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A propósito del Land Rover Defender y sus propietarios.

Del Land Rover Defender…

Oscuro objeto de deseo , Icono del diseño que solo con mirarlo consigue el efecto de transportarme a otro lugar, a otra época.

Como cuando veo una vieja furgoneta volkswagen e irremediablemente la asocio a la movida hippie de principios de los 70 con esas pegatinas y dibujos de paz, amor y libertad o, más recientemente, a parejas de jóvenes surfistas rodando por carreteras en busca de la ola perfecta mientras escuchan canciones de los beach boys.

Para mí el Land Rover Defender es a la aventura como la vw California t1 es al Surf.

Ver este coche circulando en carretera o contemplar su imagen en una fotografía de cualquier revista o página de internet, me evoca un viaje, pero no cualquier viaje , un viaje de exploración, de descubrimiento, de expedición.

Una simple escapada de un par de días, si la haces viajando en un defender, se convierte en una aventura. Como viajas despacio, saboreas más el momento, pareciendo que el tiempo transcurriese más lentamente, sintiendo cada kilómetro del camino, siempre pendiente de los ruidos que hace el coche, atento a escuchar algún chirrido diferente, vigilando constantemente la aguja de la temperatura, las revoluciones del motor, ojo avizor a cualquier cosa que indique que pudiéramos tener un problema.

Y todo esto sin dejar de disfrutar del paisaje.

Desde que dejó de fabricarse en 2016 se ha convertido en objeto de deseo de tantas personas que ha llegado hasta el punto en que se hace cierto el adagio que dice “ o tienes un Land Rover o lo quieres tener” y esto ha hecho que los precios en el mercado de segunda mano estén por las nubes.

El Land Rover Defender es un coche dotado de una personalidad aplastante, con carácter, dibujado con unas líneas tan simples que parecen diseñadas por un niño de parvulario, lo convierten en un vehículo atemporal, atractivo para la mayoría de generaciones, que gusta tanto a hombres como a mujeres. Esta obra de arte es para mí uno de los objetos más fotogénicos realizados por el hombre, embellece cualquier fotografía en la que aparezca:

En medio de la sabana rodeado de elefantes, entre montañas nevadas vadeando un río, en el desierto iluminado por un sol abrasador o bajo un manto de estrellas a la luz de una fogata. Cuando veo una fotografía de este estilo pienso .. y que hago yo aquí.? En ese momento me asomo a la terraza de mi casa miro al Defender y me digo.. pronto…

Estas sensaciones que me transmite este 4x4 supongo que se debe al imaginario colectivo, el Land Rover es el todo terreno con el que hemos disfrutado en cantidad de películas de aventuras y documentales durante toda nuestra vida. Quién no ha visto safaris fotográficos, reportajes de naturaleza, en el que el vehículo usado para el transporte era un defender, ó, los que ya peinamos canas, cómo hemos disfrutado hasta la saciedad viéndolo en rallies como el del Camel trophy en el que este coche era el protagonista absoluto.

Un vehículo que por su impronta se ha convertido en recurso fácil de las campañas publicitarias, en las que cualquier artículo asociado a este vehículo bien sea un viaje , una chocolatina o un paquete de tabaco, se vende. Cuando es una chica la que está posando junto al Land Rover, esta queda irremediablemente impregnada con los atributos del coche. Puede que sea una mujer delicada, y quizás no sea la más guapa, pero, al conducir un defender, se transforma en la Lara Craft mas salvaje y sexy que puedas desear.

Los que conducimos este coche sabemos que por carretera son ruidosos, lentos, incómodos, calurosos en verano y fríos en invierno. El volante se encuentra tan pegado al lado izquierdo que tienes que bajar la ventanilla y sacar el codo para conseguir un poco más de comodidad. Las conversaciones a bordo de un defender casi se convierten en gritos. En parte es en esta rudeza en lo que radica su atractivo.

Y es que su hábitat natural no es la carretera . Lo divertido empieza cuando esta termina. En el momento que dejas el asfalto para coger una pista es cuando el coche se empieza a encontrar en su elemento. Si no has conducido uno, es algo difícil de explicar.

Es un coche al que la edad le sienta bien. Los arañazos en la carrocería, la pintura desgastada por los años al sol o algún que otro bollo en la chapa no lo hacen más feo ni más viejo, al contrario, son estas cicatrices las que le confieren carácter.

Esas cicatrices y las pegatinas de algún famoso rally o de algún repuesto de marca reconocida en el mundo del off-road que casi todo defender luce en su carrocería a modo de tirita cubriendo viejas heridas que nos cuentan historias de las aventuras vividas.

Así es un defender . Pero … y como es su propietario.?

…Y de sus propietarios

Después de lo dicho hasta aquí queda claro que el dueño de un defender no es una persona corriente, una persona al uso quiero decir . La persona que lo posee tiene que tener algo de masoquista, con claro espíritu de sufrimiento, que disfruta en la naturaleza, sean montañas o desiertos. Que buscando la soledad parte con su todo terreno hacia parajes poco o nada habitados. Alejándose de la urbe , a veces a la naturaleza y otras en busca de nuevos territorios, nuevas culturas.

El famoso eslogan adoptado por Land Rover “ONE LIFE, LIVE IT” ya nos adelanta como pueden ser el tipo de personas que los conducen:. Gente amable, apasionada, soñadora... siempre dispuesta a echarte una mano si te encuentras en problemas.. Coroneles Tapioca inventándose aventuras en este mundo globalizado.

Alguno hay que, si tuviese el espacio necesario, podría llegar al extremo de meter el trasto en su habitación .

Conozco uno tan apasionado con los Land Rover, que lleva tatuado en el brazo derecho la susodicha frase.

A uno de estos no le pongas en la tesitura de tener que elegir entre su mujer o el coche, porque , si no es por causa de fuerza mayor, difícilmente se desprenderá del segundo.

A muchos, convertidos en mecánicos por obligación, los encontrarás en las ferias de clásicos, de repuestos, en desguaces siempre a la búsqueda de aquella pieza que le pudiera hacer falta en un momento determinado o con la que completar la restauración de su vehículo.

Dentro de esta jungla de individuos que formamos el mundo Land Rover todos poseemos una cuántas de las siguientes características pero que, profundizando un poco más, observarás algunas diferencias interesantes que hace posible clasificarlos en varios estereotipos :

Tenemos en primer lugar al nostálgico,

Lo reconocerás por ir encima de los vehículos más longevos. Si es muy afortunado lo verás encima de un serie 1 o un serie 2 aunque lo normal es encontrarlo subido en un serie 3. De preferencia, los cortos. Un 88 corto en color verde inglés suele ser habitual. El nostálgico tiene mucho también de coleccionista, del que hablaremos más adelante.

A este no le hables de mejorar suspensiones ni de customizar el coche, no te digo ya de la electrónica. Hablar de electrónica con un nostálgico le puede producir urticaria. para este, purista por naturaleza, lo importante es que el coche sea completamente original, como recién salido de fábrica. Eso sí con esa pátina tan especial de la pintura que solo se consigue con el transcurrir de los años. Cuanto menos elementos electrónicos lleve el coche mejor, más fácil el mantenimiento. Si el tronco móvil de Pedro Picapiedra hubiese sido un Land Rover , este sería el preferido del nostálgico.

Te lo encontrarás los domingos de buen tiempo dando un paseo por los montes cercanos. Metiéndolo por pistas sencillas y sin alejarse mucho de su guarida. Lo verás luciendo el coche en rallys de clásicos o en salidas puntuales con entusiastas de la marca. Su vestimenta habitual consiste en un barbour verde, pantalones marrones de pana ancha embutidos en unas botas de agua.

En segundo lugar tenemos al coleccionista.

Entusiasta acérrimo de la marca, nombrar en su presencia la palabra Toyota o Jeep es casi una blasfemia. Este señor empezó su colección con un Santana heredado de su padre o su abuelo. Tendrá, dependiendo de su economía, tres o cuatro Land Rover, donde no podrán faltar un 88 corto, un 109 o 110, un Ranger Rover del 70, algún disco clásico y como coche habitual el Discovery 3.

Siempre está a la caza de un serie 1. La joya de la corona. El Santo Grial de los Land Rover.

Lo reconoces fácilmente por su indumentaria: sudadera y gorra con parche Land Rover. Pantalones vaqueros y botas Panama Jack.. Se le suele ver en cualquier evento relacionado con los Land Rover. Desde ferias de recambios hasta concentraciones de la marca.

Si no sabes dónde encontrarlo, acércate al concesionario más cercano y pregúntales. Le conocen todos.

En tercer lugar encontramos al trialero.

A este propietario se le reconoce porque se gasta sus cuartos en reforzar la suspensión , subir el coche, ampliar el paso rueda, neumáticos de tacos, un buen mapeado del motor, equipado con Snorkel, barras anti vuelco, defensas por doquier, un buen winche y una colección de eslingas para sacarlo de los atolladeros en los que acostumbra a meterse. Para este conductor que el coche esté más o menos bonito es secundario , lo importante es que suba. Nada es suficiente si puede conseguir que el Land Rover trepe un poco más. Su coche preferido, el 90 . Con los años puede haber evolucionado hacia un discovery.

Le encanta meter el coche en barro hasta más arriba de los faros y escalar trialeras imposibles.

Es difícil saber cuál es su indumentaria porque normalmente la lleva cubierta por una gruesa capa de barro.

Lo verás en circuitos de off-road, Y en rallys por el Sahara.

Está deseando que lleguen las navidades para no perderse ni un resumen del Dakar en televisión.

En cuarto lugar Tenemos el Overlander,

A este se le reconoce fácilmente porque irá a bordo de un 110. Aunque vaya de merienda a la montaña un sábado por la tarde, parecerá que va a cruzar África de norte a sur o de este a Oeste. Llevará, por si le vienen mal dadas, el coche lleno de trastos: en la baca, desde una tienda de campaña de las de techo pasando por un par de baúles de aluminio junto a los que no pueden faltar unos bidones jerrycan militares llenos de gasoil y algún que otro bidón lleno de agua. En el costado, unas planchas de desatasco de acero o duraluminio de las de toda la vida. Irá equipado con un snorkel y el parachoques frontal con winche. Los neumáticos serán unas BfGoodrich all terrain.

Un overlander que se precie no sería tal si no incluyese una bandeja abatible en el portón trasero donde poner el hornillo para cocinar, una nevera webasto, avituallamiento y todas las herramientas y recambios inimaginables para pasar una guerra nuclear o un apocalipsis zombie.

No se olvidará de llevar un equipo de fotografía y filmación con dron incluido para poder inmortalizar sus aventuras.

Su hábitat habitual es atravesando la península rumbo al sur, sobre todo en primavera ( cuando las aves inician su regreso a Europa), o en los parques nacionales y cadenas montañosas como Picos de Europa o Pirineos en cualquier estación del año.

Se suelen ver dentro de esta categoría muchos especímenes extranjeros: alemanes y suecos suele ser lo mas habitual.

El Capitán Tan o Indiana Jones es el atrezzo que le caracteriza.

En cuarto lugar Tenemos al snob, que se ha comprado el Defender porque está de moda. Normalmente un coche reacondicionado hasta el último tornillo casi siempre con accesorios firmados por khan Desing. Pintado en un color metalizado llamativo brillante, subido de suspensiones, ruedas gordas y un equipo de música que vale una pasta. Lo tendrá aparcado junto al porche 911 en el garaje de su villa. A este no le hables de meter el coche en barro. Se suele dejar ver en época estival en playas de moda y discotecas. En invierno también es posible encontrarte con alguno de ellos en las mejores estaciones de Sky.

Lo puedes ver tanto con un 90 como un 110. Pero date prisa porque en breve se cambiará al nuevo Defender.

Lo reconocerás Por su polo Fred Perry o Lacoste con el cuello subido hacia arriba, su pelo peinado hacia atrás sujetado por unas gafas Persol y un jersey de lana de alpaca sobre los hombros.

Por último tenemos en esta variopinta tribu, al cool, hipster o como quieras llamarlo. Un Land Rover mola y un hipster que se precie no puede estar sin uno para combinarlo en verano con su moto Café Racer . Lo verás siempre en la época estival en un Land rover corto, serie 1, 2 ó 3 en un color azul Navy, con la pintura cuidadosamente desconchada y las abolladuras justas para que parezca que ha estado en África. Lo importante es parecer un tipo duro. Y que se note. Por eso el landy Siempre descapotado, el parabrisas delantero abatido sobre el capó , y unas tablas de surf decorando en el asiento trasero.

Por las noches se suele juntar con el snob en los bares más de moda de la ciudad.

Su look habitual: barba larga, cuidada, peto o vaquero con los bajos doblados hacia afuera dejando ver los calcetines o las botas, estas de cuero en marrón envejecido, camisa a cuadros de leñador, cadena con las llaves en el bolsillo sujeta a la hebilla del cinturón y el brazo cubierto por tatuajes. Los fines de semana suele añadir un chaleco ajustado.

Así somos en esta feria de vanidades. Seguro que cada uno nos vemos reflejados en una mezcla de varios de estos estereotipos. Que aquí, llevados al extremo hace que resulte caricaturesco.

Pero es que, si somos felices cada uno con nuestra fantasía, que importancia tiene? Lo fundamental, lo que cuenta al final es el disfrute que le sacamos cada uno a nuestras vidas y en este caso con nuestros vehículos y es que en definitiva se trata de eso: One Live , Life It y cada uno la vida la vive como quiere.

Porque está pasión fomenta valores importantes : lazos de amistad, compañerismo, Familia, espíritu de equipo...

Si te fijas bien en el conductor que va dentro de un defender cuando va por la carretera, te encontrarás con una persona conduciendo sin prisa, nada estresada, que probablemente lleve una sonrisa dibujada en su cara y que si se cruza con otro Land Rover, sin duda se darán luces y se saludarán efusivamente.

Si se encuentran repostando en una gasolinera o descansando después de una ruta es probable que inicien una conversación contándose mutuamente anécdotas del viaje o del coche.

Suele ser normal encontrártelos viajando en manada por el monte o en el desierto, donde es fácil que surja algún problema y resolverlo entre varios siempre resulta más sencillo.

Tampoco es raro encontrarse con lobos solitarios o que viajan en pareja dándose una vuelta al mundo como el que va al bar de la esquina a buscarse unas cervezas .

Ráfagas.

MO

De “El viaje de MO “ Blogspot en español

Y en Tumblr mo-s- trip “Balú , The defender”

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