Tumgik
#jotakakweek2021
makahimetenshi · 3 years
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This is the moment of Jouta and Jolyne birth, they came off from Kaks eggs
He is a pretty proud dad
Is a scene from my fanfic chap 14
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maynatt · 3 years
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"This 'girl' is real?! Thank you so much!!
"Day 2: Genderbend👩‍❤️‍👩 Rainy day🌧️ SCI-FI🛸
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aliensaresupergay · 3 years
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jotakak week day 2, rainy day! (link) This is sadly the last fic i’ll be posting on time as my others aren’t finished or are barely started :/
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desertmint · 3 years
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#jotakakweek2021 day 5 — fashion
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makahimetenshi · 3 years
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Living with you Omake - Jotakak fanfic
Este es un pequeño Omake-Continuación-Happy Ever After de mi primer longfic Jotakak que fue Living with you, aunque ya es viejísimo y este Omake también es viejo recién lo estoy terminando hoy. Tal vez este confuso justamente por que ya no me acuerdo que era lo que estaba escribiendo en primera instancia pero hice el intento por leerlo y quedarme masomenos en sintonía, igual creo que se va a notar mucho cuando lean ambos lapsos de tiempo
-Viejo?
-Jolyne, no sueles llamarme al trabajo, que sucede? –pregunto Jotaro bastante consternado, su hija solo le había llamado unas 3 veces en toda su vida…y eran emergencias.
-Papa Noriaki necesita que vuelvas, ha pasado algo…
-Que?
-Me dijo que solo te diga que vengas…oh ahí está gritando de nuevo –antes de que pudiera preguntar que sucedía Jolyne le corto, siempre hacía eso para dejar la intriga, maldita mocosa.
Al llegar a su casa, se encontró al pelirojo con un bebe en brazos llorando, y por lo que veía, el también estaba por ponerse a llorar.
-Eso…no es mío…-dijo en la entrada totalmente petrificado, no sabía que decir, que hacía Noriaki con un bebe en brazos? Ellos eran hombres y…
Jotaro estás pensando estupideces
-Por supuesto que no es tuyo que no es obvio? –el pelirojo le respondió gritando histérico, sobresaltando a Jotaro, cuando había sido la última vez que lo vio tan alterado? Hace unos meses con la mudanza quizá, o un día que tenía muchísimo trabajo y no quería que nadie lo moleste, no solía estar así de alarmado.
El bebe que Kakyoin cargaba en sus brazos era un…presumía que japonés, al menos por la cara, con el pelo negro y poco mas, ósea era muy pequeño, casi podía decir que recién nacido o con 2 días, demasiado pequeño, de donde lo saco Kakyoin? Un poco de angustia invadía su pecho al pensar en ello, al menos estaba bien cuidado, no es que estuviera aún ensangrentado y baboso o sucio o…enfermo.
-Entonces de donde… -pregunto sin salir de su estado de shock.
-Escucha Jotaro –se quedo firme –escucha muy bien –firme, concentrado, su novio noto en su mirada la determinación de saber la historia y prosiguió –estaba volviendo con Jolyne del colegio y…viste que hay un parque bastante frondoso cerca de su escuela? Lo encontramos entre un montón de hojas y arboles y matorrales muy profundos, estábamos en la calle y sin embargo podíamos oírlo gritar, íbamos a seguir de largo pero Jolyne se fue corriendo a buscarlo y yo la seguí y…-Jotaro le dedico una mirada a su hija, quien lo miraba neutral –íbamos siguiendo los gritos y lo encontramos oculto entre las hojas y el pasto, estaba dentro de esta…incubadora? Cuna? –le señalo un moisés color blanco, bueno, moisés al menos suponía que eso era, parecía un huevo, era la cosa mas fea e impráctica que vio alguna vez en su vida, hasta estaba manchado de una cosa verde, imaginaba que sabia de las plantas –y el estaba dentro llorando desnudo y…no pudimos hacer otra cosa que traerlo…Jolyne me ayudo a ir lo mas ocultos posible y que no nos viera nadie pero…sabes que no podíamos dejarlo –con cada palabra parecía que al pelirojo se le salía el corazón del pecho, estaba agitado y bastante mas angustiado de lo que podría estar el lógicamente, aparte de nervioso.
Jotaro se acerco y le puso una mano en el hombro, mirándolo fijamente –Cálmate Kakyoin, fueron a la policía? –tranquilidad, lo que necesitaban era tranquilidad, podrían pasar esto tranquilamente, por suerte el bebe estaba callado.
-No…no se me ocurrió…-que clase de idiota era Kakyoin.
-Tenemos que llevarlo a la policía para que encuentren a su madre –una mirada horrorizada apareció en el rostro del pelirojo.
-Jotaro piénsalo bien, si lo encontramos tan escondido es por que lo abandonaron! Su madre no quiere verlo! –se estaba alterando de nuevo, no podía lidiar con estas cosas.
-Como sabes que no lo secuestraron? –al decir esto el chico se quedo mudo, sabía que tenía razón.
-Si lo damos a la policía se lo llevaran a un orfanato! –grito Jolyne del otro lado de la sala.
-Obviamente, eso es lo que hacen con los niños perdidos, estará bien ahí –dijo con firmeza, su hija le estaba dando pelea y Jolyne era bastante difícil de tratar aún con sus 13 años.
-No! Los orfanatos son lugares horribles! FF creció en un orfanato y me dijo lo horrible que era! Todos los niños la molestaban, el lugar era horrible, no tenían cosas propias, la señalaban en la escuela…
-Entonces que pretendes hacer? Te lo quieres quedar o que? –estaba levantando la voz y no le gustaba hacer eso, lo hacía sentir que perdía las discusiones.
-No pero…-Kakyoin se metió, tenía la mirada fija en el niño –ya veremos que hacer, de momento te llame por que necesita comer y no se que darle, se que a los niños hay que darles una leche especial y no pueden morder, le di un poco de pure de papa y por eso esta tan calmado, me da miedo que le haya caído mal…
Un suspiro salió de su boca, el ambiente no estaba para discutir y Noriaki tenía razón, el niño tenía que comer, tendría que salir a comprar algunas cosas para abastecerse aunque sea ese día.
-Yare yare daze, de acuerdo, iré a comprar algo, seguro que me acuerdo de que comprar, después de todo hace nada Jolyne también era una bebe –intento hacer un chiste pero no le salió, ninguno de los 2 se rieron, así que agarro un poco de dinero y salió del departamento, viendo como ambos se le quedaban viendo bastante preocupados.
Mientras caminaba se daba cuenta de lo poco que le gustaba la situación, un niño perdido o abandonado tan pequeño? Encima oculto? Definitivamente deberían hablar con la policía, el tenía los contactos suficientes para que lo pongan en un buen orfanato, uno bueno de verdad, pero Jolyne tenía razón, esa no era vida para un niño, sin embargo no podían hacer otra cosa, sabía que tarde o temprano si no se sacaban al bebe de encima Jolyne y Kakyoin le tomarían cariño y se lo querrían quedar, siempre pasaba eso, el era un hombre mas duro y por eso podía pensar todo con mas claridad y definitivamente esa no era una buena idea.
El no quería ser padre de nuevo.
Kakyoin estaba entusiasmado por que el no era padre…bueno, entusiasmado, nervioso, asustado y desorientado además, pero a un hombre de su edad sin ser padre seguramente la idea lo golpearía fuerte y conociendo a Kakyoin le pediría de quedárselo. El tenía los contactos suficientes para llevar a cabo una adopción rápida pero no quería, el ya tenía una hija y ya paso por esa etapa, ya estaba grande para volverla a pasar.
Y Jolyne en cambió nunca tuvo hermanos ni mucha compañía, seguro se pensaba que el bebe era un juguete y sería algo así como su mejor amigo para siempre.
Los siguientes días serían difíciles, yare yare daze.
Volvió a su casa del supermercado bastante muy mucho mas cargado de lo que solía salir de ese lugar, con unos cuantos paquetes de pañales de diferentes tipos, un biberón con varias boquillas, un par de conjuntos de ropa y comida y leche de bebe, obviamente no lo podían amamantar así que tenía que hacer lo mas posible para que no sufriera ninguna carencia. También había comprado algunas sabanas, no le comprarían una cuna que nunca mas usarían por que se lo llevarían rápido pero al menos dormiría con ellos.
Al parecer Jolyne y su novio habían comido mientras el estaba afuera, no pregunto por que era costumbre que cuando faltaba a la cena Kakyoin siempre le dejara algo preparado, un gesto muy dulce de su parte que ponía a Jotaro bastante feliz.
Con cierta vergüenza el pelirojo se dio cuenta que esto no era lo suyo, no solo por no saber colocar un pañal si no por el echo de que no sabía siquiera como bañar al niño, así que Jotaro en menos de 40 minutos ya tenía al niño bañado vestido cambiado y en proceso de comido, ya que le estaba calentando leche mientras le daba de comer.
Jotaro como padre era gracioso.
-A mi también me hacías esas cosas? –pregunto Jolyne curiosa, husmeando en la ropa de bebe.
-Si, usualmente tu madre te daba de comer y yo te cambiaba los pañales –ah, el asunto ex de Jotaro y su hija, mejor no meterse.
-Que haremos? –pregunto seriamente, no quería inmiscuirse demasiado el tampoco pero darlo a la policía era casi como que suicidio…y ellos no se lo podían quedar, no es como si lo pudieran adoptar o algo además que de verdad tendrían que ir a la policía a declarar.
-Policía, ellos sabrán que hacer –respondió firme.
-No! –un grito de Jolyne lo sobresalto.
-Si, Jolyne por que no te callas? Yo se que hacer –la situación evidentemente ponía nervioso al ojiazul también, el no le solía contestar con sarcasmo a Jolyne.
El no sabía que decir, estaba en el mismo limbo que Jotaro pero el tampoco quería que lo llevaran a sufrir a un orfanato.
-Siempre pensaba que nos abandonabas a mi y a mama, ella siempre me regañaba diciendo que no era así pero si también quieres abandonarlo a el veo que tenía razón –le susurro Jolyne con cierto enojo y resentimiento, Jotaro la miro mosqueado por que no le gustaba que le marcaran sus errores, o al menos el no los consideraba errores.
-Jolyne –Kakyoin quiso decir algo pero en cuanto abrió la boca la niña se dio vuelta en dirección a su habitación, ahora Jotaro estaba mirando con enojo al bebe, que realmente no tenía la culpa de nada pero debía pensar que era un problema.
-Policía, mañana lo llevaremos –dijo con firmeza, dejando de alimentar al niño, quien lo único que podía hacer era moverse, parecía una patata, los bebes tan pequeños parecen patatas –estuviste bien en llamarme –el moreno guardo silencio por unos instantes, mirando a la nada –quieres saber como fue separarme de mi ex? –nunca le había contado, y algo le decía que al pelirojo no le interesaba saberlo, tal vez era esa cosa tan útil que llega a ser el sentido común en ocasiones pero necesitaba desahogarse –contrario a lo que parezca no terminamos mal, se muy bien que ella aceptaba mis…periodos fuera de casa…al menos en la corte estuvo todo bien?... ella estaba distante y sin embargo muy cercana a mi, creo que me empezó a odiar cuando pudo pensar en frió y por eso hace años que no la veo –intento buscar alguna expresión en la cara de Kakyoin antes de seguir hablando, nada mas allá de la paciencia –si su madre podía entenderlo odio que me digan estas cosas.
Jotaro no pensaba en sus ausencias y su poca presencia en su ambiente familiar como un error –yo… -el pelirojo intento hablar en un susurro –puedo entender los motivos por los que se divorciaron, ósea ambos eran muy jóvenes y tenían una bebe, no una niña como ahora si no una bebe, imagino que estaría sola cuidando a…algo que no es realmente muy buena compañía, cuando se casaron tenían 20 y ella debía estar muy enamorada de ti…a mi no me afecta por que soy mucho mas grande y maduro y además Jolyne es una compañía pero imagino que estar casada a los 20 años sola con una hija y no tener marido debe ser duro, si te defendía frente a Jolyne debía estar muy enamorada de ti –no sabía que decir, no quería enojar al moreno que era bastante sensible con el tema de su ex o su relación con ella y su trabajo –la ultima vez estuviste fuera unos 3 meses y pues estamos bien pero…es diferente.
-Si mis ausencias son un problema  con mi propia hija entonces no hay manera en que puedas  ocuparte de este niño –dijo Jotaro con seriedad, no se había sentido tocado ni nada por su pequeño discurso pero quería mantener una firmeza frente a sus argumentos.
-Jojo espera, piensa bien lo que Jolyne dijo por un segundo… -un gesto de desesperación se apodero de las manos del pelirojo.
-Que pretenden hacer los 2? Quedarselo? Adoptarlo? Noriaki no eres padre no entiendes como es esto –estaba bastante molesto, Jolyne lo había puesto así.
-No! Espera un poco, cuidémoslo por un tiempo ok? –Jotaro le levanto una ceja, poniéndolo más y más nervioso –enséñame lo básico y yo me encargo de el hasta que sepamos que hacer si?
-Ni hablar, Noriaki no es sencillo ser padre, que te esperas de todo esto? –se estaba irritando aún más, todos debían ponerse en contra suyo el día de hoy?.
-Simplemente déjame si? –el pelirojo tomo decidido al niño en sus brazos de una manera bastante torpe, Jotaro miraba con desaprobación como las piernas del bebe quedaban colgadas de su cuerpo.
Silencio.
No sabía exactamente por que quería quedárselo pese a que su mente le decía lo obvio y evidente, que no se lo podían quedar, el dinero no era un problema, pero la adopción si, y su falta de experiencia o de anticipación también, el no se sentía listo pero no podía mandar a ese bebe a sufrir a un orfanato el resto de su vida. Luego que? Se sentiría mal y lo iría a visitar al orfanato para decirle “hey, sabes te salve de la muerte cuando eras un niño pero realmente no quería un hijo así que te metí a este botadero a ver si le gustas a alguien lo suficiente como para que te adopte”
Pues no.
No tenía idea pero tenía que cuidarlo, era como que lo único que podía hacer.
-Noriaki un bebe no es un juguete como para que te encapriches y lo quieras al instante –le dijo Jotaro desafiante, intentando agarrar al niño de nuevo, pero Kakyoin se movió mirándolo retadoramente, wow, hace años que no se ponían así.
-Déjame pensar en que hacer si? Creo que soy lo suficientemente adulto para que no me controlen que puedo y que no puedo hacer –la mirada enfadada de Jotaro le causo un temblor en la espalda, así que se dio la vuelta y se encerró en la habitación con el niño en brazos quien…tenía una mirada confundida.
Unos golpes se escucharon en la puerta, haciendo enojar al pelirojo, no lo podía dejar en paz? Estaba tan tenso como el pero no podía ser un clon suyo, el no era tan frió y calculador como Jotaro, tenía que darse su tiempo para pensar.
-Noriaki enserio es un bebe no una cosa que puedas decidirte quedar –la voz de Jotaro se escucho detrás de la puerta, se escuchaba molesto, cortante, iban a tener problemas luego de esto.
Pero ahora tenía que ocuparse de defender a aquel bebe.
-Me puedes dejar!? –exclamo hastiado, presionando a la criatura contra su pecho, era consciente de que lo estaba agarrando ridículamente mal, al menos eso pensaba por que le estaba metiendo un dedo en la oreja, o el niño era muy pequeño o sus manos muy grandes.
Silencio.
Ninguno de los 2 estaba hablando y pese a todo Kakyoin sabía que Jojo seguía en frente de la puerta.
-2 semanas –pronuncio el hombre mas alto detrás de la puerta, haciendo saltar al pelirojo de la sorpresa –te daré 2 semanas para que decidas que hacer con ese niño –una inesperada felicidad invadió su rostro, dedicándole aquella cara al bebe en sus brazos, estaba feliz, un calor había inundado su pecho por que Jotaro le había dado una oportunidad –sin embargo –aún si había condiciones, el seguía feliz cargando a la criatura –yo no seré padre de ese niño, no me lo pidas, arréglate tu con el.
Silencio otra vez.
Wow Jotaro.
Eso había sido duro.
Pero podía aceptarlo, el podía hacerse cargo del muchachito hasta pensar en algo que hacer, tendría que aprender por su cuenta pero todo estaría bien puesto que pondría su mejor empeño en ser el mejor padre temporal.
Padre? Una risita se hizo presente en sus labios, estaba exagerando.
-Esta bien –pese a que no le gustaba la actitud del moreno entendía que todo había sido muy repentino, tal vez no decía esas cosas solo por el enojo del momento pero tampoco iba a forzar nada, tenía 2 semanas para dejar que las cosas se enfríen y tranquilicen.
Paso un rato, Kakyoin se había recostado en la cama con el bebe, estaba cambiado, comido, bañado, tendría que aprender pronto como ocuparse el solo, ya nisiquiera por el hecho de que Jotaro lo ayudara o no si no por que si no podía hacer algo tan básico y simple se sentiría un inútil. Los pequeños ojos del niño eran de un verde bastante notorio, lógicamente no sabía la historia del niño pero si era japonés era curioso que tuviera esos ojos, Jotaro los tenía por su madre así que el era un caso aparte.
Minutos después entro Jotaro a la habitación con un biberón que dejo en la comoda, cierto que estaba calentándolo agradecía que pese a la incomoda situación siguiera siendo igual de atento que siempre, era bastante temprano pero estos eran los días complicados donde estaba repleto de trabajo y tenía que dormirse temprano así que tampoco quería molestarlo mucho. Jojo se fue sacando todo, quedando en calzoncillos ante la mirada de un hipnotizado Kakyoin que se había sentado en la esquina de la cama con el niño para hacerle lugar.
-Que? –pregunto el moreno hastiado, estaba bastante molesto y Jotaro molesto no era precisamente su momento mas encantador.
-Nada –susurro el pelirojo, agarrando el biberón del mueble, acomodando al bebe en sus brazos lo mas posible para que pudiera tomar sin molestias, el moreno no podía evitar ver que era un desastre tanto en sujetar al niño como la posición en la que agarraba el frasco, suspiro y agarro la mano del pelirojo con el biberón, colocándola en una posición que sabía que era buena para tomar, parecían idioteces pero no tenía ganas de que manchara la cama o la ropa de Noriaki.
Mas allá de que no se lo quería quedar había que cuidarlo si o si, y mejor que aprendiera un poco como hacerlo.
Se metió en la cama, viendo muy serena y tranquilamente la escena, de cierta manera le molestaba que un mocoso e la nada venga y le robara la atención del pelirojo, quien no disimulaba a la hora de quitarle los ojos de encima, celoso de un bebe que ni gatear podía? Lo admitía, infantil? Tal vez, protector? Claramente.
El mocoso había dejado de tomar masomenos por la mitad, Jolyne tenía el mismo mal habito de no acabarse todo pero no los podían obligar, aparte sería demasiado, al parecer no necesitaba llamarle la atención a Noriaki por nada por que este se dio cuenta que no iba a comer mas y no lo podía obligar, al menos esto intuyo después de un rato de que no quisiera tomar mas cuando dejo el biberón en la cómoda y fue a su lado a agarrar una almohada y una manta que estaba en uno de los sofás de la habitación, aquello dejo confundido a Jotaro en especial cuando agarro al niño y se dirigió a la puerta.
-Que haces? –pregunto Jotaro, sacando un brazo de debajo de las sabanas.
-Voy a dormir al sofa –le contesto el pelirojo, dejándolo estupefacto, acaso había dicho algo? Si no le dijo nada…
-Que? Por que?
-No estas enojado? –aquello hizo suspirar a Jotaro, Kakyoin estúpido…le hizo un lugar en la cama abriendo con las sabanas, indicándole que entre –se que estas enojado, te estoy obligando…
Le hizo gestos con la mano para que se acercara, no quería escucharlo.
El pintor se acerco a la cama dejando su almohada y su manta tiradas, sin embargo todavía tenía algo en brazos que no podía tirar, evidentemente Jotaro leía perfectamente la duda en su rostro sobre donde dejar al niño, así que volvió a suspirar, si seguía así se quedaría sin aire.
-Ponlo en medio, de todas maneras tenemos que cuidar que no se caiga –ante aquello Kakyoin obedeció dejando al bebe al lado suyo, no tenía ningúna expresión en particular en el rostro, claramente no quería apurar las cosas ni forzarlas, así que estaba bien con aquello –deje las sabanas para el en la sala… -susurro para si mismo, acomodándose, hace tiempo no hacía esto de dormir con un tercero en la cama.
-Voy a buscarlas…-Kakyoin se había dispuesto a levantarse de la cama para ir a la sala pero el brazo del moreno lo jaloneo para abajo, obligándolo a quedarse en la cama.
-Déjalo, mientras que no manche nada estará bien, quédate –le dijo mirándolo con una seriedad que paralizo al pintor, se acomodó en la cama abrazando su almohada, todavía era temprano para dormir pero por un día no pasaba nada, aparte siempre que Jotaro se tenía que ir a dormir temprano lo dejaba solo en la cama.
-Pudiste cenar? Te deje algo preparado cuando fuiste al super… -intento hacer charla el pelirojo, mirando esta vez a Jotaro y no al niño, quien estaba entre que durmiéndose y agarrando todo lo que estaba a su alcance.
-Si, estaba delicioso, gracias –seco, otra vez le respondía así, por encima del cuerpo del niño estiro una de sus manos para agarrar la de Jotaro y entrelazarlas, sin decir nada, solo para mirarlo a …su único ojo.
-Te amo –le dijo en un susurro, ocultando su cabeza en la almohada como una seña de que se iba a dormir.
-Yo igual –no podía ver la expresión en el rostro de Jotaro, seguramente no quería verla, pero escuchar aquello lo tranquilizaba un poco.
Jotaro para sus adentros pensaba que si Kakyoin se iba a dormir tan relajado es por que evidentemente no sabía nada, tendría que ocuparse el por esa noche, ahora mismo estaba cansado y no tenía ganas de explicarle nada.
A la mañana siguiente Kakyoin se despertó por las ganas de ir al baño, lo primero en cruzar su campo visual fue el rostro sereno de Jotaro, quien estaba dormido al lado suyo, dentro de poco tendría que levantarse para prepararse para otro día duro, pero lo que le llamo la atención fue que el niño no estaba en medio suyo, alarmado empezó a buscarlo con la mirada, haciendo el mínimo ruido posible para no molestar al moreno más de lo que estaba, levanto las sabanas ligeramente y nada, no estaba ahí, salió de la cama  para mirar en el suelo y nada,  no había rastro alguno ni tampoco ningún tipo de ruido.
Salió de la habitación con el corazón latiéndole a mil y con unos escalofríos recorriéndole el cuerpo, no podía haber salido de la casa lógicamente pero y si se había hecho daño con algo? Tampoco era como que pudiera moverse tanto…al pensar en esto se dirigió a la habitación de Jolyne, abriendo despacio para no alarmarla en caso de que sus sospechas no fueran ciertas, por suerte la adolescente tenía al niño durmiendo al lado suyo entre la cama y la pared, un suspiro de alivio salió de su boca y cerro sus ojos para aliviar el peso en sus parpados.
Estaba apunto de cerrar la puerta hasta que la niña levantándose le llamo la atención, no se había dado cuenta que los rayos del sol le estaban pegando en la cara.
-Papa? Viejo? –susurro aún adormilada, moviéndose de una manera bastante torpe.
-Lo siento Jolyne, es que no lo encontré en mi cama y…por suerte lo tienes tu…-le respondió en susurros para no despertala de golpe, aún era temprano para tener que ir a clases –sigue durmiendo.
-Ven
La voz decidida y firme de la hija de Jojo lo hizo avanzar, cerrando la puerta detrás suyo y sentándose en el piso frente a su cama, recién ahora se daba cuenta que se había dormido con la ropa que tenía ayer. Jolyne se dio la vuelta en frente suyo, con cuidado de que el niño no se despertara, no había dormido muy bien evidentemente si estaba tan segura de sus movimientos incluso recién levantada, todavía tenía los ojos entrecerrados y un hilo de baba le colgaba de la comisura de los labios, Kakyoin le sonrió y se lo limpió con la mano,  era igual de linda que su padre.
-Que sucede? –le pregunto bastante curioso, las ganas de ir al baño habían matado su sueño, tal vez ahora se pondría a hacer el desayuno, usualmente Jolyne siempre le decía que la dejaran dormir tranquila.
-Me lo traje por que no quiero que el viejo se lo lleve –le respondió bastante seria, causándole una cierta ternura al pelirojo.
-Tu padre me dejo quedarnos con el un par de semanas hasta que veamos que otras alternativas hay, tenemos que pensar bien las cosas, ayer estábamos muy nerviosos no crees? –Kakyoin intento poner su mejor voz de calma, acariciando los cabellos rubios del flequillo de Jolyne.
-No hay otra alternativa y lo sabes Noriaki –no le gustaba hablar con alguien tan negativo, no se le daba bien.
-Veremos que hacer, no nos lo podemos quedar Jolyne, podrás ayudarme estas semanas? –Jolyne era una chica bastante lista y podía entender bien cuando alguien no tenía ganas de seguir con la charla, así que le asintió con la cabeza, hundiéndolo en la almohada haciendo un sonido de disconformidad –puedes cuidarlo mientras me baño y preparo el desayuno? Tu padre hoy sale temprano –Jolyne volvió a asentirle, a lo que Kakyoin le dio un beso en la frente y se levanto para salir de la habitación sin antes mirar al niño, estaba durmiendo plácidamente.
El sonido de la cocina despertó a Jotaro, a quien igualmente su reloj mental lo había despertado indicándole que era hora de comenzar el día, hoy tenía unos lindos experimentos con unos nuevos especímenes y eso lo ponía bastante feliz.
Noto que el bebe no estaba en la cama pero no se hizo mucho problema pensando en que estaría con Kakyoin, el pelirojo no tenía idea de que el se levanto en la madrugada a cambiarle los pañales y darle de comer de nuevo, tendría que explicarle una cosa o 2, por desgracia el que noto primero la incomodidad del crió que no paraba de moverse fue el que lo tenía mas cerca por que…se le había pegado, así que se dio cuenta antes de que empezara a llorar y a taladrarle los oídos, lo cual era muy bueno.
Luego de darse una ducha para despertarse se dirigió a la cocina, ahí estaba Kakyoin preparando unos waffles con café, al lado suyo había unos ingredientes que suponía que serían para su almuerzo, el pelirojo siempre que podía se tomaba la molestia de prepararle algo para llevar al trabajo. Recordaba que su ex también tenía ese tipo de gestos con el pero…no le daba mucha importancia, sería que de verdad le importaban del pelirojo por que si era de verdad el amor de su vida? O una cosa asi de cursi? No lo sabía pero seguía siendo lindo.
Se le acerco por detrás y le dio un beso en la oreja, después de un tiempo Kakyoin ya se había acostumbrado a aquello, recibiéndolo con una sonrisa y un beso en los labios.
Correspondiéndole la sonrisa dio una mirada a su alrededor, el bebe no estaba ahí.
-Donde esta…? –pregunto con curiosidad, sin embargo el dedo de Noriaki en sus dedos acallo su pregunta.
-Esta durmiendo con Jolyne, al parecer se lo llevo en la madrugada –eso le recordó que tenía que explicarle ciertas cosas –oh los waffles están listos –una sonrisa apareció en su rostro  mirando hacia la wafflera, Jotaro lo abrazo por la cintura dándole besos en el cuello, adoraba darle cosquillas así mientras estaba ocupado, con lo único que no se metía era cuando estaba pintando por que respetaba mucho su trabajo.
En cuestión de minutos el desayuno estaba servido en la mesa, algo sencillo para ellos 2 por que Jolyne se despertaba mas tarde, a Jotaro le gustaba tomar su café con crema por que le hacía gracia como se reía Kakyoin cuando le quedaba el bigote de crema.
-Escucha Noriaki, y necesito que escuches atentamente –el moreno lo miro con seriedad, captando toda su atención mientras mordisqueaba un pedazo del waffle.
Le explico el tema de los horarios y formas de alimentar a un niño, como bañarlo, como calmarlo, que en las madrugadas se despertaban a llorar por que querían atención de diferentes formas, el tema de cambiarlo y vestirlo, básicamente un mini resumen que sería completado con la práctica, aún con el ruido de los cubiertos en los platos Kakyoin escuchaba muy concentrado, tomando notas mentales e imaginándose cada situación.
Podía hacerlo, no se oía tan difícil.
Hoy era su primer día de pruebas.
En cuanto Jotaro termino su desayuno agarro sus cosas y se fue no sin antes darle un beso en la mejilla, Kakyoin se quedo muy enternecido pensando en cuando le dijo que se había ocupado del niño en la madrugada para no despertarlo.
El día ya había comenzado así que empezó a pintar un nuevo cuadro luego de fijarse si Jolyne seguía dormida o no, si llegaba a tener algún problema, ella o el bebe lo llamarían.
Después de casi 1 hora y media Jolyne salió de su habitación para ducharse, ocasión que Kakyoin aprovecho para ir a recoger al nuevo niño-no criatura encariñable de la familia, quién se había despertado y respondió bastante feliz al ver al pelirojo, tal vez y solo tal vez, le gustaba un poquito que se alegrara así de verlo, aparte era simpático.
Bajo las indicaciones de Jotaro le preparo de comer y se sintió extrañamente bien de no manchar todo, ósea era normal que los bebes sean inútiles y no sepan comer sin mancharse pero derramo muy poco y eso lo hacía sentirse autosuficiente y responsable, como si hubiera echo una gran labor alimentando apropiadamente al niño.
En cuanto Jolyne salió del baño con su uniforme se encontró a Noriaki con el bebe en sus piernas, fastidiándole bastante mientras pintaba.
-Lo siento Jolyne, no creo poder acompañarte hoy –Jolyne le miro confundida, si esto significaba tener un hermano no lo quería, osea que la dejarán atrás y eso.
-Por?
-Como no sabemos que hacer con el nadie puede vernos o pensaran que nos lo robamos o algo, enserio es algo delicado, por favor no le cuentes a nadie en la escuela –Jolyne entendió rápido la situación, ventajas de que ya no era una niña era que al menos con el, no tanto con Jotaro pero si con el, se entendían mas por alguna razón –y además tengo que quedarme cuidando de el y…
-Esta bien Noriaki –igual de comprensiva y linda que siempre, la hija de Jojo le dio un beso en la mejilla al pelirojo y agarro su mochila para dirigirse a la puerta –cierra al salir si?
Noriaki sonrió, agarrando las llaves con sus manos temblorosas para cerrar, haber empezado a salir con Jotaro había cambiado su vida de una manera que jamás espero.
Cuando Jotaro volvió a la casa, casa que por cierto habían comprado el y Kakyoin cuando decidieron mudarse juntos, totalmente agotado pero muy emocionado por que había sido un día estupendo en el trabajo, lo primero que su campo visual encontró fue a Jolyne y Kakyoin jugando con sus consolas portátiles en el sofa mientras hablaban con el niño en las piernas del pelirojo mirandolos, había un olor a pintura bastante fuerte en la habitación, lo cual significaba que había estado trabajando, era extraño pero aunque trabajara afuera o en su estudio el aroma a pintura siempre quedaba concentrado en la sala, tal vez por la calefacción? No sabía.
-Jolyne, a tu padre no le gustara eso –se quedo ahí, oyendo la charla, esa frase no era una buena señal de nada, después de un buen día era necesario ponerlo de mal humor?
-Pero hay que ponerle un nombre, como lo vamos a llamar mientras tanto? –oh no, eso si que no.
-No creo que sea…
-Bebe y niño, nada mas que eso –respondió con una voz firme y autoritaria, entrando en la habitación y así en la conversación, imponiendo su autoridad ante la mirada desafiante de su hija.
-Estábamos hablando papa y yo, viejo –no se iba a dejar llevar por las manipulaciones de su hija, si el decía una cosa así es como iba a ser.
-En cuanto le pones nombre a las cosas te encariñas, y esto es solo temporal, y cuando te encariñas con algo no lo dejas ir, me ha pasado varias veces con mis especímenes –respondió acordándose de aquellos especímenes que fueron salvados de la muerte con los que compartió tantos momentos para tener que dejarlos ir con todo el dolor en su corazón, había tenido vínculos realmente fuertes con aquella beluga.
-Que raro que no los tuviste conmigo –respondió Jolyne, mirando su consola fingiendo desinterés, Jotaro le dedico una mirada enojada y agarro al niño en brazos, no tenía por que soportar esto.
-Ya comió? –el pelirojo le asintió con la cabeza, mirándolo con una sonrisa, le parecía sumamente tierno ver a los 2 morenos juntos, Jotaro noto esto y lo dejo de nuevo en sus piernas, no quería que tampoco se encariñara a la imagen de familia feliz, esto era solo temporal.
-Si, es bastante tranquilo por lo que noto, muy pocas veces lo escuche llorar, grita mucho pero no llora, que tan normal es eso? –eso era una pregunta medio tonta, pero podía dejarlo pasar sin escandalizarse, después de todo Kakyoin era un primerizo –por otra parte tu cena esta en la cocina, terminamos de comer hace poco así que aún debe estar caliente, llegaste a tiempo –con una sonrisa Jotaro se acerco y le dio un beso en la frente, acariciando su cabello por unos instantes, aún si todo a su alrededor no era sencillo el siempre se ocupaba de animarlo.
Las semanas fueron pasando, y a medida que Jotaro iba saliendo mas y mas temprano de su trabajo pasaba mas tiempo con Kakyoin y…con el bebe, había notado como inevitablemente el pelirojo se fue encariñando con el infante que era muy pegado a el, su risa cuando el niño hacía alguna idiotez era embriagante y encantadora, lo hacía verse mas feliz y…no quería pensar en esas cosas pero le gustaba verlo así de contento.
Kakyoin se desenvolvía bien con el y casi no le pedía ayuda con nada, el niño no les había dado problemas con  absolutamente nada así que no tenía ningún mal trago con el como para calificarlo de mala experiencia, muchas veces volvía a casa y se encontraba a Kakyoin en el sofa con el niño en brazos jugando o durmiendo juntos y se le hacía super adorable aquello, aún siendo un poquito descuidado o bruto no dejaba de ser sumamente amoroso y atento con el niño a todo momento sin descuidar a Jolyne ni a el.
Jolyne también era otro problema, ella lo había tomado como un hermano y como un muñeco, ósea tenía trece ya era una chica grande y sin embargo estaba super ilusionada y encantada, no tanto por la idea de un hermano o de que fuera pequeño si no de que fuera un nuevo integrante en su familia, y lo quería muchísimo y lo cuidaba junto con el pelirojo, le encantaría ver si aquella paciencia duraba mas tiempo que esas 2 semanas, y lo peor es que tenía pinta que si.
Y a el mismo también aplicaba.
El mocoso no le iba ni venía, era bastante cortante con el a diferencia del resto pero podía admitir que era muy adorable y bien portado, que era muy gracioso y ante todas las cosas una cosita suavecita, cuando Jolyne era bebe el se pasaba apretujándola y jugando con ella por que era muy suave y le encantaba. Además si tenía que pensar en algo era llegado a este punto al amor que le tomo su familia al niño, sinceramente el no había pensado nada para ver que hacer con el y estaba 100% seguro de que Kakyoin tampoco, al fin y al cabo las opciones seguían siendo las mismas, mover los hilos para adoptarlos ellos lo mas rápido posible o un orfanato.
Le daría muchísima pena si Kakyoin se deprimiera  por que tendría que renunciar a el, el amor con el que lo abrazaba y miraba era típico de un padre, seguramente el le dedicaba las mismas miradas a Jolyne cuando era una bebe, un sentimiento de calidez y conformidad lo invadía cuando la mirada feliz del pelirojo se cruzaba con la suya luego de ver al niño, se veía feliz, estaba contento, el niño no era una mascota como para decidir quedarse o no pero Kakyoin ya lo quería mucho, además que le causaba mucho amor verlo cargándolo o jugando con el.
Y más allá de su pobre relación con el niño, seguramente producto de sus ausencias o trato indiferente en un nulo intento de no establecer vínculos emocionales tan fuertes como los del pelirojo no podía evitar pensar en que si se iba lo extrañaría, cuando veía sus mejillas regordetas super suavecitas y lo cargaba en brazos simplemente para jugar con el le dolía un poco el pecho al pensar que realmente…no quería otro hijo, pero ya no se sentía tan en condiciones de abandonarlo, su corazón estaba lleno de dudas. Se había encariñado, justo lo que no quería…
Podrían perdonarlo Kakyoin y Jolyne si decidía darlo en adopción?
No…podría perdonarse el mismo el separarlo de los brazos de ellos que lo querían tanto?
Incluido de alguna manera el?
Era un día tranquilo, domingo a la tarde, al día siguiente tendrían que llevar al niño a la policía supuestamente por lo que habían acordado hace 2 semanas por que…realmente no habían hablado del tema….no sabia si Kakyoin lo estaba evitando o si tampoco no lo había pensado pero…era su turno de hablar…no le quedaba otra…llegado a este punto el tampoco quería darlo en adopción tampoco.
Afuera estaba lloviendo bastante intensamente, el ruido de las gotas de lluvia golpeaba el techo con fuerza pero por suerte no granizaba ni había tormentas eléctricas, el estaba trabajando en su computadora en el sofa con el niño al lado…baboseando, por que poquita cosa mas hacía y Kakyoin estaba al lado suyo pintando, era lindo ver a Kakyoin trabajar, le recordaba que alrededor suyo podía sentirse calmado entre el mas puro de los silencios, y aparte que era lindo mirar un sketch, levantar la mirada, color, levantar, sombras, levantar, luces y así con el resto del cuadro.
Tomo aire y levanto al niño en brazos, haciendo que este haga un sonido bastante sonoro en señal de alegría, llamando la atención del pelirojo quien lo miro embelesado, le parecía sumamente tierno y gracioso.
-Es un poco lindo no crees? –dijo improvisando algo para iniciar una conversación, el pintor le respondió con una sonrisa volviendo a su trabajo.
-Tu crees? –era ahora o nunca.
-Noriaki tu….quieres quedarte con el? –la mirada sorprendida del pelirojo lo dejo un poco asustado, tan fuerte había sonado eso?
-Por…por que lo dices? –pregunto bastante asustado mirando al suelo, no entendía su reacción, estaba seguro de que se quería quedar con el niño.
-Respondeme
-En realidad…tu te lo quieres quedar? –la pregunta lo tomo desprevenido, no estaba molesto si realmente no lo quería pero…le era inesperado.
-Eso te pregunte yo
La voz del pintor se torno temblorosa, sus brazos se cruzaron tocando sus caderas con una de sus manos –yo…en realidad…estaba pensando en que…ya sabes somos los 2 una pareja, no puedo obligarte a quedarte con el aunque me gustaría, si tu no quieres quedarte con el respetare tu decisión, esta bien por mi –Jotaro le sonrió, la consideración del pelirojo lo hizo sonrojar.
-Entonces si quieres quedarte con el? –le pregunto una vez mas  para asegurarse.
Se tardo unos momentos para responder, tomando aire en ello-Si
El también tardo lo suyo en seguir.
-Yo también quiero que se quede con nosotros –prácticamente el pelirojo se lanzo hacia el para abrazarlo, casi perdía el agarre del niño que se tambaleo un poco, poniéndose a gritar ensordeciéndolos a ambos, podía escuchar la risa del pelirojo contra su cuello, a la vez que notaba la sonrisa en sus labios contra este, y a decir verdad, el también estaba sonriendo.
-Adopción? –le susurro, colocando sus brazos en su cintura, la piel del pelirojo estaba calentita.
-Si, hay que decírselo a Jolyne –con suavidad bajo al niño, acomodándolo entre el y y Kakyoin quien le dio un beso en la mejilla a ambos.
-Estará muy emocionada, esta vez si podemos buscarle un nombre?  -la carita de ilusión del pintor le provoco darle un beso en la frente, seguramente el tenía una cara igual de estúpida ahora mismo pero sintiéndose tan feliz no lo podía evitar.
-Si no tiene uno ya si, recuerda que si hay que llevarlo a la policía, me encargare de que este con nosotros lo más rápido posible, eso si, tu tendrás que tomar su custodia y ser tu quien lo adopte ya que…yo ya tengo a Jolyne, hazme caso, no son gente fácil de tratar- ahora quedaba lidiar con lo más difícil, los servicios sociales y los papeles y trámites para la adopción, no lo consideraba tan difícil ya que prácticamente cualquier cosa que pedía en su compañía se la daban sin chistar sin embargo sabía que no sería fácil.
Estaba seguro de lo que hacía? Quizá no mucho, ya no podía retractarse de todas maneras pero estaba feliz no solo de tomar una buena decisión al querer adoptar al mocoso con el que se había encariñado si no también por la contagiosa alegría del pelirojo en sus brazos, tal vez luego de tantos años juntos esto era un avance o un punto que debía completarse, ellos no tenían la obligación como pareja homosexual de tener niños y además de que ya tenían una en un cierto modo pero…la inesperada e improvisada paternidad de Kakyoin le indicaba que todo iría bien.
No quería distraerse de pensar en esas cosas tan importantes pero el pelirojo con el bebe en sus brazos lo distraían con mariposas en el estómago y felicidad infinita, eso y que el bebe le estaba dando golpecitos en el pecho.
Fueron unos meses muy duros de papeleos y trámites donde principalmente la amenaza de que se lo quisieran quitar estaba muy presente, para su suerte la pareja conocían abogados muy buenos que por el precio correcto pudieron evitar eso pero la verdad es que habían encontrado un recién nacido y no habían declarado su caso como desaparición de una persona que al parecer nisiquiera tenía acta de nacimiento, tenía toda la pinta de haber sido parido en una casa propia y apartir de eso abandonado.
La tensión estaba muy presente en la casa de ambos por que eran situaciones muy desagradables donde estaban a segundos de perderlo de no ser por sus abogados y contactos, y principalmente le habían dicho a Jolyne que no cantara victoria por nada ni se emocionara, que era una caso delicado. Sin embargo todo paso y para el final el niño ya no era suyo, no fue hasta que firmaron por el y terminaron los tramites que llamaron por videollamada a la madre de Jotaro, anunciándole que habían adoptado a un niño de actualmente 7 meses, solo para que la pobre mujer no se entusiasmara y llorara si al final no podía ser suyo.
Y el nombre seleccionado había sido Jouta Kujo, puesto inesperadamente por Jotaro.
-No puedo creer que no me contaran nada de esto desde antes! –gritaba la mujer ligeramente ofendida desde la interferencia de la videollamada – hubiera viajado expresamente para verlo!
-Sabes que son tramites complicados en especial para una pareja como nosotros, de hecho todo fue rapidísimo y bien –su mirada se enfocó en el pelirojo, que estaba jugando  a un lado suyo con Jouta en brazos con un sonajero –mucho mejor que al resto de las parejas –cuando el pelirojo le levanto la mirada ambos asintieron, ya le contarían a la madre de Jojo el inicio de esa historia, definitivamente no era para contar por llamada, sería un buen tema para hablar en la cena familiar que tuvieran en esa oportunidad.
-Estoy tan emocionada por conocerlo! Se ve como un niño muy amigable!
-No es tan así –comento Jotaro, había aprendido que particularmente con el, no con Jolyne ni Kakyoin, solo con el, el niño tenía un carácter bastante podrido.
-Hasta ahora solo juega con juguetes algo básicos, no quiero que se lastime con nada…-susurro Kakyoin sosteniendo su espalda al mismo tiempo que elevaba el sonajero para que el niño intentara agarrarlo a saltitos, cuidando que no se callera, las mejillas de Jotaro se sonrojaron por que desde que había comenzado a atender a Jouta le había salido un lado paternal demasiado tierno que jamás había visto en el desde que lo conoció.
-Pues es obvio, es muy pequeño después de todo, me muero por apretar sus cachetes y jugar con el! –comento la mujer de manera juguetona con una sonrisa totalmente ilusionada a la pantalla.
-Particularmente le gustan las pelotas, aunque le compramos grandes para que no se las trague
-No sabemos quién es más infantil, si Jolyne o Jouta, no se si esta celosa pero se roba todos y cada uno de sus juguetes y solo nos enteramos cuando Jouta llora buscándolos –dijo Jotaro con una risa, sintiendo una pequeña patadita de parte de Noriaki en su tobillo diciéndole que no la queme.
-Es precioso, hasta tiene un parecido a Jotaro, seguro que no es hijo tuyo? –Jotaro trago salvia, que mal momento como para decir ese chiste con el pelirojo al lado, quien lo estaba mirando acusadoramente y ofendido.
-Simplemente nos calló así, como si tuviera que parecer un Joestar.
Que Noriaki trabajara en la casa era una suerte para ambos, muy pocas veces tenía que contratar una niñera cuando no podía distraerse de sus cuadros y creaciones pero todo el resto del tiempo lo cuidaba y criaba el, lo cual era algo bueno en tener una figura paterna presente durante sus primeros tiempos. Y el pelirojo era el primero en correr cuando el niño necesitaba algo, cuando se salía de su corralito para que no se lastimara metiendo un dedo en un enchufe o algo, los cuales por sugerencia de Noriaki habían tapado con cajitas para que el niño no se hiciera daño, el primero en ir a darle su besito de buenos días en la mañana, el primero en abrir su cajón de juguetes para que el eligiera, estaba enamorado de esa criatura.
Estaba enamorado como nunca creyó enamorarse de un niño o de la idea de tener un hijo.
Y para Jotaro, con suma gracia, era tan normal la idea de verlo cargándolo o jugando con el que se preguntaba cómo iba a aprender siquiera a caminar, pero el también era el primero en unirse a los juegos con algún juguete nuevo que compraba de camino a casa, le encantaba no solo ver las reacciones de alegría de su novio si no también del niño.
Un día al volver del trabajo se encontró al artista recostado en el sofá con el bebe sujeto en el aire, volteando los 2 a verlo al oir el ruido de la puerta.
-Tengo treintitantos y nunca se me había ocurrido la idea de tener hijos, no sabía que de 7 meses atrás para aquí me encantaría tanto…-susurro con una sonrisa boba viendo los ojos verdes del pequeño, a pesar de no ser plenamente su hijo adoraba cada parte de el. Jotaro se acercó y se agacho en frente suyo para darles un beso en la frente a ambos, acariciando las mejillas rechonchas del niño y sentándose en el suelo contra el sofá para esta vez cargarlo el, su maletín estaba regado en el suelo pero eso no importaba.
A Jotaro le causaba ternura, no es que el no tuviera ese fanatismo y ese enamoramiento por Jolyne cuando nació, que si era su auténtica hija, solo lo había tomado de manera diferente, más calmada.
-Estoy celoso de ti y todo, eres todo un padre perfecto de película –al escucharlo Kakyoin se sentó sobre el, sacándole la gorra y acariciando suavemente la línea de su cuero cabelludo, mirando hacia abajo a su perfecto novio y a su hijo juntos, era la escena más bonita que alguna vez había presenciado.
-Estoy seguro que tu madre es igual solo que tu no lo haz notado, tengo que dar el ejemplo y ser bueno ante sus ojos verdad?
-Es verdad, puede que la estés usando de ejemplo y me estés engañando con tu paternidad perfecta
-Alguien se digno en preparar una cena? –desde la puerta una voz les llamo la atención, haciéndolos vibrar y saltar sorprendidos a mirar, era Jolyne que había llegado de clases con su uniforme escolar.
Jotaro chasqueo la lengua y le hizo una seña con la mano de que se sentara al lado de ellos, no tenía ganas de parar el momento ni levantarse, además el niño sentado en sus rodillas no se lo iba a permitir.
-Pide algo de cenar, no trabajo tanto para guardar números en mi cuenta bancaria…
La adolescente suspiro con una sonrisa entre que cansada y feliz, le gustaba el ambiente que había en la casa desde la llegada de su nuevo hermanito pero le fastidiaba terriblemente que todo fuera tan cursi y eso entorpeciera todo, sin embargo no tenía ganas de lavar los platos como le tocaba hoy por lo que marco en su teléfono para algo de comida china, de paso le venía bien.
Mientras la adolescente estaba hablando al delivery Kakyoin volteo a ver a su novio, sujetando su barbilla con sus manos y subiendo su cabeza para que sus miradas se encontraran, dándole una sonrisa antes de bajar a darle un inesperado pico, asi fuera invertido por las poses en las que estaban.
-Jojo, te amo –le susurro con una voz mimosa contra sus labios, dándole suaves y pequeños piquitos a estos.
-Yo también te amo, Kakyoin –aquello se lo dijoestirando sus labios para devolverle el beso pero antes siquiera de poder tocarlo Jouta había comenzado a darle cachetadas con sus pequeñas manitos, reclamando atención, ambos padres se quedaron mirando enternecidos y Kakyoin se bajo sobre su cuerpo para darle un beso en la mejilla al infante, momento que Jotaro aprovechaba para darle uno en la otra, también divertido por sus acciones mientras el niño confundido solo le jalaba de la camiseta.
El sonido del celular de Jolyne con la cámara les llamo la atención abriendo los ojos sorprendidos a verla.
-Lo siento Viejo, fue muy tierno, y la abuela Holly definitivamente querrá ver esto.
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makahimetenshi · 3 years
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Muro, piso o pavimento? - Jotakak Fanfic
Cuando eran días de trabajo había mucho silencio en la casa del matrimonio Kujo.
Jotaro salía desde temprano y Kakyoin pintaba tan pronto se levantaba  y desayunaba, agradecía ser alguien que vivió varias experiencias cercanas a la muerte por que siempre se levantaba con inspiración para empezar con sus cuadros los cuales vendía a estudios con gente rica que se los compraba con gusto y…
Hoy no era un buen día, sus sentimientos salían muy a flote cuando pintaba y no dejaba de pensar en Jotaro.
Habían tenido una pelea anoche, lo cual era realmente poco habitual pero ese era el caso, y Kakyoin aunque se sintiera totalmente una víctima también se sentía mal.
De todas las hojas que usaba como boceto en el caballete siempre terminaban siendo bocetos de su esposo, eso lo hacía bajar la cabeza arrepentido…pero cuando pensaba en los gritos tan irritantes que tenía el otro también quería golpearlo.
El no tenía absolutamente ningún tipo de culpa de que estuviera estresado y no encontrara como descargarse en el estrés de haber dejado el cigarrillo cuando el cuerpo le pedía nicotina, esas actitudes pesadas y cortantes eran realmente muy difíciles de sobrellevar.
Un deje de molestia cruzo su cabeza, era su culpa? No, nadie lo mando a dejar el cigarrillo y comportarse como un imbécil, pensaba mirando el boceto de su cuerpo sobre el caballete.
Ahora mismo Jotaro estaba en una junta del consejo de protección marina de la ciudad, y le quedaba un largo día por delante.
Un día lluvioso que aveces le resultaba aburrido.
Quedándose en blanco por unos instantes mirando a su propia mano trabada sobre la hoja se le ocurrió una idea y eso lo hizo sonreír, el no tenía por que pasarla mal por culpa de nadie.
Jotaro sentía un peso sobre los hombros, estaba totalmente perdido mirando al frente sin prestar atención a la junta, nunca era muy participativo y solo saltaba si había algo que no le parecía y todos lo respetaban por que sus colegas del trabajo sabían que así era el pero ahora no tenía la mente en ese lugar.
Se sentía fatal por haberle gritado a Kakyoin y la culpa le estaba pesando, hacía tiempo que no suspiraba tanto en un día para liberarse un poco de la tensión pero de verdad se estaba preocupando y sintiendo mal, se tiro más contra la silla deslizándose en el asiento.
Podría llevarlo a cenar para disculparse.
Iba a suspirar de nuevo pero de repente sintió algo en la pierna que le dio un escalofrió, un reflejo muscular? Se movió o se apoyo mal? No iba darle importancia pero entonces sintió algo similar en el tobillo de la otra pierna, por inercia miro abajo a ver si había algo corriéndole entre las piernas, pero no.
Se acomodó en el asiento pensando que era la posición pero otra vez sintió algo esta vez recorriéndole desde el tobillo a la rodilla y su cuerpo entero se estremeció, haciendo que uno de los labios le tironeara por un segundo, otra vez la sensación de algo paseándole por el cuerpo lo toco pero esta vez por las pantorrillas, dándole vueltas en círculos alrededor de la piel. Que era eso? Todo su cuerpo estaba paralizado porque no podía dejar que los demás presentes lo vieran actuar extraño, era un acto reflejo o que? Estaba entre personas normales no podía simplemente pararse y ver que pasaba.
Otra vez sintió lo mismo pero esta vez por los costados del muslo, acaso era un ataque de un usuario de stand? Estaba queriendo decirle algo? Estaba queriendo alertarlo o hacerle algo? El mismo movimiento se repitió por su rodilla pero con algo mas de presión, su mano se movió hasta su rodilla pero aquella sensación seguía, y daba vueltas de adelante para atrás como si lo estuviera acariciando, incluso haciéndole cosquillas en los costados de sus rodillas, aquello lo estaba poniendo nervioso, no saber que pasaba lo estaba estresando.
Cuando aquella presión le paso un poco más fuerte por toda la pierna agarro su celular y puso una canción, tenía que salir de ahí.
-Lo siento, es una llamada importante –y se levantó, sintiendo en sus muslos aquellos toques tan extraños, parecían casi caricias, sus compañeros lo miraron incrédulo por que no solía hacer este tipo de cosas.
-Esta bien, nos las arreglaremos aquí –Jotaro asintió y se llevó fingiendo su celular al oído para salir de la habitación y cerrar la puerta detrás suyo, aunque tan pronto lo hizo por alguna razón su espalda se tiro contra la puerta por que esa cosa que lo estaba tocando lo empujo contra ella, el ruido de la madera lo hizo saltar para adelante por que no quería llamar la atención y esta vez si agarro su teléfono de verdad, si esto era un ataque de stand tenía que avisarle a Noriaki.
Se hecho camino al baño por las dudas de que pudiera haber algo debajo de su ropa, el tono del teléfono lo estaba poniendo más nervioso pero más aún como por  alguna razón los toques en sus piernas estaban siendo más agresivos.
-Jotaro? –le respondió su esposo del otro lado del teléfono, al fin le contestaba y por alguna razón esos toques estaban moviéndose entre sus piernas.
-Estamos en peligro, hay un usuario de stand atacándome –le dijo serio y hasta algo alterado metiéndose al baño y encerrándose en el primer cubículo que vio, bajando la tapa del inhodoro y desabrochándose los cinturones para ver que había debajo de la tela, que era lo que lo estaba atormentando.
-Eh? Jotaro donde estas?
-En el baño, me escondí por que algo empezó a molestarme mientras estaba en la junta –era un poco difícil desenvolverse con una sola mano pero en cuanto se sentó bajo los pantalones vio que todo estaba normal, no había nada en sus piernas aún si se pasaba la mano pero los toques seguían, entre medio de sus muslos casi masajeándolo –es como si algo me estuviera tocando, lleva un buen rato así, evidentemente es un usuario de largo alcance y…
-Estas solo ahora mismo?
-Si, ten cuidado de que no te ataque a ti y…-derrepente y de manera super inesperada, esos toques empezaron a sentirse en su entrepierna, presionando toda la zona y sacándole un gemido inesperado.
-Jotaro –un escalofrió le recorrió toda la espalda –de verdad tu crees que es un usuario de stand? –iba a matarlo, definitivamente iba a matarlo, iba a darle tan fuerte que lo iba a empalar y matarlo, incluso lo escucho soltar una risa, iba a llenarle tanto la boca que no podría reírse de aquí a 3 años.
-Kakyoin definitivamente tu…ah! –otro gemido se le salió cuando una caricia lo recorrió entero desde la base hasta la cabeza de su miembro, estaba empezando a endurecerse por que lo estaba estimulando demasiado –voy a matarte, vas a pagarme esto muy caro –no solo tenía algo recorriendo su miembro en todos sus ángulos si no también estimulando todo su estómago y alrededor de su entrepierna.
-Si puedes llegar a casa antes de eso…tranquilo me asegurare de no hacerte correrte –entre toda la vergüenza de estar erecto y con los pantalones abajo encerrado en uno de los baños del trabajo el moreno estaba disfrutando demasiado eso, en especial como esas caricias agarraban la cabeza de su miembro –sabes usar 2 pinceles y tener el teléfono colgando en el hombro es complicado…
-Ya vas a ver Noriaki…-le susurro en un jadeo cerrando los ojos y mordiéndose los labios para evitar gemir, lo estaba toqueteando por debajo de la cabeza justo como le gustaba –ire ahora a casa y…
Oh? Seguro? –en ese momento sintió un toque sobre su pezón y se llevó la mano a la boca para morderse los dedos y evitar cualquier tipo de sonido, acaso Kakyoin estaba moviendo sus pinceles encima de un dibujo suyo o que? –vas a salir del trabajo? –mirando hacia abajo estaba muy erecto, no podía seguir el día con normalidad con las ganas que se traía encima, además ahora estaba sintiendo como si lo estuvieran masturbando.
-Iré a buscarte y ya verás… -cuando sintió una caricia en sus nalgas se levantó de golpe, soltando el teléfono y poniéndolo en su camisa mientras se subía los pantalones y se arreglaba para salir, iba a tomar un taxi para ir a casa y desgarrar al pelirojo por dentro –en minutos estoy en casa –a último momento reprimió un gemido, más que nada por que Kakyoin estaba jugando demasiado con el.
-No cuelgues, necesito saber cuándo estas a punto para no arruinarte, eres como un pastel a punto justo… -además su voz se oía demasiado sensual, inconscientemente su mano bajo hasta su entrepierna tocándose y sujetándose, tenía demasiadas ganas –como harás para salir de ahí?
-Solo baja un poco el ritmo por favor
El plan era ir hasta los lockers a agarrar su mochila y colgársela por delante o por la cintura para que no se le notara la terrible erección que tenía, de por si fue super difícil llegar por que había mucha gente pasando pero con la ayuda de Star Platinum se las fue ingeniando, además para el no era nada fácil ocultar erecciones por mucho jean que usara.
Salió del edificio solo para darse cuenta que estaba lloviendo, pero aún así eso no lo pararía, tenía que enseñarle un lección a Noriaki, con quien estaba hablando de manera muy sucia y quien estaba disfrutando de lo lindo tocarlo por todos lados, le pidió por favor que no lo masturbara pero el como tocaba sus pezones y en ocasión pasaba los pinceles por su cuello lo estaba volviendo loco, se paraba de su caminata en medio de la lluvia solo para disfrutarlo más por que de verdad se sentía bien, y se notaba mucho que eran pinceles.
También ya le estaba encontrando cierto gusto a que le tocara el trasero.
Totalmente empapado fue hasta la avenida a tomar un taxi, por que no había absolutamente nadie en la calle, estaba el solo con una calentura que ni la lluvia le podía quitar.
-No hace falta que te seques en casa podemos encargarnos de eso –le dijo Noriaki cuando le notifico que ya había subido, y cuando escucho el sonido de la puerta cerrarse Jotaro sintió como algo subía por los costados de su cuerpo.
-Estas seguro? No tienes idea de nada –si todo seguía así de calmado en la calle el pelirojo se iba a sorprender mucho –habíamos hablado sobre esto antes.
-Fuiste muy malo conmigo anoche…-derrepente una nube de tristeza se le puso encima, iba a decirle que lo sentía pero de repente unas caricias en su cuello lo desconcentraban, no, no estaba arrepentido, el pelirojo era un idiota.
-Ahora mismo podría ponerte un cigarrillo en la cara.
-Menos mal que estas de abstinencia.
-Esto es algo mas allá de la abstinencia
Todo el viaje fue del pelirojo molestándolo, acariciándolo por todos lados y el intentando contenerse para que el taxista no pensara nada raro, aveces saltaba de la nada y otras se tapaba la cara totalmente, ademas de morderse los dedos y los labios. Se ponía a mirar por la ventana o el techo esperando que el viaje pasara lo más rápido posible, además oir a Kakyoin prácticamente riéndose de el le daba mucha rabia.
Cuando el taxi paro el moreno prácticamente bajo sin darse cuenta de cuánto dinero le dio al taxista, casi se pone bobo agarrando las llaves de su bolsillo y la llamada se colgó. En cuanto puso la llave en la puerta se tomó un segundo para tomar aire y ver hacía los 2 lados.
La lluvia seguía y no había absolutamente nadie en la calle.
Una sonrisa se poso en su cara pero no duro mucho antes de agacharse de la sorpresa, Kakyoin había empezado a masturbarlo de nuevo y se estaba desfalleciendo, en cuanto abrió la puerta aquello paro y se encontró al pelirojo frente a la puerta con un cuaderno y unos pinceles en la mano.
-Te estabas tardando mi amor –no podía creer la sonrisa burlona que llevaba en la cara, de un jalón y totalmente molesto Jotaro lo tomo de la camisa hacía afuera, estirando el brazo para cerrar la puerta y ponerlo contra esta y así cerrar sus labios en un beso, un apasionado y hambriento beso.
Kakyoin no entendía nada ni como había pasado pero cuando Jotaro empezó a recorrer su boca con su lengua no se quejó, sin embargo empezó a jadear cuando el moreno empezó a mover sus caderas contra la suyas haciéndole notar su gigante erección contra la suya, el también desde que lo llamo estaba excitado esperando que viniera, además Jotaro tenía una manera muy sensual de mover las caderas, lenta e hipnótica para el.
Cuando en medio del beso ambos empezaron a quedarse sin aire, el moreno forzando mucho mas el tiempo de lo que Kakyoin podía este se separo y lo agarro con fuerza de la muñeca, empezando a caminar hacía la lluvia y jaloneándolo, quedando los 2 bajo el agua.
-Te dije que te iba a resultar caro –sus ojos empezaron a buscar gente en la calle, nadie, solo ellos 2 bajo la lluvia en la entrada de su casa en su vecindario.
-Un resfriado? –derrepente y de la nada, el moreno lo empujo al suelo, haciéndolo caer sobre el asfalto –Ah! Por que hiciste eso! –la caída le había dolido y los codos le estaban ardiendo, además se había mojado y ensuciado entero.
-De verdad quieres sexo salvaje? Dime, muro, piso o pavimento? –el pelirojo había olvidado que cuando Jotaro estaba enfadado, se le daba mucho el exhibicionismo.
Y después de 3 rondas tal y como le pregunto siguió otra más en la casa.
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makahimetenshi · 3 years
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Mystical Creatures - Jotakak Fanfic
Tenía que acelerar, acelerar cada vez más y no perder el ritmo, huir de aquella bestia que llevaba acechándolo y persiguiéndolo, no podía permitirse ni mirarlo por que aquello sería perder valiosos segundos en los que podría estar huyendo.
Estaba moviendo sus brazos y su cola a velocidades a los que no estaba acostumbrado pero esta era una situación crítica, no podía dejar que lo atrapara o todo terminaría.
Para un no carnívoro como el, el peligro fuera de las manadas era algo común y el miedo era algo a lo que después de años debería estar acostumbrado pero los pensamientos de cómo un carnívoro le quebraría la espina para luego tironear de ella e inmovilizarlo mientras empezaba a devorarlo y matarlo.
No era agradable, estar en peligro no era lindo y quería dejar todo pasar.
En ningún momento paro ni desacelero pero sin embargo al llegar a una curva de una formación de rocas en el arrecife donde estaba, uno muy abandonado donde la arena y las piedras grises reinaban algo se le paro delante, haciendo su vista borrosa por la velocidad en que todo paso mientras burbujas se formaban delante suyo.
Y entonces todo fue claro.
-Jotaro! –prácticamente grito calmándose un poco más –creí que…
De repente y sin aviso la orca se le echo encima, agarrándolo de los hombros y apretujándolos mientras lo miraba fijo a los ojos.
-No estamos solos, vamos a ocultarnos –le susurro el mas fornido mirándolo a los ojos, a lo que Kakyoin asintió entendiendo todo al momento.
Ambos nadaron un poco mas hasta una cueva cercana, Jotaro sabía que si lo veían con el pelirojo quien quiera que fuera se alejaría de ellos, nadie se arriesgaba a pelearle a una orca y mucho menos con sus posesiones.
-Que alegría que fueras tu! Aunque en realidad contigo tampoco estoy a salvo…-comento el tritón intentando hacer el chiste pero la orca solo lo miro mal, no le había causado ninguna alegría.
-Eso crees? –le siseo resentido por el comentario, comiéndoselo con la mirada al punto que el otro empezaba a sentirse enano.
-N-No…-susurro algo apenado –debería irme…
-Por que? –le interrogo Jojo poniéndose enfrente suyo, tenían que hablar, discutir todo lo que no habían estado discutiendo
-Por que nosotros no deberíamos hablar…-esta vez se puso firme, se había autoconvencido todo este tiempo para poder decirle esas cosas y sacárselas del pecho, por que era lo que tenía que hacer y estaba bien.
-Por que? -Insistió de nuevo, retándolo a soltar todo.
Kakyoin se pensó un poco cual de todas las excusas era la mejor para iniciar firmemente la pelea con un dialogo fuerte.
-Por que no deberíamos vernos –wow, inteligente responder una pregunta con una respuesta que solo termina siendo una pregunta, en cuanto vio al moreno con las cejas subidas en total interrogación se sonrojo un poco y explico totalmente apenado –Tu sabes como se ponen las manadas las veces que nos encontraron hablando y…tu sabes que también lo nuestro fue medio un error y muy inesperado…
Aquello a la orca le molesto muchísimo, no entendía a que se debía esa hipocresía.
-De que hablas sobre manadas? Eres un solitario, los tritones de esta zona hacía 5 años que no te veían –Kakyoin era un tritón nómada, un solitario que viajaba por todos los mares en busca de aventuras y tesoros solo con la compañía de sus animales, era especialmente bien recibido por su manada cuando volvía por que por alguna razón representaba a un valiente y bien cultivado tritón.
-Tu si tienes a tu manada
-Los Joestar? Si claro, cuando tenga que ir en mi primera caza en unos meses podre separarme de ellos y ni se darán cuenta, bien podría haber muerto por honor –al ver al pelirojo reírse por eso le recrimino, se estaba irritando –te prometí que me separaría de ellos para acompañarte a ti.
-Jojo eso es muy lindo pero…-sus mejillas estaban totalmente sonrojadas de escuchar eso, pero había tanto en medio que hasta pánico le daba.
-Por que no me quieres a tu lado? Sabes que no tengo problema en alejarme de mi familia y vivir una vida contigo –aquello era el detalle en indirectas que Kakyoin no le estaba contando a la orca.
-Por que es peligroso –le confeso, no queriendo escucharlo mas soltando pena –yo puedo comer lo que sea, puedo lamer musgo de piedras si es necesario, en muchos de mis viajes paso hambre por que no todos los sitios que visito son muy abastecidos, a veces cuando me meto a cuevas muy profundas la presión del agua me hace mal en la cabeza y me vuelve loco, eres carnívoro y si te falta la comida tal vez no tu, pero tus instintos no dudarían en hacerme daño, si te pondrías violento si la cabeza se te hace mella.
Al moreno se le helo la sangre al oír eso, era verdad, era totalmente verdad, pero esa verdad le cayó en el pecho como si hubiera sido una lanza humana. Le dolía que el pelirojo pensara así de el por muy precavido que fuera por su propia vida.
-Yo…-sabía que en parte si podría ser verdad- de verdad quiero estar contigo, puedo adaptarme a tu ritmo de vida si es necesario, vas a dejarme atrás por miedo?
-Lo siento
-No quieres intentarlo? –su mano se extendió contra el totalmente abierta y hasta casi temblando, temiendo por su rechazo –no significo nada lo que tuvimos?
-Por supuesto que si –le respondió serio, sintiendo una presión en el pecho al ver a Jotaro extorsionándolo así – tengo miedo, miedo de lo que puedas hacer –susurro, mirando hacía abajo sintiendo su cuerpo temblar tal como cuando había estado habitando mares realmente fríos.
-Necesito intentarlo –el dolor en el pecho del moreno era muy grande –quiero estar contigo.
-Si sabes que nos conocimos por un hechizo mío no? –una sonrisa nerviosa salió de sus labios, intentando alejarlo para que esto no fuera más doloroso para ambos –ese día que me estaba persiguiendo un tiburón use un encantamiento de belleza para que me salvarás y te pelearás con el protegiéndome.
-Lo se –respondió por que fue totalmente consciente de cuando su cuerpo dejo de ser suyo por primera vez en su vida y fue totalmente aterrador –pero cuando nos encontramos en esa fiesta donde yo era guardia ahí no usaste ningún encantamiento y nos unimos igual –por que el tenía unos ojos aquamarina tan bonitos? Era imposible no rendirse por ellos, toda su decisión de alejarse empezaba a sentirse mal, lo estaba convenciendo.
-Lo que digo es que puede que te guste por mi hechizo y…-tan pronto dijo eso la orca se acerco a el y le tapo la boca con la mano, obligándolo a mirarlo a los ojos y calmando el temblor en su cuerpo con el inesperado calor en su mano.
-Luego de eso no hubo hechizo, y ahora me sigues gustando igual –su otra mano agarro la del tritón y la poso sobre su corazón, mostrándole como latía este a toda prisa –dame una chance, puedo protegerte.
Un silencio se formo entre ambos, Noriaki mirando a todos lados buscando como escapar pero no había nada enfrente suyo más que los hermosos ojos de la orca que poco a poco lo había ido encantando de tal manera que su mente por la velocidad  en la que se había enamorado de el le gritaba peligro. Hasta que decidió hablar y responderle.
-Cuando es tu caza? –le pregunto con la voz temblorosa, sentía los ojos llorosos.
-En un par de semana, luego de eso podremos partir –contesto seguro, viendo un avance en la opinión del pelirojo.
-Estas seguro que no te buscaran? Tu familia me hará picadillo si se enteran que me robe a su orca mas joven, oí cosas horribles de Joseph Joestar –parte de sus miedos se debían a la fama asesina y destructora que tenían los clanes de orcas, en especial sobre seres tan delicados como lo eran sirenas y tritones, tan frágiles como algas.
-Te protegeré de todo lo que te quiera hacer daño como la primera vez –entonces cuando Jotaro se sintió lo suficientemente abatido por la charla se abrazo a el, poniendo su cabeza en su hombro y pegándose a el con fuerza, envolviéndolo en sus brazos de tal manera que parecía una pared.
Cuando Kakyoin se encontró con Jotaro por primera vez el estaba huyendo de un tiburón con muy mala leche llamado Dio, el cual tenía fama de descuartizar cualquier cosa que pasara por su cueva-mansión junto con sus mascotas o otros sirvientes tiburones, por que realmente Dio vivía en un lugar tan grande que parecía un arrecife aparte, una cueva que había ocupado y robado de una familia  de sirenas bastante ancianas de la alta sociedad.
Kakyoin era un cazador de tesoros, era conocido por eso y ser un valiente tritón que se relacionaba con los humanos y los investigaba con su gran carisma por lo que se había colado en la cueva de Dio a buscar una supuesta armadura humana de un material llamado oro, el que era el predominante en todas las joyas humanas que eran importantes para las sirenas de alta sociedad.
Pero entre todo ese proceso de robarle a Dio una de sus posesiones ya robadas se encontró con el problema…de que iba a morir…
El esperaba correr de los subtitos de Dio, de sus mascotas, pero no de el, no de el mismo.
Y así era como se encontraba nadando a toda velocidad, con un miedo tal que no sabía si Dio se lo comería o el moriría de un ataque cardiaco, si no estuvieran bajo el agua estaba seguro que lloraría de tal manera que cuando perdía algún amor en tierra, pero esta vez de la ansiedad de ser devorado y terminar muerto.
En ocasiones así se arrepentía de ser quien era, un solitario que no contaba ni con la ayuda o apoyo de sus padres, nada lo hacía sentirse más desesperado que el sabor de la muerte en la punto de sus aletas verde esmeralda. Tal vez si hubiera sido buen niño hubiera sido un escriba del rey como su padre siempre hubiera deseado, o un tenor como su madre querría.
En la lejanía vislumbro unas siluetas, eran otros peces como el! La única alternativa que le quedaba era usar su magia, no sabía si eran carnívoros o no pero no podía hacer más.
-Ayuda! –grito acercándose más a la silueta, la cual al girarse al oir el pedido de auxilio era una orca muchísimo mas grande que el, torso beige con unos brazos y una espalda gigante, todo musculoso y con el cabello negro…
Lo que el buscaba para su hechizo eran sus ojos, unos ojos que al conectar por primera vez vio que eran unos preciosos aquamarina que si no fuera que ahora estaba por ser devorado  se hubiera dejado hacer lo que sea por el.
No todos los tritones tenían magia, era una especialidad de sirenas y el desde su nacimiento…compartía cualidades con ellas, razón por la que decidió volverse un solitario ante la indiferencia de sus compañeros y amigos de la infancia por lo que en tanto conectaron su hechizo penetro los orbes de la orca, hipnotizándolo y cambiando sus pensamientos, invadiendo cada hebra de su sistema nervioso y durmiéndolo a un instinto mas primitivo, los celos y el deseo de propiedad.
Ahora aquella orca pensaba que Kakyoin era suyo, y lo defendería al ser de su propiedad.
Cuando Jotaro volteo lo primero que vio fue una silueta moviéndose cada vez mas rápido hacía el, pero de la nada sintió algo entrando a su cuerpo, el intentando resistirse por supuesto por todos los medios pero fue totalmente inútil, esta ya lo había penetrado en todo su ser robándole la voluntad y el pensamiento, impregnando en su mente la imagen de un tritón o eso suponía por la forma de sus orejas y cola verdes de cabello rojo y ojos violeta, un tritón sumamente hermoso y delicado.
En tanto y mas cerca lo veía llegar a el veía que algo lo estaba persiguiendo,  sin darse cuenta empezó a sentir un calor intenso en los hombros y las mandíbulas le estaban ardiendo en señal de que sus dientes de caza se estaban  descubriendo, al igual que sus uñas creciendo descomunalmente ante la vista del peligro, sus escamas y piel se tornaron duras como acero mientras que desde su interior empezaba a emerger un rugido de furia.
Si ese tritón de nariz delgada y respingona  llegaba a caer en las manos del tiburón que lo acechaba no se lo perdonaría, lo protegería y lo haría suyo, lo tomaría como su propiedad y nadie se le acercaría, el era una orca muy celosa que protegía todas sus posesiones con mucha violencia y si eso era lo que tenía que hacer lo haría.
En tanto el tritón giro detrás suyo para refugiarse del tiburón que se acercaba a toda velocidad a devorarlo Jotaro le salto encima directo a morder su hombro, agarrándolo con fuerza y clavándole las uñas en la cola, saboreando la sangre del rubio de ojos rojos al que estaba atacando y sintiendo sus ojos nublarse al teñirse el agua rojo por la sangre de su cola.
Kakyoin veía escondido desde una roca como Dio en un intento de liberarse le araño el pecho a la orca, los combates de carnívoros eran confusos por que todo empezaba a llenarse de sangre y al final era difícil saber quién era el ganador hasta que aparecían los cadáveres, especialmente cuando empezaban las mordidas, como ahora que los dientes de Dio se clavaron en su brazo, con el otro forzando desesperado para que lo soltara jalándole de las aletas.
Usar esa magia era ilegal, sirenas y tritones tenían magia solo para defenderse de los humanos pero estaba prohibido que la usaran con otros peces o seres acuático, sin embargo esta era una emergencia y fue totalmente necesario, podría decirlo en una corte aunque la justicia del océano era una burocracia de los reinos y el era un nómade la realidad es que era la ley de la selva todo. Nunca lanzaba esos hechizos, siempre se las arreglaba solo pero…no quería dejar sola a esa orca a su destino, si caía herido quería socorrerlo y llamar por ayuda.
Pero también sabía que si esa orca moría Dio lo perseguiría a el, así que lo mejor que podía hacer era huir, escapar y rezar por que pudiera vencerlo, ya lo recompensaría a su manera, si Dio ganaba lo primero que haría era saltar a comérselo a el como trofeo por su victoria así que con todo el dolor del mundo se marcho en cuanto escucho un alarido de dolor de la orca.
Ambos llevaban nadando ya un tiempo, realmente a Jojo más allá del hecho de que amaba a Kakyoin le había sido realmente muy valioso empezar a viajar con el por todas partes, conociendo lugares y teniendo nuevas experiencias cada día, aprender de los humanos era realmente interesante y ambos se habían acomodado para tener sus roles.
Por ejemplo cuando Kakyoin salía a la superficie a hablar con los humanos que se acercaban a las orillas solitarias como si fuera un cuento de hadas el se quedaba a hacer de guardia para protegerlo de que ninguno le hiciera nada, desde las sombras , principalmente cuando hablaba con humanos le quitaba muchas de sus posesiones a cambio de…basura de mar, como caracoles muertos y vacíos que parecían bonitos y que a los humanos le encantaban por que al parecer eran valiosos en tierra por ser muy raros.
Le daba muchos celos cuando Kakyoin coqueteaba con ellos, en especial las veces que usaba magia por que se ponían especialmente babosos.
El tritón había puesto mucho esfuerzo en empezar a administrar el alimento, ahora y como nunca lo había hecho en su vida llevaba una mochila con reservas de comida para Jotaro para cuando tenían largos viajes por mares casi deshabitados, también lo ayudaba a cazar simulando ser un carnívoro mareando a sus presas y acorralándolas para que le diera el golpe de gracia y para sorpresa del pelirojo el duro y gran cuerpo de la orca soportaba mejor las profundidades que  el mismo nadando, por lo que podía ayudarse de el para transporte para aguantar aún más tiempo.
También y por no decir como el principal beneficio, ya no tenía que esforzarse tanto en buscar refugio cuando necesitaba descansar, la orca disponía donde y cuando dormir por que de todas maneras el lo protegería, ambos se echaban juntos a descansar  en cualquier lado con Jojo abrazándolo y no había mente inteligente en todo el océano que se enfrentaría a una orca joven y furiosa protegiendo algo.
-Jojo –en tanto lo llamo le dedico toda su atención, aunque era fácil distraerse por los brillos tan bonitos que soltaban sus aletas –pronto llegaremos a destino
-Sabes estuve pensando en algo estos días, luego de que me enfrentara a Dio tu eras el que estaba dejando joyas en la puerta de mi casa no? Incluso antes de que nos conociéramos en esa fiesta tu ya sabías donde vivía
Un sonrojo se hizo presente en las mejillas del pelirojo, esto no era de lo que quería hablar pero igual no es como si le fastidiara o algo.
-Bueno me sentí muy mal de utilizarte así…además me había enterado de que quedaste realmente muy malherido por mi culpa
-Mi madre pago gran parte de mis medicinas con eso
-Medicinas? Ustedes le compraban a la bruja del mar? –le pregunto sorprendido, Yukako no era conocida por ser una comerciante mas, no era nada inofensiva.
-Somos orcas, sabe lo que le conviene –aquello lo hizo soltar una risita, no se arrepentía de traer a un macho fuerte e intimidante como el.
-En fin, realmente me sentía mal pero aún así no llegue a verte en ese tiempo, solo dejaba las cosas en tu casa y me iba por que…era territorio de orca, me alegro mucho encontrarte en esa fiesta en buen estado
-Tal vez ambos nos alegramos mucho
-Cállate –le reprocho sonrojado golpeándolo con su cola causándole una sonrisa burlona, hasta que un silencio se formo mientras ambos nadaban mirando el frente –quería decirte algo…
-Si?
-La temporada de celo esta cerca…ya sabes…primavera…-tan pronto dijo eso Jojo le dio una ligera nalgada, haciéndolo desconcentrarse y salirse de la línea recta en la que estaba nadando, tocándose ahí mirándolo con una cara molesta.
-Quieres hacerlo ahora?
-No me refería a eso! –le reprocho con un puchero, calmándose y acercándose a el con los ojos cerrados, tomando sus manos y posándolas sobre su pecho –en 1000 años nunca había sido el compañero de nadie
-Yo tampoco
-Tienes 18 por favor –susurro con una sonrisa riéndose de su ingenuidad-sabes que no soy como…otros tritones no? –la orca le asintió con la cabeza, dándole un besito en la mejilla como señal de apoyo- cuando estaba con otras hembras nunca pude cumplir mi papel de macho y…esta temporada yo quisiera…-sus ojos se abrieron de la nada, clavándose en los de Jotaro- Quisiera tener huevos contigo
Algo se movió dentro del moreno, algo grande que hizo su pecho explotar, comenzando a temblarle el cuerpo.
-Pero somos nómadas, los huevos tienen que crecer quietos no podríamos llevarlos con nosotros y…
-Quiero establecernos por un tiempo en esta ciudad –estaba preocupado, había pensado mucho en esto pero aún así le preocupaba la negativa de Jojo y que este lo dejara solo –puedo conseguir trabajo y cuidarnos por el tiempo en que se formen nuestros huevos, luego si quieres cuando nazcan podremos irnos, no será mucho tiempo –la cara del otro se veía preocupada, no le gustaba mucho la idea.
-Como pretendes cuidar a unos niños mientras viajamos? Tendrían que crecer tranquilos y…
-No es la gran cosa, es adaptación, y no seríamos malos padres solo por nuestro modo de vida –por que Kakyoin se veía tan seguro sobre todo?
-Y que trabajo quieres conseguir?
-Investigador del rey
-Que!?
El investigador del rey era un puesto exclusivamente para investigar la vida humana, hablando con humanos e involucrándose con ellos para hacerle informes al rey y a sus organismos sobre la situación del mundo fuera del agua, también involucraba conseguir objetos para satisfacer su ego por supuesto. Era un trabajo el cual estaba siempre en vacante obviamente por el riesgo que llevaba, la gran mayoría terminaban muertos, pero ellos no eran Noriaki.
-Ya fui un par de veces te lo había contado –el rostro de la orca empezaba a verse enojado, tal vez hasta podría comérselo.
-Estas bromeando, vas a tomar un trabajo tan peligroso a punto de ser padre? Que hago si te pasa algo? Me quedo yo con los huevos?
-Jojo sabes que no es tan peligroso, además tu siempre me cuidas, incluso me has ayudado a hablar con humanos –ahí lo estaba mirando con desconfianza, era todo demasiado extraño
-No podemos ir los 2, alguien tiene que cuidar a los huevos, y yo tengo que cuidarte
-Te prometo que puedo hacer esto –le susurro agarrando sus manos con mas fuerza, pasándole su calor –además soy un omega, no puedo tener muchas crías a la vez como las sirenas, como mucho tal vez tengamos 5 de todos esos huevos y contando que somos de especies distintas tal vez 2, no será ningún problema
Jotaro lo miro entre que enojado y confuso, no estaba seguro de nada.
-No lo se Noriaki…
No quería que se arriesgara mientras que el tenía que quedarse a cuidar que los huevos salieran bien, por mas que sus poderes de tritón lo ayudaran para volverse invisible en caso de que algún humano se pusiera violento o que pudiera cantar para hechizarlos.
-Podría ayudarte a ser escriba del palacio, se cuánto te gusta leer así que pasarías mucho tiempo en la biblioteca no crees? –aquello hizo parar sus orejas con algo de curiosidad –realmente quiero tener algo de nosotros 2 Jojo…
Esto no era una decisión sencilla, quería pensarlo primero.
-Podemos probar primero con establecernos unos días? Hasta que estés en estado y tengas a los huevos puedo acompañarte a tu trabajo para cuidarte y de ahí vemos, no podemos tener a los huevos primero y luego ver que hacer verdad? –la cara del tritón se ilumino entera, sonriendo de oreja a oreja y empezando a darle besitos en la cara por todas partes, cejas, nariz, labios, mejillas, pómulos, frente, barbilla, todo –además realmente quiero pensarlo un poco más –aunque se sentía muy mimado por todos los besitos de su compañero se sentía apenado y enserió quería pensarlo un poco más
-Te amo –le susurro el pelirojo contra sus labios, buscándolos feliz para besarlos y sentirse completo de la felicidad
Y aunque la orca no estaba muy convencida de todo giro la cabeza y lo beso, abrazando su cintura con cariño y sobando sus dedos mientras el otro rodeaba con sus brazos su cuello.
-Yo también Noriaki, te amo
Al cabo de un tiempo, luego de que ambos renunciaran a sus trabajos un par de meses después del nacimiento de sus huevos y que estos lograran crecer lo suficiente como para nadar por su cuenta la familia de ahora 4 había vuelto a su estilo de vida nómade, recorriendo todos los océanos.
Jotaro había terminado siendo un increíble semental, pero lamentablemente Noriaki era un tritón omega no muy convencional y…el de los problemas era el, naciendo solo 2 crías de sus varios huevos, lo cual lo dejo sumamente abatido. Por suerte para el tenía a su compañero y a sus 2 hijos que crecían super rápido para elevarle el ánimo, sus hijos eran adorables y muy alegres, todo lo que necesitaba para salir adelante en esos momentos.
Ambos habían salido orcas, por prevalecer el gen más fuerte, una era una hembra a la que llamaron Jolyne y el otro un macho al que habían llamado Jouta, la hembra había salido alpha y el machito un beta, lo cual ahora significaba que entre todos tenían que cazar mucho más para tener reservas de alimento pero no importaba, tanto Jotaro como Kakyoin eran felices.
-Jouta! No te acerques por ahí o te quedaras enrredado de nuevo! –grito Kakyoin en medio de su almuerzo, había arrancado unas algas antes para almorzar mientras Jotaro llevaba a Jolyne a cazar, aunque sea peces pequeños. Lamentablemente su almuerzo se vio interrumpido teniendo que levantarse de la roca donde estaba apoyado para ir nadando hacía donde estaba su hijo, que era un sitio con unas plantas muy pegajosas y picudas que solían capturar a los seres vivos mas cercanos –hazme caso por dios! –susurro en una risita jaloneando al menor de la cola para traerlo hacía el.
Jouta lo vio super enojado haciendo reír aún más a Kakyoin, ambos todavía eran muy pequeños como para hablar, el pequeño empezó a nadar en círculos alrededor de Kakyoin haciéndole burbujas para molestarle en la cara, esa era su única manera de mostrarle reproche además de las caritas.
En especial cuando mostraba sus mofletitos.
Solo atino a agarrar al mocoso y llevárselo hasta la roca donde estaban, hasta que pasados unos minutos llego Jotaro con Jolyne al hombro, trayendo a cuestas el almuerzo de ellos para el día de hoy.
-Tranquila –le espetaba a Jolyne cada tanto por que no le quitaba los ojos de encima al pez muerto que traía entre sus manos –quieta –la regaño de nuevo cuando sintió su cola moverse excitada.
-La estas entrenando? Podría hacer unos trucos
-La estoy educando para que no sea una piraña –le discutió al otro, quien solo atino a reírse.
-Jojos, ya pueden almorzar
Y tan pronto dijo eso las 3 orcas se lanzaron a comer como bestias hambrientas, despedazando todo y arrancando pedazos de carne desesperadamente para metérselos a la boca, aveces a Noriaki lo intimidaba un poco vivir entre 3 carnívoros de esa manera pero esa es la vida hoy día amaba con todo su ser.
Los 3 eran su familia.
Y ahí estaba Jouta jalándole del pelo a Jolyne para distraerla y comer más el, no le quedo de otra que suspirar y regañarlo.
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makahimetenshi · 3 years
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Living with you Chapter 3 - Jotakak fanfic
Jotaro estaba en su descanso en el trabajo, se le ocurrió llamar al pelirojo, tenía ganas de ir a pasar el rato con el y además su hija estaba insistiendo en ir a verlo, la cría se la pasaba bien pintando con Kakyoin, quien aprovechaba para sacarle provecho a sus pinturas y hacer cosas juntos, el lo llamaba Adultez e Infancia en un solo lienzo y Jojo solo le decía: la cría  no me esta jodiendo a mi... Saco su celular y marco su numero, pero por desgracia solo sonaba el tono de marcado, seguramente estaba ocupado ahora mismo, no siempre va a estar disponible para el.
Aunque le gustaría que fuera así.
Al rato, en un momento en el baño volvió a llamar, se sentía impaciente.
-Kakyoin?
-Jotaro? que inusual que llames ahora, no estas en el trabajo? llamaste antes pero no llegue a atender y estoy ocupado ahora mismo.
-Emmm, bueno, si, estoy en el trabajo, quería preguntarte si no podía pasar por tu casa luego, a Jolyne le gustaría verte y...
-No hay problema, pero aunque sea solo un rato, tengo cosas que entregar y...lo siento
-No, yo, si no puedes y estas ocupado otro día me dices cuando puedo ir -Jotaro se avergonzó, realmente esperaba que el pelirojo estuviera disponible para que le ocupen la casa a todo momento? que idiota.
-No enserio, vengan, estaría bueno distraerme un rato, no hay problema
-Esta bien, después de ir a buscar a Jolyne al colegio vamos, te parece?
-Si, para esa hora ya estaré llegando a casa, nos vemos.
Ahora, con toda la vergüenza y todo, tenía que ir, salió del baño mas nervioso que de costumbre y volvió al trabajo.
Casualmente al salir, literalmente en la puerta de su trabajo, recibió una llamada de su amigo -Jojo? -noto que su voz estaba temblorosa.
-Si? estaba por ir hacía tu casa
-Lo siento, tuve una emergencia, tenemos que cancelar por hoy, dile a Jolyne que lo siento pero tengo un problema grave ahora mismo -se lo notaba severamente alterado y agitado, tal vez se estaba moviendo mientras hablaba.
-Kakyoin que sucede? Tranquilizate
-No puedo, tengo muchas cosas que hacer y estoy en problemas  y no tengo tiempo, lo siento, ahora no puedo hablar, ya luego te aviso yo cuando pueden venir si? -la llamada se corto, Jotaro preocupado llamo un par de veces mas y Kakyoin le colgaba en todas, le mando un mensaje "Que sucede?" y el pintor le respondió "Ahora no puedo hablar" así que decidió que lo mejor era hablarle mañana, a lo mejor estaría mas tranquilo y tendría la mente mas en blanco. Que sería lo que altero tanto a su amigo? si fuera algo en el trabajo sabía que no tendría problemas en decírselo, realmente tenía curiosidad de saber, no era normal que el pelirojo no le contara las cosas no importa lo estresado que este, era raro.
Tendría que ir a buscar a Jolyne al colegio y llevarla a algún lado para compensarla, aunque estaría el resto del día preocupado por el pintor.
Al día siguiente, sábado, Jotaro se despertó en la cama de su hija, ella al parecer se había levantado ya y según los ruidos de la televisión de la sala estaba despierta, anoche había intentado ver una película con ella en su celular, pero dicho aparato se quedo sin batería y se fueron a dormir juntos. Se paso una mano por la cara para levantarse y dirigirse hacía el comedor, allá dejaría su celular cargando mientras se iba a la cocina a agarrar un pan y ponerle mermelada encima, Jolyne aparecía ahí y el le sirvió un poco de pan con mermelada mientras le acariciaba la cabeza.
-Que le habrá pasado al tío Kakyoin? -preguntaba Jolyne mirando el rostro de su padre.
-Ni idea, ahora le voy a mandar un mensaje, sonaba bastante alterado ayer -Jojo termino su pan y cargo a Jolyne en sus brazos para luego sentarse con ella en el sillón y tomar su celular, no encontró ningún mensaje de Kakyoin, ciertamente estaba ocupado, tecleo tranquilamente "Estas más tranquilo?", Jolyne estaba mirando la televisión así que Jotaro se unió, nada que realmente le interesaba pero para pasar el tiempo...al rato su celular vibro en su mano "Masomenos..." el moreno sintió que podía sacarle algunas respuestas ya "Que sucedío?" el telefono tardo un poco mas en vibrar "Problemas serios con la casa" cansado de no obtener respuestas, presiono para llamarlo, afortunadamente Kakyoin esta vez le respondió -Cuéntame
Escucho al pelirojo suspirar con cansancio -Uno de mis vecinos de al lado haciendo una reparación rompió un caño de agua, así que todas mis paredes están llenas de humedad y por lo tanto el ambiente también, no puedo trabajar así, dependo mucho de que mis pinturas se sequen rápido y tengo muchas cosas que entregar y ya lo intente y definitivamente no puedo pintar así y...
-Tranquilízate, respira Noriaki
Obligado por sus instintos, escucho al pelirojo tomar un respiro para seguir hablando -tengo que hacer muchas cosas y ahora estoy intentando conseguir una habitación de un hotel con mi celular para seguir trabajando ahí y como me cortaron la luz "por mi seguridad" no tengo internet y las páginas web móviles son un desastre y no puedo sacarla y...
-Noriaki -de nuevo, tenía que usar ese hechizo mágico captador de atención menos seguido o dejaría de surtir efecto -estás en tu departamento no?
-Si...
-Voy yendo para allá, hoy no trabajo así que te puedo ayudar sin problemas, espérame -sin dejar hablar al pelirojo Jotaro colgó la llamada y se dirigió a su habitación a vestirse, Jolyne, vístete, vamos a ver a tu tío.
Padre e hija estaban subidos en un taxi camino al departamento del pintor de ojos violetas, el estaba intentando trenzarle el pelo a la niña, tarea que cada día se le iba haciendo mas sencilla y en menos intentos fallidos, la niña mientras tanto miraba el paisaje por la ventanilla.
-Que vamos a hacer?
-Ver que necesita Kakyoin
-Podre pintar con el?
-Quizas
Al llegar encontró a Noriaki en la entrada de su edificio recorriéndose su cabello con las manos, notablemente estresado y hastiado, Jotaro le dio su paga al taxista y bajo del coche sujetando a la niña de la mano.
-Que haces con Jolyne aquí? -susurro Kakyoin levantando una ceja confundido y ligeramente preocupado.
-Tio Kakyoin~ -la niña corrió a abrazarle, solo que que el pelirojo en su cansancio lo único que pudo hacer fue acariciarle la mejilla y su cabello.
-Te vienes con nosotros -declaro Jotaro secamente.
-....eh?....EH!?- el pintor abrió la boca de la sorpresa.
-Vamos a recoger tus cosas -el moreno quiso meterse en el interior del edificio cuando el otro hombre sujeto su hombro, muy nervioso, al punto del colapso.
-Espera Jotaro! explícate un poco más -la cabeza le estaba empezando a doler.
Jotaro largo un suspiro mirándolo a los ojos -No puedes estar en tu casa verdad? necesitas seguir trabajando no? -Kakyoin asintió ligeramente con los ojos abiertos como platos- te vienes a nuestra casa a trabajar y ya, al menos hasta que tu departamento sea habitable de nuevo o hasta que lo necesites, no hay problema.
-Espera Jotaro no puedo hacer eso, sería una molestia y...
-Molestia sería tener que irte a un hotel a pasarla mal -Jolyne se había separado del pelirojo para colocarse al lado de su padre, clavándole la mirada al pintor.
-Te quedaras con nosotros tio Kakyoin? -la cara de se ilumino de felicidad, pensar que alguien mas estaría con ella en la casa la hacía feliz, Jotaro trabajaba muchisimo y no estaba precisamente mucho con ella, cada tanto venía su abuelo a visitarla y llevarla a pasear pero no era nada en comparación a todo el tiempo que pasaba aburrida en casa.
-No puedo quedarme en tu casa, sería un gasto y no aportaría mas que problemas y...
-En mi casa hay un ambiente seco, pintaste varias veces ahí, si es por tu trabajo no hay problema, quedaba a una hora de mi casa, no es tanto, no puedes vivir entre la humedad Kakyoin -Jojo se saco la mano que el pelirojo le puso en el hombro, al cual notaba agitado y bastante intranquilo.
-Pero te molestaría en tu trabajo y...
-Nunca me molestaste trabajando.
-Cuanto necesitarías de renta?
Un enojo tremendo nació en Jotaro al oir eso, lo creía así de patán? de querer darle una ayuda y pensar que iba a estar detras de eso? -No seas idiota, como crees que te pediría eso? tu me lo pedirías a mi?
-No...claro que no...-veía en el pecho de Kakyoin como iba subiendo y descendiendo mas lentamente.
-Idiota -el chico se llevo una mano a la frente, guardo silencio por unos instantes hasta que vio a Jolyne tironeando de su camisa. Le dio una sonrisa y miro al moreno de nuevo.
-Estas seguro?
-Claro que si...mira no te podría abandonar, tu trabajo es muy importante para ti y...
-Llevo un día de retraso por lo que paso ayer, tengo que ponerme a trabajar rápido...de verdad esta bien? -el pelirojo dijo esto bajando la voz.
-Si, vamos a empacar tus cosas? te parece bien? -Jojo poso una mano en su cadera.
-...Solo de manera temporal ok? no quiero ser una carga -se puso a caminar en direccion al ascensor, donde padre e hija los siguieron, la niña adelantandose a presionar el botón.
-No lo eres -Jotaro dijo esto en un suspiro cansado, yare yare daze, que hombre mas denso.
-Trajiste a Jolyne para convencerme no? -Kakyoin se acerco a el para decirle esto y que la niña no los escuchara, Jojo solo le mostro una sonrisa.
El ascensor se abrió y los 3 se metieron, la niña toco el botón del piso al que tenían que ir con una sonrisa en su rostro.
-Tu tio va a estar ocupado, no creas que vas a poder molestarlo -Jotaro le anunció a la niña, la cual le miro con ligera molestia
-Ay, lo dices como si no fuera a tener tiempo para Jolyne~-Kakyoin le dedico una sonrisa complice a la niña y ella le correspondió alegre.
Al llegar al piso y abrir la puerta la situación era un poquito menos que como Kakyoin la describía, las paredes estaban dentro de todo bien pero si había humedad en el ambiente, tampoco tenía luz, lo cual sería una molestia.
-Como te dejaron con el tema de la renta? -pregunto Jotaro curioso mientras su hija corría a ver el cuaderno de dibujos del pelirojo.
-Me dijeron que no voy a tener que pagar por unos 3 meses logicamente, pero que el problema principal, que es la luz, y la humedad claro, no se va a resolver rápido...en todo caso, lo primero que necesito es llevar algunas pinturas y mis soportes, también varios lienzos...mejor me encargo yo de estos, por que no pones un poco de mi ropa en algunas maletas? y cepillo de dientes y cosas del baño y eso -Jotaro asintió y se dirigió a la habitación- Jolyne si quieres te puedes poner mi ropa~-al oír esto la niña ilusionada corrió al cuarto donde estaba su padre.
Kakyoin se puso a organizar sus cosas dentro de una valija en forma de caja, un estilo tal vez antiguo pero ahora mismo super necesario, coloco ahí dentro algunos soportes y sus cajas de pintura, también sus pinceles, los cuales eran su adoración, y el único cuadro que pudo entrar, abría unas cuantas carpetas y coloco de la mejor manera posible los cuadros que pudo, luego tendría que regresar a buscar mas pero de momento se llevaba en los que tenia que trabajar, luego por los lienzos no se preocupaba, compraría algunos por casa de Jojo, estando lo mas importante terminado se dirigió a su habitación para agarrar otra valija, ahí Jotaro estaba tomando algunas camisas de el poniéndolas en la maleta, Kakyoin se dio cuenta que no tenía realmente muchas ganas de que su mejor amigo tocara su ropa interior, así que la saco disimuladamente dentro de una remera junto con sus calcetines y la posiciono bien abajo de la maleta.
Jolyne estaba saltando y rodando en su cama, fingiendo que ayudaba, Kakyoin le puso uno de sus lentes de sol y le paso su consola portátil.
-Ah! tienes Sonic Rush Adventure~-la niña quedo de lo mas estupefacta al ver el juego -Marine es tan linda~
Kakyoin empezó a poner objetos de gran valor dentro de la maleta, como su consola, su notebook, su disco rígido, su tableta, los respectivos cargadores y cables, no lo parecía pero tenían un gran valor sentimental ara el chico por que les había puesto mucho empeño para comprarlos y no le gustaría que alguien entrara a su casa con la excusa de ir a arreglar y le terminara robando algo, lamentablemente con los televisores la tenía mas difícil pero no había nada que hacer, luego puso algunos toallones y cosas que serían para su propio uso realmente, no iba a ser un parasito en la casa de Jotaro, incluso aunque el dijera que no era nada a Noriaki la idea no le gustaba mucho.
Se dirigió a su habitación, tomo algunas cosas mas y las puso en la valija donde estaba organizando todo –Jotaro, es suficiente! Hay que llamar a un taxi o algo
La hija de Jojo fue corriendo hacía el- Tio Kakykoin~ podemos dibujar algo mientras esperamos al taxi? Quiero dibujar unos superhéroes como los de el viejo y el tuyo~
-Claro –le entrego el cuaderno y un lápiz con una goma en la punta- espera un poco tengo que hablar con tu papa –Jojo –el nombrado volteo a verlo cuando el pelirojo entro a la habitación- enserio gracias, juro que no te causare problemas, es solo hasta que termine este problema y…estaré todo el tiempo trabajando así que no molestare y no me molestaría ayudar con los gastos de la casa o ayudarte mientras este
-Yare yare daze, ya te dije que no era nada, ni que me fueras a molestar, deja de preocuparte –Jojo tomo la valija con ropa de Kakyoin y la llevo al comedor, donde el pelirrojo se sentó frente a la niña y estuvieron dibujando un rato, Kakyoin dibujaba a su propio superhéroe Hierophant Green y la niña intentaba dibujar a Star Platinum, el superhéroe de su padre, cuando ella comenzó a dibujar a su propio superhéroe dibujo a un hombre con unas hombreras y unos lentes, con diferentes detalles de mallas en las piernas y brazos.
El taxi llego y con un gran esfuerzo, los 2 hombres bajaron todas las maletas, las cuales eran bastante pesadas, en especial la de los elementos de trabajo de Kakyoin, consiguieron meter todo en el coche y apretaditos pero felices fueron a su casa, tal vez esta nueva vida para Kakyoin no estaría tan mal, aunque sea momentánea.
Fanfiction
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aliensaresupergay · 3 years
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happy day 1 of jotakak week! read it here
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makahimetenshi · 3 years
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Yakuza - Jotakak fanfic
Cuando Jotaro se enamoró de la idea de ser un delincuente no pensó en todas las cosas que tendría que hacer para entrar a una banda.
El era un solitario, ósea era un maleducado y mala persona por su cuenta y no por que se lo dijera un estúpido líder pero realmente uniéndose a una banda se libraría de las visitas lastimosamente caras a la comisaría que su madre pagaba en fianzas cuando algunos idiotas venían a reclamarle “cuotas de amistad”
La verdad salía mas caro las fianzas que esas cuotas, pero no era negocio, solo quería que los idiotas lo dejaran en paz y si tenía que unirse a una banda eso iba a hacer, no tardo en ser aceptado en una principalmente por que todos lo conocían por mandar gente al hospital así que parte de esas visitas a los golpes donde lo acorralaban entre varios era un tipo de declaración de amor o coqueteo de las bandas, cosas de delincuentes.
Patear ancianas, gritarle a la gente, tirar basura al suelo sin preocuparse por nada, escupir gargajos cada tanto, ir a pelear de vez en cuando para “ganar territorio”, molestar borrachos y quitarle su dinero…
Primero, patear ancianas era molesto, traía mas problemas que satisfacción por que por alguna razón todas las viejas jodidas y gritonas que se defendían le tocaban a el, no a sus compañeros delincuentes.
Segundo, gritar también era molesto, lo hacía por cualquier motivo y ya hasta le dolía la garganta. Tercero, no le gustaba nada tirar basura, cual era el punto en ensuciar todo y caminar sobre mierda? Iba contra todo lo que le enseñaron en su  casa, que clase de madres tenia esta gente? Cuarto, escupir eeeew al parecer solo servía para ser mas macho pero realmente es antihigiénico y propaga enfermedades.
Quinto, ir a pelear cada tanto?...le gustaba la actividad física, era divertido, de todas maneras si le sacaba un ojo a alguno o alguno moría no pasaba nada por que era un delincuente, Jotaro desde su posición de delincuente en transición que no esta de acuerdo con las normas de ser un delincuente pero que le parecía muy cool se sentía ligeramente superior por ser educado y no concordar con la gran mayoría de su folklore de…simios…pero era cool.
Molestar borrachos estaba bien, era divertido, aparte de chico veía a su abuelo pintándole la cara a su padre dormido cuando este no soportaba el alcohol.
-Así que nuestro líder quiere verme? Ese que nadie le conoce la cara? –apenas había llegado luego de la escuela le habían dado esa noticia, uno de sus amigos le paso un cigarrillo con un encendedor y no tardo en prenderlo, empezó a fumar por que se veía cool y ahora lamentablemente era un adicto.
-No es como que no lo conozcamos…pero si, nunca le vimos la cara –el moreno lo miro pidiéndole explicaciones, como así? –osea siempre aparece en las reuniones con lentes de sol y barbijo, con la cara tapada, al parecer no quiere que la policía lo reconozca por que tiene arresto domiciliario y solo tiene permiso oficial para ir a la escuela
-En nuestra última reunión vi que era pelirojo, lo notaste? Se le veía el pelo por debajo de la capucha –comento otro hablándole al  chico que le dio el cigarrillo a Jotaro, a lo que Jojo lo miro curioso.
-Que osado, le habrán dicho algo sus padres? Mi madre no quiere darme dinero desde que le dije que me quería teñir de violeta
-Tal vez sea natural
-No creo, es nuestro líder después de todo, además oí rumores de que es huérfano y por eso es un delincuente
-Yo oí que es hijo de una familia rica
A Jotaro francamente le incomodaba que hablaran de familia, principalmente por que la suya si era rica y no quería exponer a su madre, más que nada porque se ponía TAN pesada.
-Como son las reuniones con el? –pregunto para cortar esa conversación, a lo que ambos chicos se pusieron a pensar de manera bastante intensa, aunque a decir verdad si le intrigaba por que nadie conocía su rostro y aun así lo respetaban tanto, si fuera el lo traicionaría y le quitaría los lentes y el barbijo tan siquiera por curiosidad, que lo echaran de la banda valdría la pena por eso.
Tal vez no debería hacerlo pero si le daba curiosidad, considerando que muchas veces se juntaban a beber en parques de forma ilegal y muchas otras según había escuchado se quedaban a dormir en las casas de otros, lo respetaban mucho…o tal vez solo eran rumores bien infundados por el líder eso de que no conocían su cara.
-Yo no he tenido la mía a decir verdad…te refieres a las personales como la que tu tendrás no? –soltó uno, con simpleza.
-Yo tampoco, solo lo he visto cuando viene a hablarnos, aunque tu todavía no le conoces por que entraste hace un par de semanas.
-Que habrás hecho para que te cite el líder y a nosotros que hace meses que estamos no nos ha pasado nada no? –uno empezó a reírse causándole una risa al otro, Jotaro podía ver como saltaba el cigarrillo en sus labios.
-Alguien sabe como son o que tengo que hacer? O esperar? Algún consejo?
Ambos chicos se quedaron en silencio.
-No lo se
-Realmente los que se juntan con el jefe a solas no hablan de eso…de hecho jamás he escuchado a nadie… -aquello al moreno le hizo tragar saliva con mucha fuerza, que significaba eso? Que los torturaba? Que los traumaba? Que los amenazaba? Oh dios y si lo amenazaba con robarle a su familia? Si empezaba a extorcionarlo? Tal vez solo estaba exagerando pero…todavía tenia 16, esto era demasiado…
-Sera que tienes miedo Jojo? –uno de sus amigos le dio un codazo, pero eso no lo tranquilizo –tal vez solo son aburridas, el jefe es muy simpático y realmente muy bien organizado
-Nos manda bien nuestras tareas y todos estamos bien comunicados –comento otro feliz, como si ser delincuente fuera como llevar un negocio o algo.
-Seguro que te irá bien.
Al día siguiente luego de la escuela se presentó en la reunión que por alguna razón le habían preparado sus compañeros, o eso supuso porque lo estaban esperando afuera de la escuela pero como confiaba en su propia fuerza o en sus habilidades de defensa propia fue, nadie podría hacerle daño.
Caminaron en silencio por un buen rato, sus 2 mayores hablando entre si pero el callado, escuchándolos a ellos y a su corazón latiendo  con fuerza.
Hasta que llegaron al lugar y por alguna razón estaban en…un motel? Su cara de confusión se hizo presente, mirando a sus mayores que se veían super calmados y hasta divertidos.
-Esa es! La cara que ponen todos!  -dijo uno con una sonrisita, descostillándose por dentro.
-No lo digas así, tú también! –su otro mayor también tenía risa, pero mucho menor, además de darle una sonrisa pícara a su compañero –no nos mires así, el jefe se reúne aquí con los que llama por que es un lugar express, no tendrán problemas en ir y salir, estoy seguro que escuchaste los rumores no?
-No habrás venido aquí a lo sonso sin averiguar
-El asunto de la policía? –susurro hasta algo desorientado por estar ahí.
-Ufff, si, la policía –ambos se codearon entre si mientras se reían, casi que estaban sudando de lo bien que se la estaban pasando.
-Ven, tienes que entrar por atrás por que…bueno por adelante no es legal por tu edad –Jotaro asintió, igual no era la primera vez que entraba a un motel, no era virgen así que no estaba en un factor de shock demasiado grande, solo se preguntaba que tenía que ver su banda con esto.
Ambos mayores lo hicieron pasar por los pasillos y le entregaron una llave con una habitación, que podía entrar cuando quisiera y que el era el único que tenía la llave así que podría estar tranquilo con el jefe, honestamente no sabía que esperar de todo esto que era tan…bizarro…
Pero así lo hizo, entro por atrás en aparentemente un punto ciego de las cámaras de seguridad y se movió rápido por los pasillos según el número que tenían hasta que llego a la habitación que le marcaba la llave, a saber cómo la consiguieron por cierto pero bueno cosas de bandas y la verdad admitía que había sido inteligente y había escogido una banda con cierto poder…
Le dio rápido vuelta a la llave y entro a lo que aparentemente era una habitación normal de motel, había unas cosas sobre la mesita más cercana y era…un maletín de estudiante, así que era verdad que el líder tenía masomenos su edad wow estaba impresionado.
Cerro la puerta detrás de si guardándose las llaves en su abrigo y miro para todos lados, había una puerta, seguramente de un baño y el estaba solo en la parte de la habitación.
-Hola? –pregunto a la nada, pero al instante las luces en la habitación se apagaron. Todos sus instintos de supervivencia se activaron, sus músculos se tensaron y sus oídos se pusieron alertas, buscando por todos lados una señal o algo de si era una trampa y por lo que sea lo iban a atacar…aunque no hubiera hecho nada como para merecerlo.
Estaba jodidamente oscuro y no  veía nada, solo las luces de emergencia de los interruptores, lo cual era bueno por que podía ver donde estaban las paredes, dato uno, estaba cerca de la puerta todavía por lo que su espalda estaba cubierta, dato dos, y por ultimo no traía dinero así que  si le pasaba algo hoy no perdería nada.
Tenía la respiración acelerada y quien sea que allá apagado las luces podía saberlo, se lo escuchaba respirar muy fuerte.
-Jojo verdad? El chico nuevo –una voz salida de absolutamente la nada lo hizo saltar al punto de golpearse con la puerta detrás suyo, se había pegado un susto impresionante y para colmo no podía distinguir de donde venía la voz por que hacía eco en toda la habitación –Me gusto tanto el apodo que ya no recuerdo ni tu nombre lo siento.
-Es…algo común –respondió un poco más calmado, la voz parecía simpática, aún así sus hombros seguían tensos y sus puños se habían cerrado a la espera de una pelea.
-Para mí no, siéntate donde quieras,  será una charla a oscuras –unos pasos empezaron a escucharse muy cerca suyo, pero cuando elevo la mano no sintió nada frente suyo –Esto es extraño? –si, muchísimo, incluso escalofriante, pero no dijo nada –te contaron algo los chicos?
-No… -respondió cerrando la boca al instante, esto era una prueba psicológica o algo?
-Me alegra que siga siendo así entonces, sabes? Aveces le hago una prueba a mis ingresantes, solo a algunos –la voz del líder por alguna razón era muy atractiva.
-Por que yo?
-Por que me gustaría que te quedes aquí, eres fuerte y peleas bien, es la primera vez que nos conocemos pero ya te he visto pelear y me gustas
Declaraciones fuertes
-Gracias…supongo…-wow un líder de una banda lo había alagado.
-Quieres participar en la prueba?
-De que es?
-Quieres participar?
Aquella insistencia lo hizo tragar saliva de nuevo, era un si o nada, estaba obligado.
-Que pasa si no participo? –incluso hacer esa pregunta era peligroso, no entendía que idiotez pasaba por su mente.
-Quedas fuera de la banda y probablemente tengas una vida escolar problemática –aquello lo hizo querer morderse el labio, pero sus instintos ante la expectativa de estar bajo ataque se lo negaron –pero solo hasta que te gradúes, sin rencores.
No tenía ni que pensarlo, era lo que había escogido y era la única opción que tenía, algún día le iba a llegar algo asi.
-Lo haré –soltó con fuerza y seguridad aunque por dentro se moría de los nervios.
Por alguna razón, sentía que el líder se estaba riendo de el en cuanto dijo eso.
-Jojo eres virgen?
Aquello fue un baldazo de agua fría, que era esa pregunta?
-No…-por más que fuese totalmente desubicado y descontrolado era la verdad, y aparte no podía quedar como un debilucho y poco macho.
-Eso facilita las cosas no crees?
El resto no se lo espero para nada.
Antes de que pudiera procesar todo algo, no sabía que, lo sujeto al mismo tiempo de muñecas y tobillos contra la puerta, si antes estaba a la defensiva ahora su cuerpo era una piedra de lo rígido que estaba, el susto y el pavor no lo dejaban continuar, que? Incluso el golpe contra la puerta le había hecho mal.
-Que sucede!?  -grito desde lo más profundo de su garganta, pero aunque gritara los moteles eran a prueba de sonido…
-Te gustará, te lo garantizo, y si no lo hace, lo cual nunca ha pasado por cierto así que por eso te doy mi sello de calidad 100% fiel puedes probar causándote vómito, creo que es lo único que me causaría el asco suficiente para que pare –en ese momento Jotaro sintió una mano sobre su estómago, espera, si no era el líder quien lo sujetaba de manos y tobillos quién era? El estuvo todo el tiempo contra la puerta y sin nadie detrás de el, por no hablar de que lo que sea que lo sujetaba no era una mano y no tenía textura alguna como tela o metal o algo, que estaba pasando!?
-Que pretendes…-susurro como podía mordiéndose la lengua para aguantar que el pánico a lo desconocido lo invadiera, ya no se sentía nervioso por el líder, si no por lo que sea que lo estuviera agarrando.
-Enserio te lo prometo –susurro el hombre frente suyo subiendo su mano por todo su pecho, acariciando sus abdominales y pasando sus dedos por sus costillas –te gustara, no la vas a pasar mal y…tienes 16? Que marcado que estas…eres muy lindo Jojo…
Que era todo esto!? Empezó a moverse, a forcejear, a gruñir y rugir pero las manos del otro solo parecían entusiasmarse más, agarrando sus pectorales y jugueteando con su pulgar con su clavícula, un collar de hueso perfecto. Hasta parecía que cada movimiento de Jojo guiaba sus manos a un nuevo delicioso lugar, como la unión de ambos pectorales que era super marcada y ciertamente deliciosa, su pecho era grande y prominente, estaba marcadísimo para ser un chico de 16 años que apenas se había unido a su banda a diferencia de otros que había…probado antes.
-Es así como ingresaron todos acaso!? –grito con furia sintiéndose abusado y muy enojado por todo.
-Solo quienes me gustan…-sus dedos se movieron a los músculos de sus brazos, eran fuertes y duros, fibra pura y eso al líder solo lo hizo prenderse más, mordiéndose el labio de la expectativa y bajando sus manos de nuevo a su espalda, acariciando  unos costados hermosos y para subir hasta unos omoplatos que habían sido la cúspide de excitación para causarle una erección, ya estaba, le encantaba este chico, nunca había tocado un cuerpo así de firme y masculino, incluso el aroma a miedo que soltaba ayudaba al ambiente para excitarlo –seré lindo contigo, nunca he hecho esto por nadie si? Pero me gustas mucho así que puedes llamarme Tenmei
Las caricias del hombre se sentían como corrientes eléctricas muy desagradables, nunca lo habían tocado así pero era contra su voluntad y no lo soportaba, tenía bastante miedo,  ser toqueteado de esa manera sin saber que era lo que le impedía defenderse lo aterraba. Tenmei bajo sus dedos por su espina y apretó sus huesos, causándole más corrientes, se estaba degustando mucho con su cuerpo y eso a Jotaro le ponía los nervios de punta.
Que acepto por el amor de dios.
Intento moverse más pero era inútil, no creía que el otro estuviera avanzando en base a sus reniegues pero que no dejaba su actividad era obvio, y menos aun cuando la mano de este se metió bajo su polera y sus pantalones, lo cual hizo que un sonrojo muy sorpresivo invadiera toda su cara, esto no era bueno.
-Basta! Eres un idiota! No me importa si tengo que romperte la cara! –grito todavía más y más enfadado cuando la mano en su pecho empezó a explorarlo más, agarrando uno de sus pezones y moviendo su dedo alrededor de este, que clase de juego era? Los hombres y los pezones no iban de la mano, para nada, eso era cosa de mujeres!
-Por que todos son tan ruidosos? Si yo voy despacio… -para Tenmei todo era tan adictivo, los pezones de este hombre eran como diamantes bajo sus dedos, totalmente duros y bien texturados, por el color de su piel aunque no podía verlos tenían pinta de ser amarronados y al pensar eso algo se le vino a la cabeza por lo que bajo la mano que estaba en su pantalón, topándose con los cabellitos púbicos del chico que era de su misma edad, la piel ahí de que color sería? Le daba curiosidad en un hombre tan atractivo…
La falta de un rostro ante una presencia intimidante que le estaba haciendo cosas que ciertamente no eran de su permiso lo calmaba un poco, no por que pudiera ponerle rostro si no por que se evitaba saber quién era la persona horrible que pudiera estar haciéndole esto, pero en cuanto sintió la mano en sus pantalones bajar se dio cuenta de algo, que esas caricias de hecho si se sentían bien, que el dedo en su pezón se sentía totalmente nuevo y electrizante y que cuando esa mano llego a sus calzoncillos su miembro reacciono al instante parándose y poniéndose duro, no podía creer que su cuerpo lo traicionara así ante el estímulo.
A Tenmei esto solo lo excito más, moviendo sus caderas y sus piernas intentando calmarse un poco de manera totalmente inútil, realmente estaba duro, como una roca, y cada vez más ante el contacto, estaba tan entretenido jugando con su pezón y deleitándose con el miembro en su mano que no noto que su cuerpo poco a poco se había ido acercando al de el inconscientemente perdiendo el miedo ante un ataque o algo, se estaba entregando muchísimo más allá de su propia seguridad, y tan así se pegoteo a el que su pecho estaba contra el suyo.
Jotaro sentía una superficie que emitía mucho calor y por supuesto que era el otro hombre, estaba marcado igual que el y su piel estaba jodidamente caliente…y no tardo en sentir su erección contra sus piernas, era mas bajo que el o el solo estaba muy sostenido en el aire? Como sea realmente se estaba sintiendo bien, las veces que había estado con un par de chicas estas eran Gyarus con las uñas gigantes y rasposas pero la mano que lo estaba masturbando era suave y muy delicada, aparte de muy cálida, no quería admitirlo ni pensarlo pero se sentía bien y el temblor que estaba en su cuerpo por culpa del miedo poco a poco iba bajando y eso ayudó mucho cuando la mano de este abandono su pezón y empezó a desabrocharle los múltiples cinturones que llevaba, mas que nada por que estaba tan concentrado en como lo estaban haciendo ver el cielo que no podía enfocarse en nada mas que eso.
Sus pantalones terminaron en sus tobillos y sus calzoncillos también, pero de repente Tenmei ya no estaba pegado a el, y su mano ya no estaba en su miembro, de repente y totalmente de la nada estas se posaron en sus piernas acariciando sus muslos  y antes de que pudiera pensar se la estaban chupando, un gemido salió de sus labios sin poder evitarlo sintiendo la calidez y humedad de su boca, y cuando empezó a sacarlo y meterlo con rapidez  y sin descanso más gemidos descontrolados empezaron a salir.
Con respecto a Tenmei el se sentía totalmente descontrolado, todos los demás idiotas con los que se habían acostado no tenían comparación con Jotaro, era un antes y después en su vida sexual, ninguno de los otros chicos era la mitad de masculino y varonil que el, el olor corporal del moreno le estaba aligerando la cabeza y ni hablar de como la boca se le hacía agua mientras lo masturbaba al punto que no lo soporto más y se la quiso chupar, con lo cual estaba totalmente sacado con esa cosa tan gruesa y larga, a diferencia suya no se le notaban las venas tanto pero si le encantaba como sabía en su lengua y como llenaba totalmente su boca sin incomodarle.
Los músculos tan perfectos y marcados que tenía eran un deleite al tactos y totalmente adictivos, como cuando te gusta jugar con algún aparatito pequeño que no puedes soltar, solo que este no era un aparatito normal por que realmente lo excitaba y estaba visto que le atraía mucho más el aparato del otro.
Cuando se vio a los 14 años sin amigos decidió cambiar radicalmente su actitud, volviéndose líder de una banda que en ese momento al menos en ese barrio en esa zona no estaban en auge así que gano por llegar primero. Manejaba bien las actividades del día, el dinero que conseguían y gracias a su habilidad oculta no tenía problema en imponer respeto con otras bandas que venían a cobrar amistades o regalías, o que mismo se querían imponer en su territorio, realmente tener un stand le había ayudado mucho a esto, en especial cuando el parecía ser el único con esa habilidad y nadie podía verlo, así que era tipo un brujo o alguien que se movía a una super velocidad, no importa, tenía poderes y les partía el culo a todo el mundo.
Así que no importa de dónde lo atacaran o quien, el siempre terminaba ganando gracias a los tentáculos mágicos de su stand y gracias principalmente al apoyo que le daba estar con el. Su nombre era Noriaki Kakyoin y pese a ser el líder de una banda bastante famosa y con un territorio era un estudiante normal, sus padres no sabían de sus actividades extra curriculares y lo veían como un hijo modelo, protegía su identidad lo más posible para no dañarlos ni decepcionarlos por que la verdad si había sido un hijo algo extraño no teniendo amigos ni nada, claro que no era su culpa si los demás no veían a Hieropanth Green y eran inferiores pero esos eran otros asuntos y ellos eran excelentes padres.
No lo perseguía la policía ni tenía problemas, esos eran rumores que había infundido para tener una vida tranquila y por suerte parece haberse manejado de tal manera que todo el mundo lo respetaba y lo seguía lo suficiente  como para no preocuparse por su identidad mas alla de la simple curiosidad, no sabía que estaba haciendo pero al menos le salía bien, el barbijo y los lentes le daban apariencia de malo y al parecer era intimidante, cool suponía, después de todo quería permanecer oculto.
Hacía unos meses se dio cuenta que no quería seguir siendo virgen, que las chicas eran muy molestas e intrusivas y querían saber su identidad así que no podía permitirse salir con una o estar con alguna, era complicado por que realmente no le molestaría tener una novia pero tenía que ser de ese palo y ser confiable y no la iba a encontrar. Así que decidió usar a los miembros de su banda, joven y agresivo callo en cuenta después de su primera vez de engatusar a uno de los muchachitos que mas lo admiraban que lo que había hecho de forzarlo y ponerle una trampa era un  delito pero al parecer este chico había quedado encantado por lo que en realidad había sido un ataque.
Lo había disfrutado y lo había amado, le dijo que estaba bien y que podrían repetirlo siempre que quisiera por que había sido la mejor experiencia de su vida, y eso estaba bien por que realmente había gritado aterrado al principio y hasta no quería continuar pero las hormonas y los gemidos del otro por alguna razón lo habían puesto muy bobo hasta que al parecer empezo a sentirse bien para ambos y la cosa termino bien, y así fue como Kakyoin fue engatusando chico tras chico, aprovechando de sus poderes para capturarlos y hacerles todo lo que quisiera, a muchos los volvía a ver por que le gustaban y pasaban un muy buen rato, al parecer ninguno hablaba del tema por que, primero ser gay era de marica y los haría perder respeto así que era una cosa que quedaba entre los chicos que habían sido sus seleccionados, lo cual agradecía y se lo comento a un par y segundo…al parecer era un secreto a proteger para que no se arruinase por que si parecía que el practicaba un muy buen sexo.
A pesar de que todo empezaba mal todos quedaban sumamente encantados con el, y no harían nada como andar cimentando o esparciendo la palabra para que eso se cortara y se arruinara, no entendían como había tantas manos o cosas tocándolos al mismo tiempo pero era genial, y esos eran los tentáculos de su stand.
Pero cuando vio a Kujo desde una esquina mientras peleaban con uno de sus chicos contra otra banda algo se encendió dentro suyo, el pecho le empezó a quemar y sus mejillas se tiñeron de rojo bajo el barbijo negro que llevaba siempre así que decidió que Jotaro definitivamente sería suyo.
La manera en que sus músculos se  flexionaban en cada movimiento, las venas en sus manos, sus tobillos ridículamente desnudos igual que el en la escuela y los brazos tan fuertes que tenía...además era alto, el tenía algo por los chicos altos, definitivamente tendría sexo con el y lo haría ser el mejor de su vida.
Y así era como ahora se la estaba chupando, como  el otro parecía estar gozándoselo por cómo había empezado a gemir y como además su pecho subía y bajaba con cada cosa que le hacía, tenía que empezar a prepararlo para lo siguiente así que su lengua empezó a envolver su falo dentro de su boca, moviéndose en este mientras su mano subía de sus fuertes y duros muslos hasta su trasero.
Era plano y bastante pequeño pero algo tenía que compensar semejante masa de músculos así que no pasaba nada, estaba bien proporcionado.
Jotaro no podía pensar, nunca se la habían chupado así de bien y nunca había sentido una lengua tan habilidosa, en especial cuando esta se movió a la punta y todo se convirtió en un altercado de chupadas besos y lamidas, ya no se quejaba, ya no se quejaría más, era perfecto y le gustaba, y tan así estaba sumergido que la mano en su trasero no le importó, menos cuando empezó a apretarlo por que ahí Tenmei comenzó a succionar su cabeza para adentro prácticamente haciéndolo gritar.
No entendía como pero algo se estaba moviendo por su pecho, era algo plano y redondo de la misma sensación que lo que estaba en sus rodillas pero toqueteando sus abdominales y pezones, casi redondo en la punta, su mente se debatía si pensar en eso o disfrutar pero la verdad era demasiado extraño, y así no solamente eso empezó a aparecer en su pecho si no en otras zonas, como su cintura y sus piernas, también en sus brazos los cuales estaban  sumamente cansados de estar levantados, repasando sus músculos.
Hasta se podía sentir alagado de que alguien se estuviera encimando así con él la verdad.
Noriaki no podía dejar de saborear lo perfecto que era, una de sus manos  estaba masajeando sus testículos lo cual al parecer fue muy agradable por que Jotaro saco un gemido bien ronco, bien desde adentro, y la otra mano estaba acariciando su raja, moviendo los dedos de arriba abajo para prepararlo a la sensación, tenía pinta de ser hetero y ser virgen por ahí pero no rechazaba mucho la idea de que fuera un hombre quien lo tocara…aunque el tema cavidades era complicado.
Hasta que llego el punto que la cabeza de Jotaro empezo a flotar, elevándose lentamente al punto de no poder bajar, iba a tener un orgasmo, el mejor orgasmo de su vida y ni el dolor en sus brazos ni lo que sea que lo estuviera notando lo iba a detener, le iba a llenar la boca al hijo de puta que le estaba haciendo eso y el lo iba a disfrutar pero…de la nada paro, lo saco de su boca pero siguió tocándolo, y ahí todo se fue al carajo, de repente que estaba volando se callo de culo contra la tierra de manera dolorosa, no quería perderse de nada y solo le habían arrebatado el mejor momento de su vida.
-Que? No! Estaba a punto de…-reclamo completamente molesto, pero esa misma cosa redonda se posó en sus labios, casi callándolo como si tuviera el derecho después de cortarle un orgasmo.
-Te sentí, no pensarías que dejare que se acabe todo aquí no? La estamos pasando tan bien –susurro Noriaki, sacándose su propio cinturón y pantalones mientras iba haciendo, mas bien forzando a que el tentáculo de Hieropanth se colara en la boca de Jotaro, a pesar de que este tenía la boca fuertemente cerrada –No te voy a lastimar, déjate –susurro algo que entre molesto y emocionado por lo que seguía, su miembro no podía mas de la expectativa, si Jotaro iba a correrse por una mamada el lo haría solo por haberlo tocado.
-No…necesito correrme…-hablo con los dientes y los labios bien cerrados frunciendo las cejas y evitando que esa cosa se metiera en su boca, en un intento de dar lastima por que nada al parecer iba a ir por el lado de la violencia…-y me duelen los brazos…no lo soporto mas…
A Noriaki casi que se le rompe el corazón al oírlo, además el no quería hacer daño a nadie siempre había sido muy cuidadoso de que…el daño fuera psicológico y no físico si alguna vez a alguien no le gustaba, por lo que con Hieropanth lo movió de la puerta a la cama, en el aire, como si estuviera volando, el conocía muy bien la habitación para que aunque estuvieran a oscuras para que no supiera su identidad no se golpeara con nadie.
-No te preocupes, seré gentil –le susurro acomodándolo con sus tentáculos en la cama para que quedara boca abajo y a 4.
-Que es esto!? Suéltame! Esto no es gracioso! –si antes se sentía a volar definitivamente estaba volando pero no por el mejor orgasmo de su vida, si no por que realmente se estaba moviendo en el aire y esto lo aterraba –Enserio bájame! No se que sea lo que estés haciendo pero bájame! –en cuanto sus rodillas tocaron una superficie blanda con telas que parecía ser el colchón sus piernas se cerraron para quedar apoyado, pero no pudo hacer mas por que al instante tenia las piernas sujetadas y bien abiertas, las caderas al aire y el pecho abajo, oprimido bajo sus propios brazos que ahora se encontraban atados, no entendía ni como paso pero algo los estaba atando y de una manera muy poco agradable.
-No necesitas gritar –le dijo Tenmei detrás suyo, aparentemente subiéndose a la cama por el sonido que hacía esta y por cómo se hundía  el colchón –te duele algo ahora? Estarás bien, prometo no hacerte daño y ser gentil, sabes que esto no va por esos lados no? –susurro el líder ya algo preocupado.
El moreno se tomó su tiempo para pensar en sus preguntas, con la respiración agitada y sintiendo un frió en el culo.
-Hay varias personas aquí?
Eh? El líder frunció las cejas confundido levantando su uniforme sobre sus brazos  para que molestara menos.
-Que? No entiendo
-Hay muchas cosas tocándome y sujetándome…cuantos hay en la habitación?
Dios mio jugaba mucho con la mente de este chico, los demás solo se habían sumido en el placer tan rápido que ni les había importado, o el era muy fuerte o realmente a este no le gustaba lo suficiente, ya hasta se sentía mal…
-Solo yo, solo tu y yo –le respondió acercándose y sacándole la gorra, acariciando su cabello para tranquilizarlo, tenía mucho gel, era bastante húmedo, y al parecer naturalmente seco por como se sentía en las raíces y en sus patillas.
-Es imposible, algo me levanto y… -no se lo creía, no se lo tragaba, no podía ser solo el.
-Solo yo –respondió firme, aun así esto le estaba dando algo de temor y no quería soltarlo –te sientes mal? Podemos parar, puedo dejarte ir…
A Jotaro esto lo tomo por sorpresa, abriendo los ojos de par en par y forzando su cabeza a moverse para donde estaba hablando la voz de Tenmei, aún así…
-Estoy que voy a explotar en realidad…-susurro con una calentura tremenda pensando en cómo había ido todo hasta ahora y con las mejillas rojas
-Esta bien seguir entonces?
-Que va a seguir luego?
-Prometo ir lento y no lastimarte
-No respondes las preguntas de nadie?
-Esta bien entonces? realmente quieres? –la pregunta fue detonante, se dio un momento para pensar y soltó un suspiro.
-Si
Los tentáculos de Noriaki volvieron a explorar su cuerpo, haciéndole caricias suaves en el cuello y la espalda para calmarlo mientras estas iban poco a poco escalando, sumándose más tentáculos a toquetear sus pezones, los cuales no tardaron en endurecerse lo cual le daba un poco más de tranquilidad a Noriaki, poco a poco en tanto la respiración del otro se normalizo y no parecía responder mal al contacto de Hieropanth Green sus manos se sumaron, acariciando su espalda y su trasero, pegando sus caderas a este y haciéndole saber lo notoria que era la erección que se traía prácticamente desde la primera vez que lo había visto.
Jotaro suspiro inconscientemente al sentir eso, tal vez era todo el estímulo que su cuerpo estaba recibiendo por todos lados pero sentir eso realmente le había gustado.
-Si te pido que abras la boca abre si? La pasaras mejor  -aparentemente Jotaro asintió, y en ese momento un tentáculo se paseo por toda su espalda hasta llegar a su hombro, tocando sus labios haciendo que el moreno respondiera al instante abriendo la boca y sacando la lengua, momento que le quito la respiración al pelirojo y solo se la puso mas dura, metiendo el tentáculo de su stand en la boca de este, seguramente su acompañante quedaría totalmente asustado al ver que estaba chupando algo invisible.
El moreno ya tenía muy en claro lo que le iba a pasar, que lo iban a hacer por atrás y le iba a doler muchísimo pero por alguna razón su miembro  solo se ponía más y más duro de la expectativa, el no era gay pero…se sentía muy caliente en este momento y todo se sentía muy bien, no confiaba en Tenmei pero si confiaba en que todo se sentiría igual de bien que hasta ahora y francamente haría lo que sea para correrse, cada segundo que pasaba su anterior orgasmo estaba cada vez mas lejos y ya no le importaba nada.
Las caderas de Noriaki se movían despacio contra el trasero desnudo de Jotaro, pegando su miembro a sus nalgas y presionándolo, hundiéndose en estas y gozándoselo muy fuerte en tanto se desabrochaba la camisa y sacaba el pequeño tubito de lubricante que estaba en su bolsillo preparado para esto, echándoselo en los dedos. Jotaro se estaba gozando también de como se sentía el miembro del otro, era mucho más venoso y marcado que el suyo pero también más delgado, no se estaba quejando igualmente, hasta que sintió un ruido extraño de detrás suyo, hechando la cabeza para atrás para sacar a lo que sea que estuviera en su boca.
-Que es eso?
A Noriaki le dio un escalofrió.
-Esto se va a sentir un poco raro, tendrás que confiar en mi
-No confió en ti
-Tendrás que respirar y relajarte, creo que te vas a preferir tener eso en la boca
Oh el podía hacer eso
-Eso que?
-Te gusta? –pregunto el pelirojo, agarrando su miembro y presionándolo contra una de las nalgas del otro.
-Si…-respondió un poco contra su orgullo, pero era la verdad.
-Solo relájate si? Y cuando te sientas raro solo respira, pasara –el tentáculo de Hieropanth pico los labios de Jotaro de nuevo, el cual para alivio de Noriaki abrió la boca con gusto, se sentía bien estar lleno por ahí por alguna razón.
Oh dios ahí iba su virginidad…bueno…esa…
Algo frió se poso en su entrada, eran los suaves dedos del líder con algo húmedo, frió y baboso, wow lubricante eres un genio, estuvo unos segundos masajeando su entrada mientras su cuerpo entero temblaba, era raro, no podía decir que le gustaba realmente, su erección realmente ya estaba muriendo poco a poco…
Y de la nada un dedo empezó a entrar en el, sus dientes se aferraron a la cosa que estaba en su boca, no era para tanto pero la sensación era tan rara que era electrizante ya ya hasta difícil de digerir, iba a quejarse, iba a decirle que pare y que se quería ir pero entonces Tenmei empezó a acariciar su cabello obviamente con la mano que no estaba dentro suyo.
Iba a confiar en el sujeto, un poco más, solo un poco más.
Y entonces ese dedo empezó a meterse más profundo, solo aumentando su disconfor, y luego un segundo dedo, la carne tan sensible de esa zona le estaba tironeando y no era nada agradable por lo que ya empezaba a doler, y así solo iba en aumento cuando su dedo iba entrando más, no quería ni pensar en cómo se estaba viendo por atrás. Hizo caso a Tenmei, respirando por la nariz y tomando aire, exhalando como podía cuando inconscientemente sus dientes mordían más el bulto en su boca, incomodo.
Y ambos dedos estaban full adentro, y Jotaro inhalando y exhalando para calmarse intentando encontrarle lo positivo pero todo cambio rotundamente cuando el pelirojo movió la mano y empezó a escavar dentro suyo, moviéndose y recorriendo por dentro, ahora si estaba mordiendo enserio, respirando agitado y ya no lo soportaba más, no podía más, realmente no soportaba más hasta que…
Sintió algo que lo hizo ver el cielo por un instante, y Noriaki noto eso.
El pelirojo repitió su movimiento, en esa zona específica, había apretado un poco contra una pared y de la nada el cuerpo del moreno había convulsionado con un sorpresivo gemido, y cuando volvió a hacerlo volvió a pasar.
Pensando que lo peor había pasado retiro el tentáculo de su boca, moviendo sus dedos en diferentes presiones y velocidades, masajeando el punto especial del moreno.
-Estas bien? –pregunto posando su mano en su nuca, estaba caliente.
Cuando Jotaro tuvo la boca libre lo primero que hizo fue respirar, soltando aire agitado.
-S-Si…ah! –respondió tartamudeando para que lo interrumpiera otro gemido, era lo mejor que había sentido en su vida.
-Es aquí no? –pregunto presionando de nuevo, sabiendo la respuesta pero igual queriendo oir su voz.
-Si! Más! ahhh! –prácticamente le rogo, su voz estaba ronca y totalmente dispuesta a gritar, se sentía genial y le encantaba.
Y Noriaki empezo a dedearlo, metiendo y sacando sus dedos a diferentes velocidades, jugando  con que tanto los sacaba y volvía a meter, abriendo como tijera y estirando su musculo cada que sumía a Jotaro en un placer intenso cuando estimulaba su punto, dándole y presionándole ahí, totalmente caliente de oir su voz, se oía tan intenso y masculino, tan desesperado  y macho a la vez…
-Estas apretando mucho mis dedos Jotaro…-le susurro con las mejillas ardiéndole y con su miembro doliéndole, no podía con la erección que se traía encima, ya había jugado  mucho con este chico.
Jotaro solo sintió un golpe de calor cuando escucho eso, se había escuchado sexy y le gustaba oir sobre lo que le estaban haciendo, su miembro estaba palpitando y sentía que de nuevo el orgasmo volvía, y como no con lo bien que lo estaba pasando, si no volvía a ver a Tenmei definitivamente haría esto por su cuenta por que es lo mas alucinante que había sentido alguna vez, hasta sentía la comisura de su boca llena de baba pero no podía evitarlo si cada vez que gemía era más intenso.
-M-Mas…más! ahhh! Ah! -soltó en un grito, desesperado por correrse, quería más fuerte, más rápido, que jugara con el todo lo que quisiera pero mucho más intenso.
-Ahora? –pregunto el pelirojo, sacando la mano de su nuca y agarrando su propio miembro, picándolo contra la piel alredor a la entrada de Jotaro que se encontraba ocupada con sus dedos, y a pesar de que Jotaro tenía la mente volada con estos si quería más, si sentía que podía por más.
-Si! Rápido! Voy a… -al pelirojo se le seco la boca de la excitación, ya era su turno…Sus dedos salieron de el y en su lugar un tentáculo de Hieropanth lo ocupo, de masomenos el mismo radio de sus dedos y un poco más para no lastimarlo y acomodarlo más, yendo directo a su punto para dejarlo sin palabras mientras el saltaba de la cama a buscar un condon en su camisa.
Jotaro noto al instante como cuando los dedos de Tenmei lo abandonaron algo más se metió en el, algo similar a lo que estaba en su boca pero no le importó, lo estaba tocando perfecto y no podía mas, y tanto era así lo desesperado que estaba que tenía la lengua afuera esperando que el otro volviera a llenarlo. Incluso su cuerpo le dio ligeras punzadas cuando sintió al otro bajarse de la cama, causando un sonido plástico que reconocía bien cual era, y estaba preparado, quería más.
Cuando el pelirojo tuvo el condón puesto se posó detrás suyo, agarrando su trasero y acariciándolo, le gustaría verlo mejor pero si le gustaba como sus tentáculos lo tenían envuelto entero dándole el goce de cada uno de sus músculos.
-Si te suelto me vas a golpear? –la pregunta descoloco a Jotaro, enfadado de que le quisieran cortar de nuevo su orgasmo, incluso noto como el trabajo en su punto había disminuido.
-Que?
-Quiero quitarte el uniforme…hace calor… -quería sentir su espalda y tocarlo libremente en realidad, y esto era poco consiente de su parte pero realmente lo deseaba, deseaba a este chico como a ninguno más.
-Si me desatas puedo quitármelo yo… -por si las dudas un tentáculo le envolvió la cintura a la vez que desataba sus brazos, a lo que el moreno si procedió a quitarse el uniforme y la polera, y eso lo noto muy bien y con prisas cuando la cadena de su uniforme golpeo el suelo –me dolían los brazos igualmente…
-Puedes quedarte así si prometes no golpearme… -quería tocarlo más, quería ser más íntimo con el.
-No se que estuviste haciendo pero puedes defenderte de todo al parecer –toda acción dentro suya se había detenido, incluso ya lo había abandonado y estaba vacío a la espera del miembro del líder –prometo quedarme quieto solo…solo continua…-no estaba de ánimos para charlas, tenía que terminar esto, sentía que no podía más.
El pelirojo asintió y se pegó más a él, agarrando sus caderas y su miembro el cual ya estaba lubricado y sin perder más tiempo se posó sobre la entrada del otro y se metió de una, sacándole un fuerte gemido a Jotaro y uno a si mismo, al parecer estaba lo suficientemente flexible como para no tener problemas, lo había preparado bien.
-Ahhh estas bien? –le pregunto mordiéndose los labios, cosa que no debería hacer estando totalmente indefenso ante un hombre aparentemente más fuerte y mucho más alto y musculoso que el en esta situación, pero realmente se sentía tan cálido y apretado que le era imposible no manifestarse.
-Ah…estoy bien solo…sigue… -que bueno que se había dado su tiempo para prepararlo, mas allá de eso Jotaro parecía fuerte así que por eso lo estaba soportando tan bien a pesar de que aún era el quien no se adaptaba a su interior, el cual era maravilloso, sus manos se agarraron de su cintura y sus caderas empezaron a moverse, comenzando a embestirlo sin piedad por que la verdad el ya estaba  bastante desesperado y necesitado, tenía que calmar la ansiedad que tenía acumulada desde que habían empezado todo.
Moviéndose rápido, brusco, fuerte y sin descanso Noriaki se estaba gozando todo, entrando y saliendo entero en cada embestida para prácticamente empalarlo y llegar lo más profundo posible, haciendo jadear al moreno debajo suyo que tenía el interior mas cálido que había probado en su vida, no podía contenerse llegado este punto y solo estaba velando ya por su propio placer el cual se había retrasado bastante y dado a esperar, asi que era su turno.
La mano de Noriaki y la otra cosa que lo había penetrado eran friós, definitivamente no eran esto, que estaba caliente y encajaba perfecto, que palpitaba dentro suyo y que por alguna razón tenía la medida justa para calzar en su punto cada vez que entraba hasta el fondo, lo cual le hacía tener brotes entrecortados de placer cada vez que Tenmei se movía, ya no estaba sintiendo los amarres a su cuerpo, ni por los tobillos ni por la cintura, por lo que solito se fue acomodando para estar más como, obligando al otro a acoplarse a su cuerpo para no perderse de esto ni por un segundo.
Jotaro empezaba a sentir como la saliva le bajaba una vez más por las comisuras de la boca por tenerla constantemente abierta de gemir y jadear, sintiendo un calor intenso en los hombros que se iba concentrando en su entrepierna, la cual estaba cada vez mas hinchada, en el momento en que Noriaki empezó a darle embestidas cortas y repetidas en movimiento de piston prácticamente perdió la cabeza, comenzando a gritar desesperado y agarrándose con los dedos de la sabana, hundiendo la mitad de su cuerpo y pegando su pecho a la cama, su punto estaba siendo totalmente invadido y no podía con el placer que ello le provocaba.
-Ah! Tenmei! –el pelirojo abrió los ojos sorprendido, en todo este tiempo no había gemido su apodo pero al parecer esto era realmente lo que lo volvía loco, siguió así por unos segundos escuchando sus gemidos desesperados –Ah…Ahhh no puedo…-susurro Jotaro para si mismo mordiéndose un labio, agarrando las manos del otro en su cintura causándole un escalofrió y que se detuviera –necesito más…ahh… -prácticamente le estaba rogando, tirándole de las manos al punto en que su espalda estaba contra la suya y sus manos sujetando su cuerpo para que se quedara lo más pegado a el.
Y ahí es donde se dio cuenta que Tenmei era realmente delgado, y bastante más pequeño que el, pero era quien lo estaba volviendo loco
-Quieres mas? –le susurro tragándose un jadeo para conservar la compostura, a lo que sintió al otro asentir bajo suyo – Quieres besarme?
Aquella pregunta lo helo un poco, pero nada que ver  comparado al calor que sentía, además ahora no estaba para ni negociaciones o interrupciones, no era lo más ubicado ponerse ahora a preguntar sobre sexo consensuado después de como empezaron.
Su mano agarro al otro del rostro y le clavo un beso, un beso que Noriaki respondió gustoso empezando a moverse más rápido, prácticamente elevando sus caderas para entrar más y más a fondo.
Y entre todo eso ambos fueron cayendo hasta que Jotaro quedo dado vuelta, boca arriba, separándose de Noriaki por el movimiento, aunque no tardaron nada en acomodarse de nuevo totalmente bruscos y pasionales con el pelirojo jaloneando las caderas de Jotaro sobre sus piernas las cuales poso en sus hombros sin perder tiempo para meterse de nuevo, esta vez agachándose para besarlo mientras empezaba un nuevo ritmo, uno más rápido y desesperado, cada vez mas profundo y necesitado para ambos.
Los gemidos de Jotaro dentro de su boca le estaban haciendo el día, eran sumamente eróticos y masculinos, graves, roncos y gruesos, igual que el, perfectos, sentía la cabeza ligera y no podía pensar solo podía alimentarse de esa boca perfecta  y de ese cuerpo que cada vez lo apretaba más, y tan desesperado lo oyo que por hacerle el favor invoco a uno de sus tentáculos para que se cerrara alrededor del miembro de Jotaro y empezara a masturbarlo, no prometía hacerlo continuado por que realmente lo distraía su interior pero si estaba dándole fuerte.
Jotaro estaba agarrándose de las sabanas alrededor suyo, sintiendo su boca invadida por la lengua del pelirojo que le estaba dando un perfecto beso francés, estaba por correrse, estaba cerca, en especial ahora que ese no se que lo estaba tocando, tanto así que le caía presemen en el estómago pero no le importaba, y sabía que Tenmei también se correría por que podía sentirlo hinchado y palpitando dentro suyo, a ambos les faltaba poco.
En un intento de aferrarse a algo el moreno abrazo a su compañero, clavándole las uñas en la espalda sintiendo como el líder se emocionaba con esto y le daba cada  vez más fuerte, al punto de romper el beso con los gemidos de Jotaro quien poco después solto un grito desde lo más profundo de su garganta, corriéndose sobre su propio estómago y el pecho del otro quien unas pocas y muy fuertes embestidas después se corrió dentro suyo, paralizándose ante el orgasmo que había tenido, tensándose totalmente.
Antes de cerrar los ojos completamente agotado por el mejor orgasmo de su vida, noto que su líder a pesar de ser delgado y pequeño tenía unos hombros realmente anchos, ideales para descansar los brazos en ellos, y cuando Noriaki se paró sobre el, sacando su miembro de su interior cansado y respirando agitado agarro una de sus manos y la puso en su mejilla, la cual se sentía hueca.
Su rostro también era delgado…
Habían pasado 2 semanas desde que Jotaro se levantó solo en aquel hotel en la mañana, le dolían las piernas de sobremanera, tanto así que las sentía entumecidas pero también cayo en que le dolía otra cosa…
Luego de eso hablo con los chicos que lo habían llevo ahí, le explicaron la razón de por que no le habían dicho nada y…concordaba, aceptaba, no iba a decir nada, quería mantener ese perfecto secreto y no arruinarlo, realmente era una cosa que tenía que seguir en privado para que no terminara, así fuera que el líder lo llamara cada tanto.
No les había mencionado que le había dicho su “nombre”
Un par de semanas después aparentemente hubo una pelea con una banda vecina, a lo que una gran mayoría de los miembros de esta se juntaron en una plaza de noche para pelear y ahí fue donde Jotaro conoció por primera vez a Tenmei.
Era delgado y mas bajito que el, estaba en cueros con unas vendas tapándole los pectorales, un uniforme abierto, pantalones cortos, unos zapatos sin medias y una gorra con unos lentes y un barbijo negro, tenía todos los brazos vendados pero antes todo…esa era la persona con quien se había acostado
Y tenía una figura preciosa.
Ambos lideres de las bandas se retaron frente a frente, antes de proceder a una pelea bastante movida entre ambas bandas  en donde en un momento que Noriaki estaba golpeando a uno de una manera muy brusca y violenta lo salvo de que alguien le golpeara por detrás, haciendo que por el golpe de Jotaro contra su cuerpo sus lentes de cayeran.
Afortunadamente y a sabiendas de que eso podía pasar, Noriaki había traído lentes de contacto amarillos, no podía dejar que descubrieran su identidad.
Sin embargo Jotaro se quedó paralizado en su lugar, esa era la mirada del hombre que lo había hecho ver el cielo.
Kakyoin quería darse el mismo gusto de mirarlo a los ojos, pero alguien le venía por detrás al moreno y tuvo que usar a Hieropanth Green para moverlo a un lado, fingiendo una patada y un movimiento para que parecieran artes marciales y no…poderes.
-Que…? –susurro Jotaro petrificado por un momento para que luego un grito de un gordo estúpido que se le venía encima lo sacara de su encamación, dándole un golpe directo en la barbilla y sacándolo prácticamente a volar, y eso le había dolido por que el gordo estaba pesado.
-Mira bien a tu alrededor Kujo! –grito el pelirojo en secreto esquivando  el golpe de un punk de mierda agachándose para agarrar sus lentes y ponérselos, no podía darse el lujo de que vieran sus rasgos faciales.
-S-Si! –respondió Jotaro en un grito, echándose en contra del idiota que planeaba golpear a su líder.
Un par de semanas después el líder de su banda, Tenmei a quien llamaba en secreto en su mente con mucho cariño desapareció, dejándole el puesto a uno de los chicos que consideraba de más confianza en la banda.
Según se rumoreaba se había mudado de ciudad con su familia.
Y sin estar a la espera de que Tenmei lo llamase, Jotaro se salió de la estúpida y ridícula decisión de meterse a una banda de delincuentes.
Notando un año después que lo encontraría como Kakyoin Noriaki en el viaje para salvar a su madre, siendo pelirojo y con ojos violetas, y ademas de eso: un usuario de stand, al parecer el ya había tenido contacto con usuarios de stand mucho antes de despertar el suyo propio.
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makahimetenshi · 3 years
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Living with you Chapter 4 - Jotakak fanfic
-Tio Kakyoin~ te traje algo de cenar –la niña entro a la habitación- Todavía no pudiste organizar todo? –noto como las puertas de la habitación  japonesa seguían cerradas y las valijas estaban sin tocar, apenas estaba abierta la que tenía los soportes y los elementos de trabajo del pintor.
-Lo siento Jolyne, pasa que llevo un día de retraso y tengo que entregar estos cuadros y… -se sorprendió cuando la niña le alcanzo un vaso de bebida –comeré después no te preocupes.
-No! Papa me conto que no comes por terminar tus cosas! Así que me quedare aquí hasta que comas! –la niña le tiro del brazo para que se siente y ponerlo frente a la bandeja con el plato de comida.
El pelirojo la miro totalmente sorprendido, rió por unos momentos y se puso a comer junto con la hija de su amigo, le tenía muchísimo cariño por que la conocía desde que nació, recordaba la primera vez que la cargo, era un poco inusual que el mejor amigo del futuro padre estuviera con el en la sala de partos pero así fue, Kakyoin lo acompaño ese día, sin ningún problema por parte de la familia de Jotaro, Holly después de todo le tenía mucho cariño y apreciaba mucho que el estuviera con su hijo en un día tan importante.
Al rato Jojo entro con un futon a la habitación –Kakyoin, te dejo esto para que duermas –el pelirojo mientras pintaba le hizo unas señas con las manos diciéndole que haga lo que quiera –no parece que lo vayas a hacer por un rato igualmente, buenas noches –el moreno se fue a su habitación a dormir, habiendo dejado ya a su hija en la suya, esta vez no lo despertarían los gritos furiosos del gamer.
A la mañana siguiente los gritos de su hija lo despertaron desde la cocina, había olor a tostados, se paso la mano por la cara y reuniendo fuerzas se levanto para ir a ver que pasaba.
-Jolyne! No grites! Vas a despertar a Jotaro! –veía al pelirojo tapándole la boca a la niña nervioso.
-Mejor! Así el viejo se levanta y viene a comer!
-Que es todo este escandalo? –Jotaro apareció en la puerta sin camisa con el sueño disperso por toda la cara, entrecerrando los ojos por la luz del sol.
-Buenos días Jotaro, estoy preparando un desayuno…simple…en un momento ya estará
-Dormiste bien en el futon? Es difícil acostumbrarse al principio según mi abuelo
-El abuelo nunca se acostumbró, cada vez que viene a Japón se queja mas –la niña tomo un vaso de jugo de naranja
-En realidad me quede dormido en el piso y dormí…unas 3 horas…tenía cosas que hacer, y estoy plenamente satisfecho –el pelirojo lució una sonrisa totalmente orgullosa- los 2 cuadros que termine hacen que mi ego suba –Jotaro suspiro al oírlo y también tomo un jugo, revolviendo el pelo de ambos chiquillos haciendo que el pelirojo riera, su amigo realmente se ponía así cuando algo le salía bien –Me queda solamente terminar 2…y ya estaré totalmente libre, eran para mañana así que por eso mi prisa, los tenía que entregar mañana lunes y el miércoles era la exposición, me pone bastante nervioso.
-Tienes unos hábitos horribles –Jotaro le susurro mientras Kakyoin sacaba los tostados y les ponía una servilleta –A la tarde voy a llevar a Jolyne al cine, quieres venir?
El pelirojo le dio un mordisco a su tostado- Si termino lo que estoy haciendo si, no hay problema…oye gracias por…dejarme quedarme y eso –Jotaro no le respondió, sabía de sobra que no necesitaba decirle que estaba bien todo.
Kakyoin siguió pintando durante la tarde, logro terminar un cuadro mas, casualmente de Star Platinum, realmente le gustaba la idea de la uni de su amigo, era un personaje elegante y formidable a la vista, poderoso y también intimidante, Jotaro hace un rato le había dicho que estaba bien, sabía que su amigo no entendía de estas cosas y pues, lo dejaba pasar y realmente no le importaba, después de todo el no sabía de peces dorados por ejemplo. Fue a darse una ducha, muy pronto Jojo iba a salir con su hija al cine y quería acompañarlos, salió del baño y se puso su crema y perfumes, el anteponía su higiene antes que muchas cosas, su piel para el era sagrada y tenía que que estar suave y con olor a cerezas, o menta, le gustaban ambas, a veces cambiaba, se vistió y fue a buscar a Jotaro a su estudio, ahí tenía unas peceras gigantes decorando las paredes, ciertamente difería mucho con el estilo japonés del resto de la casa pero era su pequeño santuario, tenía varios tipos de peces y todos eran igual de hermosos, varias veces había dibujado el pequeño acuario de su amigo.
-Jojo, van a salir? –Kakyoin se poso en el marco de la puerta, llevaba unas gafas de sol, una polera verde y unos pantalones blancos, Jojo al verlo pensó que se veía bastante bien, tenía estilo.
-Si, Jolyne se esta terminando de arreglar, vas a venir?
-Me gustaría…-un sonrojo se hizo evidente en el rostro del pelirojo al notar que quizá se invito solo.
-Esta bien, luego podemos ir a cenar algo
Toda preocupación desaparecía cuando Jojo le respondía así.
Para la noche ambos hombres ya habían vuelto a casa, Kakyoin tenía a Jolyne en brazos cargándola a su habitación, según ella estaba cansada de caminar, y el realmente no tenía problema en cargarla.
-Jolyne, te había dejado mi consola no? Que tal vas?
-Ya casi voy por la mitad, tengo que aprovechar por que el viejo no me compra videojuegos
-No, Kakyoin como jugador es una mala influencia, te quiero alejar lo mas posible de que te vuelvas como el –el pelirojo rió por lo bajo.
El pintor dejo a la hija de su amigo en el futon y se fue a trabajar a su habitación no sin antes dejarle un beso de buenas noches, igual que su padre. El cual tomo su notebook y se fue a la habitación de Kakyoin sentándose en una esquina, argumentándole que ahí había mejor wifi, el chico realmente no se quejo así que siguió en su pintura sin problema mientras Jojo estaba en internet y ya. Bastante tarde Kakyoin había terminado su pintura, se dio cuenta que el moreno se había quedado dormido con la notebook en las piernas, le quito la computadora ligeramente preocupado y le puso la frazada del futon en los hombros, durmiendo a pleno pecho se iba a terminar enfermando, Kakyoin se fue a dormir al colchón que quedaba con un abrigo encima, no tendría frío pero sin embargo le preocupaba que Jojo si.
Ya de mañana los 3 se despertaron, desayunaron y fueron a sus respectivos trabajos, Kakyoin se encargo de llevar a la niña al colegio, ahí los recibió Polnareff en la recepción quien hace poco había entrado a trabajar en el colegio de la hija de Jotaro, menuda coincidencia!
-Polnareff! –saludo Kakyoin soltando la mano de Jolyne quien prosiguió su camino normal a clases.
-Kakyoin? Que haces tu aquí? –el rostro del francés se ilumino de felicidad al ver a su amigo- y con la hija de Kujo? Que paso? Hombre no esperaba verte!
-Jotaro y yo de momento estamos viviendo juntos y…
-NO ME DIGAS QUE…!? Ay si se nota muchísimo en la universidad y… -Kakyoin sonrojo ante la chismosa y emocionada sonrisa de su amigo hablando de cosas que no eran así!!
-NO! Osea, tuve un problema en mi casa y Jotaro me ofrecía quedarme hasta que lo solucione es todo –Kakyoin tomo su brazo izquierdo quitándole la mirada al francés por un momento, lo bocon de la universidad y de sus salidas no se le iba a quitar nunca, siempre hablando cosas que no debía.
-Ah…que aburrido chicos…-Polnareff lo miro con cierta decepción y el pelirojo rió ante esto –Que tal el trabajo? Te he visto en internet, eres asombroso –el rubio le dedico una sonrisa orgullosa, sabía que su amigo era talentoso, le encantaba su trabajo.
-De verdad? –rió levemente –el miércoles tengo una exposición, te interesaría venir?
-El miércoles casualmente tengo una cita con una chica a la que ya la aplace mucho, ya sabes, no me paran de llover mujeres y se llena mi agenda –el francés mostro una sonrisa picarona, Kakyoin rodo los ojos –No lo haces otro día? Tengo ganas de ir pero… -su expresión se doblaba en lastima.
-Te aviso para la próxima con mas antelación, sabía que eras el profesor de Jolyne por que Jotaro me lo dijo
-En todo caso hubieras venido a visitarme antes~-una sonrisa surco su rostro, luego vió a Kakyoin mirar horrorizado su celular y su rostro entero se normalizo.
-Lo siento Jean, luego nos vemos si? Voy llegando tarde y realmente sufrí por estas pinturas –levantaba el hombro donde estaba el estuche de los lienzos con una sonrisa nerviosa –Adios!
Polnareff le saludo y ambos amigos se despidieron, tenía ganas de invitar a los 2 a beber algún día.
Cuando Noriaki llego a la residencia Kujo se dispuso a ordenar su nueva-temporal habitación con una sonrisa en el rostro, todavía faltaba un rato para que Jotaro viniera con Jolyne así que también podía preparar una cena. Acomodo su ropa en un armario de pared, puso su consola en la televisión del comedor para que también Jolyne pudiera usarla y se acomodo un poco mas con sus pinturas en aquel rincón, y cambio los papeles de diario del suelo. Ahora podría relajarse por un par de días hasta la exposición, y quizá dormir bien esta noche.
Se dío un baño siguiendo su normal proceso de belleza, ósea, la manera de cuidar su piel y su cabello era digna de ser llamada un proceso, se vistió y se puso un delantal, tal vez Nikumans caseros estarían bien, por su influencia extranjera Jotaro y Jolyne no tenían los mismos hábitos japoneses de hacer miles de platos para una sola comida, preferían comer mucho de una sola cosa y ya, Kakyoin era puramente extranjero pero no le molestaba para nada, hasta le ahorraba trabajo así que mejor por el.
Los 2 Kujos no tardaron en llegar y en morir por los Nikumans, Jotaro no había almorzado así que tener una comida al llegar a casa era una bendición y…para ella comer estaba siempre bien, la cocina de Kakyoin no era precisamente deliciosa, era bastante mediocre, ni buena ni mala, tenía sabor pero no era la gran cosa, era comida y ya, por adaptación Kakyoin de tanto tiempo que pasaba con los Joestar se le contagio esa poca habilidad para la cocina y se le quedo y ya.
-Kakyoin -El nombrado levanto la mirada mordiendo su comida- Que tal te fue hoy? Con lo de los cuadros, ósea estuviste trabajando mucho.
El pelirojo tenía ganas de llorar, hace años que nadie le preguntaba algo por el estilo, no solo desde que se mudo si no que en su casa tampoco pasaba, ósea a alguien le importaba su día, era super raro…ya se estaba poniendo emocional, sonrió tímidamente mirando su bebida y le respondió
-Bien, recibieron bien los cuadros y el miércoles será la exposición, así que tengo mañana un día de descanso, luego de las exposiciones vienen los días complicados con los encargos y las fotos y las nuevas ideas y eso…Ah hoy por cierto cuando lleve a Jolyne al colegio encontré a Polnareff.
-Si, me sorprendió bastante verlo ahí, hay que salir juntos un día
-Y también invitar a Avdul, seguro Polnareff sabe como contactarlo –respondió con una sonrisa idiota el pelirojo, se sentía bien.
Paso el rato y ya eran las 10 de la noche, la niña había hecho su tarea y había jugado con Kakyoin en la consola, bajo amenaza de Jotaro que se controlara o lo molía a golpes, y realmente no quería probar la fuerza de su amigo, que ya había comprobado varias veces que era bruta y muy violenta. El pintor se encontraba en su habitación con su pijama puesto con la notebook en sus piernas viendo videos varios, cuando entro Jotaro, sin camiseta, como era usual para el dormir con el celular en la mano.
-Estaba buscando cosas de Avdul y termine encontrando varias fotos y videos de todos, quieres ver? –dijo pausada y tranquilamente el moreno, la mirada de Kakyoin se oscureció por un momento –quite, ESAS fotos, no te preocupes.
El pelirojo le hizo un espacio en el futon y Jotaro se sentó al lado suyo metiendo los pies el la frazada para mantenerse caliente.
-No tienes frió así? –Kujo solo soltó un bufido, a veces preocuparse era para nada.
El moreno puso un video que había filmado Avdul de Kakyoin y Jotaro jugando en la casa de la madre del pelirojo, aquella partida estuvo dura, y eso que solo estaban jugando CSGO, ambos no podían evitar  reír con los comentarios de Avdul en la pantalla, no lo parecía pero el negro era bastante tontito cuando quería y eso era como que su chispa, su sentido del humor oculto. Siguieron viendo varios videos y fotos acordándose de viejos y relativamente nuevos momentos, eran risas simples y cómplices pero ambos se sentían bien con ello, era divertido, a Kakyoin le hacía pensar en lo unidos que eran todos y Jotaro en lo divertido que es cuando todos se juntan, no paso mucho antes de que Kakyoin se recostara dándole la espalda a Jotaro, argumentando que tenía bastante sueño. Jotaro se recostó al lado suyo dándole la espalda, el futon era grande ok? Esta vez no era raro como en casa de Kakyoin que lo tenía que sujetar para que no se le escape a jugar, ahora estaba calmado y esto definitivamente no iba a ser raro al despertar.
-Esta semana voy a tener días difíciles en el trabajo, y muchos odiosos cambios de turno –susurraba Jotaro tapándose su amigo le bufo preguntando por mas –hay un proyecto de remodelar el acuario del zoológico de aquí cerca y me necesitan, ya me veo levantándome, duchándome, trabajando, comiendo, cagando y durmiendo, así todos esos días –Noriaki no pudo evitar soltar una risita.
-Me encargare yo de Jolyne para hacértela mas sencilla –el moreno le bufo, sabía que había sonreído y no era necesario decir mucho mas, ambos cerraron los ojos y se quedaron dormidos
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desertmint · 3 years
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#jotakakweek2021 day 2
✨ girls 😌 ✨
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desertmint · 3 years
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in a dream you told me—
#jotakakweek2021 day 4
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desertmint · 3 years
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double fic post, one of which is an older story that i forgot to link here. the second was written for the #jotakakweek2021 event on twitter.
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fic: closest to the heart (ao3)
jojo's bizarre adventure | kujo jotaro/kakyoin noriaki | ~5k | rated G
[tags: romance, fluff, comedy, teenage hijinks, second button trope]
For the third years, the last month of school is a distracted whirlwind of high-strung emotions: relieved joy or miserable resignation over university acceptances, panic about the uncertain future, and a hormone-driven flood of rushed confessions all over the school, as everybody realizes they’re running out of time and collectively loses their shit.
Spring is the season for cherry blossoms, graduations, and confessions. The latter causes Jotaro some problems.
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and the sequel: two sets (ao3)
jjba | kujo jotaro/kakyoin noriaki | ~2k | rated G
[tags: romance, fluff, humor, when your mom has to play wingman for you and your bf]
Kakyoin comes to visit on moving day. Jotaro is the opposite of smooth.
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maynatt · 3 years
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#jotakakweek2021 Day 5: Fashion , Wedding ,  Animals trait
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maynatt · 3 years
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"Did JOJO Flirting Kakyoin-kun??" #jotakakweek2021 Day 3: Carnival, Graduation, Celebuties
I’m forgot to post on tumblr. Sorry
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