Tumgik
#enigma alado
amamaia · 2 months
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Acendimento
enigma para abrir olhar que lê sussurros de caldeirão aceso
É sobre crescer. Como um voleio. Imenso e intenso. Um raio inescusável diante dos olhos abrasados. Tempero. Desejo. Destino. De um fôlego, tudo se contorce, até caber. O peito enche da fome antes do respiro. As pupilas dançam na hipnose da chama. Os brilhos explodem na imensidão da Noite Escura.
A outra face iluminada, ri embriagada de mais um gole da pulsação acelerada. As mãos buscam ávidas pelo banquete viscoso do mel muito que se abre em pétalas. Tudo se abre. Dos lábios mordidos às exigências do Fogo, tudo se abre.
As chaves encontram o Fio eriçado nos mistérios da Revolução. Tudo é curso no céu d'água, Sol e Lua confluem no desvelar dos lugares que cintilam. Um a um, dá pra sentir. O que está dentro revolve o que está fora.
Depois do Agora, saber-se feita. Daí, mirar no próximo passo. Encontrar prazer no mergulho.
.xxx.
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chicosanchez · 4 years
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Una de mis fotografías de los seres alados mayas de Ek Balam en Yucatán. Durante casi trece años busqué el orígen de estos seres alados que se encuentran en muchas ciudades mayas y en mi libro Un viaje maravilloso os comparto la respuesta a este enigma, un enigma que se remonta a los orígenes de la humanidad. Para más información sobre este nuevo libro visita este video: https://youtu.be/wxYJacSt8EI o visita mi página web: https://www.chicosanchez.com #libros #angeles #mayas #seresalados #yucatan #mexico #chicosanchez #mitología #misterios (en Valladolid, Yucatan) https://www.instagram.com/p/CGMHtX_JD62/?igshid=13ecju2ub77
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gdsradio7 · 4 years
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A dónde van a morir las aves y otros enigmas alados
A dónde van a morir las aves y otros enigmas alados
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Pie de foto,¿Qué pasa con las aves al final de su vida? ¿Por qué hay aves que se suicidan en India y otras que estallan en Nevada?
¿Te has puesto a pensar alguna vez por qué, con tantos pájaros que hay en las ciudades, los parques, los bosques, no vemos sus cadáveres en el suelo más a menudo?
“Es una muy buena pregunta, pero algo complicada de responder”, me dice el ornitólogo Mauricio…
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Todos os dias é como sair de uma casca, uma libertação. Tem sido assim, desde que me permiti expandir. Me tornei um SER alado, capaz de alçar altos voos, em várias dimensões. Toco a Lua, atravesso portais, percebo o todo de uma maneira que me permito não ter que compreender, e sim sentir. Cavalgo montado em um unicórnio, outras vezes num pássaro, e quando desejo, crio asas de borboleta, e como uma crisálida viajo por entre mundos semeando amor. Tenho saltado muros, quebrado correntes nessa realidade. Torno a realidade mística. E no misticismo da realidade que crio, eu tudo posso fazer. As marcas, as lágrimas negras, o equilíbrio, existem por causa da leveza que encontrei. O espelho que reflete meu oposto, é meu melhor aprendizado. Meu condicionamento e único que me permito, é sempre renascer. A máscara que usamos quase todo dia, e toda hora, não reflete quem somos. E todas as máscaras caem quando renascemos. A codificação de DNA pode ser racional, o tempo perene que nos encontramos, também. A criança interior, as fadas, a coruja, a velocidade com que processamos tudo sem ser racional, apenas com instinto, provoca o ato de acordar. Sem crenças, seres aptos para viver. Um monge mergulhado num mar de cristal, no silêncio, dos ecos das ondas como arco-íris. A noite, o poder da luz é uma engrenagem que move cada um, cocriando e moldando um novo ser ao raiar da luz solar. Uma reverência, símbolos, poder das luzes, como raios, da luz interior conectada com a luz maior. Somos luzes, seres de luzes, de energia nós somos. Um enigma pode ser ouvir a voz dizendo para sempre com você. Tão bonito e sagrado, tão eterno e real, tal vibração do coração pulsa por entre as estrelas do Universo. No Universo, a fusão das antigas meditações, relaxamentos, são os elementos da linguagem das outras dimensões. Nessa convenção de seres, nos unimos, nem anjos, nem bruxas, somente sentir e SER. Semelhante às essências gêmeas, onde se propicia uma rápida transição do mundo mortal, assim as essências mesmo distintas, nunca estão separadas. Isto é uma certeza, e não como o abraço branco do nada e o ranger de dentes no escuro. O pensar de que vem de dentro, depois da vida, do olhar que espera o movimento. Os braços abertos, os passos dados, como uma dança, envolvendo a luz da vida, infinita de dentro de cada um. E a cada respiração, um renascimento do SER. E todo dia renasço. Gratidão! Namo Amituofo! Namastê! Autor Escrito por Euclydes Zanon Filho https://www.eusemfronteiras.com.br/renasco-todos-os-dias/ #autoconhecimento #instinto #intuição #renascimento #renascimento #diário #ressignificação #ser #diferença  #amorproprio #universo
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purogeek · 5 years
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Científicos descubren una nueva especie alada de dinosaurio que revela enigmas sobre cómo empezaron a volar https://www.fayerwayer.com/2019/05/dinosaurio-alado-volar
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003 – ENIGMAS – LA PIEDRA DE ROSETTA – SEGUNDA PARTE --
Descripción - La Piedra de Rosetta tiene 112,3 cm de altura, 75,7 cm de ancho y 28,4 cm de espesor, mientras que su peso se estima aproximadamente en 760 kilogramos.
Presenta tres inscripciones: la superior en jeroglíficos del antiguo Egipto, la central en escritura demótica egipcia y la inferior en griego antiguo.
La superficie frontal está pulida y las inscripciones ligeramente incisas en ella, los laterales están suavizados y la parte posterior está toscamente trabajada, sin duda porque no estaba a la vista en su ubicación original.
La estela se describe como «una piedra de granito negro, con tres inscripciones… encontrada en Rosetta» en un catálogo moderno de los objetos descubiertos por la expedición francesa a Egipto. ​
En algún momento después de su llegada a Londres las inscripciones de la estela fueron rellenadas con tiza blanca para hacerlas más legibles, mientras que el resto de la superficie fue cubierta por una capa de cera de carnaúba destinada a protegerla de los dedos de los visitantes, ​ lo que le dio un color negro a la piedra, que llevó a su identificación errónea como basalto negro.
Estas adiciones fueron retiradas en una limpieza que se le practicó en 1999 y que reveló el gris oscuro original, el brillo de su estructura cristalina y las vetas rosas que recorren su esquina superior izquierda. ​
Las comparaciones con la colección Klemm de piedras egipcias ubicada en el Museo Británico mostró su gran parecido con la roca de una pequeña cantera de granodiorita en Gebel Tingar, en la orilla occidental del Nilo y al oeste de Elefantina, en la región de Asuán, cuyas piedras de granodiorita presentan esta peculiar veta rosácea. ​
Estela Original - La piedra de Rosetta es un fragmento de una estela más grande, aunque posteriormente no se encontraron otras partes en el lugar en que fue hallada.
Debido a que le faltan fragmentos, ninguno de sus textos está completo. El más dañado es el superior, escrito en jeroglífico, del que solo son visibles catorce líneas, todas interrumpidas en su lado derecho y doce de ellas incompletas en el lateral izquierdo.
El siguiente registro escrito en demótico ha sobrevivido mejor, pues tiene treinta y dos líneas, catorce de las cuales están ligeramente dañadas en el lado derecho.
El texto inferior en griego cuenta con cincuenta y cuatro líneas, veintisiete de ellas completas y el resto gradualmente dañadas por la rotura diagonal de la esquina inferior derecha de la estela. ​
La extensión completa del texto jeroglífico y el tamaño total de la estela original, de la que la Piedra de Rosetta es solo un fragmento, puede ser estimada sobre la base de la comparación con otras estelas que han perdurado, incluidas otras copias del mismo decreto.
El anterior decreto de Canopo, creado en el 238 aC., durante el reinado de Ptolomeo III, tiene 219 cm de alto y 82 de ancho, y contiene treinta y seis líneas de texto jeroglífico, setenta y tres de demótico y setenta y cuatro de griego con textos de similar longitud.
Con esta comparación se puede estimar que se han perdido catorce o quince líneas del texto jeroglífico de la Piedra de Rosetta, unos 30 cm. ​ Además de las inscripciones, seguramente presentaba una escena que representaba al faraón presentándose a los dioses, coronada por un disco alado (Behedety) como en la estela de Canopus. Estos paralelismos, y un signo jeroglífico para «estela» en la misma piedra - O26 de la lista de Gardiner - sugieren que originalmente tenía un remate superior redondeado y que su altura alcanzaba los 149 cm.
La estela fue elaborada tras la coronación de Ptolomeo V y se le inscribió un decreto que establecía el culto divino al nuevo gobernante, ​ dictado por un congreso de sacerdotes reunidos en Menfis. La fecha que se da del mismo, «4 Xandicus» del calendario macedonio y «18 Meshir» del egipcio, se corresponde con el 27 de marzo de 196 aC., noveno año del reinado de Ptolomeo V. Revista Enigmas - [email protected]
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profcarlosloiola · 4 years
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Rudolf Steiner Die Rätsel der Philosophie trad. Carlos Loiola
Um prenúncio de um novo elemento produzido pela própria vida do pensamento emerge em Santo Agostinho (354 - 430). Esse elemento logo desaparece da superfície, no entanto, para continuar imperceptivelmente sob a cobertura da concepção religiosa, tornando-se distintamente discernível novamente apenas na Idade Média posterior. Em Santo Agostinho, o novo elemento parece uma reminiscência da vida do pensamento grego. Ele olha para o mundo externo e para si mesmo, e chega à conclusão: que tudo o que o mundo revela contenha apenas incerteza e decepção, não se pode duvidar de uma coisa, isto é, a certeza da própria experiência da alma. Não devo essa experiência interior a uma percepção que possa me enganar; Eu mesmo estou nele; é, pois estou presente quando lhe é atribuído.
Pode-se ver um novo elemento nessas concepções contra a vida do pensamento grego, apesar de parecerem a princípio uma reminiscência dela. O pensamento grego aponta para a alma; em Santo Agostinho, somos direcionados para o centro da vida da alma. Os pensadores gregos contemplaram a alma em sua relação com o mundo; na abordagem de Santo Agostinho, algo na vida da alma confronta essa vida da alma e a considera um mundo especial e independente. Pode-se chamar o centro da vida da alma de "ego" do homem. Para os pensadores gregos, a relação da alma com o mundo se torna problemática, para os pensadores dos tempos modernos, a do “ego” para a alma. Em Santo Agostinho, temos apenas a primeira indicação dessa situação. As correntes filosóficas que se seguem ainda estão muito ocupadas com a tarefa de harmonizar a concepção e a religião do mundo para tornar-se distintamente consciente do novo elemento que não entrou na vida espiritual. Mas a tendência de contemplar os enigmas do mundo de acordo com a demanda desse novo elemento vive mais ou menos inconscientemente nas almas do tempo que se segue. Em pensadores como Anselmo de Canterbury (1033 - 1109) e Tomás de Aquino (1227 - 1274), essa tendência ainda se mostra de tal maneira que atribuem ao pensamento autossuficiente a capacidade de investigar os processos do mundo até certo ponto , mas eles limitam essa capacidade. Existe para eles uma realidade espiritual mais elevada, à qual o pensamento, deixado por seus próprios recursos, nunca pode atingir, mas isso deve ser revelado a ele de maneira religiosa. Segundo Tomás de Aquino, o homem está enraizado com a vida da alma na realidade do mundo, mas essa vida da alma não pode conhecer essa realidade em sua extensão total apenas por si mesma. O homem não poderia saber como está o seu próprio ser no curso do mundo se o ser espiritual, ao qual seu conhecimento não penetra, não se dignou a revelar a ele o que deve permanecer oculto a um conhecimento que depende apenas de seu próprio poder. Tomás de Aquino constrói sua imagem do mundo nesse pressuposto. Ele tem duas partes, uma das quais consiste nas verdades que são cedidas à própria experiência de pensamento do homem sobre o curso natural das coisas. Isso leva a uma segunda parte que contém o que chegou à alma do homem através da Bíblia e da revelação religiosa. Algo que a alma não pode alcançar por si só, se quiser sentir-se em sua essência completa, deve, portanto, penetrar na alma.
Tomás de Aquino familiarizou-se com a concepção de mundo de Aristóteles, que se tornou, por assim dizer, seu mestre na vida do pensamento. A esse respeito, Tomás de Aquino é, com certeza, o mais proeminente, mas, no entanto, apenas uma das numerosas personalidades da Idade Média que erigem sua própria estrutura de pensamento inteiramente sobre a de Aristóteles. Durante séculos, ele é o maestro di color che sanno, o mestre daqueles que sabem, como Dante expressa a veneração por Aristóteles na Idade Média. Tomás de Aquino se esforça para compreender o que é humanamente compreensível no método aristotélico. Dessa maneira, a concepção de mundo de Aristóteles se torna o guia para o limite para o qual a vida da alma pode avançar através de seu próprio poder para ele. Além dessas fronteiras, está o reino que a concepção do mundo grego, de acordo com Thomas, não poderia alcançar.
Portanto, o pensamento humano de Tomás de Aquino precisa de outra luz pela qual ele deve ser iluminado. Ele encontra essa luz na revelação. Qualquer que fosse a atitude dos pensadores que se seguiram em relação a essa revelação, eles não podiam mais aceitar a vida do pensamento da maneira dos gregos. Não é suficiente para eles que o pensamento compreenda o mundo; eles pressupõem que deveria ser possível encontrar um suporte básico para o próprio pensamento. Surge a tendência de compreender a relação do homem com a vida da alma. Assim, o homem se considera um ser que existe em sua vida da alma. Se alguém chama essa entidade de ego, pode-se dizer que, nos tempos modernos, a consciência do ego é despertada na vida da alma do homem, de maneira semelhante àquela em que o pensamento nasceu na vida filosófica dos gregos. Quaisquer que sejam as diferentes formas assumidas pelas correntes filosóficas nesta era, todas elas dependem da busca pela entidade do ego. Esse fato, no entanto, nem sempre é trazido claramente à consciência dos próprios pensadores. Eles acreditam principalmente que estão preocupados com questões de natureza diferente. Pode-se dizer que o “Enigma do Ego” aparece em uma grande variedade de máscaras. Às vezes, vive na filosofia dos pensadores de maneira tão oculta que a afirmação de que esse enigma está no fundo de uma visão ou outra pode parecer uma opinião arbitrária ou forçada. No século XIX, essa luta pelo enigma do ego chega à sua manifestação mais intensa, e as concepções de mundo da atualidade ainda estão profundamente envolvidas nessa luta.
Esse enigma do mundo já vivia no conflito entre os nominalistas e os realistas na Idade Média. Pode-se chamar Anselmo de Canterbury um representante do realismo. Para ele, as idéias gerais que o homem forma quando contempla o mundo não são meras nomenclaturas que a alma produz para si mesma, mas que têm suas raízes na vida real. Se alguém formar a idéia geral de "leão" para designar todos os leões com ele, certamente é correto dizer que, para a percepção dos sentidos, apenas os leões individuais têm realidade. O conceito geral "leão" não é, contudo, apenas uma designação sumária com significado apenas para a mente humana. Está enraizado em um mundo espiritual, e os leões individuais do mundo da percepção sensorial são as várias formas de realização da natureza de um leão expressa na "idéia de leão".
Essa "realidade de idéias" foi contestada por nominalistas como Roscellin (também no século XI). As “idéias gerais” são apenas designações sumárias para ele, nomes que a mente forma para seu próprio uso em sua orientação, mas que não correspondem a nenhuma realidade. De acordo com essa visão, apenas as coisas individuais são reais. A briga é característica da mentalidade específica de seus participantes. Ambos os lados sentem a necessidade de procurar a validade, o significado dos pensamentos que a alma deve produzir. A atitude deles em relação aos pensamentos é diferente da atitude de Platão e Aristóteles em relação a eles. Isso ocorre porque algo aconteceu entre o fim do desenvolvimento da filosofia grega e o início do pensamento moderno. Algo aconteceu sob a superfície da evolução histórica que pode, no entanto, ser observada na atitude que os pensadores individuais adotam em relação à sua vida de pensamento.
Para o pensador grego, o pensamento veio como uma percepção. Surgiu na alma quando a cor vermelha aparece quando um homem olha para uma rosa, e o pensador a recebe como uma percepção. Como tal, o pensamento tinha o poder imediato de convicção. O pensador grego teve a sensação, quando se colocou receptivamente com sua alma diante do mundo espiritual, que nenhum pensamento incorreto poderia entrar deste mundo na alma, assim como nenhuma percepção de um cavalo alado poderia vir do mundo dos sentidos, desde que órgãos sensoriais foram usados ​​corretamente. Para os gregos, era uma questão de conseguir reunir pensamentos do mundo. Eles eram então eles mesmos testemunhas de sua verdade. O fato dessa atitude não é contradito pelos sofistas, nem é negado pelo ceticismo antigo. Ambas as correntes têm uma tonalidade de significado completamente diferente na antiguidade, em relação às tendências semelhantes nos tempos modernos. Não são evidências contra o fato de que o grego experimentou o pensamento de uma maneira muito mais elementar, saturada de conteúdo, vívida e real do que pode ser experimentado pelo homem dos tempos modernos. Essa vivacidade, que na Grécia antiga deu o caráter de percepção ao pensamento, não é mais encontrada na Idade Média.
O que aconteceu é isso. Como nos tempos gregos, o pensamento entrou na alma humana, extinguindo a consciência pictórica anteriormente predominante; assim, durante a Idade Média, a consciência do "ego" penetrou na alma humana, e isso atenuou a vivacidade do pensamento. O advento da consciência do ego privou o pensamento da força pela qual ela aparecera como percepção. Só podemos entender como a vida filosófica avança quando percebemos como, para Platão e Aristóteles, o pensamento, a idéia, era algo completamente diferente do que era para as personalidades da Idade Média e dos tempos modernos. O pensador da antiguidade teve a sensação de que o pensamento lhe era dado; o pensador da época posterior teve a impressão de estar produzindo pensamento. Assim, surge a pergunta nele sobre o significado que o que foi produzido na alma pode ter para a realidade. O grego sentiu-se uma alma separada do mundo; ele tentou se unir ao mundo espiritual em pensamento. O pensador posterior sente-se sozinho com sua vida de pensamento. Assim, começa a investigação sobre a natureza das "idéias gerais". O pensador se pergunta: “O que realmente produzi com eles? Eles só estão enraizados em mim ou apontam para uma realidade ” ?
No período entre a corrente antiga da vida filosófica e a da filosofia moderna, a fonte do pensamento grego é gradualmente esgotada. Sob a superfície, no entanto, a alma humana experimenta a consciência do ego que se aproxima como um fato. Desde o final da primeira metade da Idade Média, o homem é confrontado com esse processo como um fato consumado e, sob a influência desse confronto, surgem novos enigmas da vida. Realismo e nominalismo são sintomas do fato de o homem perceber a situação. A maneira pela qual os realistas e os nominalistas falam sobre o pensamento mostra que, comparado à sua existência na alma grega, ela desapareceu, foi um tanto atenuada quanto a antiga imagem da consciência na alma do pensador grego.
Isso aponta para o elemento dominante que vive nas concepções do mundo moderno. Uma energia é ativa neles que se esforça além do pensamento em direção a um novo fator da realidade. Essa tendência dos tempos modernos não pode ser sentida como a mesma que foi além do pensamento nos tempos antigos em Pitágoras e depois em Plotino. Esses pensadores também se esforçaram além do pensamento, mas, de acordo com sua concepção, a alma em seu desenvolvimento, sua perfeição teria que conquistar a região que está além do pensamento. Nos tempos modernos, pressupõe-se que o fator da realidade que está além do pensamento deve se aproximar da alma, deve ser dado de fora para ela.
Nos séculos que se seguiram à era do nominalismo e do realismo, a evolução filosófica se transforma em uma busca pelo novo fator de realidade. Um caminho entre os discerníveis para o estudante dessa busca é o que os místicos medievais - Meister Eckhardt (morto em 1327), Johannes Tauler (morto em 1361), Heinrich Suso (morto em 1366) - escolheram para si mesmos. Recebemos a idéia mais clara desse caminho se inspecionarmos a chamada Teologia Alemã (Theologia, deutsch), escrita por um autor historicamente desconhecido. Os místicos querem receber algo na consciência do ego; eles pretendem preenchê-lo com alguma coisa. Eles, portanto, lutam por uma vida interior que é "completamente composta", rendida em tranquilidade, e que assim pacientemente espera experimentar a alma para ser preenchida com o "Ego Divino". Mais tarde, um ânimo de alma semelhante com um maior momento espiritual pode ser observado em Angelus Silesius (1624 - 1677).
Um caminho diferente é escolhido por Nicolaus Cusanus (Nicolaus Chrypffs, nascido em Kues na Mosela, 1401, falecido em 1464). Ele se esforça para além do conhecimento intelectualmente atingível, até um estado de alma no qual o conhecimento cessa e no qual a alma encontra seu deus em "conhecer a ignorância", em docta ignorantia. Examinada superficialmente, essa aspiração é semelhante à de Plotino, mas a constituição da alma dessas duas personalidades é diferente. Plotino está convencido de que a alma humana contém mais do que o mundo dos pensamentos. Quando desenvolve a energia que possui além do poder do pensamento, a alma se torna consciente do estado em que existe e sobre o qual é ignorante na vida comum.
Paracelso (1493 - 1541) já tem o sentimento em relação à natureza, que se torna cada vez mais pronunciado na concepção do mundo moderno, que é um efeito do sentimento de desolação da alma em sua consciência do ego. Ele volta sua atenção para os processos da natureza. Como eles se apresentam, não podem ser aceitos pela alma, mas tampouco o pensamento, que em Aristóteles se desdobrava em comunicação pacífica com os eventos da natureza, agora é aceito como aparece na alma. Não é percebido; é formado na alma. Paracelso sentiu que não se deve deixar o próprio pensamento falar; é preciso pressupor que algo está por trás dos fenômenos da natureza que se revelará se encontrarmos o relacionamento correto com esses fenômenos. É preciso ser capaz de receber algo da natureza que não se cria como pensamento durante o ato de observação. É preciso estar conectado com o "ego" por meio de um fator de realidade que não seja o pensamento. Uma natureza superior por trás da natureza é o que Paracelsus está procurando. Seu humor de alma é tão constituído que ele não quer experimentar algo em si mesmo, mas ele pretende penetrar nos processos da natureza com seu "ego", a fim de lhe revelar o espírito desses processos que estão sob a superfície do mundo dos sentidos. Os místicos da antiguidade pretendiam mergulhar nas profundezas da alma; Paracelso decidiu tomar medidas que levariam a um contato com as raízes da natureza no mundo externo.
Jakob Boehme (1575 - 1624), que, como artesão solitário e perseguido, formou uma imagem do mundo como se fora de uma iluminação interior; no entanto, os implantes neste mundo representam o caráter fundamental dos tempos modernos. Na solidão da vida da alma, ele desenvolve esse traço fundamental de maneira mais impressionante, porque o dualismo interno da vida da alma, o contraste entre o “ego” e as outras experiências da alma, está claramente diante dos olhos do seu espírito. Ele experimenta o "ego", pois ele cria uma contrapartida interior em sua própria vida da alma, refletindo-se no espelho de sua própria alma. Ele então encontra essa experiência interior novamente nos processos do mundo. "Em tal contemplação, encontramos duas qualidades, uma boa e uma má, que estão entrelaçadas neste mundo em todas as forças, nas estrelas e nos elementos, assim como em todas as criaturas." O mal do mundo se opõe ao bem como seu equivalente; é somente no mal que o bem se torna consciente de si mesmo, como o "ego" se torna consciente de si mesmo em suas experiências interiores da alma.
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kiro-anarka · 6 years
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Félix Martí Ibáñez (1911–1972) * Artículo publicado originalmente en la revista Tiempos Nuevos de Barcelona en febrero de 1937. La Revolución española no solamente ha representado una trepidación social que conmoverá durante mucho tiempo todas las columnas que sustentan la actual Historia Universal, sino también un tránsito cronológico tan rápido a nuevas ordenaciones sociales, que precisa revisar todos nuestros antiguos conceptos para adaptarlos al mundo de hoy en que habitamos. La moral sexual es acaso el aspecto que más urgentemente reclama una revisión a la luz de las estrellas revolucionarias. Ideológicamente, ya tenía el proletariado una orientación precisa en cuanto a su actividad sexual. Una sólida preparación teórica en todos los órdenes. Pero hoy, que hemos visto desmoronarse tantas convicciones al roce de la áspera realidad, precisa volver a corregir la brújula revolucionaria, para que señale siempre el norte de una actuación clara y definida. Y ese es nuestro problema actual. En varios años de propaganda eugénica, hemos procurado siempre entablar verbalmente o por escrito una íntima relación espiritual con el individuo. Toda mi obra sexológica es un diálogo sostenido en voz suave con aquellos individuos que fuesen capaces de sentirse interiormente rebeldes en el seno de una sociedad durmiente, como lo fue la España anterior al 19 de julio. Entonces la campaña eugénica estaba encaminada a luchar contra la moral sexual católica y a regar las voluntades individuales, para que fuesen acantilados firmes en medio del sucio oleaje de hipocresía sexual imperante. La Revolución –esa gran «educadora de los pueblos», que placía a un notable historiador– ha significado plantear en el orden colectivo muchos problemas antaño individuales, de los cuales destaca el perfil espinoso del problema sexual, que debemos solucionar para una sociedad recién fermentada, como antes intentamos hacerlo para los contados individuos que no se resignaban a pasar por el aro de la torpeza erótica vigente. Los días que se han sucedido, inmutables en el desgranar del tiempo, han probado que todo sigue igual que antes en el orden sexual, sin más diferencia que una exageración caricaturesca de los rasgos de cada conducta en cuanto al tema erótico. La Revolución, exagerando perfiles temperamentales, ha vuelto más tímidos a muchos pusilánimes y ha desatado la cuadriga instintiva de antiguos extremistas del sexo. Y en conjunto, sobre la red de incertidumbre y preocupación colectivas, flota pavoroso el nubarrón sexual, cargado de inquietudes y plasmando uno de los eternos e insolubles enigmas de la Humanidad. Gritémoslo bien alto, para que nuestra voz resuene en todos los corazones: ¡La revolución sexual no se ha verificado todavía! Continúan las mismas cadenas de antaño. Rotos los grilletes coercitivos que sobre cada individuo pusieron unas leyes anti biológicas y un falso pudor colectivo, cada individuo sigue atado con íntimas ligaduras. Y en el mejor de los casos, aun poseyendo una conciencia revolucionaria, no sabe qué hacer de su libertad en el orden sexual. Está situado en la misma postura de aquel esclavo de un cuento árabe, que permaneció largos años encadenado en una mazmorra, sabiendo de la Primavera por una florecilla que desplegaba su menuda y azul presencia sobre una grieta de la roca, y del Invierno, por aquella gota péndula que se filtraba a través de la piedra llevando el mensaje de hielo y mármol de la tierra nevada. Un día rompió sus cadenas y se fugó. Vagabundeó por los prados floridos y la verde campiña, sobre su rostro de cirio pintó una cutícula rosada en sol ardiente y por fin restó, en una estampa trágicamente plástica, erguido el torso, crispados los puños de los cuales pendían las cadenas de bronce, perdida la mirada de sus enrojecidos ojos en el horizonte dorado, buscando allí la clave para usar de una libertad que le había sido concedida y con la cual no sabía qué hacer. Viendo a muchos revolucionarios de hoy cabecear lamentablemente en el orden sexual, incurriendo en un libertinaje doloroso o en un seco ascetismo, me parece que ellos también llevan colgando de sus instintos un trozo de la rota cadena y no saben qué hacer de su propia libertad. De todo ello deducimos y nos afirmamos en nuestra íntima convicción: ¡Urge realizar la revolución sexual! Hoy más que nunca. Fuimos teóricos de la libertad en el amor. Y no podemos ni debemos fracasar en la práctica. Adoptemos, pues, una postura gallarda en los zarzales del sexo y afrontemos con serenidad y audacia, clara la mirada y limpio el corazón, el problema sexual. Afirmación previa: sería ingenuo y peligroso, por representar una recaída en los pantanos eróticos capitalistas, querer forjar una moral sexual colectiva cuyas normas rígidas encuadrasen la vida sexual de la sociedad proletaria. Eso sería substituir el puritanismo blanco por el rojo, y bajo los nuevos preceptos, por bellos y nobles que fueran, seguiría bullendo en los toneles del instinto el vino burbujeante de las ansias insatisfechas. La sexualidad es acaso el aspecto más específicamente individual de nuestra personalidad, y pretender encuadrar la vida amorosa en el marco de hierro de una moral colectiva, significaría o bien matar el misterio cálido y palpitante de la sexualidad bajo un rimero de preceptos o dejarla hirviente y rebelde bajo aquéllos. No. Ahora, precisamente, interesa cultivar nuestra individualidad erótica más que nunca. En el Ayer capitalista sembramos la semilla de libertad sexual que hoy puede recogerse. Y nuestra misión en el Hoy proletario es ser jardineros de la flor erótica individual. Regándola con ese néctar fecundo que se llama cultura eugénica, que es en la actualidad más necesario que nunca para las fauces sedientas de la inquietud erótica. Caminamos velozmente hacia un mundo nuevo, brillante y soleado, fértil y blandamente plástico. La Revolución no se ha hecho para que los que hasta el momento presente temían a la sociedad, y a su conciencia, hallen ahora justificación adecuada a sus excesos impulsivos en el pretexto de que la Revolución lo autoriza todo. ¡Atención! ¡Todo lo contrario! La Revoluci��n es un filtro que tamiza las conductas y deja en la criba a los indeseables. Ser revolucionario es sobre todo ser digno, consciente y limpio. Y los desafueros, los atropellos, las degeneraciones sexuales voluntarias, serán barridas por la ética revolucionaria, como las hojas secas por el viento otoñal. La Revolución, rompiendo los filamentos abrumadores de la moral católica, no va a ser un pabellón que encubra sucias mercancías pasionales. Y todos aquellos que, amparados por una bandera revolucionaria, se refocilen ante posibles tropelías sexuales, que reflexionen sobre sus deberes. Ni libertinaje ni monaquismo. El sexo ha de surgir del crisol revolucionario purificado y límpido. Con alas para volar libremente, pero con una aguja náutica que marque un rumbo determinado. Nunca uncido a la chabacanería ni a la bastedad, egoísmos o violencias de nadie. Porque más que las otras pasiones, los revolucionarios deben ir a la vida sexual por la puerta de luz de la amorosidad normal y sincera y no por el ventanuco angosto de un erotismo irresponsable. La Revolución no solamente ha de consolidarse por las bayonetas y la dinamita. Si la Economía no sanease la Hacienda y la Cultura los espíritus y la Eugenesia los instintos, el período postrevolucionario sería caótico y expuesto a caer en toda clase de abismos. ¿Cómo podrá orientarse la nueva ética sexual? Ante todo conociendo lo que no deberá hacerse, que es en primer término evitar el establecimiento de preceptos rígidos y de normas colectivas, lo cual, visto en el espejo de las afirmaciones, muestra como imagen reversible el que debemos crear rumbos y no caminos fijos para el sexo, orientaciones elásticas y humanas por lo comprensivas, y además, forjar en cada individuo, el deseo de solucionar por sí solo sus problemas eróticos y no por imitaciones ajenas. Individualizar el sexo, liberarle de las viejas tiranías, es la primera fortaleza a conquistar. La libre unión de los enamorados cuenta ya con unas posibilidades de realización que antes no tenía, al eliminarse el seto espinoso del puritanismo reinante. Pero ha de existir una cultura del amor previa. Para libertar el amor hemos de saber ante todo qué es el amor y qué representa la libertad en su territorio. Recientemente releía unas páginas de Royer, en las cuales se describía la libertad de amar encarnada en dos jóvenes nudistas uniéndose sobre la alfombra verde y mullida de la pradera, en el crepúsculo oloroso a jazmines y chispeado de pálidas estrellas. Y eso no es libertad de amar. Es libertad sexual, excelsa y bella; pero que significa una faceta del amor. Porque el amor no es solamente el encuentro alado de las carnes prietas y bellas, dotadas de la rubia mocedad y el vigor juveniles, sino que es además comunidad íntima de ideales, suma de voluntades, trabajo compartido, risas y dolores que se beben juntos en la misma copa conyugal. Y a todo eso, a la libre afinidad de espíritus que se sienten atraídos, se oponía el capitalismo tan intensamente como a la libertad sexual. Y si queremos que la Revolución sexual sea algo más que una expansividad de la carne satisfecha y represente una liberación intensa de cuanto hoy nos impide ser felices en amor, es preciso calar más hondo el problema y dejar de tener una visión simplista y epidérmica del asunto. Richard Aldington en una maravillosa novela, nos ha relatado la historia de una mujer y un hombre a los cuales separa moral y materialmente la vida falsa del capitalismo. Y ha de ser en plena naturaleza, frente al mar con su vestido azul y rizado y sobre las rocas de cobre y acero que albergaron su primer encuentro amistoso, donde renazca una intimidad amorosa, que no es sólo la de la carne sino también la de las almas atormentadas y dislaceradas por las uñas de la ruindad moral. Aquella mujer, la Katha de ancha espalda y ojos soñadores, que se une a su amado Tony al cabo de largos años de separación, no lo hace impelida por un simple instinto, sino por una sensibilidad amorosa que la vida sembró de costurones dolorosos y que ahora despertaba florida y pujante a la proximidad del varón que la fascinaba. Y era más que una atracción sexual, toda una corriente de amorosidad, la que iba a matizar de romanticismo y pureza la relación plástica de los dos enamorados. La nueva ética sexual revolucionaria, no asentará jamás normas de conducta colectivas, sino que forjará en la fragua de cada pensamiento individual el anhelo de resolver integral y sinceramente los problemas erótico-sentimentales que a cada persona se le plantean. Toda nuestra tarea futura es la de crear una propaganda eugénica constructiva, una firme cultura del amor. Para llegar a la igualdad sexual y a la libertad de amar, pura, sencilla y limpia – antitética y enemiga del grosero libertinaje, como pueda serlo el sentido disciplinado y consciente de la acción revolucionaria social cori respecto a la actuación violenta y desenfrenada del irresponsable– precisa que en cada individuo exista un férvido anhelo de dignificar el instinto mediante el autocontrol del mismo y purificar el amor por la cultura eugénica. La Revolución debe hacer felices a quienes la trajeron en el orden amoroso. Y esa felicidad sólo se consigue a través de un doloroso aprendizaje, en el cual la caída, el error y el tropiezo sean lecciones de amor. Porque el amor, pájaro loco, se nutre de sus errores y extrae de ellos el aliento para sus vuelos. Devolvamos la libertad al amor, rompiendo las últimas cadenas, las ocultas, las del egoísmo y apetencias personales. Y hombres y mujeres, bajo el sol revolucionario, limpias las frentes y cálido el corazón, reverdecerán el idilio libre e idealista del cual brotarán los Hombres –dioses del Mañana.
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in-novissimo-die · 6 years
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Cristobal Balenciaga
Cristóbal Balenciaga era como sus trajes: ascético por fuera, pero con un interior lleno de secretos. Indagamos en el carisma, la vida misteriosa y el talento del fundador.
No existe un personaje en la historia de la moda más respetado y misterioso que Cristóbal Balenciaga. Sus biografías, incluso las no oficiales, se empeñan en presentarlo como un hombre casi místico, cuando la empresa que levantó a los 19 años y que logró mantener independiente, demuestra que era una mezcla bastante moderna de empresario y creativo. Su alta costura, llena de secretos, es el símbolo de un tiempo en el que la artesanía ocupaba el lugar de la informática y el lujo era uno de los clubes más cerrados e inaccesibles del mundo.
Hoy Balenciaga, la firma, se enfrenta a su tercera etapa: Nicolas Ghesquière, el modisto que volvió a ponerla sobre el mapa de la moda, dimitió el año pasado. Y se supone que Alexander Wang, su nuevo diseñador, le sacudirá ese aura inaccesible para sustituirlo por su característica ligereza cool (a costa de su credibilidad a prueba de bombas, se quejan los catastrofistas). En un momento en el que la tensión entre la creatividad y el negocio es máxima, igual que las expectativas, la maison está a punto de cumplir un siglo.
Cristóbal Balenciaga Eizaguirre nació en Guetaria el 21 de enero de 1895. Su madre era costurera y su padre, un pescador que murió joven. De niño era frecuente verlo en las sastrerías de estilo inglés de San Sebastián, obsesionado con aprender los detalles del corte y la construcción de un traje. A los 13 años abordó a una de las señoras para las que su madre cosía, la marquesa de Casa Torres, y le propuso hacerle una copia del modelo que llevaba. La marquesa accedió y el joven Balenciaga tuvo en su poder el instrumento con el que aprendería a construir un vestido desde dentro hacia fuera.
Ese conocimiento casi innato de la sastrería y la costura se convirtió en lo que distinguiría a Balenciaga del resto de los creadores: nadie como él sabía cómo se cose un traje, el movimiento de las telas, su adaptabilidad. Era un ingeniero textil, solo que sin estudios. Con la ayuda de sus hermanas ("eran antipatiquísimas", dice una clienta), reunió el capital suficiente para abrir locales en San Sebastián, Madrid y Barcelona, bajo el nombre de Eisa, un homenaje al apellido materno. No había cumplido 20 años y Balenciaga ya era el diseñador de la realeza y la alta sociedad españolas. El estallido de la Guerra Civil lo empujó a trasladarse a París en 1937, tras cerrar momentáneamente sus tiendas. Ese mismo año, sus diseños fueron celebrados por tres grandes: Dior, Chanel y, sobre todo, Madeleine Vionnet. La inventora del corte al bies, que se retiró al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, llegó a regalarle las muñecas sobre las que cosía los patrones de sus vestidos, y que Balenciaga conservó toda su vida.
La casa se cimentaba sobre el rigor técnico y la calidad extrema de sus tejidos, los más caros del negocio. Cada modelo estaba elaborado escrupulosamente a mano y su interior ocultaba armazones que podían conseguir efectos inauditos: un medio corsé forrado de plumas, por ejemplo, daba la sensación de convertirse en un traje alado que levantaba el vuelo cuando estaba en movimiento.
Y, de la misma manera que sus trajes eran irrepetibles, también lo eran sus clientas. Había damas de sociedad como Mona Bismark, Gloria Guinness o Pauline de Rothschild, y actrices como Marlene Dietrich y Greta Garbo. Todas, mitos fundacionales del glamour y la elegancia del siglo pasado. Y luego estaba Carmen Polo, la esposa de Franco, que irritaba al diseñador por su empeño en llevar sus propias telas, mucho más económicas que las que ofrecía la maison.
La Construcción de un Mito
"Un balenciaga es mucho más importante por lo que esconde que por lo que enseña. La simplicidad es rigurosa en el exterior, pero el interior es pura ingeniería, secretos perfectamente cosidos para nunca desvelarse", aseguraba Judith Thurman en The absolutist, el ensayo sobre el diseñador que publicó en The New Yorker. Pero él sabía esconder y construir muchas más cosas que un traje perfecto. La creación de su mito es un trabajo casi tan elaborado, cortado y vuelto a coser como sus vestidos. Con el éxito parisino, Balenciaga consiguió reabrir sus tiendas españolas y mantener, desde entonces, una peculiar relación de apoyo mutuo con la dictadura franquista. Sin que jamás sepamos si era o no un hombre de derechas, actuó como un astuto empresario. Las tiendas españolas servían como centros de formación para los diseñadores que después se incorporarían a la casa de costura en París. Salían muchos trajes de las tiendas Eisa. Durante esos años, diseñadores como Emanuel Ungaro, Courrèges, Hubert de Givenchy y Óscar de la Renta pasaron por ellas para aprender a coser como el maestro. Se formaban en una España tenebrosa, pero saboreaban el triunfo en un París deslumbrante.
Si la maison Balenciaga era un templo, al taller tampoco se podía acceder fácilmente. La férrea señorita Renne, directora del mismo, advertía a las clientas que debían acudir solas a las pruebas, porque "al señor no le gustan los curiosos". No se podía fumar ni hablar mientras él estuviera presente. En esas citas, una clienta podía contemplar con horror cómo un vestido completamente listo era despiezado por el maestro si encontraba que la manga no era perfecta. Balenciaga se nutría de artistas como Brancusi, y también de la vestimenta tradicional japonesa. Reverenciaba a Goya, pero sus colores procedían de Zurbarán: verdes indescriptibles, amarillos que no herían, rosados que tranquilizaban la vista... El reconocimiento a los dos grandes pintores españoles servía también para acentuar su españolidad.
Pero, sobre todo, su estilo se sostenía sobre una máxima: hacer algo bello que disimulara los defectos. El cuello de un traje se prolongaba porque su usuaria no tenía; las sofisticadas mangas ocultaban muñecas gruesas o brazos cortos... Era el estuche perfecto para una silueta imperfecta.
Dior le arrebató titulares y un buen trozo de la Historia cuando lanzó su New Look en 1947, con modelos que, de alguna manera, recordaban al propio Balenciaga. Fue un golpe duro y jamás perdonó a sus clientas que le traicionaran mudándose de salón. Sin embargo el de Guetaria, siempre astuto, supo ver que en el triunfo de Dior jugaban un papel muy importante los comentaristas de moda, así que decidió celebrar sus desfiles una semana después que el resto. Así, obligaba a la prensa y a los compradores a regresar a París exclusivamente para verle. Cuando todas las tendencias se habían desvelado, él ofrecía el último grito. Cada año lanzaba una silueta: el traje saco (que acaparó titulares en 1956 debido a su "fealdad"); el vestido túnica o el Baby Doll, una silueta trapezoidal que, como tantas otras, ha sido imitada hasta la saciedad.
Balenciaga decía que "se reconoce a una mujer distinguida por su aire antipático". Él lo era, y mucho, con aquellos que le ofrecían franquiciar su nombre. Pero, en cambio, sí permitió que determinados almacenes norteamericanos "tuvieran acceso a sus dibujos", como explicaría Pierre Bergé, socio de Yves Saint Laurent. "Los dibujos que observaban eran, sobre todo, de trajes de chaqueta y vestidos sencillos. Después, estos grandes almacenes elaboraban esas prendas previo acuerdo de respeto al copyright. De esta forma, las americanas podían vestirse con algo reconocible, solo que más barato, mientras él ni perdía un céntimo ni se saltaba las férreas leyes de la Camara Sindical".
Un Discreto Indiscreto
Hábil empresario, místico creador... Balenciaga quiso ser un enigma para sus contemporáneos. "En realidad, tenía un fino sentido del humor", dice Sonsoles Díez de Rivera, una de las fundadoras del museo del diseñador en Guetaria. "Mi madre intentó negociar una rebaja en 1942 porque estaba embarazada y después de dar a luz el traje tendría que ser reajustado. Balenciaga la miró por encima de sus gafas y le dijo: 'Yo no soy el responsable'".
También vigilaba con tesón su vida privada. Poco se sabe de ella, perfectamente parapetada tras ese aire de monje hiperdisciplinado, aunque la historia demuestra que vivía abiertamente como homosexual en el París de finales de los años treinta. De hecho, el gran amor de su vida fue Wladzio d´Attainville, un aristócrata polaco-francés, magníficamente relacionado, y que hizo posible reunir el dinero para abrir allí su casa de costura. Si Balenciaga tenía el rigor y la actitud aristocráticas a pesar de ser hijo de un pescador y una costurera, Wladzio era un aristócrata de verdad cuyo ingenio fascinaba al modisto. Vivían juntos desde la época de San Sebastián, donde compartían un piso sobre la casa de moda con la madre del primero. Una de las modistas de esa época, Elisa Erquiaja, lo explicaba así en una entrevista: "Era un caballero muy guapo, muy educado y todas lo sabíamos, pero nadie hablaba de eso en el taller".
Aunque en las biografías oficiales el papel de Wladzio sea ninguneado, probablemente fue él quien convenció al modisto para dar el salto a París. Cuando abrieron la maison, uno se ocupaba de los trajes y el otro de los accesorios. En particular, de los sombreros. "La locura en un Balenciaga —dijo Pauline de Rothschild— está siempre donde debe de estar: en la cabeza". El círculo de amistades de la pareja no era amplio, pero sí notorio, y llegó a incluir a Cecil Beaton, Jean Cocteau y la influyente directora de Harper's Bazaar, Carmel Snow.
Protegidos por su discreción, Wladzio y Cristóbal se permitía una normalidad privilegiada: coleccionaban arte y acudían juntos a actos sociales, formidablemente respetados como una moderna pareja de estetas, forjadora de tendencias y descubridora de nuevos talentos. Encarnaban, a su manera, lo más público de una sexualidad obligada a esconderse. El guapo polaco funcionaba junto a Balenciaga, que también era un hombre atractivo, pero que se crecía a su lado. Los dos fueron el embrión de la pareja gay contemporánea, interesada en mantener su nivel de vida y no entorpecer el éxito profesional. Jamás se separaron. El polaco era el único capaz de controlar los demonios del maestro: la inseguridad y esa obsesiva búsqueda de la perfección de un hombro, una manga o la manera de ocultar las caderas de Colette, una de sus célebres clientas. Eran cosas que de verdad le torturaban y que D´Attainville sabía como serenar.
En 1948 Wladzio murió en Madrid y Balenciaga nunca se recuperó. Ni tampoco quiso rehacer su vida sentimental. En su desfile de aquel año todos los trajes fueron negros. "Impuso el luto por su novio a todas las damas elegantes de esa época", explica Miren Arzallus en su libro La forja del maestro. Es más que probable que se deba al luto por D’Attainvile el triunfo del negro como color chic. Como escribió Hamish Bowles en 2006, "las dos grandes heridas en la vida de Balenciaga fueron el triunfo de Dior en 1947 y la muerte de D’Attainville el año siguiente". Estuvo al borde de abandonarlo todo pero, irónicamente, el New Look le obligó a continuar y en 1960, el cénit de su gloria, diseñó el traje nupcial de Fabiola de Mora y Aragón (la nieta de su antigua clienta, la marquesa de Casa Torres), para su boda con el rey de Bélgica.
No lo Retirarían, Se Retiraría
Balenciaga comenzó su carrera vistiendo a un tipo de mujer que se cambiaba de ropa tres veces al día, que alardeaba de sus diamantes, pero jamás de sus indiscreciones y que viajaba con varios baúles y una doncella. Y terminó diseñando el uniforme para las azafatas de Air France, heroínas del chic moderno, elegantes y prácticas, con un pequeño equipaje que llevaban ellas mismas. Entre una mujer y otra transcurren los años más decisivos del siglo XX: dos guerras mundiales, el triunfo del glamour hollywoodiense y una película, 'À bout de souffle', de Jean Luc Godard. En su secuencia más célebre, Jean Seberg vende ejemplares del Herald Tribune con el pelo muy corto, una camiseta con el logo del matutino, tejanos pitillo y bailarinas. Al verla, el de Guetaria entendió que su reinado de las formas tenía los días contados.
En 1968, al mismo tiempo que el mayo francés pretendía transformar el mundo, Balenciaga aceptaba el encargo de Air France. Más de 1.300 mujeres. Casi un millón de prendas entre trajes y complementos. El diseñador experimentó con tejidos como el Terylene, una fibra sintética, pero los uniformes fueron criticados por las usuarias. La peor acusación era la más obvia: a los 74 años, el antiguo revolucionario se había convertido en un dinosaurio. Al final, los sesentayochistas no lograron cambiar el mundo, pero sí vieron como Balenciaga cerraba las puertas de su casa. Él lo justificó con su brevedad clínica habitual: “La alta costura está herida de muerte”.
Según se publicó, no consultó la decisión con nadie. Ni siquiera sus empleados lo sabían. Fue una tragedia y también un golpe de efecto. "El día que Balenciaga cerró, Mona Bismarck se recluyó en casa durante tres semanas", escribía Diana Vreeland, la legendaria directora de Vogue, en sus memorias. Solo regresó al diseño para coser el traje de novia de Carmen Martínez-Bordiú, a petición de su antigua clienta, Carmen Polo. Martínez-Bordiú, que después se ha casado dos veces (la ultima, vestida por Lacroix), recordaba en una entrevista "la simpatía y serenidad" del gran modisto. Un hedonista moderado a quien su reclusión no le impidió seguir coleccionando, viajando y disfrutando de sus placeres gastronómicos. Terminó sus días en 1972 en su casa de Altea, donde le gustaba pintar, conversar y comer en la compañía de algunos de sus ayudantes españoles. Una despedida perfecta, casi diseñada. Místico y sorprendente, devoto y mundano, entre la pompa y la austeridad.
Aquellos uniformes de Air France fueron estudiados por Nicolas Ghesquière, el joven que resucitó la casa Balenciaga tres décadas después de su cierre. Durante treinta años se había mantenido gracias a sus perfumes: Quadrille y, sobre todo, el superventas Le Dix, presentado en 1947 y favorito de muchas madres de los años sesenta. Los herederos de Balenciaga vendieron la casa a un grupo alemán y este a otro francés, Bogart, que creyó encontrar en el joven Ghesquière un digno sucesor para Cristóbal en 1997. El diseñador era un guapo discípulo de Jean Paul Gaultier que, además de talento, tenía "un carácter difícil", como sugiere una fuente anónima. El éxito no se hizo esperar y, en 2001, el grupo Gucci, parte de PPR —el conglomerado de lujo de François-Henri Pinault —, compró la marca para hacerse con el diseñador.
Las colecciones de Ghesquière destilaban una personalidad que bebía de los archivos del fundador, pero sin emborracharse. El conocimiento de los tejidos, la concepción casi hidráulica del interior de un vestido, la convicción de que lo moderno tiene que estar bien construido y de que el talento está unido a la mayor de las exigencias.... Todo ello estaba ahí. La recuperación de la casa fue asombrosa e incluso se hizo con su propio it-bag, el Lariat, que hoy se sigue vendiendo por varios miles de euros en todo el mundo. Ghesquière renovó al publico de Balenciaga con una nueva generación de actrices como Nicole Kidman, Diane Kruger o su musa, Charlotte Gainsbourg, al tiempo que insufló en la casa su fascinación por la ciencia ficción, convirtiendo las tiendas enmoquetadas en naves espaciales ancladas en las mejores calles de París, Londres o Nueva York. Si Balenciaga mantuvo una estrecha relación con el arte de su tiempo, Ghesquière hizo lo mismo vistiendo a sus modelos con imágenes de Cindy Sherman. Y si el primero salía con el cerebro de sus accesorios, el segundo lo hizo con Pierre Hardy, el diseñador con quien compartía un loft en París que no tuvieron inconveniente en enseñar, dejando claras las marcas para las que eran directores creativos: como si su relación sentimental tuviera algo de reclamo publicitario. Creativamente, Hardy introdujo a Ghesquière en el culto por lo posmoderno y, de hecho, muchos de los zapatos y accesorios del nuevo Balenciaga rinden homenaje a las formas y colores del movimiento. Dentro de la reconversión de Balenciaga (de pequeña maison a superpotencia de la moda), el diseñador también recuperó la línea de perfumería. De la mano del gigante cosmético Coty, Balenciaga Paris o FloraBotanica reinterpretan el espíritu de los frascos de mediados de siglo, pero las fragancias mantienen la transgresión inherente a la casa.
Ghesquière dimitió en octubre de 2012 y la rumorología se disparó: su mal carácter, una petición de aumento de salario desproporcionada o un conflicto de egos y presupuesto con Hedi Slimane (a quien acababan de contratar en otra marca del grupo, Yves Saint Laurent, aparentemente con medios ilimitados), se señalaron como culpables. Alexander Wang, un joven norteamericano con certero ojo comercial, es su inesperado sucesor. La moda en nuestros tiempos es mucho más rentable y ciertamente más democrática que cuando Cristóbal se retiró. Y sigue siendo creativa. Pero es un lugar donde los auténticos mitos son mucho más difíciles de construir que ayer.
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amamaia · 3 months
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Há coragem no coração da Sorte
enigma pra mover Mundo no enlace do Fio
Encontrar no Desejo, a nascente de mover vendavais e renascer na Dança perfumada além dos olhos da Morte.
Voltar ao corpo e ser alimento, raíz de todo sonho, sangue e sal.
Senhora do Céu, seja comigo. Senhora do Céu, seja comigo.
Há coragem no coração da Sorte que se faz Noite após Noite, nos mapas, cicatrizes, predições.
O Mundo é de beijar, enlace e farol, sinestésica diretriz, feitiço de brilho para além de qualquer fim.
E quando mirarmos o Fio, é preciso beber do Fogo no Espelho, de uma vez, por todas nós. .xxx.
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chicosanchez · 4 years
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Una de mis fotografías de los seres alados mayas de Ek Balam en Yucatán. Durante casi trece años busqué el orígen de estos seres alados que se encuentran en muchas ciudades mayas y en mi libro Un viaje maravilloso os comparto la respuesta a este enigma, un enigma que se remonta a los orígenes de la humanidad. Para más información sobre este nuevo libro visita este video: https://youtu.be/wxYJacSt8EI o visita mi página web: https://www.chicosanchez.com #libros #angeles #mayas #seresalados #yucatan #mexico #chicosanchez #mitología #misterios (en Valladolid, Yucatan) https://www.instagram.com/p/CGFcaNsJErZ/?igshid=19e8v3dwgusvy
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Adedibu’s deserted crumbling political dynasty
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Adedibu’s deserted crumbling political dynasty
Chief Lamidi Adedibu straddled Oyo political landscape like a colossus. At his ‘palace’ in Ibadan, he held sway as an oracle and dished out orders that were considered laws at a time in Ibadan and other parts of Oyo state. Deserted palace On a clear day, a visitor can perch on its veranda and behold the Molete overhead bridge. At a spot adjacent the mosque lies a poorly kept, dust-covered pavement provided for Muslim faithful for ablution. The pavement reeks of urine. There are about five buildings inside the compound but unlike what was the norm when hief Adedibu was alive, they all looked empty, dust-ridden and deserted. At a far-flung corner of the ‘palace’, a white-and-brown-striped cow was grazing around. The space used to be the spot prepared for cattle, from which visitors and other appendages of power got their beef. There were no goats and pigeons, neither was there any sign of the usual Amala and gbegiri festival held on Fridays. Beggars, political thugs, artisans, old women and others, who thronged the ‘palace’ for favours, have all disappeared. The place had become a ‘ghost community’. As against the norm when the ‘palace’ was operated like a car mart with hundreds of vehicles occupying the open space, there were just six vehicles in the entire compound when PREMIUM TIMES visited – three cars were parked at the front of the main buildings; a bus was stationed at road leading to the gate; while two other cars were placed on the tarred road at the entrance. The main building where Chief Adedibu lived clings to the side of another building where political meetings were held. At the entrance of the building, painted in white and green, there are portraits of some deceased Nigerian politicians and foremost nationalists: Adegoke Adelabu, Ladoke Akintola, Obafemi Awolowo, Nnamdi Azikiwe and Tafawa Balewa. It is February 2018, about a year away from a major national election and few months to the state’s local government elections. Yet here in Chief Adedibu’s Molete Palace, there was pin-drop silence and the entire place reeked of emptiness and inactivity. For the old-time visitor, it was quite difficult to imagine this was the much-dreaded Lamidi Adedibu’s famed ‘Molete Palace’, otherwise considered the political ‘mecca’ of politicians and their hangers-on in Oyo State, the southwest region and beyond.
Adedibu as ‘Garrison Commander’ In 2006, former governor Rashidi Ladoja was ‘impeached’ by 18 members of a 32-member Oyo State House of Assembly, in clear contravention of the rule of law. Chief Ladoja’s impeachment came against the backdrop of the crisis caused by an alleged money-sharing disagreement between him (Ladoja) and Chief Adedibu, his estranged godfather. Chief Adedibu had in 2003 thrown his support behind Ladoja of the PDP, who contested against the then incumbent, Lam Adesina of the Alliance for Democracy (AD) Ladoja won the election, but following Ladoja’s impeachment, Adebayo Alao-Akala who was then deputy governor was sworn in as governor. In the heat of the crisis rocking the state, the then national chairman of the PDP, Ahmadu Ali, had described Ibadan as a ‘Garrison Command’ and Chief Adedibu as the ‘Garrison Commander’. Political analysts opined that Adedibu bestrode Ibadan like a colossus, with the covert support of the federal government, led by then President Olusegun Obasanjo of the PDP. True to his name, Chief Adedibu ruled Oyo State like a ‘garrison’. With the support of men of the state wing of the National Union of Road Transport Workers, NURTW–– e.g. Sule Adu, Lati Elewe Omo, Concord, Alado, Ismail Agbaje – he battled opposition figures both within the then ruling PDP and other parties. In 2007, he supported Mr. Alao-Akala of the PDP and led the party to victory in the state. On June 11, 2008, Mr. Adedibu died.
Crumbling political dynasty Since Mr. Adedibu’s death, his political dynasty has been thrown into disarray as many of his political protegees have either deserted his Molete home or deviated from his ‘style’ of politics and choice of political party. Alao-Akala, believed to be one of the direct beneficiaries of the Adedibu brand of politics, has since defected from the PDP to the Labour Party (LP), and lately the APC since he lost his re-election bid in 2011. A former Senate Leader and renown Adedibu loyalist, Teslim Folarin, has also defected from the PDP to the APC, after he contested the governorship seat on the platform of the party in 2015 and lost out to the incumbent Abiola Ajimobi of the APC. Similarly, Taofeeq Arapaja, the then deputy to Alao-Akala has since defected to the ruling APC in a bid to maintain relevance in the state’s political space. Adedibu’s biological son who was the senator representing Oyo South Senatorial district before his father’s death, Kamorudeen Adedibu, has exited the political space in the state since he lost his re-election bid in 2011. When his campaign office in Molete was visited, officials said the former senator could not be reached. “He is just trying to stage a comeback and you can see the banner,” a resident of the area who craved anonymity said. He left here long time ago and we didn’t even hear anything from him. I think he is also preparing to come back in 2019,” he added.
Mixed reactions trail ‘legacy’ For Tawakalitu Ajibola, a trader at Oja’ba market in Ibadan, Chief Adedibu was a colossus who she remembered for his support for the poor and the needy in the society. She explained that the late politician’s position remains unfilled. “He gave out rice and other things during festivals. Many people ate in his house on Fridays, he was a great philanthropist and benefactor to many. We miss him.” But a butcher at Bode market, Tiamiyu Ajao, said the late politician’s death signalled the end of politically-motivated violence in the state. “We have been enjoying peace in Ibadan since he left; we must recognise that too as a part of his ‘legacy’,” he said in Yoruba. For the spokesperson of the Oyo State APC, Wasiu Sadare, Mr. Adedibu played his part in the political scene of the city and the state. “Adedibu has left the political scene for good as no human can live forever,” he said in an interview. Also, Maroof Asindemade, an Ibadan-based public affairs analyst, traced Mr. Adedibu’s authority to his role in the politics of the Fourth Republic. “The political heavyweight appellated as the garrison commander resurfaced at the return of democratic rule in 1999 but in a low-key fashion. He belonged to the All People’s Party, a less thriving political party at the time. “Late Chief Adedibu regained political prominence when he became a staunch and prominent member of the ruling party then, the PDP. His house at Molete became a political Mecca for all shades of politicians and hangers-on who wanted one political favour or the other. “Late Chief Adedibu understood the language of local politics and he deployed it to great advantage. The gate of his palatial premises was left open for poverty-stricken people and political opportunists who swarmed his house for food and financial favour; not to talk of those who hanged their political destinies on the late political godfather. ” Asindemade, who lamented the manner politicians deserted the Molete home of the Ibadan politician, attributed the development to Chief Adedibu’s refusal to embrace refined politics. “Chief Adedibu only empowered people with stomach infrastructure and once he was not there again to sustain the empowerment, people moved on to where their stomach would have sustenance. “Chief Adedibu did not inculcate worthy political ideology into his political godsons and daughters. The result of this is that there’s nothing to immortalise him on; such that till date, no memorial lecture has been held in honour of the political enigma. “Third, the maverick politicians did not leave behind offspring with the large heart and political acumen that he possessed. They could not manage the political dynasty the chief left behind. Molete home of the late garrison commander has become a shadow of itself”, he said. For Akeem Olatunji, spokesperson of the Oyo State Chapter of the PDP, the late Adedibu was a great politician in his era; but time has changed. ���Unlike in the past, thuggery and rigging associated with the politics of Adedibu era are no more in vogue as the electorate are now more enlightened and prepared to defend their votes,” he said in a chat. “Although PDP missed Chief Adedibu’s organisation skill and generosity, the party is fortunate to have Sen. Rashidi Ladoja as the Leader of PDP in Oyo State and Kunmi Mustapha as the State Chairman of the party because the three were instrumental to the victory of PDP over the ruling AD government in 2003 despite intimidation and harassment suffered in the hands of the then AD government. “Oyo State PDP as presently constituted is in safe hands and well prepared to replicate the winning streak of 2003 when PDP won the presidential, National Assembly, governorship and State House of Assembly by landslide.” He hinted that if the party won the gubernatorial election in 2019, it would dedicate the victory to the late Adedibu. “According to our leader, Rashidi Ladoja, and the state chairman, Kunmi Mustapha, PDP victory in 2019 will surely be dedicated to the memories of Late Lamidi Ariyibi Adedibu as a mark of respect to the great leader,” he said.
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debc-dani · 7 years
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Cruza callada, y son sus movimientos 
silenciosa armonía: 
suenan sus pasos, y al sonar recuerdan 
del himno alado la cadencia rítmica. 
Los ojos entreabre, aquellos ojos 
tan claros como el día; 
y la tierra y el cielo, cuanto abarcan, 
arden con nueva luz en sus pupilas.
Ríe, y su carcajada tiene notas 
del agua fugitiva; 
llora, y es cada lágrima un poema 
de ternura infinita. 
Ella tiene la luz, tiene el perfume, 
el color y la línea, 
la forma engendradora de deseos, 
la expresión, fuente eterna de poesía. 
¿Qué es estúpida? ¡Bah! Mientras callando 
guarde oscuro el enigma, 
siempre valdrá lo que yo creo que calla 
más que lo que cualquiera otra me diga.
Gustavo Adolfo Bécquer
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nubesdetelmo · 7 years
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(Anuarí)
*
* *
En la quietud del mármol
(Selección)
Prólogo de Valle - Inclán
¿De qué mundo remoto nos llega esta voz extraña cargada de siglos y de juventud? Tiene la clara diafanidad del canto en las altas cimas, y no sabemos si es cerca o lejos de nosotros cuando suena en el maravilloso silencio. Y extraña como la voz es esta frágil y blonda druidesa que apenas posa sobre la tierra y tiene al andar el ritmo del vuelo. Baja de la montaña sagrada, es toda hecha de nieve y de sol de la cumbre. Arrastra el prestigio esotérico de algún antiguo culto al viento y al mar, a la tierra y al fuego.
Estos poemas, como versículos de un libro sagrado, hacen sonar la cadena de los siglos, y tienen la misteriosa resonancia de las voces elementales. Pasa sobre ellos el soplo profético: el barro recuerda la hora en que salió del caos, y el espíritu la Divina Cáligo. Con el dolor de la caída se junta el anhelo por volver a la luz. Maravillosa virtud la de esta voz que golpea la puerta de bronce del templo de Isis: los ecos milenarios se despiertan, y las sombras antiguas acuden al conjuro, pasan guiadas por la música de las palabras que se abren como círculos mágicos en un aire nocturno.
Tiene esta voz una gracia alejandrina, en ella se juntan como en el antro de un viejo alquimista, los verdes venenos de sierpes y plantas, las piedras cristalinas donde están grabados los signos salomónicos, y las esferas de bronce que marcan el camino de los astros paralelo al camino de las vidas. Maravillosa voz alejandrina que renueva el temblor de las visiones apocalípticas, y la mística calentura del fakir que deslía su conciencia en el Gran Todo.
I
Para Anuarí: que duerme en este féretro el sueño eterno.
Para él ... Anuarí mío , que nadie puede disputármelo; porque mi amor, mi amor y mi dolor, me dan derecho a poseerlo entero. Cuerpo dormido y alma radiante.
Si, Anuarí, este libro es para ti. ¿No me lo pediste tú una tarde, tus manos en las mías,en tus ojos mis ojos, tu boca en mi boca, en intima comunión? y yo, toda alma, te dije: Si,-besándote hondo en medio del corazón.
¿Te acuerdas, Anuarí?
II
¡Oh! ya no puedo escribir tu nombre sin que un velo de lágrimas oculte rnis ojos, y un apretado nudo extrangule mi garganta.
¿Por qué te fuiste, amor?, ¿Por qué, me lo pregunto mil, dos mil veces a1 dia. Y no acierto a hallar respuesta alguna que alivie el feroz dolor de mi alma.
Si; ¿Por qué te fuiste, Anuarí, y no me llevaste contigo?
Mirando tu retrato, con la pasión de una madre, de una novia, de una amante loca de amor, trato de arrancar de tu mirada el gran enigma que ha destrozado tu vida y la mía.
¡Ah, mi criatura! Cuando la suerte impía me arrebató esas dos hijas de mi sangre, creí que el dolor info habia roto los límites humanos. Pero no; tú has hecho que mi grito desesperado llegue hasta el misrno trono del Dios de los cristianos y los apostrofe temblando de santa y fiera indignacion.
No se puede ser tan cruel con una débil criatura, sin darles fuerzas suficientes para soportar los latigazos, y abandonarla después en la agonia. Si: tu partida silenciosa me ha dejado agonizando a1 borde de la infinita nada; y sola; con sed de cariño, con ansia de dormir y descansar, rendida al fin....
III
En una de tus cartas me escribiste, una vez:
"Per l`amor che rimane e la vita resiste (y el nuestro resistirá, ¿verdad Teresa?"
"Nulla é piu dolce e triste che la cose lontane".
Sí, Anuarí, "Nulla é piu dolce e triste che la cose lontane". Y por eso te fuiste.
Esa carta la he releido otra vez, y siernpre me deja una impresi6n desesperada, que sólo puedo traducir em sollozos.
Tus cartas, tus retrats, y las flores que han muerto sobre tu ataúd, son reliquias que guardo con avaricia enferma : ellas forman todo mi ideal, toda mi vida, y no digo mi consuelo porque éste ya no existe para mi.
Guardo también dos tornillos, que con dura e impiadosa mano pusieron en tu féretro los enterradores, tornillos que irán clavados en mi cerebro el dia de mi rnuerte; en mi cerebro, donde llevo cincelada tu imagen profunda e inamovible, cual las grietas que han socavado los siglos en las heladas rocas.
¡Anuarí, Anuarí! Si fuera posible resucitarte, daría yo hasta mi conciencia; me resignaría a vivir postrada a tus pies, como una
esclava, con la sola satisfacción de mirarte, de sentirte reir, con esa risa de cascada de plata; sin aspirar a otra recompensa que el sentir, por una vez solamente, el beso de tu boca en mi frente.
¡Anuarí, resucita! Vuelve a la tibia cuna de mis brazos, donde te cantaré, hasta convertirme en una sola nota que encierre tu nombre.
IV
Reposa tranquilo, Anuari. Sere siempre tuya. He hecho de rni cuerpo un templo, donde venero tus besos y tus caricias, con la más honda adoración.
Llevo clavada, como un puñal, tu sonrisa en el punto donde se posan mis ojos; esa sotirisa con los dientes apretados, que hacian de tu boca un capullo sangriento, repleto de blancas, relucientes semillas.
Anuari. Tu sonrisa es una obsesi6n destructora que mata todas mis risas, tu sonrisa provoca en mi mente la inquietud del relámpago en medio de la noche. Es veneno de nácar que destila en mi corazón hasta paralizarlo.
V
Anuarí; te evoco dormido y te imagino dorrnido eterno.
Una sombra se esparce blandamente sobre mi alrna, la divina sombra de tus pestañas, que formaban dos alas de aterciopelada rnariposa sobre tus ojeras.
Si, Anuarí. Una noche, la más feliz de mi vida, se durmió tu cabeza en mi hombro, y era tan intima mi dulzura, que mi respiración se hizo una música para mecerte.
Te dormiste, criatura mia, después de haberme estrujado el cerebro y el corazón con tus labios ávidos de juventud, como una abeja lujuriosa de néctar y perfume.
Y esas sombras de tus pestañas, son las cortinas que me ocultan la luz del sol, y me llevan en vértigo confuso hacia tu grave País.
Una noche, la más feliz, la única de mi vida, se durmio tu cabeza en mi pecho, y alli encontró la delicia del sueño, y buscó la almohada eterna.
VI
Traigo del fondo del silencio tu mirada; evoco tus ojos .... y me estremezco. Aun apagados por la muerte, me producen el efecto del rayo. No ha perecido en ellos el poder fascinador.
Son dos faros azules, que me muestran las irradiaciones magnificas del Infinito; son dos estrellas de primera magnitud, que miran hondo sobre mis penas, perforándolas y agrandando la huella, hasta abrir una brecha infinita como un mundo.
Tus ojos adorados, que fueron reflejo de esa bellisima alma tuya, viven ahora en mi mente nutridos de mi propia vida, adquiriendo brillo en la fuente inagotable de mis lágrimas
Anuarí. Asi como tus ojos me encadenaron a tu vida, ahora me arrastran a tu fosa, invitándome con tentaciones de delirio. Tus ojos son dos imanes ante un abismo. Yo siento la atraccion feroz.
VII
En la oscuridad de mi pensamiento veo surgir tu imagen envuelta en el misterio de la muerte, con la pavorosa aureola de un más allá desconocido. Te Ilamo, toda el alma reconcentrada en ti; te llamo y me parece que se rasgan las sombras a tu paso alado, como el de ave herida en pleno vuelo.
Cuando comprendo que no te veré jamás, una onda de angustia me sube del corazon, envolviéndo mi cerebro en un vertigo de catástrofe, en un ansia de masacrar la belleza de la vida.
Eres tan fuerte y hermoso, con tu cara serena y tu frente mirando al cielo.
Anuarí. La pena no enloquece, la pena no mata; va ahondando en el almacomo un cuerpo de plomo en una tembladera infinita. Asombrada escucho en las noches el eco de mi voz, que te busca aguardando una respuesta. La negra verdad me hiere con saña. ¿Acaso tu espíritu ha muerto también? iNo; no! Cómo es posible que tanto vigor, energia de astro, vaya a perecer en el hielo eterno?
VIII
Desde que te fuiste, mis ojos y mis oídos están acechando tu imagen .... tus pasos; estan tendidos hacia la rnuerte en fervorosa espera de resurrección.
Y en los dias grises, cuando sopla viento helado, te veo con los ojos del alrna surgir blanco de tu blanco sudario, transfigurado por la serena, santa caricia de la tierra.
Y cuando el sol derrocha diamantes sobre el mundo, entonces te aspiro en todas las flores, te veo en todos los árboles, y te poseo rodando, ebria de amor, en los céspedes de yerbas olorosas.
Y cuando la luna da su humilde bendicibn a los hombres, te veo gigantesco, destacarte en un afilado rayo; te veo enorme, confundido con lo inmortal, desparramando sobre el mundo tu indulgencia, aliviando la desesperación:; de tanto náufrago dolorido; te aspiro en el ambiente, te irnagino en el misterio, te extraigo de la nada.
Me parece que el mundo fue hecho para ayudarrne a evocarte, y el sol, para que me sirviera de linterna en la escabrosa ruta.
.
IX
Con la cabeza reclinada entre los brazos, en un afán de dormir, repito, como los niños, una oración: tu nombre.
Si, Anuarí, tengo sueño, mucho sueño, ese mismo letárgico sopor que turbó tu alma antes de cerrar los adorados ojos para siempre.
Como una oración, desgranan silaba por silaba mis labios tu nombre, y mis manos se tienden desmayadas, buscando el tibio nido de tus cabellos, para esconderse y morir.
¡Anuarí! ¡Anuarí! Como de una fuente que hierve brotan de mi pecho las quejas y las súplicas. Todas van a perderse en el caos, sin llegar tal vez a ti.
Es horrible, y no comprendo cómo mi cuerpo no sucumbe al peso de tan ruda carga. La vida sin ti es una tétrica cosa, que arrastro corno un harapo innoble.
X
Las horas caen como goteras de plorno en un párarno; se van a tu encuentro, y yo me quedo; me quedo sombría, taciturna, envuelta en negro hastio, como en una malla de hierro.
Dos meses hoy, criatura mia, que bajaste a una caverna de piedra, llevando en el Corazón paralizado hasta mi deseo de llorar.
¡Ya dos meses! Sin rnorir ví cómo entraban tu ataúd por la Puerta del Cementerio; por esa puerta con fauces de chacal, que no se abre jamás para las almas que la atraviesan dormidos.
En estos dos meses no has tenido otra caricia que aquellas tan leves y timidas de mis flores, tnis pobres flores, que son la única prueba de amor, la ofrenda santa que temblorosa de pena, mi alma deposita sobre tu cadáver.
Dos meses. Mis manos pordioseras de caricias tratan de arrancar de tu ataúd una ternura; pero la madera, avara del tesoro que
encierra, se hace rigida, como un ser que no ha sufrido.
¡Nada, Anuarí mío! Sólo llegan al fondo de tu foso, muy apagadamente, como de una jauria lejana, los ruidos del mundo, el confuso vaivén de los hombres, de esas sombras movibles, que no saben de dónde vienen y para
dónde van, porque tienen miedo de averiguarlo.
Dos meses hoy que te fuiste. El reloj palpita; su tic-tac pisotea mi cerebro? destruyendo mis pensamientos, con sus pasos lúgrubes hacia la mentirosa Eternidad.
Dos meses, y ya no sufro de tanto sufrir.
XI
Se mueven las cortinas y tiembla la luz. Con toda intensidad pregunto a la noche si eres tu el que anima esas cosas.
Anuarí.
De espaldas sobre mi cama, sólo el furioso golpear de mi corazón dentro del pecho.
Todo lo que me rodea está empapado de misterio. Los muebles hablan entre si de trágicos secretos; las puertas se quejan de sus urnbrales siempre enigmáticos, a la espera de alguien que nunca llega; y en la lámpara me parece adivinar una muda desesperación.
Los retratos me miran con una desgarradora expresión de pena ¡Anuari, Anuari! Ya sé que mi grito se pierde sin eco en el impiadoso abismo de la nada, pero para no sucumbir no puedo dejar de llarnarte, aferrada a una ilusión que no existe.
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ruavermelha · 7 years
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E agora o filho a perguntar se podia ir brincar com a mosca verde... -Não, Carlinhos, isso não é para brincar. -Então isto não é um brinquedo, mãezinha? Que tinha ela para responder à criança? Não seria verdade que aquilo fora uma espécie de brinquedo na sua vida? Que representava na sua existência de mulher modesta e quase ignorante, senão uma brincadeira, um motivo de inebriantes sonhos escondidos, aquele impulso de bailar sobre o telhado e a mosca verde que o recordava? Só sabia que fizera muitos chapéus sem gostar de fazer chapéus. Desde os treze anos - a idade em que ela vira a mosca verde - que os pais, seus pobres pais, a tinham posto logo de aprendiza. Depois, aos vinte, casara com um caixeiro que passara a gerente de uma loja de fazendas. E quando vieram os filhos uns atrás dos outros, até os chapéus deixou! A vida era tão monótona, tão insípida, parada e descolorida! E tão confusa também! Porque fizera ela afinal a mosca verde? Porque tivera aquele desejo alado de ir bailar para cima do telhado? Além de tudo mais, a vida era estranha, cheia de enigmas que nem os próprios viventes podiam desvendar... E na sua vida havia alguma coisa que ela não percebia... Uma coisa que, naquele instante em que o filho mirava e remexia no corpo da mosca verde, lhe trazia uma vergonha imensa de si própria e uma vontade melancòlicamente amarga de chorar...
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sobrecegosealmas · 7 years
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103. Decifra-me Que Devoro-te
Decifra-me, que devoro-te diz o monstro, ao ateu de causas perdidas dominado pela culpa inocente de uma esfinge que rejeita aos sensatos navegantes de águas claras certos do norte em todas as bússolas e do orgulho dentro das próprias calças. Decifra-me, que devoro-te, ela diz. não tiro prazer nenhum da minha maldição mas antes da torre de babel, eu sabia dizer um não e por baixo da sua roupa de mosqueteiro eu saberia lhe dar o devido respeito avante, cruzadista, aos teus rios de dinheiro. Decifra-me, que devoro-te, ela diz. mal lembro ainda como cheguei a ser enigma ou se esperava tanta tempestade disso e da consciência das consequências, sou discípulo Um édipo, um louco, um santo em cavalo alado em convicta missão de sucumbir ao agrado. Decifra-me, que devoro-te: Que animal Se move por coração pela manhã Por estômago pela tarde E pela mente durante a noite? E quantas leituras serão necessárias Para que tire dessa confusão de palavras A resposta do enigma por trás das suas travas? Resposta dada: A esfinge já não quer mais ser enrolada Nem você tem mais paciência pra essa patuscada. Decifra-me, desbravador ou me recuso a devorar tuas angústias a respirar sua dor e exalar só ternuras a me entregar com tudo às tuas frescuras. Siga adiante, perdedor. Salve seu povo, resgate o tesouro, se encha de louvor mas ouça agora sua maldição, que passará ao seu sucessor: se teus esforços forem nulos e medíocres na vitalícia busca pela grande cura das patas aos pés não movo um só beijo quando precisar de nova aventura. L.V.
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