Tumgik
#Y NI SIQUIERA AHI HAY TANTOS RUBIOS?????
sapybara · 2 years
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la próxima persona que vea decir que los argentinos no pueden opinar porque son todos "blancos de ojos azules" va a terminar con tres corchazos en la espalda primer aviso
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nadirelsabio · 5 years
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“El caos y yo” (Relato)
Estaba de nuevo en una de esas chuletadas donde solo conocia a una o dos personas. La mayoria de gente que habia alli eran solo conocidos leves o amigos de amigos que estaban cogiendose una cogorza bestial, preparando mojitos por turnos y con un olor a porro en el aire que a uno le entraba hasta hambre. Entonces la vi entre todo el gentio, seria imposible no haber reparado en ella. Toda esa suavidad y rubio natural que caia en una lluvia de rizos, los ojos inquisitivos de color aguamarina, los piercings y el septum que le daban ese aspecto de dulzura violenta. La conocia, ya creo que la conocia, tanto que me quede ahi parado, esperando en medio de toda la multitud y esperando que ella girase la cabeza en mi direccion para verme. Al final ella tambien me vio y sonrio, e hizo un gesto para que me acercara. Hubiera sido de muy mala educacion no ir a su encuentro. Ni siquiera me explico que hacia ella en una chuletada si no come carne, cuando me acerque estaba dando buena cuenta de una de esas hamburguesas de soja que te vienen en paquetes de nueve. Procuraba no mirar a ningun lado excepto a aquellos que estaban sentados a su alrededor, quizas la vision de seres humanos comiendo carne procesada que habia nacido solo para morir la horrorizaba. Teniendo en cuenta eso, yo para ella debo de ser algo asi como un demonio noble, segun sus parametros. Nos saludamos, nos dimos dos besos en la mejilla y en ese breve espacio que hay entre el primero y el segundo yo aproveche para aspirar el olor de su pelo. No olia a nada que pudiese recordar, un poco de vainilla aqui y quizas otro poco de cereza alla, pero no hay un olor igual a ese. Estuvimos hablando un rato de esto y de lo otro. No hay mucho que comparar, ella es anarquista y yo soy liberal. Sus amigas se estaban pasando un porro y aproveche para darle una o dos caladas, ya habiamos entrado en el tema. Ella y yo nos miramos, ella se rio y yo tambien, quizas por lo hilarante del asunto, por tener los mismos vicios. Empezamos a hablar del tema de la legalizacion de todo y de nada, y yo me las di de intelectual por haber leido a Escohotado, le dije que los anarquistas que me caian mejor eran aquellos que reconocian en el individualismo a la verdadera base de su filosofia. Le explique que, segun el filosofo, los seres humanos somos como estados y de nuestra piel para adentro es donde comienza la verdadera soberania. Ella me observaba, se habia puesto muy seria de repente, y sin querer me di cuenta de que ya el sol se estaba poniendo y comenzaba a hacer frio. Se ocultaba el astro rey sobre las montañas cuando me di cuenta de que ella se habia movido, tenia su cabeza apoyada en mi hombro y aproveche para aspirar de nuevo su perfume. Ella se movio de nuevo y se inclino hacia mi, su boca a la altura de mi oido. Dejame invadirte, me dijo. Y mi frontera se abolio.
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