanciar, por ende, el afecto dejó de ser el mismo. Eso, para mí, él droga dependiente de ese entonces, fue el fin del mundo.

Sumado a esto, el hecho de tener un apego inseguro no hizo más que empeorar las cosas (cosa que en esa época también desconocía, lo identifiqué a principios de este año). Cosas tan simples como no desearme buenas noches me tenían en agonía, ni hablar de la ausencia de afecto, a la mas mínima muestra de indiferencia me quería morir, sentía una culpa enorme, me la pasaba pensando en que era cuestión de días para que terminaras conmigo, un sinfín de pensamientos negativos que no hacían nada más que generar más sufrimiento y autonegación, hasta que volvías a darme afecto, entonces era como un reset hasta que la historia se volvía a repetir.

En ese momento, había perdido lo que me mantenía con vida y, tomando en cuenta todo lo ya antes mencionado, ni siquiera tenía cabeza para pensar las cosas, en mi mente me sentía desechado y no comprendía el cómo ni el porqué, tampoco tenía a quien acudir pues todos mis círculos los había destruido con anterioridad a causa de esa misma dependencia. En mi desesperación por comprender lo que estaba pasando y en busca de hacer de que mi sufrimiento se detuviera, acudí a las personas con la que más hablaba, con las que tenía más contacto, el único entorno que me quedaba.

Está de más decir que esto me había sobrepasado, solo quería que mi sufrimiento parara, que “las cosas fueran como antes”. En mi egoísmo por dejar de sufrir y cegado por todas esas emociones hablé y hablé, sin darme cuenta del daño que te estaba haciendo, como te estaba perjudicando a ti.

Te lo digo con toda sinceridad, jamás quise que esas situaciones pasaran, mucho menos los errores que cometí, jamás quise hacerte daño, tu sabes lo importante que eras para mí, realmente eras lo más valioso para mí, me desvivía por ti, por estar contigo, por tu afecto. Es triste saber que fue eso mismo lo que nos llevó a esto.

En cuanto fui consciente de todo esto de la dependencia y el apego comencé a trabajarlo, identifiqué mis situaciones y aprendí de eso, aprendí a manejar mejor mis emociones, a no caer de nuevo en eso, a como relacionarme de manera sana, incluso en su momento te propuse algunas cosas pues de verdad quería que las cosas entre nosotros mejoraran, todavía tenía mucho amor que dar y quería que vieras que las cosas habían cambiado, que había aprendido de mis errores y que estaba dispuesto a darlo todo para que lo nuestro fuera a mejor. Pero las cosas no siempre son como uno espera, ya era muy tarde, lo nuestro estaba más que fracturado, no podía obligarte a permanecer en algo que ya no te hacía feliz.

Por eso, en los últimos días que estuvimos hablando, me mantuve a raya, demostrando que seguía ahí pero sin que te sintieras presionada porque tenías que corresponder a algo, porque no era así. Quería que, de la manera que fuera, supieras que estaba para ti, que podías seguir contando conmigo para lo que fuera. 

Probablemente las cosas entre nosotros no vuelvan a ser lo mismo jamás, y me refiero a todos los aspectos, ni siquiera estoy seguro de volverte a ver, pero estoy seguro de que no será lo mismo. Aún tengo el pensamiento de que te has quedado con la peor imagen de mí, no te culpo, incluso al escribir esto me desconozco y me repudio por la manera en que actué.

Me hubiera gustado que supieras esto antes, que conocieras mi versión, las cosas como yo las viví, lo que yo sufrí y porqué actué así. Sé que probablemente tampoco vayas a ver esto, pero al menos pude decirlo en algún lugar, un lugar que estaba dedicado para ti.

Mis errores trajeron como consecuencia mi mayor miedo, ahora ya no estás, te fuiste odiándome, aunque me hayas dicho que no. Espero la vida, algún día, me dé la oportunidad de poder redimir todo esto y al menos poder estar bien contigo.

No se si vuelva a escribir en este blog, por ahora quiero mantenerme alejado lo más posible de los estímulos que me hagan mantener vivo el pasado, como mencioné antes, si algún día volvemos a coincidir no quiero tener eso presente.

Ahora mismo me encuentro trabajando en mí, reconstruyendo mi identidad, trabajando mis inseguridades del apego y aprendiendo a manejar mejor mis pensamientos. No puedo quedarme a arrepentirme por todo lo que hice, pero me estoy asegurando de que ni yo ni nadie, que decida estar conmigo, pase por esto. Como tu lo dijiste, esta ha sido la peor versión de mí, una marca que nunca voy a poder borrar, pero será esto mismo lo que siempre me motive a ser una mejor versión de mí.

Espero que ahora las cosas estén yendo mucho mejor para ti, que estés disfrutando cada momento que nos da la vida, que tus planes y proyectos estén avanzando como lo tenías previsto.

Aún tengo los inciensos, de vez en cuando me gusta mandarte buenas vibras antes de prenderlos y dejarlos que se consuman, así como me enseñaste, espero que estén sirviendo de mucho o, en el mejor de los casos, que ni siquiera sean necesarios.

Por ahora lo mantendré así, sabes que mis buenos deseos siempre fueron puros, mi apoyo incondicional y eso trasciende la distancia y el tiempo así que siempre van a estar.

Hasta luego, S!

“And trust me, I don't mean to rush you But one day, if you find your way I'll be waitin' for you”

[asientosnumerados-blog]

Review de The Room (Sin Spoilers)

Escribir una reseña sobre The Room a estas alturas es llegar bastante tarde a la fiesta… como a eso de las 3.45 de la mañana... cuando el último vaso limpio es una leyenda oral transmitida de padres a hijos. Pero dado que ví esta peli el fin de semana, junto a algunos amigos, no puedo evitar dejar algunas consideraciones...

Contexto: Para los que no saben, The Room es considerada una de las peores películas de la historia. Lo cual es decir mucho, dado que compite contra cosas aberrantes como Sharknado, la filmografía de Ed Wood o el Noctámbulo. The Room fue escrita, dirigida y protagonizada por Tommy Wiseau, uno de los tipos más raros del planeta… o muy posiblemente un extraterrestre usando un traje de humano, convencido a más no poder que nos tiene engañados a todos. Explicar brevemente por qué la peli se volvió un fenómeno de culto es más difícil que explicar la fama post mortem de Ricardo Fort. Por ahora alcanza con decir que en los últimos 15 años la peli se ha seguido proyectando en cines, la gente se disfraza de los personajes y ahora se hizo más conocida que nunca gracias a The Disaster Artist (la peli basada en el libro del mismo nombre que cuenta los entretelones de la filmación de The Room).

Con una peli así, separar puntos en “Lo Bueno”, “Lo Malo” y “Lo Bizarro” como tiendo a hacer no funciona. La peli es TAN MALA que pasa a ser simultáneamente buena y bizarra en su totalidad.

Prefiero mencionar cosas que, en mi opinión, la hacen memorable:

1 - Risas aseguradas: Esto es lo que hace mirable la peli. Es imposible aguantarse de largar la carcajada ni bien arranca la primera escena. 2 - Tiene un potencial infinito para un bingo borracho (o “drinking game”). Los personajes tienden a repetir diálogos que, de tomar alcohol cada vez que lo dicen, garantizan un escabio mas legendario que el último vaso limpio a las 3.45 de la mañana. 3 - Es una peli super citable (“quotable”)... es decir, luego de verla uno se sorprende repitiendo frases de la peli en momentos insospechados. Quizás sea porque esto no es una película sino un virus que se transmite por vía audiovisual. Los síntomas incluyen: Hablar ingles con acento rumano y reírte como si fueses un extraterrestre imitando la risa humana. 4 - Es una peli ideal para aprender de cine, en el sentido que los errores son tan evidentes que parecerían hechos a propósito. Nunca fue tan fácil explicar errores de continuidad, errores de edición, errores de iluminación, errores en la temperatura de color, errores de dirección escenica, errores narrativos, de vestuario, decoración… en fin, al final uno termina admirando lo consistente que es la peli en mantenerse mala de principio a fin. 5 - Si alguna vez te sentiste una babosa incapaz de practicar deportes, esta peli te va a subir la autoestima. 6 - Si alguna vez tu madre te dio noticias terribles y te quedaste con culpa de no haber reaccionado bien, esta peli te va a redimir. 7 - Si alguna vez un amigo te recomendó una peli de mierda jurando que era una joya del séptimo arte, esta peli es la venganza perfecta. 8 - Ver esta peli sabiendo que Tommy Wiseau gastó 6 millones de dólares de su propio bolsillo, intentando crear un nuevo clásico dramático a la altura de  “Un Tranvía llamado Deseo” resulta tragicómico... Pero también da para pensar. ¿Cuando en nuestra vida nos hemos comprometido tanto por algo como para jugarnosla hasta las manos? Son bien pocos los que pueden decir que se esforzaron tanto o más que Tommy Wiseau. Quizás solo por eso, es que el fenómeno de culto y su actual fama sean bien merecidos.

Por lo pronto, yo disfruté de juntarme con amigos, escucharlos reírse y reírme yo también. Gracias Tommy Wiseau por una peli espectacularmente mala, sin tus locas pasiones, este mundo tendría mucha menos gente compartiendo carcajadas.

[bandakajuwes]

“La traición: Muerte al Ser Querido y agonía perpetua al Mal iniciado”

Realizado por Tezcatl S.

La palabra Juwes, usada por gran cantidad de ritos y sociedades discretas, renombra a la triada de la traición, a los tres malos iniciados, que por conseguir los secretos de la construcción del templo de Salomón fueron capaces de matar a su maestro, Hiram Abif.  Se trata de tres personas, ustedes pensarán, pero la verdad es que más allá de la pluralidad de individuos podremos encontrar una unidad simbólica que retrate la figura del “iniciado traidor”.

Juwes, es aquella persona que  ha violentado sus pactos con otras personas(sus hermanos) , e inclusive, aquél que se ha traicionado a sí mismo. Habrán personas que voluntariamente traicionan, pero habrán otras que inconscientemente lo hagan, pues la idea de traicionar, aunque sea “solo por un rato”, muchas veces resulta tentadora para nuestro ego, pues implica una idea liberadora, un cambio y un desprendimiento de algo que contantemente nos ata. Siempre hay una pérdida, siempre hay una muerte: sea la pérdida de un amigo, un confidente o inclusive la muerte de un ser querido.

Pero al final, cuando la muerte se avecina, la culpa invade nuestro corazón, experimentamos una prologada crisis, y un desajuste emocional. Constantemente nos preguntaremos la manera en la cual redimir nuestro error, pero ¿qué hacer con un cuerpo vacío?  Nada, llorar sobre la tumba de aquel a quien ignoramos cuando era el único que nos daba verdadero amor. A veces me pregunto ¿por qué el ser humano será tan malagradecido? Nos pasamos la vida adulando a los malvados, y a los puros de corazón los dejamos tirados en el estiércol. Nos pasamos la vida alabando al oro falso mientras el oro verdadero se mancha con el lodo.

Las traiciones siempre implican un cambio, y estoy totalmente de acuerdo en que en la vida se vale cambiar, pues el ser humano está siempre en movimiento, pero por lo menos deberíamos de tener , el mínimo toque de sensibilidad para no lastimar a quienes nos quieren. Tal vez lo que yo ame un día al día siguiente puedo destruirlo, o , por la otra parte, aquello que ignoré, incontables veces, ahora me parece lo más preciado en mi pequeño mundo.  Pero de cualquier forma, si yo –como traidor- cooperé para provocar la muerte de algo o alguien muy preciado –tanto para los otros como para mí-, muy seguramente lágrimas de culpa escurran sobre mis mejillas en las veladas oscuras en la que el blanco brillo de la luna me  haya dejado de iluminar.

En verdad, y me lo he preguntado muchas veces,  ¿por qué el humano traiciona al amor de un millón de años por el efímero placer de un par de días? Me considero como alguien que incontables veces ha traicionado a los demás y a sí misma pero estoy segura que muchos de ustedes también podrían serlo. No creo que nadie sea libre de culpa, así como tampoco creo que haya alguien aquí que ,siendo traicionado alguna vez por alguien muy querido, cuente con la suficiente madurez emocional y la templanza necesaria como para aceptar que los demás humanos, nuestros hermanos, son imperfectos y muy probablemente cometan toda clase de errores.  El traicionado, el herido por un puñal clavado en la espalda, buscará sustraer sus emociones de la única manera que pueda: por medio del odio y el deseo de venganza . El herido, el incrédulo, buscará curar su dolor por medio de la venganza, o el daño infundido a aquel que haya osado jugar con aquello que considerábamos sagrado y un gran tesoro. Pero ,me pregunto, ¿de qué vale la pena? El hecho de querer infundir dolor a mi contrincante, solo me denigraría a la bajeza de quien jugó con mis sentimientos. Mi deseo de venganza será degenerativo, y después de un rato me daré cuenta de que lo único que he logrado es deprimirme más.

Tal  vez, debido a mi falta, la vida me haya sustraído algo de lo cual no me consideraba merecedor. Tal vez, yo –al ser un Juwes, un mal iniciado y un traidor- haya perdido a uno de los seres más amados por mi corazón por el siempre hecho de demostrar la bajeza de mi corazón, en un acto tan ruin como es el desinterés ante la enfermedad del alma y la traición a mis seres queridos. Si hay muerte ,la única culpa será la mía, pues ni siquiera fui capaz de defender a aquél ser que muy cálidamente me tomó entres sus brazos al verme nacer. La gente dirá que uno debe de  aprender a sonreír a pesar de nuestras faltas, ¿pero cómo superar la culpa?

Las personas que verdaderamente te aman, te son fieles, te tienen confianza y lo demuestran, ¿pero yo, como traidor qué hice si es que no fue corresponder a su amor con algo similar? Me encargué de que no escucharas mis palabras de aliento en tus últimos momentos, me encargué de ignorar tu llanto, me encargué de matarte lentamente hasta que dieras tu último suspiro. ¿Seré digno de vivir como siempre lo he hecho? Tal vez, pero será mi conciencia quien día y noche me atormente con el recuerdo de mi falta de lealtad ante aquellos que depositaron su confianza en mí. No deberíamos de abrir nuestro centro sagrado a todo mundo, pues hay mucha gente que no sabe apreciar las grandezas de un corazón de oro. La traición duele, la ceguera ante esta falta lastima, pero el aprendizaje que seguramente podremos adquirir de esta crisis muy seguramente pueda fortalecernos. La avaricia, es usualmente el factor que propicia la traición, pero ¿la avaricia de qué? ¿de dinero? El dinero va y viene, y aun teniendo todo puedes sentirte completamente miserable a falta de calidez humana. ¿Será acaso avaricia de poder? El poder es una rueda de la fortuna, unos caen para que otros suban al trono, pero si uno no tiene la suficiente templanza de corazón como para poder usar dicha herramienta con sabiduría, el poder eventualmente terminará enfermándonos y perderemos a aquellos que en algún punto de nuestra existencia nos quisieron y nos admiraron.

¿Entonces? ¿Qué es aquello suficientemente valioso como para traicionar a nuestros seres queridos?

Nuestra alma, en su momento de desesperación dirá: “la muerte de este amor no es nada”, “La muerte de esta familia no importa”, “La muerte de mi hermano, nada tiene de relevante”. Trataremos de engañarnos a nosotros mismos ,pero llegará un punto en el que la hiel y la culpa pesen más que nuestra indiferencia, así como el cuerpo pesará más que el cuello de aquél que muera en la horca.

La traición que otros cometieron en contra de los seres que tuvieron mi más grande dilección  evidentemente dejó una gran herida en mi interior; su muerte repercutió profundamente en mi ser. Súbitamente me quedé sin el brillo de tu presencia, y el último latido de tu corazón fue mi primer tambor de guerra. Pensé en tomar venganza, pensé en enfurecerme e insultar a quienes acabaron contigo , pero esto solo reflejaría mi debilidad interior. Acepto que hay ciclos que se cierran, y que eventualmente todos tenemos que morir algún día, pero ¿no pudiste quedarte un rato más? Nunca sabes lo que tienes hasta que lo pierdes.

Me siento culpable por no haberte defendido cuando pude, siento que te traicioné pero espero que me perdones, y contantemente me pregunto si algún día volveré a escuchar tu voz llamando mi nombre. No estarás fuera de mi mente por el simple hecho  de estar fuera de mi vista.

¿Me esperarás?

¿Algún día  volveré a encontrar tu corazón?

¿Algún día volveré a encontrar tu ternura acentuada?

Nadie lo sabe con certeza…

Créditos a los Autores de la Imágen

[bashdupondmoretti]

𝐇𝐄𝐀𝐕𝐄𝐍 𝐈𝐒 𝐀 𝐏𝐋𝐀𝐂𝐄 𝐍𝐎𝐓 𝐓𝐎𝐎 𝐅𝐀𝐑 𝐀𝐖𝐀𝐘.

ㅤㅤㅤㅤ

ㅤㅤㅤㅤ/ 𝖭𝖾𝗐 𝖸𝗈𝗋𝗄, 𝖤𝖤𝖴𝖴.

ㅤㅤㅤㅤ𝐦𝐚𝐲 𝟐𝟑, 𝟐𝟎𝟐𝟏.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀La culpa es un arma letal que se inmiscuye en mi torrente. Siento como se arraiga y la sensación que creí olvidada, retorna con peligroso vigor. Te veo jugando con nuestros hijos, enseñándoles palabras, corrigiendo algunas otras y regañándolos cuando es necesario y me pregunto si así fue Angelique Klaffert contigo en la infancia.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀Lo veo y no lo creo.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀Han pasado años desde que te conocí y sigues acelerando mi corazón como aquel primer encuentro en el interrogatorio de aquella comisaría de Milán. Me encantaría contarte que aquel encuentro fue meticulosamente estudiado y premeditado; que nada fue al azar, pero enamorarme sí lo fue. Eché a la basura un plan que cobraría venganza de trifulcas pasadas. Yo solo fui la carnada a la cual te ceñiste, ignorando las banderas rojas o a tu sexto sentido de que era peligroso liarte conmigo, ¿o acaso yo fui la presa que fue cazada por ti? Pero insistí, perseveré hasta que te tuve. No por Albert Knight, sino por la inmensidad del sentimiento que se arraigó en mí aquel invierno en Italia.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀Lo veo y no lo creo.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀Vuelvo a insistir y es que la culpa me consume. Llevo un secreto guardado desde hace años y está arrasando con todo lo que consideraba correcto. ¿Hice las cosas bien? Probablemente, pero siempre estuvo ese “algo” que me atormentó durante años. Luego… lo olvidé, pero ahora volvió. Sabía que llegaría el momento donde no podría sostener más una mentira disfrazada de un favor obligado que me juré llevar a la tumba. Necesito decírselo. Mi cuerpo exige redimir los malos hábitos, oscuras acciones y lóbregos pensamientos y debo empezar por lo primero. Decirte la verdad.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Perdóname.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀—¿Qué hiciste ahora?

⠀⠀⠀⠀⠀⠀Y ríes, insinuando que te haré una broma. No, ángel de mi alma, no es una broma pero si te lo confieso, te perderé para siempre. Soy un jodido egoísta que te priva de saber del paradero de tu madre y aunque te lo mereces, te lo niego, incluso ahora. Mereces la verdad, pero el precio a pagar es demasiado alto. Te perderé a ti, a mis hijos, incluso a mi propia familia, esa misma que me costó sangre, sudor y lágrimas.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀Lo veo y no lo creo.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀Te voy a perder, italiana y juro que ni cientos de garrotes dando contra mi espalda dolerán como tú partida. Por eso es que disfrazo aquel nebuloso perdón en una broma que te hace reír. Siempre te ríes. Daría mi vida por guardar aquella sonrisa y la risa de niña en una cajita hasta el último atribulado suspiro de mi existencia. Es que cuando te vayas y las consecuencias acaben con lo nuestro, necesitaré recordarlo. No te imaginas cuánto me duele verte feliz, calada en una felicidad que yo te dibujé y que creíste ciegamente. Siempre me hablas de tu madre con una nostalgia que me desgarra el corazón. Mi amor, yo sé dónde está. Estoy a una frase de decirlo, de confesarlo y de perderte para siempre por mi cobardía. Pero es que, cómo verás, no es mi culpa, yo solo fui un daño colateral de la irresponsabilidad de mi padre y de tu madre. Juro que no es mi culpa, y espero puedas entenderlo.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀—¿Quieres ir a una cita?

⠀⠀⠀⠀⠀⠀—¿A dónde me llevarás?

⠀⠀⠀⠀⠀⠀—Sorpresa, pigeon.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀Logro cambiar el tema, aceptas y esta noche será decisiva. Me probaré a mí mismo. ¿Seré capaz de decírtelo? Debo hacerlo… Es hora. Te llevaré a esos lugares que solías ir con tu madre, a sabiendas de que aquello te pondrá nostálgica y me podré aprovechar de ello. Lo hago sabiendo que detonaré recuerdos que harán que despiertes lo peor de ti, odiándome finalmente.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀Lo veo y no lo creo, Alexya.

⠀⠀⠀⠀⠀⠀Estoy a horas de cometer el peor (o más sensato) error de mi vida. Te voy a perder, italiana. Y aún no estoy preparado para esto. Pero es esta noche o nunca. Alejados de todos, de tu familia y la mía, te confesaré el secreto que nos separará para siempre.

[gamepedics]

La paternidad y la maternidad (God of War)

No quiero ser padre. Este es un pensamiento que a día de hoy es mucho más difuso que en mi adolescencia, por lo que diré: No creo que quiera ser padre. En mi adolescencia pensaba que no quería dedicar mi vida a otra persona a la que “no había elegido”, un pensamiento narcisista que pienso, hoy en día, que es una estupidez. A día de hoy la paternidad me genera rechazo por el miedo a la responsabilidad que supone criar a alguien, tengo miedo de que mi hija o hijo se conviertan en personas horribles, tengo miedo de saber que eso y todo lo malo que hagan es en parte culpa mía o, mejor dicho, es en gran parte consecuencia de la educación que han recibido. No se si catalogar estas reflexiones como narcisismo, cobardía o inmadurez, tal vez le pondría estas tres etiquetas a todo ese conjunto de pensamientos que muy pocas veces aparecen en mi mente.

 También pienso a menudo en mis amigos y amigas como padres y madres, a pesar de que todos son jóvenes -y espero que aún tengan camino por recorrer antes de ser papás- y me siento aterrado. No porque crea que van a ser malos padres o madres, sino porque esas personas con las que he hecho tantísimo - un montón de estupideces, mentir a tus padres, y consumir alguna droga- ahora tienen entre sus manos una criatura a la que van a tener que educar esperando que no hagan lo mismo que ellos hicieron. Serán personas totalmente distintas para sus hijos e hijas, personas que yo no conozco porque no las concibo así. Ese es otro de mis miedos, el perderse a uno mismo en el mar de la paternidad y la maternidad.

 Esto último yo lo veo como algo negativo, pero otra persona puede encontrar en la paternidad y en la maternidad una manera de huir de su pasado e incluso redimirse aportando algo bueno al mundo, esa misma reflexión tendría Kratos, el protagonista de God of War (2018) al saber que sería padre. Kratos es un monstruo en sus antecedentes figuran la masacre de pueblos enteros, bestias mitológicas y todo el panteón de dioses griegos, incluyendo a su propia mujer e hija y a su padre, el mismísimo Zeus. Todos estos actos llevados a cabo por puro y odio y sed de venganza te hacen pensar en Kratos como en la última persona que debería criar y educar a alguien.

 Lo mismo pensé yo cuando anunciaron el regreso de Kratos de la mano del director Cory Barlog y el equipo de Santa Mónica Studios en el E3 del año 2016. Presentaron a Kratos en un tráiler donde mostraban el cambio de la mitología griega a la nórdica, un nuevo sistema de combate, una nueva cámara más personal y cercana y al hijo de Kratos, Atreus. En ese momento pensamos que “nos habían cambiado al Kratos” que sería otro personaje que nada tendría que ver con el Kratos de las anteriores entregas y que el nuevo título sería un reinicio de la saga. Cuando se confirmó poco después que este juego sería secuela directa de God of War 3 (2010) muchos pensamos que intentaría redimir a Kratos y lo cambiarían para que fuese “un buen papá”. Nos equivocamos.

 Cory Barlog, Director Creativo de Santa Mónica Studios, hablaba en una entrevista de como el nacimiento de su hija y su paternidad le habían cambiado como persona, haciendo de él alguien más maduro. Cory basó parte de la maduración de Kratos en su experiencia personal poniendo a Atreus como motor del cambio de su padre. La narrativa de este God of War está dividida en dos tramas principales con una gran cantidad de sub-tramas que aportan profundidad a las primeras. La primera trama principal cuenta la historia del mundo de God of War, nos deja claro cuales son los papeles de Kratos y Atreus en este nuevo mundo y cuál es su relación con los demás dioses de la mitología nórdica; la segunda tiene que ver con la relación entre Kratos y Atreus, sorprendentemente estas dos tramas se dan la mano haciendo que una no pueda avanzar sin la otra.

 Y es que Kratos es tan extranjero como nosotros del mundo en el que se encuentra, no sabe leer las runas, no sabe quienes son las deidades que le persiguen a él y a Atreus, no sabe nada. Considero un movimiento muy inteligente el plantear a Kratos como un gran ignorante del mundo en el que se encuentra y así enseñar a Kratos y al jugador/jugadora como es ese nuevo mundo en el que nos encontramos. Más inteligente es aún hacer que sea Atreus el principal conocedor y docente de Midgar y su mitología, al ser el propio Atreus el que nos enseña la persona a los mandos se sienten más unidos a él, Kratos también. Ambas partes valoráis a Atreus.

 Y esto es otra de las grandes cosas de la paternidad y la maternidad que se ven reflejadas en God of War, la capacidad de aprender de tu hijo. Parece una tontería, pero creo que los millenials hemos sido criados por gente que no creía que sus hijas e hijos les pudiesen enseñar nada o tener razón en algo (básicamente porque ellos mismos han sido educados así) y en God of War Kratos aprende más de Atreus que Atreus de Kratos.  El poder aprender de tus hijos e hijas y el ser consciente y aceptar que te pueden enseñar cosas que no sabes es para mí uno de los mayores tesoros de la paternidad y la maternidad, ya que las personas somos seres sociales y el aprendizaje social es, para mí, la mejor manera de aprender y conocernos los unos a los otros.

 Sobre conocerse entre padres/madres e hijas/hijos va el siguiente párrafo. Atreus no conoce a su padre, la relación entre ellos no existía de verdad hasta el comienzo del título. Eran completos desconocidos unidos por el último deseo de una persona fallecida. No había afecto ni amor. La culpa de esto la tiene el propio Kratos y no es porque no quiera el afecto de Atreus, sino porque tiene miedo. Kratos tiene miedo de que su hijo descubra quien es en realidad, el Fantasma de Esparta, un asesino violento y consumido por la venganza que llego a matar a su anterior familia y a todo el panteón griego, incluyendo a su padre. Kratos tiene miedo de “contagiarle” a Atreus su violento legado. En definitiva, Kratos tiene miedo de que Atreus sea como él ha sido. Para evitar esto Kratos se distancia de su hijo, volviéndose un extraño esto, hecho que el juego nos hacer ver mas adelante, lo único que hace es dañar a Atreus y a su relación con Kratos.

  No pilla por sorpresa para nadie saber que nuestros padres y madres nos ocultan un montón de cosas, la más interesante para mi siempre ha sido el pasado de mi madre, cosa que a día de hoy (24 años después de haber nacido) sigue teniendo un montón de incógnitas para mí y eso que me he preocupado en preguntar. Nunca llegaremos a conocer a nuestros padres jamás porque nunca los pondremos al mismo nivel que nosotros, para nosotros siempre serán nuestros padres y madres. Nunca los veremos como iguales por lo que nos cuesta imaginarlos en un contexto con el que podamos ponernos a nosotros mismos, al menos así es para mí.

 Y si no llegamos a conocer del todo a nuestros padres y madres mucho menos conocemos los errores que cometieron antes de nuestra llegada. Muchos padres y madres ocultan a sus hijos sus errores del pasado para, supongo, que estos no “les pierdan el respeto”. Nuestros padres hacen lo mismo que Kratos hace con Atreus, nos ocultan sus errores pensando que así no cometeremos sus mismos errores y los respetaremos. Supongo que todos nosotros, nuestros padres y Kratos tememos que nuestros hijos e hijas no sean capaces de perdonarnos. La verdad es que yo le perdono a mi madre cualquier error que haya cometido antes de darme a luz.

 Julio Romero Cortés.

[captivemoon]

"En todos los idiomas"

No entiendo la gente que pide perdón. La gente act��a con total liviandad, total haga la barbaridad que haga después te pide perdón y listo.

Si, te ahorro, puedo ser un bicho raro, pero para mí ‘nos vemos’ es ‘nos vemos’, ‘ te llamo’ es ‘te llamo’, ‘te quiero’ es ‘te quiero’. Si yo digo que voy a estar ahí vos sabes que voy a estar ahí. Ahora cuando alguien me dice a mí que va a estar ah�� lo dudo, porque se perdió el valor de la palabra. Te pueden fallar total después vienen, te piden perdón, y ya está, así de fácil.

Pedir perdón no debería tomarse con tanta liviandad. El castigo precede al crimen decía Dostoievski, porque uno antes de cometer el crimen sabe el dolor que generará y asume la culpa. Esa culpa es el castigo ¿y uno pretende redimir esa culpa con un simple perdón?

Un perdón no puede reparar lo que hicimos mal. Para pedir perdón antes hay que estar dispuesto a reparar. ¿De qué sirve pedir perdón cuando no hay manera de reparar lo que hiciste mal?

Cuando no nos perdonan nos obligan a vivir con nuestro error, con nuestra culpa. Cuando no nos perdonan nos obligan a hacernos cargo de lo que hacemos. Un simple perdón no puede borrar el dolor que se causó.

Pedir perdón es poner una curita en una herida abierta que nosotros mismos provocamos. Insuficiente y a destiempo. Recién cuando nos hacemos responsables de lo que hacemos, ahí se puede empezar a construir algo distinto.

Suplicando a los gritos, de rodillas, implorando en todos los idiomas, pedir perdón no alcanza, no repara, no alivia si no nos hacemos responsables de nuestras acciones.

Cuando no nos perdonan nos obligan a vivir con nuestro error, con nuestra culpa. Porque un simple perdón no pude borrar el dolor.

Hay cosas imperdonables aunque se pida perdón en todos los idiomas.

[phrazes--fortheyoung]

En todos los idiomas

No entiendo a la gente que pide perdón. Yo desde que soy chico que sueño con que va a volver mi vieja y me va a pedir perdón por haberme abandonado. Y después me termino dando cuenta que, aunque venga, un simple perdón no va a compensar 30 años de abandono.

La gente actúa con total liviandad, total, haga la barbaridad que haga, después te pide perdón y listo.

Si, te ahorro, puedo ser un bicho raro, pero para mi “nos vemos” es “nos vemos”, “te llamo” es “te llamo”, “te quiero” es “te quiero”.

Si yo te digo que voy a estar ahí, vos sabes que voy a estar ahí. Ahora, cuando alguien me dice a mí que va a estar ahí, lo dudo. Porque se perdió el valor de la palabra. Te pueden fallar, total, después vienen, te piden perdón y ya está. Así de fácil.

Pedir perdón no debería tomarse con tanta liviandad. “El castigo precede al crimen”, decía Dostoievski, porque uno antes de cometer el crimen sabe el dolor que generará y asume esa culpa. Esa culpa es el castigo, y uno ¿pretende redimir esa culpa con un simple perdón?

Un perdón no puede reparar lo que hicimos mal. Para pedir perdón, antes hay que estar dispuesto a reparar.

¿De qué sirve pedir perdón cuando no hay manera de reparar lo que hiciste mal?

Cuando nos perdonan, nos obligan a vivir con nuestro error, nuestra culpa. Cuando nos perdonan, nos obligan a hacernos cargo de lo que hacemos. Un simple perdón no puede borrar el dolor que se causó.

Pedir perdón es poner una curita en una herida abierta que nosotros mismos provocamos. Insuficiente y a destiempo. Recién cuando nos hacemos responsables de lo que hacemos, ahí se puede empezar a construir algo distinto.

Suplicando a gritos, de rodillas, implorando en todos los idiomas, pedir perdón no alcanza, no repara, no alivia, si no nos hacemos responsables de nuestras acciones. 

Hay cosas imperdonables, aunque se pida perdón en todos los idiomas.

[ra-tato]

Nudos

De vuelta al amargo olvido, no se que sea exactamente el olvido puesto que en palabras castizas, no lo he experimentado, quizás por decisión propia o por obsesión a recordar para no caer en el mismo juego del error , ese predeterminado error marcado en el suplicio de un  re incisivo margen de comportamiento en círculos que no te deja desvanecer eso que tanto dolía, duele y seguirá doliendo.

Supongo que existen cosas que se escapan para bien del retorcido pensamiento, que aveces vuelven sin avisar desembocando un complot de ansiedad e impotencia , demasiado para un simple mortal , un insignificante mortal que no ha podido con su drama existencial reincidente.

Si solo comprendiéramos el impacto circunstancial provocado a cada paso que damos, somos una cadena de recuerdos marcados por la particularidad de la estancia, implícita o no, estuvimos, estamos y estaremos remarcados en el camino de cada persona que  tuvo la suerte o la in fortuna de conocernos. Pero como lidiar con estos lazos invisibles que permanecen en el inconsciente propio y el ajeno? Como comprender el sentimiento y el agobio transversal que estos echos imponen. Es fácil establecer el desconcierto y la coherencia personal de los mismos , pero como descifrar el  conflicto , como entender el desorden que se produce a lo lejos? Como asimilar mi problema causado en los demás y viceversa, de la manera mas positiva? Es complicado así no mas, sin abordar la gravedad de los asuntos. Como justificar el daño echo y recibido? como redimir las culpas y recompensar en el anonimato? Si es difícil el perdón así mismos, como sera el de individuos inexistentes o distorsionados en la memoria , quizás indolentes o quizás conscientes del daño, indirectamente implícitos y abnegados de la responsabilidad que se les adjudica. Como?

1/Agosto/2018

[daniellevie-blog]

Regresar

Nunca fue tan complejo volver a tus brazos y por eso esta desazón me visita cada martes o jueves. No sé si se pueden redimir los errores en el mismo lugar donde los cometimos o si en cambio, es aconsejable y menos peligroso, hallar lugar nuevo en donde la culpa no se confunda, sino que se oculte, y el amor sea sólo certero. No sé, amor de mis días, si peco al quedarme o fallo al no intentarlo. Me duele un lugar que no existe, pero que cobra geografía cuando regreso al pasado y a la herida que ya hiciste. Considero pertinente no pensar y sólo sentir, pero si de pertenencia se tratase ya estaría en la última cabina de los amores no correspondidos. Me pesa mucho decir que no soy la misma que algún día celebró tus ocurrencias, al ritmo de tu sonrisa, y que ya los besos me parecen gastados. Este amor loco que me he venido forjando y que es lo más contrariado que he tenido que soportar, no se sale de mi pecho aún y reclama canciones y poemas, porque se niega a morir. ¿Quien iba a pensarlo? Nos aferramos a los amores dulces y dolorosos porque contienen la dosis precisa de insensatez, y albergan una chispa que sólo se evapora cuando la memoria se cansa de evocar.