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Buenafuente y Abril se ríen de todos, reparten pullas, pero no hieren
Carmen Sigüenza Sevilla (España), 2 feb (EFE).- Los presentadores de la gala de los Goya, Andreu Buenafuente y Silvia Abril, se rieron hoy de todo, empezando por ellos mismos, en una noche con discursos reivindicativos en favor de la integración o la mujer y con una poética Rosalia cantando "Me quedo contigo". En una gala que ha querido ser elegante, ágil y poco arriesgada, en la que se habló también de los limites del humor, Andreu y Abril comenzado por el final, con unas imágenes en las que se les veía huyendo perseguidos por el director de la Academia de Cine, Marino Barroso, y de un montón de actores "por haberse cargado la fiesta del cine español". Pasada ya la prueba de la introducción, la gala de los Goya se desarrolló en un escenario elegante que parecía la pantalla de un cine estadounidense con cortinas rojas de terciopelo que recordaba la película "The Purple Rose of Cairo", de Woody Allen. Y así la ironía y los dardos de la pareja de cómicos, matrimonio en la vida real, comenzó a disparar por todos los lados pero sin herir de muerte: "Queremos agradecer la confianza a la Academia y a Mariano Barroso, un presidente que fue elegido en el mes de junio. Un Mariano que entra por otro que sale". Buenafuente se refería a que Mariano Barroso llegó a la Academia de Cine en la mismas fechas en que Mariano Rajoy perdió una moción del censura que le sacó del gobierno. O también Abril, que se cambió tres veces de vestido y pasó del negro, al rojo y al amarillo, espetó: "Para una mujer de mediana edad presentar los Goya es la manera más fácil de conseguir un trabajo en el cine español!". Buenafuente tuvo también alguna puntilla para el político de Podemos Pablo Echenique, que va en silla de ruedas y estaba presente en la gala. "Un político muy cinematográfico, ¡su vida es un traveling!", aseguró. Y así ha comenzado una entrega de premios en los que las favoritas de la noche, "El Reino", de Rodrigo Sorogoyen, se ha llevado siete estatuillas. Y "Campeones", la comedia blanca sobre la inclusión de discapacitados, de Javier Freser, logró el premio más importante, el de mejor película; además del de actor revelación para Jesús Vidal y canción para "Este es el momento", de Coque Malla Una gala en la que también hubo tiempo para homenajear a Chicho Ibáñez Serrador, Goya de Honor 2019, que puso de pie a los miles de espectadores del Palacio de Exposiciones y Congresos de Sevilla, aunque con él ausente. Una imitación de Groucho Marx por parte de Buenafuente, o una escena en la que Silvia Abril se quedó en el escenario con una faja reductora tras haberse "pillado" el vestido -un acto que fue imitado, "por solidaridad" por el humorista que se quedó en calzoncillos- fueron otros de los momentos más hilarantes de una gala, en la que la pareja de humoristas pisó fuerte y se sintieron gamberros y seguros. La gran anécdota de la gala la protagonizó la ganadora de la última edición de Operación Triunfo, Amaia Romero, que salió tarde al escenario para cantar una canción, mientras el pianista estaba tocando, por lo pidió que volvieran a empezar porque -dijo- no había sonado la claqueta. Romero interpretó junto a Judit Neddermann y Rozalén un tema que unía a las cuatro músicas nominadas a los Goya. Los abanicos rojos volvieron este año a tomar la alfombra roja a la entrada de los Goya con el hashtag #NiUnaMenos, en referencia a las mujeres muertas por la violencia de género. "Por desgracia no será una cosa de la que solo hablemos hoy, sino que viene del año pasado y del anterior y seguirá. Tenemos que cambiarlo", dijo Penélope Cruz. Pedro Almodovar con Rosy de Palma, Julieta Serrano y Loles León celebraron los 30 años de "Mujeres al borde de un ataque de nervios", y la gala, después de más de tres horas, acabó con un alegato por parte de Buenafuente a favor del humor y del cine "que nos une y hace más libres". -EFE crs/cb/cr (foto) (vídeo) (audio)
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